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INFORMANTES CONFIABLES

MAQUINARIA AGRÍCOLA | AUTOMATIZACIÓN El increíble mundo de los sensores

LOS EQUIPOS LOS UTILIZAN DE MANERA CRECIENTE PARA RESPONDER A LO QUE LES PEDIMOS QUE HAGAN, Y TAMBIÉN DE ACUERDO A LO QUE LES VA INDICANDO EL AMBIENTE. AUTORREGULACIÓN TENDIENTE A LA ROBÓTICA.

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Es probablemente en los equipos de siembra donde los sensores han encontrado aplicaciones de todo tipo. Nada escapa a su control y regulación.

Entre otras cosas, un sensor nos dice cómo

están los parámetros

vitales del equipo. Los vemos en una sembradora para medir velocidad, en los movimientos de algunos ejes, en la posibilidad de ponderar el rendimiento volumétrico. “También existen sensores en

cámara multiespectral y un sensor de lumino-

sidad para corregir esa lectura de información. Hoy casi toda la tecnología que vemos en la industria automotriz está presente en la maquinaría agrícola”, afirma Diego Villarroel, técnico de la EEA INTA Manfredi, provincia de Córdoba.

EN LA SIEMBRA

Los primeros eran de velocidad, de caída de semilla, de movimiento de algunos ejes y, en la actualidad, ya estamos viendo ciertos sensores que actúan sobre determinados componentes de la máquina para realizar una siembra con

mayor precisión y evitar errores en la emer-

gencia temporal y espacial. “Hay empresas estadounidenses trabajando sobre barrerrastrojos para tratar de limpiar el terreno con la agresividad estrictamente necesaria y dejar una zona liberada para que luego actúen las cuchillas. Está también la posibilidad de usar sensores para controlar la profundi-

dad de siembra, que mediante la lectura de las ruedas limitadoras de profundidad transmite la necesidad de ir a mayor o menor distancia de la superficie”, explica el técnico. Se trata de un actuador de doble cámara, una de ellas neumática de presión regulable, que imprime una fuerza constante sobre el cuerpo de siembra.

Otros sistemas pueden accionar además sobre la carga de esas ruedas limitadoras en función de la lectura de los sensores para sostener una profundidad uniforme con la misma presión y sin generar compactación, ni en el fondo del surco ni en las paredes. Lo mismo sucede en los sistemas que van hacia el final del tren de siembra, en el tapado y cierre del surco. Hay sensores que regulan ese esfuerzo y actúan a través de pulmones neumáticos. Y se han ido perfeccionando los sen-

sores en los caños de bajada para la lectura

de la distribución de la semilla.

Del mismo modo, también se puede ir haciendo una lectura de diferentes variables como

humedad, conductividad eléctrica, materia

orgánica, etc., a través de la colita Keaton que va afirmando la semilla en el fondo del surco, y construir mapas para luego compararlos con un mapa de rendimiento. En el INTA probaron un desarrollo nacional generado por Agrometal y Baratec para controlar la profundidad de siembra, denominado Twin Force. La mitad de la sembradora trabajó con resortes tradicionales y el resto, con esta alternativa superadora. La respuesta es notable en términos de uniformidad temporal, profundidad de siembra y rendimientos a favor del Twin Force.

FERTILIZACIÓN

Existe tecnología específica para detectar

cómo está el cultivo en términos de nitrógeno

y corregir mediante dosificación variable, tanto para líquidos como para sólidos. Green Seeker es demostrativo del uso de sensores de lectura del vigor de la planta, principalmente en trigo y maíz. Para corregir deficiencias en estados avanzados, compararon la lectura de esta herramienta con una fotografía aérea, y se llega a la misma recomendación.

PULVERIZACIONES

Un sensor que hoy es clave es el de la aplicación selectiva para reducir el uso de agroquímicos y hacer más eficiente la pulverización

HOJA DE RUTA ////////////////

• La unidad de manejo es cada vez más pequeña debido a las innovaciones tecnológicas, y los sensores acompañan ese proceso. • Los problemas de conectividad son una gran traba en este tema. Fundamental para la telemetría de una máquina y del seguimiento del cultivo a través de ella. • Se generan datos para mostrar las buenas prácticas, que permiten certificar con trazabilidad. • Todo esto requiere un operario capacitado.

(hasta 80 % menos y 1 o 2 pasadas menos, combinado con un cultivo de servicio). WeedIt es un ejemplo conocido. Dentro de los equipos nacionales se cita EcoSniper, que trabaja con cámaras. También RUAS-160, un drone helicóptero autónomo con barral para efectuar aplicaciones y realizar una lectura a través de sensores. Por su parte, el Terran es un robot que usa sensores ópticos en sus barrales y hace una aplicación selectiva de gran autonomía. Y a menor escala, el Smartium, que lee diferentes variables.

COSECHA

Villarroel destaca los sensores de placa de impacto, mejorados en algunos casos para poder corregir las lecturas que hacen las celdas de carga en las norias de las cosechadoras. Y los

sensores ópticos que también obran como

sensores volumétricos mediante la intermitencia de luz de los cangilones que llevan los granos hacia la tolva. Todos han evolucionado mucho en cuanto a la autolimpieza y autorregulación. Por su parte, la tecnología NIR apunta al mapeo de calidad de cereales. Y existe asimismo un sensor de calidad georreferenciado en tiempo real para medir proteína y aceite (TecnoCiencia), sobre todo en trigo, cebada y soja. En cuanto a la cosecha de forrajes, se citan sensores para ponderar el volumen de ingreso del material y traducir la apertura de los rolos en un mapa de rendimiento de picado. Y sensores en la noria de descarga para ir midiendo la humedad de modo de variar el largo de picado.

SUELOS

En este aspecto se destacan los sensores para la caracterización de ambientes, como los utilizados en la rastra de determinación de conductividad Veris, vital para aquellas zonas donde no contamos con un mapa de rendimientos. Permite hacer una lectura de la electrocon-

ductividad del suelo e identificar diferentes

patrones en el lote que luego vamos a caracterizar con un muestreo de suelo.

Ahora han aparecido nuevas herramientas en este sentido. “Hemos tenido una experiencia con un georradar con el cual caracterizamos la profundidad de la tosca –indica Villarroel-. El mapa que generó el equipo después tuvo alta correlación con el mapa de rendimientos. Y estamos probando otros dos sensores. Uno es también un sensor de electroconductividad,

pero sin entrar en contacto con la superfi-

cie del suelo. Va haciendo lecturas a diferentes profundidades y debe ir acompañado de un muestreo de suelo dirigido. Puede analizar

contenidos de arcilla, materia orgánica, ferti-

lidad de suelos y compactación”. Otro de los nuevos sensores es una sonda que

recibe los rayos gamma que emite el propio

suelo y lee distintos componentes del perfil; viene acompañado de un muestreo a través de los algoritmos que componen la sonda, y ofrece un abanico de nutrientes muy amplio en el análisis. Se usa haciendo pasadas sobre el terreno en una distancia de 25 m o algo más entre una y otra. Genera gráficos que muestran la variabilidad, que desde luego hay que acompañar con un muestreo de suelos.

Claudio Gianni

Fuente: INTA

Notable concordancia en el uso de fotografía satelital y las determinaciones del Green Seeker.

Llega una nueva generación de cosechadoras axiales

CASE IH LANZÓ LAS SERIES 150 Y 250, DESARROLLADAS PARA TODOS LOS PERFILES DE PRODUCTORES Y CONTRATISTAS, CON IMPORTANTES AVANCES TECNOLÓGICOS.

Cada una tiene características distintivas. La Serie 150 se halla disponible en los modelos 4150, 5150, 6150 y 7150, y cuenta con varias novedades, comenzando por la transmisión de cuatro velocidades accionada por un selector eléctrico, que facilita el cambio de marchas y aumenta la agilidad operativa. Además, posee una nueva puntera pivotante del tubo de descarga (modelo 7150) que reduce las pérdidas de grano en este proceso. Por otro lado, cuenta con una flamante tracción auxiliar 4x4, que proporciona un aumento de hasta el 60 % en la capacidad de arrastre en condiciones adversas. Gracias al exclusivo cono de transición con aletas propulsoras y el alto volumen de procesamiento del rotor Small Tube, el material es trillado de manera suave y eficiente hasta la amplia zona de zarandas, 35 % mayor que los principales competidores. Otra innovación es el ventilador Cross-Flow, que reduce las pérdidas de grano en varias situaciones de cosecha.

AUTOMATISMO

En cuanto a la Serie 250, disponibles en los modelos 7250, 8250 y 9250, cuenta con el

AFS Harvest Command Automation, un sistema inteligente de autorregulación con cua-

tro modos de cosecha, que gracias a sus 16 sensores posicionados en los sistemas de la máquina, proporcionan hasta un 15 % más de productividad, además de simplificar las operaciones en el campo. Ahora depende del operario elegir entre los modos Calidad de

Granos, Desempeño Balanceado, Rendimien-

to Máximo y Rendimiento Fijo, y la máquina priorizará esta elección en su autorregulación. El nuevo conjunto hidrostático hace que la máquina sea más robusta y cómoda en hasta un 42 % más que el modelo anterior. A su vez, la

plataforma de corte, disponible en 30,40 y 50

pies integra cambios para mejorar la disponibilidad del producto con el reconocido sistema TerraFlex 4F, que presenta el mejor copiado del suelo.

EFICIENCIA

“Estas cosechadoras presentan menos componentes, lo que reduce el número de intervenciones en la máquina, aumentando la eficiencia mecánica con menos consumo”, comentó Rodrigo Alandia, gerente de Marketing de Case IH.

El Provincia tiene con qué

LA ENTIDAD DESTACA SU VASTA LÍNEA DE CRÉDITOS DESTINADOS AL AGRO, CON PLAZOS Y TASAS DETERMINADOS A PARTIR DE LAS CARACTERÍSTICAS DE LA ACTIVIDAD.

Emir Cesaroni es gerente de Banca Agropecuaria del Banco de la Provincia de Buenos Aires. Pone de relieve los beneficios que ofrece la entidad destinados al trabajo del campo. “Históricamente el banco tiene su portafolio de líneas crediticias abierto tanto al sector agropecuario como a pymes en general. En este camino, estamos generando líneas muy importantes para las MIPymES agropecuarias, y la tarjeta Procampo es nuestro principal vehículo en este sentido”. Se trata de una tarjeta de compra para el productor agropecuario y el contratista rural, de larga trayectoria en el mercado, destinada a la adquisición de bienes de capital, insumos y combustible en comercios adheridos, en condiciones ciertamente ventajosas para el hombre de campo. El año pasado la cartera del banco creció más del 100 % con respecto a 2019. La tarjeta se

TARJETA

Procampo cuenta con amplia financiación de las compras del hombre de campo, y adapta montos y plazos al ciclo productivo. Permite el repactado de movimientos antes del vencimiento, y ofrece más de 600 convenios especiales en plazos y tasas. sumó a ese avance y colocó más de $17.500 millones. Tiene convenios a tasa cero para el productor a 270 días de plazo y brinda la posibilidad de adquirir todos los insumos necesarios para la fina. “Este año vamos a asignar $25 mil millones para la tarjeta Procampo”.

FIERROS

También hay líneas para inversión, a las que han destinado $7.500 millones. Allí está el programa “A toda máquina”, que incluye convenios con las empresas proveedoras bonaerenses y con otras que están por fuera de la provincia. “Y hay que citar además la oferta vinculada a Repyme, que está disponible para todo el complejo agroindustrial, en la que hay líneas para capital

de trabajo a 1 año con una tasa del 29.50% y

a dos años del 34 %. Asimismo, nuestra plataforma e-cheq cuenta con descuentos de cheques al 26,50 % para plazos de hasta 90 días y al 29.50 % para 180 días. Cabe sumar líneas propias para financiamiento de maquinaria al 35 % y opciones de inversión a 60 meses. Hemos puesto en juego más de $6000 millones en créditos de inversión para la adquisición de maquinaria”. Del total de colocaciones del banco, más del 50 % fueron destinadas al complejo agroindustrial, que es una de las grandes generadoras de divisas de la provincia.

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