Edicion Especial 80 años - Diciembre 2010

Page 1

Este Libro CHACRA 80 Aテ前S integra la ediciテウn Nツコ961 de la revista CHACRA. Prohibida su venta por separado.

CHACRA Y LA SOJA

Historia de dos emblemas

80 aテアos junto al campo




SUMARIO

Líderes, siempre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 Oportunidad perdida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 Pasaje al anonimato . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22 Aparecen algunas señales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30 Tiempo de levantar vuelo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 De Devoto a la gloria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64 Un Fórmula 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84 El alma de la fiesta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106 A pesar de todo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118 El mérito fue suyo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138 Nadie gana, todos pierden . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164 Como el Ave Fénix . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 180 A quien corresponda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 210

De corazón El más profundo agradecimiento de quienes hacemos revista CHACRA a los productores agropecuarios argentinos, que durante ocho décadas nos han honrado eligiendo a esta publicación como la revista líder en la materia.



EDITORIAL

uestra primera vez fue en noviembre de 1930. En medio de una de las convulsiones económicas más duras de que se tenga memoria, Constancio Vigil, habituado a las apuestas fuertes, dio vida a La Chacra. A despecho de los fantasmas de la Gran Depresión, y de un mundo que parecía haber llegado al final de sus días, el genial escritor uruguayo, autor de más de 50 libros, volcaba una vez más su inagotable veta creativa sobre la vida del campo argentino. Es que el creador de Cartas a gente menuda, ¡Upa! y La hormiguita viajera, entre otras páginas inolvidables, ya había incursionado en la publicación de revistas agropecuarias con Germinal, precisamente cuando despuntaba el siglo XX. Vigil estaba convencido del potencial del agro argentino, y su siguiente creación en el rubro, La Chacra, fue la única vía de información para la gente de campo durante largas décadas. Mes tras mes, la llegada de la revista a los pueblos era motivo de reunión para grandes y chicos, patrones y empleados, profesionales e idóneos. Y para homenajear a una revista emblemática nada más justo que reseñar su vínculo con un cultivo igualmente emblemático para la Argentina: la soja. El poroto, infelizmente denostado por quie-

N

6 • CHACRA

Líderes, siempre nes poco y nada saben del tema, genera divisas para el país del orden de los u$s 25.000 millones y además aporta al Fisco alrededor del 55% de ese monto, decisivo para el equilibrio económico de la Patria. Mientras petróleo, gas, automotores y otros productos del campo duplicaron sus exportaciones en los últimos diez años, las de la oleaginosa se multiplicaron por cinco, y este grano y sus derivados son, por mucho, líderes a la hora de vender fronteras afuera. En especial en el caso del aceite de soja, un rubro en el cual nuestro país es el primer exportador mundial. Es, por cierto, un escenario que va a potenciarse aún más, porque todas las proyecciones consolidan a la Argentina como uno de los dos grandes responsables de abastecer al planeta con este

formidable alimento durante los próximos 70 años. Revista líder, cultivo líder. Pero no es éste el único vínculo entre CHACRA y la soja. Desde sus primeros días en el mercado en los albores de la década del 30, esta publicación nacida en Editorial Atlántida puso todas sus fichas en el cultivo de la leguminosa llegada de Oriente; incluso entregó inoculante a sus lectores para generar conciencia de la importancia de la soja y la necesidad de encarar cuanto antes su cultivo. Primera entonces, primera ahora, CHACRA festeja ocho décadas ininterrumpidas junto al productor agropecuario, con el orgullo de haber mantenido a rajatabla los principios éticos y profesionales del prohombre que supo gestarla.



1930/1939

Oportunidad perdida El Ministerio de Agricultura dio el puntapié inicial y La Chacra multiplicó esfuerzos durante toda la década del 30 para imponer este cultivo en nuestro país. Lamentablemente, para aquellos productores ciertas cuestiones –hoy rutinarias– fueron insalvables. res mil años antes del nacimiento de Cristo los chinos adoraban su semilla y la consideraban una de las cinco simientes sagradas. La soja llega a Georgia, Estados Unidos, en 1765, a la Argentina en 1862 y a Brasil veinte años más tarde. Curiosamente el cultivo no generó entusiasmo entre los productores en ninguno de los tres países –actualmente los abastecedores excluyentes del planeta en la materia–, y durante años quedó virtualmente en el olvido. Pero superadas las primeras dos décadas del siglo XX, en las Pampas hubo una movida orientada a instalar entre nosotros la siembra comercial de la oleaginosa. Desde el Ministerio de Agricultura Tomás Le Breton –su titular– introdujo nuevas semillas de arveja peluda o soja híspida, como se la conocía entonces. Paralelamente, una publicación joven pero ya instalada entre los hombres de campo, La Chacra, ponía toda la carne en el asador. No sólo poblaba sus páginas de artículos técnicos que explicaban al productor las increíbles ventajas de este cultivo multipropósito sino que además le enseñó entonces cómo

T

8 • CHACRA

Noviembre de 1932. El artículo de La Chacra anticipa que en la soja está el porvenir del productor argentino.

manejarla para llegar a buen puerto y cuál era la importancia de la inoculación, al punto que distribuyó preparados con la bacteria.

El porvenir Parece que lo de innovar y obsesionarse con ir un paso adelante ha sido desde siempre una tradición entre quienes hemos tenido el privilegio de pensar mes tras mes una nueva edición de la revista. En 1932, desde las páginas de La Chacra, un redactor tomaba la bandera de un grano prácticamente desconocido por los chacareros, que lo miraban con gran desconfianza. “En el cultivo de soja está su porvenir”, titulaba el Ing. Agr. Antonio

Casarrubia, seguramente sin imaginar la magnitud de su acierto. En efecto, aunque quizá entonces nadie le creyera, el poroto devenido yuyo por estos días se convirtió, muchos años después, en el motor de la economía nacional, con proyecciones insospechadas de cara a los próximos años. Joven profesional, este colaborador de La Chacra integraba los cuadros técnicos del Ministerio de Agricultura. En su segundo envío, Casarrubia elegía como título un contundente “Plante soja, provechosa por su rinde y por tener mercado seguro”. Más abajo sostenía que “el poroto soja es una leguminosa de un rinde asombroso, de múltiples aplicaciones comerciales, y de una salida


De puño y letra

fácil y redituable. La Chacra tiende a encaminar al agricultor de manera tal que pueda invertir su dinero en un cultivo que le va a devolver con creces su capital”. Claro, además corresponde poner en contexto estas palabras, en medio de la catástrofe de la Gran Depresión y de precios muy deteriorados para trigo, maíz y lino, los grandes caballitos

de batalla de nuestro hombre de campo en aquellos años. Una y otra vez La Chacra insistía en la necesidad de poner el foco en las multifacéticas leguminosas, “en especial en la soja, un cultivo de ciclo corto que puede sembrarse y cosecharse con las máquinas que ya tenemos; debe emprenderse sin dilación para salir de los viejos cul-

■ “La Chacra solicita a todos los agricultores y casas vendedoras de semillas de poroto soja lo hagan saber a esta Redacción para confeccionar una lista de vendedores, de manera que los interesados sepan a dónde recurrir, pues llegan a un centenar las cartas que hemos recibido solicitándonos datos sobre quienes venden semillas y los precios a que se cotizan, como también las variedades”. (La Chacra, julio de 1933) ■ “El Ministerio de Agricultura de la Nación debería fomentar el cultivo del poroto soja, distribuyendo pequeñas cantidades de semillas a los agricultores”. (La Chacra, julio de 1933) ■ “La soja tiene un precio superior al de los cereales convencionales y tiene mercado asegurado, debido a sus usos en alimentación humana y animal. Si su cultivo se difundiese podría dar lugar a la instalación de diversas industrias y fábricas de aceite”. (La Chacra, julio de 1933)

tivos de cereales, hoy por hoy completamente antirremunerativos”. Más adelante Casarrubia esbozaba una amplia explicación técnica de las características del poroto soja. El especialista cita a Piper & Morse, que en su libro The Soybean clasifica a las variedades de soja de acuerdo con el color del grano –desde el blanco amarillento hasta el negro, pasando por el estriado– y el color del hilo, y termina la tarea ponderando el tamaño de la simiente. Inmediatamente llega la primera advertencia: “Las variedades que se han introducido en nuestro país han sido escasas y sin criterio previo acerca de la zona en donde mejor se podrían haber adaptado”. Casarrubia adoraba las condiciones de la soja como forrajera, pero consideraba un error restringirla a este uso. Mencionaba a octubre como el mes ideal para sembrarla –“para evitar el peligro de

80 AÑOS • 9


1930 / 1939 La guerra de la soja Promediando la década del 30, La Chacra menciona que en Manchuria se obtienen dos tercios de la producción mundial de soja. “El Japón tiene invertidos allí unos 12.000.000 de pesos oro en fábricas destinadas a la preparación de aceite de soja; derivándose la actual lucha que sostienen chinos y japoneses del interés de estos últimos en el sentido de lograr un abastecimiento permanente de los productos de dicha planta en el citado país. Para que se tenga una idea del consumo de soja por los japoneses, basta decir que durante el año 1932 se importaron en ese imperio semillas y tortas de la planta en cuestión por valor de 78 millones de dólares”.

Palabra de chacarero

las heladas tardías”–, y sugería utilizar la sembradora de trigo tapando uno o dos surcos –“50 cm entre líneas es una buena distancia”–. Atrás venían las carpidas y la limpieza de yuyos. Un tema obsesionaba al joven agrónomo: la mezcla de variedades. “En el número del mes pasado he explicado cómo influye este error en los bajos rendimientos, porque mientras algunas maduran a los 90 días de la siembra otras lo hacen a los 130 o 165 días. El chacarero debe entender que si obtiene un lote que combina chauchas desgranadas con otras verdes sufrirá fuertes descuentos, por eso debe exigir que la semilla que le vendan sea de color uniforme”, avisaba Casarrubia.

A su convencimiento La Chacra agregaba que no menos importante era “la infección de la semilla con Bacterium radicicola; es la que le da la vitalidad a la soja, porque le provee materias nitrogenadas indispensables en un suelo donde nunca antes se ha cultivado esta planta. Dicha bacteria podrá adquirirse sea en forma de muestras de tierra previamente infectada y que se mezclarían al terreno ocupado por la soja, sea adquiriendo tubos de cultivos puros para infectar la semilla a sembrar”. Finalmente, y respecto de la cosecha, Casarrubia apuntaba a las señales del cultivo al llegar a su madurez comercial, al punto que explicaba que “no disponiendo de cosechadora se puede emplear

■ “La soja, a mí personalmente, me es una cosa muy útil; es increíble los resultados obtenidos en las lecheras, gallinas, cerdos, etc. Aquí todos los colonos la utilizan como café. Desearía saber como hacen la leche y el queso en la Manchuria. Estoy cultivando la Biloxi, con algún desperfecto; creo que fue culpa de semillas viejas, y el año pasado la planté muy tarde, a fin de febrero. Les agradecería si pudieran conseguirme otros tipos e indicarme las casas interesadas en la adquisición y el precio”. (Alberto Mathes, San Ignacio, Misiones. La Chacra, abril de 1933) ■ “El 14 de enero terminé de sembrar la soja de la clase Ito San, la más precoz de todas, y hasta acá tiene un desarrollo excelente, a pesar de que la tierra no está inoculada con Bacterium radicicola soja. Hay un ligero ataque de isoca; les ruego averiguar qué veneno puede aplicarse. Es más que suficiente usar 30 kg de semilla por hectárea; lo hice en gran escala, 8 hectáreas, para poder calcular la conveniencia de este cultivo. Mucho cuidado al comprar la semilla, pues venden mezclas por puras.” (Jack Wuhl, Cañada de Gómez, Santa Fe, La Chacra, abril de 1933)

10 • CHACRA

la guadañadora, porque la soja fructifica más abundantemente en la parte inferior. Pero lo más conveniente es la cosechadora, que tiene que estar preparada para cortar más abajo, y además hay que modificar las zarandas y disminuir a la mitad las revoluciones del cilindro”.

Desaprovechado Tantos años después es difícil decir quién tuvo la culpa. La información estaba disponible, pero el cultivo generó desencanto por razones ajenas a él. El propio Casarrubia articuló una explicación desde las páginas de La Chacra. “El resultado de nuestra investigación no pudo ser más alarmante: todos los colonos han contestado que el poroto soja es antirremunerativo y por ende no pudieron seguir sembrando dicha leguminosa. No tengo dudas de que una de las principales razones del fracaso experimentado por quienes sembraron soja es la mezcla de variedades”, repetía hasta el cansancio. En verdad, todas las muestras que se remitieron al Ministerio, y que el profesional tuvo ocasión de estudiar, presentaban chauchas en diferentes grados de madurez, absolutamente inaceptables desde el punto de vista comercial. Del mismo modo, cuando se les preguntó a los productores: “¿Notó usted nódulos en las raíces?”, el 99% respondió negativamente. Casarrubia destacó que el Laboratorio de Fitopatología del Ministerio de Agricultura de la Nación (¡qué épocas!) aisló cultivos de Bacterium radicicola de la soja y los distribuyó entre los interesados acompañados del respectivo instructivo. “Sin embargo es poco –apuntaba el profesional–, es necesario que las casas distribuidoras de semillas de soja vendan esta simiente previamente infectada, y que las variedades estén perfectamente separadas, si no queremos asistir al fracaso de esta valiosa planta. Estoy a disposición para evacuar las consultas que los productores se dignen formularme”.

Rendirse, jamás Durante el resto de la década del 30 La Chacra siguió bombardeando a sus



1930 / 1939

Riqueza insospechada

lectores con información sobre la leguminosa que venía de Oriente, convencida de lo que podía significar para el agricultor y para la Nación misma. “En base a su valor, el cultivo de la soja está destinado a generalizarse en nuestro país. La importancia de esta planta en Estados

Unidos va aumentando año tras año, a medida que se van conociendo sus ventajas. Su introducción y su desarrollo, por lo tanto, resultaría fácil para nuestros labradores”, escribían sus redactores en el número de julio de 1933. La idea de aquellos hombres no sólo

El artículo es de octubre de 1937 (plena Guerra Civil Española). Comienza diciendo que “La soja puede considerarse la planta de mayor porvenir industrial”. Luego avisa que “el ingeniero Francisco Cruz, en un pequeño estudio publicado sobre el poroto (frijol) soja, nos dice que desde que los hombres se afanan por abaratar el costo de la vida ha sido preocupación general la de encontrar sustitutos de la carne y la leche, ricos en proteínas pero de elevado precio. Esta tendencia se incrementó ante la necesidad de abastecer a los ejércitos movilizados en la guerra de 1914/19. Entonces, los hombres de ciencia fijaron sus ojos en este pequeño poroto oriundo del Lejano Oriente, y pronto fue traído de China para atender la demanda siempre creciente que el mercado hacia de él. La industria también captó sus virtudes como fuente de materia prima para diversos usos. Ahora que la crisis de España impide abastecerse de aceite de oliva, el único que se usaba en la mesa, el aceite de soja se convierte, de la noche a la mañana, en una fuente de riqueza insospechada para aquellos que decidan cultivarlo”.

12 • CHACRA

involucraba la incorporación de un cultivo que le iba a cambiar la cara a la rentabilidad del productor agropecuario, también apuntaba a un desarrollo industrial como el que mucho después generaría el poroto mágico. “Precisamos tener mercados o salidas del producto, pero en vista de los abonos y aceites que se pueden obtener, y del establecimiento, en muchas de nuestras ciudades importantes, de fábricas para la extracción del aceite vegetal, creemos que el mercado aparecerá junto con el producto; además debe tenerse en cuenta que sirve para la alimentación humana y animal”. La Chacra puntualizaba que mientras todo esto se resolvía, no debía perderse de vista que la soja es de gran importancia forrajera, “para dársela en la ración a las vacas lecheras, y los granos pueden ser molidos para la alimentación



1930 / 1939

Último intento Lo que sigue es una amplia descripción botánica de la planta de soja realizada en un artículo de 1937. “Las flores son pequeñas, blancas a rosadas, en racimos auxiliares, generalmente con ocho o quince flores en cada grupo, pero pudiendo tener hasta 35. Las vainas están dispuestas en grupos de tres o cinco, y pueden llegar a ser hasta 12. Están siempre cubiertas por una vellosidad fina y su tonalidad es variable, aunque predomina el color paja. Las semillas son globosas, frecuentemente de color amarillo. La planta del poroto es anual y determinada, lo que significa que todas las plantas de una misma variedad maduran al mismo tiempo. Las variedades cultivadas son erectas, con un eje central bien notable; las hay poco ramificadas y otras muy ramificadas, preferidas para su uso como forraje”. El párrafo sirve para comprender que lo que hoy es más que obvio era relativamente inédito en los comienzos de la década del 30. En cuanto al tipo de suelo, se aconsejaba para el poroto un perfil bien drenado, libre de acidez y de una fertilidad regular. Respecto del clima, “no sólo en las regiones subtropicales sino en las templadas esta planta puede cultivarse bien y dar grandes rendimientos; la soja resiste incluso las heladas (sic) –la variedad Mammouth es la recomendada en este caso–”, informaba La Chacra. Paralelamente, la revista hacía una distinción en cuanto al uso planificado, en el cual queda plasmado el mayor peso del destino forrajero. “La variedad ideal para el forraje debe ser erecta, alta, y de ramas finas, pero lo bastante fuertes como para que no se caigan muchas hojas. Además debe retener la foliación hasta después de la madurez del grano. Por su parte, las variedades especiales destinadas a la recolección de sus granos deberán producir un alto porcentaje de aceite”. Pero, ¿qué se sugería sembrar enton14 • CHACRA

Demasiadas Como indicáramos en estas páginas, una de las razones que llevaron al fracaso de este cultivo en los comienzos del siglo XX en nuestro país fue la mezcla de variedades. Ciertamente no era tarea fácil, lo cual se comprueba al leer en las páginas de La Chacra que en Estados Unidos se introdujeron entre 1900 y 1910 unas 250 variedades provenientes de Oriente. Algo similar ocurrió entre nosotros.

ces? La Chacra cita que en las zonas templadas de Brasil, se recurría a comienzos de los 30 a las variedades Hollybrook, Haberlandt, Mammouth, Tokio Mediu, Ito San y Acmé. Las dos primeras eran recomendadas para granos y las restantes para forraje. Mammouth, de maduración tardía, fue asimismo la que dio los mejores resultados en nuestro país para la producción de materia seca destinada a las vacas. “En realidad, para poder determinar cuáles son las variedades que mejor se adaptan a la República Argentina, es preciso que se realicen todavía algunas experiencias, teniendo en cuenta las distintas zonas y las clases de poroto soja que se conocen, partiendo de las experiencias hechas en el Brasil y en las regiones del sur y norte de Estados Unidos, donde existen climas parecidos al nuestro”. Más adelante, La Chacra publicaba una larga lista de variedades y sus características, según la opinión de los técnicos oficiales del Ministerio de Agricultura de la Nación. Los profesionales agregan que, más allá de lo expuesto en el párrafo precedente, “lo primero que co-

Suplemento valioso

de los cerdos. Es decir que, si llegara a faltar un mercado lucrativo para el productor, sería fácil su aprovechamiento en la misma chacra”.

rresponde considerar a la hora de elegir es el rendimiento de la planta. En segundo término tenemos el hábito, la rusticidad y la simpleza para extraer las semillas de las vainas”. Según la publicación de Editorial Atlántida en su primera década de vida, una variedad de soja ideal para forraje debía satisfacer los siguientes requisitos: ■ Crecer de forma que las vainas y el follaje no se pongan en contacto con el suelo. ■ Contar con talos delgados, a fin de que sea fácil la henificación de los mismos. ■ Tener follaje abundante y persistente. ■ Poseer vainas que no se abran espontáneamente en el campo, aunque sí resulte fácil la tarea cuando se quiere extraer la semilla. ■ Resistencia a las enfermedades e insectos. Estas recomendaciones se acompañan de un listado aconsejado para henificación, otro para uso como pasto verde, uno más para ensilado y finalmente uno para producción de semillas. En este último caso las opciones mencionadas eran Biloxi, Chiquita, Dixle, Hollybrook, Mammouth Yellow, Southern Prolific y Tokio. “No debe olvidar el chacarero que quizá alguna de estas variedades sea poco adaptables a su zona, por lo que es conveniente hacer ensayos con distintas variedades, para saber en definitiva cuál es la que debe cultivarse”, aconsejaba nuestra publicación. El artículo del que se extraen estos comentarios involucraba seis páginas de la más completa información técnica sobre la soja conocida en la época. Otra vez La Chacra ponía todas las fichas sobre la mesa para concientizar acerca de la necesidad de adoptar este cultivo.

“La eficiencia de la soja como alimento nitrogenado para toda clase de animales se ha demostrado con numerosas pruebas y experimentos prácticos. Los porotos pueden usarse como un suplemento de proteína para reemplazar, por lo menos parcialmente, los más costosos concentrados de proteína. El poroto de soja permitirá al agricultor producir, a un costo moderado, una parte de estos forrajes ricos en proteína. Cuando se les da a las ovejas y cerdos pueden suministrarse enteros, aunque en general es preferible partirlos. La experiencia demuestra que es preferible mezclarlos primero con maíz, avena o guisantes y luego molerlos juntos, pues es difícil moler las sojas solas, debido a la cantidad de grasa que contienen”. (La Chacra, edición de abril de 1934)



1930 / 1939 A pulmón

De puño y letra II

Desde luego, la preparación del suelo se centraba en el uso del arado, y luego se recomendaba recurrir a las cultivadoras Planet Jr. y Gee Whiz. “Las hileras tienen que estar espaciadas entre sí 4060 cm cuando se cultiva para forraje y hasta 1 m cuando es para granos; se

aconseja utilizar entre 25 y 40 kilos de semilla por hectárea. La época de plantación siempre tiene que considerar el período de maduración de la variedad elegida. Podemos plantar algunas en septiembre para recogerlas en enero, y otras en octubre-noviembre. Las primeras pueden plantarse igualmente en enero para recoger en mayo”.

■ “Necesitamos imponer esta planta de uso industrial por adaptarse con holgura a nuestro ambiente y con mercado seguro para su colocación”. (Casarrubia) ■ “Se impone la difusión de la soja por sus condiciones y por ser altamente remuneradora. Este cultivo será de un enorme porvenir en la Argentina, y la salvación del chacarero”. (Casarrubia) ■ “La Chacra ha iniciado en sus laboratorios, cultivos de Bacterium Radicicola Soja, los que distribuirá en cantidad suficiente a los chacareros que lo soliciten, mediante el pago de una suma que cubra únicamente los gastos que representen dichos cultivos y los envases que deban utilizarse. Sólo nos guía, al iniciar esta patriótica campaña, facilitar los medios para que se lleven a cabo las plantaciones de poroto soja dentro de las condiciones normales”. (La Chacra, edición diciembre de 1932).

16 • CHACRA

Así aparecen los primeros rudimentos de la consideración de grupos de madurez, aunque aquellos hombres no tuviesen mayor idea de ese concepto. También hay atisbos de la siembra de segunda, ese genial invento argentino que tantas veces consideramos un producto de la modernidad. Se sabe, el otro punto crítico en el caso del cultivo de soja es una correcta inoculación. “Las leguminosas tienen la capacidad de recibir el nitrógeno de la atmósfera por intermedio de bacterias que desarrollan sus actividades en pequeños tubérculos de las raíces. Es imprescindible insistir en la trascendencia económica que para el agricultor tiene el cuidar, a la vez del cultivo de la soja, del de esas bacterias que le ofrecen nitrógeno gratis, evitándole de comprar abonos nitrogenados, que son los que más caros cuestan”. Considerando que se puede inocular



1930 / 1939 Multifacética En la edición de diciembre de 1933, el Ing. Agr. W. Morse destaca los múltiples usos del poroto de soja. Heno, ensilaje, forraje verde, harina, aceite, porotos verdes, porotos secos. Y dentro de cada rubro detalla numerosas opciones de empleo, tanto en alimentación humana como animal.

Conviene

el suelo con Bacterium radicicola soja, pero el procedimiento es muy caro, La Chacra, que se había visto desbordada en la tarea iniciada un año atrás,“exhorta a todos los buenos agricultores, que cosechen sojas con buenas nudosidades, tengan un gesto patriótico y nos remitan pequeños paquetitos postales, para nosotros, a nuestra vez, repartirlas entre quienes lo soliciten, de manera que puedan obtener las bacterias en su propia chacra. Todos aquellos que tengan tierras infectadas pueden también facilitarles unos cuantos kilos a sus vecinos, para que éstos, por los procedimientos que indicamos, infecten sus semillas”. La advertencia se correspondía con “la falta de bacterias válidas para esta actividad; la planta extrae el nitrógeno del suelo y así pierde su valor como planta que no empobrece el suelo”. Claro, las metodologías propuestas para la inoculación hoy suenan insólitas: desde la idea de llevar tierra de los lotes donde sí se ha cultivado soja a los que aún están vírgenes de ella, hasta la preparación de un caldo con 4 litros de agua caliente y 180 gramos de cola, que se usará para mojar las semillas y “rebozarlas” en tierra infectada finamente tamizada. También hay consejos para obtener caldos puros en la propia chacra cuando no se cuenta con tierra infectada. “Sabrá fácilmente si la tarea dio re-

sultados: las matas de soja con mayor vigor y color serán aquellas que cuenten con buenas nudosidades. Basta con arrancarlas para comprobarlo”. Como observa, esto tampoco es nuevo.

El destacado en la edición de noviembre de 1933 de La Chacra se titula: “Conviene sembrar poroto soja”. La información aseguraba que “hay un mercado ilimitado para esta oleaginosa en el país y en la exportación. El Ministerio de Agricultura de la Nación se preocupa de facilitar la venta una vez producida la cosecha. Produce 1.500 a 3.000 kilogramos de grano, que se vende a un precio similar al del lino”.

18 • CHACRA

Una pena Los mensajes estuvieron, y con una precisión técnica que sorprende considerando la época. Pero para aquel productor argentino, cuestiones como la siembra de materiales de maduración uniforme o la inoculación de la semilla se tornaron una limitante de hierro. La soja entraría en al menos tres décadas de virtual ostracismo, y el país perdería muchos años de desarrollo de un cultivo que parece hecho a la medida de la Argentina.



TESTIMONIO

Única y Por Constancio Vigil

admirable un los más experimentados en las lides editoriales nos rendimos ante evidencias como ésta. Que una revista cumpla 80 años de existencia es algo ciertamente excepcional, no sólo en la Argentina sino en el mundo. Si además lo hace con la vigencia y la fortaleza periodística y comercial que hoy exhibe revista CHACRA, cabe reconocer que estamos frente a un fenómeno único y admirable. Y desde luego es para mí un acontecimiento que excede lo profesional para adentrarse profundamente en lo emotivo. Tengo el inmenso orgullo de poder decir que durante veinte años –desde 1972 hasta 1992– contribuí con mi trabajo como Director Ejecutivo a que esta publicación casi centenaria hiciera realidad el sueño de su fundador, mi abuelo Constancio C. Vigil. Su idea fue poner en el mercado una publicación destinada al sector agropecuario de nuestro país para servirlo, ayudarlo y acompañarlo en su condición de pilar fundamental de la economía argentina. Este hombre de pluma ilustre comprendió desde siempre el enorme potencial del agro, su fenomenal capacidad para contribuir al crecimiento del país, la importancia de estar muy cerca de nuestra gente de campo. Decidió, fiel a sus convicciones y a su estilo de vida, que iba a comprometerse con la suerte del productor agropecuario argentino. En las páginas de esta edición especial el lector encontrará que ese compromiso fue, incluso, más allá de la voluntad de difundir información

A

20 • CHACRA

y capacitar a la comunidad rural. Un universo, por cierto, que se ha modificado significativamente en las últimas dos décadas, en las que no sólo se han cumplido cabalmente todas las expectativas respecto de la potencialidad del sector fronteras adentro sino que, además, hemos tenido el beneplácito de ver cómo nuestros agroempesarios se ubican a la cabeza de las movidas tecnológicas más avanzadas del planeta. La Argentina ha demostrado su inagotable capacidad para producir alimentos con el máximo nivel de eficiencia. Precisamente lo que el mundo demanda de manera creciente, un privilegio que debería valorar y cuidar la Nación toda. Estoy seguro de que, basado en la pujanza e importancia del campo argentino, CHACRA tiene por delante un futuro tan promisorio como notable ha sido su pasado, que sus actuales realizadores van a saber capitalizar adecuadamente. Sólo cabe rogar para que nuestros gobernantes comprendan cabalmente la necesidad de apoyar a esta verdadera locomotora del bienestar general, y se abstengan de aplicar la “máquina de impedir” que tanto tiempo nos ha hecho perder, con el fin de que nuestra gente del agro pueda continuar trabajando la tierra con el amor y la eficiencia con que lo viene haciendo. Apenas con este gesto estarán realizando una inmensa contribución a la merecida grandeza de nuestra Patria.



1940/1959 lo largo de los 40 La Chacra sigue empujando el cultivo de la soja, a pesar de que los errores cometidos a campo en los años previos han dañado su reputación entre los productores. Nuevamente aparecen artículos vinculados con los múltiples usos del poroto, aunque se suman los detalles en cada caso. Así, se explican los métodos para obtener aceite y tortas de soja, destinadas a la alimentación animal, o vástagos, salsa o leche de soja, apuntando a la mesa familiar. Otra vez la publicación pone el acento en los procedimientos equivocados que están demorando la expansión del cultivo, en especial la mezcla de variedades de distinto período de maduración. A esto se agrega, en la edición de febrero de 1941 de La Chacra, que “debe elegirse la semilla de soja con la idea de obtener una variedad adecuada a la localidad en que va a cultivarse, es decir no utilizar las variedades tempranas en el norte ni las tardías en el sur”. Además, se advertía que: ■ Al calcular la cantidad de semillas necesaria para la siembra hay que tener muy presente que la soja, como toda semilla rica en aceite, pierde muy pronto su facultad germinativa. “En el comercio circulan semillas cuya facultad germinativa es tan escasa como miserable será después la vitalidad y el vigor de las plantas que nazcan”. ■ Se recomienda utilizar 30 kilos cuando se la destina a producir semilla, y de 50 a 100 kilos cuando se cultiva como planta forrajera. ■ Antes de la siembra conviene hacer una prueba de germinación tomando 100 semillas al azar, para determinar su poder germinativo. Generalmente a los dos años ya no sirven para la siembra. ■ La soja se siembra cuando ya no son de temer las heladas tardías. Debe prefe-

Rotación

A

Pasaje al anonimato Durante los 40 y 50, el poroto, que ha perdido predicamento entre los productores, no forma parte de las prioridades de nuestros hombres de campo. Los técnicos, y La Chacra, claro, insisten en su urgente adopción.

“La sucesión metódica de varias especies de plantas de cultivos en un mismo terreno, en busca del sostenimiento de la fertilidad del suelo y el mejor control de enfermedades y plagas, recibe el nombre de rotación agrícola. Algunos cultivos preparan la tierra para los que los sucederán, y unos extraen sustancias que otros necesitan. Con la rotación se consigue que se vayan explotando por igual los diversos elementos fertilizantes del suelo. Ninguna planta se presta mejor que la soja para las rotaciones”. (La Chacra, febrero de 1941)

22 • CHACRA

rirse la siembra en líneas antes que al voleo, y para su ejecución pueden usarse las máquinas que se emplean para sembrar maíz y algodón, arreglando sus dispositivos de modo que distribuyan los granos a distancia de 70 a 80 cm entre surcos y de 20 a 40 cm entre golpe y golpe de grano. ■ Si la semilla, que debe ubicarse a una


profundidad no mayor a 4 cm en tierras fuertes y de 6 a 8 cm en tierras livianas, encuentra el suelo bien trabajado y húmedo, germina a los pocos días de sembrada. ■ La primera operación cultural que se practica, teniendo las plantitas poca altura, consiste en una carpida, que puede ser efectuada por carpidores comunes cuidando de hacerla superficialmente. Al mismo tiempo, si es necesario, se puede efectuar un raleo eliminando las plantitas débiles. Las carpidas se repetirán cuando sea necesario. No hace falta aporcar.

que hacen un trabajo bueno”. También se puede hacer la cosecha por el mismo sistema que se usa generalmente para el poroto común: se arranca la planta y después se la deja secar sobre el terreno, batiéndola con una vara. “Es menester tener mucho cuidado al almacenar definitivamente las semillas de soja, porque después de guardadas, si no estuvieran bien secas, fermentarían. Siempre es bueno examinarlas de vez en cuando”, advierte La Chacra.

Industrialización Pasos definidos De acuerdo con el referido artículo, “la soja puede sembrarse en lugar de maíz, sobre rastrojos de trigo o de papas. Se puede sembrar con el maíz, sobre el mismo surco, y es la más indicada para alternarla con el lino”. Las rotaciones habituales en aquella época (cuando se incluía al poroto) eran maíz-soja-trigo-forraje, aunque “en las zonas en que la cría del cerdo tiene cierta importancia se han hecho modificaciones en la forma siguiente: maíz y soja mezclados-maíz-centeno-trébol. Los primeros dos se dedican a pastoreo, el maíz se cosecha y se da como alimento en invierno, el centeno se pastorea y luego se deja madurar el grano y el trébol también sirve de pastoreo a los cerdos. Si las condiciones del suelo y clima han sido favorables se obtiene un gran provecho de esta rotación, teniendo por otra parte la ventaja de que el terreno ha conservado su fertilidad, si es que no la ha aumentado”. Según La Chacra, el mejor momento para el corte para forraje es cuando las vainas de la soja han adquirido todo su desarrollo. “La siembra debe hacerse de modo que pueda cortarse a principios de otoño, época más apropiada para elaborar el heno. Se comenzará la siega cuando se levante el rocío; después de la rastrillada y hechos los montones, se dejarán un día o dos más, según el estado del tiempo, formando pequeñas hacinas. Son suficientes de 3 a 6 días para obtener un excelente heno de soja. La producción varía de dos toneladas y media hasta excepcionalmente diez”. Cuando el fin del cultivo es la produc-

Aclaración “En los experimentos donde la soja se cortaba para heno se vio que aumentaba el rendimiento del trigo más que donde se cultivaba para grano. Asimismo, cuando la soja se dedicaba a abono verde el rendimiento del trigo fue más que cuando la soja se cortaba para heno. Pero no es realmente conveniente cultivar la soja para abono verde únicamente, pues es un cultivo demasiado valioso para darlo al terreno”. (La Chacra, mayo de 1941)

ción de granos se debe esperar la maduración completa antes de cosechar, pero es preciso tener mucho cuidado porque en algunas variedades las semillas se desprenden tan pronto como maduran las vainas. “La cosecha se hace con la segadora o bien puede efectuarse a mano. En las variedades altas se usa la segadora atadora. Se acostumbra a trillar con las trilladoras para granos, pero haciendo ciertas modificaciones en los cilindros. Éste correrá a una mitad de la velocidad que se usa para trillar maíz, pero al mismo tiempo se conservará la velocidad usual en el resto del separador. Hay en el mercado cosechadoras y separadoras especiales para porotos

En agosto de 1940 la publicación ofrece una completísima descripción sobre la soja y las características de la planta, otra vez con fuerte foco en la inoculación. Un año después avisa que se ha logrado obtener de la proteína del poroto soja una fibra que revolucionará la industria textil y que reemplaza ventajosamente al Lanital, fibra sintética que se extrae de la caseína. Las experimentaciones efectuadas han alcanzado los resultados más halagadores en cuanto a sus propiedades y combinaciones técnicas, como sustituto de la lana en la manufactura hilandera. Una característica importante de esta fibra es su capacidad para mezclarse con otras fibras, condición que facilita los diversos procesos en la elaboración hilandera. En otro artículo de la misma edición La Chacra destaca que un fabricante de automóviles utilizó el poroto soja como ingrediente para la pintura, y también en polvo para hacer muchas partes moldeadas, tales como las planchas del distribuidor. “Henry Ford asegura que 25.000 hectáreas plantadas con soja serían suficientes para satisfacer las necesidades de su fábrica”, sorprende la nota de marras. Luego agrega que “hace unos años se trató de averiguar cuántos productos comerciales se fabrican con la soja, lográndose obtener una lista de 300, al parecer aún incompleta. Automotrices, panaderías, cervecerías, droguerías, fábricas de dinamita, de productos alimenticios, de muebles, de insecticidas, de oleomargarinas, de lubricante, linóleos y pinturas, de jabones, de hilados y tejidos, de productos de caucho, fundicio80 AÑOS • 23


1940 / 1959 nes, etc., dependen de la chacra para el abastecimiento de soja –completa nuestra publicación–. Las posibilidades comerciales de la soja y sus productos ofrecen una expansión potencial para una existencia muchas veces mayor que la actual”. Por aquellos años La Chacra revela que la harina de soja ha dado vida a las grandes panaderías. La nueva harina, mezclada con la de trigo, hace que el pan se conserve fresco por mucho más tiempo. Los pasteleros también han descubierto que al ponerle harina de soja a las tortas, bizcochos, pasteles, etcétera, economizan leche, huevos y manteca. Asimismo, los curtidores de cuero mencionan el hecho de que los porotos de soja aumentan las cualidades absorbentes de grasa que tiene el cuero tratado con ácido crómico. Los fabricantes de tejidos, por su parte, los usan para producir telas blancas, flexibles y lustrosas. Los constructores de edificios, en tanto, in-

Fertilización “Si la soja encuentra abundante nitrógeno (estiércol, nitrato de sosa, etc) en el terreno no se producen en ella las nudosidades. Debe evitarse este gasto inútil. Por el contrario, la cal y los fosfatos facilitan el desarrollo y la producción de nudosidades”. (La Chacra, agosto de 1940)

liviano, el plástico obtenido con este vegetal posee la ventaja de que se pueden armar con él carrocerías de peso mínimo. Además, no está expuesto a abolladuras, y como la pintura penetra en este material, no decolora y se mantiene siempre brillante. Otras maravillas cabe esperar de este vegetal, que tiene y está llamado a tener, un amplio porvenir”.

Mejoradora forman que el compuesto impermeable de porotos de soja protege el hormigón contra la acción del agua. Y los fabricantes de jabón utilizan la soja para aumentar la espuma, mientras que los productores de salchichas incluyen en el relleno un producto de soja. Se cita asimismo su participación en la industria de la celulosa y como sucedáneo del caucho. Hacia 1949 se añade información que da cuenta de que con la soja se construyen automóviles y aviones. “Material

Todos los profesionales consultados, con una visión más amplia que la del productor de aquella época, lamentan la chance desperdiciada. Promediando la década el Ing. Agr. Franco Devoto escribe en La Chacra: “A pesar de repetidas publicaciones en órganos oficiales y revistas del país, la soja o poroto soja no ha entrado en la categoría de los grandes cultivos del país. En 1932 se dieron las instrucciones correspondientes y se repartió gratuitamente la semilla importada por el Mi-


Sacrificada

“La soja es una planta que sufre enormemente las heladas tardías y es comida con preferencia por la langosta. Requiere un clima semejante al del maíz o el algodón, es decir templado cálido, ofreciendo sobre estas plantas la ventaja de soportar bien la sequía y resistir mejor los excesos accidentales de humedad. Crece en tierras pobres, donde el maíz no resistiría, siempre que contengan las bacterias que viven en las raíces”. (La Chacra, agosto 1940)


1940 / 1959

En el engorde

nisterio de Agricultura de la Nación entre numerosos agricultores de la zona centro y norte del país. El resultado general fue desalentador, el año fue algo seco, había insectos de toda clase, la langosta atacó al cultivo con especial preferencia, el rendimiento no fue elevado cuando hubo cose-

cha. Finalmente los agricultores demostraron poco interés por este cultivo, cuando no indiferencia”. Sin embargo, Devoto considera que hay una razón por la cual sería conveniente insistir en el estudio económico del cultivo. “Y me refiero a un factor que

“Experiencias realizadas por el profesor M. L. Baker, de Nebraska, han demostrado que la soja da buenos resultados en la alimentación animal para la producción de carne. El citado profesor tuvo la idea de añadir a la ración de novillos mantenidos con heno, 118 gramos de torta semimagra de la oleaginosa, comprobando un aumento de peso en los animales que llegó a un máximo de 80 kilos al finalizar el período de engorde. Por su parte, en la Universidad de Purdue se obtuvieron resultados muy superiores respecto del uso de torta de semilla de algodón. Además, comparada con la harina de linaza la de soja es superior; representa cerca del 45% de proteínas en la ración, siendo cerca del 50% más rica de lo que es la propia carne y 150 por ciento más valiosa en este sentido que el huevo”. (La Chacra, marzo de 1950)

Curiosidades En Japón se dice: “El que tiene soja, posee carne, leche y huevo”. La soja ha servido de alimento a los paracaidistas alemanes, en forma de tabletas, durante la Segunda Guerra Mundial, y su uso se está generalizado en Estados Unidos y en el Brasil. A fines de la década del 50 Estados Unidos era el primer productor mundial de soja.

no ha sido tenido en cuenta suficientemente, y es que no se ha determinado el valor de la fertilidad que adquiere el terreno con los restos del cultivo de soja. Deja en el rastrojo entre 3.500 y 5.000 kilos de materia orgánica. Su valor como abono es importante para tres de nuestros más importantes cultivos: maíz, lino 26 • CHACRA


La solución

“El cultivo de soja puede solucionar un grave problema social. Resultaría útil poner al alcance de miles de familias campesinas de las provincias y territorios del norte un producto capaz de reemplazar a la carne, que su situación económica no les permite adquirir. Si cada chacarero, poblador, puestero o asalariado rural cultivara una hectárea de soja, recogería fácilmente una cosecha de 1.000 kilogramos, que embolsada y guardada en su vivienda le serviría para tener todos los días en su mesa, durante un año, el equivalente aproximado de 3 kilos de carne”. (La Chacra, septiembre de 1948)

y girasol, y en menor medida para los cereales de invierno. Los cultivos de leguminosas producen un aumento de 1.000 kilos por hectárea en el siguiente cultivo de maíz. Es aquí donde, a mi juicio, radica el gran valor del cultivo de soja por ahora en nuestro país, siempre y cuando se cubran los gastos de producción. Pero teniendo en cuenta un rinde de 1.000 a 1.200 kilogramos, que de 18 pesos como se está pagando actualmente representa una entrada bruta de 180 a 215 pesos por hectárea, lo cual es bastante interesante económicamente. A esto debe agregarse el valor de una tonelada de forraje. Así pues, es necesario que

el Ministerio desarrolle un plan general, que no costaría casi nada, para verificar el costo de producción y el impacto sobre el cultivo siguiente en todas las zonas productivas del país”. Devoto recuerda que la Argentina exporta tortas de lino, girasol, algodón, maní, ricino, nabo, etc., y considera que en caso de producir aceite de soja tendría que exportar gran parte de las tortas y no las industrializaría por el momento.

Tocó fondo En los 50 el entusiasmo por la soja sigue prácticamente ausente entre no-

sotros. Es quizá la etapa más crítica para el cultivo. La Chacra insiste en cuestiones como la inoculación, “que aumenta la producción de las leguminosas”. Aparecen las primeras menciones acerca de Rhizobium japonica en soja. “Se calcula que una hectárea de leguminosa puede incorporar al suelo de 100 a 150 kilos de nitrógeno, lo que significa para el agricultor un gran ahorro de tiempo y dinero ya que el nitrógeno en forma de sales debe ser previamente transformado para que la planta pueda utilizarlo. Los efectos de la inoculación pueden ser observados en las raíces donde se forman abundantes nudosidades, pero más importante que esto para el productor es el comportamiento de la planta misma, que crece vigorosa y sana. Otra ventaja de este procedimiento es que al aumentar el vigor se incrementa la resistencia a enfermedades”. Para la soja, la década se va sin pena ni gloria. En la mente del productor ha tocado fondo.


TESTIMONIO

Respetada Por Rodolfo Rossi

por todos a Chacra ha contribuido al desarrollo agropecuario de la Argentina, y fue pionera en significar los nuevos adelantos técnicos. Mantenerse durante tantos años, y con el respeto que le tenemos, debe ser un orgullo para sus editores, que seguramente perdurará en el tiempo. Es un placer haber contribuido con información cuando fue requerida por el excelente grupo de periodistas de la revista. Hace 80 años, cuando nacía La Chacra, ya había soja en la Argentina. Pero fue recién a mediados de los 60 que toma impulso la investigación sobre el cultivo, y en los 70 comienza el crecimiento de la siembra hasta llegar a los 19 millones de hectáreas actuales. Hacer una nómina de quienes trabajaron por la expansión del cultivo no es cómodo, por la posibilidad de algún olvido: Agrasar, Cama Cort, Coscia, Giberti, Gogna, Kugler, Parellada, Pascale, Piquín, Porzio, Remussi, Roquero, Saumell, Zeni, y tantos más. Y, entre las entidades, el Ministerio de Agricultura, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el INTA y la UBA. Mi primer contacto con ella fue en la Facultad cuando, buscando un cultivo para hacer mi tesis, me recomendaron la soja. Era algo desconocido para mí. Por lo poco que leí, noté que las barreras técnicas eran las que no permitían su expansión. Mi tesis versó sobre “Fertilización foliar de la soja”. Ya recibido, en mi primer día de trabajo en la empresa Asgrow –supuestamente como breeder de maíz y sorgo–, un directivo internacional me dice: “Vas a tener que iniciar un programa de mejoramiento de soya (sí, con y)”. Lo anecdótico de la situación es que en la opción de materias había descartado Cultivos Industriales, que incluía a la soja, por Silvicultura y Floricultura. Esa noche no dormí para estudiar los apuntes de un compañero que versaban sobre la oleaginosa.

L

28 • CHACRA

Fue así como tuve que planificar el mejoramiento del cultivo para la Argentina, utilizando las pocas herramientas disponibles. El mayor agradecimiento lo merece Antonio Pascale, autor de un estudio comparativo entre la Argentina y Estados Unidos, que permitió elegir una nueva región de origen de germoplasma, que no había sido investigada. Así, cambiamos el Delta del Mississippi por Maryland, de donde provinieron los genes que diseñaron una variedad que, creo, fue histórica: A5308. Ya en 1990 se comienza a cristalizar lo que yo llamaba “el sueño” de cualquier breeder, que era poder diseñar una planta capaz de crecer libre de malezas mediante el control químico de las mismas, con el mejor, más efectivo y saludable principio activo que la industria agroquímica había desarrollado a principios de los 70. Los comienzos no fueron sencillos. Recuerdo que, por un hecho en cierta manera fortuito, terminamos hallando las positivas características del evento 40-3-2, el elegido, y que se utilizó masivamente en la generación de nuevas poblaciones genéticas desde 1992. En marzo de 1996 se aprueba la desregulación del evento transgénico solicitado por Nidera, que había sembrado confiadamente unas 6.000 hectáreas de producción de semilla. En enero de ese año, en su edición N° 782, CHACRA pone en tapa una foto histórica, titulando “¡Llega la supersoja”. La resistencia al cancro del tallo incluida en estas primeras variedades fue un hecho clave en la rápida adopción de las mismas. El impacto económico de la soja en la sociedad argentina ha sido y es extraordinario, y en los años recientes fue necesario formar una Asociación de la Cadena de la Soja. Hoy concentra la mayor parte del negocio agroindustrial sin olvidarse del tema pendiente –que seguro llegará– de la mayor creación de valor local.



1960/1969 l cultivo sigue sin despegar y los productores sin digerir las cuestiones que convirtieron al poroto en toda una aventura productiva, pero avanzada la década surgen algunos vientos de cambio. A comienzos de los 60 La Chacra presenta un amplio estudio sobre el potencial alimenticio de la soja. “Un kilo de soja tiene tanta proteína como 2,5 kilos de carne, o 58 huevos de gallina, o 6,5 litros de leche de vaca. Esto destaca el extraordinario valor de la soja como alimento humano y animal, a lo que cabe agregar su contenido de grasa (17%). Además, una hectárea de maíz, con un rendimiento de 25 quintales, produce 250 kg de proteínas; una hectárea dedicada a producir novillos, calculando 3 novillos de 500 kilos, genera 240 kilos de proteínas; una hectárea de soja, con un rinde de 1.200 kilos, origina 480 kilos de proteínas”, avisa nuestra publicación. Y para variar titula su siguiente artículo sobre el tema, ya en 1961, como “La

E

30 • CHACRA

Aparecen algunas

señales

Aunque la adopción masiva de la soja continúa en veremos, en los 60 surgen algunos síntomas que, al menos, vuelven a posicionar al poroto dentro de las alternativas posibles.


De puño y letra ■ “La expansión del cultivo de soja es interesante para la economía del país”. (La Chacra, octubre de 1960) ■ “En un mercado internacional saturado de cereales, siempre será más fácil negociar cualquier excedente de proteínas que de hidratos de carbono”. (La Chacra, noviembre de 1960 ). ■ “La soja es un cultivo exigente en cuidados culturales, no es aconsejable cubrir con ella grandes extensiones de campo, hasta tanto no se resuelva el problema de las malezas con herbicidas selectivos”. (La Chacra, septiembre de 1964 )

soja, un cultivo que vale la pena iniciar”. “En nuestro país, desde el paralelo 35 al norte, todo el territorio es apto para su cultivo. El poroto de soja merece ser ensayado. Por cortesía del Instituto Indigenista Interamericano hemos encarado en el centro de Santa Fe su cultivo en una pequeña parcela con excelente resultado, como para asegurar que puede alcanzar rendimientos altamente compensatorios. No será difícil obtener semillas por intermedio de la Secretaría de Agricultura o de los organismos laterales de la FAO, que son precisamente los que alientan su cultivo, conscientes de los beneficios que puede brindar a los habitantes de las zonas cálidas. Un ensayo de gran escala es previo y urge llevarlo a la práctica”, escribe Lázaro Flury, colaborador de la revista. Un mes después, la idea se refuerza con el mensaje “Soja: carne y leche en un poroto”. “Muy difundido en Estados Unidos, algunas partes del Viejo Mundo y Brasil, es casi ignorado en nuestro país. Los niños del norte argentino necesitan la leche de soja. Es por eso que las autoridades del INTA luchan constantemente para que los colonos planten soja en sus chacras para consumo de la familia”. Ese mismo año se vuelven a listar las innumerables virtudes del poroto. Pero La Chacra advierte que se mantiene un número de variedades muy elevado, que siguen siendo básicamente las mismas que se citaran durante los 30. Otro artículo de esa edición se refiere a las bondades de la harina de soja en la alimentación de cerdos, pero “como la soja todavía no se cultiva extensivamente en el país no hay disponibilidad comercial de este producto. La proteína de la harina de soja es de excelente calidad, sumamente palatable para los cerdos y no debe suminístraseles a libre elección, porque consumirían

más de la que necesitan”. Finalmente, en noviembre de 1961, y como servicio al productor, La Chacra publica un listado de proveedores de semillas forrajeras que, desde luego, incluye a la soja. Por primera vez se menciona a la variedad Lee, luego muy popular.

Pequeña luz Tímidamente, hacia octubre de 1963 la revista incorpora una opción impensada poco antes: soja en la región maicera. Tiene excelentes perspectivas, dice La Chacra. “El año pasado nuestro país se incorporó a los exportadores de soja. Fue un modesto inicio que produjo aproximadamente 500.000 dólares, pero los planes de expansión del cultivo hacen prever una evolución favorable. Como oleaginosa, la soja ocupa el primer puesto en la producción y en las exportaciones mundiales de aceites comestibles líquidos. Su harina es sumamente rica y del poroto se obtienen más de 300 productos químicos distintos”. Añade que el cultivo de esta oleaginosa puede realizarse en la mayor parte de las áreas agrícolas del país. En la zona triguera húmeda puede sembrarse en “segunda cosecha”, tan pronto como el trigo sea recolectado. Esta práctica introduce la noción de rotación estacional al ubicar al menos una leguminosa en el ciclo de cultivo. “Por otro parte, en años de sequía el agricultor podrá elegir entre sem-

Primera exportación En 1962 se realiza la primera exportación de soja argentina a bordo del buque Alabama, desde Rosario con destino a Hamburgo, Alemania. Fueron 6.000 toneladas por las que se pagaron 500.000 dólares.

brar el trigo en invierno o la soja en verano”, indica el autor de la nota. Un año después La Chacra vuelve sobre la opción de hacer soja en la región maicera. Detalla una vez más la modalidad de cultivo de la oleaginosa, la importancia de la inoculación, y hace foco en la variedad Lee, “que tiene de cinco a seis meses de ciclo evolutivo y se desarrolla muy bien sembrándola de principios de noviembre a comienzos de enero; hay variedades precoces de cuatro meses de ciclo vegetativo, pero no se recomiendan por carecer de los valores agrícolas mínimos”. La soja se siembra en surcos, con sembradora de maíz o con la de cereales finos; la distancia entre surcos dependerá de la época de siembra. En tanto, aparecen variantes en materia de inoculación: en un piso duro se vuelca una o dos bolsas de semillas, luego se rocía con dos o tres vasos de leche con agua, se revuelve con una pala de madera para que toda la semilla se 80 AÑOS • 31


humedezca, es entonces cuando se agrega el ‘inoculante’, al tiempo que se revuelve para uniformar la distribución. La tarea se debe hacer bajo sombra para evitar que el sol mate las bacterias”. Asimismo se explica cómo llegar a la densidad deseada (210.000 a 260.000 granos fértiles por hectárea), también qué tipo de placas deben usarse en la sembradora de maíz para evitar que rompa las semillas de soja.

Idea fija En febrero de 1965 La Chacra califica a la soja como una oleaginosa cuyo cultivo debería expandirse con mayor amplitud en el país. “La técnica de cultivo no exige mayores conocimientos, pero como se trata de un rubro nuevo en nuestro ambiente agrícola es necesario contar con un efectivo asesoramiento relacionado con la selección de variedades y momento apropiado de siembra y cosecha, de acuerdo con las características agroecológicas regionales”. La publica-

32 • CHACRA

Perspectiva

1960 / 1969 “El precio actual y los rendimientos de la soja la ponen ventajosamente en primera línea entre los cultivos extensivos. En nuestro país se espera que dentro de cinco años se logre el cultivo de un millón de hectáreas con soja, lo que nos permitiría participar en la exportación a los precios actuales, con cien millones de dólares aproximadamente. Conviene decir que el Mercado Común Europeo depende en un ciento por ciento para su consumo de soja del abastecimiento exterior”. (La Chacra, octubre de 1963)

ción hace mucho hincapié en el combate de malezas mediante rastra de dientes o rotativa antes del nacimiento de las plantas, y luego sucesivas carpidas Por primera vez se mencionan los grupos de madurez (GM), de 0 a 8, que van desde 126 hasta 158 días a madurez, y entre las variedades se incluye a Hood, del GM 4. Se advierte además que la soja necesita como mínimo 400 a 500 mm de agua durante todo su ciclo. El artículo remata diciendo que “hasta el momento la superficie sembrada no es importante, aunque todo hace suponer que se trata de un cultivo de interesantes perspectivas”. A mediados del año siguiente una nota de La Chacra revela que en Estados Unidos la producción pasó de 8.000.000

de toneladas promedio en el quinquenio 1950/55 a 23.000.000 de toneladas en 1965, lo que representa el 71% de la producción mundial, estimada en 32.000.000 de toneladas. “En nuestro país la introducción de la soja se inicia en 1960/61 (sic), con una producción de 1.650 toneladas, que en la actualidad alcanza a 18.000 toneladas. Tanto el mercado interno como el de exportación ofrecen amplias posibilidades para este cultivo. Si bien la comercialización ha tenido hasta ahora características propias debido a su volumen reducido, los precios mínimos y sostén fijados por el Estado –1.900 y 2.300 pesos, respectivamente– resultan compensatorios y aseguran al productor la colocación de su cosecha”.



1960 / 1969

La referencia indica que en condiciones muy favorables puede pensarse en rindes de hasta 2.000 kg/ha. Asimismo se consolida el cambio de variedades respecto de las de los 30. Así surgen materiales precoces –Mandarín, Grant y Lindarín–, semiprecoces –Clark, Scout y Kent–, semitardías –Harley 7, Dorman, Harley 321, Hood, Hill, Lee y Orden– y tardías –J.E.W. 45, Jackson y CNS. Para la latitud de Buenos Aires se recomiendan las tardías y semitardías, sembradas desde mediados de octubre y todo el mes de noviembre. Para el sur se aconsejan las semiprecoces y para el norte las tardías. Mientras tanto, avanzan los mecanismos de promoción de oleaginosas del Instituto Industrial de Oleaginosas (IADO), creado en 1963. En el caso de soja, los fines que se persiguen son lograr su multiplicación y acrecentar así la disponibilidad de semilla para siembra. Se abordará luego una tarea de amplia difusión. “Su cultivo se ha encarado en las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Chaco y Misiones y encuéntrase en pleno proceso experimental. Las semillas se 34 • CHACRA

entregaron a precio de costo en algunos casos, y en otros gratuitamente, con la sola condición de que el productor reintegrase al IADO el 10% de su cosecha, volumen éste que a su vez fue redistribuido para ampliar áreas de siembra”.

Y dale con la soja Para cerrar el círculo el mensaje al comenzar 1967 es “Prepárese para sembrar soja en 1967”. El artículo asegura que la nota del año previo despertó gran interés, razón por la cual se refuerzan los comentarios técnicos realizados entonces. “Hasta ahora en el país se ha cultivado exclusivamente la variedad Lee. El Instituto Agroindustrial de Oleaginosos ha importado otras que ya han dado resultados satisfactorios: Jackson, Hood, Hampton, Halesoy 71 o Haley 7. Podríamos agregar que ensayos hechos por el INTA revelaron, además, la existencia de una promisoria variedad: Hale 321, que en la región de Pergamino probó ser más conveniente que Lee”. Paralelamente aparecen conceptos

En Banda “El Poder Ejecutivo de la República Oriental del Uruguay ha establecido interesantes premios en dinero para los pequeños productores que siembren algodón, maní y soja. En este último caso son 150 pesos por cada hectárea cultivada para aquellos que posean extensiones inferiores a las 100 hectáreas y que siembren en primavera”. (La Chacra, octubre de 1962)

como curasemillas –“hay que desestimar los mercuriales, no compatibles con los bacilos radicícolas específicos”–, y nuevos productos para el combate de plagas definidas –“para chinche verde se recomienda DDT o parathion, y para isocas de todo tipo se aconseja DDT y Endrin”–. Ese mismo año se recuerda que “la soja beneficia a otros cultivos”. La nota asegura que en suelos de baja o mediana fertilidad y/o con problemas de piso de arado, se puede aumentar los rendimientos mediante la siembra de soja. En lugares donde es común levantar el



1960 / 1969 lino o el trigo a fines de noviembre o comienzos de diciembre, la soja puede sembrarse como segunda cosecha. “La siembra debe hacerse a 60 cm entre líneas, que sería lo más conveniente. Con esto se persiguen dos objetivos: aprovechar mejor el suelo y permitir una mayor perforación del piso de arado. En este caso la cantidad de semilla a sembrar sería más elevada”. Esa edición incluye un extenso artículo sobre inoculación. “Cuando tenga dudas… ¡inocule!”, es su título. “Gracias a la inoculación se obtiene un promedio de más de 100 kilos de nitrógeno por año, lo cual, en valor equivalente al costo del fertilizante, resulta en una suma de 55.000 millones de pesos en nitrógeno fijado. Pensemos que 100 kilos de nitrógeno fijado equivalen a 600 kilos de salitre de Chile”. También explica las razones por las cuales puede fracasar la inoculación. “O bien no se han tenido en cuenta las condiciones del suelo –francamente ácidos o demasiado secos–, no se

ha inoculado con Rhizobium eficaces y dominantes –ciertas razas son muy efectivas, otras no tanto–, no se comprobó previamente si en el suelo ya existían Rhizobium –si ya hay cepas dominantes

no se notará la diferencia–, entre otras. Los 60 marcarían el final del ostracismo para el cultivo, que pronto va a recibir la atención que merece por pare de los productores argentinos.



TESTIMONIO

Un Por Gustavo Grobocopatel

referente

or cierto, la soja ha sido un cultivo con sello propio dentro de la historia agropecuaria del país. Cuando uno revisa su derrotero descubre que la oleaginosa facilitó la implementación de la siembra directa, ya que permitió mejorar el control de malezas, aún en la era preglifosato. Su efecto, entonces, no fue sólo económico sino también tecnológico. El modelo de agricultura en siembra directa, en el cual la soja es gran protagonista, resuelve el dilema entre productividad y sustentabilidad, y hace posible que ambas condiciones se den juntas, e incluso se potencien mutuamente. Los Grobo, la empresa familiar de la formo parte, sembró soja por primera vez en Carlos Casares en 1977. Probablemente hayamos sido pioneros en la materia, o al menos uno de los primeros en hacerlo en la zona. Pero, a fuerza de ser sinceros, pasaron por lo menos cinco años hasta que le tomamos la mano a la tecnología del cultivo. El esquema siguió sumando condimentos rumbo a un paquete exitoso. Hacia fines de los 80 comenzamos con la siembra directa y en 1994 ya utilizábamos la soja transgénica. En gran medida el círculo virtuoso se cerraba. Sin duda esta tecnología impactó sobre una empresa como Los Grobo. Rápidamente se redujo el número de labores, encontramos que teníamos más tiempo para pensar y más posibilidades de desplazamiento. Es que la agricultura dejó de ser sedentaria y se hizo nómade. A la hora de contabilizar los aportes más

P

38 • CHACRA

relevantes de esta leguminosa a la vida del productor argentino subrayaría el desarrollo de empresas que crecieron a su amparo, desde proveedoras de biotecnología en las semillas hasta inoculantes, agroquímicos y maquinaria, que se abrazaron a la innovación permanente. Se crearon cadenas de valor, redes con clientes y proveedores muy integrados, inversiones en industria y transportes, se forjó institucionalidad desde el sector privado y el Estado, y también infraestructura. Y sin dudas estoy olvidándome de muchas cosas. En la cuenta del debe creo que nos falta impulsar la cadena de valor y transformar granos y derivados en productos más complejos. Esto permitiría integrar a un número más importante de personas al proceso productivo e incrementar la diversificación de productos. Pero tal deuda no es culpa de la soja. Antes bien, gracias a ella tenemos esta oportunidad. De allí que es necesario multiplicar inversiones en investigación y desarrollo, e implementar un sistema de pago de regalías consolidado y establecido. De cara al futuro no debemos perder de vista que dependemos mucho de la biotecnología; no es lo único pero es trascendente. El porvenir está relacionado con la dinámica del mercado, y este punto es hoy indiscutible. Mis felicitaciones a CHACRA en estos sus primeros 80 años. Esta revista, otras publicaciones, las instituciones, las universidades, las organizaciones, son la base de este complejo entramado de relaciones que lleva a potenciar la actividad. CHACRA fue, es y será una referencia en el medio de los agronegocios.



1970/1979 espuntaba la década y CHACRA, lejos de arredrarse, redobla su convicción sobre el futuro de la oleaginosa. “Soja: mucho en cuatro letras”, es el título de un artículo en el cual, por enésima vez, se explicitan las bondades del poroto y su forma de cultivo. “El país, cuya cifra estimativa a la cosecha 1969/70 alcanzaría a 27.000 toneladas, sitúa a Misiones como la primera provincia productora, seguida por Santa Fe, Tucumán y Buenos Aires, fundamentalmente. En cuanto a su uso, esta planta es mejoradora del suelo, enriqueciéndolo en nitrógeno, y suple de 60 a 100 kilogramos de abono. Asimismo en pastoreo ofrece un rendimiento de 22.000 a 25.000 kilogramos, o bien 5.000 o 6.000 kilogramos por hectárea como heno”, puntualizaba el texto en cuestión. Desde luego todas las recomendaciones de la época apuntaban a la siembra con labranza previa. En cuanto a la cosecha, el consejo era levantar la soja durante un día seco y tan pronto como la humedad del grano disminuya al 13 o 14

D

40 • CHACRA

Tiempo de levantar

vuelo

Cuando los 70 empezaban a despedirse, la soja concretó el despegue que debió haber iniciado muchos años antes. Sin prisa pero sin pausa comienza a consolidarse un reinado que dura hasta nuestros días.


Gran brecha

En mayo de 1971 CHACRA habla del gran cambio operado en el Medio Oeste estadounidense, donde la producción agrícola por hombre adulto más que duplica la relación que se registra en la Argentina. “Hoy el farmer siembra el 60% de la superficie con maíz y el resto con soja. Son campos de gran escala, de enorme eficiencia productiva, científicamente administrados por sociedades anónimas. La revolución tecnológica ha multiplicado por cinco la productividad/hombre respecto de la década del 30. El productor cambia su tractor todos los años, de modo que siempre trabaja bajo el paraguas de la garantía. Tiene invertidos en maquinaria alrededor de 50.000 dólares, cuando un buen tractor cuesta alrededor de 12.000. Utiliza continuamente fertilizantes, herbicidas y plaguicidas que distribuye mecánicamente. Los costos de todo esto son mucho menos elevados de lo que serían en nuestro país”.

vincias potencialmente sojeras. A ello se suma la Comisión Permanente para el Fomento del Cultivo de la Soja, que tiene por objeto promover su siembra, centralizar la información, asesorar técnicamente, atender y analizar problemas agronómicos, comerciales e industriales de la soja. Aunque falta mucho por hacer este año se puede pensar en cubrir unas 70.000 hectáreas con la oleaginosa”. Lo que sigue es un nuevo detalle sobre la metodología de cultivo. Las variedades recomendadas para sembrar de norte a sur, según este orden, son, entre otras: Amarilla de Misiones (178 días), Hampton (168), Bragg (164), Halesoy 71 (160), Lee (159), Hood (159), Halesoy 321 (153), Hill (147), Adams (107), Chipewa (90), Merit (89) y Acmé (81). La siembra se sugiere a 70 cm, “aunque para variedades de ciclo corto debería ser a 50 cm”. Ya no se habla de 30/35 kilos de semilla sino de entre 50 y 70 kilos. Y en cuanto a los rindes potenciales, suben a 2.500 kilos con variedades largas. Se recomienda dedicar el máximo tiempo posible a las labores mecánicas destinadas a controlar malezas. La revista estima un costo total de producción de $ 30.000 por hectárea.

Vaivenes por ciento. Se sugiere no demorar la tarea debido a los riesgos de apertura de vainas y pérdida de granos. Unos meses después la idea fuerza es “Soja: promisorio porvenir”, y CHACRA vuelve a hacer hincapié en la importancia que la difusión del cultivo tendría para el país. “Conviene recordar que en Estados Unidos, primer productor mundial, se lo considera cosecha principal y se han instalado en torno de ella decenas de industrias paralelas que la procesan como materia prima y de la que obtienen infinidad de derivados. La exportación de semillas y de lo procesado significan uno de los ingresos más importantes de divisas. Este año la producción mundial alcanzará a 43.000.000 de toneladas, el 65% generado en Estados Unidos”. Por cierto, en 1971 nuestros productores incrementaron la siembra de soja, con excelentes resultados en el sur de Santa Fe y Tucumán. Para CHACRA, “con una

adecuada elección de la semilla (existen más de 200 variedades) podría plantarse desde el norte del país hasta Río Negro”. Ese año nuestra publicación habla de “Soja: indiscutible realidad”. Reconoce que hemos perdido mucho tiempo en relación con otros países para apreciar el verdadero valor agrícola y comercial de la soja, pero considera que afortunadamente el cultivo se ha incorporado a nuestro agro de forma firme y creciente, aunque las extensiones dedicadas a la oleaginosa deberían ser mucho mayores. “Brasil ya siembra 1 millón de hectáreas –dice CHACRA–, la Argentina alrededor de 45.000. Entre nosotros, la presente expansión del área cultivada probablemente se deba a la labor iniciada en la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires, que elaboró un plan de trabajo con la formación de una red nacional de ensayos comparativos de rendimientos en las pro-

Claro, la década va del intervencionismo ortodoxo a una disparatada tablita cambiaria con final anunciado. La soja tiene, a comienzos de este decenio, precios mínimos y de sostén. En la cosecha 1971/72, $ 47,70, en la 1972/73, $ 66,50. Afortunadamente, en 1972 se la declara –es cierto, muy tarde– cultivo de interés nacional. En septiembre ya se había iniciado la siembra en Misiones, faltaba un mes para que comenzara en Chaco y Tucumán, y más tarde arrancaría la de segunda sobre rastrojo de trigo en el norte de Santa Fe y Entre Ríos, para extenderse a toda la provincia de Buenos Aires a fines de diciembre. “Conviene que las sembradoras estén provistas de platos gruesos con agujeros fresados y que la semilla sea tratada con inoculantes específicos. El agricultor que este año pruebe con la soja se convertirá en un 80 AÑOS • 41


1970 / 1979 productor entusiasta de este cultivo, pues se le ofrece, sin duda por mucho tiempo, un mercado muy amplio y precios altamente remunerativos”, animan los redactores de La Chacra. El punto es que mucho se ha hablado del despegue de la soja, pero la verdad es que “hoy, al iniciarse la campaña 1972/73, la Argentina se halla inexplicablemente rezagada con respecto a otros países en la lucha por la conquista de los mercados mundiales. Apenas alcanzamos el 0,16% de la producción mundial de soja, a distancia sideral de Estados Unidos y Brasil. Es realmente inconcebible que este año algunos productores de alimentos balanceados no hayan tenido más remedio que importar harina de soja de Brasil para preparar fórmulas de alto contenido proteico. Será interesante ver qué tipo de medidas toma el Ministerio, si bien el progresivo aumento del precio mínimo obligatorio y de sostén para la soja en relación con el de otros oleaginosos supone que la campaña oficial está ya en plena marcha”. El año termina con otro artículo dedicado a la metodología de cultivo de la soja. Para la mejor conservación del suelo se aconseja una rotación del tipo trigo/soja-maíz en dos años agrícolas (como ve, esto tampoco es nuevo). “La misma ayudaría a expandir el trigo en el sur de Santa Fe, hoy un tanto detenido. Puede añadirse que la soja está desplazando al girasol, que es también un cultivo de segunda. Cuidado, el poroto es un cultivo que debe manejarse con datos ciertos, pues lo que es válido para una zona puede que no lo sea para otra”.

Demanda en alza El contexto empieza a presionar y jugar sus cartas. Por un lado, CHACRA destaca que el país se está acostumbrando a la firmeza en los precios de los subproductos oleaginosos, con una demanda internacional que presiona con mayor fuerza cada día. “Europa necesita proteínas para incrementar su producción de carnes rojas y de aves, y paga por ella precios insólitos. La oferta de harina de soja, que figura en primer plano entre los subproductos, es insuficiente”, avisa 42 • CHACRA

De puño y letra ■ “El país ya debería figurar entre los grandes exportadores de un producto cuyo comercio internacional supera los 10 millones de toneladas, por un valor de 1.000 millones de dólares anuales”. (CHACRA, septiembre de 1972) ■ “Es indudable que la soja se presenta como el cultivo predilecto para algunas zonas del país que le son muy favorables, como el sur de Santa Fe y el norte de Buenos Aires, dado que el productor encuentra significativas ventajas de orden económico”. (CHACRA, diciembre de 1973)

la publicación, anticipando lo que vendría años después. Pero por otro lado los elevados gravámenes a la exportación que el Gobierno Nacional impone impiden pagar los precios mínimos que el propio Estado exige. Fuera de esta controversia, el artículo subraya que para la campaña 1972/73 se espera una elevada producción de soja, del orden de las 200.000 toneladas, muy por encima de las 78.000 toneladas logradas la temporada anterior. Esta perspectiva no parece hacer mella en el precio del grano, que “al cierre de esta edición se mantenía en 125 pesos el quintal, puesta en Buenos Aires, precio sin dudas altamente retributivo para aquel sector de la producción que se maneja con visión de futuro y espíritu empresario. Desgraciadamente quedan productores que se abstienen de sembrar este cultivo por mera rutina o quizá para evitarse la molestia de inocular la semilla y dedicar algún tiempo a la preparación de la tierra para un cultivo que para ellos es nuevo. Quizá los estimule saber

que la producción de soja crece al 25% anual en Brasil y este año bordeará los 4 millones de toneladas, al tiempo que este país exporta 1 millón de toneladas como grano, 1,2 millones como harina y 50.000 como aceite. La Argentina se mueve con un retraso de 13 años en este tema, por lo menos”, se lamenta CHACRA. Como imaginará, la revista no terminó el año sin repetir una vez más las enormes proyecciones que le caben al poroto ante la creciente demanda de proteínas en un mundo en desarrollo. “Es evidente que las buenas perspectivas que brinda el interesante precio sostén fijado para la comercialización del grano seco constituye un incentivo que impulsa cada vez más en mayor grado al productor de las zonas aptas a encarar el cultivo de soja en su campo, y considerando la importante demanda mundial que existe por esta especie es perfectamente factible que podamos llegar a ser un país decididamente exportador, ya que extensas regiones son indicadas para su siembra. La clave es contar con variedades



1970 / 1979 adaptadas a cada zona”. Por suerte, merced a la eficiente labor que venían cumpliendo la Facultad de Agronomía de Buenos Aires –por intermedio de la Cátedra de Cultivos Industriales– y las Estaciones Experimentales del INTA, se contaba entonces con buenos antecedentes respecto del comportamiento de variedades en distintas zonas del país, lo que permite al productor actuar con gran margen de seguridad. “Como las semillas con que se inició este cultivo provienen de Estados Unidos, donde se las clasifica en diez grupos conforme a las necesidades de temperatura y luminosidad de cada una, se procedió a ensayarlas en diferentes regiones agrícolas de nuestro suelo a fin de conocer su comportamiento, determinándose así las que correspondía utilizar en cada zona”, reza el texto aludido. A fines de 1973, la circunstancia de que la soja sea un buen negocio, aun cuando el costo de implantación sea más alto que el del maíz, el trigo, el sorgo y el girasol, radica fundamentalmente en el precio sostén fijado ($/qq 15.000).

Cuidarla para que rinda Para 1974 el cultivo gana nuevos adeptos y CHACRA encara a fondo el control de plagas, dado que pueden frustrar las interesantes perspectivas que se

44 • CHACRA

Visionario “[...] El mundo actual ha comenzado la guerra por las proteínas,... todo el planeta ha empezado a plantar soya [...] Las fuentes de proteínas están en nuestros países, sobre todo en América del Sur [...]” La frase se atribuye a Juan Perón en un reportaje realizado en 1973. Aquel peronismo no parecía estar enfrentado al “yuyo”.

observan para este cultivo. A su vez, diferencia la zona sur de Santa Fe –con alguna tradición sojera– de la provincia de Buenos Aires, novel en la materia, y destaca que la información proviene de la primera. Entre los enemigos más importantes cita al gusano grasiento –“se lo combate con Heptacloro o Aldrin incorporados–, la vaquita de San Antonio –“recurrir a pulverizaciones con mercaptotion”–, la oruga de las leguminosas –“es controlable con paratión, endosulfán, mercaptotion o carbaryl–, y la chinche verde –“se puede emplear dimetoato o paratión”–. Palomas y liebres también integran la lista. En cuanto a las malezas predominantes en aquel momento, CHACRA menciona a sanguinaria, yuyo colorado, quinoa, capiquí, verdolaga, chamico y abrojo. Como siempre, la recomendación pa-

saba, en esa época, por una buena preparación de la cama de siembra. “Sin embargo, esto no es suficiente, por lo cual hay que recurrir a tratamientos con trifluoralina, Alaclor, linuron, cloramben, etc., antes de la siembra”, avisan los profesionales de la revista. La información se complementa aclarando que “debe considerarse que la soja se defiende muy mal de las malezas”. Se detallan las razones por las cuales puede enmalezarse un lote de soja, desde la aplicación deficiente del herbicida de presiembra o de preemergencia, hasta la presencia de malezas tolerantes. Se desaconseja aporcar (la soja fructifica muy abajo) y en cuanto a la recolección se remarca que se trata de un grano de difícil secado artificial, por lo cual se deben arbitrar ciertas precauciones si se cosecha entre 13 y 15% de humedad. Cuando se analizan los números de la gruesa en 1974, con maquinaria propia la soja deja un margen bruto de $ Ley/ha 1.727, seguida por el maíz (1.521), el sorgo (1.452) y el girasol (785). Con maquinaria contratada el poroto mantiene un liderazgo similar. Paralelamente van surgiendo datos emanados de ensayos locales sobre fertilización. Un trabajo en el sur Santa Fe con fosfato diamónico y superfosfato triple no arroja resultados concretos, si bien se concluye que para futuras investigaciones puede resultar interesante el incremento en el porcentaje de proteínas obtenido por la aplicación de 150 kg/ha de superfosfato triple en banda lateral profunda. Antes de terminar el año CHACRA ofrece “Cosecha de soja, claves para no perder”. Se analizan las causas que originan pérdidas en la recolección y se explica cómo corregirlas, tanto las que se manifiestan en la plataforma como en la cola de la máquina, con amplia información gráfica. También se indica cómo regular la cosechadora. “La soja, como cultivo de alto costo, requiere el máximo de cuidado en la recolección. Una pérdida de 3 qq/ha, a veces por defectuosa regulación de la máquina, puede reducir fuertemente la ganancia del productor. Es preciso tener en cuenta que el daño de soja es más delicado que el del maíz, y



1970 / 1979 cualquier deterioro perjudica su conservación y disminuye su valor comercial”. Y pronto aparecen las plataformas especiales para soja. Para lograr un trabajo eficiente con ellas es importante que la cuchilla se encuentre ubicada algo más adelante que en las plataformas comunes. “Las plataformas de 12 pies son preferidas porque permiten cosechar cómodamente cinco hileras de soja coincidentes con las de la sembradora”. Se citan las rpm aconsejadas para el cilindro de acuerdo con la humedad de las plantas y el diámetro del mismo. Para cerrar el círculo se agrega la veta de negocios. “Modos de comercializar la soja: no basta con sembrar bien y defender el cultivo –avisa CHACRA–. A la hora de la verdad los pesos son los que cantan. Tome nota del detalle sobre las bases estatutarias para soja, con bonificaciones y descuentos oficiales y, sobre todo, tolerancias de recibo”.

Europa la reclama Para los primeros meses de 1975 aumentan las posibilidades de la soja. Muchos nutricionistas coinciden en que veremos grandes cambios en la formulación de raciones para animales en los próximos años, especialmente en el Mercado Común Europeo. Algunos ingredientes relativamente caros en la actualidad, como la soja, pueden ser de uso económico si la diferencia entre sus precios y el de los cereales disminuye. De hecho, aquella provee proteínas y 1,5 veces más energía que los cereales, pero su costo no es 1,5 veces superior. Los informes técnicos sobre el cultivo tienen peso creciente en las páginas de CHACRA. El foco en este caso recae otra vez sobre las malezas. Pata de perdiz, cuaresma, cola de zorro, capín, abrojo, nabón, correhuela y otras malas hierbas quedan bajo la lupa de los técnicos de la revista. Crece el “circo” de herbicidas de presiembra incorporados (dinitramina, nitralin, DCPA, trifluoralina, vernolate, CGA y A-820), herbicidas de postsiembra (naftalan + CIPC, metribuzin, prometrina y gesagard) y herbicidas de posemergencia (bentazon). “Los elevados costos de implantación, labores culturales, con46 • CHACRA

trol de plagas, cosecha, etc., hacen que los márgenes de utilidad no sean compensatorios si los rendimientos no son buenos. El control de malezas es clave en este aspecto, es fundamental conocer qué malezas hay en el potrero para después no lamentar pérdidas totales”, se advierte. Asimismo nuestra publicación destaca que entre los cultivos de escarda, el de soja es el que requiere mayor esmero en la elección del potrero, preparación del suelo, variedad por utilizar, fecha de siembra y posteriores cuidados culturales. Las variedades empleadas promediando los 70 son precoces (Corsoy,

Proteínas En septiembre de 1974 CHACRA incluye una radiografía de los aminoácidos de la soja. Las proteínas del poroto son una buena fuente de todos los aminoácidos esenciales, excepto metionina y triptofano. El alto contenido en lisina las convierte en un complemento de las proteínas de cereales, que justamente son deficientes en este aminoácido esencial.

Amsoy, Beeson, Chipewa, Merit), semiprecoces (Clark 63, Scout, SRF 307, SRF 400, Williams), semitardías (Lee 68, Hill, Halesoy 71) y tardías (Bienville, Hardee, CNS). Para la siembra se recomienda recurrir al plato sojero. Un año después se refuerzan los informes sobre plagas de la oleaginosa. Insectos de suelo, gusano del brote, chinche verde, vaquita de San Antonio, oruga de las leguminosas. Todos los detalles en cuanto a productos recomendados y momento de control están en CHACRA. Y para mejorar la eficiencia en cosecha se recomienda tener la barra de corte ubicada de modo de cortar lo más cerca posible del suelo. La velocidad no debe superar los 4,5 km/h, y el eje del molinete debe estar desplazado 5-10 cm por delante de la barra de corte, para evitar que al golpear las plantas produzca desgrane. Además, la velocidad del cilindro debe ser menor que para el trigo: alrededor de 450 rpm, y más amplia la luz entre cilindro y cóncavo. Las zarandas por utilizar deben tener orificios con un tamaño adecuado al grano. Las regulaciones de los ventiladores deben permitir obtener grano entero y limpio.



Explotó Avanzada la década del 70 CHACRA habla del boom de las oleaginosas. Llaman la atención los márgenes para girasol y soja, dos cultivos que no tienen precio sostén y que arrojan una extraordinaria rentabilidad y superan ampliamente al maíz y el trigo. Con un rinde de 25 qq/ha el poroto generaba $/ha 110.000, incluso por encima del girasol de mayor rinde. Con estos números se sigue afinando la tecnología de procesos. A todo lo dicho sobre siembra de soja se agrega que la densidad recomendada debe ser de 280 plantas por m2, pero se la debe aumentar cuanto más precoz es la variedad y más tardía la siembra, siempre hablando de siembras a 70 cm. El plato distribuidor debe ser de mayor espesor que el grano y los orificios fresados –“no olvide que existen en el comercio placas distribuidoras para soja”–. La necesidad de una precisa inocu-

Paso necesario

1970 / 1979 La edición de diciembre de 1974 informa sobre la IV Reunión Técnica Nacional de Soja, realizada en Salta. Para ese año se esperan unas 380.000 hectáreas sembradas con la oleaginosa, con una producción en torno a las 500.000 toneladas. “De poder llevar la producción a 1.000.000 de toneladas la próxima cosecha, como es aspiración manifiesta, se habrá dado el paso necesario para lograr la definitiva incorporación de la soja como fuente significativa de ingresos para el mejoramiento de la economía nacional. En lo que respecta a la industrialización, estaría asegurada hasta un volumen de 1.000.000 de toneladas, lo cual desvirtúa cualquier temor respecto de la colocación a cosecha”.



1970 / 1979

lación está presente en todos los casos. Un ensayo de herbicidas realizado por la Facultad de Agronomía de La Plata incluye una larguísima lista de productos y formulaciones, todo un rompecabezas. Otro test realizado por Agricultores Federados Argentinos en el sur de Santa Fe arroja buenos resultados para la mezcla entre Dyanap (naptalan-DNPB) y Lazo (alaclor) en el control de cuaresma, chamico, altamisa, quinoa, enredadera y malva. En marzo de 1977 la soja llega a la cima, y CHACRA le dedica su primera tapa. “En los últimos cinco años el área sembrada en Santa Fe aumentó catorce veces. La soja pasó a ser para el agricultor chico lo que la ganadería bovina es para el productor grande”, dice Adolfo Coscia, de la EEA INTA Pergamino. ¿Razones de la expansión? “Gran demanda interna y externa, resistencia a la seca, soporta excesos de lluvia, y con poca experiencia se logran altos rindes”, opinan los especialistas. Ese mismo número, estudios realiza50 • CHACRA

dos por el INTA demuestran que la siembra de soja sobre rastrojo de trigo con el sistema de labranza cero –“también llamada siembra directa”– ha producido de forma general ingresos netos por hectárea superiores a los del sistema convencional. El círculo empieza a cerrarse. Los ensayos realizados en la EEA Marcos Juárez, Córdoba, indicaron incrementos que oscilaron entre el 10 y el 300%. Al mes siguiente CHACRA ofrece distintos métodos para sembrar soja

Enorme ayuda En la década del 70 el INTA cita ensayos de maíz sobre soja que dieron hasta el doble de rendimiento. Además, si se hace soja como cierre de rotación y luego se siembra una pastura, el nitrógeno incorporado sirve como arrancador a las especies de la pradera. Por otro lado, no existe el problema de un rastrojo voluminoso como sí sucede con los otros cultivos.

sobre trigo, como reflejo de una pareja que seducirá al productor agropecuario en los años siguientes. La publicación pone de relieve los beneficios de la siembra directa (control de la erosión, adelanto de fecha de siembra, mayor disponibilidad de humedad). La gran limitación está en la presencia de malezas perennes, muy difíciles de controlar exclusivamente con herbicidas. La nota describe el equipo de siembra, desde aquel que incluye la cuchilla ondulada hasta el que utiliza cincel, pasando por el sistema semilister. Para obtener un rastrojo libre de malezas aconseja un buen control de las mismas durante el ciclo del trigo, o bien con un herbicida de acción total en cualquier momento previo a la emergencia del cultivo. Antes de largarse con la directa se recomienda probar con una superficie pequeña, elegir un lote libre de malezas perennes, disponer de una sembradora adaptada, desparramar bien el rastrojo del trigo durante la cosecha, y planificar un control eficiente de malezas.


Recambio Para febrero de 1977 CHACRA estima que se cubrirán con soja unas 630.000 hectáreas, 54% más que en la campaña previa. Santa Fe tiene el 63% de las superficie cultivada. Y empiezan los problemas para el maíz, jaqueado por la soja en el centro y por el sorgo en la periferia. “En lo que va de la década importantes áreas del sudeste de Santa Fe y el nordeste de Buenos Aires se han volcado a la oleaginosa o a trigo/soja, siendo este último el rubro más atrayente de la rotación. En la actual cosecha es posible que unas 400.000 hectáreas que anteriormente fueron maiceras se destinen a este uso”, dice nuestra revista con buen olfato. Para CHACRA, “en los últimos tres años nuestro país pasó la prueba de fuego, y demostró que puede competir con los principales exportadores de soja, es decir, Estados Unidos y Brasil. En volúmenes de alguna relevancia se comen-

zó a exportar aceite de soja en 1973, harina de soja en 1974 y soja en grano en 1976. Eso sí, no puede desconocerse que se está operando un hecho en el plano internacional que inquieta un tanto: la explosiva expansión de la soja en Brasil, que a comienzos de la década producía 1.000.000 de toneladas y siete años después genera más de 12 millones. Las ex-

portaciones del líder mundial, Estados Unidos, rondan los 15.000.000 de toneladas, y las de Brasil se ubican entre 8 y 9 millones. Sin dudas es un gran competidor, y es probable que aún pueda incrementar considerablemente la superficie con soja”. Es que en algunos medios del vecino país se habla de la expansión al Mato


1970 / 1979 Grosso, y que pueden alcanzar los 20.000.000 de hectáreas a mediados de los 80. “Nuestros productores deben estar preparados para esta circunstancia. En la medida que tecnifiquen y racionalicen la producción tendremos costos más bajos y mayores chances de competir”. La movida en el área maicera no se detiene. “En esta región el pequeño productor ha sostenido desde hace 80 años un sistema de producción basado especialmente en maíz, girasol y trigo, con reducido empleo de la fertilización, lo cual ha derivado en un gradual empobrecimiento de los suelos, que llevó a que los rindes del maíz cayeran de 5.000 kg/ha a 3.000. Para solucionar esto se ha recurrido a la ganadería, con resultados poco alentadores por la falta de experiencia en el manejo de animales. Frente a este cuadro el cultivo de soja se presentó como una solución muy adecuada”. En estos establecimientos de menor escala el maíz ocupaba el 50/70% de la

superficie. En los últimos años el área ganadera prácticamente ha desaparecido en estos campos, y la rotación trigo/soja de segunda se ha convertido en una alternativa adoptada masivamente. Asimismo crece la presencia de soja de primera, también en desmedro de la superficie de maíz, con rendimientos promedio

Doble propósito Culminando 1979 CHACRA ofrece información sobre un cabezal dual para recolección de soja presentado por Mainero. Se trata de un maicero que se adapta a la oleaginosa quitando los rolos maiceros, montando las chapas cubrerrolos y colocando la barra de corte en la parte delantera. Además, se coloca un molinete de paletas desfasadas para favorecer el ingreso progresivo del material. Según su fabricante, puede trabajar a mayor velocidad sin atorarse, y cosecha soja a alta velocidad sin desgrane.

que pueden llegar a los 3.000 kilos para los ciclos largos sembrados en fecha óptima. Incluso productores con tradición sojera ya bordean los 4.000 kilos. La de segunda, en tanto, puede alcanzar hasta 1.800 kilos, sin nada que envidiar a lo que se obtiene en Estados Unidos. En cuanto a los precios, en 1965/69 1,7 quintales de maíz equivalían a uno de soja, en 1976 hay que hablar de 3,6 qq de maíz por quintal de soja.



1970 / 1979 Más sobre la brecha En febrero de 1977 CHACRA entrevista a Gino Minnucci, un productor argentino que visitó Carolina del Sur. “Estuvimos en esta zona marginal para la soja, que sin embargo tiene rindes mayores a los nuestros –dice el empresario–. Logran hasta 30 qq/ha, mientras que en las mejores zonas de este país son un 30/40% superiores a los de Carolina del Sur. Disponen de implementos y técnicas más avanzadas, y de una gran variedad de productos químicos a un costo muy accesible”.

Sintonía fina Promediando 1978 se agrega nueva información para llevarse del lote toda la soja posible. Se reitera la conveniencia de usar plataformas especiales para soja, mucho mejor si son angostas y están equipadas con puntones para levantar plantas caídas. “El molinete –preferentemente de dientes– debe girar de manera que su velocidad sea 1,25/1,50 veces mayor que la de avance de la máquina, y no debe ir muy abajo en sojas paradas. Deben preferirse los cilindros de dientes a los de barras batidoras. Asimismo se aconseja instalar un picador de paja en la cola”, resume nuestra publicación. En otro orden, Edgar Hartwig, investigador del USDA, ofrece a CHACRA sugerencias para mejorar el cultivo de soja. “En la Argentina se siembra en forma muy densa, hay



1970 / 1979 Imparable Ismael Demaría, intendente de Arequito, recuerda, en oportunidad de la 7ª Fiesta Provincial de la Soja en esta localidad: “Cuando solicitamos ser sede de la primera Fiesta el país producía 59.000 toneladas anuales, hoy son 1.400.000, de las cuales el 70% pertenece a Santa Fe”. (CHACRA, noviembre de 1977)

muchas plantas por hectárea, lo que puede llevar a menores rendimientos. En siembras a 70 cm se deben implantar 25 o 27 semillas por metro, para lograr 18 o 20 plantas en ese espacio. Además, hay algunos problemas con insectos que no se presentan en mi país”. El profesional agregó que la rotación es la herramienta fundamental para dar batalla a las enfermedades. La misma soja que pone contra las cuerdas al maíz empieza a amenazar las posiciones del sorgo granífero. “Todo hace suponer que en un futuro no lejano

la oleaginosa se expandirá en áreas donde hoy predomina el cereal –advierte CHACRA–. Considerando como razonable un rendimiento medio de entre 4.200 y 4.500 kg por hectárea en las zonas sorgueras de buena agricultura, es necesario que la soja produzca unos 1.500 kg/ha para que pueda competir, lo cual sería relativamente fácil del lograr y aun de superar; de ahí que la hipótesis de una

creciente expansión de la soja en esta área resulta muy verosímil”. Pero a medida que el cultivo progresa otra amenaza toma cuerpo: las enfermedades de origen fúngico. Comienza a pensarse en el uso masivo de fungicidas, hasta ahí poco empleados en los cultivos. Un especialista español, Juan Serres, explica en CHACRA que “hasta no hace mucho tiempo se suponía que la soja no



1970 / 1979 era afectada por ninguna enfermedad de importancia económica. Hoy sabemos que la antracnosis y la phomopsis nos roban buena parte de la cosecha, a lo que cabe agregar la cercosporiosis, llamada ojo de rana por los agricultores norteamericanos. El momento de la aplicación del fungicida es crítico; en Estados Unidos se fumiga con Benlate cuando las chauchas tienen de 4 a 12 mm de largo”. También se hace moneda corriente el análisis de costos y márgenes. Sobre el final de la década la soja sigue siendo el cultivo que presenta el mayor margen bruto por hectárea, así como también es necesario mucho más capital para su implantación y protección. Le sigue el maíz, que junto con el poroto son los dos cultivos que ofrecen mayor retribución por cada peso gastado. Cabe cerrar con las palabras del especialista estadounidense William Shurtleff, en su artículo Soja, esperanza mundial: “Durante los quince minutos

que usted demorará en leer esta nota, 428 personas habrán perecido de hambre. La soja, un grano rico en proteínas, fácil de cultivar y mejorador de suelos, se expande por todo el mundo y es una de

las grandes esperanzas para reducir el flagelo. Entre 1965 y 1975 la producción mundial de soja se ha más que duplicado, y es probable que en los próximos diez años aumente otro tanto”.



TESTIMONIO

Por Héctor Baigorri

Para todo el país n alguna medida les debemos un agradecimiento tanto a los países asiáticos –origen de esta especie– como a Estados Unidos, que constituyó el sitio principal de adaptación de la soja al manejo extensivo. Desde allí inicialmente importamos cultivares; tecnologías de siembra, pulverización y cosecha; manejo y control de malezas, plagas y enfermedades; almacenaje y procesamiento, e inmediatamente empezamos a hacer nuestra propia experiencia. Entre los logros más destacados en lo referente al manejo del cultivo, cabe mencionar a la siembra directa, el desarrollo de los programas de control de malezas, plagas y enfermedades por regiones de cultivo, y el ajuste de las recomendaciones de cultivares en función de la longitud de su ciclo y las fechas de siembra más recomendables para cada zona de producción. Claro, la difusión de la soja tolerante a glifosato merece un párrafo aparte, porque al simplificar y abaratar la producción del cultivo y acelerar la adopción de la directa posibilitó un incremento de la superficie de siembra de 7 millones (1996/97) a 19 millones de hectáreas (2009/10). Y también la Red Nacional de Evaluación de Cultivares (RECSO) coordinada por el INTA, de la que participan todos los criaderos, y que constituye una experiencia única a nivel mundial por sus características, al permitir que productores y asesores renueven el listado de cultivares en uso y su recomendación, sobre la base de información confiable y cuantiosa. Esta red de ensayos se complementa con otras con cobertura regional como la de la EEAOC en el NOA, la de Aapresid en el NEA, las de la EEA INTA Oliveros y Aacrea Zona Sur de Santa Fe en la zona núcleo, y otras. En el mismo sentido, el Sistema Nacional de Vigilancia y Monitoreo (Sinavimo), formado

E

60 • CHACRA

a partir de la amenaza de la roya asiática, constituye una red de alarma que brinda una valiosa ayuda para el manejo de las enfermedades y que en el futuro tendrá que pasar a constituir un sistema integral que englobe patologías, plagas, malezas y otros. La soja ha sido responsable, además, de la ampliación de la frontera agrícola, del desarrollo de las industrias relacionadas con el sector y de muchas localidades del interior, sin contar su descollante aporte de divisas a la economía nacional. Nos queda por resolver una mayor participación del sector agropecuario en la actividad política y con una central única de productores a nivel nacional. También falta una política agropecuaria que promueva la siembra de otros cultivos como trigo, maíz, sorgo o girasol, por caso, mediante reducciones a las retenciones en concepto de exportación u otros beneficios impositivos, siempre cuidando de no afectar a la soja, que es la que hace rentable la producción agrícola, de modo tal que la se pueda producir de manera sustentable. Asimismo necesitamos profundizar el desarrollo tecnológico del sector mediante el reconocimiento de la propiedad intelectual y la promoción de la producción de semilla legal, entre otros. No podemos perder de vista el aporte que realizará la biotecnología a la producción granaria de la Argentina con el desarrollo de la tolerancia a estrés abiótico (sequía, salinidad y estrés térmico). En el debe hay que anotar también la necesidad de comunicar a la población la potencialidad productiva del sector, aclarando los comentarios erróneos que se difunden. En tal sentido, desde Planeta Soja festejamos este nuevo aniversario de CHACRA, la publicación que permitió que todo el país se informara durante los últimos 80 años.





1980/1989 a soja empieza a mostrar números sorprendentes. En la campaña 1979/80 ya se siembran 2.040.000 hectáreas con el poroto, 134% más que en el último quinquenio y 330% más que en el decenio pasado. CHACRA visita el Medio Oeste estadounidense. Razones de precios han hecho que la soja le quite superficie al maíz, a pesar de que este último es el cultivo que mejor conocen los farmers. Incluso los agricultores del Delta del Mississippi han dejado de sembrar algodón para volcarse a la soja. “Emplean semillas cuyo vigor ha sido comprobado, utilizan fungicidas y sustancias inoculantes en la simiente, siembran tempranamente y con menor espacio entre hileras (30 cm) a los efectos de lograr mayores rindes, recurren a métodos de control contra las malezas antes de sembrar (incorporado) y al sembrar (para plantas de hoja ancha), y el tercer golpe lo da una sustancia que se rocía después de que la soja y la maleza han florecido para destruir a las malas hierbas que escaparon a los tratamientos anteriores; el programa completo puede costar entre 37 y 50 dólares. ¿El futuro? Reguladores de crecimiento, rociadores recirculantes, asesores en materia de plagas”, asegura nuestro enviado especial. Claramente todos confían en el futuro del poroto, a pesar de que la coyuntura no es buena. Los márgenes para la campaña 1980/81 indican una amplia ventaja a favor del maíz. Las razones se afincan en precios modestos para las oleaginosas. En ese año crítico a la soja no le fue bien, pero el girasol la pasó mucho peor.

L

Artillería pesada Mientras superan el mal trago los productores afinan la puntería aceleradamente. CHACRA les ofrece en agosto de 1980 un rotundo informe de nueve páginas sobre control químico de malezas, con un espectacular despliegue fotográfico. Contiene asimismo los equipos y técnicas recomendados para la incorporación de herbicidas de preemergencia, incluidos los revolucionarios Terra Gator. La revista pondera el control químico sobre el mecánico, con no menos de 200 64 • CHACRA

De Devoto a la gloria De acá en más los precios muestran fuertes oscilaciones dentro de cada década. Sobre el final del decenio el poroto alcanza valores que nuestros productores jamás habían soñado.

litros de agua por hectárea asperjados a una presión de 70 a 100 libras por pulgada cuadrada. Subraya la importancia del momento óptimo de aplicación, aunque aclara que los resultados siempre estarán a merced del clima, lo cual ha generado cierta preferencia por los herbicidas de preemergencia, y para librarse de los condicionamientos climáticos se recurre a métodos mecánicos de incorporación. El Dr. Fate Thompson, de la Universidad de Carolina del Norte, Estados Unidos, sostiene desde las páginas de nuestra revista que para obtener resultados óptimos los herbicidas deben con-

centrarse en los primeros cinco centímetros del suelo, y las plantas de soja desarrollar sus raíces por debajo de esa zona. A toda esta complejidad hay que agregar la necesidad de recurrir a mezclas de herbicidas y la complementación de equipos y momentos de aplicación para lograr resultados sobre casi todo el arco de malezas. Además, si bien los productos son selectivos para soja, todo depende de la dosis, con lo cual existe un riesgo concreto. Otro informe especial de CHACRA reúne en septiembre a un grupo de especialistas para debatir sobre el manejo del cultivo. Concluyen que para las zonas húmedas se puede optar entre distintas rotaciones: cultivo de invierno/soja de segunda, o cultivo de invierno/soja de segunda-cultivo de verano, o cultivo de invierno/soja de segunda-soja de primera-cultivo de verano o invierno, o cultivo de verano-soja de primera. Para las zonas más secas sólo se recomiendan las dos últimas variantes. Se describen asimismo los métodos de labranza para soja de primera con barbecho previo –incluida la labranza bajo cubierta– y para soja de segunda. Se hace hincapié en las bondades de la labranza reducida (elimina el arado de rejas, sólo utiliza la rastra de discos) y, sobre todo, de la siembra directa. El informe pone de relieve el complicado panorama varietal del cultivo. Si-


Número uno “Siendo un cultivo de muy reciente difusión, la soja pasó a ser en 1979 en términos de valor, el rubro número 1 de nuestras exportaciones agrícolas y el segundo de nuestra balanza comercial detrás de la carne vacuna” (Martín Naumann, director de Extensión y Fomento del INTA, CHACRA de septiembre de 1980)

gue habiendo en el mercado numerosos materiales con muy diversa longitud de ciclo, como reflejo de que aún hay muchas cosas por ordenar. Como orientación, se recomiendan cultivares precoces y semiprecoces para la primera siembra, mientras que los tardíos y semitardíos tienen más aceptación en las siembras de segunda. Y se brinda todo tipo de recomendaciones respecto de la manipulación del inoculante, en especial sobre la fecha de vencimiento y el almacenamiento y manejo en lugares frescos. Preparar el suelo para la siembra de segunda es otro aspecto por debatir. ¿Convencional o directa?, se pregunta CHACRA a fines de 1980. Concluye que no existirían ventajas comparativas por adoptar una u otra cuando se trabajan superficies de hasta 40 hectáreas y se dispone de un solo equipo de labranza. “En la medida que intente sembrar superficies más extensas, las diferencias a

favor de la directa se hacen más significativas”, subraya nuestra publicación.

Mejora genética Hacia comienzos de 1981 todo indica que la necesidad de nuevos materiales es imperiosa. John Schillinger, genetista estadounidense, revela a CHACRA que Asgrow está detrás de la producción de cultivares de soja en la Argentina desde 1978. Como resultado de este programa presenta A 3127, semiprecoz, del GM III, especialmente adaptada al sur de Santa Fe y provincia de Buenos Aires; A 4528, del GM IV corto, para la misma zona; y A 5618, del GM V, para la zona norte de Buenos Aires, centro y sur de Santa Fe y provincia de Córdoba. Para la campaña 1981/82 los costos de la soja en nuestro país ascienden a $/ha 647.000, contra 536.000 del maíz, 397.000 del girasol y 364.000 del sorgo.

Los márgenes brutos, con altos rendimientos en ambos casos, siguen siendo superiores en maíz ($/ha 967.000 versus $/ha 767.000). La magnitud de los números habla de una moneda que comienza un período de profundo deterioro. Como es lógico, las preocupaciones aparecen cuando la coyuntura negativa empieza a alargarse. Previo a la siembra de ese año, CHACRA afronta un análisis económico crítico, de la siembra a la cosecha. “Cuando nos ponemos a hacer las cuentas para la próxima campaña, los números no son favorables para la soja. El año pasado a priori tampoco daban, y se redujo 16% su área sembrada a favor de sorgo y maíz. Pero cabe recordar que terminó la cosecha y el gran negocio fue ¡la soja! Creemos que el análisis de un margen bruto probable no es la herramienta fundamental para decidir una siembra, y mucho menos en el caso del poroto. Este artículo tiene por objetivo convencer al productor de la zona sojera que no debe reducir el área sino, por el contrario, aumentarla. Hay que tener en cuenta cómo mejora el margen de toda la rotación al incluir la soja por sus efectos positivos sobre los otros cultivos”, advierten nuestros redactores. Algo no ha cambiado: la soja de segunda, sumada al trigo, obtiene mayor margen que la soja de primera, tiene menor inversión inicial y es valioso el pase financiero entre el trigo y la soja en un momento de iliquidez estacional. El problema es la siembra, porque cada día de atraso significa pérdidas de rendimiento, y el riesgo aumenta a partir del 15 de diciembre a la latitud de Pergamino ¿Soluciones? La siembra directa, hilerar el trigo con 40% de humedad, sem80 AÑOS • 65


1980 / 1989 brar trigos precoces o bien sembrar la soja antes de la cosecha del trigo. “A esto se suma que no siempre hay humedad, que suele haber problemas de calidad de semilla, que es habitual que falten máquinas. Por todo esto la siembra de segunda es hoy una alternativa de alto riesgo”, avisaban desde CHACRA. Seguidamente se ofrecen variantes para incluir a la soja en la rotación. El poroto ha significado una verdadera revolución en lotes problema, suelos overos donde el maíz rinde poco, perfiles decapitados por erosión o lotes muy chacareados. En estos casos se convierte en el cultivo salvador, porque además es de producción segura. En cuanto a la técnica, la revista analiza las posibles razones que hacen a fallas en el trabajo del herbicida, y cada vez más se cita al Roundup aplicado con sogas entre los productos por considerar. A las variedades conocidas se agrega la importación de Mitchell, Pomona y

McNair 600. “En la zona maicera podemos decir que de la ruta 7 al norte hay que sembrar grupos 6-7 (Cerrillos, Halesoy, Hood, Lee y Bragg) y al sur grupos 45 (Essex, Forest, SRF 450 y York). Respecto de la siembra no caben dudas de que debe hacerse a 70 cm, aunque quizá en el futuro se utilicen surcos más cercanos con variedades más precoces. Y si no quiere equivocarse, siémbrela en no-

viembre”, es el mensaje de CHACRA. Al evaluar diez años de soja en la zona maicera queda claro que cada vez se usan más herbicidas en detrimento de las labores de escarda. Estos insumos se han ido abaratando respecto del precio de la soja. Eso si la soja requiere el uso de dosis ajustadas para evitar dañar el cultivo. Se ha comenzado a difundir la combinación de herbicidas, por ejemplo presiembra y


Aquí también

posemergencia (Treflan+ Basagran) o dos preemergentes (Lexone + Lazo). En cuanto a los insectos, se menciona que se han cometido excesos en materia de aplicaciones, por lo cual se ha comenzado a estudiar el control integrado. Los insectos son la mayor causa de pérdidas en soja de primera, al menos en esa época. Para fines de 1981 se considera que el cultivo es el restaurante elegido por cuanto enemigo anda por allí. CHACRA detalla los hábitos de las principales plagas, sus ciclos y formas de control, e indica que la difusión de la oleaginosa ha creado un puente biológico para que el insecto desarrolle nuevos ciclos en la temporada.

Henry Ford fue uno de los que más contribuyó a la expansión de la soja en América. Su genio advirtió las múltiples aplicaciones de este cultivo, en especial en la industria del automóvil. Fundó un instituto dedicado a estudiarla y en 1936 sembró 25.000 hectáreas con el poroto. Supo invitar a periodistas a almuerzos poblados de platillos elaborados a partir de la soja. Más tarde, mientras recorrían su laboratorio, solía tomar un hacha y golpear con ella la cubierta trasera de una flamante cupé de la marca. El auto ni se inmutaba, su carrocería estaba fabricada utilizando soja.


1980 / 1989 Luces amarillas En cuanto a la cosecha del poroto, los grupos CREA miden en la zona sojera pérdidas del 7,5% de la producción, algo que –dicen– debe solucionarse de inmediato. Por eso CHACRA vuelve sobre los caminos para una recolección eficiente. “Si las condiciones del cultivo son normales se puede hacer con una plataforma triguera, si no hay que recurrir a plataformas especiales. Las pérdidas principales se deben a problemas de captación. Corte muy alto, velocidad excesiva del molinete y corte de la chaucha por la cuchilla son los problemas más frecuentes. Es deseable que la máquina tenga un sistema de variación rápida de la velocidad del cilindro, ya que ésta depende de la humedad del cultivo y contar con aquél permite trabajar más horas por día. Además, se debe anular el retorno para evitar exceso de quebrado”, recomiendan nuestros especialistas. Hacia mediados de 1982 los problemas con nuestra moneda son un pesado lastre, y a la soja le caben las generales de la ley. “El tipo de cambio no debería rezagarse, con lo que se suavizarían los bajos precios internacionales. La incertidumbre en el corto plazo seguirá siendo muy elevada en la medida que la inflación y las tasas de interés continúen siendo altas. Por ende, la diversificación del

68 • CHACRA

Tenía razón Un informe realizado para CHACRA por el Ing. Gustavo Oliverio en los 80 revela los mayores rindes obtenidos para siembra de soja de segunda sobre trigo cuando se recurre a la siembra directa. Pondera sus ventajas y pide que los productores se den su tiempo para tomarle la mano a la práctica, ya que no pasa por comprar una herramienta y ponerla a funcionar, sino que significa poner en marcha un sistema distinto del actual, que requerirá ajustes zonales.

período de ventas aparece como la modalidad más acertada para reducir el riesgo implícito en la evolución del tipo de cambio”, dice CHACRA tratando de dar una mano. Para graficar lo ocurrido a nivel internacional, nuestros FOB promedio pasan de u$s (dólares de 1980)/tn 325,12 en el período 1977/80 a 246,44 en marzo de 1981 y 198 en marzo de 1982. Como fuere, la expansión del poroto en la Argentina ya no habrá de detenerse. De las 700 toneladas producidas en 1950/51 se pasó a 11.200 en 1961/62, 26.800 en 1969/70, 485.000 en 1974/75, 3.500.000 en 1979/80 y 4.200.000 en 1981/82. CHACRA cataloga a la década del 70 como la de la ex-

plosión de la soja –durante ese período el crecimiento productivo superó el 5.000%–, y vuelve a cuestionar la demora en que incurrió el productor argentino en adoptar el cultivo. En 1981, aunque muy lejos de Estados Unidos (22.300.000 toneladas), la Argentina ya ocupa el segundo lugar como exportador de soja (3.000.000 de toneladas). A ambos les sigue Brasil (1.700.000 toneladas). Dos años después la producción mundial de soja alcanza un volumen global en torno de los 97 millones de toneladas y exportaciones por 30.000.000 de toneladas. Para la Argentina se estiman unos 4,5 millones de toneladas. “En cuanto a los precios, respecto de un histórico (hasta entónces) en dólares de 1980 de u$s/tn 289, los proyectados para la campaña se ubican en u$s 186/192. La caída en los valores también alcanza al maíz en los primeros años de los 80, sin embargo hacia 1983 el mejoramiento del tipo de cambio permitió orillar precios internos superiores a los de comienzos de la década. Para junio de ese año la soja obtiene $ 1,90 por cada peso invertido, y el maíz 3,42. Asimismo se destaca el incremento operado en las retenciones, que se elevaron al 25% desde mediados del 82. Los aceites y las harinas, que antes tenían un reintegro, pasan a pagar un gravamen que oscila entre el 10 y el 15%.



1980 / 1989 Menos gastos “El Círculo de Ingenieros Agrónomos y la EEA INTA Villegas convocaron a una jornada sobre labranza conservacionista en soja. Se apreció el control de malezas con Roundup y diversos preemergentes y posemergentes selectivos. El primero se usó a razón de 1 l/ha y se destacó el gran ahorro de mano de obra que implica esta práctica”. (CHACRA, junio de 1986)

Superinformes A medida que el cultivo se hace masivo también adoptan este temperamento los problemas en el lote. A fines de 1983 CHACRA produce un informe especial sobre control de sorgo de Alepo en soja. Contempla rotación de cultivos, labores mecánicas y aplicación de herbicidas, para eliminar rizomas, impedir que se formen nuevos, evitar que semille y destruir la dotación de semillas preexis-

70 • CHACRA

tentes. Así, se plantean labores durante el barbecho de invierno, que deberán complementarse con el uso de herbicidas antes de la siembra (Roundup, Dasulan, MSMA, Asulam). También puede tratarse el trigo anterior en precosecha con Roundup. Luego corresponde utilizar herbicidas selectivos en la soja: presiembra (treflan, pendametalin), preemergentes (pendimetalin, alaclor, metolaclor), y posemergentes (sextodin, fluazipop-butilo o fenoxaprop-etilo). Párrafo aparte para el control con equipos especiales: depositan el producto en el follaje del sorgo que sobresale a la soja, cuando la supera en 15 cm. Constan de un tubo plástico que sirve de depósito a la solución herbicida y sostiene la soga. “Ahora están apareciendo equipos con rodillos o rolos químicos. El producto usado es el glifosato, al 33% en el primer caso y al 10% en el segundo. Estos equipos se recomiendan para infestaciones débiles a moderadas”, avisa CHACRA. El año se va y se espera una recuperación del mercado internacional a partir

de 1984, las incógnitas quedan para la relación cambiaria y el nivel de retenciones futuros, ambos bajo la órbita del nuevo Gobierno constitucional. Como reflejo de que la historia no tiene vuelta atrás cualesquiera fuesen los valores, en septiembre de 1984 CHACRA produce un suplemento especial de más de veinte páginas sobre producción de soja. Destaca que el área potencialmente utilizable con el cultivo es mucho mayor que la sembrada en esa época (básicamente la zona núcleo). Dice además que en gran parte de estas regiones a la soja se le hace difícil competir con el girasol, aunque un progresivo ajuste de variedades y técnicas de cultivo adecuadas puede equiparar el partido. “Hoy, con 1,5 qq/ha en el rinde de soja por encima del de girasol se igualan las rentabilidades”. Ya para este año la Argentina cae al puesto de tercer exportador mundial, detrás de Estados Unidos y Brasil. CHACRA rescata el hecho de que el cultivo permite diversificar riesgos, con un período crítico (floración y llenado) que se ubica en febrero-marzo, posterior a los de maíz y girasol. La revista compara su resistencia a la sequía con la del sorgo, y enfatiza que la renta de la soja es más estable que la de los otros granos. En medio de esta suma de beneficios aparece una afirmación que da vuelta todo lo antes señalado: el rastrojo de soja tiene baja relación C/N y no mejora el suelo, no es útil para promover la reestructuración del perfil ni mantener el contenido de materia orgánica. Paralelamente surge el concepto de hábito de crecimiento, y se diferencian variedades determinadas e indeterminadas. Para las primeras (Williams, SRF 450, Mitchell) hay gran superposición del período vegetativo con el reproductivo (incluso hasta el 100%), mientras que en las segundas (Hood, Bragg) no supera el 40%. Los GM disponibles van del III al IX. Las más usadas son Williams y Asgrow



1980 / 1989 3127 (III), SRF 450, Mitchell y Asgrow 4268 (IV), Asgrow 5308 y 5618 (V), Hood y Carcarañá INTA (VI), Bragg (VII), Hampton (VIII) y Santa Rosa (IX). CHACRA hace fuerte hincapié en la importancia de usar semilla de calidad, bien inoculada. La segunda parte del informe, en la edición siguiente, recomienda una densidad de 15 a 25 plantas por metro de surco, y trabajar a 70 cm, aunque acepta que en ciertas condiciones –variedades poco ramificadas, fechas de siembra tardías, ambientes desfavorables– es posible lograr incrementos de rindes disminuyendo la distancia entre surcos. En la otra vereda el paper destaca que faltan sembradoras adaptadas para esta modalidad, y que hay mayor gasto en el control de malezas y en el consumo de semilla. Se incluye un largo detalle acerca de la importancia del control de malezas y de la batería de herbicidas de presiembra, preemergencia y posemergencia que deben usarse, según se trate de gramíneas, latifoliadas, anuales, perennes, estado de la maleza y momento del ciclo del cultivo. En cuanto a las plagas, el trabajo sugiere encarar el problema preguntándose cuáles son los insectos que provocan daños significativos, cuál es la cantidad de “bichos” por hectárea a partir de la cual es económicamente rentable tratar, si existen plagas que pueden ser controladas por enemigos naturales, y qué diferencia hay entre los diversos insecticidas en cuanto a la toxicidad para el hombre y los animales. También qué dosis bastaría para reducir la población de enemigos a un nivel económicamente inocuo. Nace asimismo el concepto de umbral de daño económico y se refuerza la idea del control integrado de plagas. De tal modo se mencionan en detalle los umbrales para chinche verde e isoca bolillera, y se citan los preparados que contienen enemigos naturales de algunas de las plagas de la soja. Las enfermedades, por su parte, se enumeran con mucho mayor detalle. Podredumbre húmeda del tallo, tizón de la vaina y el tallo, Mildiu, antracnosis, mancha púrpura de la semilla y podredumbre de raíz y tallo son sindicadas como las principales de origen fúngico. A ellas se 72 • CHACRA

Control biológico de plagas “Baculovirus anticarsia pone límites a la oruga de las leguminosas. Se trata de un virus que el agricultor podría multiplicar fácilmente. EMBRAPA logró establecer un programa de implementación de esta práctica, que mostró niveles de control tan satisfactorios como el insecticida. Se utiliza a razón de 10 g de polvo por hectárea cuando la oruga tiene un tamaño inferior a 1,5 cm y una población menor a 20 isocas por m lineal”. (CHACRA, julio de 1986)

el promedio de precios 1979/83 demanda 124,5 toneladas; en octubre de 1984 ya se necesitan 195,77 toneladas; el salario del peón general exigía en 1979/83 unas 4,19 toneladas, que ahora son 4,33; la pick-up, por su parte, pasó en el mismo lapso de 64,1 a 87,5 toneladas.

De reyes y soja

agrega el tizón y la pústula bacterianos, el virus del mosaico, los nematodos. Y para cerrar 1984 CHACRA propone echar un vistazo a las relaciones insumo-producto, otra metodología que comienza a hacerse costumbre entre los agropecuarios. Para adquirir un tractor,

Se suman más actores al elenco estable. Promediando la década CHACRA visita a “El rey de la soja”, Olacyr de Moraes, dueño del establecimiento Itamaraty, considerado el más grande cultivador de poroto del mundo. Tiene 50.000 hectáreas en Mato Grosso do Sul, de las cuales 40.000 albergan soja, con un costo promedio entre secano y riego de 17 qq/ha. El poroto recibe fósforo y potasio a la siembra. Se utilizan variedades originadas en Brasil, semitardías y tardías, y se siembra del 15/10 al 30/11, mientras que la cosecha se extiende entre fines de marzo y fines de mayo. Olacyr tiene 160 cosechadoras que trabajan simultánea-



1980 / 1989

mente. Cada año produce 90.000 toneladas de soja, en un país que ya cosecha 15.500.000 toneladas. Entre nosotros las cosas se han complicado. Avanzado 1985 el campo se revela. La producción mundial de soja 1984/85 bordea los 89 millones de toneladas; 25,2 millones son volcados al comercio internacional y la demanda se ubica en torno de los 88 millones de toneladas, con stocks finales que orillan los 14 millones de toneladas. Hay un severo deterioro en la relación insumo-producto del agro, en el marco de fuerte presión impositiva e in-

74 • CHACRA

flación in crescendo. Entre marzo del 84 y marzo del 85 los precios internos de la soja crecen de $ 605 a $ 4.000 (561%), mientras que los de un tractor trepan 1.031%, los de una pick-up 950%, los del gasoil 791% y los del Treflan 728%. Para la campaña 1985/86 la soja sigue arrojando un margen en australes inferior a los de maíz y girasol. CHACRA aborda otro tema que dominará la escena los años siguientes: la degradación del suelo en el área maicera-sojera. Preocupa el retroceso del maíz y la expansión de la soja en cuanto a la menor calidad de sus rastrojos. También disminuyen las praderas, porque la rentabilidad de la ganadería empieza a ser menor que la de la agricultura. “La soja gana porque se provee su propio nitrógeno, porque facilita el combate de malezas perennes, porque permite distribuir mejor las labores y el riesgo agrícola –aseguran nuestros especialistas–. Pero el maíz proporciona 5 a 8 tn/ha de materia seca de rastrojo, y la soja sólo 2 o 3. A igualdad de aporte, el de la oleaginosa es menos eficaz para ayudar a mantener la estructura del suelo, y una estructura deficiente implica menor capacidad de infiltración y retención de agua”. Claro, al usar siembra convencional la descapitalización de la agricultura pampeana se torna aún más alarmante. En ese mismo número, un joven agrónomo, Rogelio Fogante, explica en

Soja del sudeste Néstor Darwich, de la EEA INTA Balcarce, explica en la edición de octubre de 1988, que en los ensayos zonales las variedades que mejor anduvieron fueron las de los grupos II, III y IV. Hay una relación directa entre los rindes y las precipitaciones de febrero. El margen para ubicar el cultivo es estrecho, y se recomienda la siembra en la primera quincena de noviembre. Antes que sembrar temprano sin la humedad necesaria, es preferible retrasarla, aunque esto también tiene sus consecuencias.

CHACRA que la tecnología y la rentabilidad no son antagónicas. “Los altos rindes son posibles con tecnologías modernas, sencillas y de bajo costo”, asegura, y propone administrar sabiamente los insumos, realizando menos labores convencionales y ajustando el uso de agroquímicos. “Con bajas densidades igual se obtienen buenos rindes y se reducen costos, y con labranza vertical hemos achicado el consumo de combustible en un 35% respecto de la convencional. En cuanto a los insectos, para la oruga medidora en algunos casos el lote se puede dejar sin tratar sin correr riesgos de perder rindes, al barrenador, en cambio, no se lo puede perdonar ni tolerar ningún grado de ataque. Y lo importante es hacer valer lo que uno ha producido, fraccionando las ventas a lo largo del año, con un ojo en las relaciones insumo producto y efectuando compras cuando los precios relativos son más favorables”. Fogante sería, no mucho después, líder en la movida de la siembra directa. Otro hombre del riñón de Aapresid, Cesar Belloso, exhibe en CHACRA un mapa que hoy permite revelar los cambios ocurridos en el uso de los GM, toda vez que el mismo recomienda para la zona núcleo el GM VI. “Cuando una variedad de un determinado GM es sembrada más al sur o más al norte de su latitud ideal, acorta o alarga su ciclo, respectivamente, con mermas en el rinde. Las variedades de los GM más bajos están adaptadas a zonas con menor temporada de crecimiento, de allí que superpongan sus



1980 / 1989 períodos vegetativos y reproductivos (indeterminadas). Las determinadas se corresponden con los GM V en adelante. “Como las semiprecoces (III y IV), indeterminadas, están siendo sembradas más al norte de su zona ideal necesitan que se las ubique en condiciones óptimas de producción. En cuanto a las semitardías, son mas plásticas ante situaciones adversas”, nos enseña Belloso. Hacia fines de 1985 perdura aún el escenario de sobreoferta granaria y bajos precios. El Plan Austral nace después de una inflación anualizada que supera el 1.000%. La soja tiene un precio máximo de 10,18 australes por quintal, y se espera que el área se mantenga en 3,3 millones de hectáreas, mientras que en el mundo las existencias finales del poroto crecen de 16 millones a 24 millones de toneladas. En los últimos doce meses la cotización FOB de la oleaginosa cae de u$s 230 a 202.

Otra historia Hacia 1986 la soja sigue debajo del maíz y el girasol en cuanto al retorno por austral gastado. Respecto de la relación insumo-producto, el tractor pasa de 140,62 tn para el promedio 1980/85 a 179,17 para mayo de 1986; la pick-up de

76 • CHACRA

Pérdidas en cosecha En octubre de 1988 CHACRA inicia una costumbre que mantiene hasta estos días. Con la pluma de su especialista, Juan Raggio, ofrece una guía para el reconocimiento de pérdidas en cosecha, tanto por la plataforma como por la cola, con las causas posibles y las soluciones recomendadas. También todos los cálculos necesarios para llegar a determinarlas.

73,15 a 132,49; el gasoil de 1,27 a 1,83, y el salario del peón rural de 0,75 a 0,86. CHACRA ofrece en sus páginas un importante despliegue gráfico sobre márgenes relativos de soja. La combinación de recesión mundial, caída de los precios del petróleo y problemas con la deuda de los países en desarrollo mantiene deprimida la demanda por aceites y harinas. Aparecen respuestas proteccionistas y los precios de 1986 son los más bajos de los últimos dieciséis años, tanto que la soja muestra un achicamiento continuo de sus márgenes. Los subsidios del Primer Mundo causan estragos. La directa prepara su explosión más allá de las cuestiones de precios. CHACRA analiza la implantación de soja de

segunda con labranza cero. Comprueba que los gastos resultan sensiblemente inferiores a los de la labranza convencional y los rendimientos son superiores, además de los beneficios para el capital tierra. De tal modo, queda atrás un período en el cual los altos costos de los herbicidas demoraban la adopción masiva de la siembra directa. Las buenas noticias no aparecen. Para la campaña 1986/87 se espera que la producción mundial de oleaginosos vuelva a superar la demanda. A pesar de los bajos precios la Comunidad Económica Europea continúa como si nada subsidiando su producción, lo cual ha esterilizado la mayor demanda generada por mejora económica en los países desarrollados, por la debilitación del dólar. Los granos con mayor contenido proteico la pasan algo mejor, pero hacia diciembre la alta inflación hizo que el impacto de la devaluación del austral no se incorporara como beneficio a los productores. CHACRA no deja de ponderar el boom de la soja operado, aunque tardíamente, en la Argentina. Para la campaña 1985/86 son 7 millones de toneladas, lo cual duplica el volumen generado a comienzos de la década y es 12.000% más elevado que a principios de los 70. Se estima que en la nueva temporada la soja puede reportar al país ingresos de divisas por u$s 2.000 millones. Ningún otro producto se le acerca. Los rindes de indiferencia para el poroto –según un informe de nuestra revista– se ubican en torno de los 1.340 kg/ha. El FOB repunta tímidamente a partir de 1987. A lo largo del segundo semestre de ese año la soja logra sobreprecios del 20 al 50% respecto de los precios oficiales y por encima de los precios de paridad técnica. Un hombre de Aacrea, Carlos Giordani, explica a CHACRA que se viene una fuerte recuperación en los valores internacionales, y lamenta que el Gobierno radical no cumpla con su anuncio de eliminar las retenciones para el poroto; también cuestiona los mecanismos de venta con cobro anticipado. Los vaticinios se cumplen y cuando la década empieza a despedirse llega la revancha. Justo cuando venía sembran-



1980 / 1989 do menos por los bajos precios la sequía en Estados Unidos hace que las cotizaciones del poroto lleguen al cielo. En julio de 1988 CHACRA habla de “El grano de oro”. En nuestro país los valores evolucionan desde los u$s 210 hasta u$s 307 FOB. Se levantan 9 millones de toneladas en la temporada 1987/88. La campaña previa se vendió entre u$s/tn 120 y 130, este año entre u$s 195 y 205. “Un campo normal dio 3 toneladas en promedio, lo que equivale a 450 dólares limpios por hectárea que van al bolsillo del productor, algo que nunca se vio en la historia argentina, sobre todo si se piensa que una hectárea vale u$s 1.000”, razonan nuestros redactores. “La gente no está vendiendo –confía a CHACRA un acopiador de Casilda– y hasta ahora la está pegando; el mercado sigue para arriba”. “Ecológicamente la Argentina es un país sojero, no maicero –agrega un analista de mercados–. El poroto es más plástico y su floración se produce en febrero, cuando las posibilidades de lluvias son altas”. “Ya hay un impacto en los arrendamientos –avisa un operador inmobiliario–. Se está pagando cualquier locura y todos quieren entrar en este negocio, y esto de alguna manera va a tener que trasladarse a los precios de la tierra”. En medio de una fiesta nunca vista, en 1988 la soja lidera el ranking de ingresos por austral gastado y su margen supera a los de los otros cultivos. En plena euforia CHACRA visita a Santiago Colombres, el mayor productor de soja del país. Trabaja 20.000 hectáreas sobre terrenos desmontados en Tucumán y Santiago del Estero, y logra una producción de 50.000 toneladas. Utiliza variedades del grupo IX, especialmente la IAC 4, de origen brasileño. “Tal es el grado de convicción en el éxito del poroto, que Colombres, casi ignorando nuestra

presencia, cierra por radio una venta de 20.000 toneladas de soja a entregar en junio del 89 por un precio bastante superior a los 300 dólares por tonelada”, escribe Ernesto Bussio, responsable del artículo. Mientras tanto, el sudeste bonaerense empieza a medir sus posibilidades de

De puño y letra ■ “Las expectativas para la soja son más que promisorias; imaginemos qué pasaría si China Continental llega a adquirir el consumo por persona que tiene Taiwán, absorbería toda la producción de Estados Unidos”. Premonitorio, sin dudas. (John Schillinger, CHACRA, marzo de 1981) ■ “Al país una hectárea de soja le produce el doble de divisas que una de trigo”. (CHACRA, septiembre de 1981) ■ “Uno de los milagros de la soja fue lograr una acción mancomunada para su fomento y expansión por parte de públicos y privados, algo poco usual en la Argentina”. (CHACRA, diciembre de 1982) 78 • CHACRA

sumarse a la nueva tendencia. Es una de las zonas donde la soja encontró serias limitantes para entrar. Para el coordinador de la zona Mar y Sierras de Aacrea, Ricardo Dean, la soja es un cultivo que puede llegar a competir con el girasol, pero requiere mayor nivel tecnológico y costos, y hay que sembrarla en buenos suelos, sin tosca. “Las variedades disponibles constituyen un contratiempo, ya que todavía se está en una etapa de prueba; actualmente se están obteniendo buenos resultados con Asgrow 3127 y 5308, y hay una gran expectativa con la variedad Kador, de Buck”, explica el profesional. Más al norte, en la zona núcleo, en los últimos quince años se ha producido el desplazamiento de la ganadería por la agricultura y el crecimiento de la soja, que barrió de la zona al girasol y le fue sacando espacio al maíz. “Hasta hace pocos años la de segunda era el 80% de la soja sembrada allí –refiere CHACRA–. El doble cultivo trigo/soja se expandió rápidamente porque brinda un esquema de financiación muy interesante. Claro, se dejaron de lado dos actividades que aportaban materia orgánica al suelo ¿El debate? Algunos proponen volver a la ganadería, otros plantean la necesidad de desarrollar una nueva tecnología que permita hacer agricultura permanente con alta rentabilidad, protegiendo el suelo. La referencia es, claro, para la siembra directa”.



1980 / 1989 Funcionará Apuntalando las perspectivas de la directa, CHACRA despide la década refiriéndose a la creciente difusión del barbecho químico en rotaciones que incluyen soja y maíz. En cuanto a la siembra de soja sobre rastrojo de trigo se comprueba que la labranza cero es viable en el gran cultivo, que se pueden esperar rendimientos semejantes a los obtenidos con laboreo convencional, que permite un adecuado control de la erosión hídrica, resulta menos costosa y requiere un mayor uso de herbicidas. A la vez, asistimos a la IV Conferencia Mundial de Investigación en Soja, realizada en Buenos Aires. Especial impacto provoca la información sobre variedades resistentes a insectos, más específicamente a la oruga de las leguminosas e isoca cortadora de la alfalfa. Se trata de Crockett (GM VIII) y Lamar (GM VI); la última también es resistente a Heliotis

zea. Por su parte, la brasileña IAC 100 es resistente a chinches y tiene buen comportamiento frente a la oruga de las leguminosas. Los adelantos genéticos siguen sorprendiendo al productor. Finalizamos describiendo el modelo productivo de alta tecnología llevado adelante en dos establecimientos del CREA Pergamino-Colón. Las líneas de

trabajo pasan por la búsqueda de nuevas alternativas en el grupo IV, pensando en un complemento de la Mitchell. Además, por tender a mantener y estabilizar la rotación, y contar siempre con lotes descansados y limpios, porque sus gerenciadores consideran que la conservación de la estructura y la fertilidad de los suelos es la base de los rindes.



TESTIMONIO

Información y compromiso mediados de los 80, la soja era un cultivo más dentro de la rotación y no tenía un paquete de herbicidas muy consolidado. La problemática del control de malezas era compleja porque no había herbicidas específicos para esta especie, lo que provocaba una pérdida considerable de rendimiento. No mucho después todo cambiaría. En principio, este cultivo fue el que permitió profesionalizar el control de insectos. Por medio de una capacitación que brindaba el INTA, se definieron los umbrales de daño económico para decidir la aplicación de insecticidas, lo que ayudó a mejorar el manejo, a revisar más intensamente los lotes, a medir efectivamente el nivel de presencia de la plaga y a actuar en consecuencia. Eso fue muy importante para la toma de decisiones y para el proceso tecnológico que vendría. En los 90, en plena convertibilidad, con bajos precios y con alta deuda de los empresarios, la soja fue el cultivo que permitió a los productores argentinos capear el temporal económico y sobrevivir con un margen bruto positivo. El gran cambio se produjo a mediados de esa década, cuando se liberó la patente del glifosato y apareció la soja RR que, en conjunto con la siembra directa, permitió expandir el área agrícola a nivel nacional e incorporó una fuerte tecnificación en la agricultura pampeana. Esto posibilitó el desarrollo de la especie en nuevas zonas, la tecnificación, la profesionalización, la capacitación y el aumento del uso de insumos. No obstante, estas mejoras vinieron de la mano de problemas en la conservación de suelos, dado que no aporta suficiente rastrojo (equivale a la tercera parte de lo que genera un trigo-soja o un trigo-maíz). Esta situación se

A Por Julio Lieutier

82 • CHACRA

agravó a fines de los 90 cuando, por el ahogo financiero y los bajos resultados económicos, el territorio sojero se expandió en gran medida por la favorable relación ingreso-gasto del poroto. Como fuere, la soja es un cultivo muy dúctil en el manejo. Esta condición permitió a los productores modificar las fechas de siembra, los genotipos y la duración del ciclo, además de experimentar y adaptarla a diferentes circunstancias y calidades de suelo. Y en la medida en que se rotan cultivos, los escenarios para las malezas y enfermedades se modifican y así se corta el ciclo de reproducción. Como asesor CREA, el desafío consiste en lograr una inclusión cada vez mayor del poroto como segundo cultivo en una secuencia de cultivo de invierno-cultivo de verano. Y es importante que no sea sólo trigo-soja, sino que también se incluyan otros granos menos convencionales como cebada, colza o arveja, que tienden a sumar rastrojo. Claro, esto demandará un mayor desarrollo comercial para estos cultivos, que habitualmente cuentan con sólo dos o tres compradores, y muchas veces no se tiene un acceso libre al precio. Por otro lado, si la producción se realiza en campo de terceros (más de la mitad de la agricultura del país se hace de esta manera), a esta problemática se le debe sumar la inestabilidad económica, la regulación de los mercados y la necesidad de generar resultados sobre el gasto invertido. En este derrotero de crecimiento e innovación, desde Aacrea es inevitable reconocer a la revista Chacra, que a largo de sus 80 años informó y acompañó a los productores argentinos mostrando el camino de avance y progreso hacia una producción más sustentable del cultivo de soja.



1990/1999 comienzos de la década de los 90 la información suministrada por los profesionales de CHACRA mostraba para la soja un valor de exportación a todas luces muy flaco. Ciertamente esto determina precios al productor poco retributivos en una época en que los costos del cultivo eran, en términos relativos, más altos que en el presente. Los testimonios recogidos entonces son elocuentes. Promediando 1990, Santiago Colombres, entonces el más importante sembrador de soja del país, sintetizaba amargamente la realidad del momento: “Mucha soja y poca plata”. “Trabajamos para el Estado, a pesar de que el productor respondió al llamado del nuevo Gobierno con una cosecha de 11 millones de toneladas y más de u$s 2.000 millones como ingreso de divisas. Del precio de exportación de la soja, unos u$s/tn 200, el 30% se lo llevan las retenciones, y de lo que resta cerca del 38% se va en gastos de comercialización. Luego siguen otros costos. El precio final neto de gastos variables es de apenas u$s 70 por tonelada”, se queja el empresario. En la Argentina de 1990 ya se siembran 5.000.000 de hectáreas, cuatro veces más que a comienzos de los 80. Pero después de la euforia de 1988 –el FOB argentino pasó de un año a otro de u$s 210 a 310– los precios han vuelto a caer a u$s/tn 220. Y aunque la aplica-

A

84 • CHACRA

Un Fórmula 1 Si la soja venía sacándoles ventaja a los otros integrantes de la rotación, la llegada de los materiales RR la puso a la cabeza de las preferencias de los productores argentinos de una manera absoluta.


ción del Plan Primavera, con aumento de retenciones y dólar barato, fue un duro golpe en 1989, la campaña siguiente se inició con todo. Otra vez la convicción acerca del futuro del poroto. En tanto se aguarda salir del atolladero, CHACRA vuelve sobre un tema que preocupa ante el avance del poroto. Se indica una vez más que la oleaginosa es riesgosa para los suelos débiles, con síntomas de erosión o tendencia a encostrarse, todo lo cual tiene impacto sobre la capacidad de infiltración del perfil. Además, el rastrojo de soja desaparece fácilmente y la pérdida de suelo es mayor detrás del poroto que después del maíz. Se recomienda programar una secuencia en la cual la soja no tenga un rol preponderante, disminuir las labores, sembrar a menor distancia entre surcos, implantar cultivos invernales y evitar el pastoreo de rastrojos. Es que la soja está más instalada que nunca en el área maicera, y se siguen ajustando los modelos de producción del

poroto en la zona núcleo, región que comprende más del 60% de la producción nacional de la oleaginosa. Paralelamente avanzan los sistemas de producción con ciclos agrícolas prolongados, con mayor presencia del poroto, cuyos rindes permiten mejores márgenes y mayor estabilidad en los ingresos. Pero, como se indicó, hay una agresión del laboreo por aumento del doble cultivo, cae el aporte de rastrojos y se incrementan los procesos de degradación de suelos y erosión de lotes con pendiente. Afortunadamente, la disminución de la relación insumo-producto ha permitido volver a pensar en la siembra directa como fenómeno masivo.

Detalles ajustados Para 1991 los números de la gruesa siguen sin cerrar. Los precios esperados para el poroto (u$s 164) se mantienen pero hay un importante incremento de los gastos directos, de los de estructura

y de los de comercialización. Entre siembra y cosecha el margen esperado ha caído de u$s 159 a 113 por hectárea, y el rinde de indiferencia crece de 17 a 21 qq. La directa es ya una realidad palpable. CHACRA destaca que la siembra directa de soja sobre trigo es una modalidad que ha crecido significativamente en las últimas campañas, si bien esta práctica debe alcanzar todavía un grado de inserción mucho mayor en nuestros esquemas. Roberto Peiretti, de la novel Aapresid, recomienda evitar los lotes con alta infestación de malezas, o con fertilidad deficiente, que impidan lograr un trigo rendidor y con buen volumen de rastrojos. “El trigo debe cortarse lo más alto posible sin perjudicar el rendimiento en grano. En cuanto a las malezas, se requiere un prolijo control en presiembrapreemergencia; en posemergencia se usan los mismos herbicidas que en convencional”, explica el profesional. Así como el sudeste busca su lugar bajo el sol, en el oeste el poroto tiene 80 AÑOS • 85


1990 / 1999 márgenes tan atractivos como los de los cereales. Los cultivares de los GM IV y V son ahora los que cuentan con mayores posibilidades de éxito y menores riesgos. Se recomienda la siembra con máquina de gruesa a 70 cm y en plano, o con sembradora de fino anulando 2 o 3 bocas para sembrar a 45 o 60 cm, con roldana y enrasador de cerdas. En tanto, la cancrosis avanza y genera preocupación. Producida por Diaphorte phaseolorum (fase sexuada) y Phomopsis phaseoli (fase asexuada), produce daños alarmantes en Brasil y Paraguay y se teme una irrupción explosiva en el norte

Variantes en inoculación CHACRA aporta más información sobre inoculación. Se advierte que la soja requiere un Rhizobium especifico. Respecto de la práctica, lo ideal es inspeccionar los nódulos 50 días después de la germinación. Observar tamaño y ubicación –se prefieren los más grandes, montados sobre la raíz central–, y sobre todo cortarlos –coloración rojiza clara–. Aparecen detalles sobre el preinoculado y la aplicación en el surco.

del país. Necesita humedad para manifestarse y genera infecciones en las inserciones de tallos laterales y pecíolos, que terminan matándolos; en siembras tardías puede incluso quebrar el tallo. El control pasa por el uso de variedades con mayor tolerancia, de fungicidas (thiabendazol solo o con thiram), y ubicar la época de siembra de modo de escapar al período en que las condiciones climáticas favorecen al patógeno. La calidad de semilla utilizada empieza a ser mirada más detenidamente. Aacrea llama a considerar que el uso de semilla con condiciones no ideales genera fracasos en la implantación, con un costo muy alto. Por este motivo no se puede obviar la evaluación de calidad de la misma. Pureza, poder germinativo, vigor, uniformidad y tamaño son cuestiones que deben evaluarse previo a la siembra. Más números aportados por CHACRA: márgenes para la zona maicera en 1992. El resultado operativo de la soja se ubica en u$s 217, el de maíz en u$s 167, y el de trigo/soja en u$s 309. El rinde de indiferencia para el poroto bordea los 1.095 kilos, y el de maíz los 2.004 kilos. Los números de la soja fueron de $/qq 23,5 en 1979/83 a 19,55 en 1992/93.

Para arriba La carambola de los fundamentals se repite en 1993. Otra vez magros resultados para la cosecha estadounidense –este país producía entonces algo más del 50% de la soja del planeta– les dan im86 • CHACRA



1990 / 1999 pulso a los precios. La producción del país del norte declina de 60 millones a 49 millones de toneladas, con todo lo que eso significa. Así, el valor pizarra marca subas mayores al 20%. Como los costos no se movieron, se esperan retornos con la soja por encima del 100% sobre el capital invertido. Nuevamente un negoción. El FOB pasa de u$s 208 a u$s 238. Sí, adivinó, se gestó para la campaña 93/94 un récord absoluto hasta ahí: 12 millones de toneladas. Paralelamente, después de seis años y medio el GATT queda en punto muerto en la Ronda Uruguay. Apoyo interno a la producción, acceso a los mercados y subsidios a la exportación son temas que crispan los nervios del productor argentino. En casa rige la convertibilidad, los resultados se achican, y los productores empiezan a poner la lupa en

los números finos. Quienes venían haciendo las cosas bien les sacan ventaja a los otros. Al mismo tiempo, el atraso cambiario y el incremento del costo de vida aumenta los requerimientos empresarios para mantener el mismo nivel de solvencia, lo que se traduce en un incre-

mento de los retiros. Promediando 1994 se estima que los precios están en un techo, dado que las siembras a partir de marzo en Estados Unidos –que busca recuperarse de la crisis climática de la campaña previa– pueden volver los valores hacia un escalón inferior. CHACRA aporta el testimonio de un productor sojero convencido del rumbo económico del país: Juan Allende. En cuanto a la soja, Allende considera que “lo primero que hay que hacer es tranquilizarse para vender, porque cosechamos prácticamente detrás de los brasileños y antes de que se siembre en Estados Unidos, el mayor productor del mundo, el que fija los precios, y en la que el clima define los valores. Las cotizaciones de la soja están atadas a Chicago, con pequeñas variaciones que reflejan urgencias locales. Para poder competir en el mundo tenemos que hacer valer nuestras ventajas climáticas, la diferente época de cultivo y ajustar profundamente nuestros costos, sobre todo el llamado costo argentino. Desde luego, jamás se debe bajar la guardia en el desarrollo sostenido de la tecnología, y es deseable una reducción de la presión impositiva”. Aquí y allá los márgenes mandan. Con 300 kilos de carne por hectárea ya no es posible competir con 70 qq de maíz o 35 de soja. Nuestra publicación refleja la historia de un establecimiento que se vuelca, como muchos, a un esquema de agricultura continua en siembra directa. Así, se analiza el nuevo planteo técnico y cuál es el mejor camino para pasar de las praderas a la producción de granos, y nada mejor que comenzar sembrando soja



1990 / 1999 en directa. En este caso, la de primera promedia 37 qq/ha y la de segunda 26. En cuanto a la fertilización en soja, el comentario es que no se detectan ventajas por aplicar fósforo (P) con una dotación del suelo por arriba de 13 ppm. Por el contrario, si el tenor de P es menor a 5 ppm hay que esperar respuestas sólo con más de 80 kg/ha de superfosfato triple.

En 1995 CHACRA avisa que se suma otro gran actor a este juego, que a pesar de los cuestionamientos permite la adopción de tecnología que un pequeño productor aislado no puede pagar. Son los fondos de inversión, es decir grupos empresarios que asistidos por idóneos ingresan al negocio agrícola para lograr lo que otras alternativas no ofrecen. Los fondos captados por medio de cuota-partes se destinan a la siembra de trigo, maíz, soja y girasol en la zona núcleo. Así, los pools de siembra obtienen una tasa de retorno de entre el 25 y el 40%. Pero éste fue, además, el año de uno de los grandes anticipos de CHACRA: la llegada de la supersoja. La revista anuncia que es inminente el lanzamiento de variedades de soja resistentes a glifosato. “Un golpe grande, sin dudas. Dotadas del gen RR, trabajan en conjunto con un herbicida de baja toxicidad, biodegradable. Esto aportará significativamente a la reducción de la contaminación ambiental. En este momento se aplica un herbicida de acuerdo con la maleza presente, en unos meses se manejará un solo herbicida ajustando dosis para controlar un gran espectro de malezas. Así, la facilidad de control será muy grande y el impacto enorme; un gran avance en soja”, indicó a CHACRA un técnico de Monsanto. Entonces se minimizó la posibilidad de generar malezas resistentes en el mediano plazo. Efectivamente, para las siembras de 1996/97 las supersojas son una realidad. Confirmando el anticipo de CHACRA, en Rosario Nidera, Monsanto y Asgrow presentan los materiales resistentes a Roundup. “Hoy nos convocan las variedades transgénicas resistentes al Roundup, producto biotecnológico lanzado al 90 • CHACRA

Una masa

Llegan ellos

Andrés Fernández Madero, un productor vinculado con Aapresid, explica cómo logra 6.000 kg/ha de soja en Las Acacias, un campo del noreste bonaerense. La soja fue precedida por un maíz de 10.000 kilos cosechado a fines de abril, en cuyo rastrojo se aplicaron 2,5 l de glifosato con 80 l de agua. Posteriormente se sembró una avena en directa que se secó en agosto, y el 4 de noviembre se implantó soja (DONMARIO 501, no transgénica) a razón de 24 plantas por m y a 70 cm entre líneas. En preemergencia se aplicó Losrban y Alteza, y se monitoreó el cultivo durante 14 semanas. La humedad fue adecuada salvo en los primeros 19 días de enero. La soja se cosechó con monitor de rinde georreferenciado. Lo fundamental: la clave para altos rindes jamás depende de prácticas aisladas.

mercado simultáneamente en nuestro país y en Estados Unidos. Le da valor agregado al cultivo al bajar su costo de producción, incrementar la productividad, y aumentar la eficiencia de manejo”, explicó entonces Francisco Firpo, gerente general de la División Semillas de Nidera. Así, la campaña aludida empezó a cambiar la historia de la agricultura en la Argentina, de un modo como pocos podían imaginar por aquellos días. “Esperamos poner a la venta semilla de las nuevas variedades para noviembre de este año; estamos al aguardo de la autorización de Agricultura –señaló a CHACRA Rodolfo Rossi, técnico de Nidera Argentina–. Hemos inscripto cinco variedades de los grupos V y VI, que cubren el 65% del mercado de semilla de soja, si bien estamos trabajando también sobre variedades de los grupos III y IV”. Se estimaba –y así fue– que el mayor impacto se daría en zonas marginales y submarginales, y que las transgénicas

permitirían que el productor ahorrase $/ha 30 a 35.

Plus de rindes Mientras la soja Mayo 97 trepa a los u$s 280/300, CHACRA investiga la fórmula de los 5.000 kg. Para César Belloso, la historia comienza por un plan de rotación en siembra directa. Además, el cóctel incluye al antecesor maíz, el manejo del período de barbecho con herbicidas, la siembra temprana (25/10 al 10/11 en zona núcleo), variedades del GM IV (DONMARIO 48, DONMARIO 49, CX455 de Debalb), una densidad de 300.000 a 350.000 plantas a cosecha, semilla de excelente vigor curada e inoculada, control de malezas con herbicidas residuales como Preside o Pívot, y estricto control de insectos, especialmente chinche a partir de enero. Claro, hay que sumar la buena voluntad del clima para arribar a los números indicados.



1990 / 1999 La cancrosis, en tanto, invita a no bajar la guardia. Un trabajo de los grupos CREA aconseja no seleccionar una variedad en función de una sola enfermedad sino tener en cuenta todas. La evolución de esta dolencia es errática y las herramientas de manejo deben ser consideradas para cada lugar. Por el lado de la densidad, cuanto más elevada es más propensión hay al ataque de este patógeno. Respecto del uso de fungicidas, en Estados Unidos se emplea Thiuram con Vitavax, Benomyl o Captan. Para 1998 el precio de la soja vuelve a caer a cerca de u$s 200. Hay que afinar otra vez el lápiz. En una reunión organizada por Aapresid se mencionan cuestiones ligadas con la sintonía fina en la conducción del poroto. Mediante el manejo se recomienda prolongar el lapso durante el cual el cultivo capta la mayor cantidad de radiación. Por eso se debe arribar cuanto antes al valor de índice de área foliar crítico. El objetivo es

llegar al comienzo de llenado de grano con la entrehilera totalmente cubierta para aprovechar al máximo la radiación

incidente. Adecuando la fecha de siembra se pueden alcanzar estos objetivos. En cualquier caso el agua es el factor



1990 / 1999

Prueba superada

que más influye sobre el rendimiento y es fundamental evaluar su ciclo en el suelo. No sólo interesa la cantidad sino el momento y la proporción en que se encuentra en forma útil para el cultivo. El llenado de granos es el período de mayor sensibilidad al déficit hídrico. Se inicia en CHACRA una serie de artículos sobre la soja de segunda en el sur de Santa Fe, una sociedad rendidora. En la mayoría de los años la renta del tándem supera a la soja de primera, y además juega a favor la cobertura que deja un trigo de 30 qq o más, de alta relación

carbono-nitrógeno. Eso sí, se señala que las variedades de soja utilizadas vienen cambiando como consecuencia de los nuevos materiales genéticos, la irrupción de nuevas enfermedades y la ocurrencia de heladas durante el mes de abril, lo que obligó a reconsiderar la utilización de cultivares más cortos (más GM V y IV y menos VI). La fecha de siembra es muy importante en soja de segunda, por lo cual es conveniente sobredimensionarse en sembradoras. Las primeras pruebas en el gran cultivo de las RR en el sur de Santa Fe arrojan

El tema es alimentación animal con leche de soja. La misma es producto de la extracción acuosa una vez molido el poroto, y tiene igual contenido de proteínas que la leche de vaca. Con 90 kilos de soja se pueden preparar 1.000 litros de leche, y se logra una reducción en los costos de alimentación de terneros en guacheras del 40 al 70%, según el valor de los insumos al momento del calculo. ¿El resultado? Las ganancias de peso fueron equivalentes a las de un buen sustituto lácteo. Por otro lado, si se suministran fardos de calidad hacia fines del período de estaca y en recría no se produce disminución en el ritmo de desarrollo del rumen, como se ha argumentado.

rindes satisfactorios, de entre 3.500 y 4.000 kg/ha. Se las menciona como de gran utilidad para iniciar la directa tras una pastura, también para librarse de ma-



1990 / 1999

lezas problema como cebollín y gramón. En este artículo se cita a cerraja, pensamiento silvestre y enredadera perenne como malezas que empiezan a manifestar cierta tolerancia al glifosato. Como aún se trabajan sojas no RR se indican los recaudos que deben tomarse para con ellas –por ejemplo, cambio de pastillas para mi-

nimizar la deriva–. En cuanto a la soja de primera en la misma área, se la observa condicionada por los precios esperados para maíz y, sobre todo, la aptitud triguera y los rindes esperados de trigo/soja, junto con los precios de ambos. El antecesor por excelencia es el maíz. Técnicos del INTA

Marcos Juárez sugieren la siembras de octubre para ubicar el período crítico en un ambiente de mejor radiación y temperatura. Piensan en distanciamientos de 52 cm para A 6401 y A 5409, y de 38 cm para variedades como DM 458, DM 4700 o P 9501. Respecto de los herbicidas, los barbechos químicos se hacen



1990 / 1999 con 2 a 4 litros de glifosato, acompañado de 2 4 D y Misil o atrazina. Después de la siembra se aplica glifosato con Arnés o Preside, o bien Pívot. La Cuenca del Salado adhiere a la movida. Oscar Alvarado, un pujante empresario CREA, le cambia la cara a la Pampa Deprimida. La siembra directa y la soja RR transformaron a El Tropel, un campo de cría típico de la zona, en un establecimiento que dedica el 40% de su superficie a la agricultura. El resultado de producción pasó de 13 $/ha/año a –incluyendo el alquiler de campos– 82 $/ha/año. La clasificación americana de suelos cae en desuso, y ahora se habla de suelos con aptitud para hacer agricultura en directa o sin ella. En aquel año, Oscar sembraba alrededor de 13.000 hectáreas propias y alquiladas, guarismo que multiplicaría por 10 en los campañas siguientes. La soja cierra la década en torno de u$s/tn 160. CHACRA aporta más novedades sobre la soja de segunda. Qué, cuándo y cómo sembrarla en el sur de

Los tiempos cambian Un trabajo realizado por un profesional de la EEA INTA Marcos Juárez, Córdoba, revela que el poder de compra de los principales granos se redujo sensiblemente en los últimos 30 años. “Hoy un agricultor necesita 161 hectáreas para alcanzar un nivel de vida de 1.200 pesos mensuales, mientras que en 1965/69 lo lograba con 72, y en 1979/83 con 38”, dice el técnico. Por su parte, un trabajo de Aacrea indica que entre 1970 y los 90 los costos fijos virtualmente se duplicaron en moneda constante.

Santa Fe es otra vez la consigna. En materia de variedades es notable el aumento del share de las del GM IV (incluso se usa el GM III largo) y de los materiales RR, que permiten adelantar la fecha de siembra. También se destaca el uso de cabezales stripper en trigo y el achicamiento entre hileras en soja a 52, 39 y 35 cm. La

primera recomendación es no sembrar variedades de trigo fuera de época, porque el atraso impactará en el rinde de soja. Es más, hay que pensar en el uso de cultivares que maduran anticipadamente. En soja, DM 48, DK 458 y A 6401 se ubi-



1990 / 1999 can con rendimientos índice superiores. Paralelamente se empieza a dar especial trascendencia a la influencia del ambiente. Así se comienzan a valorar varie-

dades que no alcanzan la cima de rindes pero que se caen menos cuando el ambiente empeora. Dos periodistas de CHACRA viajan al corazón sojero del Mato Grosso. Esta zona produce el 25% de la soja brasileña, entonces unos 7 millones de toneladas. Fazendas de más de 10.000 hectáreas y un mundo de insumos para sacarle al poroto 3.000 kg por unidad de superficie. El aporte de calcáreo es indispensable, y los costos son otros. Los socios del Mercosur aseguran que la zona todavía tiene 20 millones de hectáreas para poner en producción. El Grupo André Maggi es el mayor sembrador del país (50.000 hectáreas de

soja), e incluso utiliza la hidrovía Madeira-Amazonas para exportar directamente a Europa mediante sus instalaciones en el puerto de Itacoatiara. Fue una de las campañas con peores precios de que se tenga recuerdo, por lo cual la renta se presentaba muy ajustada, con costos en torno de los u$s/ha 340 e ingresos que bordean u$s/ha 370. Y todo con soja convencional; por aquellos años Brasil temía a la reacción europea y buscaba diferenciarse, si bien la nota dejó en claro que los vecinos ya tenían transgénicas a nivel experimental y que iban a utilizarlas ni bien se aclarara la controversia.Y así lo hicieron, por cierto.

De puño y letra ■ Con las RR los costos de producción bajarán no sólo por el precio del Roundup sino porque la cobertura del suelo por parte del cultivo permitirá reducir dosis. (CHACRA, febrero de 1995) ■ La agricultura se ha convertido en un negocio globalizado. Esto requiere actitud innovadora y adecuado manejo del físico. (Juan Allende, CHACRA, septiembre de 1994) ■ Las nuevas transgénicas son sólo un peldaño en una escalera de progresos con un final difícil de predecir. (Rodolfo Rossi, CHACRA, enero de 1996)





TESTIMONIO

Brillante Por Obdulio San Martín

trayectoria ecuerdo que comencé a trabajar en 1984 haciendo monitoreo de lotes de soja, básicamente Bragg, Hood, Forrest y Esex, del GM 5,7 al 6 largo. Eran los ciclos que se usaban para la zona núcleo. Después llegó Asgrow 5308, que se sembró en el 90% de la superficie sojera del país. Fue la primera variedad que a esa latitud logró quebrar los 3.000 kg/ha de rinde. Las otras andaban entre 2.200 y 2.400, y generalmente se sembraban muy tarde, casi en diciembre, y el llenado de granos se iba a marzo-abril. Claro, todo se hacía en convencional y a 70 cm entre hileras. La gran problemática era Sclerotinia. Más tarde aparece un material estadounidense –Mitchell–, del GM IV corto, muy mejorado desde el punto de vista del rendimiento pero con problemas de dehiscencia. Los GM IV ya rendían más que los GM V porque llenaban granos en un período con más temperatura y más radiación, pero todavía teníamos poco claro el manejo y se terminaban enfermando. Ni bien empezamos a encontrarle la vuelta pegaron el gran salto en materia de superficie. En 1992 se sembraban 3.000.000 de hectáreas, y sólo el 5% eran ciclos cortos. DONMARIO participaba de esta movida con DM 49, DM 43 y DM 50, circunscripto al norte de Buenos Aires, Chivilcoy y en alguna medida 9 de Julio. Paralelamente, en el sudeste de Córdoba se acelera la movida de la siembra directa y se empiezan a pasar de vueltas los GM VI. Rogelio Fogante plantea sembrar un grupo corto, y hacerlo tempranamente. Nos compra tres camiones –uno de cada una de las variedades citadas–, y obtiene 4.000 kilos en promedio, contra 2.700 de los otros cultivares que usaba. Es curioso, pensábamos que la expansión de los ciclos cortos iba a ir de Chacabuco hacia el sur, y fue al revés. Hoy por hoy, de los 19

R

104 • CHACRA

millones de hectáreas sembradas en el país algo más del 60% pertenece a los GM III y IV. El boom de la soja se produce cuando a ciclos cortos y siembra directa se suman los materiales RR. Pero el gran cambio, en términos genéticos, es que a mediados de marzo los materiales viejos están entre floración y R 4, y los nuevos en R6 avanzado; implica una diferencia de potencial de más de 2.000 kg. Con el tiempo aprendimos que los GM IV andan bien de primera y de segunda, que son tan estables como los ciclos más largos, que siempre rinden más, y que podíamos ir a fechas de siembra más tempranas. En octubre, con buenos ambientes y ciclos cortos es posible explorar el máximo potencial. Después, en orden de importancia, juega el achicamiento de la distancia entre hileras (menos de 52 cm). Lo tenemos cuantificado en distintos ambientes y GM como aportando un plus de rinde del 6 al 7% (400 kg). Y todo lo que tiene que ver con protección de cultivos. Por ejemplo, hacerlo contra mancha ojo de rana y enfermedades de fin de ciclo determina 700-900 kg más a cosecha. Y estamos llevando a cabo ensayos de densidad y vigor germinativo para ver qué contribución tienen en el rinde. Ayer y hoy el gran golpe es detectar la combinación ideal de ambiente, variedad y fecha de siembra; ahí hay al menos 1.500 kg de diferencia. Respecto de los nuevos materiales, como la soja RRBt, la imaginábamos para el norte del país, pero va a ser necesaria incluso en el centro de la Región Pampeana. Todo depende de la relación costo-beneficio que el productor perciba. En cuanto a CHACRA, la sentimos como La Revista del Campo, el medio que siempre acompañó el crecimiento de nuestra agricultura con una trayectoria que fue y es brillante. ¡Felicitaciones por estos jóvenes 80 años!



Las muestras de a muestra a campo abierto y de maquinaria en movimiento más grande del planeta fue la genial idea de CHACRA que coronó el pasaje –como citara una reconocida periodista agropecuaria– del campo romántico al campo empresa. Ya nada volvería a ser igual. A poco de comenzar los 90, la soja y la siembra directa venían pidiendo pista, y arrastrando al resto hacia un destino distinto. Y la revista, que acababa de cumplir 60 años en el mercado, decidió que merecían un marco acorde, un trampolín para potenciar el cambio que se estaba gestando. No hay dudas de que el poroto fue un gran protagonista de la mítica ExpoCHACRA de los 90. Pero su brillo, al igual que ocurrió en el gran cultivo, fue ganando peso con el correr de las distintas ediciones. La primera megamuestra organizada por revista CHACRA tuvo lugar en 1992. Fue en La Lucía, a pocos kilómetros de Pergamino, provincia de Buenos Aires. Las sembradoras para grano grueso coparon entonces la parada, tanto en directa como en convencional, y el poroto entraba en este paquete. Sin embargo, algunas cosas empezaban a diferenciarse, como una novedosa Agrometal pensada para soja de segunda que permitía trabajar a 70 cm o a 35 cm entre líneas, a diferencia de los equipos existentes que sólo admitían un único distanciamiento. Para 1993 en los plots de semilleros

L

El alma de la fiesta Con el correr los 90, la soja y todo lo que rodea su producción fue uno de los puntos fuertes de convocatoria de la mítica ExpoCHACRA, el aglutinante que completó el despegue del campo argentino. siguen predominando el maíz y el girasol sobre las variedades de soja exhibidas. En este contexto, Morgan lleva a Torcacita 58, una determinada del GM V largo, pensada para la zona núcleo. Y entre los agroquímicos se ofrecen herbicidas como Preside, y otro llamado Roundup, “ideal para siembra directa de soja de segunda”. Se empiezan a diferenciar las “sembradoras de siembra directa de soja y de grano fino”, entre las que ubica a los modelos de Juber, Deutz Agroline, Gherardi (G100), Agrometal CX 2-21 y la

Mucho antes CHACRA y su muestra de campo exhibieron, dos años antes de su lanzamiento, la variedad que habría de cambiarle la cara a la agricultura argentina. Las sojas RR estuvieron en La Expo mucho antes de su presentación en sociedad. Además, un año después, en un sector del plot de Monsanto se aplicó el herbicida total Roundup sobre una masa informe de soja la semana previa a la apertura de la muestra. Cuando comenzó el evento sólo quedaban los materiales resistentes formando la palabra Nidera. Una demostración de alto impacto entre el público.

Bertini 10.000. Cada vez es más familiar la presencia de la “cuchilla de corte corrugado” en el tren de siembra.

Biotecnología pura En 1994 la cosecha de soja tiene un lugar de mayor peso en el esquema. Si bien no fue posible realizar la demostración por razones climáticas, pudieron verse cabezales sojeros equipados con un sistema autonivelante, control automático de altura, velocidad del molinete coordinada automáticamente con la de avance, barra de corte de paso angosto, 106 • CHACRA


CHACRA

flexibles largos y de baja pendiente, y otros adelantos tecnológicos. Y mientras que un año antes los maiceros dominaban la gráfica, ahora ocupan un lugar destacado la Axial Flow 1688 de Case o la John Deere Maximizer, ambas con cabezal sojero de 9,14 m, o la Deutz Fahr Óptima, de 7 m de ancho de labor. E incluso la Dominator Mega de Claas, con cilindro acelerador de trilla. Entre las sembradoras es notable el crecimiento de los equipos para directa.

Desde la Pierobon PW 12/40, que permite colocar para el poroto dos máquinas en tándem que siembran y fertilizan 24 hileras a 0,40 m, hasta la John Deere 750, que dio origen a una nueva generación de máquinas para soja y fino en directa, con fertilización localizada y un tren de siembra con gran capacidad de penetración y desahogo de rastrojo. En cuanto a los materiales genéticos, se destaca la tradicional 540 de Morgan, más Don Eduardo 510, del GM V, y la pre-

comercial PM 650, del GM VI, creada para el centro de Santa Fe y siembra de segunda. Cargill, por su parte, lleva a ExpoCHACRA Maxisoy 402 y 405, indeterminadas aconsejadas para siembra de primavera. Pero la gran curiosidad se presentó en un macetero colocado en el ingreso al stand de Monsanto: una soja resistente a Roundup, tratada con 4 l/ha del herbicida, enfrentada a un material convencional. En las charlas técnicas, Rodolfo Rossi y Claudia Nari la califican


Las muestras de CHACRA como “un triunfo de la biotecnología”. Para 1995 el poroto ya ha tomado envión y nada impedirá que se convierta en la nave insignia de nuestra agricultura. La explosión estaba a la vuelta de la esquina. En su plot, Nidera agrega a sus conocidas A 4656, 4702, 4422, 5308, 5409 y 6404 los materiales resistentes a Roundup. CHACRA informaba acerca de estas variedades, producto de un desarrollo conjunto de la marca con Monsanto, que estarían en el mercado en noviembre de 1996. Nidera también mostró A 4004, con tolerancia a sulfonilureas. Monsanto, por su parte, exhibió una original parcela circular realizada con una de las variedades transgénicas resistentes a glifosato. Por primera vez se usa la denominación RR, que aparece tanto en los surcos radiales como en las letras formadas en el centro de la parcela. En los plots de agroquímicos, Agar Cross exhibe materiales STS, resistentes a sulfonilureas, que se emplean con el herbicida Classic en mezcla con nuevas sulfonilureas que aumentan el espectro de control de malezas, incluso sobre quinoa, malva y verdolaga. Las sembradoras, como siempre, ofrecieron un espectáculo aparte. La Flexicoil para fino y soja –recién llegada desde Canadá–, y su sistema air drill despiertan la atención de los productores. Entre las cosechadoras, la Case 2188 Axial Flow trabaja con un cabezal sojero de 30 pies de ancho de corte, mientras que la John Deere 1175 A lo hace con uno de 9 pies de ancho.

La bomba Para 1996 la muestra es un suceso absoluto y recibe mas de 100.000 visitantes. En Junín, provincia de Buenos Aires, los plots están a full. Nidera lleva sus mejores convencionales, pero además larga a la cancha A 5435 RG, A 6001 RG, A 5634 RG, A 6401 RG, y A 5818 RG, las nuevas transgénicas. A su vez, Dekalb pone en juego tres variedades de crecimiento indeterminado del GM IV y una determinada del GM V. Monsanto reitera en la megamuestra que las RR estarán disponibles de forma limitada para la siembra de la campaña 1996/97 y recomien108 • CHACRA

da el uso en lotes transgénicos de Roundup Max, un granulado para aplicaciones posemergentes en este tipo de materiales. El número de sembradoras sigue creciendo en las dinámicas, en especial las destinadas a siembra directa. Giorgi La Exacta V 90 siembra soja sobre rastrojo de maíz, con 30 cuerpos distanciados a 46 cm. También Pierobon Mix 9800, trabajando en posición de tándem lateral. En cuanto a las cosechadoras, la Claas Mega 218, de 300 CV de potencia, cosecha soja con un cabezal de 11 pies. Por su parte, la 2188 Axial Flow de Case usa un cabezal de la marca para 13 hileras de soja. Finalmente, la John Deere 1185 A completa la tarea con una plataforma para 11 hileras. Los plots de semilleros ya conforman, en 1997, una verdadera “ciudad” dentro de la muestra. Nidera potencia sus sojas A 4100, 4501, 4657, 5435, 5818, 6001 y 6401. Monsanto muestra la historia del Roundup al cumplirse 25

Revolucionario En 1999, la firma Alazán, junto con unos innovadores de Río Tercero, Córdoba, presentó en ExpoCHACRA un muy importante avance tecnológico referido a los sistemas de corte en soja, con dos cuchillas contrapuestas de 3 pulgadas, y puntones de 2 pulgadas con carrera de 4 pulgadas.

años de vida del producto, y en su stand presenta variedades transgénicas de las semilleras Asociados Don Mario, Dekalb y Nidera. En las dinámicas las cosechadoras copan la parada. Por la soja transitan las conocidas Claas Mega 218, John Deere Maximizer 9600 y Case IH 2188 Axial Flow. En esta muestra se agrega New Holland TC 57, con un rotor de 11 barras (Rotry Separator). A las sembradoras para soja ya vistas en anteriores ediciones se suman Giorgi G 6000, con 18 surcadores doble disco planos a 52 cm, Apache SMA 6100 DV, con 13 hileras a 52 cm y tolva para fertilizante, y una Super Walter con 18 cuerpos a 52 cm y dosificadores de plano inclinado transformables a horizontal. La de 1998 fue la megamuestra con mayor concurrencia de público. El poroto tiene gran responsabilidad en la profusión de sembradoras para directa que exhibe la dinámica de La Expo. Erca II LH 527, con 18 hileras a 52 cm y surcador doble disco, es una de las novedades. Por el lado de las cosechadoras trabajan en soja New Holland TX 68, con un cabezal de la marca de 30 pies; Vassalli 1500 H, con un flexible de 28 pies fabricado en la planta de Firmat; Case Axial Flow 2388, con rotor axial de tres rangos de velocidad y un flexible Case 1020 de 30 pies; y Gleaner R 72, con un cabezal Gleaner 800, también de 30


Los plots de La Expo muestran nuevamente un colosal despliegue. Nidera expone sus sojas transgénicas, al igual que Asociados Don Mario, que aparece por primera vez con su propio espacio en el megaevento. Desde ya, está presente Monsanto con su tecnología Roundup Ready, y las sojas convencionales empiezan a ser minoría. Paralelamente hay un gran crecimiento del área de agroquímicos. Magan lanza los herbicidas para soja Vezir, posemergente, y Topgan, preemergente. Bayer pone el acento en su curasemillas Gaucho, y BASF destaca las bondades de Frontier, preemergente para el control de malezas gramíneas y de hoja ancha en soja.

Muy fino pies. A ellas cabe sumar la ya conocida Mega 218 de Claas, y Deutz Óptima S con el flamante cabezal Optiflex de 23 pies. En todos los casos se generaliza la presencia de monitores de rinde.

La agricultura de precisión gana espacio en la muestra de 1999. Entre los productores hacen furor las determinaciones georreferenciadas que posibilitan tomar decisiones agronómicas destinadas

al ajuste de los planteos. El usuario puede generar desde 200 hasta 1.200 puntos de referencia en cada lote, diferenciados con datos de rendimiento por hectárea, y registrarlos en su propia PC. La superficie de los plots ya absorbe buena parte de la muestra. Asociados Don Mario sigue creciendo con sus transgénicas de los grupos III, IV y V. Cargill lleva sus variedades RR y con resistencia al cancro –Relmó María RR y Relmó Mercedes 70 RR–, de los grupos V medio indeterminado y VII. A su vez, La Tijereta muestra sus materiales RR de los grupos III, IV y V, y anuncia lanzamientos en los grupos VI y VIII. En su plot, Nidera ofrece sus SuperSojas del grupo III al VIII, de excepcional potencial de rinde, y resistencia al cancro y nematodo del quiste. Por el lado de los agroquímicos, Monsanto presenta Roundup Full, con tecnología Transorb, una potente formulación líquida. ¿Y los fierros? Entre los cabezales sojeros vistos en las dinámicas


Bajo techo

Las muestras de CHACRA Heredera de la filosofía que dio vida a ExpoCHACRA, CITA se ha convertido en una fuente de novedades para la siembra y cosecha del cultivo de soja. Desde la intersembradora AGF 2.0 y aquella basada sobre el sistema Choulet presentadas por Pla, o la HJ 3 Hilcor Yomel para siembra monograno, hasta la MXYII de Agrometal, que también plantea soja grano por grano. A ellas se suman las trilladoras, entre otras la Axial Mix de Metalfor, la AX 7.500 de Vassalli y la majestuosa Lexion 600 de Claas.

de recolección es posible apreciar una cuchilla de alta eficiencia de corte de 1,5 x 1,5 pulgadas en New Holland –tanto en la TR 98 como en la TX 68–, los controles automáticos de altura de corte, y los mecanismos de autonivelación con sensores en los puntones laterales, estos últimos de moderno diseño –más agudos– y regulables para ser adaptados a las sojas sembradas a 52, 42 o 38 cm. Las sembradoras vuelven a mostrar nuevos avances en cuanto a un mayor ancho de trabajo (de 9 a 18 m en grano grueso). También un sistema de variación de distancia entre surcos a 52 y 35 cm tras modificar el plegado de dos secciones, presentado por la Praba Única, mediante el comando remoto y sensores específicos que analizan de forma instantánea la posición efectiva del equipo. Casi todos los equipos exhibieron gran versatilidad en cuanto a la distancia entre hileras. Asimismo se mejoraron los trenes de siembra y los sistemas de corte de rastrojos. El año 2000 viene con señales preocupantes para la economía argentina, pero ExpoCHACRA mantiene su brillo original. Entre las sembradoras priman los bastidores robustos y con gran despegue, adaptados para circular sobre rastrojos voluminosos, al tiempo que los anchos de trabajo continúan creciendo. La conduc-

ción neumática para soja cuenta con destacados oferentes, como New Holland Flexi Coil, Case Concord y Juri MP 3.20. Los kits son cada vez más populares, la idea es utilizar una sola sembradora para todos los granos, en la medida de lo posible. Los de VHB son adaptables en sembradoras de monodisco, barras portaherramientas con ruedas dobles estrelladas barrenadoras de rastrojos, y elementos para siembra de soja a 0,38 m, con incorporación de fertilizante al costado de la línea. Por su parte, las cosechadoras dan otra vez la nota con su majestuoso despliegue, seguidas por un interminable cordón de gente sobre una soja sembrada a 52 cm. En realidad, es tiempo de megacosechadoras. Por la dinámica desfilaron, con sistemas de trilla convencional y un cabezal de 23 pies, la Deutz Fahr Óptima S y la John Deere 1185 A –esta última hidrostática–, además de la Gleaner R 72 con cabezal de 30 pies, la Don Roque RV 150 Electro con cabezal de 23 pies, y la Massey Ferguson 34 con un ancho de trabajo de 25 pies. En la categoría 1 se presentaron las mayores novedades en cuanto a cosecha de soja. La John Deere 9650 STS hizo su debut en nuestro país, dotada de transmisión hidrostática, flujo axial, y un cabezal de 30 pies. Detrás pasaron una Claas Mega 218 y una Lexion 460, con un cabezal

de 35 pies, equipada con piloto automático láser. AGCO Allis Óptima 660, New Holand TX 68 Plus, ambas con cabezales de 30 pies, y Case 2388 axial, hidrostática y con cabezal de 30 pies, completaron una faena notable. En los plots las transgénicas son dueñas y señoras. Nidera presenta nuevas variedades –los próximos lanzamientos de los grupos III al VI–, y La Tijereta exhibe materiales de los grupos III al VII, que se suman a la compra del Programa de Mejoramiento Dekalb.

Vacas flacas En 2001 La Expo sigue gambeteando la crisis económica que vive el país. Más allá de las mejoras en fierros convencionales, Agrometal presenta una sembradora inteligente para granos gruesos desarrollada junto con el INTA, D&E y Tecnocampo. Puede seguir una prescripción planificada de antemano y aplicar diferentes densidades y dosis de fertilizante a medida que avanza por los distintos sectores del campo. Esto se logra mer-



Las muestras de CHACRA ced al programa Farm Works. Las sembradoras convencionales para grano grueso tienen un denominador común: surcadores doble disco y tiro longitudinal. Agrometal TX Mega, Giorgi Precisa 8000, Apache 6400 y John Deere Max Emerge Plus son ejemplos de un avance sostenido. Todas éstas muestran además sus versiones neumáticas. Con placas dosificadoras monograno de precisión se destacan Migra Set 2000, Crucianelli Gringa IV y Erca Serie IIIG. La cosecha de soja, minoritaria en las primeras dinámicas de La Expo, ahora concentra gran parte de la atención de los visitantes. Para el poroto, Claas presenta la Lexion 480, con cabezal de 10,5 m, trilla convencional y 400 CV de potencia; John Deere la 9570 STS, con sistema de trilla por rotor longitudinal; y Don Roque la RV 170 Electro, de 330 CV y trilla convencional. Además, los equipos conocidos de Case, New Holland, AGCO y Massey Ferguson. Entre los materiales genéticos, Mon-

santo exhibe una variedad de Asgrow que, además de su condición RR presenta resistencia a lepidópteros. Nidera lanza nuevas variedades de los grupos III al VI, entre ellas A 3901 RG, A 4404 RG y

A 5901 RG. Syngenta exhibe sojas de NK de los GM III largo, IV corto y V. Entre los agroquímicos, BASF presenta Duett, fungicida para soja. El año 2002 marca la despedida de la gran megamuestra del campo argentino. En la culminación de diez años brillantes, crece la presencia de sembradoras de gran ancho de labor y autonomía. Agrometal presenta junto con Monsanto una intersembradora que permite implantar soja dentro del cultivo de trigo. En cosechadoras se destacan los equipos de gran potencia y flexibles de 10,5 m. Claas muestra un piloto láser en una Lexion 480. También debutaron la Claas Medion 330, de 230 CV, y la Don Roque RV 125 M, de 180 CV y flexible de 7 m. Todas con monitores de siembra cada vez más sofisticados. CHACRA, ExpoCHACRA y soja. La sociedad más famosa llega a su fin. El trío que hizo historia pierde a uno de sus integrantes, pero le ha regalado al país agropecuario diez años que nadie olvidará.



TESTIMONIO

Parte de la historia Por Jorge Romagnoli

114 • CHACRA

epasar la historia de la soja en la Argentina es un ejercicio que nos invita a reflexionar sobre el impacto de las innovaciones y de las decisiones del hombre en su entorno. Entender que la soja fue, es y seguramente será, por largo tiempo, la más importante fuente proteica y una de las principales de aceite vegetal, nos ayuda a dimensionar su relevancia. Más aún en un contexto de demanda creciente de alimentos y energía. De la mano de la soja comienza la siembra directa. Preocupados por el cuidado de nuestros suelos, los pioneros arrancamos en los 70 haciendo soja sobre trigo, sin moverlos. Por entonces era un gran desafío y un esfuerzo mayúsculo. Maquinaria y herbicidas aún no nos brindaban todas las alternativas que hoy tenemos disponibles. En 1989, como hito histórico surge Aapresid, entidad que nucleó a quienes estábamos trabajando en siembra directa. Nacía así, junto a la soja, el sistema de siembra directa, que hoy cubre más del 75% de nuestros suelos agrícolas y que es un factor positivamente diferenciador de nuestra agricultura a nivel global. No sólo por ser uno de los principales países a escala mundial en cuanto a la importancia de su adopción sino también por ser referente en la formación de recursos humanos altamente calificados, y en tener una industria nacional pujante en maquinaria agrícola, biotecnología, mejoramiento genético y procesamiento de los granos en harinas y aceites. De la mano de la soja comenzamos a probar la biotecnología. La soja RR, en 1996, es un hito que marca un antes y un después en la historia de la agricultura. Detrás de ella vinieron la aprobación y liberación de eventos en otros cultivos como maíz y algodón, llegando incluso a tener hoy híbridos con tres eventos apilados. Y, lo principal, un futuro muy

R

promisorio en esta línea. De la mano de la soja nacen los biocombustibles. Y lo hacen sorteando el falso dilema alimentos versus energía, y proponiendo uno nuevo y superador: “Más alimentos y más energía gracias a la agricultura”. Y la soja fue, es y será uno de los cultivos eje del desarrollo de los biocombustibles en Argentina De la mano de la soja se discute la sustentabilidad ambiental y surge Agricultura Certificada, nuestro nuevo gran desafío. El corrimiento de las fronteras productivas, el secuestro de carbono, el monocultivo y las rotaciones, el ordenamiento ambiental, y hasta las retenciones, comienzan a ser temas clave del agro argentino, de la mano de la soja. Y el nuevo gran reto es crecer en productividad y sustentabilidad. De eso se trata Agricultura Certificada, un sistema de gestión de calidad que apunta a mejorar la eficiencia de la gestión ambiental y agronómica de nuestros campos, y a la vez posicionarnos y mostrarnos como una agricultura tecnológicamente de punta, socialmente inclusiva, y ambientalmente sustentable, con la firme convicción de que ser sustentable es una elección, una obligación y un negocio. En todos estos hitos de la historia del agro estuvo Revista Chacra. Cubriendo con profesionalismo los avances de la ciencia y la tecnología en búsqueda de una mayor producción sustentable. De la mano de la soja, la siembra directa, la biotecnología, los biocombustibles y la Agricultura Certificada, Chacra cumple sus 80 años. Y estuvo ahí, siempre para contarlo y difundirlo oportunamente y con pasión. Desde Aapresid, felicidades, Revista Chacra, por tu permanencia, tu perseverancia y tu espíritu de informar. Felicitaciones por ser parte viva de esta historia, la cual hay que seguir escribiendo juntos.





2000/2002

A pesar de todo El crack de la convertibilidad le pega sobremanera al poroto, pero no impide que siga siendo la opción excluyente en términos de la ecuación entre inversión y rentabilidad. espués de una década en que los productores se ajustaron el cinturón, replantearon sus esquemas y asistieron a una depuración intensa de sus cuadros que llevó a convertir en superprofesionales a los sobrevivientes, la convertibilidad muestra señales inequívocas de agotamiento. La fantasía de tener una moneda del Primer Mundo en un contexto con gruesas grietas estructurales va llegando a su fin. Un gasto fiscal por demás elevado a nivel nacional y, en especial, provincial, es cada vez menos compatible con un peso ficticiamente sobrevaluado. Para cerrar el círculo, los precios granarios –el oxígeno que les ha dado sustento material a los distintos gobiernos en la Argentina– siguen de capa caída. El Suplemento Económico que mes tras mes confecciona Aacrea da cuenta en las páginas de CHACRA de que las cosas no andan bien. En el caso específico de la soja, para un promedio 1995/99 en torno de los u$s 230, los valores de 2000 van y vienen entre u$s 160 y 170. Con gastos en ascenso (en dólares) es fácil comprender cuál era la situación. Así, en la zona núcleo ya se necesitan 19 quintales para cubrir los costos fijos, y 16 en el Oeste arenoso. De todos modos la soja sigue siendo un negocio más accesible que el

D

118 • CHACRA

maíz y, sobre todo, que el girasol. En este escenario, cada vez es más claro que el tándem trigo/soja de segunda es el equipo por batir. No sólo porque su presencia es mucho más compatible con una agricultura orientada a preservar la salud del suelo –mayor aporte de rastrojos, diversificación del tipo de residuos y raíces– sino porque en la mayoría de los casos el margen de ambos

es superior al de la soja de primera, sobre la cual –como informara CHACRA desde comienzos de los 80– pesan importantes cuestionamientos cuando se abusa de su cultivo. La idea entonces es seguir aportando elementos para aceitar el funcionamiento de este dúo, de creciente popularidad en el norte de Buenos Aires y en el sur y centro de Santa Fe. Y en este camino se


consolida la necesidad de ser especialmente cuidadosos con la fecha de siembra de la soja de segunda, un aspecto de altísima influencia en los números finales. De todas maneras CHACRA aclara que la magnitud de la depresión del rendimiento de la oleaginosa depende fundamentalmente de la variedad utilizada y de las características del año, es decir de las condiciones en que se desarrollará el período crítico del cultivo. En líneas generales se concluye que la fecha de implantación óptima para esta zona se encuentra en torno del 10 de diciembre. Los resultados de la Red de ensayos de los CREA del sur de Santa Fe posicionan muy bien a DM 4800, de DONMARIO, y a A 6040 y A 5520 de Nidera, de acuerdo con los índices productivos obtenidos. Sclerotinia, Phytophthora, muerte súbita, cancro y nematodos son los enemigos del cultivo en la región. En cuanto a la arquitectura de cultivo se destaca que según el ambiente, cada variedad tiene una fecha de siembra en la que alcanza su máximo desarrollo, el cual será menor según adelantemos o atrasemos la tarea.

Pininos Mientras en el centro de la Región Pampeana el cultivo está cada vez más aceitado, el sur se encuentra decidido a adoptar definitivamente al poroto, y afina la puntería. CHACRA reúne la opinión de los referentes zonales de Aapresid y de los grupos CREA. Ronny Kulhmann explica que la primera tarea fue diferenciar macroambientes, básicamente en tres situaciones claramente separadas:

el área serrana, la zona continental y la franja costera. La primera ya acumula varios años de soja y se puede apuntar a 3.000 kg sin mayores problemas; las otras son mucho más inexpertas en la materia y, en el caso del ambiente continental, ir más allá de los 2.000 kg no es tarea fácil. En cada caso corresponde analizar la ocurrencia de heladas tempranas, la presencia de tosca y las lluvias del verano. La siembra también tiene sus bemoles, hay que recurrir al uso de barrerrastrojos para acomodar una cobertura de muy lenta descomposición. Cuando se trabaja por primera vez un lote con soja se aconseja inocular y además aplicar urea al voleo. La ubicación del período crítico es todo un tema en el sur, y varía de acuerdo con el problema predominante –piso en cosecha, tosca, heladas en marzo–. Las babosas son una limitante casi exclu-

siva de esta zona, y su control es sumamente oneroso. A su turno, Héctor Baigorri subraya en CHACRA que el momento crítico en soja se corresponde con el llenado de granos (R5), “es aquí cuando fabricamos el rinde”. Como esta etapa por lo general se ubica en febrero, es natural que las lluvias del mes correlacionen altamente con los rindes que se obtienen. Además, el especialista informa que por cada día de atraso en la siembra perdemos alrededor de 27 kilos de rinde. Baigorri destaca que en cualquier caso la profundidad de tosca es la característica más importante para decidir cómo debe manejarse el cultivo en el sur. Finalmente, Pablo Calviño relata que su grupo CREA, consciente de que los costos indirectos se han incrementado mucho más allá de lo tolerable, analiza la incorporación de la soja de segun-


da al planteo entre las variantes para solucionar este inconveniente. Así, secan el trigo antes de madurez fisiológica y siembran la oleaginosa inmediatamente detrás de la cosechadora. “La implantación de soja de segunda es un excelente momento para ‘sembrar’ el nódulo en el lote, y su inclusión en la rotación potencia los resultados de la empresa, porque no tiene gastos indirectos”, concluye el profesional. Uno de los productores entrevistados en la oportunidad deja un comentario que hoy parece un sinsentido, pero que en aquella época tenía su lógica. “Hacemos 90% transgénico y 10% convencional, para estar posicionados en este mercado”. Es que Europa motorizaba la polémica respecto de estos hijos dilectos de la biotecnología. Para quienes vivimos aquel momento, en que muchos dudaban de la supervivencia de los materiales genéticamente modificados, parece que hubieran pasado cientos de años, tal la diferencia de criterios con la actualidad. Presentados como engendros demoníacos, la prensa del Viejo Mundo gastaba ríos de tinta para denostar a los transgénicos, y avisaba que quienes osaran cultivarlos correrían con todos los riesgos, incluso con la posibilidad de encontrar cerradas las puertas de la Unión Europea a su producción granaria. En casa el tema se discutía, pero a esa altura de los acontecimientos el productor argentino se iba perfilando como un líder mundial en materia de adopción de esta tecnología, incluso superando a los farmers de Iowa o Illinois. En agosto de 2000 CHACRA planteaba: “¿Qué hacemos con los transgénicos?” En ese momento, 7,5 millones de hectáreas se implantaban en el país con esta fabulosa herramienta. Los productores entrevistados fueron contundentes: “Nos ha generado una importante baja de costos –20% menos–, seguridad de cosecha, simplicidad de manejo, menor agresión al ambiente”, dicen a coro Johnny Avellaneda y su hijo Agustín, conspicuos productores CREA del sur de Santa Fe, entonces lanzados a obtener más de 50 qq de soja por hectárea. “No hay motivos para cambiar este planteo, al menos en el corto plazo”, aseguraban. 120 • CHACRA

De puño y letra

2000/2002

■ “Debajo de las 10 ppm como dotación de fósforo (P) del suelo la respuesta a la fertilización con este nutriente en soja es muy segura”. (Jorge González Montaner, CHACRA, octubre de 2000) ■ “Respecto de la polémica sobre los materiales transgénicos, los llamo a sostener la defensa de las nuevas herramientas tecnológicas que permitieron una sensible baja de costos en el sector”. (Víctor Trucco, CHACRA, abril de 2001) ■ “Sembrar desde octubre genera mayores oportunidades al trabajar grandes superficies; además, una sola fecha de siembra no asegura evitar un estrés durante el período crítico del cultivo”. (César Belloso, CHACRA, septiembre de 2000 )

Otro productor, más timorato, advertía que “a este ritmo nos vamos a quedar sin sojas convencionales, y no sé si nos conviene comercialmente”. Básicamente estas últimas sobrevivían en algunas

siembras de primera; la soja de segunda ya era, por entonces, cien por ciento RR. Más adelante, agroempresarios de un establecimiento vinculado con Aapresid explican en CHACRA que “con las transgénicas arrancamos en la campaña 1997/98; nos descomprimió el trabajo y achicamos significativamente los gastos. Incluso las utilizamos en campos bajos, lo que nos permite salir con el lote limpio a una pastura”. El último entrevistado, de la zona de Pergamino como los otros, indica que “con la baja operada en los precios agrícolas; si no fuera por las semillas transgénicas actualmente estaríamos todos fundidos”. Mientras tanto, la Unión Europea, Japón y otros grandes clientes empezaban a hablar de segregación y etiquetado para los materiales transgénicos, un tema que desvelaba a los productores de estas pampas por aquellos días. Sin embargo, no levantaron jamás la pata del acelerador y, claro, acertaron.



2000/2002

Más temprano En la zona núcleo aparecen avances en el manejo del cultivo. “¡Anímese a octubre!”, es el mensaje de CHACRA como balance de una reunión organizada por los CREA del sur de Santa Fe. La consigna es que la segunda quincena del décimo mes del año –poco utilizada entonces– brinda rindes interesantes. Es más, la fecha clave parece estar entre el 12 y el 15 de octubre. Asimismo se indica –hoy es moneda corriente– que los GM IV les aportan rinde promedio a los planteos. Éstos, junto con los GM III, se ubican por encima de los promedios zonales y de lo que ofrecen los GM V y VI, tanto en soja de primera como de segunda. Paralelamente surge otra cuestión que se haría hábito por varios años. “Hay que encontrar una razón para hacer maíz este año”, dice CHACRA. Y precisamente ésa era y es su condición de potenciar los rindes del poroto como antecesor. En ese mismo artículo Daniel Ploper pone el acento en la mancha ojo de rana, entonces casi desconocida en la zona núcleo. Miguel García Fuentes, a su vez, anticipa que trabaja con un programador de siembra y chequea la distribución del período crítico de modo de repartir el riesgo, otro concepto que se afianza progresivamente entre los productores de punta. De igual modo el pro122 • CHACRA

fesional advierte que la formación del precio del poroto se empieza a definir antes de sembrar, al tomar posiciones para el mayo siguiente. Surge el concepto que vincula altura de planta, campana de crecimiento, clima y rindes esperables. También empiezan a ser cada vez más consultados los resultados de la Red Nacional de Evaluación de Cultivares del INTA, un ranking que año tras año ordena los materiales existentes en el mercado (en especial interesan los lanzamientos de la campaña previa) por su productividad y

sanidad, y que CHACRA ofrece permanentemente a sus lectores. César Bellloso, técnico de Aapresid, se refiere en nuestra publicación al “Manejo racional para altos rindes”. Belloso caracteriza el momento como un escenario de precios deprimidos y dice que alta producción y bajos costos tienen que ser las metas obligadas de un productor sojero. Para lograrlo, el combo incluye siembra directa, materiales RR y rotación con cultivos de elevada relación carbono-nitrógeno. Todo contribuye decisivamente con el control de malezas y enfermedades. “El rinde de soja sobre soja es al menos 14% inferior que cuando se siembra el poroto sobre rastrojo de maíz”, dice Belloso, al tiempo que recomienda manejar los distanciamientos entre hileras de acuerdo con el ambiente y la fecha de siembra –19 o 38 cm–. Hay una tendencia a sembrar más cerca de 250.000 plantas que de 350.000, pero se advierte sobre la necesidad de contar con semilla de excelente poder germinativo y vigor. Desde luego, el curado de la simiente es fundamental, así como la inoculación allí donde antes no se ha sembrado soja. La adopción de variedades del GM IV en el sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires viene en arrollador ascenso. “Hasta la presente campaña –explica Be-



2000/2002 lloso– se utilizaron cultivares no RR como DM 48, P 4982, y otras, pues con las RR no se lograban rendimientos similares en ambientes de alta productividad. La liberación de nuevas variedades transgénicas con mayor potencial de rinde reducirá esta brecha y los materiales convencionales quedarán solamente como una alternativa de producción para quien quiera tener una mercadería no OGM por razones de comercialización”.

No levanta Para la época de cosecha en 2001 la soja bordea los u$s/tn 145. En los meses siguientes mejora algo, pero su valor, como el de los restantes granos, sigue siendo una lágrima. El escenario es parecido para todos: precios por debajo del promedio de los últimos cinco años, con un dólar 1 a 1 y los costos creciendo mes tras mes. Muy cerca de Casilda, Santa Fe, zona sojera si la hay, Aapresid organiza una de sus conocidas jornadas “Un productor en acción”. Un especialista de aquéllos, como Juan Carlos Papa, de la EEA INTA Oliveros, introduce a nuestros lectores en otra cuestión que también gana terreno. “Las sojas RR nos simplificaron tanto la vida que hay una tendencia a abusar de ellas, lo cual ha generado la aparición de malezas tolerantes al Roundup. Siempre estuvieron en el lote, pero ahora hemos seleccionado a los individuos menos afectados por este químico. La solución es rotar cultivos y herbicidas”, avisa Papa. Asimismo, la fertilización residual de la soja de segunda comienza a ser analizada más a fondo. Privilegiar la aplicación en trigo es la idea, al tiempo que el impacto del uso de azufre (S) sobre la soja que viene detrás del cereal se agrega a la lista de interrogantes por resolver. Germán Fogante, de Aapresid, pondera la adopción masiva de los GM IV. “El acortamiento de los ciclos, junto con el adelantamiento de la fecha de siembra, nos dio 1.000 kilos más por hectárea en esta zona. Las sojas indeterminadas, que predominan del grupo IV largo hacia abajo, permiten recuperarse de cualquier contingencia negativa y tienen rendimientos más estables”. 124 • CHACRA

Mientras tanto el esquema trigo/sojamaíz-soja va convirtiéndose en una rotación de manual entre los CREA del centro y norte de la Región Pampeana, con ventajas desde el punto de vista de la maquinaria y la distribución de los períodos críticos. La soja ya se ha consolidado como la más accesible en términos de costos de implantación, aunque a la vez responde menos que el maíz a la utilización de paquetes de punta. Gerardo Chiara, asesor de los CREA Bragado y Alberti, explica que cuentan con una herramienta ajustada para predicción de fenología, que permite posicionar períodos críticos. En proceso de ajuste se encuen-

tra un simulador para respuestas a la fertilización, el cual va a posibilitar anticipar el rinde lote por lote. “Vemos a la fertilización como una chance para superar techos de rendimientos, pero no con la convicción que tenemos en trigo y maíz”, dice el técnico. Desde luego, ya para esta época cada reunión técnica de excelencia es coronada con una detallada demostración de cómo construir precios mediante el uso de los mercados de futuro, una herramienta que, hasta la llegada de la Administración K y sus desaciertos, algunos años después, el productor argentino utilizó como parte indisoluble de



2000/2002

Instancias decisivas Héctor Baigorri explica en CHACRA que los componentes del rendimiento del poroto son número de vainas, número de granos por vaina y peso de 1.000 granos. El primero depende de la tasa de crecimiento entre plena floración e inicio de llenado de granos, y de las condiciones climáticas entre fin de formación de vainas y principio de llenado de granos.

un paquete exitoso. La meta de los 6.000 kilos en soja sigue siendo la marca por batir. José María Borletto, otro conocido productor cordobés vinculado con Aapresid, obtiene 5.600 kilos bajo riego, el mismo volumen que se lleva del lote otro agricultor de la provincia mediterránea, Juan Carlos Rébora, pero en secano, quien achicó los GM utilizados a II, III y IV, aumentó la densidad de siembra y redujo el espaciamiento entre hileras hasta los 35 cm en algún caso, para ganar cobertura. La fertilización en la gramíneas y el aporte residual a la soja le han dado muy buenos resultados. Cristian Angió, gerente de producción de El Tejar, da cuenta en CHACRA de que la empresa ha obtenido 5.300 kilos en Monte, en lomas con muy buen contenido de materia orgánica, suelos profundos y pesados. Elección del lote, fecha de siembra adecuada, control de malezas y entre 80 y 90 kilos de fosfato monoamónico a la siembra componen el paquete, a lo que se suma semilla fiscalizada, curada con fungicidas sistémicos. Nuestra publicación vuelve sobre el uso de modelos de simulación para predecir rindes posibles de una variedad en un ambiente determinado y en una serie de años. También es útil, una vez determinado esto, para saber cuál es la fecha de siembra prome-



2000/2002

Interminable

dio más favorable para esa variedad y cuál sería su comportamiento si variaran las condiciones de humedad. En tanto, otras cosas siguen ajustándose. Información de los CREA del sur de Santa Fe da cuenta de que “además de hallarse respuestas a la aplicación de P en ambientes con baja dotación en el perfil (menos de 10 ppm), cada vez son más los casos positivos ante el agregado de S. Entre los nuevos nutrientes en los que parecería haber respuesta se citan el cobre y el zinc; la experimentación será clave para confirmar esta afirmación”, indica el artículo.

En 2001 los profesionales de CHACRA visitan Brasil, y advierten que el socio del Mercosur se viene con todo. Día tras día se abren nuevas áreas de cultivo que albergan explotaciones de gran escala y con alta tecnología; el crecimiento de la producción de soja es explosivo. El diálogo es con varios funcionarios de alto rango del estado de Mato Grosso, cada vez más encumbrado como el boom productivo en el vecino país. El Centro Oeste ya es el mayor productor de soja de Brasil, relegando a los poderosos estados del sur. “Empleamos apenas el 18% de la superficie potencialmente utilizable –avisa Heitor Medeiros, subsecretario de Estado de Agricultura y Asuntos Fundiarios–. Entendemos que aún podemos incorporar a la agricultura al menos 16 millones de hectáreas más. Los costos de producción bordean las 30/35 bolsas de 60 kilos, y se recolectan entre 55 y 57 bolsas por hectárea; el agroempresario recibe u$s 6 por bolsa. La producción de soja en Mato Grosso –una zona con elevadas necesidades en fertilización y corrección de suelos– crece al 7% anual. No me preocupa que la Argentina y Brasil sigan incrementando sus volúmenes productivos, porque tarde o temprano veremos una mayor presión de compra de granos y harinas por parte de Europa”. Por cierto, en su comentario a CHACRA Medeiros acertó el pronóstico aunque, como se observa, a comienzos de los 2000 todavía no estaba en los planes lo que generaría China más adelante.



2000/2002 mencionan dosis en torno de los 100 kg/ha de Superfosfato Triple, aplicado en bandas debajo y al costado de la semilla. Otros obtienen buenos resultados combinando fosfato monoamónico debajo de la línea de siembra y fosfato natural aplicado al voleo. ¿Y el azufre? “En trigo/soja, 20 kg/ha de S parecen suficientes para cubrir las demandas de ambos cultivos, mientras que en soja de primera con 12 kg/ha se satisfacen los requerimientos en esta materia”, estima la gente de la Experimental. Uno de los más grandes especialistas

El temblor El año 2001 se despide con un estallido generalizado de la economía argentina. En medio de corralitos y cacerolazos, la incertidumbre es total. A comienzos de 2002, después de una sucesión de presidentes precarios, con un peso devaluado y otra vez retenciones, la duda es cómo actuar en este escenario. Para colmo, los precios del poroto siguen bajo tierra, en torno de los u$s 130/140 a cosecha. CHACRA analiza cuántos kilos de maíz y de soja son necesarios para pagar un kilo de fertilizante. Hay cambios muy positivos en el primer caso, pero para el poroto la aguja casi no se mueve. Lentamente se empieza a polemizar sobre los alcances del uso de semilla propia; por el momento encuadrado más que nada en la conveniencia de comprar semilla provista por los semilleros en función de su poder y vigor germinativos, así como de la sanidad ofrecida. Un técnico de Monsanto advierte en las páginas de nuestra revista que se obtienen márgenes mayores en el segundo caso. En tanto, profesionales del INTA Marcos Juárez, Córdoba, aportan nuevos datos a un tema que alarma: los balances del sistema suelo-soja son casi siempre negativos si no se ajusta la fertilidad con aportes externos. “Se demostró que la fijación biológica no satisface más del 50% de las necesidades de la planta, el tema es evitar que el suelo tenga que 130 • CHACRA

mineralizar parte de su materia orgánica para proveer el resto”, se indica. Los técnicos reconocen que si bien la fertilización nitrogenada de la soja genera controversias, el objetivo es lograr un manejo que determine que se complementen la fijación biológica, el uso de fertilizantes inorgánicos y la mineralización de la materia orgánica. Probaron que la aplicación de fertilizantes foliares, tanto sólidos como líquidos, genera aumentos de rindes tanto en inicio de formación de chauchas como en este estadio más comienzo de formación de granos. El mismo artículo advierte que la soja es muy eficiente en la absorción de P, por lo cual el umbral en que pueden obtenerse respuestas suele ser más bajo que en el caso de otros cultivos. “Con 15 ppm en el suelo se asegura el 95% del rendimiento potencial del lote”, se advierte. Diversas experiencias

en insectos que dio el INTA, Jorge Aragón, explica en las páginas de CHACRA el modo de muestrear y controlar orugas defoliadoras en soja, así como al barrenador del brote. Y la publicación ofrece un detallado listado de malezas tolerantes a glifosato, acompañado de un set de herbicidas con sus respectivas dosis, recomendados para ponerles límites. Sobre llovido, mojado. Hacia el cierre de ese difícil año otra vez se hace necesario salir a defender las ventajas de la biotecnología. En un evento formalizado en Buenos Aires, el entonces vicegobernador de Santa Fe, Marcelo Muniagurria, solicita que se considere política de Estado a esta ciencia, justo cuando la Argentina ya es decididamente líder en la adopción de transgénicos. El punto es que desde la Revolución Verde los precios de los commodities vienen en caída en términos de moneda



2000/2002 constante, y la consigna obligada es aumentar la productividad, de allí la importancia de sostener con uñas y dientes el uso de OGM. “Debemos exigir que los cuestionamientos que se realicen tengan base científica y partan de datos verdaderos”, advierte Wayne Parrot, especialista de la Universidad de Georgia, Estados Unidos. A su turno, Andrew Benson, del Consejo Internacional de Información, va directo al grano. “Démosle al consumidor lo que necesita conocer. Asistimos a una seria crisis de confianza en Europa, en que los OGM pagan los platos rotos de la BSE, la aftosa y los tóxicos. Necesitamos comunicación efectiva y enfoque responsable en la regulación y control de eventos. Y es fundamental tener una comunicación clara con el periodismo”. La Unión Europea sigue autorizando con cuentagotas el ingreso de materiales OGM a su territorio. Fue el primer bloque en demandar segregación y eti-

quetado, y tiene leyes muy restrictivas en la materia. La posibilidad de que se exija trazabilidad desvela incluso a los farmers, por los mayores costos. De nuevo, hoy parece absurdo, pero entonces era todo un tema. “La siembra directa alcanza el 46% de la superficie nacional, en tanto la soja RR permitió elevar nuestra producción

de 12 a 30 millones de toneladas, ahorrándonos u$s 300 millones en costos. No vamos a convalidar medidas restrictivas sin evidencias científicas que las avalen”, contraataca Víctor Trucco en representación de aquellos que entendieron que los cambios operados en nuestra agricultura no eran negociables.



TESTIMONIO

Fuente de

conocimiento ace 60 años que soy lector de CHACRA. Ya en esa época me entusiasmaban sus artículos sobre los temas que me apasionaban, como la cría de conejos, pollos, gallinas, cerdos, vacas, con detalles sobre todas las razas. Diría que en agricultura brindó el conocimiento de todos los cultivos y sus avances, con variados comentarios que el hombre de campo recibe desde siempre con mucho interés y más aún a partir de que Vida rural se sumó a la familia. Así como CHACRA es un emblema en el campo, la soja ha sido el acontecimiento más grande de los últimos 50 años en la agricultura del mundo, y con su gran avance científico revolucionó la economía de nuestros países. Y con la soja comenzó el gran cambio en el desarrollo de sembradoras. Innovamos para conseguir dos aspectos decisivos: mejorar la precisión y aumentar la capacidad de trabajo llegando al menor tiempo operativo posible. La fabricación de sembradoras en la Argentina nace en los pueblos de campaña, sobre todo en Santa Fe y Córdoba, después de la Segunda Guerra Mundial. Antes y durante ese período se trabajaba con sembradoras de tracción a sangre, importadas principalmente de Estados Unidos. De marcas como Van Brunt, Triunfo, “Ciclón” e Internacional Harvester se copiaron los mecanismos de plantadores y distribuidores de granos. Los primeros fabricantes eran grandes herrerías que hacían las modificaciones para enganchar a tractores. A partir de este paso inicial se formaron grupos de artesanos que fabricaban piezas con fragua y martillo. Como tornero empecé a vivir esta historia en los comienzos de 1957. Recuerdo que el primer modelo de Agrometal, denominado “S”, era una versión de 5 y 7 líneas a 70 cm entre sí, totalmente abulonada y con dos sistemas de

H Por Jorge Anaya

134 • CHACRA

siembra: el Lister y el plantador de doble disco. A mediados de los 60 en las sembradoras de grano grueso se mejora la estructura y la altura de la caída de semilla (más bajas). Eran más cómodas para el operador; los marcadores de líneas se levantaban de forma secuencial. Ya en los 70 se efectúan modificaciones relevantes en las sembradoras de grano fino, al aplicarles sistemas de doble discos plantadores. Cambian las distancias entre líneas a 17 y 21 cm y se les da más autonomía de trabajo al aumentar la capacidad de las tolvas. Con estos equipos se realizaban las siembras de soja en sistema convencional. Hacia comienzos de los 80 la oleaginosa crece de manera sostenida y empieza la siembra directa, con fertilización simultánea en la siembra y la aplicación de cuchillas de corte delanteras. Pronto la soja de segunda se hace sumamente popular. Se necesitan máquinas fuertes y de peso para corte de rastrojo, con una gama variada de distribuidores neumáticos y mecánicos. Avanzados los 90 prima la necesidad de mayor autonomía y nace el transporte de punta de tolva única para semilla y fertilizante. Desde luego, la soja transgénica rompe la barrera del sonido en volumen de siembra y rentabilidad. En los fierros, aparece primero la aplicación de controladores de siembra, que disminuyen fallas en tiempo real. Y luego la siembra de dosis variable, por ambiente, con la que se logra manejar los insumos con mayor respuesta. E incluso equipos como Agrometal Pívot, con automatización de todas las funciones desde el tractor y con todas las prescripciones de siembra. El diseño de sembradoras no tiene techo, hay mucho por mejorar, claro, con la obsesión de siempre: lograr más hectáreas con menos costos y en menor tiempo.





2003/2007 espués de haber tocado fondo, la Argentina retoma la senda del crecimiento. Se inicia un lapso de cuatro años ciertamente contradictorio, porque la bonanza generada por los buenos números del sector, los mismos que le dieron un formidable impulso al Gobierno de turno, terminan cuando éste decide enfrentarse abiertamente con el campo, en una pelea carente de toda lógica.

D

El mérito fue suyo

Para arriba Tras un par de años con valores deprimidos los precios de la soja trepan nuevamente la cuesta a partir de la temporada 2003/04. Se arma un escenario que volverá a repetirse de aquí en adelante: stocks apretados en Estados Unidos como consecuencia de falencias productivas, y el USDA tratando de maquillar los números para evitar que la tensión en Chicago sea aún más alta. “La producción debería ajustarse a 70 millones de toneladas, o menos, en el próximo informe de octubre –dice Daniel Miró en CHACRA–. A este paso tendríamos que empezar a manejar la probabilidad de existencias negativas, porque China no tiene ningún interés en reducir su demanda e inclusive va a estar arriba de los 19 millones de toneladas (N. de la R: vale recordar que, siete años después, el coloso asiático comprará más de 50 millones de toneladas). Y en la Argentina y Brasil hay que esperar un volumen menor que el que dice el USDA. ¡Cuidado con que los operadores de Chicago caigan en el desenfreno como ocurrió en 1996!”. En el mismo artículo Miró se pregunta sobre el sentido de que los precios de la soja se sigan formando en la “Ciudad de los Vientos”, en virtud del descomunal crecimiento del Mercosur en la materia. Ese mismo año, Héctor Baigorri realiza un amplio balance acerca de los factores que definen el rinde en soja. “Una adecuada elección del grupo de madurez (GM), hábito de crecimiento y juvenilidad, así como la fecha de siembra (FS) y el espaciamiento, todo en función del ambiente, permite lograr una correcta producción de biomasa vegetativa y contribuye a diversificar el riesgo de 138 • CHACRA

Cada vez es mayor el tironeo por la soja disponible en el planeta, y el poroto se hace valer. La oleaginosa contribuye decisivamente a que el país olvide rápidamente un período que prometía largas penurias.

ocurrencia de estrés hídrico durante el llenado de granos. El manejo debe estar orientado a asegurar una adecuada producción de biomasa en los materiales de ciclo corto o a evitar el excesivo crecimiento de los ciclos más largos”. Una vez determinado lo anterior, lo que sigue es definir el nombre de los cultivares sobre la base de la oferta del mercado, su potencial de rendimiento y sanidad, priorizando esta última característica allí donde las enfermedades son limitantes. Luego se elige el espaciamiento óptimo entre surcos y, por último, la densidad.

Baigorri puntualiza que adelantar la FS implica incrementar la duración del llenado de granos y anticipar su ocurrencia, con lo que logramos disponer de mayor radiación solar y temperatura para generar más rendimiento en condiciones hídricas no limitantes. Así, combinando distintos GM y FS, es posible aumentar el rendimiento de forma lineal con el adelantamiento de la FS hasta aquella en que ocurran heladas tardías que logren matar una cantidad variable de plantas. El espaciamiento entre hileras es tema de encendidos debates. Para Baigo-


rri, el óptimo es aquel que permite lograr una cobertura que asegura un uso eficiente de la radiación solar, un buen crecimiento que evita el vuelco, una reducción de la incidencia de enfermedades y una altura adecuada de inserción de las vainas inferiores para facilitar y evitar pérdidas de cosecha.

Malditas enfermedades En las páginas de CHACRA Rodolfo Rossi, de Nidera, anticipa un problema que volverá a tratar, años después, en nuestra publicación: el porcentaje de proteína de nuestra soja deja que desear. “Somos líderes mundiales en exportación de aceites y harinas, pero se hace difícil llegar el 44% exigido para estas últimas. Hay que secar más y se pierde dinero. Creo que estamos descuidando la fijación simbiótica, y además el adelanto de la FS juega a favor del aceite y en contra de la proteína. También hay cuestiones discutibles respecto de la composición de los ácidos grasos”. La superficie sembrada con la oleaginosa asciende ya a los 13 millones de hectáreas, y las pérdidas de cosecha siguen siendo toda una contrariedad. Se estima que quedan en el campo alrededor de u$s 300 millones, de los cuales la mitad puede recuperarse mejorando la tarea de recolección. CHACRA repasa puntillosamente cómo ajustar la cosechadora antes de entrar al lote, los distintos tipos de pérdidas en cosecha, sus posibles causas y los procedimientos para eliminarlas, así como los cambios que deberá operar en el equipo si las lluvias dificultan la tarea. En tanto, el sur la sigue remando. Ronny Kulhman arma en La Maravilla, su campo de Tres Arroyos, una jornada que ya es un clásico entre la gente de Aapresid: Un productor en acción. La colza y la cebada empiezan a erigirse como antecesores de la soja de segunda en esta zona, porque liberan antes el lote. El profesional reconoce que en el caso de la oleaginosa todavía falta afinar ciertas cuestiones ligadas a las fechas de implantación y a las variedades ideales para abrir el abanico de riesgos. “Damos prioridad a la fecha y la velocidad de siembra antes que a cualquier otra cosa”, de-

fine. La implantación sobre rastrojos –la cuchilla turbo llegó para quedarse– y la cosecha ya son temas resueltos. Aquí y en cualquier otra parte de la Región Pampeana el primer paso va por decreto: caracterizar el ambiente, y después lograr una adecuada diversificación que asegure pisos de rendimientos altos en las condiciones ambientales que se tienen. Hasta el 25 de noviembre la cosa va, de ahí en más se pierden cada día 35 kg de rinde potencial”. Paralelamente, muchos nuevos materiales de los GM II y III cortos están siendo lanzados al mercado, con lo cual las chances del sur crecen. ¿Y la fertilización? Aunque la soja necesite fósforo (P) –el umbral crítico se ubica en 11 ppm–, conviene aportarlo junto con el azufre (S) en el trigo. Se cimenta la idea de fertilizar el sistema y no un cultivo individualmente. También toma vuelo un tema que será motivo de preocupación: las enfermedades de fin de ciclo, que atacan al culti-

Tanques de pensamiento Desde luego, CHACRA cubrió cada uno de los Congresos de Aapresid y de Aacrea desde los 90 hasta el presente. Ambos eventos han sido generadores de un enorme caudal de información referida al poroto, tanto que detallarla demandaría ciertamente otro libro similar a éste.

vo básicamente de floración en adelante, generan pérdida de área foliar y menor capacidad fotosintética, y atentan contra el número de granos y el peso de 1.000 semillas. Se deben monitorear los lotes a partir de los estadios de riesgo y con un 20% de la altura de planta afectada en R3 ya se aconseja recurrir a fungicidas (triazoles y estrobirulinas). CHACRA desarrolla un amplio artículo sobre estas dolencias. Mancha marrón, tizón de la hoja, mancha púrpura de la semilla, tizón de tallos y vainas y antracnosis conforman el elenco estable. La mayoría son hongos necrotróficos, capaces de sobrevivir en el rastrojo. Además del uso de fungicidas se recomienda el empleo de variedades tolerantes, rotación de cultivos y tratamiento de la semilla. En ese mismo envío aparece la primera mención a un cuco que, hasta acá, jamás abandonó esa categoría: la roya asiática. Ricardo Balardín, reconocido fitopatólogo brasileño, detalla los enormes deterioros que el patógeno ha causado en su país, y preocupa a propios y extraños. Se trata de una enfermedad con un potencial de daño explosivo, que en el caso del socio del Mercosur demanda hasta tres aplicaciones de fungicidas para no perderlo todo.

Bien nutrida Otro superespecialista, Roberto Racca, del INTA Córdoba, pone el foco en la inoculación, una práctica que recomienda realizar año tras año. La soja requiere 80 kg de nitrógeno (N) para producir 10 qq/ha de grano, es decir que un lote que brinda 3.500 kg/ha se llevará el equivalente a 560 kg/ha de urea. “La fijación biológica cubre los requerimientos durante el llenado de granos. El agregado de N es recomendable en dosis acotadas a la siembra, como arrancador (no más de 50 kilos de fosfato diamónico)”. Respecto del P, Racca dice que aplicar 46 kg/ha (90 kg/ha de monoamónico) a la siembra en lotes con menos de 12 ppm incrementará los rindes en 200 kg promedio. Y en un suelo con 5 ppm el aumento esperado promedia los 750 kg/ha. En cuanto al S, las respuestas más importantes se encuentran en lotes de80 AÑOS • 139


2003/2007 gradados, con bajo nivel de materia orgánica. Racca concluye que producir soja sin fertilizantes implica un lento y progresivo desabastecimiento para los cultivos que la preceden en la rotación. En las ediciones que siguen, Gerardo Chiara explica que “la fijación biológica implica kilos de grano a bajo costo; pensemos que la urea vale u$s/tn 230 y que nosotros por fijación biológica podemos capturar hasta 300 kg/ha de N. Y para la soja de segunda, puestos a elegir, preferimos inocular y no curar la semilla si la carga de patógenos es baja y el tiempo apremia. Paralelamente hay que aumentar la densidad respecto de soja de primera; lo importante es contar con suficiente cantidad de nudos por m2, más que con un determinado número de plantas por unidad de superficie”. Otro técnico líder, Martín Díaz Zorita, advierte en CHACRA que debemos buscar la mayor renta para la soja, pero sin olvidar a los cultivos que le siguen en la rotación y el futuro de la explotación. “Si generamos condiciones de degradación de la fertilidad la soja requerirá muchos más insumos, fertilizantes y tecnología de aplicación que el maíz o el trigo. Por eso es clave el manejo de la nutrición en la rotación, si no tarde o temprano nuestros márgenes se verán reducidos. Así, si estamos entre 13 y 20 ppm de P hay que esmerarse en mantener estos umbrales alimentando el esquema

Más renta Fernando Andrade, de la EEA INTA Balcarce, y Pablo Calviño, asesor CREA, revelan que podría incrementarse el techo de rentabilidad de las empresas del sudeste bonaerense con la inclusión de la soja de segunda, y explican cómo hacerlo con éxito. Los especialistas introducen en el uso del CROPGRO, un modelo complejo de simulación que permite predecir el comportamiento del cultivo de soja. Finalmente, se advierte que no existen evidencias científicas de que acercar hileras por debajo de 0,38 m produzca aumentos de rendimiento en soja de segunda.

de cultivos, y por debajo de 13 ppm no pueden eludirse las aplicaciones localizadas”. El S también importa, porque interviene en la formación de proteínas. Es un nutriente relativamente móvil y su reserva está en la materia orgánica del suelo. En cuanto al N, Díaz Zorita aconseja “no aplicar, por ahora”.

Mucho cuidado Se suman más voces de alerta. Emilio Satorre advierte que “la gran expansión de la soja se dio sobre todo en áreas ecológicamente más frágiles, que antes eran marginales para la agricultura. Y en la zona núcleo se registró una reduc-

ción de la superficie praderizada y con ello una merma en el aporte de carbono y materia orgánica. Aquí puede haber un riesgo potencial, con impacto a futuro en los números y la estabilidad de la empresa”. La pincelada también le cabe en alguna medida al Litoral, el NOA y el NEA, y los comentarios son un reflejo de los aspectos negativos de la colosal difusión del poroto. Para César Belloso, “la ausencia de maíz en la rotación lleva a valores muy bajos en el balance de carbono; se olvida que la soja detrás del cereal rinde 5 qq/ha más”. El técnico asegura que otro inconveniente radica en que “no se termina de visualizar la posibilidad de renovar el paquete varietal, básicamente para diversificar riesgos; es un talón de Aquiles sobre el cual hay que trabajar”. En este contexto, Pablo Calviño subraya que “el sudeste es la única región en la cual la soja no es el cultivo más importante. Pero es un excelente antecesor del trigo, uno de los que mejor se adapta a la tosca y el de menor variabilidad interanual de rindes; homogeiniza las diferencias entre lotes y entre productores”. Promediando 2003 ya es posible leer en las páginas de CHACRA referencias a alquileres con valores desproporcionados. También a un nivel de retenciones que no es tolerable.

Fin de fiesta Después de la suba operada durante buena parte de 2003 y 2004 Miró advierte en CHACRA, a mediados de este último año, que “Chicago nos está diciendo que de junio a noviembre la soja puede caer entre u$s 80 y 90. Si esto se cumpliera sería suicida quedarse con el grano en la bolsa y especular con su valor; es mucho mejor manejar cobertura de precios. La baja parece inexorable, la duda es cuándo se producirá y en qué magnitud”. El analista se refiere a una soja que, en ese momento, cotizaba en torno de u$s 235 entre nosotros. “Es un buen precio, históricamente rentable; las ramas del árbol pueden ser muy altas, pero nunca llegan al cielo”, avisaba Miró. Poco después los valores se caen, y para la cosecha siguiente el poroto se termi-

140 • CHACRA


atención a la información local sobre la presencia y avances de la roya asiática”. Mediante sus workshops, Bayer CropScience recomienda recolectar de 5 a 10 hojas sospechosas del tercio inferior, y con la ayuda de una lupa observar si en la cara inferior de la hoja hay presencia de esporas, así como puntos oscuros de 1 mm en la cara superior. Si la enfermedad aparece en R6 no tiene sentido la aplicación, que debe realizarse, de ser necesaria, entre R3 y R5, con menos de 20% de hojas afectadas en el estrato inferior –0 a 10%, oportuna; 20-10%, tardía–.

Intersiembras

naba ubicando en torno de u$s 150. Es que la suba de precios previa obedecía a la pérdida de 13 millones de toneladas en el cinturón sojero estadounidense. Ahora se mezclaban un dólar fortalecido, China intentando enfriar su economía y la normalización de la producción en el país del norte. Los precios del poroto se ponen ajustados. “Ha cedido la enorme presión que había por pagar cualquier cosa para cultivar soja. Con u$s 160 los números todavía cierran en la zona núcleo, pero en las áreas marginales la historia es otra”, dice Marcos Rodrigué en CHACRA. La cuerda se tensa. “Indudablemente, con los precios que estamos proyectando para 2005 empiezan a pesar mucho las retenciones. En un año el campo se va a comer la renta que acumuló desde 2003”, apunta Juan Martín Rebolini, de Agropuerto. “En soja pasamos de márgenes excelentes para quien supo vender, a una situación más modesta. Los números todavía cierran pero la ganancia no tomada es fabulosa”, se lamenta Julio Lieutier, asesor del CREA Seguí La Oriental. Mientras tanto, el fantasma de la roya goza de buena salud. Es que la dolencia puede defoliar en 10 a 15 días todo un lote si el ambiente le es favorable. La detección temprana es la única forma de minimizar los daños. En tanto no se disponga de materiales resistentes el INTA aconseja el uso de fungicidas hasta el es-

tado de desarrollo R6. La aplicación debe realizarse apenas se observen los primeros síntomas. En ese tiempo nace el Sistema Nacional de Vigilancia y Monitoreo (Sinavimo), fuente obligada debido a que reúne una red de fitopatólogos que obran como referentes frente a cualquier duda. Ante el cariz de los acontecimientos nada mejor que consultar a uno de los que más saben de fitopatología en nuestro país: Marcelo Carmona. El profesional indica a CHACRA que el patógeno perdura sólo en plantas vivas –guachos de soja y hospedantes alternativos–. El consejo es: primero hacerse de la información disponible, luego monitorear el lote –mirar las hojas inferiores–, sobre todo a partir de floración, y apenas se visualiza una pústula hay que actuar. Para Carmona, las aplicaciones preventivas no son lo adecuado. Según el INTA Paraná, el costo del tratamiento varía entre 1 y 6,4 qq/ha. El consejo pasa por el control temprano de sojas guachas, la diversificación de fechas de siembra, el uso de diferentes GM y cultivares, y prestar

¿Qué pasó con aquel que no entendió que debía vender a u$s 240 y comprarse un call en Chicago? En principio fue una actitud fatal, sin retenciones estábamos hablando de una soja de u$s 300. Así se vio obligado a esperar alguna revancha por parte del período climático en Estados Unidos. De todos modos, para el que tenía soja en la bolsa a u$s 180, seguía sin ser un mal precio. CHACRA analiza un planteo ciertamente particular que empieza a ganar adeptos en el sudeste bonaerense: la intersiembra de soja sobre trigo. Lucas Kelly, encargado de Santa Ana, un establecimiento próximo a Balcarce, detalla la práctica destinada a anticipar la implantación de la oleaginosa. “Buscamos sembrar entre el 25 de noviembre y el 5 de diciembre una soja dentro del trigo espigado, con la posibilidad de que rinda 30 a 40% más que la de segunda en la fecha habitual. Logramos adelantar la floración y el llenado de granos”, avisa Kelly. Es muy importante que la soja elegida ramifique y queden dos surcos de trigo a 17,5 cm y uno de soja a 52 cm, todo manejado con una sembradora que se ha reformado de manera casera. Héctor Pieters, por su parte, intersiembra en el norte bonaerense soja de tercera sobre un maíz que se encuentra en madurez fisiológica utilizando una despanojadora. Durante aquellos años, lo ajustado de los números había puesto en foco la necesidad de desarrollar el doble cultivo de verano. En este sentido trabajan DONMA80 AÑOS • 141


2003/2007 RIO y Golden Harvest, tomando como referencia el sur de Santa Fe y el norte de Buenos Aires. “Hay que buscar los ciclos de uno y otro cultivo que calcen perfectamente; es lo que estamos calibrando y probando –dice Obdulio San Martín en CHACRA–. Así, cita experiencias en Casilda con un maíz de madurez relativa 100 sembrado en enero y, sobre él, una soja del grupo III. Esto aportaría al país un 10% más de maíz en cuatro años. San Martín imagina arrancar con un maíz sembrado el 15 de agosto, forzarlo con un agroquímico –mucho cuidado con afectar el cultivo que sigue– para evitar el secado que habitualmente hay que esperar entre madurez fisiológica y comercial. En la ventana del 10 de enero, no más, se procede a sembrar la soja. Para César Belloso, el doble cultivo de verano apunta a generar alternativas en el camino de la intensificación de las rotaciones. Implica más facturación y más aporte de materia seca. “En Uranga logramos un maíz de 9.000 kg cosechado en enero y detrás una soja de 900, sembrada a principios de febrero por falta de humedad. Si cosechamos un maíz temprano de 8.000 kg y atrás una soja de 1.000/1.200 kg, se obtiene un número mucho más interesante que con una soja de 3.000 kg, con ventajas para el suelo”.

Buenas y malas Antes de que termine el año 2005, la recolección vuelve a estar en la mira de los profesionales de la revista, una cuestión que cada tanto es menester actualizar ante los avances de los equipos de cosecha. Se aclara que “si la estrategia de siembra ha sido deficiente respecto de fechas, cultivares, distanciamiento y densidades, se generará concentración del trabajo y/o plantas con bajo porte y fructificación cerca del suelo. Todo contribuirá a incrementar las pérdidas de cosecha. En cuanto a la regulación del equipo, se indica que los cilindros más adecuados para la trilla son los de dientes, aunque también sirven los de barras con estriados profundos. La apertura de zarandas debe estar entre los 9 y los 12 mm. El cabezal, el punto en el cual se producen las mayores pérdidas, debe ser un 142 • CHACRA

sojero de barra de corte flexible, apuntando a regularlo de modo de lograr el mayor copiado posible. En tanto, un tema vuelve una y otra vez: el Proyecto Fertilizar advierte que producir soja sin atender a la fertilidad edáfica empobrecerá el suelo y, por ende, las cosechas. “Estamos agotando el crédito que la naturaleza nos proveyó y va siendo hora de hacer algún depósito” es el mensaje. En Rosario se realiza el Segundo Simposio Internacional de Soja, que reúne a especialistas locales y extranjeros. Rogelio Pontón, presidente de la Bolsa de Comercio local, avisa que la soja ha pasado a ser un producto básicamente sudamericano. Aquella supremacía estadounidense que CHACRA destacaba en los 70 y buena parte de los 80 pertenece al recuerdo. El país genera casi 40 millones de toneladas, y el Mercosur domina el 70% del comercio mundial del poroto. Paralelamente, China se ha convertido en el importador de soja y sus derivados más grande del planeta.

Más apretado La década inicia su segunda mitad con precios modestos. Para mayo de 2005 la soja se paga en torno de u$s/tn 160, similar al promedio 2000-2004. La roya sigue siendo el tema de todos los días. La enfermedad aparece en estadios avanzados, sin daños de peso en el cultivo. En tanto la polémica sobre si aplicar preventivamente o no llega a su punto máximo, Carmona advierte que este tema no debe tapar el avance de las enfermedades de fin de ciclo y la necesidad de controlarlas, dado que causan daños crecientes. CHACRA visita del sur de Brasil. Otro mundo: soja sin retenciones, con predominio casi total de las variedades convencionales y costos en alza por la necesidad de controlar la roya asiática –dos aplicaciones preventivas por campaña–. Quizá la única coincidencia con la Argentina es que el poroto está otra vez en época de precios flacos, una realidad que alcanza a todos los que lo cultivan. “De aquí a tres o cuatro años seremos los mayores productores de soja del planeta”, dice uno de los agricultores en-

Duras de matar Juan Carlos Papa, de la EEA INTA Oliveros, escribe en CHACRA sobre el control de malezas tolerantes a glifosato, otro de los asuntos con notoriedad en alza. Como en oportunidades anteriores, habla del abuso de los herbicidas asociados con el monocultivo (soja-soja o rotaciones que excluyen al maíz), que han seleccionado genotipos oportunistas entre las malezas, sumamente competitivos y de difícil control. Commelina sp., Parietaria debilis, Petunia ciliaris, Iresine difusa, Ipomoea sp, Convolvulus sp., verbenas, violas y correhuela encabezan la lista. Papa ofrece una fórmula para cada una de ellas, que incluye elevar la dosis de glifosato o bien combinarlo con otros herbicidas. Respecto del herbicida, se indica que la formulación como sal monoamónica es más activa que como sal isopropil amina.

trevistados al cual, curiosamente, las sojas RR no le quitan el sueño. Entre nosotros, el apretón en los números empieza a preocupar. El arrendatario Nelson Fischer, de Diamante, Entre Ríos, indica a CHACRA que “los insumos están muy altos para una soja a $ 700; por más que tengamos una buena cosecha la ganancia será muy baja. Y si incluimos los gastos indirectos definitivamente trabajamos a pérdida”. En realidad, las retenciones, toleradas en 2002 y 2003 en otro escenario de precios, empiezan a hacer mella en los bolsillos del productor. Los adelantos tecnológicos no se detienen. El Proyecto Eficiencia de Cosecha y Poscosecha del INTA informa que equipando el molinete de la cosechadora con un kit de paletas de goma se logró reducir las pérdidas por el cabezal de 164 a 56 kg/ha. Cuando la soja es de escaso porte el molinete de dedos plásticos no alcanza a barrer las plantas cortadas, y muchas de ellas son seccionadas nuevamente por las cuchillas, por lo que se pierden vainas y granos. Con unas pocas hectáreas se recupera la inversión en las paletas. Para el INTA, el sojero ideal debe tener un buen ancho de corte, separadores laterales flotantes, flexibles largos y con



2003/2007 sensibilidad de contacto con el suelo, puntones y secciones de cuchillas de alta eficiencia de corte, control automático de altura del cabezal y sistema de corte de paso angosto, entre otros. En medio del desasosiego del productor por los precios de la soja, Enrique Erize anticipa en CHACRA un tema que será de vital trascendencia para el futuro granario: el ingreso de los index funds al mercado de commodities agrícolas. Se suman a los fondos especulativos y se convertirán –junto con éstos– en factores decisivos en la formación de precios. Y, como todos los años, se ingresa en el mercado climático, en el cual la suerte de la cosecha estadounidense define los números hacia un lado u otro. “La disyuntiva de vender o no a un precio determinado es falsa. La soja no se vende, se arbitra, de modo que es indispensable hacer coberturas. El productor tiene que comprar un put en Chicago por si el mercado se cae, y un call para acompañar la suba si ésta se produjera”, dice el analista. China es el tractor mundial: se anuncia que en 2006 comprará 27 millones de toneladas de soja y se convertirá en el segundo crusher global. “Eso sí, desde hace unos años, este país, extraña mezcla de comunismo y capitalismo sui generis, ha tomado la decisión de comprar menos aceite y más poroto, para aumentar el procesamiento en casa”, avisa el analista Javier Iraola.

Mal bicho Nicolás Iannone, especialista de la EEA INTA Pergamino, da cuenta de la irrupción de la chinche diminuta (Nysius sp.). Suele aparecer en grandes cantidades sobre el rastrojo y las plántulas de soja en la línea de siembra, complicando la implantación. Endosulfán, dimetoato y clorpirifos son los principios recomendados para ponerle límites. En cuanto a las chinches comunes (Nezara viridula y Piezodorus guildinii), Iannone ofrece en CHACRA los umbrales de daño económico según estados reproductivos de la soja, con su correspondiente ajuste de acuerdo con el distanciamiento.

Problemas de calidad El manejo del cultivo consolida progresos. Ricardo Martínez Peck pondera la adaptación de sembradoras de grano fino para hacer siembra de precisión en soja, mediante paralelogramos que permiten colocar dosificadores monograno de distinto tipo. “Recientemente apareció el cilindro vertical, que permite llevar los surcos a distancias de 23 e incluso 19 cm. En la parte externa hay un enrasador y la soja es dosificada grano por grano”. ¿Y la nutrición? Fernando García ofrece datos del INTA de la campaña 2003/04, que dan cuenta de que en suelos con menos de 14 ppm se hallaron respuestas muy buenas, con una eficiencia de uso de 19 a 24 kg de soja por kg de P 144 • CHACRA

aplicado. En cuanto al S, las dosis variaron entre 10 y 15 kg/ha, con costos de entre u$s/ha 10 y 15 y una respuesta de indiferencia de 70-100 kg/ha de soja. Santiago Barberis, de Aapresid, aporta detalles sobre las enfermedades de fin de ciclo. Se ensayaron aplicaciones en R3 y R5, con respuestas de 200 a 700 kg, en años más húmedos, y de 100 a 150, en años más secos. De cara a una nueva campaña de soja, CHACRA publica los costos del control químico de la roya asiática, en función de un trabajo realizado por la EEA INTA Paraná. Los mismos oscilan entre $/ha 68 –flusilazole + carbendazim– y 134 –(pyraclostrobin + epoxiconazole) + (Azoxystrobina +cyproconazole), con otras opciones

entre ambos límites En agosto de 2005, el efecto precios apretados-retenciones-inflación genera cierta alarma por la paridad cambiaria, que ya no tiene el atractivo de 2003 y 2004. Y empieza a preocupar el auge del intervencionismo en ciertos mercados. En este contexto aparece el contrato de soja sudamericano. “Hasta ahora tiene poca liquidez, habrá que esperar un año para ver si se impone o no”, dice Rebolini. Ante la requisitoria de CHACRA, Rodolfo Rossi, presidente de ACSoja, reitera que hay problemas por resolver, sobre todo los vinculados con contenido de proteínas, grano verde, micotoxinas y, claro, propiedad intelectual. El grano verde deviene del adelantamiento de fechas de siembra, la expansión a zonas más marginales, y uso de ciclos cortos, lo que hace que los lotes maduren con mayor calor y estrés hídrico. Una más. El síndrome de Retención Foliar y Tallo Verde (RFTV) empieza a generar dolores de cabeza en algunas zonas. En R8 las plantas presentan las vainas maduras y los tallos completamente verdes, y se da en sectores del lote. Norma Formento explica a CHACRA que la consecuencia directa es el atraso de la cosecha por atascamiento y rotura de máquinas, y la presencia de granos con distinto grado de humedad. Se trabajaba intensamente para determinar cuáles son los factores bióticos y abióticos involucrados. Hacia fines de 2005 el tema regalías está en su peor momento. El secretario de Agricultura Miguel Campos habla de no aceptar aprietes de parte de la obtentora del gen RR, en tanto Monsanto intenta acciones legales incluso en los puertos en que se entrega la soja argentina. Unos y otros dan sus razones en CHACRA. “En ningún momento se discute la propiedad de Monsanto sobre el gen, las regalías hay que pagarlas sí o sí. Pero esta línea de pensamiento no significa aceptar cualquier cosa, ése es el problema”, dice Campos. “El beneficio económico generado al sector por la introducción de la soja RR es de u$s 1.000 millones anuales, y los nuevos eventos aportarán u$s 1.700 millones por año, con un potencial productivo de 10 millones de toneladas extra anualmente. Para lograrlo es necesario re-



2003/2007 solver el marco legal que garantice el comercio de semillas en la Argentina”, informa la estadounidense. Hasta hoy no ha habido una solución definitiva El poroto da para todo, incluso para aliarse al tambero aportando pasto del bueno en verano. “Lo estamos usando como recurso para producir leche, y vamos a probarlo durante esta campaña en el engorde de vaquillonas”, dice Carlos Llamosas, asesor del CREA Samborombón. Recomienda siembras escalonadas con variedades de los GM VI, VII y VIII, y se logran de 3 a 4 pastoreos hasta principios de marzo, con entre 2.500 y 4.000 kg de MS/ha. Se mencionan aumentos de 1 a 1,5 l/d/vaca, y en engorde 700 a 850 g de GDPV.

Carreteo La soja arranca 2006 en torno de u$s 165, pero con el correr del año va apuntando a los u$s 200. La enorme difusión del cultivo y los cambios operados en su manejo traen modificaciones en el staff de plagas y malezas. Los trips, antes presentes sólo en condiciones de seca, empiezan a visitar la soja aun sin déficit hídrico, y pueden generar pérdidas de hasta 600 kg/ha en ataques severos. CHACRA explica cómo monitorear la plaga, cuáles son enemigos naturales y los productos químicos por utilizar (Lufenuron y Profenofos, especialmente). Una nueva oruga muy parecida a la medidora genera dudas en los monitoreos. Pseudoplusia includens ataca a partir de diciembre y es sumamente parecida a Rachiplusia en estado larval, y recién se diferencian en el estado adulto. El punto es que es más tolerante a insecticidas. Se mencionan buenos resultados con Tiodicarb en dosis de 100/110 g de principio activo por hectárea. En los mercados la operatoria se sigue poniendo pesada por las constantes intervenciones del Gobierno, aunque el poroto, hasta acá, tiene mejor suerte que el maíz y el trigo. Para la cosecha en 2007 se vaticinan precios de entre u$s 160 y 170, y las grandes dudas pasan por Brasil, con un real sobrevaluado y problemas de agua que pueden afectar la recolección. “En realidad a mí me preocupan otras co146 • CHACRA

sas: la mano del Estado, los manejos poco claros en los mercados, y una presión fiscal creciente. El mercado va a ser bueno, pero le diría al productor que se ocupe de estas cuestiones”, advierte Miró. En 2006 tiene lugar Mercosoja, un evento de alto nivel de análisis de la tecnología que rodea al poroto. Se habla de muchas cosas, pero la roya asiática se lleva el grueso del tiempo. Eduardo Sierra presenta un sistema de seguimiento y pronóstico. Con una semana de anticipación, los mapas de Sierra indican en qué zonas se darán condiciones predisponentes para el ataque de la enfermedad. Entre nosotros la preocupación sigue.

Al suelo Un trabajo de la AER INTA 9 de Julio, provincia de Buenos Aires, da cuenta de los resultados obtenidos al inocular directamente el suelo. Indica que permitiría bajar costos pero, más importante aún, lograría una aplicación homogénea en todo el lote. En el ensayo, la formulación aplicada al suelo con mayor concentración (3 l/ha) presentó un aumento de rendimiento notable respecto del testigo (36%), e incluso en relación con los mecanismos habituales de inoculación en la semilla (20% más). Primero se abre el surco y se aplica el producto diluido en agua de pozo hasta alcanzar un volumen de 30 l/ha; luego se deposita la simiente.

“Una merma del 5% en el rinde implica resignar un tercio del resultado”, avisa Ignacio Negri, de El Tejar, que también siembra en Brasil. “Aprendimos que el momento de entrada y la forma de aplicación son más importantes que el producto en sí. Y tenemos equipos entrenados con lupas y las situaciones dudosas se mandan a cámara húmeda. Para dar una idea de la cantidad de aplicaciones, mientras en la Argentina se gastan u$s/ha 10, en Brasil son u$s/ha 56”. En Mercosoja, especialistas en biotecnología anuncian el desarrollo de sojas con mayor contenido de ácido oleico, y con niveles aumentados de Omega 3. Rodolfo Rossi, presidente de ACSoja, agrega que “tenemos el anuncio de acá a seis años del lanzamiento de un material Bt que va a reducir sensiblemente la aplicación de insecticidas. Y en el futuro prevalecerán los inoculantes con incorporación de señales que intervienen en los procesos de comunicación bacteriaplanta y en la fijación biológica”.

Muy fino En el manejo de soja todo es cada vez más profesionalizado. Carlos Grosso, de la Regional San Jorge de Aapresid, ha ideado un sistema de monitoreo que le permite aplicar sobre bases serias, aun gerenciando miles de hectáreas. Los datos del monitoreo realizado por un equipo de estudiantes de Agronomía van directa-



De puño y letra

2003/2007 ■ “En cualquier caso el objetivo final es transformar la mayor cantidad de biomasa posible en rendimiento”. (Héctor Baigorri, CHACRA, septiembre de 2003) ■ “Lo que la Argentina ha hecho con la soja es ganar un campeonato mundial, y es mucho más importante que los logros obtenidos por cualquiera de sus deportistas”. (Víctor Trucco, Aapresid, CHACRA, agosto de 2003) ■ “Cuanto más se mete el Estado, más problemas tenemos” (Marcos Rodrigué, presidente de Aacrea, CHACRA, agosto de 2003) ■ “La Argentina es un país claramente emergente, tiene problemas que la soja no va solucionar, es decir, es mucho más complejo que eso. En todo caso podríamos estudiar por qué tenemos éxito con ella, extrapolar conclusiones y tratar de replicarlas en otras actividades” (Gustavo Grobocopatel, CHACRA, agosto de 2004) ■ “Si rotamos, el fertilizante pueden ponerlo en otro cultivo, pero si no lo hacemos, tarde o temprano vamos a tener que fertilizar la soja tanto como el maíz”. (Martín Díaz Zorita, CHACRA, julio de 2005)

mente a completar planillas georreferenciadas, que mediante una palm llegan a una PC y permiten tomar decisiones muy finas, e incluso hacer interconsultas con especialistas. “Cuando se tiene una rentabilidad del 1,5%, y se mejora la producción en el mismo porcentaje, el impacto sobre aquélla es del 10%. La ventaja del monitoreo no está en ahorrar costos sino en evitar ganancias no cosechadas”. Grosso cree que tarde o temprano la trazabilidad será clave para vender productos agrícolas. Cada vez se sabe más sobre el manejo del poroto. “La fecha de siembra es una de las prácticas de manejo de mayor incidencia sobre el crecimiento, y específicamente el rendimiento del cultivo. Por otro lado, a medida que mejora la ca148 • CHACRA

lidad del ambiente el cultivo alcanza un mayor desarrollo vegetativo y es posible utilizar cultivares de ciclo más corto, para evitar el vuelco, reducir la incidencia de enfermedades e incrementar el rendimiento”, explica Baigorri en CHACRA de septiembre de 2006. Fernando Menéndez, de Aacrea, se refiere al uso de modelos de simulación en soja. Sirven para predecir el rendimiento bajo distintas variables de suelo y clima. Permite, sin mucho esfuerzo, evaluar el efecto de distintos tipos de suelo, variedades, fertilización y fechas de siembra. A fines de 2006 la soja y sus derivados generan los ingresos de divisas más altos dentro de los rubros exportados por el país, de allí la necesidad de cuidar su sustentabilidad. Rossi señala al sudeste

como una de las pocas zonas donde aún se está lejos de los techos de rendimiento. Para el INTA, el 70% de las pérdidas de cosecha en soja se deben al cabezal, y dentro de éstas más de la mitad obedece a cuestiones vinculadas con la barra de corte. “En 2004/05 quedaron en el campo unos 2.440.000 toneladas de soja que, a valor de ese año (u$s/tn 210) implican alrededor de u$s 512.000.000 menos”, dice el Instituto, que ha desarrollado dos tecnologías aplicables a plataformas sojeras en función de disminuir sus pérdidas. Por un lado un kit de chapas retenedoras de granos ubicadas en el flexible, por detrás de la barra de corte; por el otro, el kit de gomas que se adosa al molinete, ya mencionadas con anterioridad por CHACRA. Ya existen computadoras de a bordo que con un sencillo software permiten regular y programar distintos parámetros de la plataforma, como velocidad de giro del molinete y su altura. Las intersiembras están a la orden del día. Antonio Bouzada, un productor del CREA Victoria, Entre Ríos, hace soja bajo riego y además está probando una soja ultratemprana, bien corta, de GM III, sembrada el 20 de septiembre, espaciada a 20 cm, con la idea de poder sembrar maíz el 15 de enero, tras la cosecha de la oleaginosa. Bouzada está preparado para la roya; tiene estoqueados los agroquímicos necesarios pero no aplica preventivamente. Nada se hace por las dudas. La pelea sobre los transgénicos se va aquietando. Clive James, en una de sus tantas visitas al país, indica que la Argentina es uno de los líderes en la adopción de OGM. Los ingresos extra por el uso de esta tecnología se estiman en u$s 10.100 millones en el período 1996/2004. La furia de Europa contra los transgénicos es cada vez más débil e incluso Brasil se ha plegado a la ola biotecnológica. Lo que no cede es la aparición de malezas tolerantes al glifosato. Ocucha, commelina y los guachos de soja y maíz preocupan. Técnicos del INTA Oliveros probaron distintos coadyuvantes para la primera de las malezas –aceite mineral, aceite de soja metilado, sulfato de amonio sólido y líquido, Silwet, SuperWet Glifo y otros–. En todos los casos se observó una acción activadora del herbi-



2003/2007 cida sobre la maleza, y se logró un control significativamente mayor. En cuanto a commelina, se destacó el herbicida mesotrione con el agregado de sulfato de amonio y 2,4 D 1 l/ha. La soja guacha puede ser controlada en V4 con Paraquat, y para el maíz guacho se recomienda utilizar haloxifop metil.

Reconversión En 2007 las cotizaciones del poroto preanuncian lo que vendrá. Desde la cosecha hasta agosto la soja mantiene valores cercanos a u$s 200, pero para octubre ya supera los u$s 250. Bautizado por algunos medios como “El rey de la soja”, Gustavo Grobocopatel avisa en CHACRA que “nuestro desafío como agricultores es transformarnos en industriales. O por lo menos algunos de nosotros. Cada pueblo en el interior debe tener una forma de convertir materias primas en algo de mayor valor, y ése es el gran compromiso del sector con la sociedad. Además, será una forma de integrar al resto de la comunidad a los beneficios del sector de agronegocios. El gran reto lo tienen el pollo y el cerdo. Vendemos el 90% de la harina de soja y el 70 % de la de maíz. Al menos la mitad de eso tiene que ser transformado en estas carnes”. Horacio Pailhé es el productor más experimentado en siembra directa dentro de la Regional Tres Arroyos de AAPRESID. Asegura que “la soja de segunda es lo que más margen nos ha dado en los últimos años. Específicamente, nos brinda 2.000 kg en promedio y el número es mejor que el de un trigo de 3.000, porque prácticamente no tiene costos. Estos últimos dos años fertilizamos el cultivo anterior pensando en la soja de segunda, y para acelerar los tiempos; cada día ganado son 50 kg más de rinde”. Esta Regional no es ajena al fenómeno de la intersiembra. “Este año tenemos cuatro módulos de girasol-soja, y otro de maíz-soja. En cuanto a la intersiembra trigo-soja, en la actualidad recurrimos a dos líneas de soja y dos de trigo, porque la soja expresa cada vez más potencial de rendimiento, lo que permite tener mayor espacio entre líneas, y transitar mejor con la maquinaria, sin tener pérdidas por 150 • CHACRA

De puño y letra II ■ “Todo indica que hay un plus de rendimiento de 400 a 600 kg/ha de soja cuando el antecesor es maíz o sorgo” (Daniel Cánova, Aapresid, CHACRA, julio de 2005) ■ “Hay que pensar en poner el fósforo dentro del sistema de producción y no necesariamente tener que llegar a utilizarlo en la soja” (Gustavo Duarte, CHACRA, julio de 2005) ■ “El mundo está repartiendo las cartas productivas y América Latina va a tener que generar más soja en el futuro. China va a presionar por una oferta cada vez mayor” (Daniel Miró, CHACRA, diciembre de 2007)

pisado”, dice el ATR Guillermo Pailhé. ¿Qué estamos perdiendo en materia de biotecnología?, pregunta CHACRA a Rodolfo Rossi. “Ponderaría el evento Bt en soja, el mismo que determina resistencia al ataque de lepidópteros –Epinotia, Colias, Anticarsia, entre otros–. Sería importantísimo para los productores de la Argentina y Brasil –explica el especialista–. Si no hubiera terciado el conflicto por las regalías me animo a decir que ya estaría disponible. Sólo restaría resolver el tema de la desregulación en Europa, pero diría que hoy pesa más el freno interno”. En carpeta hay eventos que sí pueden tener un impacto tremendo sobre la producción nacional, como el vinculado con la resistencia a estrés hídrico. “Está en marcha, puede tener resolución técnica en cinco a seis años y llegar al productor en algún momento de los próximos diez, y no estamos haciendo nada. Pensemos en lo que significaría aumentar los rindes entre 4 y 5 qq/ha en toda la zona marginal (65% de lo que se cultiva); son millones de toneladas adicionales”. Federico Rizzo aporta datos emanados de ensayos de DONMARIO. En cuanto al distanciamiento entre hileras,

afirma que “en la zona núcleo, las variedades sembradas a 35 cm con dosificación a placa superaron a las implantadas a 52 en todos los ensayos, con materiales como DM3100, DM3700, DM4200 y DM4870”. Las sembradas a 35 cm a chorrillo versus a 52 cm con placa también resultaron favorecidas en los grupos III largo, medio y corto, con un adecuado manejo de la densidad. Los ensayos que mostraron rendimientos más elevados se obtienen con fechas de siembra comprendidas entre el 10 de octubre y el 10 de noviembre. Las decisiones de manejo de más alto impacto se relacionaron con el nivel de productividad del ambiente, la elección del grupo de madurez y la variedad, así como la fecha de siembra, con variaciones superiores al 16%.

Se viene La soja se prueba las plumas, titula CHACRA en abril de 2007. Hay razones para creer que, después del boom del trigo y el del maíz, la próxima vedette será la oleaginosa. “Ahora la soja estadounidense perdería al menos 3 millones de hectá-



2003/2007

Cultivos asociados Volviendo a la cosecha de granos, el Ing. Agr. Fernando Negri, integrante del CREA Henderson Daireaux, nos explica que “en soja es donde más hay para investigar y probar. Aspectos como variedad y distanciamiento todavía tienen mucha tela para cortar”. Marcelo Carrique, gerente general de Espartina, la empresa CREA que explota 22.000 hectáreas dentro del país y alrededor de 8.000 en Uruguay con otros socios, ya está haciendo monitoreo georreferenciado de plagas en soja, que permite determinar exactamente qué área debe ser tratada. Además, cada campaña –y para cada cultivo– hace correr modelos de simulación, que a su vez se ajustan permanentemente mediante ensayos de campo. Estos modelos otorgan pistas precisas acerca de cómo interactuar con variables 152 • CHACRA

como intercepción de la radiación, fertilización, densidad y otras. Y luego se recurre a los protocolos por cultivos. Las aplicaciones variables incluyen, entre otras, fósforo en soja, lo cual depende de la dotación del suelo: por encima de 10 partes por millón no se fertiliza. “Con ellas estamos siendo más eficientes entre u$s 10 y 50 por hectárea. La soja la sembramos lo más cerca posible; nos movemos entre 19 y 22 cm. El objetivo es lograr el 100% de cobertura a 40 o 50 días de la siembra, para aprovechar la radiación incidente”. Marcelo también prueba variantes de intersiembra (trigo/soja, maíz/soja, y girasol/soja). Tuvimos la oportunidad de recorrer un lote de maíz sembrado a 1,52 m, y entre las líneas del cereal se han colocado dos surcos de soja, lo más tarde que permita entrar el maíz. Éste arrojó un rinde de algo más de 8.000 kilos, 1.500 a 2.000 kilos menos que un cultivo puro; la diferencia debería ser más que compensada por la soja.

De puño y letra III

reas a manos del maíz, con lo cual algún otro país tiene que aumentar su superficie en 5 millones. Si la Argentina no va a crecer, la pelota pasa a campo brasileño. La tierra necesaria existe, pero se trata de zonas que requieren muchos más insumos, y con este tipo de cambio el precio actual quizá no alcance para compensar. Por eso, si la soja pierde precio como consecuencia del buen clima en Estados Unidos, hay que aguantarla, porque en unos meses va a explotar” –anticipa Erize en las páginas de CHACRA–. El poroto da nuevas muestras de su versatilidad. En una jornada realizada en el Establecimiento La Franja, de Alfredo Evangelista, en San Miguel del Monte (provincia de Buenos Aires), el Ing. Carlos Sosa, gerente de Desarrollo de SPS anticipa una novedosa propuesta para los sistemas ganaderos de la Cuenca del Salado, consistente en un planteo de intersiembra para silo que combina sorgo y soja y permite obtener 45 toneladas de materia verde por hectárea y un silo con 14% de proteína, lo que posibilita una ganancia de entre 650 y 750 g por día en novillos. Con este sistema se logra alimento de calidad a bajo costo y se obtiene a campo la combinación proteica de acuerdo con la categoría de tambo o ganadería para carne con la cual se trabaje.

ACSoja difunde los avances en la lucha contra el sorgo de Alepo resistente a glifosato (SARG). La mira está puesta en los equipos de siembra y su papel de distribuidores involuntarios de esta especie. Por ahora, el problema se limita a la zona norte del país. La localización del SARG es por manchones en las fases iniciales de su invasión, que se manejan mediante graminicidas aplicados con mochilas manuales. En tanto, Sergio Mondino, de la Regional Justiniano Posse de Aapresid, asegura a CHACRA que necesitaba imprimirle velocidad a su esquema. “Hace doce años que abandonamos la soja de primera y pasamos a un tercio de maíz y dos tercios de trigo/soja. Eso da cinco cosechas cada tres años, y un promedio de 7.200 kg de granos por hectárea. Considerando que en el Departamento Marcos Juárez prevalece la soja de primera, en dinero estamos, al menos, un 25 o 30% arriba. Como todos los años lleva gramíneas esas hectáreas son permanentemente fertilizadas. El planteo disminuye el riesgo financiero y técnico, y además contás con ingresos en diciembre, en marzo y en mayo”. La soja tiene en este campo una altísima estabilidad, llegaron a obtener 5.200 kg en siembras de segunda, algo impensado ocho años atrás. El Paraíso es un establecimiento ubicado en Pilar, Córdoba. Allí han estudiado, con el mayor detalle, la posibilidad de intersembrar maíz y soja y tomaron la decisión de hacerlo en un lote de 50 hectáreas, luego de acordar un curso de acción con Industrias Pla, La Tijereta y el ya famoso Alberto Choulet. José María Borletto explica que busca conseguir una cosecha adicional, ampliada, especializada y diversificada de carbono; hacer más rentable la sinergia de cultivos

■ “Venimos desarrollando desde hace tiempo diferentes formas de hacer la siembra para incrementar la productividad, sobre todo en surcos más estrechos y con ciclos cortos, que tienen menor porte de planta”. (Jorge Romagnoli, CHACRA, julio de 2005) ■ “Para aspirar a altos rindes en el Litoral necesitamos una rotación con gramíneas, antecesor maíz o cultivos de cobertura. En ese caso podemos pensar en usar los materiales de mayor potencial, sabiendo que corremos algún riesgo en términos de grano verde”. (Guillermo Bernardo, asesor CREA, CHACRA, julio de 2005) ■ “Los resultados de tres campañas de ensayos mostraron que el cultivar fue la variable que explicó la respuesta de la soja al disminuir el distanciamiento entre líneas, aun más que el grupo de madurez”. (Federico Rizzo, DONMARIO, CHACRA, julio de 2005)



2003/2007 versus un cultivo puro de soja o maíz; y demostrar que si con esta rentabilidad se equipara a un cultivo puro de soja, todas las demás “ganancias” son gratuitas. Diego Lezcano es una de las caras visibles del CREA Elisa-Humberto Primo, en el centro de la provincia de Santa Fe. Y como otros en el grupo ha adoptado sin vueltas el doble cultivo en verano. “Ahora, parte de lo destinado a soja de primera se utiliza para soja de tercera detrás de un maíz precoz; los números de esta dupla cierran bien”, anticipa Diego, para quien el objetivo final es “hacer cinco cultivos en dos años, pensado en el largo plazo. Si logramos que la soja de tercera rinda –como el año pasado– alrededor de 20 qq, por más que el maíz quede un poco más cerca de sus costos, el negocio cierra igual –dice Lezcano–, porque podemos hacer dos cultivos en verano y tenemos el impacto positivo del maíz sobre el suelo”. Datos de las últimas campañas indi-

can que el dúo estival aporta un margen conjunto de $ 1.600, por encima de una soja de primera ($ 1.000), levemente más que el maíz ($ 1.500) y con beneficios en materia de aporte de carbono. Pablo Calviño, asesor CREA del sudeste, detalla una experiencia de intersiembra girasol/soja en esta zona. En ella verificaron que por cada día que anticipaban el secado del girasol el rendimiento de la soja aumentaba 23 kg. En veinte días son 500 kg. “Eso nos lleva a

Poroto laborioso En CHACRA, Roberto Bisang pone en blanco sobre negro el tema de la soja y el trabajo. La trama sojera ocupaba entonces entre 310.000 y 410.000 personas, sumando los empleos directos y los indirectos –más de la mitad de la producción se lleva a cabo usando servicios contratados–. En todo esto, el concepto de red es clave.

pensar fuertemente en girasoles cortos o en zonas donde se comporten como cortos”, dice el técnico. Otra revelación fue que al aumentar la densidad de girasol crecía el rinde del capítulo y los rendimientos de soja se iban derrumbando; el óptimo coincidiría con 3.000 plantas en girasol”.

Multisoja “Les pusimos doble piso a nuestros establecimientos, con mucho cultivo de segunda, de tercera, y hasta trigo en verano”, dicen los responsables de Sartori Hermanos, una empresa 100% agrícola, perteneciente al CREA Elisa Humberto Primo. La división de la soja en cuatro grupos de cultivo, al cabo, simplificó las cosas–. “En la nueva campaña vamos a hacer 1.600 hectáreas con la oleaginosa. Es que además de la de primavera, la de primera y la de segunda, serán 400 de soja de tercera. Pero a su vez ésta se divide



2003/2007 en la que va arriba de girasol y la que se ubica detrás de maíz, por lo tanto también se separa. Entonces, termina siendo tal la diversificación en fechas que se siembra tranquilo y a tiempo, y nunca estamos atrasados”. El Ing. Agr. Fernando Míguez, de la cátedra de Cereales y Oleaginosas de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Católica Argentina, elabora en CHACRA un decálogo para arribar a una inoculación exitosa. El objetivo ideal es que encontremos entre 40 y 50 nódulos por planta y más del 20% de éstos en la raíz primaria –y la mayor cantidad posible en la parte superior–. Los nódulos deberían tener un tamaño mayor o igual a 4-6 mm; si se los corta al medio deben presentar un color rosado. En un cultivo el 80% de las plantas debe estar nodulado y con un peso seco superior de 300 mg/planta. A su turno, el Ing. Agr. Martín Díaz Zorita, del Conicet y Nitragin, asegura que la respuesta sanitaria de los cultivos de soja se vincula en parte con su manejo

nutricional –oferta de nutrientes del suelo, fertilización e inoculación–. Experiencias realizadas en el cono sur sugieren que mejoras en la oferta de P y K conducirían a una menor incidencia de enfermedades con efecto sobre los rendimientos, complementarios a los generados por una adecuada instrumentación de un plan de control, sobre todo contra enfermedades de fin de ciclo con fungicidas foliares.

Impacto indirecto

Lo anticipamos

Se llama Habb-10 y fue descubierto en girasol por Raquel Chan y su equipo de científicos de la Universidad del Litoral. Acelera la floración y acorta el ciclo de las plantas en laboratorio, un efecto que se potencia cuando se trabaja en altas densidades. Bioceres apunta a introducir este gen en trigo, lo cual permitiría adelantar significativamente la siembra de soja de segunda.

Estamos en vísperas de elecciones y CHACRA lanza una primicia: se viene un colosal aumento en las retenciones que se aplican sobre la soja. Juan Martín Rebolini habla de un modelo económico agotado y basado en el consumo. De acuerdo con el analista, lo que viene es mayor presión fiscal, y el campo está nominado. “Si los precios de los granos se mantienen en estos niveles es probable que tengamos aumento de retenciones para la próxima campaña. Y llevar-

las al 30% no serviría a los propósitos del Gobierno. Todo indica que habrá que pensar en un 40%, lo cual tendría consecuencias muy negativas para el sector”, dice a CHACRA Rebolini. En tanto, la posición Mayo 08 en el MAT está por encima de lo que esperaban los analistas; tiene un premio de riesgo climático que está descontando el mercado. La plaza se presenta muy sensible y casi no hay razones que hagan su-



2003/2007 poner que la soja puede llegar a bajar. La tendencia es alcista, sólo hay que ver qué va a hacer el Gobierno con las retenciones. Eso sí, el argumento del tipo de cambio alto se ha esfumado. De paso por Buenos Aires, Grover Shannon, de la Universidad de Missouri, Estados Unidos, abordó un tema que desvela a más de uno: el impacto del esperado gen de resistencia a sequía. La línea de soja que más atención ha tenido hasta esa fecha es la PI 416937, que se caracteriza por un lento marchitamiento y tolerancia a la sequía. Una de las explicaciones para esto es su mayor longitud y cantidad de raíces. Por medio de la ingeniería genética existe asimismo la posibilidad de transferir genes de tolerancia a la deshidratación de Arabidopsis (DREBs) a líneas de soja. Referido a la tolerancia a excesos hídricos, se seleccionaron las quince variedades más aptas en este sentido y las quince más susceptibles, y se comprobó

una pérdida del 40% del rinde en el primer caso versus un 80% de merma en el segundo. Asimismo se han encontrado genes resistentes a Phytophthora; uno de los más destacados es RPS1K. Esta resistencia juega un rol parcial en la tolerancia al anegamiento. Respecto de la tolerancia a altos ni-

veles de sales, Shannon indicó: “Hay más en los germoplasmas de lo que creíamos. Sobre un total de 50 experiencias hallamos 11 respuestas que mostraron esta tolerancia, dentro de los cuales se encuentran variedades del grupo de madurez 000, que en la Argentina se adaptarían a la Patagonia”.



TESTIMONIO

Difundir Por Daniel Miró

y enseñar ás que un hecho agronómico la soja fue una circunstancia económica particularmente favorable para el país a partir de que los europeos decidieron compensar a Estados Unidos por el ingreso de Inglaterra al bloque, en 1962. Para ello, le franquearon el acceso a sus subproductos de uso forrajero con arancel cero. El punto es que por aplicación del trato de nación más favorecida en el marco del GATT, el beneficio terminó haciéndose extensivo a todos los países que integraban el tratado comercial. El primero que se da cuenta de la gran oportunidad es Brasil, que inmediatamente acelera su producción de soja. Pronto se hacen visibles las bondades de la proteína vegetal para generar proteína animal, y se descubre que en eso la soja es extraordinariamente útil. La Argentina trató de seguir la explosión brasileña con plantaciones en el NEA, pero esto no funcionó demasiado. Mientras tanto, en la Pampa Húmeda actuaba la Comisión Permanente para el Fomento del Cultivo de la Soja, con profesionales de la Facultad de Agronomía de Buenos Aires. Si pudiesen hoy ver cómo terminó lo que ellos iniciaron, no podrían creer la magnitud que ha tomado. En la década del 70, la gente que fundó la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina –Remussi, Parellada, Mascardi y otros– trataban de convencer a los productores mediante lotes demostrativos de la importancia de incorporar la soja al esquema. Con el tiempo eso se fue dando, y hubo algunos impactos importantes, sobre todo cuando se eliminaron las retenciones en 1976 y mejoraron los márgenes. La soja era todavía un producto caro de hacer y complicado de manejar. Recuerdo las batallas contra las plagas o el sorgo de Alepo. Pero el poroto ya no paró de crecer. Esta oleaginosa representa hoy la equidad, el

M

160 • CHACRA

precio bien formado, producto de una estructura de mercado competitivo y que por suerte no está atada a “la mesa de los argentinos”. Y si aquella decisión europea fue impactante en su momento, el fenómeno chino que vino después la superó ampliamente. Hoy China importa el 60% de la soja que se mueve en el mundo. Y está tratando de dar un paso gigantesco hacia el desarrollo moderno. Tiene casi tantos cerdos como habitantes. Me preocupa la escasa conciencia que existe sobre el papel privilegiado que le toca a la Argentina en este tema. La soja vale porque tiene una demanda fenomenal. Son más de cien usos y una versatilidad que ya había ponderado Henry Ford hace casi un siglo. Todos la quieren, pero hay muy pocos países que pueden producirla. Uno de ellos es la Argentina. Nacida en Oriente, esta oleaginosa es curiosamente un fenómeno americano. Tenemos que estar a la altura de los acontecimientos, el mundo nos va a exigir más soja. El ministro chino de Agricultura no vino a pasear sino a ver lo que somos capaces de producir, a decirnos que es mucho lo que necesitan. Esto no va a parar. Vamos a tener que pactar con ellos, y espero que nos dé el piné. Acertamos al comprender la necesidad de desarrollar un polo industrial aceitero a partir de la soja, lo que les ha dado trabajo a miles de argentinos. En la otra orilla me preocupa desde luego la sustentabilidad del sistema cuando se abusa de ella, que arrinconen al productor y no le dejen otra alternativa que el monocultivo. Mis felicitaciones a CHACRA por sus primeros 80 años. Sólo puedo pedirle que siga en el camino emprendido, que persevere en esto de difundir y enseñar, porque nos salvaremos si les explicamos a todos en qué consiste esta movida, y si logramos que empiecen a ver el campo como una parte del ser argentino.





2008

Nadie gana,

todos pierden E

Punto de inflexión Con el argumento de la “alarmante sojización de los planteos” y el de “defender la mesa de los argentinos” –los mismos que raramente comen productos elaborados con soja–, el Gobierno de Cristina Fernández, que ya había elevado las retenciones al poroto al 35%, se despa164 • CHACRA

Un año que no se olvidará fácilmente. Primero el desatino planteado por la Resolución 125 y otras de similar cuño. Luego la debacle económica mundial y el miedo gobernando los mercados. cha con una Resolución –sí, claro, la 125– destinada a darle movilidad a este gravamen. Así, a partir de determinado valor de la soja las ganancias del productor quedan virtualmente congeladas y todo va a las arcas del Estado, menos los costos, que desde luego acompañan la suba del poroto. Un dislate. Ante el exabrupto del Gobierno y la actitud de ofrecer hechos consumados, los productores se lanzaron a cortar rutas. Nada peor que una víctima acorralada. CHACRA recorrió muchos de los puntos del país en que los piquetes, en su mayoría de manera espontánea y anticipándose a la propia dirigencia, procedieron a resistir una medida profundamente desafortunada, que en realidad no fue sino la gota que colmó el vaso. En San Pe-

De puño y letra

l poroto confirma la tendencia con la que termina el año previo. Para marzo ya bordea los u$s 350 y desata la ira del Gobierno. Nacen seis meses interminables, con productores al borde de la ruta y vigilia permanente en el Parlamento. Para cuando las aguas se aquietan la soja no vale más de u$s 230. Así, se ha perdido una oportunidad increíble, para los productores y para el país, ante la imposibilidad de vender en el momento en que la oleaginosa alcanzaba valores superlativos. Sebastián Olivero explica en CHACRA las razones del estallido. Durante la campaña 2007/08 la producción de soja de Estados Unidos declinó en 16,4 millones de toneladas, para ubicarse en torno de los 70,4 millones. Dada esa situación y una firme demanda, los stocks finales estimados por el USDA alcanzaban sólo a 4,3 millones de toneladas. Para colmo, la producción 2008 del hemisferio sur amagaba incluso con ser inferior a la obtenida durante el ciclo anterior. Esto se da en un contexto en el que se mantienen firmes tanto las perspectivas de demanda para biodiésel en los países centrales como para alimentación en Asia. La situación está al límite y no hay margen para tolerar problemas climáticos.

■ “No nos gustó el intento de enfrentar al pueblo contra el pueblo. Y estamos cansados de que decidan qué hacer con nuestro dinero”. (Raúl Vitore, productor de San Pedro, CHACRA, abril de 2008) ■ “El punto es que la enorme cantidad de dinero que nos sacan a nosotros no les sirve a las economías regionales. ¿Vos creés que alguien diría algo si viéramos que esta plata se utiliza dignamente? Y para colmo con ella están incentivando a la gente a no trabajar.. ¿Y que lográs con eso? Nada”. (Mariano, productor bonaerense, CHACRA, abril de 2008) ■ “El mensaje de la Presidenta está cargado de odio, el pasado ya fue, lo que hay que ver es cómo seguimos para adelante, y de esto no dijo nada. El federalismo no existe, sólo el saqueo de las provincias con gobernadores cómplices”. (Alfredo de Angeli, CHACRA, abril de 2008) ■ “Vengo día por medio al corte de ruta, porque hay que estar, no soy subversivo ni nada por el estilo, es la primera vez en mi vida que hago esto. Mi 4x4 es una Peugeot del 91”. (Don Herrera, productor bonaerense, CHACRA, abril de 2008)


dro (Buenos Aires), Arocena (Santa Fe), Paraná, Victoria, Gualeguachú y Ceibas (Entre Ríos) encontramos una extraña mezcla de calentura y tristeza en gente que jamás imaginó la manera en que iba a transitar el año. Para marzo pensaban estar metidos de lleno en la trilla, el Gobierno decidió otra cosa. Por esos días, Rosendo Fraga explica en CHACRA que la protesta del agro es el mayor desafío político que enfrenta el kirchnerismo desde la movilización que generó Blumberg, cuatro años atrás. “En la coyuntura, el Gobierno asume una actitud cuarentista, como si fuera el primer Perón de sesenta años atrás, quien identificaba al agro con los estancieros de la Sociedad Rural que vivían de rentas en Buenos Aires. Pero la realidad es hoy muy diferente. Hay centenares de miles de pequeños productores que participan activamente de este negocio, y la tecnificación del agro ha generado profesionales y técnicos que trabajan en el sector, el que además se articula en la cadena de valor agroindustrial, que emplea directa e indirectamente a millones de personas. Por cierto, ha sido el primer discurso de Cristina el que transformó el conflicto sectorial en político. La clase media urbana que salió a la calle enarbolando cacerolas como seis años atrás, ya no reclama contra las retenciones sino contra un estilo autoritario de ejercer el poder”.

El ruido y las nueces En medio de este desaguisado se rescata la unidad de las entidades –nace la Mesa de Enlace–, el apoyo de casi todos los integrantes de las cadenas de valor de

base agropecuaria, las manifestaciones de la población urbana, el saber quién es quién cuando las papas queman, por sus hechos y no por sus dichos. Queda claro además que los impuestos a la exportación no son la única ni la mejor herramienta para redistribuir ingresos, y su escaso efecto se pierde si otras razones, entre ellas las macroeconómicas, estimulan el proceso inflacionario. Pero la caja generada por las exacciones al agro se usa como zanahoria para hacer marchar a los gobernadores. Además, los subsidios directos exigirían un método transparente de adjudicación, explicitar el destino de los fondos y, claro, reducir el clientelismo. Por el contrario, con la implementación de las retenciones móviles a las principales exportaciones agrícolas se produce otra fuerte transferencia de recursos de los productores al Estado –alrededor de u$s 2.400 millones más, con lo cual el Gobierno alcanzaría un superávit primario de 4% del PBI–. No son coparticipables con las provincias y su destino final es poco claro. En tanto, la medida daña severamente a los mercados de futuros.

¿Y el Congreso? Bien, gracias. Las retenciones se convirtieron en la variable de ajuste de la política económica, frente a un gasto público que sigue creciendo (36% sobre lo mucho que había aumentado en 2007 –50%–) y un dólar nominal estable. Como contraparte, el Gobierno habla de gasoil barato, pero el campo lo paga $ 2,2/2,3, si lo consigue; y de tipo de cambio competitivo, cuando el agro tiene que comprar a 3,15 y vender a 1,75 o 2,2, según el producto.

Muy enojados Aapresid fue una de las entidades técnicas que le respondió con dureza al Gobierno. “Las medidas tendrán un dramático desenlace para nuestro país, con gran desmotivación para la producción a muy corto plazo. El sistema de retenciones es antidesarrollo, antiprogreso, anticrecimiento. Tenemos algo peor que el enojo, la desesperanza”. Raúl Dente, de la Federación de Centros de Acopiadores, es terminante. “El esquema de retenciones móviles hace im-


2008 posible que funcione el mercado. Vuelve el efecto Puerta 12 lo cual, además de deprimir precios, impacta sobre la logística. Harán falta más camiones –dos o tres veces los existentes– y silos en el puerto y las fábricas; no hay sistema que resista, y además sería terriblemente ineficiente”. Marcos Rodrigué, socio de uno de los grupos que trabaja gran cantidad de hectáreas de terceros en el país, asegura a CHACRA que “decir que la soja es un yuyo que sembrás y te olvidás es una falta de respeto. Asimismo, el Gobierno saca conclusiones de rentabilidad en función del precio, y la soja –como los otros cultivos– es precio x rendimiento. Si lográs 20 o 25 qq seguramente perdés plata. El discurso negro/blanco, patrón/empleado, rico/pobre, me parece terrible para el país. Jamás pensé que iba a volver a escucharlo. Este sector creció sobre la base de inversión y tecnología. Y me da mucha bronca el escaso apoyo de la industria, no se jugaron ante nuestra situación”. Teo Zorraquín, de la consultora Zorraquín, Meneses y Asociados, que trabaja con empresas reales que siembran sobre campos alquilados, dice que donde más pesó la medida del Gobierno es en la expectativa y en el financiamiento. En el primer caso generó gran desánimo; para qué arriesgar si se van a quedar con parte del premio. “Por otro lado, las empresas que no tenían forwards sobre la cosecha que se está levantando perdieron

166 • CHACRA

verdaderas fortunas por lucro cesante”. Por su parte, Carlos Melconian le asegura a CHACRA que la medida es absolutamente injustificada, angurrienta y mal asesorada. Para los números del productor fue mortal. No hicieron las cuentas y con esto sacaron a más de uno de la cancha. Las necesidades del Gobierno estaban bien con las retenciones anteriores, por eso pensamos más en una cuestión ideológica, aunque Kirchner es una persona que acumula por las dudas. El problema es que ahora la está gastando”. Según el especialista, desde 2002 al campo le han quitado alrededor de $ 120.000 millones en concepto de retenciones, de los cuales 75.000 millones son primarios. “Todo fue a rentas generales, no ha tenido como contraparte ni mayor infraestructura ni reforma fiscal ni fondo anticíclico. La crítica más grande que hago es a la dilapidación, el gasto público ha venido creciendo permanentemente”. A su turno, las empresas proveedoras de innovaciones tecnológicas para el agro pertenecientes a la Asociación de Cámaras de Tecnología Agropecuaria (ACTA) avisan que con medidas como ésta se desalientan la inversión, la producción y la incorporación de tecnología. “Se desincentiva la creación de riqueza y valor en la cadena agroindustrial. Y lo más grave, no se lograrán los tan importantes objetivos de controlar la inflación, mantener los elevados supe-

rávits fiscales y obtener una distribución más equitativa de la riqueza”. Poco importará el balance de 130 días en los que se acumularon pérdidas millonarias. Al no entregar, los productores no cobraron. Tampoco ingresaron divisas, ni se pagaron derechos de exportación. Los gobiernos provinciales y municipales recaudaron menos impuestos y tasas. Los corredores y acopios no cobraron comisión alguna en esos días.

Un montón de gente Y llegaron los actos multitudinarios del campo. En Rosario y en la Avenida del Libertador, en plena Capital Federal. La falta de muñeca de un Gobierno que todavía no reconoce su grosero error ha puesto al país en una delicada e innecesaria situación. Después de haber dado innumerables muestras de paciencia, el campo juntó voluntades en Rosario, unas 300.000 para ser más precisos. Y también personajes del espectro político más inimaginable, como reflejo de que las actitudes inflexibles del Gobierno han cansado a mucha gente. La Administración espera que el paso del tiempo desgaste a los agricultores, sin comprender que lo que está desgastando es su propia imagen y la bonanza del país. Y también la visión de la Argentina que tienen en el exterior. Algunos dudan del objetivo final del matrimonio Kirchner. ¿Toda la comercialización de la producción de granos del país en manos de un Estado omnipotente, que dice quién gana y quién pierde? ¿Es el escenario para 2009 o 2010? El tema habría parecido descabellado tres años atrás, pero ahora suena distinto, sobre todo atando cabos. Retumban en nuestros oídos las palabras del ultracristinista Edgardo Depetri frente a la carpa K, alrededor de las 10.30 de aquel 17 de julio histórico, convencido de que se había conseguido la victoria. “Acá el mercado no puede volver más a poner los precios de la producción industrial, agrícola ni de los medicamentos, acá es el Estado, no el mercado, sino el Estado interviniendo en la economía y capturando renta de los sectores más concentrados y tratando de distribuir ese


De puño y letra II

■ “No quise quedarme más y seguir escuchando barbaridades. Imaginate el ánimo de la gente que investiga en soja. Con esto ni hablar de biotecnología ni de progresos genéticos. Con la baja en los márgenes les hacen el caldo gordo a la bolsa blanca, a los maíces baratos, a los herbicidas genéricos y a otras bellezas por el estilo”. (Rodolfo Rossi, presidente de ACSoja, CHACRA, abril de 2008) ■ “Algo sí debe quedar claro: la soja no daña al ambiente más que otros cultivos, ni esquilma los suelos, ni afecta directamente la salud de nadie, ni tiene la culpa de que falte carne o de que el pan esté caro”. (ACSoja, CHACRA, mayo de 2008) ■ “Las retenciones aceleran la concentración de la riqueza porque castigan a los que peor les va, con lo cual salen del sistema y quedan los que mejor presente tienen”. (Gustavo Grobocopatel, CHACRA, noviembre de 2008)

ingreso para todos los argentinos”. Un conspicuo operador del mercado granario, que prefirió guardar el anonimato, fue directo al grano cuando le transmitimos nuestra incomprensión respecto de la actitud de un Gobierno que dinamita la represa con la excusa de darles de beber a todos. “No hay incongruencia alguna, lo que vemos es parte de un proceso que llevará a una estatiza-

ción total del comercio granario en dos o tres años. Por eso el problema de fondo no es cómo estamos hoy sino cómo podemos estar mañana”, definió con lógica. Con mercados de futuros inermes, productores acostumbrándose cada vez más a quitas crecientes en los precios y a una catarata de permisos, registros, revisaciones médicas, certificados de buena conducta y cuanta traba imagine, la idea

es menos loca todavía. Y si además en el medio hay una jugosísima caja, de la cual se podría disponer a voluntad... ¡bingo! Las palabras del trader nos obligaron a desempolvar el texto del proyecto que impulsa el diputado Alberto Cantero, que propone la creación del Ente Nacional de Promoción y Control Comercial Agropecuario y Agroalimentario (ENPYCCAA). Este superorganismo tendría, entre sus decenas de atribuciones, la potestad de comprar, vender, almacenar y distribuir productos agropecuarios y alimentos, por sí o por terceros, para estabilizar precios y garantizar la seguridad alimentaria a la población argentina. Las brujas no existen, pero que las hay, las hay. Representantes de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) confían a CHACRA que este conflicto tiene un grave impacto en nuestra reputación como país proveedor de alimentos, un intangible valioso y difícil de mensurar. “Las consecuencias se van a ver a mediano plazo, los clientes están empezando a buscar empresas brasileñas o estadounidenses para reemplazarnos. Los fletes al país se van encareciendo por encima de otros destinos. Claro que los chinos van a seguir comprándonos, pero nos van a dejar para la cola, sabiendo que vendemos de última, y harán las mejores operaciones con los brasileños. Son chinos, no zonzos”, advierten. El acortamiento de los plazos para la presentación de declaraciones juradas es también una complicación enorme y lleva a malvender nuestra cosecha. “¿Si pagamos menos precios por todo esto? Claro, es una prima de riesgo que necesariamente hay que aplicar. Todo lo


2008 que es incertidumbre es precio. Si vivís al lado de una fábrica que está por explotar tenés que pagar un seguro caro. Y acá el riesgo es muy alto, y de todo tipo. Y te descuento en consecuencia”. Manuel Dorrego, gerente de la Cámara Argentina Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma) enfatiza que el daño ya está. Si lo que apruebe el Parlamento resulta positivo para el hombre de campo seguramente continuará con lo que venía haciendo, pero paulatinamente. “Me temo que esto no le va a alcanzar al fabricante de maquinaria, que ya considera al año como perdido en alguna medida. Va a aguantar todo lo que pueda, porque la mano de obra que se va no vuelve más; esto ya lo vimos durante la convertibilidad y nos costó muchísimo recuperarla. Nunca asistimos a un caso como éste, sin gradualidad, en que la crisis sobreviene de la noche a la mañana en un contexto que debió ser de bonanza”, reconoce Dorrego. Las acusaciones oficiales caen sobre el poroto, y ACSoja NOA se encarga de desmentirlas una por una. “Cuando se comenzó con la siembra directa en Tucumán, existían zonas enteras con suelos que habían perdido su capacidad productiva, fruto de la erosión ocasionada por las labores agrícolas. Hoy la gran mayoría de estos lotes ha recuperado buena parte de su potencial. ¡Pero el cultivo principal, el que lo sostiene y lo hace posible es la soja! En Tucumán, la oleaginosa ha pasado en la última década de alrededor de 90.000 hectáreas a unas 280.000 en la presente campaña. En este período las superficies de caña de azúcar, limón, trigo y carne vacuna se han incrementado considerablemente. Dependen de sus mercados y nada tiene que ver la soja con la decisión de hacer crecer o disminuir alguno de estos rubros”. Con la 125 y rendimientos medios, los números son ahora negativos para la zona oriental sojera tucumana. CHACRA se asoma a la operatoria en el Chicago Board of Trade, una herramienta obligada ante la crisis de los mercados locales generada por la 125. Se pondera su enorme liquidez, reglas claras y estables en el tiempo, y condiciones cada vez más simples y accesibles para ope168 • CHACRA

Exacción Repasemos la génesis del conflicto. En marzo el Gobierno implementa retenciones móviles para todos los granos, con una fuerte suba en las tasas aplicadas a la soja y al girasol y una imperceptible reducción para trigo y maíz. Así, de una soja de u$s 500 le llegan al productor u$s 285, producto de un 43% de retenciones. A partir de u$s 600, la retención marginal es del 95% y el precio se plancha en torno de u$s 320. Cabe recordar que originalmente las retenciones para la leguminosa se ubicaban en un 35% en cualquier caso. En otras palabras, el Estado se quedaría con 95 de cada u$s 100 que excedan los 600.

rar desde la Argentina. Por intermedio de algunas corredoras locales, y con sólo presentar los datos de CUIT y razón social, se pueden realizar operaciones en Chicago sin mayores complicaciones. Dada la coyuntura política local en que los manejos de los registros de exportación y las retenciones limitan el potencial alcista de los precios parece muy interesante tener presente la posibilidad que brinda este mercado para poder capturar ganancias si los precios internacionales suben. Ello es especialmente relevante para los granos gruesos y puede ser vía compra de calls o spread calls. Mientras se acerca la decisión final que deberá tomar el Congreso Nacional, el senador Carlos Reutemann avisa que el horizonte sojero es muy diverso, por eso cualquier generalización es sumamente peligrosa. “Y se olvidan de que el promedio de la soja es de 2.800 kilos por hectárea; un productor con este rinde paga más de $ 400 en concepto de retenciones y tiene una renta de u$s/ha 40; no es nada extraordinario. Además, en muchas zonas de Santa Fe se obtuvieron 11, 12 o 15 qq, y de cara a la próxima cosecha el fósforo se escapó a u$s 1.250, la urea a u$s 550, el glifosato subió un 100%, los fungicidas también. En el mismo período, el valor de la soja creció 30%. A ciencia cierta, y retrotrayéndonos al 10 de marzo pasado, una alícuota del 35% tampoco cierra para aquellos productores de menos de 300 toneladas,

que son alrededor de 60.000”. Desde las páginas de CHACRA, Rosendo Fraga anticipa: “De cara al futuro, Kirchner sólo puede ser derrotado si la disidencia del oficialismo llega a un acuerdo con la oposición”. En efecto, pocos días después Julio Cobos le puso punto final al disparate.

La vida después de Cleto La inesperada intervención del vicepresidente de la Nación cayó como un bálsamo sobre los operadores de granos, si bien el decreto presidencial que ordenaba el retroceso de la política oficial de retenciones móviles resultaba ambiguo y suscitaba muchas dudas de cara al futuro. El tiempo demostraría que la 125 había pasado inexorablemente a mejor vida. Claro, para despejar el horizonte restaba rever la Resolución 543, que definía que el comprador debía tener la mercadería al hacer la declaración de venta y a su vez embarcar dentro de los 45 días. Fuera del país todo es mucho más simple. La soja se mantiene en precios históricamente muy altos, en especial producto del empuje de China y la India, el tema biocombustibles y la especulación de los fondos. Sin embargo, faltan días para la explosión de las hipotecas basura en Estados Unidos y el derrumbe de los precios. De hecho la crisis ya había comenzado, pero los fondos todavía se volcaban a los mercados de commodities y potenciaban la suba de precios. Como fuere, entre nosotros el análisis del factor político ya pesa tanto como los fundamentals tradicionales. El año tuvo sus pinceladas técnicas, a pesar de todo. Esteban Hopp, del Instituto de Biotecnología del INTA Castelar, se refiere en CHACRA a la aparición de plantas de sorgo de Alepo resistentes al glifosato. Lleva adelante un estudio asociado con tratar de determinar el mecanismo molecular subyacente. “Así podemos saber si es posible usar otro herbicida y si se lo puede mezclar o no con glifosato. Es muy importante tener en cuenta este tipo de cosas porque podría ocurrir que utilizando un herbicida alternativo se junten las dos resistencias, y esto es algo que debemos evitar. Enton-



2008 ces todos los datos moleculares son fundamentales para diseñar una estrategia de control adecuada. Sería como buscar la ‘vacuna’ específica”. Eduardo Erguetta, del CREA Armstrong-Montes de Oca, ha comenzado a trabajar con fertilizaciones separadas para el tándem trigo/soja. Por otro lado, ya lleva dos años sin aplicar inoculantes a la semilla. “Todo mi grupo CREA me lo cuestiona, pero estoy convencido de después de tanta historia en el uso de esta herramienta los Rhizobios están en el suelo y por eso no hace falta hacerlo permanentemente. Y no veo diferencias en los rindes; cosas como ésas tenés un montón en el campo, y yo empiezo a abrir los ojos. El curado de semillas, por el contrario, me parece relevante”. Los Giorgi son la cara opuesta de lo que el Gobierno quiere hacerle creer al resto de la sociedad. Para Arduino, Mario y Pedro, integrantes del CREA Armstrong-Montes de Oca, la soja de primera está en retroceso. En los lotes en que todavía se la conserva apuntan a un barbecho temprano, y tratan de mantenerlos limpios hasta llegar a la siembra. Las variedades utilizadas van muy de la mano de los ensayos del CREA y el INTA; siempre saben dos años antes cuál es el mejor material que saldrá al mercado. La aplicación de fósforo (P) en soja apunta a equilibrar la extracción. “Aun así, creemos que en la rotación estamos perdiendo P, si bien en general la mayoría de los campos están por encima de 20 ppm. Hemos hecho ensayos de fertilización elevada, incluso con potasio y algunos micronutrientes. Cómodamente podríamos estar en dos quintales más de promedio, pero todo significa plata, y necesitaríamos que nos dejaran de meter la mano en el bolsillo para poder invertir en esto, por ejemplo”, dice Arduino. Por su parte, Eduardo Barrios, de la Regional Mar del Plata de Aapresid, convirtió a Santa Lucía en un desafío en el que cada porción de la estancia tiene que dar lo mejor de sí. La ventana para hacer soja de segunda es muy estrecha y obliga a ir detrás de la cosechadora de trigo. La de segunda se siembra a 23 cm, con materiales del grupo de madurez 3,9, cultivares de rápido crecimiento y gran fo170 • CHACRA

llaje, para tratar de lograr “antena” lo más rápidamente posible. Después de cuatro años de ensayos, toda la soja va con inoculación en la línea. “La ventaja es que ubicamos el inoculante separado del fungicida –explica Barrios–. Además, al ser un medio acuoso le facilita el arranque a la semilla, y estamos poniendo la bacteria directamente en el suelo”. En la línea se aplican aproximadamente 20 litros de agua por hectárea, con una máquina casera. Se gana en practicidad y rapidez, casi no hay daño de semilla por movimiento de sinfines. “Entiendo que la nodulación en este campo ha mejorado sensiblemente, y los rindes también. El problema en soja de segunda es sembrar a chorrillo con aproximadamente 9.000 kilos de rastrojo de trigo en enero, con la limpieza de la máquina por cola, y todo ese tipo de cosas. Creo que vamos a obtener alguna diferencia al utilizar sembradoras neumáticas”. A su vez, Barrios prueba una variedad resistente a metsulfuron. Precisamente, CHACRA analiza la siembra neumática de soja, ante la tendencia a acercar hileras y la necesidad de incrementar la precisión en la tarea. La tónica ya establecida es utilizar, cada vez

Se llevan todo Según un trabajo del Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea, casi la mitad de los costos de la actividad agrícola son tributarios. El campo paga $ 70 en impuestos por cada $ 100 que gana.

más, los dosificadores del tipo monograno, debido a la facilidad para regular la densidad precisa en cada situación. Los neumáticos por vacío o por soplado producen un daño casi nulo sobre las semillas de soja, debido a la menor fricción que enfrentan éstas en su paso por aquél. El “accesorio” recomendado es un vacuómetro (medidor de vacío), que permite ajustar la depresión del sistema a las características específicas del tipo de semilla que se utiliza. Desde ya se indican todas las regulaciones necesarias y la puesta a punto de estos equipos. La Elena integra la Regional Bolívar de Aapresid. Allí, Ricardo Goycochea (de acá en más El Vasco) lleva adelante una intersiembra girasol/soja. Se trata en realidad de un intercultivo hecho con una máquina casera; el girasol va a 150 cm con dos surcos de soja adentro. Para esto eligió una de las mejores lomas, en la que separadamente han obtenido 2.500 kilos de girasol y 3.300 de soja. “Con 2.000 y 2.000 me conformo, porque estamos haciendo dos cultivos en uno”, entiende El Vasco, quien asegura que la soja fue la salvación de La Elena. Con sus particularidades, el poroto es habitante obligado en los tres ambientes en que se subdivide el campo.

¿Y el mercado? Después de cuatro meses en los que el Gobierno intentó usarla como chivo expiatorio, la oleaginosa es aún el grano más retenido por los productores y el que presenta el escenario más atractivo para la nueva campaña de gruesa. Gustavo López, de la consultora Agritrend, reseña las últimas resoluciones oficiales vinculadas con el comercio de granos –una maraña infernal capaz de paralizar la operatoria más pujante–, desde la aplicación de retenciones hasta la creación del cuestionado ROE Verde. Un mamarracho. La Oncca prolonga los plazos de embarque granarios –por ejemplo, el de soja a 180 días–, en lo que parece ser una demostración de que ha caído en la cuenta de que las consecuencias de la Resolución 543 son nefastas. Mientras tanto, la agricultura de precisión gana adeptos. Técnicos de la Cá-



2008 tedra de Malezas de la FCA-UNC indican que es posible contar con un mapa general de un lote elaborado sobre la base de datos generados por un sistema de posicionamiento global (GPS) portátil desde la cosechadora o bien a partir de una fotografía aérea. Si las observaciones son georreferenciadas, en años sucesivos es posible superponer las capas anuales y obtener información muy precisa para la toma de decisiones y de la pulverización sitio-específica”. Juan Carlos Ponsa, de la EEA INTA Pergamino, plantea alternativas de análisis para el control de guacho de maíz. Concluye que todos los graminicidas ensayados en mezcla con glifosato alcanzaron niveles satisfactorios de control de maíz guacho, aplicados tanto en V4 como en V5-V7. Las menores dosis que permitieron alcanzar el máximo grado de control (100%) para aplicaciones en V4, fueron de 1.200 ml/ha con el graminicida Pantera y de 4.400 ml/ha con Rango. Asimismo, profesionales del Proyecto Regional Agrícola-CERBAN, Área de Desarrollo Rural, EEA INTA Pergamino, combinaron tecnologías al alcance del productor –promotor de crecimiento, fungicida y fertilización foliar– y obtuvieron un interesante plus de rendimiento en el cultivo de la oleaginosa, en torno a los 800 kg. Desglosando los efectos de cada herramienta, la respuesta al uso del fungicida fue de 509 kg/ha-1, mientras que la utilización de un promotor de crecimiento o el fertilizante foliar produjeron una tendencia positiva sobre los rendimientos de soja de 300 y 313 kg ha-1, respectivamente. El P es otra pata clave en el cultivo de

Fracasados “¡Cómo han cambiado los tiempos! Cuesta creer que los sediciosos rurales, una vez conocida la no aprobación de la Resolución 125 en el Senado, se volvieran a sus campos a replanificar la campaña y a disfrutar de una buenas tortas fritas con la patrona o de un largo paseo por la costanera del pueblo. Media hora después del voto de Cobos no había un agropecuario en las rutas. No hay caso, como golpistas son un fracaso.” (CHACRA, agosto de 2008)

soja. El Ing. Agr. Flavio Gutiérrez Boem (FAUBA) menciona en CHACRA criterios para elegir la dosis: si la disponibilidad inicial es media se mantienen los niveles de P, y esto se logra reponiendo lo que se lleva el cultivo, es decir, 5,5 kg de P por cada tonelada de rendimiento esperado. Si es baja, se apunta a enriquecer el suelo, además de reponer los kilos que extrae el cultivo. Recuerde que son necesarios entre 3 y 9 kg de P/ha para elevar 1 ppm la dotación del suelo; todo depende de la disponibilidad inicial de P y de la cantidad de arcilla presente. En la misma edición, el consultor privado Santiago Barberis explica cómo hacer más eficiente la toma de decisión en función de la necesidad, el momento y la forma de aplicación de fungicidas en soja. Repasa el impacto de las enfermedades de fin de ciclo (bacteriosis, roya, mildiu, septoriosis y cercopsoriosis), y advierte que aquél se mide en porcentaje de rendimiento perdido. Es importante identificar y cuantificar las dolencias

presentes, saber si existen condiciones climáticas clave como alta humedad y elevadas lluvias, así como el estado fenológico en el momento en que aparece la enfermedad, que va a aliviar o agravar el potencial de daño. Las patologías habituales entre nosotros pueden llevarnos a perder un 25% del rendimiento, y la respuesta por aplicación de fungicidas varía entre 300 y 400 kg de diferencia.

En llamas A fines de 2008 el mundo es una hoguera. Enrique Erize invita a no asustarse. ¿Corresponde alarmarse con una soja de u$s 400 en Chicago, cuando el promedio histórico es u$s 230?, se pregunta. Hasta allí se habían alineado cuatro espadas con claro empuje alcista: la demanda de China-India, la fiebre del biocombustible, el dólar débil frente a todas las monedas del mundo y el accionar de los fondos, que exacerban las subas y magnifican las bajas. Ahora todos están locos con la coyuntura: fondos huyendo y silos llenos, pero la realidad de marzo-abril puede ser bien distinta”. El año termina con un paro dispuesto por la Mesa de Enlace tras analizar los resultados de la reunión con el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, y el presidente de la Oncca, Ricardo Echegaray. Como fuere, el porvenir no muestra mácula alguna. En boca de Gustavo Grobocopatel, la sentencia tiene aún más peso: “En nuestra región está el futuro de la oferta de proteínas del planeta”, asevera. Una realidad que parece inexorable más allá de la crisis. Según el



2008 empresario, a nivel global el consumo per cápita aumenta mucho más en harinas proteicas y aceites que en otros alimentos, y la soja los genera a ambos. “Ahora algunos dudan acerca de si la debacle financiera global va a ser tan profunda como para cambiar este patrón de crecimiento de la demanda. Lo cierto es que entre los compradores la locomotora fue China y el que ha ofertado es básicamente el Mercosur. Esto explica la expansión de la soja, no a expensas de otros cultivos sino que se ha agregado a lo preexistente, contrariamente a lo que se dice”, manifiesta el empresario. Daniel Miró también pone paños fríos. “En Estados Unidos no sobra soja, y el crecimiento de las exportaciones chinas es estructural, quizá de acá en más menos chinos pasen a integrar la clase media, pero no es posible volver atrás”, explica en CHACRA. “Nosotros estamos en mejores condiciones que el resto para competir en este escenario, y vamos

a seguir creciendo”. ¿Por qué habían subido tanto los precios del poroto? El esquema de oferta y demanda en Estados Unidos alcanzó una estrechez hipercrítica durante julioagosto, coincidiendo con el paro agropecuario en la Argentina. Después llegaron los enigmáticos números del USDA, que

de golpe el 30 de septiembre se despachó con unas cuantas hectáreas más de las que venía informando. Así, gestó una relación de stock/consumo que hizo menos atractivo al poroto. Pero para 2009 la suerte de las cotizaciones de soja pasan a ser mucho más dependientes de la evolución de la cosecha en Sudamérica.



TESTIMONIO

Transformación profunda

Por Pablo Vaquero

176 • CHACRA

ubo una Argentina antes de la soja, y hay otra después. La introducción de la soja RR en nuestro país en 1996 fue una revolución para la agricultura cuyas implicancias superan lo agronómico para extenderse a lo económico y, fundamentalmente, a lo social. Cuando Nidera lanzó la soja RR en nuestro país, con tecnología de Monsanto, había un esquema que protegía la propiedad intelectual mediante el pago de la semilla fiscalizada. En ese momento la Argentina llevaba una ventaja de ocho años sobre Brasil en el lanzamiento de tecnologías en soja. La falta de solución al conflicto sobre el pago de la propiedad intelectual condujo al estancamiento de las inversiones en investigación y desarrollo, a la vez que permitió que otros países de la región superaran a la Argentina en esta materia. Si bien las conversaciones con los distintos eslabones de la cadena marcaron una intención muy buena de todos para buscar una solución, creo que no se comprendió lo que se ganaba y resignaba con cada una de las oportunidades que aparecían, y eso hizo que en definitiva todos termináramos perdiendo un poco en esas negociaciones infructuosas. Hoy estamos en un escenario totalmente nuevo, en el que el entendimiento es claro y la solución está mucho más cerca. Esto hace que la Argentina esté dando un paso trascendente hacia una solución definitiva en la protección de la propiedad intelectual y el acceso a las nuevas tecnologías. Evaluar qué pasó, o qué perdimos como oportunidad, sería un ejercicio poco productivo. Me parece que sí es importante tener una mirada muy proactiva hacia adelante dado que todos los actores de la cadena sojera están interpretando la ecuación “ganar-ganar”; cada uno está entendiendo cuál es la parte que

H

le toca en este nuevo escenario. Lo que me queda como experiencia personal es el haber aprendido a trabajar sobre la base de consensos y del análisis de la solución a partir de las miradas de los otros, y no desde la visión interna de lo que uno está protegiendo desde su empresa. Sin duda, toda esta transformación que vivió el sector en estos años estuvo acompañada por los aportes tecnológicos de la revista Chacra, que permanentemente trató de estar a la vanguardia de las noticias, difundiendo con responsabilidad los temas del agro. En lo personal, fue siempre una fuente de consulta y un vínculo con el sector, y me permitió entender mejor las necesidades y las opiniones de los productores sobre estos temas. La soja nos posibilita ser más sustentables. Esto implica dejarles a las futuras generaciones un lugar en mejores condiciones de las que lo recibimos: en lo agronómico, en lo económico y, fundamentalmente, en lo social. Es el mismo espíritu y la misma visión del Compromiso de Rendimiento Sustentable asumido por Monsanto en 2008 y que tiene como objetivo duplicar los rindes de maíz, soja y algodón para el año 2030, minimizando el uso de los recursos y contribuyendo a elevar la calidad de vida de los productores, sus familias y las comunidades involucradas. Trabajamos para un mundo mejor para todos. Los beneficios más importantes de la soja son sociales: ella nos transformó como sociedad. Aun sus detractores admiten el papel estratégico que tuvo para salir de la crisis de 2001, devolviéndonos la esperanza a los argentinos. La soja genera más ingresos directos por exportaciones e indirectos por retenciones, más inversiones, más puestos de trabajo, mejores y más accesibles alimentos. En definitiva, contribuye al bienestar de los argentinos.





2009/10 a campaña 2008/09 es una de las más críticas de las que se tenga recuerdo, especialmente para quienes producen bajo arriendo, ni más ni menos el 70% de los productores argentinos. La siembra se realiza con un precio altísimo pero sin chances de capturar valor alguno por el conflicto con el Gobierno. Y, por supuesto, con insumos y alquileres por las nubes. Poco tiempo después, y en medio de una crisis económica global de proporciones, la cotización de la soja pierde más de u$s 100, con los restantes parámetros tal como se pactaron. “Hace tres temporadas gastaba u$s 300 por cada hectárea en producción, está campaña me costó u$s 800. El capital de trabajo del productor agropecuario acaba de esfumarse. Hoy tenemos forwards, pero todos con gran castigo en virtud de las limitaciones impuestas a los exportadores. Tomar estos valores –u$s/tn 190 para soja Mayo– implica aceptar un quebranto del 20% y después esperar que el clima te ayude. Estoy convencido de que las variables se van a ajustar para la temporada 2009/10 y será como empezar de nuevo. Es muy posible que tengamos entonces una buena campaña, la cuestión es quiénes lograrán alcanzarla”, le dice a CHACRA Javier Sundblad, integrante del CREA Roque Pérez-Saladillo y de Los Yaros Agropecuaria, una empresa que siembra 25.000 hectáreas de

L

Como el

Ave Fénix Peor imposible. Conflicto con el Gobierno, debacle de precios, insumos por las nubes, seca pertinaz. Un combo mortal para cualquier cultivo. La soja aguanta el chubasco y a la campaña siguiente, por enésima vez, lidera la resurrección. terceros en el centro de la provincia de Buenos Aires, desde Lobos hasta Azul. Por su parte, Héctor Ugrotte y su hijo Diego trabajan 200 hectáreas propias y pertenecen al CREA General Arenales, en el norte bonaerense. Pero además son contratistas, con lo cual cerca de 700 hectáreas de terceros pasan por sus manos. La empresa es mayormente prestadora de servicios de trilla, fundamentalmente de gruesa, y se mueven de una punta a la otra de la provincia de Buenos Aires con sus cuatro cosechadoras amarillas. “Como

contratistas, todo se complica con un valor para la soja inferior a $/tn 780-800, si bien depende del rinde. Cuando el poroto se pagaba en torno de $ 850, con un alquiler de 20 quintales ganabas no más de u$s/ha 50, imagináte ahora”, explica Héctor, que este año redujo la superficie propia de maíz a la mitad. La cuenta es alarmante. Aunque en los meses siguientes a la recolección el valor de la oleaginosa tiende a acercarse a u$s 300, para muchos el problema ya no tiene una solución sencilla. Es que las herramientas para arbitrar precios siguen en coma 3 y, para colmo, ni bien ingresa la cosecha estadounidense los precios vuelven a niveles en torno de los u$s 235-240.

Acotado Entre los que trabajan su campo el impacto fue menor, aunque no neutro. Trigo y maíz están directamente fuera de combate. Y la seca empieza a hacer daño. A pesar de la debacle, sólo la oleaginosa tiene chances de salir en azul en 2008/09. “La soja es un cultivo menos insumo-dependiente. El límite de precios en campo propio está en u$s/tn 220-230. Y encima la seca; me conformo con capturar el 75% del rinde histórico, si me asegurás 2.800 kilos lo firmo 180 • CHACRA


ya, porque no se había visto nada igual en los últimos cien años”, asevera Jorge Mazzieri, de la Regional Los Surgentes, de Aapresid, quien gerencia 20.000 hectáreas en el sur de Córdoba. Mazzieri sabe que será un verano duro, y partió de la consigna de diversificar fechas de siembra y alargar grupos de madurez en soja. La idea es ubicar R5 desde el 20 de enero hasta el 10 de marzo, porque los planteos están muy atados a la oportunidad de lluvias en verano. “Hasta acá veníamos en un escenario en el cual cada campaña cerraba con un precio superior al presupuestado. Ahora será al revés y asumir riesgos financieros puede terminar arruinándote. Por ende hay que tener mucha cautela.

Guachos RR En el oeste, Gustavo Duarte explica cómo controlar los guachos de maíz RR en soja. “Lo cierto es que la tecnología para controlarlos está, pero pertenece a manejos que hemos perdido de vista. Tiene diferencias sustanciales con la aplicación de glifosato. Esos herbicidas demandan mayor volumen de agua, utilizar más aceite, prestar atención a las condiciones ambientales (temperatura y humedad relativa) y al grado de estrés de ese maíz convertido en maleza. Y el consejo es no apurarse, el momento óptimo de ataque estaría entre V6 y V8 para que el herbicida alcance máxima eficiencia”.

Eso sí, esta crisis nos toma mejor parados que en otras épocas –obvia alusión a la convertibilidad–. No tenemos cuotas que pagar de infraestructura ni de campos, estamos relativamente líquidos, no registramos endeudamiento. Por eso pudimos poner la pelota bajo la suela”. Este año, su esquema se poblará de soja de primera, lo permiten muchas campañas de buenas prácticas agrícolas en directa. Como Sundblad, otros creen igualmente que todo volverá a reacomodarse. “El que viene es un partido que arranca cero a cero, hay que olvidarse de lo que pasó esta campaña y mirar para adelante. Puede ser un grave error pretender extrapolar los resultados de la cosecha 2008/09 para decidir qué se hará en la próxima temporada. Incluso es muy probable que tengamos otra situación climática”, advierten Eduardo Crimella e Ignacio Urdinez, responsables de Producción y de Gestión y Administración, respectivamente, de Las Matreras, un establecimiento adherido a la Regional Pergamino-Colón de Aapresid, de 1.800 hectáreas de suelos pesados y pendientes al 3%, que se aprovechan al límite. “Claro, de cara a la nueva temporada no menos importante es que el productor comprenda que es él quien debe tener el dominio de su producción y manejarla. Es preciso saber perfectamente cuánto costó generarla, y vender sólo cuando el precio supera ese nivel. De lo contrario, nos sentaremos sobre el grano y vamos a esperar todo lo que sea necesario. La idea es defender a muerte nuestra producción”, manifiesta Ignacio. Han decidido que en soja van a apuntar a estabilidad más que a rindes superlativos. ¿Qué cambios se esperaban ante esta nueva crisis? “Si no hay plata, la próxima campaña tendremos sobreabundancia de soja sin fertilizar. La producción nacional caerá a 60 millones de toneladas. Pierde el país, el interior, los camioneros, los contratistas, todos. Y gana el desempleo y la inseguridad. Resignamos fortunas por no poder operar en el mercado de futuro a raíz de la Resolución 543 y del conflicto generado por el Gobierno. Ahora probablemente vamos a sentarnos arriba del silo bolsa e iremos vendiendo con cuentagotas, sólo para 80 AÑOS • 181


2009/10 pagar las cuentas. La agricultura a la defensiva es pobreza para todo el interior”, dice a CHACRA Gonzalo Villegas, del CREA Roque Pérez-Saladillo. En cuanto a soja, Villegas ha encontrado variedades claramente diferenciadas para uno y otro tipo de ambientes. Los GM III largo y IV han hecho los mayores aportes al rinde, y ha sido muy importante la posibilidad de acercar hileras a placa –ambiente menos fértil, más frío y más tardío, de 52 a 19 cm–, tanto como la mejora registrada en los inoculantes. En cuanto a enfermedades de fin de ciclo, se monitorea y se toman decisiones de acuerdo con la situación de cada lote. Asimismo, Villegas y su equipo han alcanzado alta eficiencia en la obtención de semilla de soja de calidad. Después del duro comienzo de año siguieron meses de profundas discusiones sobre la necesidad de compartir los riesgos en los arrendamientos. Superado el primer trimestre, glifosato y fertilizantes, que se pagaban a valor oro, empiezan a reacomodar sus precios.

La vida sigue Como fuere, la tecnología no se detiene. En Chacabuco, provincia de Buenos Aires, Federico Rizzo detalla los resultados de nuevos ensayos vinculados con espaciamiento y densidad en soja realizados por DONMARIO durante ocho años. Explica que se han encontrado respuestas en el rendimiento al disminuir la distancia entre surcos, aun si una y otra opción logran el índice de área foliar (IAF) crítico. Esto se debe al uso más eficiente de los recursos. Con los cultivares más empleados actualmente, la respuesta al distanciamiento se da tanto en fechas tardías como en tempranas, aun en zonas de alta productividad, y es mayor con variedades de menor altura. Rizzo también remarcó que un menor distanciamiento entre hileras con placa obtiene una mayor respuesta que a chorrillo. Sebastián Olivero describe en CHACRA la batalla por el precio para la nueva campaña. Sudamérica pierde producción a manos de la seca, lo que empuja los valores hacia arriba. Los farmers, entusiasmados, apuntan a sembrar más, lo 182 • CHACRA

que tira hacia abajo las cotizaciones. “Para la cosecha 2009/10, toda vez que los valores vuelvan a alcanzar niveles en torno a u$s/tn 240 iríamos realizando ventas para calzar entre un 25 y un 30% de la producción esperada. Otro 25 a 30% lo cubríamos con compra de puts Julio en Chicago (parte de esa inversión se puede financiar con venta de calls mayo en el MAT). Para el resto de la mercadería estaríamos muy atentos ante oportunidades de negocios que puedan aparecer en el caso de que se registren problemas (o surja la percepción de que así será) durante el mercado climático norteamericano hacia julio y agosto próximos”, aconseja el analista. Todos se devanan los sesos tratando de resolver el intríngulis de los arrendamientos. Domingo y Alejandro Maiocco pertenecen al CREA Victoria y siembran en el sur de Entre Ríos. Como en otras zonas, se habla de una caída en el valor de los alquileres y un cambio en la modalidad contractual. Explican a CHACRA las variantes que piensan ofrecer a sus propietarios. “Habrá que calcular menos quintales, y también compartir el riesgo. Además, se va a buscar volcar la mayor parte posible del pago a cosecha, y en algunos campos volver a trabajar a porcentaje”, dice Alejandro, que está metido de lleno en la reingeniería de los nuevos alquileres. Entre lo que piensan ofrecer a sus arrendadores figura, asimismo, cerrar tra-

to en quintales fijos a cosecha con un pago mensual en dinero, o quintales a cosecha más un porcentaje de la renta obtenida. “Podemos mostrar nuestros números –costos y utilidades– y el resultado podría determinarse con gran transparencia. Y conocido el margen de ganancia ofrecer un 20% de la renta, por ejemplo, para compensar la espera”, comenta Alejandro. Las variantes son múltiples, la unidad de medida una sola: la soja. El poroto entra en cualquier menú. En San Luis de las Mulas, un campo del CREA La Paz, Entre Ríos, Oscar Salinas ha llevado 12.000 hectáreas de monte a un planteo decididamente agrícola. La soja como cultivo que precede a un desmonte es algo despareja, pero es la que mejor se comporta. La primera se hace con laboreo, y a partir de allí la rotación sigue en directa. Algunos lotes ya tienen 14 años y muestran rindes crecientes. Las curvas de nivel ayudan en la tarea de conservar el suelo. En cuanto a la soja que va sobre el girasol sembrado en julio y cosechado a fines de diciembre, se implanta inmediatamente detrás del capítulo (has-


los gastos, y lo va a sentir”. Santiago Rubies, integrante de una empresa familiar que forma parte del CREA Laboulaye Buchardo, en la provincia de Córdoba, ve oportunidades en medio de la crisis. “Todo está muy demorado, la gente quiere terminar de cosechar para ver dónde está parada. La movida de los arrendamientos no va a arrancar antes de mayo. Personalmente me parece que si el negocio es hacer soja al 30%, hay que tomarlo. Éste es un año de oportunidades, ideal para crecer en superficie sembrada; con riesgo compartido el número cambia totalmente –se entusiasma Rubies–. Hoy la relación de precios insumos/soja está como en las mejores épocas, cuando hace cuatro meses la ta enero) con un grupo VI. En San Luis de las Mulas han llegado a tener 3.600 hectáreas de soja, de primera y de segunda, donde antes reinaba la espesura. Con el último informe del USDA en la mano, recién salido de las oficinas del mismísimo Departamento de Agricultura de Estados Unidos, Javier Iraola explica en CHACRA que la siembra de soja 2009/10 entre los farmers inicialmente sería inferior a las expectativas del mercado. “Esto ayudará a mantener los precios de la oleaginosa, al menos durante las próximas semanas. En tanto, en la Argentina la cosecha caerá por debajo de los 40 millones de toneladas. ¿Hay que sentarse sobre la soja? Aun con semejante merma productiva considero que guardar la soja puede ser una trampa. Me temo que se va a sembrar más soja que lo que el USDA acaba de estimar, sobre todo después de lo que ocurrió en el Cono Sur. ¿Opciones? Vendería Julio y compraría Noviembre”.

Sombras y algunas luces Las secuelas de la seca se hacen evidentes. “La soja bordeará los 17 quintales en promedio, contra 30 de un año normal –dice Eldo Fillipuzzi, del CREA Cañada Seca, Buenos Aires–. No recordamos una sequía como ésta; sin considerar el costo de oportunidad de alquilar, el número de la campaña puede ser ligeramente positivo, pero haciendo los cálcu-

los como corresponde directamente no cierra”, advierte nuestro entrevistado. Como la mayoría, Fillipuzi espera otro horizonte para la temporada venidera. “Tiene que haber una baja importante en los alquileres, incluso de hasta un 50%. Está todo muy frío a la espera de lo que hagan los grandes pools. Habitualmente en febrero cerrábamos la mayoría de los alquileres (es abril y todo está en veremos). Para colmo, a medida que avanza la cosecha de soja los rindes son cada vez más alarmantes. El que siembra exclusivamente campo de terceros está muy mal parado, porque no tiene capital de trabajo; con lo que está cosechando no alcanzará a cubrir

ecuación era pésima; con seis quintales hacés un lote de la oleaginosa. El resto de mi empresa no lo ve de la misma manera y se vienen largas charlas al respecto”. Mientras tanto, la mancha ojo de rana va copando el escenario. La señal de alerta la dio un trabajo de Mercedes 80 AÑOS • 183


De puño y letra

2009/10

Scandiani y Marcelo Carmona. Cercospora sojina sorprende con intensos ataques, principalmente en las provincias de Córdoba y Santa Fe. Se trata de un hongo que se comporta principalmente como patógeno foliar, pero también ataca semillas, tallos y vainas. El rastrojo infectado es muy importante como proveedor de inóculo en cantidad, aunque perdura asimismo en la simiente y pasa a los cotiledones y las hojas (ésta es la forma de difusión más crítica). Scandiani y Carmona determinaron que el método sobre papel agarizado en V8 es el único que permite la detección y cuantificación de este patógeno. ¿El consejo? Recurrir a variedades resistentes, sembrar semilla sana o tratada con fungicidas eficientes, rotar cultivos, hacer aplicación foliar de fungicidas en variedades susceptibles y cosechar por separado los lotes con síntomas de mancha ojo de rana, e identificar la semilla de los lotes enfermos para no mezclarla con otras sanas. Desde Brasil, Ricardo Balardín evalúa la respuesta a roya asiática de las sojas inox, indicadas para esta dolencia. Estas variedades reducen la tasa de desarrollo de la enfermedad –que en infecciones del 1% disminuyen el rendimiento en 60 kg/ha–, pero tienen peor comportamiento frente a la mancha anillada. Paralelamente, cada día se hace más ostensible el hecho de que algunas malezas le han perdido el respeto al glifosato. “Necesitamos monitorear para com184 • CHACRA

■ “Jugados por jugados vamos a apostar al final de la película esperando algún rebote o que, de pronto, el Gobierno se ilumine, descubra que va a tener en quiebra cuanto menos a la mitad de la producción agropecuaria, se ponga las pilas y tome alguna medida de acá a la cosecha de soja”. (Javier Sundblad, CHACRA de enero de 2009) ■ “Con las retenciones se pagan tres veces las necesidades de quienes tienen menos recursos. El campo genera riqueza y el Gobierno la distribuye mal. Hoy podrían cobrarnos 10% y que el producido vaya a una tarjeta para que esos 11 millones de argentinos tengan lo que necesitan. Recibirían cada uno 70 kilos de carne, 200 litros de leche, el pan gratis y el maíz transformado en otros alimentos”. (Gonzalo Villegas, CHACRA de marzo de 2009) ■ “En los últimos tres años el campo aportó 10.000 millones de pesos, pero no aceptan concedernos nada porque han resuelto que nos quieren ver de rodillas”. (Eduardo Buzzi, CHACRA de abril de 2009)

batirlas cuando son chicas. Los problemas están apareciendo con más velocidad que las soluciones –advierte en CHACRA Juan Carlos Papa–. No se descarta que la rama negra (Coniza bonariensis) esté evolucionando hacia la resistencia. Jamás debe olvidarse que las plantas en rosetas de 3 a 8 cm de diámetro (en invierno) son muy sensibles (con 3 litros de glifosato se logra un control del 90% ), pero ya elongada demanda un mínimo de 6 litros”. A su turno, el programa de manejo de resistencias de Syngenta propone barbechos con sulfosato y un graminicida, y como residuales clorimuron y diclosulam.

Idas y vueltas Promediando 2009, el analista de mercados Agustín Vitta advierte que no

hay soja en el mercado y que los precios tendrían que ser más atractivos para sacarla a la luz. En tanto, los números del USDA vuelven a generar controversias, porque en resumen están diciendo que Sudamérica perderá 21 millones de toneladas, que Estados Unidos apenas va a exportar 5 millones más y que se las van a arreglar para que los stocks finales desciendan sólo algo más de 1 millón de toneladas. “La llave del tesoro la tienen, por un lado, el verdadero nivel de stocks finales en este país –el número del USDA parece totalmente sobrestimado– y el auténtico volumen de producción para la Argentina –los 39 millones de toneladas del USDA son irreales–, es decir, qué tan baja es la producción sudamericana. La estimación más optimista para nuestro país está alrededor de 36 millones de toneladas”, avisa el analista.



2009/2010 Lo cierto es que la producción argentina va a terminar ubicándose entre 33.000.000 y 34.000.000 de toneladas. Tarde o temprano esto se va a reflejar en las exportaciones de Estados Unidos y en los stocks iniciales para la próxima temporada en el hemisferio norte, y no puede hacer otra cosa que llevar el mercado hacia arriba. Las cuentas son inexorables. Para Eugenio de Bary, un productor de punta perteneciente al CREA María Teresa, en el sur de Santa Fe, “hoy por hoy lo único que conviene es la soja. En segundo plano viene el maíz, y el resto no cierra. Pensemos que en un trigo/soja se invierten alrededor de u$s/ha 432, y en un maíz u$s/ha 417. Y en soja de primera enterrás apenas u$s/ha 140-150, con mejor margen y retorno por dólar invertido mucho más alto. Lo que ocurre no es inocente, nos están llevando a recaudar con la soja, es un tema de caja, y lo que mueve la aguja es la oleaginosa. Las variantes posible para el trigo –cebada y colza– no van, y menos en este año, porque implican asumir riesgos extremos. No es un momento para probar nada”. Carlos y Hernán Pastor, de la Regional Río Cuarto de Aapresid, aseguran que en campo propio el trigo no cierra, y que la recompensa del maíz es pobre para una inversión sumamente exigente. Claro, desde el punto de vista de la sustentabilidad es un paso atrás, pero se sienten obligados por la circunstancia. ¿Cuál es el consejo si vamos a un escenario en el que predominará la soja? “Hacer una adecuada planificación para no perder liquidez en medio del proceso. Un solo cultivo implica un mayor riesgo de mercado y climático, y hay que manejar con máxima justeza el flujo financiero –apunta Hernán–. En este sentido el trigo era clave y no va a estar. El consejo es tratar de buscar el esquema más rentable en soja, hacer la propia semilla –pagar las regalías que correspondan–, ser muy conservadores en cuanto a la inversión mínima posible y manejar sensatamente los costos fijos y los retiros. Hay que tratar de tener reservas para no afectar la liquidez ante un panorama de incertidumbre”. Los Pastor creen que 2010 va a ser un buen año para la soja y sospechan 186 • CHACRA

que es un momento para entrar en el negocio. De hecho, en campo alquilado hoy es lo único viable. En esta zona se llegaron a pagar alquileres de 15 qq; con 10 u 11 qq/ha la soja recupera atractivo para el que arrienda. “El riesgo es que ya le estás poniendo precio al 60 o 70% de tu inversión, que es el alquiler. Y no tenés la más remota idea de lo que va a valer el poroto cuando lo coseches, por las dificultades con los mercados de futuros y forwards. Eran una herramienta fundamental para acotar riesgo de precios y aportar previsibilidad”, aclara Hernán. Pastor hijo trabaja en un tema clave. “Es importante cuantificar el nivel de riesgo asociado con las alternativas de arriendo. Esto nos indicará cuál es el monto de arrendamiento que podríamos pagar para no afectar la rentabilidad. Está claro que los alquileres tienen que bajar 20-30% y mientras más asociemos al dueño de la tierra mejor –ahí se podría pagar algún quintal más–”. Adherida a la misma Regional, La Cesira Agropecuaria debe digerir una dura golpiza. “El 80% de nuestros inversores tienen algún vínculo con la empresa. Éste es el primer año que cierra en rojo, y en líneas generales ellos han entendido que se debe a cuestiones externas y no a un mal manejo. A nosotros no termina de sorprendernos el alcance de la seca, porque estábamos confiados en que nuestra dispersión de cultivos y zonas nos

ponía a cubierto. No se salvó nada, es más, el palo más duro lo recibimos en los mejores campos, los que vienen más rotados”, asegura Manuel Zinny, responsable agronómico de esta empresa que siembra 15.000 hectáreas en Córdoba, Buenos Aires y San Luis. En 2009, lejos de achicarse, intentarán implantar 20.000 hectáreas, aunque con claro predominio de la soja. “Si los gastos son menores, si se consigue algo de financiamiento y si se suma algún fondo de contingencia, puede andar –asegura Manuel–. El alquiler es el 60% del costo, y en él está la clave”. En La Cesira piensan en armar buenos planes de soja en términos de diversificación vía fecha de siembra y variedades, y será necesario caracterizar y diferenciar lotes como nunca antes, para hacer un uso muy afinado de los insumos. En la coyuntura, Daniel Miró opina que la soja es el primer producto por vender si se necesita efectivo. “Es probable que siga subiendo, pero eso se maneja con otras herramientas. En su momento



2009/2010 nos cansamos de explicar las ventajas de comprar un call en Chicago. Y si de todos modos no lo hizo, no olvide que igualmente tiene una soja de $/tn 1.000”, afirma en CHACRA. Con buen criterio, el profesional pone de relieve, además, que el poroto es el producto con mayor riesgo político. “Yo no se qué va a pasar con las elecciones, pero la soja es una cosa antes del comicio y puede ser otra a partir del 29 de junio”. De nuevo, la clave para el productor en un escenario como éste es bajar el riesgo y afirmar la caja, especialmente allí donde los capitales más han sufrido. De la campaña 2009/10 al analista le preocupa que muchos se vuelquen a la soja, y lleguemos a mayo de 2010 con una gran cantidad de productores desbordados por las urgencias económicas después de un año de no ver un centavo y de arrastrar un profundo quebranto del capital de trabajo. Un detalle más. La alarma la generan los dictados de la Resolución 543 y sus particulares exigencias. “Imagínense el año próximo, con 50 millones de toneladas y un sistema que no funciona como debería. Por algo la paridad de Chicago para Mayo 2009 arroja u$s 224 para la soja nueva y hoy por hoy nos pagan u$s 239 en el término. Da para pensar. Eso sí, con este precio hay que cubrir parte de lo que se va a sembrar, no está nada mal”.

Canasta de inversiones Los Manuelitos, muy cerca de Alberti, provincia de Buenos Aires, está recostada sobre el río Salado. La explotación, que pertenece al CREA Seguí La Oriental, será sometida ahora a cambios de fondo. “Vamos a dejar de lado la rotación y pasar a una canasta de inversiones sobre la base de antecesor, capital, retorno, riesgo de precio interno e internacional y clima. Año tras año se decidirá qué hacer; en general este campo ha sido muy cuidado y la idea es empezar a mirar distinto el negocio. Una soja sobre soja tiene sus costos, porque el rinde declina, pero se va a hacer si es lo que indican los cálculos. Tomaremos dos o tres indicadores de suelo para ver cómo evo188 • CHACRA

Cal y arena Monsanto Company anuncia que ha recibido la aprobación de la Unión Europea para la importación de soja Roundup Ready 2 Yield. En cuanto a la soja BtRR2y, que cuenta con mayor protección contra lepidópteros y resistencia a glifosato, pronto estará en Paraguay y Brasil pero –según indicaron los técnicos de la obtentora– los argentinos no la tendrán antes de cuatro años, debido al atraso en resolver el tema de la propiedad intelectual. En Estados Unidos se hallaron incrementos en los rendimientos de hasta el 7,5% respecto de la soja RR, a lo que cabe sumar las ventajas del evento Bt.

luciona el sistema”, dispara sin vueltas David Hughes, responsable del management de este campo. Que quede claro: dentro del análisis se pedirá un retorno muy alto cuando se está asumiendo un riesgo importante. Hughes entiende que hoy por hoy no hay otra prioridad que enderezar la nave. “Los deberes los hicimos siempre, y los suelos están bien porque invertimos en fertilización y buen manejo. Ahora no queda otra que ordeñar el campo un par de años hasta acomodarnos nuevamente. Al menos así deberá ser por dos campañas”, avisa. Otro productor CREA, Marcos Ro-

drigué, confía a CHACRA que el saldo de la temporada 2008/09 ha sido muy negativo. “Sembramos unas 46.000 hectáreas, casi todo de terceros, y perdimos alrededor de u$s/ha 100, es decir cerca de u$s 4.000.000. Y te aclaro que en la mayoría de los casos las pérdidas de los grupos de siembra han sido mayores que las nuestras. Afortunadamente, en octubre y noviembre, cuando vimos que los números no cerraban, decidimos que no tenía sentido ir solos cuando de antemano sabíamos que perderíamos plata, de modo que pasamos a gerenciar: en criollo, aportá los insumos y compartí los riesgos, yo te lo manejo. Esto nos ayudó incluso a poder llegar con los pagos a cosecha. El punto es que hay un enormidad de gente que está quedando fuera del sistema”. En 2009/10, Rodrigué y sus socios apuntan a 40.000 hectáreas de soja, como piso, y 10.000 de maíz, que pueden ser menos. “Pensá que 90 quintales del cereal pueden dar lo mismo que 33 de soja, pero en este último caso hay que desembolsar mucho menos. Entonces, con 1 hectárea de maíz lográs 3 de soja. Hay que comprender que después de semejantes pérdidas todos están buscando una recuperación lo más rápida posible”. En La Redención-Sofro llegaron a la conclusión de que el 64% del costo de producción se lo llevaba, en promedio, el arrendamiento. El impacto era altísimo. Y plantean asimismo formas de bajar la exposición al riesgo.



2009/2010 ¿Mucha soja? A esta altura del partido, están claros los nuevos componentes que definen el precio de la soja. Además de los tradicionales fundamentals surgen el aporte de los fondos (índice y especulativos), el valor del dólar, la tasa de interés, el precio del petróleo y la demanda para biocombustibles. El fracaso de la cosecha sudamericana (especialmente la de la Argentina) fue inversamente proporcional a la intensificación de la demanda de importación de China. De cara a los próximos meses se viene una situación de delicado equilibro entre un presente con reducidas existencias globales y una potencial gran cosecha en Estados Unidos y Sudamérica. A partir de acá abundarían las advertencias sobre una gran cosecha local y la consecuente caída del precio de la soja en mayo de 2010. Más adelante veremos por qué esto quedó en nada. Precisamente, unos meses antes de la siembra Mateo Bosch, integrante de la Regional Necochea de Aapresid y responsable de una empresa del sudeste que trabaja 6.000 hectáreas anuales y otras 2.000 en la provincia de Salta, manifiesta a CHACRA sus temores. “Por como se dio al año, nosotros –y el país– quedamos demasiado atados a la soja. Y esta situación no me genera ninguna tranquilidad; hoy (mediados de julio) tenemos precios para el disponible de u$s/tn 260, mientras que para Mayo 2010 el valor se plantea en torno de u$s/tn 225; el spread es demasiado grande”. Paralelamente, es inminente el vencimiento del mandato que autoriza al Ejecutivo a fijar las retenciones. Para la analista Paulina Lescano, “se ha comercializado más del 50% de la cosecha, y quien ya cumplió con sus obligaciones y la compra de insumos intentará retener la soja a la espera de alguna mejora respecto de las retenciones. Si bien esta posibilidad se ve menos probable para soja que para los cereales, parece razonable no vender por lo menos durante agosto”. En el sudeste surgen algunos problemas. Gastón Fernández Palma, presidente de Aapresid, fue el primer productor que sembró soja allí, incluso muchos años antes de los materiales gené190 • CHACRA

ticamente modificados y del GM IV, que tan bien se adaptó a la zona. Arrancó con expectativas de máxima, y durante seis años bordeó los 4.000 kilos en las de primera y los 2.800 en las de segunda, con lluvias normales. Desde 2003/04 que los rendimientos tienden a caer, a pesar de haber mejorado la fertilización, de apuntar a la campana de crecimiento, de usar siempre los mejores inoculantes del mercado, de ajustar la tecnología de procesos, de recurrir a distanciamientos entre hileras adecuados, de usar semillas analizadas puntillosamente, de pagar regalías, de recurrir a la siembra monograno respetando fechas y con la humedad requerida. La razón de este retroceso estaría vinculada con el crecimiento de plagas y enfermedades. Entre ellas, la mancha púrpura de la semilla, la cancrosis varie-

Elecciones 2009 Los resultados siembran esperanzas, que el tiempo se encargó de enfriar. CHACRA dice en julio de 2009: “Se apaga inexorablemente un ciclo en el cual el campo fue agredido sin lógica alguna, un dislate que pagó y pagará en el mediano plazo todo el país. Pero a su vez tenemos la posibilidad invalorable de desembarcar en el Congreso. Sería un crimen dilapidarla”.

dad meridionnalis, el bicho bolita, el gusano arroz y las babosas Milacidas y Derocera son un dolor de cabeza. “Creemos que quizá no usamos para soja la secuencia correcta. Recurrimos a un referente y amigo, el fitopatólogo Marcelo Carmona, para redefinir el concepto de rotación en el contexto ambiente-sudeste, con frío y menos lluvias, y por ende mayor persistencia de rastrojos infectados –vale el concepto de ambientes que marca el Programa Chacras de Aapresid–”, explica Gastón. Simultáneamente los precios del poroto han repuntado, producto de las pérdidas en el Cono Sur como consecuencia de la seca –21 millones de toneladas de soja menos de lo esperado, gran parte en la Argentina– y del regreso de los fondos de inversión, que volvieron a actuar con mucha dinámica exacerbando un poco la suba. Se sigue temiendo una baja a cosecha y el consejo de Enrique Erize es concreto: con un valor de u$s 220-235 para la soja Mayo 2010, aquel que piense que las retenciones no van a reducirse –“me temo que así será”– debería aprovecharlos para hacer coberturas por el 30-40% de la soja que piensa sembrar. Eso sí, gastando u$s 5 en algún call spread en Chicago, por si ocurre algún tropiezo productivo impensado y los precios van hacia arriba. Permanentemente habrá que ir revisando la estrategia en función de las señales



2009/2010 No hay problemas

que ofrezca el mercado. Al final del tercer trimestre de 2009 Beijing es testigo de la World Soybean Research Conference VIII, el acontecimiento más importante en la materia y al cual CHACRA otorga un amplio espacio. Cada cuatro años el universo que la soja supo conseguir se reúne en algún lugar del mundo para debatir a fondo el futuro de este maravilloso cultivo e intercambiar novedades en materia de nueva tecnología para toda la cadena, desde la investigación hasta los mercados. La Argentina desembarcó con toda la artillería disponible, y con ACSoja a la cabeza, claro. “Llevamos alrededor de

En materia de tecnología la novedad más detonante del Congreso Mundial realizado en Beijing fueron las chances que tiene China para hacer a campo el híbrido de soja. Parecía un imposible, debido a que conlleva un costo importante, y por la baja producción de semilla. “Los chinos mostraron que si bien el valor de la simiente va a ser muy elevado –y de pronto prohibitivo para el cultivo masivo–, servirá para producciones muy específicas. Lo único que conseguirán es reemplazar parte de la importación que actualmente tienen, por ejemplo ganando para el cultivo tierras que hoy sufren sequía periódica, o que padecen problemas de malezas y enfermedades –entiende Rodolfo Rossi, presidente de ACSoja–. Precisamente en este encuentro uno de los grandes temas fue las resistencias posibles: a la sequía, a enfermedades, a las sales. El coloso asiático tiene mucho para crecer en eso, pero de todas maneras va a seguir comprando, no lo vemos como una amenaza en los próximos años”.

90 papers y también tuvimos una presencia muy fuerte en las conferencias que se hicieron paralelamente en foros específicos –biotecnología, propiedad intelectual, productores, tecnología de producción y otros–. Veinticinco argentinos le explicaron al mundo qué esta-

mos haciendo por esta leguminosa –enfatizó Rodolfo Rossi, titular de la entidad–. Nuestro objetivo último fue movilizar a toda la cadena, y aprovechamos la ocasión para realizar gestiones desde otro punto de vista, es decir una especie de embajada comercial”. En este mercado la Argentina tiene un rol relevante en la exportación de productos más elaborados, como es el caso del aceite. El 60% de nuestro aceite de soja se reparte entre China y la India, y tenemos en este rubro una presencia mucho más fuerte que la de Estados Unidos o Brasil, que son básicamente exportadores de granos. De nuevo surge la idea de privilegiar, en la medida de lo posible, el agregado de valor. De todas maneras China es también nuestro principal cliente en grano tal cual, son alrededor de 7.000.000 de toneladas promedio por año. La representación argentina se materializó en el stand más grande del Congreso, que se convirtió en una verdadera vidriera de toda la cadena, no solamente del sector privado sino también del sector público –Senasa, Inafe, INTA, Proargex, Fundación Export.Ar y otros organismos–, con fuerte presencia de los técnicos. Una de las primeras conclusiones de esta movida es que se necesita una presencia argentina en China mucho más intensa, es decir, estar permanentemente allá, como soporte de todo lo que se hace oficialmente desde el punto de vista diplomático y comercial. El mensaje de los chinos fue: “No sea cosa que se vayan ahora y no vuelvan por cuatro años”. Paralelamente, Rossi advierte que habrá que abrir bien los ojos ante todo lo relacionado con posibles barreras para-arancelarias. Es necesario contar con información para discutir estos temas de igual a igual, porque ellos van a querer comprar todo lo que puedan pero al precio más barato posible, de eso no cabe la menor duda. En cuanto al flete, todo indica que cuanto más cerca del Pacífico se pueda poner el grano, mejor.

Recaudos Para tender un puente de plata entre la cascoteada campaña previa y la actual, 192 • CHACRA



2009/2010 Pedro Lacau e Hijos –una empresa del CREA Lincoln, con 25.000 hectáreas gerenciadas en el país y 15.000 en Uruguay, unas 100.000 toneladas de granos–, adoptó algunas medidas de cirugía menor. En principio, apoyarse en la soja, un cultivo menos exigente en inversiones. Además, bajaron el riesgo en materia de arrendamientos –menor monto pagado y fórmula compartida–. Finalmente, minimizaron aquellas zonas de cultivo donde la respuesta económica es menos segura. Desde ya, las posibilidades de una enorme producción regional de soja los llevaron a tomar algunos recaudos. “En principio hay que ver cuánto siembran la Argentina y Brasil. Es decir, si entre nosotros se implanta soja en aquellas hectáreas marginales que conllevan riesgo, y si con estos precios el vecino país logrará extender su frontera agrícola”, dice Clara Lacau como animando a no apurarse a dar por cierto el cosechón vaticinado por algunos. En Lacau operan intensamente con coberturas a medida –en el MATba o en Chicago–, y van cerrando negocios. En San Luis, los técnicos de la Regional de Aapresid trabajan la soja por ambientes. Concluyen que, en esta zona, los cultivares del GM III largo son los que expresan mayor potencial de rendimiento, mientras que las variedades del GM IV largo se comportaron como más estables en ambientes caracterizados como inferiores. “Dentro de un mismo lote se puede determinar de manera sencilla los distintos ambientes que contiene e integrar un manejo diferencial para cada uno de ellos, dice a CHA-

Industrialización El INTA propone que la cadena argentina de agroalimentos debería crecer en productividad, valor agregado y rentabilidad. Para ello sugiere aumentar los procesos de industrialización primaria en origen, la industrialización secundaria y, si es posible, la terciaria. Asimismo se debería ampliar la cadena de frío trazable hasta las góndolas locales y del mundo, pero siempre bajo estructuras manejadas desde origen. Esto también le cabe a la soja.

CRA la ATR Laura Guzmán. En materia de inoculación, Gustavo Ferraris, de la EEA INTA Pergamino, asegura que las prácticas con mayor impacto y difusión reciente fueron el uso de protectores bacterianos y la inoculación en la línea de siembra. Los primeros son sustancias, por lo general hidratos de carbono, que nutren a la bacteria y la protegen de la desecación en el período que transcurre desde el tratamiento hasta la llegada de la semilla al suelo. La inoculación en la línea, en cambio, consiste en aplicar un flujo levemente presurizado de inoculante directamente en el interior



2009/2010

De puño y letra II

del surco abierto por la sembradora. De esta manera, se evita que los cotiledones de la semilla conduzcan al inoculante afuera del suelo durante el proceso de germinación. Ambas prácticas parecen ser especialmente útiles bajo condiciones agresivas para la bacteria, como sequía, altas temperaturas durante la implantación o presencia de fertilizantes en cercanías de la semilla. En estos casos, disminuiría la mortandad de los microorganismos, y se lograrían mejores parámetros de nodulación, que redundarían en rendimientos superiores. Por el mismo camino, Hugo Fontanetto, de la EEA INTA Rafaela, agrega que la fertilización nitrogenada sólo se recomienda en ambientes sin nodulación o en ocasiones en que se detecten síntomas de deficiencias de nitrógeno (N) durante el desarrollo del cultivo. Recomienda evitar la aplicación de fertilizantes en contacto directo con las semillas por riesgo de fitotoxicidad y posibles daños a los rhizobios. En cuanto a fósforo (P),

■ “Aquellos que hace un año salimos a pelear porque pretendían pegarle un manotazo a la ‘rentabilidad extraordinaria’ ahora nos vemos obligados a dar batalla para sobrevivir. En estas condiciones, aun con un dólar de $ 3,70, los costos de la soja están por sobre los ingresos” (Eduardo Buzzi, CHACRA de abril de 2009) ■ “Cuando el campo tiene un mango compra de todo. Y hoy no se mueve una hoja. Lo del Fondo Solidario de la Soja es un disparate, nosotros aportamos $ 90 millones por año en concepto de retenciones y nos quisieron dar $ 200.000. Rechacé este ‘aporte’, porque conceptualmente no puedo aceptar que se le saque plata a un sector que está en rojo”. (Marcos Rodrigué, CHACRA de julio de 2009) ■ “Nadie está en contra de la redistribución de la riqueza, que es el mecanismo al que apelan las naciones más desarrolladas del mundo para sostener una sociedad equilibrada –igualando hacia arriba, no hacia abajo como pretenden los esquemas populistas–. El punto es que no lo hacen destruyendo mercados, cerrando fábricas, regalando clientes a la competencia, dejando en la calle a miles de trabajadores de aquellas regiones de la Argentina que no generan altos volúmenes de votos”. (CHACRA de julio de 2009) ■ “Nuestra empresa paga voluntariamente las regalías de la semilla que utiliza. Hemos sido invitados por Monsanto a viajar a Estados Unidos y los nuevos eventos están. La propiedad intelectual se debe respetar a muerte. La solución es fácil, tal como hicieron los uruguayos: la factura de las regalías –hay que ponerse de acuerdo en el monto, es un contrato privado– se descuenta dos veces del impuesto a las ganancias. Para el fisco el costo es mínimo”. (Miguel García Fuentes, productor del CREA Monte Buey-Inriville, CHACRA de agosto de 2009)



2009/2010 enfermedad. Entre los materiales más tolerantes se citan primeros se citan NA 7708RG, RMO67, TOB7800, RA623, Andrea60, DM6200, NA 6126RG, AS 6411RG, NA 7743RG, RMO75i, Atarita 31, DM 3100, RA516, DM7-0i, y NA 3933RG.

Calidad de siembra

198 • CHACRA

dencia del 100%, con severidades que iban desde trazas hasta el 90%, dependiendo del cultivar y la fecha de siembra. En Santa Fe y Buenos Aires, al finalizar la campaña los niveles de incidencia llegaron al 100% en ambas provincias, con severidades que alcanzaron el 80% en Santa Fe y el 30% en Buenos Aires. Las lesiones en hoja son manchas angulares o circulares, de color castaño rojizo cuyo centro se torna castaño más claro cuando avanza la enfermedad. También genera daños en tallos y vainas y en las semillas. Las pérdidas que produce la MOR son variables y dependen del cultivar y del momento de infección, con registros máximos de alrededor del 35%. El tratamiento de la simiente con fungicidas curasemillas y la aplicación de fungicidas foliares son alternativas viables para disminuir el impacto de la

De puño y letra III

la aplicación al voleo es viable en lotes con más de 8 años de siembra directa y dosis mayores a 25 kg/ha de P. El técnico agrega que las deficiencias de azufre (S) son cada vez más generalizadas en suelos con tenores de materia orgánica inferiores al 2%, en los de texturas arenosas o francas, con elevada historia agrícola sin el agregado de este elemento y donde se logró optimizar el agregado de N y de P. Además del P y del S, aparecen como limitantes de la producción, en menor grado, el Ca, el Co y Mo juntos y el B. Su agregado al cultivo de soja debería ser considerado luego que estudios de investigación así lo indiquen. ¡Y dale con la mancha! Horacio Silva, de Syngenta, advierte en CHACRA que un 40% del área de siembra de la próxima campaña será tratada con fungicidas. Cabe aclarar que la soja tiene el 50% del mercado de fungicidas. “Sin embargo, en la cabeza del productor están las malezas, luego los insectos y por último los hongos. El desafío es comunicar que las enfermedades son tan importantes como el resto de los enemigos del cultivo”, avisó Silva. En la última campaña la principal enfermedad en la que se utilizaron fungicidas fue la mancha ojo de rana (MOR). Silvia Distéfano y Laura Gadbán, de la EEA INTA Marcos Juárez, aportan datos que preocupan. En el sudeste de Córdoba la enfermedad progresó hasta alcanzar niveles de prevalencia e inci-

Francisco Iguerabide pertenece a la Regional Laboulaye de Aapresid. En soja prioriza la calidad de la siembra, y dentro de su grupo es uno de los que empiezan más temprano. “Esta especie necesita estar en contacto con muy buena humedad durante las primeras 48 horas para una adecuada emergencia. Medimos humedad y temperatura de suelo, y si tiene lo que buscamos largamos con la siembra –explica Francisco–. El riesgo que se asume pasa por una helada tardía, pero las he tenido sobre sojas emergidas sin inconvenientes para el cultivo. Puede que la planta tarde unos días más en nacer, pero los ciclos se cumplen normalmente: va a necesitar las mismas lluvias en floración y llenado que los lotes sembrados más tarde. La ventaja es no atrasarse, si esperás la fecha óptima por ahí ese día no tenés la humedad”. Los grupos de madurez se asignan de manera diferenciada: en los mejores ambientes, aun sin napa, con perfiles cargados, se usan de III corto a IV corto, y en el resto de III largo a IV largo, lo mismo que para la soja de segunda en ambientes buenos. En cuanto a las enfermedades de fin de ciclo, es máximo el control en sojas de segunda, con chances incluso de

■ “A no confundirse, los precios internacionales no son malos, el problema es el nivel de retenciones. El que dice que la soja resiste esta gabela no conoce el mercado. Esto es lo que ha cambiado y me preocupa que la gente no tome conciencia”. (Enrique Erize, de Nóvitas, CHACRA de septiembre de 2009) ■ “Durante los próximos 30 o 40 años China será una aspiradora de todo tipo de productos originados en el campo. En una de las ponencias del Congreso de Beijing se indicó que hacia 2050 Brasil debería producir unos 250.000.000 de toneladas de soja –algo menos de la actual producción mundial– y la Argentina alrededor de 80.000.000 de toneladas para saciar la demanda del coloso de Oriente. Esto nos dice que todas las proyecciones apuntan a un consumo creciente”. (Rodolfo Rossi, presidente de ACSoja, CHACRA de octubre de 2009) ■ Los arrendamientos deberían haberse reducido en no menos del 40% de lo que se estaba pagando; no abonemos la idea de que esto se ha normalizado”. (Gastón Fernández Palma, presidente de Aapresid, CHACRA de agosto de 2009)



2009/2010 aplicar el fungicida por decreto. Para la de primera, en cambio, la decisión se toma en R3, previo monitoreo. Andrés Fernández Madero también pertenece a Aapresid y gerencia los destinos de Santa Marta, un campo del sur de Entre Ríos de unas 7.000 hectáreas. “Para esta nueva campaña nos asociamos con algunos inversores con la idea de achicar riesgos. Priorizamos la seguridad antes que las grandes ganancias. En cuanto a la soja, se monitorea cada semana por intermedio de un servicio externo con sus alarmas, totalmente georreferenciado, de modo de ir directamente al foco del problema. El peor fracaso es creer que ya lo hiciste todo. Me parece que el tema para esta oleaginosa pasa más que nada por la rotación, por incrementar y después estabilizar rindes merced al empleo de gramíneas. E indudablemente la fertilización es otro aspecto clave”. Andrés está batallando contra la presencia de rama negra. “No hay con qué darle, con 5 litros de Roundup Full 2 se seca totalmente pero al poco tiempo está creciendo de nuevo. Es una tarea titánica”, refiere el profesional. En el sudeste, babosas y bichos bolita son un problema igualmente serio. Ambas reducen el número de plantas y la masa foliar, y atacan en implantación alimentándose con el endosperma y/o el embrión de las semillas. Se recomienda el control químico (metaldehido y carbaryl) en cebos tóxicos aplicados al voleo. Por otro lado, la chinche de la semilla (Nysius simudans) crece en aquellos lotes en que los barbechos químicos terminan demorándose, sobre todo si hay presencia de peludilla o maleza algodonosa (Gamochaeta sp.). No hay ningún insecticida específico registrado para esta plaga. Siguen los conciliábulos respecto de la mancha ojo de rana. La fitopatóloga Margarita Sillón, docente de la Universidad Nacional del Litoral, dice que si la soja está en el comienzo del estado vegetativo no aplicaría fungicida, porque el poroto repone sus hojas. “Si las plantas se encuentran en un estado vegetativo más avanzado, más cerca de la etapa reproductiva, la aplicación debería considerarse según la temperatura de la zona. 200 • CHACRA

Si ésta es baja aconsejo esperar a floración y aplicar con la primera vaina. Puede pasar que esté haciendo mucho calor de noche y se tenga una variedad muy susceptible. En ese caso se podría utilizar Cypress, que es un triazol, en el final del estado vegetativo”. Daniel Peretti, productor y asesor de la zona núcleo, asevera que el patógeno aparece con más fuerza donde hay antecesor soja o donde la campaña previa se ubicó la variedad más afectada”. Hasta fines de diciembre estaban monitoreando cada cuatro días, tratando de llegar a R3. “Les prestamos atención a algunas variedades en particular ya que sabemos que pueden ser atacadas con más severidad, y ahí veríamos la necesidad de actuar. Cuando arribemos a R3 vamos a aplicar mezclas de estrobilurinas con triazoles, de modo que nos cubra hasta R5. Con una aplicación bien hecha defenderíamos el rendimiento de los lotes”, señaló. En materia de mercados, 2009 termina como venía: todos hacen hincapié una y otra vez en la importante presión sobre los precios que veríamos en cosecha, la cual finalmente no se concretó.

Bioenergía A comienzos de 2010 CHACRA visita a la familia Gaido, en el norte de Córdoba. Destinan su producción a la

elaboración tranqueras adentro de aceite/biodiésel y expeller. Ni un solo poroto sale como tal del campo. “Te diría que con un precio para la soja de $/tn 980, descontando la comercialización y el flete (es lo que se toma como costo de ingreso a la planta procesadora que se encuentra en uno de los campos propios), y vendiendo el expeller a un promedio del 97% del valor Rosario y el aceite a $ 2.100-2.200, con rentabilidad cero para la planta, nos queda el biodiésel a $/l 1,42”, explica Agustín. Este combustible satisface las necesidades de todos los fierros de la empresa: un equipo de siembra, uno de pulveriza-



2009/2010 ción, otro de cosecha, los pivotes de riego y el generador de electricidad. “El punto clave es que bajamos el costo de la empresa de maquinaria y terminamos reduciendo el rinde de indiferencia, que en soja cae a sólo 5 quintales. Es mucho menos vistoso que lo que fue el negocio del alquiler en su momento, pero le da mayor sustentabilidad y solidez a nuestro sistema”, completa su padre, Oreste. Para el socio fundador las cuentas están más que claras: merced a este esquema han alcanzado un plus de rentabilidad 12% superior al que ofrece el destino comercial convencional para la soja. “Eso, claro, sin tener en cuenta el ‘sistema de vacunación colectiva’ de los acopios (merma física, volátil, cuerpos extraños y otros), al cual nadie se anima a ponerle números”, dice no sin una cuota de ironía. Como se había anticipado, la soja crece esta campaña más allá de lo recomendable para el equilibrio de la rotación. Los integrantes de la Regional Los Surgentes de Aapresid –con su ATR José Luis Zorzín a la cabeza– estudiaron algunos aspectos del nuevo comportamiento de los productores. ¿Las conclusiones? En muchas empresas volcadas en importante proporción a la superficie arrendada hay conocimiento del riesgo asumido, pero la falta de liquidez por el quebranto de la última campaña llevó a sesgar la superficie al cultivo de soja, por la menor inversión asumida. Desde la paridad en el área de los cultivos alcanzada en la campaña 2007/08, la soja ganó terreno hasta ocupar el 60% de la superficie. En la rotación 2009/10 con respecto a la 2007/08 (estabilizada en cuanto a cultivos), todas las variables van perdiendo peso y el sistema se correlaciona muy fuertemente con el precio de la soja. Y si se espera un cosechón y hay cierta urgencia por levantar el poroto, nada mejor que repasar los puntos de la cosechadora donde puede producirse daño mecánico. CHACRA indica que el cilindro de trilla es la principal fuente de rotura de granos. Un gran número de vueltas del cilindro de trilla y escasa separación cilindro-cóncavo determinan un mayor daño sobre los granos. También se explica cómo muestrear para detectar los problemas y solucionarlos 202 • CHACRA

Responsable La popularidad del poroto es enorme, y es mejor propender a su cultivo de manera sensata. CHACRA destaca la importancia de la Asociación Internacional de la Soja Responsable (RTRS, según su sigla en inglés), una organización dedicada a la elaboración de un estándar de soja responsable, basado en principios y criterios vinculados con la producción de la oleaginosa que respetan aspectos legales, ambientales, sociales y económicos.

Pablo Magnano, del CREA Cañada de Luque-Sitón, Córdoba, al igual que Antonio Bouzada, del CREA Victoria, Entre Ríos, han encontrado ventajas en aportarle agua al poroto. El 80% de la soja que siembra en campo propio está bajo riego; el resto, más todo lo alquilado, va de secano. En este caso también varía la densidad. “El riego en el poroto tiene la ventaja de que permite planificar la fecha en que querés sembrar –asegura Magnano–, le das los milímetros que hagan falta. Eso sí, no hay una brecha tan grande con el rinde de secano cuando al cultivo le llueve bien”. Pablo tiene una idea fija. “Sospecho que nos hemos atrasado en términos de genética por la controversia sobre los royalties. Entiendo que estamos resignando algo de rinde por esto. Las regalías hay que honrarlas; los

que desarrollan deben tener su retribución. Me temo que si no cambiamos el rumbo en soja hay muchas cosas que no van a llegar nunca”. Dejamos el potrero y nos fuimos hasta el Parlamento para hablar con el formoseño Ricardo Buryaile, presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara Baja. De movida avisó que la tarea de cambiar la suerte del campo en materia de políticas oficiales no iba a ser fácil ni inmediata. Para Buryaile, la Argentina tiene que ir hacia una regionalización. “Por ejemplo, un productor sojero paga 35% de retenciones, en Formosa o en la mejor zona del sur de Santa Fe. Eso hace que la producción se concentre en la proximidad de los puertos y genera una migración. Así, el desarrollo es privativo de esta zona y las producciones marginales van hacia el norte”. Los problemas de transparencia empiezan a afectar también al poroto. Capelle Hnos. pertenece al CREA Henderson Daireaux, el primero de todos. La empresa tiene como nave insignia a Maracó, un campo del oeste bonarerense. Con la cosecha consumada, Santiago Negri, gerente de la firma, asegura que, con sus altibajos, el negocio de la soja es otra cosa. “Arrancó temprano en 2009, y a partir de ahí hubo muchas oportunidades para capturar precios; los analistas advertían sobre el tamaño de la cosecha, de modo que fuimos tomando posiciones –indica Santiago–. Nos queda sin vender un volumen que quizá es más grande de lo esperado porque los rindes son mejores que los proyectados. Sabemos que va a haber problemas de logística y por esto también vamos a tener que guardar algo”, explica. Negri se queja, y con razón. “El mercado de forwards se ha vuelto difícil, notamos una creciente falta de transparencia en maíz y soja, que se suma a la que ya había en girasol”. A su lado, Diego de Estrada, responsable técnico, dice que la solución al tema regalías debería estar cerca; “no puedo concebir a Brasil haciendo sojas RRBt y nosotros no. Estamos de acuerdo con pagarlas, y lo hacemos. Nos faltan variedades para los ambientes más pobres, como las lomas arenosas”.



2009/2010

Imperturbable En los mercados ya no hay misterio. La cosecha llegó y las cotizaciones de soja casi ni se mosquearon. “En el mundo hay buenas producciones y altos stocks de soja, neutralizados por un muy buen desempeño del consumo –dice en CHACRA Agustín Vitta–. Lo mas lógico es que el mercado lateralice –ni grandes subas ni importantes bajas–. Localmente asistimos a un avance importante de la recolección, sin gran presión sobre los precios. La producción de la campaña se estima en torno de los 54 millones de toneladas, y en plena cosecha hemos copiado todas las últimas subas de Chicago. Podemos tener una o dos semanas complicadas por la logística, pero ahora el poroto debería tender a apreciar su valor”. La suerte del costo del arriendo sigue bailando al compás de la soja. David Roggero, de la Regional Laboulaye de Aapresid, explica en CHACRA que las cosas no salieron como se esperaba. “Hasta la más mínima señal parecía indicarnos que estábamos ante una gran cosecha de soja en esta parte de Córdoba, y apenas fue entre regular y buena como 204 • CHACRA

resultado de la incidencia de mancha de ojo de rana y de los golpes de calor que tuvimos en enero y febrero. Desde afuera los lotes simulaban encaminarse a los 4.000 kilos, pero la mayoría no pasó de los 3.000; es mucha diferencia de rendimiento”, indica Roggero. No hay lugar para pagar disparates, al menos entre la gente del sur de Córdoba. David asegura que la supremacía de

la soja no es buena pero que el cultivo avanza cada vez más porque desde el punto de vista de los números no tiene rival. “Para quienes respetamos la pata agronómica la historia es otra, si bien es cierto que no se puede ser sustentable dentro de una empresa quebrada. Es una especie tan noble que no es fácil hallar algo para mejorar sustancialmente el negocio. La soja tiene un número que permite posicionarse en insumos, mientras que trigo y maíz son una incógnita”. Promediando 2010 el Primer Mundo sigue inmerso en una delicada crisis. ¿Cuánto tiene que valer un commodity?, se pregunta Daniel Miró en CHACRA. “En el caso de una tonelada de soja uno diría que el precio surge de considerar el costo de producción más un pequeño margen de ganancias. Llevar esto a la práctica no es sencillo en la Argentina por la presencia de elementos distorsivos, pero en cualquier parte del mundo no intervenido con u$s 200-220 se produce una tonelada. ¿Y entonces por qué cotiza en Chicago a u$s 350? Evidentemente es una deformación, que a nosotros nos llega inadvertida por la influencia de las retenciones”, reconoce el analista. La “deformación” tiene que ver con todos los factores enunciados más arriba, y que exceden el mero impacto del balance de oferta y demanda. Las compras de los index funds son enormes. Actúan en el mercado y canalizan el ahorro hacia los granos, dado que no confían ni en el dólar ni en el euro. “Puede haber un ajuste a la baja en los precios granarios si el resto de la economía se ordena, pero si se continúa navegando la crisis con quitas en las tasas de interés no será tan fácil que ocurra. Mientras siga el baile el grano se mantiene como un refugio”, avisa Miró. Se esperaba un impacto en los precios a cosecha, y no se dio. Se aguardaba que El Niño complicara la recolección, y no sucedió. “Todo incide para que el productor no venda. Y además, si vende… ¿qué hace con la plata ante semejante escenario global? Es comprensible que se siente sobre la soja –razona el analista–. Si la crisis se mantiene la baja será muy moderada, pero si se corrige y suben las tasas de interés, los riesgos para el que guarda soja son enormes. Esto hay que se-



2009/2010 guirlo muy de cerca–. Lo mejor es no tolerar riesgos de baja, y más sensato que quedarse con la soja es aceptar que estos precios no son malos, vender y comprarse un call o call spread en Chicago”. En el sudeste, Sean Cameron, del CREA Otamendi, tiene todo bajo control. “En esta zona los resultados de la soja están linealmente ajustados a las precipitaciones. Es el cultivo que más responde a este vital insumo, ni siquiera el maíz es tan susceptible. Si entre enero y marzo bordeamos los 100 mm mensuales sabemos que vamos a tener una muy buena cosecha de soja. Obviamente hay que contar con una excelente nodulación”. Sin embargo, cada año Sean va canjeando área de soja por superficie de girasol, dependiendo del mercado y la rotación. “Estos últimos años nos han demostrado que es muy riesgoso recostarse sobremanera en la soja, te podés pegar un palo del cual tal vez no te recuperes”, avisa. En Córdoba, los hermanos Bollati, integrantes de la Regional Vicuña Mackenna de Aapresid, hacen mapeo de napas. En cuanto a soja, siembran los grupos más cortos en el bajo y en la loma los más largos, desplazados en fecha. A veces incluso se modifica la cantidad de plantas, y en algún caso han hecho dosis variable de P previo a la siembra, para sembrar luego a 52 cm con piloto automático y dosis uniforme. Y ahora se agregó el manejo de fungicidas, en especial ante la incidencia de mancha ojo de rana. A los Bollati les preocupa el avance desmedido de la soja, que sin embargo es coherente con lo que marcan los números. “En algunos casos se intercala un cultivo de cobertura (CC) para generar rastrojos y fijar carbono, pero no es la situación ideal. El punto es que, para el que arrienda, el CC va en detrimento del alquiler. Para la nueva campaña, trigo y maíz siguen complicados para quien alquila, mientras que en soja estimamos un número normal con expectativas de renta del 20%. Esto es lo mismo que están viendo los otros productores, de allí el desbalance a favor del poroto”. El tema le pesa a más de uno. “En las dos últimas campañas todos fuimos a la soja, por las razones conocidas. Ahora 206 • CHACRA

Abrumador El Mercado a Término de Buenos Aires (MATba) también la pasó mal a raíz de la pelea del campo con el Gobierno. A fines de 2009 anuncia que el total negociado en el año ascendió a 18.088.400 toneladas, volumen que es el más alto operado desde la crisis que afectó al país en 2001. Otro hecho saliente, que denota la resistencia y el constante desarrollo de este Mercado, es que pese a que en la campaña 2008/09 se produjo una caída de 38,5% en la producción de los principales cultivos –soja, maíz, trigo y girasol– el MATba logró incrementar fuertemente su participación en cuanto al volumen negociado respecto de la producción total del país. En términos de la participación de cada producto, los negocios con soja representaron 75,6% del total de 2009, los de trigo 15,7%, los de maíz 8,6% y los de girasol 0,1%.

quiero bajar la incidencia del poroto en mi facturación –dice Alejandro Conti, del CREA Tandil–, porque si se produce un quiebre en la soja el país entero va a estar complicado”. La Regional Oliva-Oncativo de Aapresid se caracteriza por su vocación de trabajo en conjunto. Sus integrantes tienen un fideicomiso para minimizar riesgos en las siembras en campos de terceros y están tras el agregado de valor. Ésta fue una de las zonas más casti-

gadas por la mancha ojo de rana, que ha encontrado escasa resistencia en muchos materiales top. “Ya en R1 hay que estar atentos, monitoreo y fungicida serán parte indisoluble del cultivo”, dice Ivan Lubatti, presidente de la Regional. CHACRA ofrece un amplio informe sobre cómo determinar la presencia de patógenos en la semilla. En Entre Ríos, Mario Chesta y Pedro Barbagelata, de la Regional Paraná de Aapresid, muestran orgullosos los resultados obtenidos en maíz y trigo después de muchos años en directa. En soja los avances son más modestos. “Quizá se deba a las arcillas pesadas de estos suelos”, ensaya Chesta. Algo similar le ocurre a Agustín Casares, del CREA Coronel Suárez. El sudoeste es otra zona complicada para el poroto. “Todavía no está ajustada la tecnología en cuanto a variedades y fechas. Estamos buscando el techo y aún no nos hallamos cerca”, dice este productor. Jorge González Montaner, asesor CREA del sudeste, pone el broche a este dilatado resumen. En CHACRA hace referencia a los mecanismos para controlar mancha ojo de rana y los tizones en soja –“se requiere un monitoreo exigente y a tiempo”, y además enfatiza acerca de la necesidad de poner enjundia en la inoculación y en mantener neutro el balance de P. Para el profesional, “está claro que se trata de un cultivo que requiere cada vez más tecnología”.





A quien corresponda E

s bueno despedirse con algunos números, que esperamos contribuyan a hacerles comprender a nuestros gobernantes y legisladores de turno –los actuales y quienes los sucedan– que la soja no es un yuyo y que, como decía en CHACRA Antonio Casarrubia hace casi 80 años, en este cultivo está el provenir de nuestros hombres de campo: ■ Las cuentas del poroto son elocuentes. En 1991 las exportaciones argentinas de soja bordeaban los u$s 917 millones, mientras que para este año (hasta septiembre) se registran u$s 4.766 millones. En el mismo período, las ventas externas de aceite de soja treparon de u$s 519 millones a u$s 2.865 millones, y las de pellets/harina de u$s 1.007 millones a u$s 6.000 millones. ■ En suma, en los últimos veinte años las exportaciones del complejo sojero pasaron de u$s 2.474 millones a u$s 13.800 millones (hasta septiembre de 2010), y hoy explican el 27% del total vendido fronteras afuera por la Argentina. Ningún otro sector de la economía puede mostrar semejante evolución. ■ A esto cabe agregar exportaciones de biodiésel de soja por casi u$s 1.000 millones (hasta septiembre 2010), con una proyección de crecimiento insospechada. ■ La capacidad instalada para el procesamiento de oleaginosas en el país asciende a 56.320.000 toneladas anuales, de las cuales 46.876.000 corresponden al

Up River, en el cual el protagonismo de la soja ha sido excluyente. Las inversiones proyectadas en uno y otro caso llevarán estos guarismos a 62.591.000 y 51.496.000 millones de toneladas, respectivamente. Cabe destacar que a la fecha de aprobación de la soja RR (1996) este parámetro rondaba los 17.000.000 de toneladas. ■ La contribución del poroto al Fisco se estima entre u$s 12.000 y u$s 14.000 millones. ■ Para la campaña 2009/10 la Bolsa de Comercio de Rosario estima una producción de 54,6 millones de toneladas de soja, que generarán 7,6 millones de toneladas de aceite y 31,2 millones de toneladas de harina y otros subproductos. Las exportaciones rondarán los 14 millones de toneladas de grano, 6,6 millones de toneladas de aceite y 29,8 millones de toneladas de harina y subproductos.

¿Y el futuro? Algunos datos sirven para entrever las perspectivas comerciales: ■ La Fundación Producir Conservando ha estimado que el consumo de soja crecerá 71% en el período 2005-2020. Y no se trata de commodities sin valor agregado. Juan Llach suele relatar que en 2000 para comprar una notebook se necesitaban 13 toneladas de soja; hoy se precisan no más de 2 o 3. ■ Por su parte, datos del reciente Congreso de la Asociación Internacional de Molturadores de Semillas confirman

que la demanda hacia 2020 continuará liderada por China y la India. Las compras chinas de soja crecieron 460% en las últimas dos décadas, y su producción sólo 32% en el mismo período. Ha decidido dejarles la tarea de producir soja a Sudamérica y Estados Unidos, y así pasó de importar 10 millones de toneladas a comienzos de los 90 a comprar más de 50 millones en la actualidad. ■ Ambas naciones asiáticas representarán el 75% del crecimiento de la clase media global hacia 2020. Implica más consumo de proteína animal, es decir, más consumo de soja. Allí hay un negocio que capturar. ■ Para la misma época, el USDA proyecta que la Argentina mantendrá su liderazgo en materia de comercio de aceite y harina de soja, adueñándose del 62% y el 59% del comercio mundial, respectivamente. ■ De cara al futuro, ACSoja prevé para nuestro país que la tasa de incremento de los rendimientos por ganancia genética proveerá hacia 2015 –sólo por este factor– 5 millones de toneladas adicionales. Para 2018 se estiman unos 22 millones de hectáreas con una producción de 63 millones de toneladas, con una distribución de siembras en el país desde primavera hasta supertardías. ■ Por último, por cada empleo originado en la industria aceitera (90% es soja), se crean –cuanto menos– 18 puestos de trabajo en el resto de la economía.

Idea, contenidos y edición: Claudio Gianni. Búsqueda bibliográfica: Gabriela Artave, Ivana Clich y Paz Fernández Moritán. Diseño: Silvia Balsi. Foto de tapa: Gerardo Prego. 210 • CHACRA




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.