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AMBIENTACIÓN DE
Ambientando campos ganaderos
SE COMETE EL ERROR DE PENSAR QUE PORQUE EN UN ESTABLECIMIENTO ABUNDAN LOS BAJOS O NO TIENE APTITUD AGRÍCOLA, NO MERECE DEMASIADO ANÁLISIS EN SU GERENCIAMIENTO. ES EXACTAMENTE AL REVÉS.
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El de ambientes es uno de los mapas que vamos a generar a partir de la teledetección. Fundamental para orientar el manejo.
Mirta Calandroni es consultora en GIS y pertenece a la Universidad Nacional de Mar del Plata. Enfatiza la importancia de ambientar aquellos establecimientos que por sus características son básicamente ganaderos; el objetivo es optimizar el uso de recursos. ”Con los sistemas de información geográfica disponibles podemos conocer el tipo de suelos y sus limitaciones. Saber qué podemos sembrar y cuántos insumos debemos calcular. Determinar qué carga animal vamos a utilizar, qué superficie de cada recurso forrajero tendremos disponible”, explica la especialista. La teledetección sirve además para realizar una subdivisión del establecimiento por productividad y superficie mediante el índice de productividad ponderado. Ayuda asimismo en
el momento de alquilar un campo, fundamen-
tal para saber cuánto se puede pagar por él, incluso en caso de pretender comprarlo.
EN LOS EXTREMOS
A los efectos de entrar en detalles, Calandroni toma como ejemplo un campo de la Depresión del Salado, una zona en la que predominan na-
tracuoles en los bajos, y hapludoles en las medias lomas y lomas. Con participación menos extendida hay que considerar además natracualfes en la parte deprimida, y argiacuoles y argialboles dentro de lo mejor del campo. Las
limitantes más importantes pasan por el anegamiento, la alcalinidad sódica y el hidromor-
fismo.
El campo elegido para el ejemplo es la Reserva 8 del INTA Balcarce, que en realidad está en un área de transición. El primer paso es ubicarlo en Google Earth y dibujar el perímetro. Luego se elige la fecha que nos ofrece la mayor variabilidad dentro de los lotes y se dibujan las dis-
tintas unidades diferenciadas por manejo y
tipo de suelos que muestra la imagen.
Cumplido el paso se recurre a las imágenes satelitales Landsat, también de una época con excesos hídricos. Cuando traemos el dibujo que hicimos en Google Earth, se suman zonas que no habíamos detectado antes, porque utiliza un falso color compuesto, que hace posible des-
cubrir áreas no saturadas ni anegadas en tonos de rojo, mientras que las zonas con agua
se ven de color oscuro. Los colores grises son
los que marcan la alcalinidad.
Se completa el dibujo entonces y se comienza a trabajar con QGIS. Se transforman las líneas en polígonos, se calcula la superficie de cada polígono y se pasa al visor de GeoINTA para ver qué dicen las cartas de suelo. Así es posible determinar cómo está conformada cada una de las series presentes.
De tal modo surge que en las lomas aéreas serranas hay argiudoles típicos y petrocálcicos, en el tendido predominan los natracualf típico y mólico, junto a natracuoles. Y en las lomas eólicas se hallan los hapludoles con thapto árgico y nátrico. En base a esa descripción vamos a
cargar la base de datos, polígono por polí-
gono. El objetivo final es lograr un mapa de
ambientes, un mapa de capacidad de uso, un mapa de índice de productividad, un mapa de aptitud y saber asimismo cuántas hectáreas
de cada variante tenemos. Es la tarea más tediosa. Exige conocer de suelos y de imágenes, sobre todo el vínculo del color con la aptitud.
SOBRE EL TERRENO
Lo que sigue es la verificación a campo. Se toman muestras de los perfiles de suelo (tamaño y profundidad de cada horizonte, textura, presencia de moteados, thapto, etc.). La vegetación ayuda, porque responde al tipo de suelo que hay debajo: cardos en las lomas, pelo de chancho en el bajo alcalino.
Volvemos al gabinete y armamos el mapa de ambientes. En este caso, de 240 hectáreas unas 90 hectáreas son bajos alcalinos; ya sabemos que se va a complicar, que tendremos déficit de forraje en esa zona. Luego, a cada una de las unidades le asignamos una capacidad de
FORMATOS
Las imágenes satelitales son de Landsat, Centinel y QuickBird. Se trabajan archivos en formato shapefile para la mayoría de los SIG disponibles en forma gratuita, en formato pdf, georreferenciados para visualizar con Acrobat Reader en teléfono, tablet, PC y .klm, para ser visualizados en Google Earth.
uso: de V a VII son campos ganaderos. Es importante describir el tipo de limitaciones con que cuenta cada unidad, por caso 2W en las lomas, 4Ws para los tendidos altos (problemas de drenaje y algo de alcalinidad), 6 Ws, muy ganadero pero admite mejoras como una intersiembra, y fertilización con rédito económico, no así en los 7Ws; allí lo que sea que hagamos no se notará. En las lomas, la superficie justifica hacer un maíz para silo, quizás algún sorgo.
Este mapa muestra además el índice de productividad ponderado. Para este campo del ejemplo arroja 34.26. Por debajo de 40.0 son campos aptos sólo para ganadería, entre 40 y 60, mixtos, y más allá de 60 son puramente agrícolas.
Finalmente, el mapa de aptitud nos dirá cuán-
to es agrícola puro, cuánto mixto y cuánto ga-
nadero. El 45 % de este campo es ganadero, no podemos hacer agricultura de ninguna clase.
PASTO DISPONIBLE
Florencia Jaimes pertenece también a la Universidad de Mar del Plata. Se refiere al mapeo
del stock forrajero y su utilización en la pla-
nificación de la alimentación de la hacienda. La Reserva 8 tiene pasturas implantadas, pasturas naturalizadas y pastizales naturales, en un mix de bajos alcalinos y dulces. La curva
forrajera es la típica de la Cuenca del Salado, y muestra excesos en otoño/primavera y
déficit en invierno. La idea es mapear el stock de forraje al comienzo de la estación donde el crecimiento se hace mínimo, con el fin de planificar el pastoreo. El primer paso es ir al campo y muestrear el forraje lote a lote, ambiente por ambiente, siempre trabajando con datos geoposicionados. “Medimos forraje disponible; hay que tener en cuenta el porcentaje de materia seca (MS). Se hace un mapa en el programa QGIS que refleje los muestreos; en verde oscuro donde se encontró la mayor cantidad de forraje, en verde claro donde había menos forraje”. Luego estimamos la superficie de cada ambiente en cada lote. Esta investigadora trabaja con la plataforma Auravant, usando como base
el índice verde para la fecha en que se hizo el
recorrido. Dentro de la plataforma usan el histograma, y junto con el mapa de NDVI de esa fecha definen áreas homogéneas. El programa nos indica la superficie que ocupa cada ambiente dentro del lote.
MAPA COMPLETADO
Lo que sigue es hacer el prorrateo del stock forrajero de ambientes a lote. Se calcula el aporte de MS/ha por ambiente y conociendo la superficie que ocupa sabremos el aporte por ambiente, luego se suman y así se arma el mapa de stock forrajero. Nos mostrará lotes con más o menos oferta de forraje; es una herramienta
clave para definir cómo vamos a armar los circuitos de pastoreo de mayo en adelante.
El mapa de ambientes nos puede permitir asimismo sectorizar el campo y dar una idea de cómo vamos a armar los rodeos. Por caso, en la Unidad 8 tenemos una zona con serios problemas de alcalinidad, la loma que podría ser agrícola y una zona intermedia.
A la hora de organizar las células de pastoreo, definieron tres unidades: vacas, ovejas y animales en crecimiento de ambas especies. Estas últimas fueron a la mejor zona, en el intermedio las ovejas y en las zonas complicadas por alcalinidad se ubica a las vacas.
Finalmente se calculan las raciones y los días de uso que nos va a dar cada potrero, en qué momento entran y en qué momento salen; usando el stock divido el consumo de la categoría involucrada.
Lejos de lo que pueda pensarse, la ambientación de un campo estrictamente ganadero está plenamente justificada y torna mucho más eficiente su manejo. Téngalo en cuenta.
Claudio Gianni
Fuente: FCA-UNMdP