CARTA A UN JOVEN PROFESOR (Meirieu, Philippe)
Propone
Dilemas
En los profesores la elección entre el “amor a los alumnos” y “el amor al saber”, que refleja una histórica tradición que sitúa a los maestros de Educación Infantil y Primaria en el polo “centrado en el niño”, en tanto que en la Educación Secundaria Obligatoria se enfatiza en la importancia de los conocimientos.
Está en el interior de cada profesor y profesora y que consiste en el enorme contraste entre su posición de “antiguo alumno”, caracterizada por el amor a los aprendizajes escolares y a la escuela misma, y el actual panorama del alumnado, muy poco motivado por todo cuanto suponga academicismo. (“la celebración del conocimiento” es el principal reto que tienen que asumir las jóvenes generaciones de docentes.
Perla Lizbeth Núñez Martínez. Primero preescolar. Panorama actual de la educación básica en México.
“La disciplina” con “las disciplinas”, es decir, la dinámica social del aula que hace posible la enseñanza con el contenido de esta. Para el profesor Meireu, oponer ambos propósitos es erróneo. al hacer respetar, en el tiempo, estos modos de funcionar, se permitirá que los alumnos salgan del mundo de la satisfacción inmediata para entrar en un universo en el que uno se compromete, se construye, se aprende.
Trabajar menos desde fuera de las aulas y más desde dentro, devolviendo el protagonismo al profesorado, ayudando a los chicos y chicas a través de sus maestros se debería pedagogizar más las organizaciones, en vez de organizar la pedagogía.
ENTREVISTA Philippe Meirieu “Es responsabilidad del educador provocar el deseo de aprender ”
• •
• • • • • • • •
“No nos podemos contentar con dar de beber a quienes ya tienen sed. También hay que dar sed a quienes no quieren beber” No basta con dar respuestas. Hay que provocar en los alumnos el deseo de aprender y de formularse preguntas. Y hacerlo codo con codo, acompañándolos a lo largo de toda la escolaridad y ayudándolos a encontrar tiempos de reflexión y concentración en una época en la que están “sobre informados” y “sobreexcitados”. El principal problema de la educación hoy es que aunque ya se hayan abierto las escuelas para todos no se ha sabido dar a los alumnos las ganas de prosperar, vean la importancia y encuentren su sitio. La prioridad es pedagógica, es decir, dado que los alumnos están dentro de la escuela qué hacer para que no estén sistemáticamente relegados al fracaso. El apoyo individual, tiempos de acompañamiento personal, tiempos que permiten a los enseñantes detectar y remediar esas dificultades. Este acompañamiento personal de los alumnos es algo absolutamente fundamental. Debe haber tiempos colectivos con grupos incluso más importantes que el grupo clase habitual, pero debe haber también tiempos individuales y tiempos en pequeño grupo. No hay aprendizaje sin deseo. Pero el deseo no es espontáneo. El deseo no viene solo, el deseo hay que hacerlo nacer. Es responsabilidad del educador crear el deseo por aprender y crear situaciones que favorezcan este deseo. No hace falta preguntarse qué diremos a los alumnos, sino qué les haremos hacer para que aprendan. La exigencia debe fundarse en la solidaridad.
Philippe Meirieu es un maestro que nos habla de la importancia que tenemos los docentes o futuros docentes por crear interés en los alumnos el deseo por aprender, crear entusiasmo, dinamismo, y hacerlos prosperar para que sigan teniendo esas ganas de aprender durante toda su trayectoria escolar, pero para esto debemos ayudarlos tanto padres como en las instituciones o bien buscar un acompañante, es decir, un pedagogo que le facilite las ganas y el deseo por aprender, como también el trabajo en quipo esto ayuda a que los alumnos se apoyen entre si mismos y logren mejores resultados por si solos, así se hacen personas críticas y autónomas, y en ocasiones también con algunos alumnos hacer que entre ellos mismos logren seguridad y confianza. Es responsabilidad de nosotros estudiantes tomar una formación adecuada para así llegar a la responsabilidad y tener ese entusiasmo de que nuestros futuros alumnos sean personas con ganas de aprender y nosotros pensar en esas estrategias que tenemos que aplicar para que la escuela sea un lugar emocionante para ellos y no un lugar tedioso y sin importancia alguna; así trabajar en quipo alumnos, profesores, padres e incluso pedagogos, trabajar de una forma dinámica y ser exigentes pero solidarios.