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QUÉ ESPERAR DEL CLIMA
Una Niña con atenuantes
EL FENÓMENO CLIMÁTICO SE REPETIRÍA NUEVAMENTE EN LA PARTE FINAL DE ESTE AÑO, AUNQUE UNA SERIE DE CONDICIONANTES LOCALES MORIGERARÍAN SU IMPACTO.
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Desde julio pasado los modelos confirman otra vez un enfriamiento en el Pacífico ecuatorial. La Niña comenzaría a retirarse a partir del inicio del año próximo.
Stella Carballo tiene una larga trayectoria analizando la evolución de distintos fenómenos climáticos. Su opinión respecto de lo que viene para la nueva campaña de gruesa conlleva algunas buenas noticias. “La Niña estará con
nosotros hasta diciembre, y luego veremos una atenuación a partir de los meses que si-
guen. Eso sí, procesos colaterales evitarían
que se trate de un fenómeno particularmente
dañino”, sentencia la especialista. Pasado en limpio, venimos de un fenómeno Niña durante la última campaña, y desde julio pasado los modelos confirman otra vez un enfriamiento en el Pacífico Central. “El National Centers for Environmental Prediction todos los años realiza un pronóstico que se acerca mucho a lo que realmente termina pasando. Ahora está indicando otra Niña, con un diseño distinto al de 2020. A decir verdad, todas las Niñas de los últimos años han sido diferentes entre sí, y esta que llega no es la excepción. El del año pasado terminó siendo un enfriamiento de entre 1,5 y 2º C debajo de los valores norma-
les, y luego una salida a partir de enero que nos colocó en un escenario de neutralidad recién en abril. La Niña que estamos esperando está co-
menzando su desarrollo (0,5ºC debajo de los valores normales), continuará el enfriamiento hasta el final de octubre (-1,2ºC) y a partir de mediados de diciembre empezaríamos a salir, lo que se materializaría (neutralidad) antes de
llegar al otoño”.
ATENUANTES
Siempre que se da este fenómeno las lluvias comienzan a espaciarse, y lo que teníamos en 2020 era un evento con algunas regiones recibiendo precipitaciones y otras, no, invirtiéndose el escenario con el correr del verano. “La primera impresión es que esta tendría que ser
una Niña de características similares a la del
año pasado; al menos no debería ser peor que aquella”, sostiene Carballo. La diferencia con los procesos registrados el año previo es que esta vez las lluvias del otoño permitieron una buena recarga, sobre todo en la zona central y núcleo (el año pasado el sudeste fue más favorecido). A partir de julio las lluvias se recostaron bien al este y no tan al sur, como en 2020.
MODELO PREDICTIVO DE ENSO VERANO 2021/22
Lo cierto es que hay condiciones que ayuda-
rán a moderar el fenómeno generado en el
Pacífico. “El Atlántico para nosotros es fundamental, porque allí se ubica el anticiclón que nos provee de humedad. La humedad puede entrar al territorio argentino de tres maneras: las dos más importantes se dan por el nordeste, de acuerdo con la intensidad del anticiclón, y por el sudeste mediante ciclones costeros (este año se verán favorecidos; a ellos debemos las lluvias de comienzos de septiembre). Por eso el agua útil en la mitad este de la re-
gión pampeana está mucho mejor que un año
atrás, mientras que la mitad oeste se ve peor. Implica también la recuperación de la napa, que va a ser clave para cultivos de gruesa que recibirán lluvias espaciadas”.
PARANÁ CASTIGADO
“Este río, clave para el comercio de granos en la Argentina, tiene niveles que se ven muy próximos a la mayor bajante histórica, en 1944; pleno ciclo seco. Es un problema enorme para la carga fluvial y la generación de energía. No necesariamente es culpa del cambio climático; en los primeros 50 años del siglo veinte se dieron 15 bajantes históricas del Paraná. En todo el ciclo climático húmedo, que ya lleva 50 años, se registraron 4 bajantes críticas”. (Carballo)
Los modelos indican que La Niña que esperamos tendería a la neutralidad antes de llegar al otoño de 2022.
Los tonos de marrón marcan las zonas en donde pueden esperarse deficiencias de humedad. El color verde muestra exactamente lo contrario.
Toda una serie de fenómenos regionales trabajarán este verano para atenuar los efectos de La Niña. BRECHA
Mientras El Niño reparte beneficios en la mitad este del país, más de una vez con excesos que terminan generando perjuicios, La Niña implica exactamente lo contrario. Según Carballo, se
estima que entre un Niño y una Niña hay una diferencia de rendimientos de entre el 20 % y
40 %, nada menos.
Estos ciclones además empujan hacia el interior del país los frentes polares, y eso ha cam-
biado la intensidad y la localización de las
bajas temperaturas, logrando que en determinado momento tuviésemos en la Patagonia temperaturas más altas que en el centro y norte del país. Es la corriente de frío que llegó hasta Brasil y terminó con buena parte de los cafetales de Minas Gerais. Previo a la lluvia opera el anticiclón, que genera ingreso de humedad y calor por el noreste, y atrás de él los ciclones costeros hacen su trabajo y producen un cambio muy brusco de temperatura. Es un movimiento que puede afectar
los lotes tempranos durante octubre.
Por otro lado, la diferencia de presión entre la Antártida y el Círculo Polar Antártico se ha modificado. Asistimos a una fase positiva, que hizo que no tuviésemos el volumen habitual de nieve en la Patagonia, incluso con riesgo probable para el riego en Cuyo. En el Océano Índico también hay una condición opuesta a la del año pasado; ahora las lluvias predominan sobre Australia. Esto nos perjudica porque distancia la entrada de frentes por el oeste. A partir de noviembre estas entradas podrían acelerarse un poco. Como hecho po-
sitivo puede esperarse un calentamiento del Atlántico, que si es favorable a la generación de lluvias, será lo mejor que tendremos dentro de lo que viene.
CAL Y ARENA
Octubre puede marcar una recomposición de las lluvias hacia el oeste, pero habría riesgo de heladas después de las precipitaciones
que se darán a mediados de ese mes. Recién la última semana de octubre, con otro frente que va a favorecer a la provincia de Buenos Aires, comenzarían a darse lluvias en la región central de Brasil. Podría ser la noticia que estaba esperando el Río Paraná, sumamente comprometido por estos días. Esta vía navegable es una pieza clave en la salida de los productos del agro argentino rumbo al mundo, y la bajante, que lleva meses, está generando enormes sobrecostos al país. Inevitablemente La Niña estará a la brevedad entre nosotros, por segundo año consecutivo. Para Carballo el balance no es de todos modos tan negativo. “A partir de noviembre empieza a actuar el otro forzante de humedad que tiene nuestro territorio, que se da por la instalación de un sistema de alta presión sobre Bolivia. La
entrada de humedad atraviesa el NOA y llega
a la zona central y el este del país. Será un año Niña, con eventos bien separados uno de otros, pero con los distintos aportes comentados po-
dremos conseguir humedad acotada pero que permita desarrollar los cultivos como sucedió
en 2020/21”.
Claudio Gianni
Fuente: CIAS/APAS