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DIABETES & EMBARAZO ALIMENTACIÓN & MUJER ENTREVISTA A LA COMUNICADORA

MARIANNE DE LA CRUZ SALUD ÍNTIMA

MUJERES VALIENTES DIETAS DIVETIDA EMOCIONES & MUJER


SALUD MUJER

Nutrición & Mujer

LA REALIDAD DE LA MUJER DEL SIGLO XXI ES EL PRODUCTO DE AÑOS DE EVOLUCIÓN SOCIAL, IDEAS Y CONCEPTOS QUE HOY LA ENFRENTAN A RETOS QUE EXIGEN MAYOR CAPACIDAD EN TODAS LAS TAREAS DIARIAS, Y LAS NECESIDADES QUE COMO INDIVIDUO HAN SURGIDO PARA AVANZAR.

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uchas necesidades nutricionales de la mujer varían según la etapa de la vida en la que se encuentre. En cada etapa se ve sometida a cambios físicos, hormonales, psicosociales, que exigen necesidades energéticas diferentes para un buen desenvolvimiento y prevención de enfermedades. Estas necesidades se calculan a partir de la edad, actividad física y cualquier condición que pueda coexistir. Una alimentación adecuada debe ser completa, que contenga todos los macronutrientes (proteínas, hidratos de carbono y grasas) y micronutrientes (vitaminas y minerales) necesarios. Equilibrada, en las

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porciones adecuadas. Suficiente, que cubra las necesidades nutricionales de cada organismo en particular. Variada (llena de color), así obtenemos los diferentes nutrientes que se encuentran en los distintos grupos de alimentos. Inocua, que su consumo no implique riesgo para la salud. Acorde con los gustos, la cultura, los recursos económicos, sin que esto sacrifique las demás características. Se deben ingerir alimentos mínimo 5 veces al día (3 comidas y 2 meriendas) y tomar por lo menos 1.5 a 2 litros de agua diario (según la necesidad).

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Retos que exigen mayor capacidad en todas las tareas diarias, y las necesidades que como individuo han surgido para avanzar. Necesidades que como individuo.

Cada etapa de la vida llega con sus propios retos. Una vida saludable asegura bienestar, éxito y aumenta la probabilidad de vida.

Durante el día debemos ingerir nuestra energía total de la siguiente manera: 50%-60% de hidratos de carbono, 15%-20% de proteínas y hasta un 30% de grasas. Una mujer en edad reproductiva (20-44 años) debe alimentarse equilibradamente para suplir sus propias necesidades y la de su bebé (en caso de embarazo), esto se logra desde antes de la concepción, con una alimentación óptima.

DURANTE EL EMBARAZO En etsa etapa, por la demanda del desarrollo del nuevo organismo, la dieta debe aumentar 250 kilocalorías por encima de las necesidades diarias, y en la lvactancia 500 kilocalorías para producción de leche materna de calidad. De la misma manera, las necesidades de vitaminas y minerales aumentan, en especial el ácido fólico, la vitamina D, el calcio y el hierro. En la premenopausia y menopausia (45-55 años) se

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producen cambios hormonales, por la disminución de los estrógenos que se manifiestan desde signos y síntomas como el bochorno y el calor excesivo, hasta desmineralización ósea, ganancia de peso, aumento de las grasas y un metabolismo cada vez más lento. Se recomienda la ingesta de alimentos ricos en vitamina B12, magnesio. En la vejez, existe una disminución del metabolismo basal como consecuencia de una menor masa corporal magra (músculo) y con ello una menor necesidad energética. Se observa pérdida de masa ósea, que conlleva a incapacidad osteoarticular y deterioro de la estructura dentaria, disminución del agua corporal, alteración de los procesos digestivos y en consecuencia, deficiencias nutricionales por disminución en la absorción de

nutrientes, reducción del peso encefálico, alteración del sistema inmune, desequilibrio metabólico, predominando el catabolismo. Es importante prestar atención a esta etapa, tratando de hacer ingestas nutricionalmente ricas, de fácil digestión, además de suplir posibles deficiencias vitamínicas y minerales de ser necesario.n la premenopausia y menopausia (45-55 años) se producen cambios hormonales, por la disminución de los estrógenos que se manifiestan desde signos y síntomas como el bochorno y el calor excesivo. Se recomienda la toma de sol y actividad física, que además de jugar un papel fisiológico, desempeña una función social aportando mayor calidad de vida. Por la Dra. Karla Barrous Nutrióloga | Clínica Centro Médico UCE 809-689-6405

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Embarazo & Corazón LA REALIDAD DE LA MUJER DEL SIGLO XXI ES EL PRODUCTO DE AÑOS DE EVOLUCIÓN SOCIAL, IDEAS Y CONCEPTOS QUE HOY LA ENFRENTAN A RETOS QUE EXIGEN MAYOR CAPACIDAD EN TODAS LAS TAREAS DIARIAS, Y LAS NECESIDADES QUE COMO INDIVIDUO HAN SURGIDO PARA AVANZAR.

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L necesidades nutricionales de la mujer varían según la etapa de la vida en la que se encuentre. En cada etapa se ve sometida a cambios físicos, hormonales, psicosociales, que exigen necesidades energéticas diferentes para un buen desenvolvimiento y prevención de enfermedades. Estas necesidades se calculan a partir de la edad, actividad física y cualquier condición que pueda coexistir. Una alimentación adecuada debe ser completa, que contenga todos los macronutrientes (proteínas, hidratos de carbono y grasas) y micronutrientes (vitaminas y minerales) necesarios. Equilibrada, en las porciones adecuadas. Suficiente, que cubra las necesidades nutricionales de cada organismo en particular. Variada (llena de color), así obtenemos los diferentes nutrientes que se encuentran en los distintos grupos de alimentos. Inocua, que su consumo no implique

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riesgo para la salud. Acorde con los gustos, la cultura, los recursos económicos, sin que esto sacrifique las demás características. Se deben ingerir alimentos mínimo 5 veces al día (3 comidas y 2 meriendas) y tomar por lo menos 1.5 a 2 litros de agua diario (según la necesidad). Durante el día debemos ingerir nuestra energía total de la siguiente manera: 50%-60% de hidratos de carbono, 15%-20% de proteínas y hasta un 30% de grasas. Una mujer en edad reproductiva (20-44 años) debe alimentarse equilibradamente para suplir v de embarazo), esto se logra desde antes de la concepción, con una alimentación óptima. Durante el embarazo, por la demanda del desarrollo del nuevo organismo, la dieta debe aumentar 250 kilocalorías por encima de las necesidades diarias, y en la lactancia 500 kilocalorías para producción de

leche materna de calidad. De la misma manera, las necesidades de vitaminas y minerales aumentan, en especial el ácido fólico, la vitamina D, el calcio y el hierro. En la premenopausia y menopausia (45-55 años) se producen cambios hormonales, por la disminución de los estrógenos que se manifiestan desde signos y síntomas como el bochorno y el calor excesivo, hasta desmineralización

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Cada etapa de la vida llega con sus propios retos. Una vida saludable asegura bienestar, éxito y aumenta la probabilidad de vida.

Prioridad

Retos que exigen mayor capacidad en todas las tareas diarias, y las necesidades que como individuo han surgido para avanzar. Retos que exigen en todas las tareas diarias, y las necesidades que como individuo han surgido. Retos que exigen mayor capacidad en todas las tareas diarias, y las necesidades que como individuo han surgido para avanzar.

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ósea, ganancia de peso, aumento de las grasas y un metabolismo cada vez más lento. Se recomienda la ingesta de alimentos ricos en vitamina B12, magnesio, hierro y omega 3 con importante papel en la función cerebral, calcio y vitamina D para los huesos, vitamina E por su función antioxidante, in-

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terviniendo en el proceso degenerativo celular. Se recomienda la ingesta de cereales integrales, abundantes frutas y vegetales, leguminosas, grasas buenas (semillas, aceite de oliva, aguacate), carnes magras y productos lácteos descremados, así como evitar la ingesta excesiva de productos

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refinados, azucarados, elevados en grasa y el alcohol. En la vejez, existe una disminución del metabolismo basal como consecuencia de una menor masa corporal magra (músculo) y con ello una menor necesidad energética. Se observa pérdida de masa ósea, que conlleva a incapacidad osteoarticular y deterioro de la estructura dentaria, disminución del agua corporal, alteración de los procesos digestivos y en consecuencia, deficiencias nutricionales por disminución en la absorción de nutrientes, reducción del peso encefálico, alteración del sistema inmune, desequilibrio metabólico, predominando el catabolismo. Es importante prestar atención a esta etapa, tratando de hacer ingestas nutricionalmente ricas, de fácil digestión, además de suplir posibles deficiencias vitamínicas y minerales de ser necesario. Se recomienda la toma de sol y actividad física, que además de jugar un papel fisiológico, desempeña una función social aportando mayor calidad de vida. uchas necesidades nutricionales de la mujer varían según la etapa de la vida en la que se encuentre. En cada etapa se ve sometida a cambios físicos, hormonales, psicosociales, que exigen necesidades energéticas diferentes para un buen desenvolvimiento y prevención de enfermedades. Estas necesidades se calculan a partir de la edad, actividad física y cualquier condición que pueda coexistir. Una alimentación adecuada debe ser completa, que contenga todos los macronutrientes (proteínas, hidratos de carbono y grasas) y micronutrientes (vitaminas y minerales) necesarios. Equilibrada, en las porciones adecuadas. Suficiente, que cubra las necesidades nutricionales de cada organismo en particular. Variada (llena de color), así obtenemos los diferentes nutrientes que se

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encuentran en los distintos grupos de alimentos. Inocua, que su consumo no implique riesgo para la salud. Acorde con los gustos, la cultura, los recursos económicos, sin que esto sacrifique las demás características. Se deben ingerir alimentos mínimo 5 veces al día (3 comidas y 2 meriendas) y tomar por lo menos 1.5 a 2 litros de agua diario (según la necesidad). Durante el día debemos ingerir nuestra energía total de la siguiente manera: 50%-60% de hidratos de carbono, 15%-20% de proteínas y hasta un 30% de grasas.

Cada etapa de la vida llega con sus propios retos. Una vida saludable asegura bienestar, éxito y aumenta la probabilidad de vida.

especial el ácido fólico, la vitamina D, el calcio y el hierro. En la premenopausia y menopausia (45-55 años) se producen cambios hormonales, por la disminución de los estrógenos que se manifiestan desde signos y síntomas como el bochorno y el calor excesivo, hasta desmineralización ósea, ganancia de peso, aumento de las grasas y un metabolismo cada vez más lento. Se recomienda la ingesta de alimentos ricos en vitamina B12, magnesio, hierro y omega 3 con importante papel en la función cerebral, calcio y vitamina D para los huesos, vitamina E por su función antioxidante, interviniendo en el proceso degenerativo celular. Se recomienda la ingesta de cereales integrales, abundantes frutas y vegetales, leguminosas, grasas buenas (semillas, aceite de oliva, aguacate), carnes magras y productos lácteos descremados, así como evitar la ingesta excesiva de productos refinados, azucarados, elevados en grasa y el alcohol.

Por la Dra. Karla Barrous Nutrióloga | Clínica Centro Médico UCE 809-689-6405

Una mujer en edad reproductiva (20-44 años) debe alimentarse equilibradamente para suplir sus propias necesidades y la de su bebé (en caso de embarazo), esto se logra desde antes de la concepción, con una alimentación óptima. Durante el embarazo, por la demanda del desarrollo del nuevo organismo, la dieta debe aumentar 250 kilocalorías por encima de las necesidades diarias, y en la lactancia 500 kilocalorías para producción de leche materna de calidad. De la misma manera, las necesidades de vitaminas y minerales aumentan, en

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Disfruta la Vejez

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cada necesidad nutricionales de la mujer varían según la etapa de la vida en la que se encuentre. En cada etapa se ve sometida a cambios físicos, hormonales, psicosociales, que exigen necesidades energéticas diferentes para un buen desenvolvimiento y prevención de enfermedades. Estas necesidades se calculan a partir de la edad, actividad física y cualquier condición que pueda coexistir. Una alimentación adecuada debe ser completa, que contenga todos los macronutrientes (proteínas, hidratos de carbono y grasas) y micronutrientes (vitaminas y minerales) necesarios. Equilibrada, en las porciones adecuadas. Suficiente, que cubra las necesidades nutricionales de cada organismo en particular. Variada (llena de color), así obtenemos los diferentes nutrientes l úmero de pacientes, la cardiopatía en el embarazo causa una significativa mortalidad en la madre y el feto.

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Además de los cambios hemodinámicos que se presentan por el propio embarazo, si la paciente tiene una enfermedad subyacente importante puede agravarse el cuadro, por lo que es de vital importancia realizar una evaluación de riesgo en mujeres con cardiopatía ya presentes. En las embarazadas es normal observar taquicardia edema periférico y soplo cardíaco. En estos casos es útil el uso de pruebas diagnósticas como el ecocardiograma para descartar cualquier cardiopatía. Entre las principales patologías asociadas al embarazo, están las arritmias, que habitualmente las calificamos de palpitaciones y muchas veces son benignas y temporales. Para su diagnóstico, podemos apoyarnos en un estudio de monitoreo de 24 horas. Estas arritmias se tratarán según lo considere su médico de cabecera. Otras de las patologías son congénitas, es decir, con las cuales nacemos. Las principales son comunicación interventricular (CIV) y comunicación interauricular (CIA). Si los cortocircuitos son pequeños suelen tolerarse bien, pero los grandes cortocircuitos aumentan el riesgo de muerte de la madre y el feto. La hipertensión arterial es el factor de riesgo modificable más común tanto en hombres como en mujeres. Estudios como el INTERSTROKE mostraron que las mujeres tienen mayor riesgo de tener un primer evento de accidente cerebro-vascular. La hipertensión en el embarazo, aumenta la probabilidad de padecer pre-eclampsia, eclampsia y accidente cerebro-vascular duran-

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Cada etapa de la vida llega con sus propios retos. Una vida saludable asegura bienestar, éxito y aumenta la probabilidad de vida. I N F O C A R O L

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te el embarazo. La causa más frecuente que aumenta el riesgo de estos efectos en la mujer embarazada es la hipertensión arterial. La preeclampsia es un desorden multisistémico que puede producir fallo renal agudo, infarto del miocardio, edema pulmonar, accidente cerebro-vascular (Derrame Cerebral). Los factores que más frecuentemente inducen a hipertensión arterial en el embarazo son: • Obesidad • Edad mayor o igual a 40 años • Antecedente de hipertensión arterial • Historia familiar o personal de preeclampsia • Nuliparidad • Múltiples embarazos (varios partos anteriores) • Enfermedades del colágeno (ejemplo: lupus eritematoso sistémico) • Diabetes mellitus • Enfermedad renal Un estudio realizado en el 2010, para investigar la enfermedad cardiovascular, reportó que el 18.2% de las mujeres con historia de preeclampsia tuvieron un evento cardiovascular 10 años después. Las que tienen preeclampsia temporalmente antes de las 32 semanas, tienen mayor riesgo de enfermedad severa cardio o cerebrovascular, que las que tienen preeclampsia tardía. La preeclampsia temprana se asocia mayormente a lesión de órganos blancos,

Desafíos

Retos que exigen mayor capacidad en todas las tareas diarias, y las necesidades que como individuo han surgido para avanzar. Retos que exigen mayor capacidad en todas las tareas diarias, y las necesidades que como individuo han surgido para avanzar. Retos que exigen mayor capacidad en todas las tareas diarias, y las necesidades que como individuo han surgido para avanzar.

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es decir, afectación de riñón, corazón, cerebro, miembros inferiores. De todos modos les recomendamos mantener un estilo de vida cardiosaludable, es decir, una dieta baja en grasas, rica en frutas y vegetales, caminar al menos 30 minutos al día 5 días a la semana, controlar el sobrepeso y no olvidar tomarse los medicamentos para las enfermedades como diabetes e hipertensión arterial. brovascular, que las que tienen preeclampsia tardía. La preeclampsia temprana se asocia mayormente a lesión de órganos blancos, es decir, afectación de riñón, corazón, cerebro, miembros inferiores. En las embarazadas es normal observar taquicardia edema periférico y soplo cardíaco. En estos casos es útil el uso de pruebas diagnósticas como el ecocardiograma para descartar cualquier cardiopatía.

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