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BASTA CON LA MESA

“La Mesa de los Argentinos” aburre

OTRA VEZ ESTE TEMA. UN EUFEMISMO QUE ENMASCARA EL DESVELO OFICIAL POR EL PRECIO DE LOS ALIMENTOS CADA VEZ QUE ENFRENTAMOS UN AÑO EN QUE SE CELEBRAN ELECCIONES.

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Por SUSANA MERLO ESPECIAL PARA CHACRA | contenidos@revistachacra.com.ar

Aun entendiendo la “preocupación” de todos los oficialismos cuando se dan estas circunstancias, y hasta justificando

la velocidad con que se olvidan de los asalariados, de los sectores vulnerables o de los ju-

bilados ni bien pasan los actos eleccionarios, cansa a más no poder la utilización recurrente de las mismas herramientas de siempre, como si en algún caso la historia hubiera mostrado cierto grado de éxito por emplear estos recursos, aunque más no sea aparente. Aumentó la carne, subió la harina, se quejaron los polleros por el maíz, desapareció el aceite de girasol (entre otros muchísimos productos) y

a las autoridades de turno no se les cayó nin-

guna idea nueva: volvieron los “planteos” a las empresas, los precios “sugeridos” (eufemismo para no decir “congelados”), los controles en manos de piqueteros e irrumpieron las amenazas directas, primero privadas y luego públicas, sobre distintas formas de intervención: o más retenciones o suspensión de créditos o cierre de registros. Así hasta el infinito.

JAMÁS FUNCIONÓ

¿Por qué algo de esto debería dar un buen re-

sultado si nunca sucedió antes?, ¿por qué soslayan el hecho de que el combustible aumentó cinco veces en lo que va del año, con un efecto cascada sobre producción y transporte?, ¿por qué siempre se echa mano al facilismo del “enemigo que lucra con las carencias ajenas”,

sin mirar siquiera cuánto del propio accionar público es la causa de los aumentos que se dice querer controlar?

¿Por qué ni siquiera el área específica -Agricul-

tura-, les explicó a sus pares del Gabinete que “gracias a Dios” los precios internacionales aumentaron y que esos mayores ingresos no previstos que tendrá el país, deberían formar parte del armado de una política anticíclica (para evitar movimientos abruptos alcistas o bajistas), una idea que duerme el sueño de los justos, hace décadas, en el fondo de algún cajón?

MÁS POBREZA

El titular de Agricultura pregunta públicamente: ¿de qué sirve un país rico con gente pobre? La contestación obvia, sería: ¿y para qué sirve un país pobre? La pregunta no es ingenua, ni peyorativa. La experiencia muestra que las herramientas que se están volviendo a aplicar solo provocaron fuertes caídas de la producción. Las más recientes apenas una década atrás fueron para el trigo, con su área mínima en 108 años, y la pérdida de más del 20 % del rodeo vacuno. INSÓLITO

¿Por qué el Gobierno permite que un legislador nacional oficialista, supuestamente preparado, catalogue de “desgracia” el hecho de exportar alimentos, y sugiera entonces el “desacople” de las cotizaciones mundiales (otro eufemismo para no hablar directamente de intervención)? Es muy difícil hallar un justificativo a tamaño desatino.

Se logró empobrecer el país y, naturalmente, hay cada vez más gente pobre porque se sigue

insistiendo con lo mismo. No lo entienden o no lo quieren entender. “Si querés salir del pozo, deja de cavar”, afirma la sabiduría popular, que parece que no llegó todavía hasta los funcionarios que toman decisiones. Mientras intentan despabilarse, no conviene olvidar que el único

producto barato es el que sobra, jamás el que falta.

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