La mecha Aliste_OPMachinery 3/6/22 19:56 Página 64
LA MECHA
aliste
L
A Comarca de Aliste es una extensión de terreno sitransitadas por una caballería con alforjas o con una carga de tuada al noroeste de la provincia de Zamora, con una leña. Con César venía otro tipo que decía ser su ayudante. superficie de cerca de 200000 hectáreas, en la fronte—Bueno, aunque las cargas que disparamos son muy pera con Portugal. Era una región especialmente pobre, totalqueñas, hay que asegurarse de que la gente se quede dentro mente aislada, donde parecía no haber llegado la civilizade las casas y que cierren puertas y ventanas, no vaya a ser ción. Gran parte de los pueblos de la comarca carecían de que una piedrecita... —decía Justo. agua corriente y, al principio de los años setenta, se desarro—Pues igual es mejor que se salgan fuera –sugería César lló un proyecto para llevarla hasta ellos. con una sonrisa–. Que se vayan a la plaza, así si se las hundiLa obra incluía la excavación de pequeñas zanjas a lo largo mos, no se les caen encima. de las calles de los pueblos y en los accesos a las viviendas, El equipo de registro funcionaba de forma automática y no para el enterramiento de las conducciones, lo que debía lleera necesario coordinar el momento de disparo para realizar varse a cabo mediante el empleo de explosivos. La roca estalos registros. El sismógrafo grababa en su memoria automátiba formada por las típicas pizarras de la zona. camente tan solo las vibraciones que superaban el límite inLa Jefatura de Minas de la provincia de Zamora, cuyo jefe ferior prefijado en él, para cada ocasión, por lo que tras disera un tal Justo Pichel, consideró conveniente la confección poner los geófonos en los puntos deseados, no era preciso de un estudio de vibraciones para poder fijar las cargas máxirealizar ninguna operación, sin importar cuando se realizaba mas que se podrían disparar en esas el disparo. voladuras sin riesgo para aquellas caEso permitía que César y su ayudan«César el Minero» era sas, más parecidas a majanos o chozos te se lo pasaran en grande. César carun espécimen único, de de pastores que a viviendas, la mayor gaba un tiro con un pequeño fragmenescasa alzada, más parte construidas a base de losas de pito de cartucho de Goma 2EC, al que bien regordete, con zarra, algunas de ellas con muros sin insertaba previamente el detonador, una cara redonda en siquiera trabazón de mortero de cal o retacaba y conectaba los cables de este la que destacaban barro entre ellas. al extremo de la línea de tiro y, tras La perforación y disparo de los baunos ojos pequeños y ello, colocaba un trozo de banda de rrenos de ensayo fueron encargados a cinta transportadora vieja sobre el bavivarachos como los un empresario local, conocido popu- de una ardilla. Era más rreno para amortiguar las posible prolarmente como “César el Minero”, y a yecciones, retirándose hacia donde se popular en la comarca encontraba el ayudante, que antes de Cavosa para realizar la toma de los reque Millán Astray gistros de vibraciones y confeccionar que César se hubiera alejado, daba entre el personal de el estudio para delimitar las cargas mácandela al tiro con el explosor tratanximas y secuencia de disparo de los baEl Tercio. Desbordaba do de sorprender a César, que ni se inrrenos de las voladuras, sin producir simpatía y desparpajo. mutaba, surgiendo de entre el polvo y daños sobre las casas. el humo. “César el Minero” era un espécimen único, de escasa alza—¿Ya andas tocando los cojones? –le espetaba César–. Toda, más bien regordete, con una cara redonda en la que desdavía me vas a dar y te voy a calzar un par de hostias. tacaban unos ojos pequeños y vivarachos como los de una El otro se partía de risa y a la siguiente le metía la tronada ardilla. Era más popular en la comarca que Millán Astray enmás cerca. tre el personal de El Tercio. Desbordaba simpatía y desparpa—¡Cago en la puta que me parió! –espetó César–, ahora jo; un tipo de esos capaces de buscarse la vida de cualquier vas a cargar tú. manera y en cualquier lugar y situación. Era un libro de Y entonces cargaba el otro y César disparaba cuando el anécdotas, de esos de los que, como decían en mi pueblo, ayudante había dado tan solo un par de pasos para separarse aun habiendo salido de casa muy pequeños, aunque hartos del barreno. Esa era la forma de divertirse. Yo esperaba que de follar, jamás volvieron “preñaos”. alguno disparara cuando el otro aún no se hubiera incorporaSu apelativo se debía a que era él quien hacía todas las pedo tras retacar, acuclillado junto al barreno. queñas voladuras que se daban en la zona. En todo aquello —De esta, alguno se queda sin dientes –pensaba yo–. Al que fuera necesario el empleo de explosivos, César era el ofitiempo... Le llena la boca con la tierra del retacado y le queciante. ma las cejas con el fogonazo. ¡La madre que los parió! Creo recordar que los ensayos los hicimos en Cerezal. En Por suerte no ocurrió nada relevante y a mediodía decidicualquier caso la roca era idéntica en todos los pueblos del mos ir a comer. César invitaba y eligió el lugar, un restauranentorno y los resultados eran aplicables a todos ellos. Los bate ubicado en uno de aquellos pueblos que, por alguna razón, rrenos de ensayo habían sido perforados en el centro de las quizá por la existencia de alguna construcción antigua, debía calles, algunas tan estrechas que, a duras penas, podrían ser ser un lugar turístico, porque desentonaba por su aspecto lu-
64/OPM/Mayo 2022