Tambo Nº 21 - Diciembre 2008

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Nº 21 - Este ejemplar integra la edición de revista CHACRA Nº 937 - Diciembre 2008

Editorial Rompecabezas ..................................pág.

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Gerenciamiento Intensificar sin gastar ..................................pág.

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Alimentación Stock de pasto ..................................pág.

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Instalaciones Cuestión de escala ................................pág.

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Presentación Encalador fertilizador ................................pág. 12

Noticias Novedades sectoriales ................................pág. 13

Sanidad Mastitis: cultivo en tambo ................................pág. 14

Embretados


Demasiado complicado E

ntre los productores de leche existen dos posturas, hasta acá irreconciliables, pero el perjuicio es similar. Del lado de los que han roto lanzas con el Gobierno, la voz de alerta la dio la Cámara de Productores de Leche del Oeste de Buenos Aires (Caprolecoba), al denunciar que algunas empresas lácteas establecieron una discriminación de precios para el blanco fluido. El destinado a mercado interno se paga en torno de $/l 1, mientras que aquel orientado a la exportación se abona a no más de $/l 0,60. Además, asignaron un porcentaje de cada una de estas leches a los remitos de octubre, de manera de generar una baja de entre 8 y 10 centavos por litro sobre el valor global del mes. Otras empresas fijaron directamente un valor por litro a sus tamberos con una quita similar a la antes mencionada. Caprolecoba avisó, asimismo, que ya se han comunicado nuevas bajas de precios a los tambos para noviembre, de magnitud variable. La entidad advierte que esta situación está pulverizando los márgenes de los establecimientos, que quedan desarmados para encarar las inversiones necesarias para la campaña de producción del año próximo. Quizá uno de los contrastes más absurdos se descubre al contraponer las curvas estadísticas que reflejan la trepada estacional de la producción a partir de julio, con aquellas que muestran la caída simultánea de las exportaciones. Para Caprolecoba, esto no se arregla con más intervencionismo, y pide torcer el rumbo hacia un profundo sinceramiento del mercado. Entre los dialoguistas la noticia de que el acuerdo firmado hace poco más de un mes no estaba siendo cumplido también cayó como una bomba. Ni lerdos ni perezosos, fueron a la Secretaría de Comercio Interior y obtuvieron la ratificación del compromiso del 20 de octubre pasado. A tal efecto, y como consecuencia de dificultades financieras en ciertas empresas lácteas, se va a permitir que por los litros de la leche cruda correspondientes a la exportación, las liquidaciones emitidas a la fecha se consideren como “pago a cuenta”, “hasta que se terminen de implementar los programas de co-

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mercialización encabezados por el Estado Nacional”. Se indica expresamente que dicha situación será contemplada por la Secretaría de Comercio Interior y las industrias lácteas, por medio de liquidaciones complementarias y/o la firma de un anexo al referido acuerdo. Paralelamente, se consigna que se continúa trabajando en los programas de comercialización, y “se habrían confirmado importantes operaciones de exportación de productos lácteos a México y Cuba”. En buen romance, el Estado asumiría gasto fiscal por el valor de $/l 1, más costos operativos. Y si el nivel del mercado internacional determina que tenga que poner dinero, lo haría. Dicen que el mismísimo Guillermo Moreno habría asegurado que el valor acordado llegará al bolsillo del productor sí o sí, al menos hasta fin de año, “porque está de por medio la firma de la Presidenta”. ¿Cumplirá? Al respecto, al cierre de esta edición se realizaba una reunión crucial con la industria. Todo cada vez más complejo, cada vez más enmarañado. Ante esta realidad, algunos calculan que el actual precio de exportación (que tiene un peso del 20% sobre el total de la leche comercializada) da para pagar en el mercado interno un valor razonable. La clave es que se mantenga el consumo doméstico, de lo contrario las complicaciones pueden multiplicarse explosivamente. Quienes firmaron los acuerdos están convencidos de que si no se hubieran movido, la leche en tranquera no se pagaría por estos días más allá de los 70 centavos, y ratifican todo lo actuado. Mientras tanto, el foco de los tamberos bonaerenses está en que los litros marginales que se obtienen por vaca a expensas de los concentrados tienen un costo adicional, y deja de tener sentido producirlos, toda vez que el valor de esos litros tiende a caer. Igualmente recomiendan estar muy atentos a la relación de precios leche-maíz, porque la habilidad para manejar la suplementación juega un gran papel en el sostenimiento de la producción estival, y no será bueno “pasarse para el otro lado” durante ese período.



GERENCIAMIENTO

Es hora de intensificar en serio La tarea no necesariamente implica enterrar más plata por hectárea sino aumentar hasta los límites el control sobre cinco aspectos claves en la producción de leche.

Por estos días, la intensificación de los sistemas de producción está en la palestra, pero el tema se está manejando con poca fortuna. Diarios, revistas y televisión difunden acciones que van tomando algunos productores tras el anhelo de maximizar la rentabilidad de los recursos de que disponen. Pero se está utilizando el término intensificación como sinónimo de inversión, y en la mayoría de los casos publicados en los medios, se observa que se ha recurrido a un significativo incremento en el uso del capital, aumentando los montos comprometidos por hectárea. Pretendemos darle un sentido más amplio a la palabra intensificación, pues en realidad lo que las empresas necesitan hacer es mejorar los resultados económicos manteniendo el capital compromometido. Este objetivo se logrará con una producción más elevada, pero también con mayor eficiencia. Es esta última la que sostendrá y aun incrementará la rentabilidad, y el productor podrá alcanzarla con mayor dominio sobre los factores de producción.

Cómo se llega ¿Qué hay que hacer para que nuestras vacas conviertan alimentos en leche con una eficiencia similar a la de los tambos estadounidenses (ver recuadro)? Tenemos que dar un paso hacia adelante aumentando el control sobre nuestras empresas. Saber qué pasa permitirá hacer previsiones y dejar de esperar que las cosas simplemente sucedan. El empresario ya no puede conformarse diciendo “hago lo que puedo”. Debe asumir un rol activo y avanzar hacia el control de su producción, muy especialmente en las áreas que mencionaremos a continuación y que resultan vitales para el negocio tambero. Hay cinco cuestiones importantes, pero sencillas, sobre las que

Brecha sorprendente En un reciente viaje de carácter técnico que hiciéramos con un nutrido grupo de asesores en lechería de Aacrea visitando tambos en California y Arizona, Estados Unidos, nos llamó la atención el alto nivel de conversión de alimentos en leche que tenían los productores contactados. Mientras que para el ámbito local es común hablar de 1,1 a 1,2 litros de leche por cada kilo de materia seca consumida, el tambero estadounidense esgrime una conversión mayor a 1,5 litros. Es decir que dando de comer lo mismo que ofrecemos nosotros, ¡obtienen 30% más de leche! Lograr ese nivel de conversión de alimentos en leche generaría un impacto significativo en la economía de cualquier tambo, y más ahora que el precio viene en caída.

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debemos lograr ejercitar el control. Haremos aquí un breve enunciado de Coordinador las mismas de manera que le pueda Institucional de servir al lector como una orientación Lechería de Aacrea en la administración de su tambo: ● Selección genética. Debemos eliminar del rodeo aquellas vacas que producen poco. Siempre hay un grupo de hembras que mantenemos porque buscamos aumentar la carga, pero el punto es que producen debajo del promedio. Es necesario meter presión de selección en esto, y paralelamente mejorar la recría de vaquillonas para incrementar el ingreso de las mismas al rodeo lechero, usar semen probado y escoger bien. Tómelo como un trabajo, por un rato visualizará el futuro de sus vacas. ● Recrías eficientes. Es necesario lograr que las vaquillonas tengan el 60% del peso de una vaca adulta al llegar al servicio y mantener las ganancias en kilos para arribar al parto con el 85% del peso adulto. En algunos campos con balanza se vienen haciendo pesadas y el promedio de más de 1.000 casos fue de 630 kg de peso vivo pocos días después del parto. Esto quiere decir que en esos establecimientos el peso al servicio de las vaquillonas debería ser de 380 kg, y llegar al parto con 530 kg. Una vez confirmada la preñez de sus vaquillonas evite enviarlas al grupo de vacas secas que suelen tener dietas de pobre calidad o de mantenimiento. Haga que permanezcan sobre praderas productivas o con dietas balanceadas para el crecimiento de las hembras jóvenes. ● Atender los temas de la etapa de transición. Aquí hay mucho por hacer y es complicado. Durante el período que media entre el mes previo y el posterior al parto, de cada 100 vacas que se nos mueren 75 lo hacen en esta etapa. Son 45 a 60 días sumamente estresantes para el animal. Una vaca seca que venía comiendo sin sobresaltos 12 kg de materia seca, pasa por el estrés del parto y luego ingresa al tambo donde debe comer más de 20 kg de, en muchos casos, otro tipo de alimento con un nuevo grupo de compañeras. Aquí se producen las enfermedades metabólicas más importantes (síndrome de vaca caída, cetosis) y también ahora desplazamiento de abomaso (empieza a aparecer en los planteos intensivos con dietas con menor llenado de rumen que nuestro pastoril tradicional) y las afecciones comunes que afectan a las vacas (metritis, enteritis, mastitis y rengueras). Aquí es cuando el animal lucha con su balance energético (es muy importante lograr una condición corporal de entre 3,25 y 3,50 al parto), le cuesta preñarse y mantener la producción de leche. La clave es agudizar el nivel de observación y los registros, anticipándonos a los problemas. Cualquier cambio en la actitud de la vaca (menor consumo de alimentos, baja en la producción y otros) debe ser advertida rápidamente y antes de que se complique. Esto requerirá capacitar al personal. Convérselo con su veteriPor el Ing. Agr.

Marcos Snyder


nario y con sus empleados. El parámetro que marca el éxito del manejo de una vaca recién parida es alcanzar el pico de producción. ● Atender los temas de confort animal. Aquí la mala palabra es el estrés. ¿Quién no conoce algún tambo que consume el mismo alimento que otro pero saca menos leche? Perros, barro, calor, palos, gritos, golpes. Todos estos elementos, juntos o aislados, conspiran contra la producción. Lo mismo que las instalaciones mal diseñadas, calles mal mantenidas, pozos y cascotes. ¿Ha hecho de todo pero no logra bajar los recuentos de células somáticas en su leche? La vaca sometida a estrés ve disminuida su inmunidad. Encienda la luz sobre estos temas que afectan a sus

hembras adultas y generará cambios importantes en la producción y calidad de la leche. ● Ofrecer alimentos de calidad. Si se logra ejercer control sobre los cuatro puntos anteriores, sólo queda producir y/o comprar alimentos de alta calidad para que su rodeo pueda expresar lo que es capaz de hacer con eso y empiecen a aparecer vacas con más de 4050 litros. En este párrafo agregaremos el concepto de alimentación de calidad. Esto abarca no sólo al alimento en sí mismo, sino también cómo le llega a la vaca. Comederos suficientes y bien mantenidos, agua fresca y limpia son cosas que debemos controlar para poder sacarle el jugo a la inversión en comida.


AIMENTACIÓN

Para el Med. Vet. Javier Dupuy, la clave está en saber leer y manejar lo que se conoce como Disponibilidad general de pasto o Stock de pasto (DGP). Este parámetro afecta, por un lado, la performance productiva de las pasturas y, por el otro, la eficiente utilización de las praderas y los suplementos como fuente de alimentación en planteos de tambo. Es muy importante mantener la DGP de un campo dentro de un rango que dependerá del tipo de pastura. Fuera de él, la producción por hectárea resultará menor. Es que si la DGP está por debajo del mínimo deseado, implica que la mayor parte de la superficie del campo cuenta con una muy baja disponibilidad (lotes muy pelados). En esta situación, las pasturas se encuentran energéticamente deprimidas y con bajo potencial de rebrote. Aun con buenas condiciones climáticas les cuesta mucho reaccionar y, en consecuencia, la producción de alimento del campo por unidad de superficie será baja. En la situación opuesta, cuando la DGP se halla por encima del nivel máximo, significa que la mayoría de los potreros se encuentra con una alta disponibilidad de forraje (pasados, muy empastados). Esto afecta la calidad nutricional de la pastura y, al mismo tiempo, deprime la tasa de crecimiento (TC) de los lotes con estas condiciones. El seguimiento frecuente (semanal en primavera-verano) y continuo de este parámetro nos permite tomar decisiones de forma anticipada, antes de que la falta o el exceso de pasto sean evidentes y así poder obtener importantes ventajas económicas por el continuo reajuste de manejo.

Metodología Pero, ¿qué es en la práctica la DGP? Si caminamos las praderas de un establecimiento y vamos determinando los kilos de pasto que tiene cada hectárea del campo, encontraremos que hay lotes próximos a ser pastoreados con un gran volumen verde (alta disponibilidad por unidad de superficie), potreros recientemente pastoreados con poca cantidad de pasto (baja disponibilidad por hectárea) y otros en situación intermedia. El promedio de la cantidad de pasto hallada por hectárea al finalizar la recorrida del total de la superficie en pastoreo es lo que llamamos DGP. ¿Cómo se mide? Utilizando la técnica de estimación visual de materia seca (ES). Para ello, el estimador debe llevar consigo un mapa donde figure cada lote. Si éstos son mayores a 15 ha, se los subdividirá imaginariamente en porciones más o menos iguales para que sea más fácil y precisa la obtención del dato. Una persona debidamente capacitada alcanza un grado de precisión y repetibilidad que convierte a esta forma “subjetiva” de medir el pasto en la mejor de las herramientas con las que un productor puede contar para establecer un manejo exitoso de las pasturas. Cuando caminamos mirando y sintiendo a través de las botas o las manos la cantidad de pasto que hay en un lote, estamos estimando altura, densidad y cobertura. Estos tres parámetros juntos definen una cantidad de pasto a la que es posible ponerle un valor numérico. Cada unidad es equivalente a 300 kilos de materia seca por hectárea y la escala va de 0 (nada de pasto, sólo tierra) al valor que uno quiera. Dupuy cita un ejemplo: una parcela donde dejamos un rodeo de animales por un tiempo prolongado, quedará prácticamente sin remanente (completamente pelada), con una estimación visual de 1 a 1,5 (300 a 450 kg MS/ha). El otro extremo sería el de

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Es técnica y económicamente más inteligente ajustar la suplementación al uso del pasto y no al revés. También es fundamental manejar herramientas rápidas de lectura del material verde que aceleren la toma de decisiones.

El camino es por Unos y otros El pasto es un alimento vivo y por lo tanto perecedero, con una dinámica propia de crecimiento afectada por un sinnúmero de variables poco modificables por el hombre. Es el recurso con la mejor relación costo-beneficio, aunque ésta se deteriora según como se lo utilice. Por otro lado, la gran mayoría de los suplementos (silajes, henos, cereales, subproductos industriales) se pueden considerar como una fuente de nutrientes no perecedera e inanimada, sin ningún tipo de dinámica mas que la que nosotros le generemos. Son, además, recursos de un costo relativo alto.

un lote con un alfalfar que nos llega casi a la cintura, con una estimación visual de 25 (7.500 kg MS/ha). Así como podemos aprender que una cantidad de pasto en el campo equivale a 3.000 kg MS/ha, seguramente será mucho más fácil internalizar la idea de que ese volumen es lo mismo que decir 10 (10 visual x 300 kg MS/ha = 3.000 kg MS/ha). Esta técnica es la más difundida entre los productores de países que hace muchos años manejan exitosamente sistemas cien por ciento pastoriles y pastoriles suplementados, tales como los de Nueva Zelanda, Australia, Irlanda, Sudáfrica y otros.

Los que juegan La DGP es, entonces, la herramienta más importante para diagnosticar la situación de las pasturas y la forma en la que están siendo utilizadas. Está regulada por la interacción de dos elementos muy dinámicos. Por un lado, la velocidad de crecimiento de las pasturas. Por el otro, la velocidad de desaparición de la materia verde. Por ejemplo, si la DGP cae con respecto a una medición hecha algunos días antes, quiere decir que hemos venido comiendo más rápidamente que lo que el pasto venía creciendo. En este contexto, la TC de las pasturas representa los kilos de pasto producidos por hectárea y por día. Refleja la rapidez con la que rebrotan las praderas después de ser comidas. En la primavera la velocidad es máxima, produciendo mucho alimento, y en el in-


este lado vierno disminuye, reduciendo la oferta del mismo. La manera más práctica de medir la TC es utilizando la diferencia de disponibilidad encontrada en aquellos lotes que, entre una fecha de estimación y otra, no fueron pastoreados ni usados para reserva. El intervalo entre mediciones variará según la época del año. En momentos en que la TC es alta (primera-verano), la frecuencia de estimaciones también deberá ser elevada (en intervalos de una o dos semanas). Contrariamente, cuando la TC es baja (otoño-invierno), la frecuencia entre estimaciones podrá ser menor, es decir, en intervalos de tres a cuatro semanas. ¿Un ejemplo? Si en un intervalo de 15 días obtenemos en un lote una diferencia promedio de 600 kg MS/ha, tenemos un crecimiento de 40 kg MS/ha/día. Determinar la TC de las pasturas es un elemento fundamental para tomar decisiones acerca de cómo utilizar este recurso. Conociendo cuánto pasto crece en un campo por hectárea por día, sabremos cuánto tenemos para darles de comer a nuestros animales diariamente. Por ejemplo, una velocidad de crecimiento de 40 kg MS/ha/día, en un campo con 80 ha de pasturas, produce 3.200 kg MS de forraje por día. Si queremos utilizar adecuadamente el pasto no deberíamos comer más allá de este volumen diario. Esta información también sirve para saber cuántos días de descanso debería tener un lote después de ser pastoreado para recuperar la cantidad de pasto con la que deseamos contar cuando entremos a comerlo nuevamente. Siguiendo nuestro ejemplo, con una velocidad de crecimiento de 40 kg MS/ha/día, el remanente que quedó en una parcela después de ser pastoreada fue de 1.500 kg MS/ha. ¿Cuántos días deberían pasar hasta alcanzar 2.800 kg MS/ha de prepastoreo? Necesitamos 1.300 kg MS/ha, y considerando un crecimiento de 40 kg MS/ha/día, demandará 33 días de descanso.

Ya no está ¿Y la tasa de desaparición (TD) del pasto? Así como una pastura crece diariamente, también desaparece de forma diaria. Esto

Caso concreto Dupuy cita el trabajo realizado en Estancia La Marne, zona rural Hughes, provincia de Santa Fe. En un determinado momento se percibe un aumento en la DGP (mediados de noviembre), acompañado por una aceleración de la TC. Se decide incrementar la velocidad del pastoreo y la correspondiente reducción de la suplementación para que no sobre pasto en las parcelas. Al cabo de tres semanas las vacas pasaron de consumir 4,4 kg MS/vaca/día de pasto a 13,2 kg MS/vaca/día, lo que permitió mantener la DGP estable asegurando calidad en la dieta y buena productividad en las pasturas. Paralelamente, se redujo la suplementación en un 39% (de 14,3 a 8,7 kg MS silo maíz/vaca/día, lo que produjo una baja en el costo de alimentación del 21%, sin modificar la producción individual (20 litros/vaca/día). Se obtuvo un margen por vaca y por día 15% superior.

es generado por los animales al consumir el pasto, por el corte del forraje utilizado para hacer reserva y la pérdida de pasto causada por los cortes de limpieza pospastoreo. La unidad de medida, al igual que para expresar la TC, es en kilogramos de materia seca por hectárea por día. ¿Cómo se pondera? Tenemos que comenzar midiendo cuánto pasto hay por hectárea en las parcelas en pastoreo o en las que se está cortando para hacer reservas. Después, relevar cuál es el pasto remanente pospastoreo o qué volumen de materia verde queda después del corte de limpieza. La diferencia entre una y otra situación se multiplica por la cantidad de hectáreas que están siendo utilizadas diariamente. Finalmente, a este resultado se lo divide por

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ALIMENTACIÓN

el total de hectáreas que tiene el campo bajo análisis. Supongamos que se trata de un campo de 80 ha, en el que se pastorean 2,8 ha diarias, donde la disponibilidad de pasto prepastoreo es de 2.800 kg MS/ha y la disponibilidad pospastoreo es de 1.500 kg MS/ha. La diferencia es de 1.300 kg MS/ha, que multiplicados por 2,8 ha, arrojan 3.640 kg MS/ha. Este volumen, divido por las 80 ha, indica que diariamente desaparecen 46 kilos de pasto. De la interacción entre la TC y la TD de las pasturas se define la cantidad de pasto que tiene un campo (DGP). Para el ejemplo que se ha desarrollado, si la TC es de 40 kg MS/ha/día y la TD es de 46 kg MS/ha/día, es claro que se consume más pasto del que está creciendo. En consecuencia, la DGP va a tender a disminuir.

Vinculados Por cierto, hay una estrecha relación entre DGP y producción individual de leche: a lo largo del tiempo la producción individual acompaña los vaivenes de este parámetro. La magnitud del incremento o disminución de la producción individual dependerá de cómo se maneje la suplementación. Esta relación entre producción y DGP es mucho más marcada cuanto mayor es la carga y cuando la DGP está en un valor de biomasa que nos asegura pastoreos de calidad y volumen. ¿Cuál es la meta? En teoría, una vez que alcanzamos una DGP adecuada, si conseguimos equilibrar la TC y la TD de las pasturas, lograremos mantener la DPG estable y habremos alcanzado el objetivo. En realidad, lo único que podemos manejar es la TD, que tiene que ser regulada en función de la TC de las pasturas para que el sistema se mantenga en equilibrio. Si la TC es de 40 kg MS/ha/día en

un campo de 80 ha, nos da una producción diaria de pasto de 3.200 kg MS/día. Ésta es la cantidad de pasto que tenemos que usar diariamente para conservar un equilibrio con el crecimiento y así mantener una DPG estable. Ahora bien, ¿cómo hacemos para comer esta cantidad de forraje? Lo primero que tenemos que ver es la disponibilidad de pasto por hectárea con la que contamos en los mejores lotes, los cuales serán elegidos para pastoreo o bien serán cortados para confeccionar reservas. Luego, determinaremos qué cantidad de pasto queda o desearíamos que quede como remanente después del pastoreo o tras el corte para reservas (o después de la limpieza pospastoreo). La diferencia entre estas dos disponibilidades es la cantidad de pasto que desaparece en una hectárea. Supongamos que la misma es de 1.400 kg MS/ha. Continuando con el razonamiento, no podemos comer más que 3.200 kg MS por día, y sabemos que estamos comiendo o cosechando 1.400 kg MS por cada hectárea utilizada. Entonces, para saber cuántas hectáreas tenemos que pastorear para estar en equilibrio con el crecimiento, dividiremos la cantidad de pasto que podemos comer por día por la cantidad de pasto que comemos por hectárea. Así, el valor buscado asciende a 2,3 ha/día, lo cual en un campo de 80 ha arroja una rotación de 35 días. Si la TC se mantiene en 40 kg MS/ha/día, en 35 días de descanso se acumulan 1.400 kg MS/ha y los lotes pastoreados habrán llegado a su disponibilidad prepastoreo original de 2.800 kg MS/ha (1.400 pospastoreo + 1.400 acumulados en 35 días de descanso= 2.800 kg MS/ha). Fuente: Mercoláctea 08

Estimación visual ¿Cómo aprender la técnica? Es necesario que comience practicando con alguien familiarizado con la tarea. Lo mejor es recurrir al doble muestreo. Necesitará una balancita de mesa que pese unos 2 kg con un error de 5 a 10 g (sólo para calibración a campo), un recipiente liviano (tipo tarrito de helado) para pesar el pasto, dos cuadros de madera de 50 cm x 50 cm (0,25 m2), una tijera de jardinería, bolsitas plásticas de residuos, 10 a 16 estacas de hierro de 50 cm de largo por 8 mm de diámetro con punta en uno de los extremos, y rótulos. Lo ideal es ir a un lote donde estén pastoreando los animales y tengamos dos situaciones extremas: parcelas antes de ser comidas con una alta disponibilidad por hectárea y parcelas después de ser pastoreadas con una baja disponibilidad. Se procede a tirar uno de los cuadros (Nº 1) en el lugar con la máxima disponibilidad y colocar el otro cuadro (Nº 2) en un sitio que a nuestro juicio (vista) tenga la misma cantidad de pasto que hay en el cuadro Nº 1. Cortamos a ras del suelo, levantando absolutamente todo el pasto dentro de este cuadro, pesamos el pasto y –sólo a fines prácticos para la capacitación– le asignamos un 20% de materia seca y hacemos el siguiente cálculo: kg MS/ha= (Peso

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Verde 0,25 m2 x 4) x 10) x 0,20. Al resultado lo dividiremos por 300 para llevarlo a la escala visual. Por ejemplo, si obtuvimos 3.000 kg MS/ha, dividido por 300 es igual a 10. Esto quiere decir que la cantidad de pasto que hay en el cuadro Nº 2, es de aproximadamente de 10 unidades visuales o 3.000 kg MS/ha. El cuadro Nº 2 tiene que tener un agujero en el centro de cada uno de sus laterales, para poder clavar dos estacas (una en cada costado del marco); cuando lo retiramos queda perfectamente indicado el lugar. Entonces, en una de las estacas colgaremos un rótulo que indique la estimación visual (en este caso 10). Luego haremos lo mismo con dos sitios que consideremos de baja disponibilidad de pasto. Así, continuaremos el procedimiento con cantidades de pasto que estén entre estos dos extremos de alta y baja disponibilidad para, finalmente, obtener unos 5 valores de disponibilidad. Una vez terminada la calibración, la persona podrá tomarse el tiempo para recorrer los lugares que quedaron marcados con las estacas rotuladas y observar bien las diferencias entre disponibilidades.



INSTALACIONES

El corazón del sistema Aun en tiempos en que los precios no son los mejores –o quizá más que nunca en este caso– aumentar la escala ha colocado en el centro del debate a la sala de ordeño. Pistas para no correr riesgos si decide avanzar en este sentido.

No cabe duda de que la planificación cuidadosa de la sala de ordeño es decisiva. Para ello se debe tener en cuenta una serie de factores que pueden afectar el rendimiento del ordeño, como el número de operarios, la rutina de trabajo, el uso de retiradores automáticos, los intervalos de ordeño, la producción de las vacas, el diseño de la sala, y otros. Pero cuidado, no siempre es más barato remodelar. En la decisión de expandir o construir algo nuevo debemos considerar la pérdida en producción lechera que implica el trabajar sobre las vacas. Se trata de un costo económico que es necesario evaluar previamente.

Preguntas y respuestas De acuerdo con el especialista chileno Felipe Aceituno, el primer paso es considerar el tamaño del rodeo que proyectamos en el futuro, y esto no tiene una respuesta fácil. Es que en el tiempo normalmente se producen cambios al aumentar la superficie productiva o por modificaciones en la tecnología de producción de forraje que nos permiten un incremento de la carga animal difícil de ponderar de antemano. Una vez conocida esa información, la pregunta que sigue es en cuánto tiempo queremos ordeñar el total de animales. Para el

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profesional trasandino, la respuesta está vinculada directamente con el sistema de producción que tengamos. “Si mis vacas están pastoreando, el objetivo es que permanezcan el menor tiempo posible en la sala de ordeño, pero además debemos ser capaces de manejar el tamaño del grupo en el patio de espera, las distancias que deben recorrer las vacas y el número de grupos en pastoreo”. Contrariamente, sistemas de producción intensiva otorgan más flexibilidad en el tiempo de ordeño, ya que podemos traer las vacas en pequeños grupos permitiendo así que éstas esperen poco tiempo para ser ordeñadas y, por ende, hacer un mayor uso de la sala y un mejor aprovechamiento del capital invertido.

Dos por tres Más allá de estas preguntas, conviene conocer además tres factores con alta incidencia en la operación, como son la producción de leche promedio, el número de ordeños al día y la rutina de ordeño. La producción de leche está íntimamente ligada al tiempo de ordeño, que es el que limita mayormente el giro de una sala de ordeño fija. Basta con que tengamos una vaca dura dentro de la mangada para que ésta entorpezca el normal desarrollo del ordeño,


Hoja de ruta ● Los sistemas pastoriles presentan mayor complejidad a la

hora de elegir la mejor alternativa de ordeño desde el punto de vista de la rapidez. ● Normalmente se requieren inversiones altas en relación con el número de horas que realmente se utiliza la sala de ordeño y por eso su eficiencia debe buscarse desde el inicio del proyecto. ● Debe existir claridad en los factores que incidirán en el adecuado ordeño y se debe trabajar fuertemente sobre los ordeñadores de forma tal que sean capaces de obtener los más altos rendimientos cuidando la calidad de la leche.

atrasando al resto de los animales. Pensemos que hay vacas que se ordeñan en 6 minutos y otras que lo hacen en 10. La diferencia implica el paso de 4 mangadas más por hora, lo que multiplicado por el número de unidades que tiene una sala es indicativo de la gran brecha que podríamos lograr. Diferente es el caso de una sala de ordeño rotativo, en la que la vaca que es más dura da una segunda vuelta sin atrasar al resto. No obstante esto, esa vaca no permite que entre una nueva a ordeñarse, por lo que debemos asegurarnos que en el rodeo no exista un alto número de estos animales (menos de un 5% del total debe dar 2 vueltas). De la misma forma, se estima que al pasar de 2 a 3 ordeños diarios el rendimiento de la sala aumenta entre un 10% y un 12%. Esto impacta además en la producción (+15%) del total de leche producido por día. El aspecto negativo se vincula con los gastos operacionales que implica el tercer ordeño, que debe ser evaluado a la luz del impacto productivo que tengamos. Por último, dentro de los factores importantes por considerar está la rutina de ordeño, que afecta directamente el rendimiento de cualquier sala de ordeño. No es lo mismo recurrir a una preparación total de los pezones que no hacer nada; hay una incidencia en segundos que es relevante tener en cuenta. Siempre se debe contar con personal calificado para realizar una buena rutina de ordeño, de otra forma el rendimiento de la sala se verá afectado directamente. No obstante eso, el número de operarios será crítico en la medida en que tengamos una rutina larga y apuntemos a un alto rendimiento de la sala de ordeño. Normalmente, con más operarios conseguiremos el objetivo de pasar más vacas por hora, pero el rendimiento por operario se verá afectado.

Cómo elegir Frente a todos estos factores que inciden en el rendimiento de una sala de ordeño, cabe preguntarse cuál es la mejor alternativa por utilizar para ordeñar un rodeo grande. Aceituno propone acotar la problemática a rodeos alimentados principalmente en condiciones de pastoreo cuyo objetivo principal es ordeñar muchas vacas por hora. Por ello sólo se plantea la alternativa de salas línea media o salas rotativas. Para un mejor entendimiento se ha dividido el requerimiento

de velocidad de ordeño en tres grupos, de forma tal que se puedan barajar las diferentes alternativas para cada caso. Para todas las alternativas se consideran condiciones similares en cuanto a nivel productivo, tipo de rutina de ordeño (completa), diseño adecuado de la entrada y la salida de las vacas. Además, sólo cuentan las vacas sanas y los tiempos calculados corresponden únicamente a ordeño, no a lavado ni a cambio de grupo de vacas. Los tres grupos son: ● Rendimiento menor a 150 vacas por hora. Sin duda es la alternativa con más opciones posibles. La forma más común es utilizar una sala de ordeño línea media. El número de unidades variará de acuerdo con la velocidad de ordeño que buscamos, pero en términos generales una sala de 30 unidades permite conseguir estos rendimientos con 2 muy buenos operarios, aunque en muchos casos la incorporación de un operario adicional es imperioso. Otra forma de lograrlo es con un rotativo interno o externo; para estos rendimientos no hay diferencias sustanciales entre una alternativa u otra en cuanto a la velocidad de ordeño. El objetivo se debería cumplir con una sala de 28 a 32 unidades y 3 operarios, no hay que olvidar que se ha planteado el uso de rutina completa por lo que se requiere 2 personas en la preparación y 1 en el desinfectado posordeño. Obviamente el considerando más importante será la inversión por realizar, ya que el costo de construcción e instalación de un rotativo es mayor, pero en la medida en que necesito instalar sistemas de alimentación ambas alternativas se acercan en términos de inversión. ● Rendimiento entre 150 y 250 vacas por hora. A los efectos del cálculo analizaremos 200 vacas por hora. Las soluciones se van acotando y la rotativa comienza a tener mayor preponderancia. Este punto es la cota máxima de ordeño con rotativa interna, y para ambos casos (interna y externa) hay que pensar en 40 unidades para conseguir esos rendimientos. Por sobre este rinde se debe considerar sólo rotativas de ordeño externo, ya que las otras van perdiendo eficiencia y suelen ser más costosas desde el punto de vista constructivo, por su mayor diámetro. El número de operarios será entre 3 y 4 de acuerdo con la calidad de éstos. La otra alternativa que podemos barajar en este caso es el doble pozo de ordeño; las 200 vacas por hora las podemos conseguir con 2 pozos de 14 a 16 unidades línea media pendular, vale decir entre 28 y 32 unidades con 4 ordeñadores (2 por pozo). Ésta es una opción que se ha ido tornando popular en el último tiempo ya que demanda inversiones iniciales menores; sí se debe considerar en el análisis el costo que implica el sistema de alimentación, ya que requerirá una mayor cantidad de dispensadores. Esta alternativa es válida en la medida en que busquemos un rendimiento alto con una inversión baja en que pueda haber diferenciales grandes con una sala rotativa. ● Rendimiento mayor a 250 vacas por hora. Si bien es cierto que podemos replicar la información entregada anteriormente y colocar dobles pozos más grandes, la mejor veta en estos casos son las salas rotativas de ordeño externo, que logran estos mayores rendimientos de acuerdo con su tamaño y el número de operarios. El rendimiento de una sala rotativa de ordeño externo sobre 50 unidades discurre entre 250 y 500 vacas por hora, el más elevado posible. El único inconveniente que se debe tener en cuenta es la imposibilidad de ampliarla en caso de ser necesario, por lo que debe ser bien planificada desde un principio.

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PRESENTACIÓN FÉRTIL ●

Repartodebeneficios Un encalador o fertilizador de pasturas que mejora el suelo y la oferta forrajera. Cuenta con una novedosa cinta transportadora dosificadora.

La idea es buena. Este equipo dual basa su funcionamiento en un mecanismo dosificador con cinta transportadora de velocidad variable que acarrea el material desde la tolva hasta el dispositivo distribuidor trasero y así realiza la distribución sobre el suelo. El ajuste de las dosis por aplicar se completa con el grado de apertura de una compuerta trasera.

Principales características La dosificación se produce mediante un dispositivo de naturaleza mecánica o electrohidráulica. En ambos casos, la velocidad de la cinta transportadora dosificadora es totalmente sincrónica y proporcional a la velocidad de avance del equipo. Así, se eliminan errores de dosificación por aceleración y desaceleración del tractor. ¿Los detalles?: ● Cuando se trata de transmisión mecánica, el mecanismo de dosificación toma movimiento del rodado del equipo por medio de una rueda de mando que acciona la cinta transportadora y logra establecer la proporcionalidad con la velocidad de avance. ● En el caso de transmisión electrohidráulica, el mecanismo de dosificación recibe energía desde un oleomotor controlado por una electroválvula, gestionada a su vez por un sistema de control. ● En una y otra situación la regulación de la dosis y/o rango de dosis es definida por una compuerta trasera que regula el caudal de salida de la enmienda desde la tolva.

● La distribución al voleo se produce por un sistema esparcidor bidisco (accionado por la toma de fuerza) provisto de aletas de especial diseño, orientadores de caudal y un sistema telescópico que permite desplazar, en sentido longitudinal, la caja que soporta los discos. Se logra así una buena puesta a punto del ancho de labor y de la calidad de distribución con gran simpleza. ● Para realizar aplicación de enmiendas sin pérdidas por volatilidad, se utiliza la barra encaladora, accesorio que va dispuesto detrás de la máquina y de manera transversal. Basa su funcionamiento en un sistema de sinfines que transportan el polvo a lo largo de un canal perforado en su parte inferior, con un conjunto de cuchillas que regulan la sección de salida del polvo. La aplicación se realiza con total homogeneidad y absoluta precisión. Para reducir el ancho de transporte, los extremos de esta barra pueden plegarse hidráulicamente.

Opcional Un sistema de balanza electrónica incorporada en su estructura permite controlar las cantidades de fertilizantes y polvos erogados, y así fijar y/o manejar los valores de dosis por aplicar.

Con capacidades de 5 y 9 m3, ofrece gran autonomía aun en altas dosis aplicadas y reduce así tiempos muertos y costos operativos.


Noticias Meseta

Hallazgo científico Utilizando ejemplares transgénicos, biotecnólogos nacionales lograron obtener de manera natural la hormona de crecimiento bovina, es decir la proteína somatotropina. Aplicada a los propios animales, les permitirá aumentar un 20% su producción de leche y también generará beneficios a la carne. Los especialistas de Biosidus aseguran que la producción de esta hormona a partir de vacas clonadas posibilitará reducir sensiblemente su costo, ya que para mejorar la producción de leche se necesitan grandes dosis. Se destinará, principalmente, a la exportación.

Los recibos de las principales industrias lácteas en el oeste de Buenos Aires se ubicaron en septiembre y octubre entre 10 y 15% por encima de esos mismos meses en 2007. Ello se debió en parte a una mejor relación de precios entre la leche y el maíz, a lo que se sumaron las lluvias ocurridas en buena parte de la región. Debido a esto, algunos rodeos se acercaron a esquemas más intensos de pastoreo, y se alcanzó un pico de producción entre fines de octubre y comienzos de noviembre. Este escenario ya ha entrado en una meseta y tomaría una curva descendente a partir de diciembre. Además se insinúa una baja en los porcentajes de proteína.

Exportaciones En octubre pasado se registraron ventas al exterior por 23.693 toneladas a un valor promedio ponderado de u$s/tn 3.455 (muy similar al de septiembre), pero el rango de precios declarados registra una dispersión superior al 100%. Por cierto, hasta agosto de 2008 los precios promedio mensuales de exportación de leche en polvo entera a granel fueron siempre superiores a u$s/tn 4.000 (con un pico de u$s/tn FOB 4.422 en abril), pero a partir de septiembre los valores cayeron por debajo de u$s/tn 3.500. Los principales destinos declarados en octubre fueron Venezuela con el 54,1% del total, Brasil con el 9,9%, Nigeria con el 9,4% y Senegal con el 6%.

Dos gotas de agua En la bonanza de 2007, los tamberos uruguayos invirtieron en maquinaria y sembraron nuevas pasturas. La taba se dio vuelta y si la actual tendencia negativa se acentúa, cabe esperar severos problemas para muchas empresas del sector. Para colmo, la última baja de precios determinada por Conaprole quedó en el ojo de la tormenta, porque los productores consideran que sobreactúa la crisis internacional. En Chile las cosas no son mejores. Los tamberos enfrentan altos costos de producción, y la industria sufre el achicamiento del mercado local. Y la nación trasandina necesita exportar parte de lo que produce, porque el mercado doméstico no es capaz de absorber toda la producción nacional. Por medio de un comunicado de prensa, la Federación Nacional de Productores de Leche de Chile (Fedeleche) embistió contra la empresa Soprole –líder en el mercado chileno– por aplicar una nueva baja del precio. El presidente de Fedeleche lamentó que Soprole esté nuevamente sobrerreaccionando y adelantándose a un escenario que se vislumbra complejo, pero que aún no se ha materializado.

Con pinzas El presidente de la Oficina Nacional de Control Agropecuario (Oncca), Dr. Ricardo Echegaray, anunció que se abrirá el año próximo un Registro de contratos a largo plazo para lácteos y carnes, que otorgaría prioridad a estos compromisos por sobre las operaciones esporádicas. Habrá que ver cómo se implementa; hasta acá las disposiciones de la Oncca le trajeron al productor más disgustos que ventajas. DICIEMBRE 2008 • 13


SANIDAD

La solución a un viejo proble ◗

Hasta la irrupción de esta he- Por Martín Pol y rramienta, el profesional veteri- Javier Chaves nario enfrentaba a menudo el dile- Aprocal, www.aprocal.com.ar ma de decidir el tratamiento no martin.pol@lactodiagnosticosur.com.ar antibiótico de ciertos casos de mastitis sin tener información confiable (en tiempo y forma) del agente productor de la dolencia. En nuestra práctica profesional, como los resultados de los cultivos no estaban a tiempo para decidir un tratamiento, dejábamos como indicación genérica:“Si parece coliforme, no tratar con antibióticos”. Lo que hoy sabemos es que los síntomas clínicos de la mastitis no son buenos para predecir el agente causal.

Manos a la obra Así, basados en los trabajos de la Dra. Sandra Godden y el Dr. Alfonso Lago, de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos) y de la Dra. Pamela Ruegg, de la Universidad de Wisconsin (Estados Unidos) diseñamos un ensayo en el laboratorio, primero, y luego a campo, sobre la implementación del Cultivo en Tambo. Este último se realizó en un establecimiento lechero de la provincia de Buenos Aires con 550 vacas en ordeño. El recuento de células somáticas en el tanque bordeaba las 300.000/ml, y se evidenciaba una alta tasa de mastitis clínica. Los análisis de laboratorio indicaban que la mayoría de los casos eran producidos por bacterias ambientales (estreptococos y coliformes). Una profesional veterinaria era la responsable del diagnóstico de las mastitis clínicas y de la toma de muestras. Para calificar la severidad de las mastitis de nuestro ensayo se siguió la siguiente escala: ● Mastitis clínica grado 1 o leve: sólo se observa alteración de la secreción láctea (grumos, flóculos, leche aguachenta, leche sanguinolenta y otros). ● Mastitis clínica grado 2 o moderada: alteración de la secreción láctea más algún síntoma local de inflamación (hinchazón, dolor, calor). ● Mastitis clínica grado 3 o grave: a la modificación de la secreción y los síntomas locales se suman síntomas generales, como decaimiento, ojos hundidos, desplazamiento con dificultad, fiebre, diarrea y otros signos de mayor gravedad. A su vez, en el momento de aparición de las mastitis clínicas, las mismas eran clasificadas en Gram positivas o Gram negativas, según las características de la secreción y del cuarto. La tasa de aciertos fue muy alta en el primer caso, sin embargo resultó extremadamente baja para las mastitis producidas por Gram negativos o sin desarrollo. Por lo tanto, basar la decisión de tratamientos antibióticos en los signos clínicos conduce a una subestimación de la prevalencia de los Gram negativos. Esto se debe, principalmente, a que nuestra definición de este último tipo de organismo (coliforme) no es correcta. Generalmente se entiende que las mastitis por coliformes se caracterizan por tener leche aguachenta, inflamación local con o sin signos sistémicos.

14 • TAMBO

Contundente Como consecuencia del uso del Cultivo en Tambo, en los 189 casos de mastitis clínica de nuestro ensayo, sólo se trataron con antibióticos 61 de ellos (32%). Experiencias en otros tambos de la Argentina, Estados Unidos y Canadá muestran porcentajes similares de vacas tratadas (aproximadamente 40%). Entre las ventajas de tratar con antibióticos las mastitis clínicas (MC) originadas por patógenos Gram positivos se citan: ● Un aumento de la tasa de cura bacteriológica con tratamientos un poco más prolongados que los convencionales. ● Disminuimos las posibilidades de que la infección se instale de forma crónica. ● Acortamos el período de eliminación de patógenos potencialmente contagiosos. Entre las desventajas de tratar con antibióticos las MC causadas por patógenos Gram negativos podemos mencionar: ● La baja eficacia de la acción antibiótica de los productos intramamarios disponibles en el país sobre estos patógenos en la ubre. ● La probable acción contraproducente que, según algunos autores, tendría la terapia antibiótica en estos casos. ● El alto costo que implica descartar la leche en casos en los cuales no se justifica el tratamiento antibiótico. Muchos de estos casos terminan en cura bacteriológica sin utilizar antibióticos.


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El Cultivo en Tambo permite un uso racional de los antibióticos para el tratamiento de las mastitis clínicas. Implica menos gastos, minimizar la generación de resistencias, disminuir los riesgos de residuos y producir un alimento más seguro. A fondo Las Terceras Jornadas Internacionales de Calidad de Leche (JICAL III), organizadas por la Asociación Pro Calidad de la Leche y sus Derivados (Aprocal), se realizarán en el Centro de Convenciones Presidente Dr. Arturo Frondizi, sito en Laprida 150, Vicente López, Buenos Aires, del 26 al 28 de marzo de 2009. Se abordarán cuestiones vinculadas con estrategias exitosas para producir leche de calidad, el impacto de la selección genética sobre la calidad de leche, la evolución de la calidad de leche en el Cono Sur, el factor

Otra historia Ahora, el uso de placas de cultivo con medios selectivos (Bi-placas), nos permite tomar en 24 horas la decisión en el tambo de tratar o no tratar con antibióticos. El resultado evidente será que usaremos menos antibióticos, que descartaremos menos leche, y que disminuiremos el riesgo de aparición de resistencia a los antibióticos en uso. El Cultivo en Tambo es una herramienta útil que permite a los productores una rápida decisión de tratamiento de las mastitis ayudándolos a elegir tratamientos más racionales: ● En el caso que se trate de mastitis clínicas de grado 1 o 2, se pospone la decisión de tratamiento antibiótico por 24 horas hasta contar con el resultado del Cultivo en Tambo, con la salvedad de que si se tratara de un caso de mastitis clínica grado 2, podemos iniciar la aplicación de un antiinflamatorio no corticoide (AINEs). A dicionalmente, si es solamente un cuarto el afectado, es recomendable usar lo que se conoce como ordeñador de cuartos, que es simplemente un balde trampa interpuesto entre la pezonera del cuarto afectado y el colector. De esta manera, ordeñamos la leche de los otros tres cuartos sanos al tanque de leche, y la leche mastítica queda en este recipiente plástico que se apoya en el piso del brete. La vaca afectada se identifica con pintura o pulsera de pata o cinta en la cola, además del registro en planilla de mastitis clínica, y queda en su grupo, sin pasar por el momento al Grupo Hospital. Recordemos que si estamos haciendo un tratamiento antibiótico intramamario y/o parenteral, no podemos usar el ordeñador de cuartos con el cual evitamos el descarte de la leche sana de los otros cuartos. ● En el caso que la mastitis clínica sea de grado 3, se comienza inmediatamente con la terapia de soporte sin esperar el resultado del cultivo. Es recomendable trabajar con Protocolos de Tratamientos que indiquen a los ordeñadores las distintas alternativas de tratamiento según la severidad del caso y el resultado del Cultivo en Tambo.

humano: desarrollo y capacitación, el ordeño y conservación de la leche, el uso de agua, manejo de efluentes e impacto ambiental, la calidad de leche como materia prima para la elaboración de productos lácteos, y el bienestar animal. Además, durante las Jornadas se dictarán cuatro conferencias sobre los temas: Megatendencias del consumo de lácteos, Intensificación de la producción: bienestar animal e impacto ambiental, Actualización del plan estratégico lechero y Sistema de gestión de análisis de leche cruda.

Mecanismo Las Bi-placas tienen una mitad con medio selectivo para el crecimiento de microorganismos Gram positivos y la otra mitad con un medio selectivo para Gram negativos. Una vez transcurridas 24 horas de incubación en estufa a 37°C se procede a la lectura. Las alternativas diagnósticas son sólo cuatro: ● Desarrollo en el sector de Gram positivos: tratar con antibiótico intramamario y/o parenteral, de acuerdo con los Protocolos preestablecidos. ● Desarrollo en el sector de Gram negativos: no tratar con antibióticos, siguiendo el Protocolo establecido. ● Muestra contaminada, es decir, hay desarrollo en ambos sectores: Tratar con antibióticos, mejorar técnica de toma de muestra. ● Sin desarrollo en ninguno de los dos sectores: no tratar. Las bacterias que desarrollan a las 24 horas de incubación en el medio selectivo para Gram positivos son Streptococcus spp., Staphylococcus spp. y Bacillus spp., y las que desarrollan en el medio selectivo para Gram negativas, son bacterias Gram coliformes (E. coli, Klebsiella) y otras bacterias Gram negativas no coliformes menos frecuentes. Si el tiempo de incubación fuera mayor a las 24 horas indicadas, en el medio para Gram positivos podrían desarrollar Corynebacterium spp., levaduras, hongos, Nocardia spp., Arcanobacterium pyogenes y otros microorganismos no clasificados; y en el medio para Gram negativos podrían desarrollar hongos, levaduras y otros microorganismos no clasificados. Hay varias razones por las cuales se puede observar falta de desarrollo bacteriano en un cultivo de mastitis clínica. Entre ellas podemos mencionar: al momento de la toma de muestra el número de bacterias es muy bajo, esto se puede deber a que las defensas de la vaca ya han actuado eliminando gran parte de las bacterias viables; también cabe citar la presencia de secreciones muy alteradas, que pueden contener sustancias inhibidoras del crecimiento bacteriano (enzimas producidas por la vaca).

DICIEMBRE 2008 • 15



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