Séptima edición 1er Aniversario "París y Nueva York" by Photogram_magazine

Contenido París

photo

Diario de un Viajero

Inspiración y Arte

París en Tres Postales...

Entre muros... Arquitectura Parisina

Campos Elíseos

Versalles y sus diez secretos

Contenido París

Notre Dame

La Torre Eiffel... El Símbolo de París

80 Punto fijo

Viviendo de noche Luces en París

Con sabor a... Gastronomía Francesa

108 Una mexicana en París

Equ Photo

Ángel Romero Editorial/Toluca

Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Fue parte de los gabinetes de comunicación de los gobiernos del Estado de México y de la Presidencia de la República, donde fungió como productor y fotógrafo. Es profesor del ITESM donde imparte la cátedra de fotografía.

Ivette Rosas Directora General/CDMX

Ericka Garibay

Comunicóloga sión.

Con nombre espiritual Dhan Nirmal Kaur.

profe-

Fanática de la imagen y los viajes. Compartir con la gente, todo lo que mi lente captura, produce una felicidad infinita en mi alma y corazón.

Colaboradora/CDMX

Periodista y trabajadora apasionada de la televisión. Healthy lover, amante de los programas para desintoxicar nutrir y re-conectar. Mis grandes aficiones Kundalini yoga y Running. Mi sueño visitar las ciudades más importantes del mundo corriendo maratones.

uipo ogram Mariana Ballesteros Colaboradora/CDMX Financiera de corazón. Vive la vida, como fiesta sin mañana.

una

Aventurera de nacimiento y una experta haciendo rutas a lugares inexplicables en el mundo.

Alejandro Villegas Colaborador/CDMX

Egresado de la carrera de Comunicación por la UNAM, su labor profesional se ha desarrollado en el ámbito cultural en áreas de Difusión y Relaciones Públicas. Ha sido promotor de proyectos artísticos y culturales, actualmente colabora en el Antiguo Colegio de San Ildefonso como Jefe de Prensa y la Agencia Mosaico Medios.

Sergio Pacheco Colaborador/CDMX Fotógrafo cámara.

operador

La fotografía es magia, sólo te concentras en el instante indicado para disparar donde nada es más importante que el personaje, la composición y el sentimiento.

Equ Photo

Jorge Ramos

Colaborador /Morelia

Comunicólogo. Trabajé 25 años en medios de comunicación, como TV Azteca, Televisa, Discovery Chanel, y A&E Mundo. Viajero y amante de los buenos bares y la comida.

Nohemi Macias Colaboradora/Guadalajara

Licenciada en administracion. Persona paciente, trabajadora buena escuchando, le encanta visitar otras culturas y así poder aplicar en el trabajo lo mejor de éstas.

Rafael Almazán Colaborador/Toluca

Productor y director de televisión. Mexiquense TV, Televisa, TUDN, y Univision Los Ángeles, CEPROPIE. Apasionado de la fotografía y los viajes.

uipo ogram Tamara Rodríguez Colaboradora/CDMX

Comunicóloga de profesión. Amante de conocer, viajar los deportes de trail y los animales.

Veka Duncan Colaboradora/CDMX

Historiadora del arte y divulgadora, se ha enfocado a investigar temas de arquitectura, diseño, gráfica y prensa cultural.

Horacio Acosta Colaborador/CDMX

Estudió Gastronomía y después Historia. Se dedica a la investigación. Le gusta la comida y el chisme.

Equ Photo

Johener Díaz

Colaborador/Panamá

Mercadólogo de profesión y fotógrafo por pasión. Tengo la dicha y suerte de poder capturar con mi cámara, momentos que nunca se volverán a repetir.

Sally Márquez

Julieta García

Colaboradora/Francia

Colaboradora/ Toluca

Comunicóloga. Copy y Community Manager. Amo: las palabras curiosas, el arte, conocer nuevas culturas. De momento y por azares del destino, soy “trotamundos”.

Comunicologa de profesión, Postproductora por gusto. Maestra por crecimiento,. Madre por amor. Senderista por aventura. Fiel creyente que para vivir hay que viajar sin importar distancias.

uipo ogram Josepha Saint-André Colaboradora/Francia

Tengo 24 años y soy franco-mexicana. Me encanta viajar, conocer nuevas culturas y horizontes.”

Fenando Carpio

Octavio Delgado

Colaborador/CDMX

Editor, post productor y “Divulgador histórico, ciclista urbano y nacido en la Ciudad de México cuando todavía era Distrito Federal”

realizador. He

trabajado en varios

medios de comunicación, y

disfruto

plasmar

creatividad, a través de lo visual.

París en Cinco Imágenes

Diario de un Viajero París y la vida debajo de los puentes del Río Sena Fue debajo de los puentes del río Sena en donde quiero compartirles mi historia, volé de ciudad de México al aeropuerto Charles de Gaulle el 4 de julio de 2015. Los franceses invitaron en esas fechas a México a participar en su festejo por el día de su indepen-

dencia el 14 de julio. Elementos de las fuerzas armadas de México encabezarían el desfile de los parisinos por la famosa avenida de los Campos Elíseos. Para la preparación de la transmisión televisiva de ese festejo de independencia fuimos por parte de la televiso-

ra oficial de México a realizar la cobertura informativa por lo que tuvimos que hacer un trabajo previo de 10 días. Para tener el mejor lugar hubo que reservar un espacio a las orillas del río Sena, teníamos que lograr las mejores imágenes del espectáculo de los

“Hay más de mil formas de pasear por el río Sena, son las aguas que cruzan París y buena parte de Francia, muchas historias de amor han nacido en el Sena. París, la ciudad luz y una de las más románticas es el marco ideal de este río, hay 37 puentes que lo cruzan, la mayoría de ellos finamente construidos con una arquitectura gótica de barandales en hierro forjado y faroles que iluminan y se reflejan en la corriente de sus aguas. juegos pirotécnicos que iluminarían la Torre Eiffel formando las banderas francesa y mexicana. Durante esos días previos reservando nuestro lugar para las cámaras de TV, vivimos debajo de los puentes del río Sena y convivi-

mos con sus habitantes. Hay personas que se han establecido bajo los puentes, duermen entre las estructuras, refugiados por su obscuridad, algunos jóvenes, adultos e indigentes.

un par de noches generamos

ticas abarcaban las 24 horas del día, de

horas los sorprendentes ejercicios mili-

una buena relación con ellos, primero

esta forma pudimos descubrir tanto de

tares que incluían aviones de guerra,

les parecía molesto tenernos ahí pues

día como de noche la vida en los alrede-

tanques ultra modernos, paracaidistas y

les hacíamos ruido con nuestra planta

dores del río más famoso de París, el de

la mundialmente reconocida policía de

de luz y no podían dormir, todo

los amantes, turistas, deportistas, pea-

la gendarmería francesa, siempre impo-

al ofrecerles cargar sus telé-

tones y nosotros los de la TV Oficial de

nente.

fonos móviles con nuestra planta eléc-

México.

En esos diez días disfrutamos varios mo-

trica, de esta forma hicimos buenos ami-

Previo a las fiestas de independencia vi-

mentos de París sin movimiento, con

gos parisinos.

mos los ensayos de las tropas francesas

amaneceres y atardeceres de ensueño,

Por el cambio de horario entre Francia

y mexicanas, iniciaban las formaciones

fuimos muy afortunados, sin duda ver

y México nuestras actividades periodís-

a las cinco de la mañana y duraban dos

la Torre Eiffel iluminada acompañada de

resolvió

miles de fuegos pirotécnicos reflejados

río, lo cual simboliza su amor eterno.

en las aguas del Sena ha sido una

En verano, en las orillas del río Sena se

inolvidable vivencia.

instalan las Playas de París y la gente

No importa la estación del año que sea,

se baña en las piscinas flotantes o

el río Sena siempre cautiva a los visi-

se tumba en las playas de arena. En

tantes que vienen a París. En invierno,

otoño, las hojas de los árboles parisi-

las elegantes luces de la Torre Eiffel la

nos se vuelven doradas y flotan en el

adornan mágicamente a la vista de los

río, acompañadas de barcos turísticos.

paseantes. En primavera, verán pare-

Un escenario inmejorable para crear

jas poniendo candados del amor en el

tu propia historia. En Photogram es-

Puente de las Artes y lanzando la llave al

peramos nos la cuentes muy pronto.

Rafael

án

Almaz

Inspiración y Arte

La importancia de la ciudad de Paris ha sido continua a lo largo de toda su historia, centro artístico y filosófico, ha dado nombres de grandes artistas de todo el mundo desde mediados del siglo XIX y hasta el siglo XX. Es llamada la ciudad de las luces, no solo por ser la primera en tener un entramado lumínico envidiado en la época, sino también por ser siempre una de las urbes más adelantadas a su tiempo.

po, como el antiguo Egipto o el Imperio romano, y nos ofrecen las obras de artistas de la talla de Leonardo Da Vinci, Monet, Rodin, por mencionar algunos.

Artistas emergentes y consolidados se trasladaron a la ciudad para sumergirse en el ambiente bohemio, querían empaparse de la cultura que destilaban los cafés de la ciudad y formar parte de sus círculos sociales, que podían inspirarles artísticamente y abrirles puertas para comercializar sus obras.

Junto a ellos hay otros grandes museos, como el Centro de Arte Moderno Georges Pompidou, el museo de arte extraeuropeo del Quai de Branly, el museo Picasso, el Rodin, el Museo de la Marina, el del Ejercito en los Invalides, el de la Publicidad, el de la Moda, el Museo de arte moderno (MAM), etc…

Pero la grandiosidad de estos museos no se limita únicamente a lo que contienen, sino también a la arquitectura que los alberga: un magnífico palacio, en el caso del Louvre, y una antigua estación de tren, en el caso de Orsay.

Creadores como Van Gogh, André Derain, Paul Cézanne, Henri Matisse, entre muchos otros, vivieron en la ciudad durante una temporada. Por ese motivo, algunas de las obras de arte más importantes de la época se encuentran en museos franceses.

La mayoría de estos recintos, son nacionales estando a cargo del gobierno francés, otros como el Carnavalet, y el Petit Palais son gestionados por el ayuntamiento de la capital. Todos forman parte del patrimonio del país, y constituyen uno de los grandes atractivos culturales de la ciudad. Todos los Dentro de la multitud de museos se días del año abren sus puertas a miles encuentran algunos de los más fa- de visitantes de todo el mundo. mosos del mundo como el Museo del Louvre y el Museo de Orsay, que se encuentran situados en un lugar privilegiado a uno y otro lado del río Sena, en pleno centro histórico. Guardan en su interior miles de obras de arte que nos trasladan a lugares y a períodos históricos lejanos en el tiem-

Ale

ro jand

gas

Ville

”

Gracias a su patrimonio cultural, a su pasado hegemónico y a su temprano respeto por la cultura y la historia, el país ha almacenado una colosal cantidad de obras de arte.

París En tres postales... I

Con el inicio del noveno mes lunar, arranca el Ramadán. Para los practicantes de la religión musulmana*, esa noche marca el inicio de jornadas de reflexión, largos lapsos de oración y de rituales de purificación; afirmadas por un ayuno riguroso durante las horas del día con luz de sol. Así, en el final de esos 30 días, como es natural se puede esperar que laicos y devotos se den oportunidad de comer bien. Sin saber el contexto, unos amigos nos convidaron a beber algo justo la noche que comenzó el Aíd al Fitr, o los días para festejar el fin del ayuno. Una caminata por Montmartre, puede llevarte a cualquier lugar, y en cualquier esquina, cualquier bar, puede ser un lugar acogedor. Pinot noir, unas maravillas de hojaldre frito y mucha conversación.

Parecería que nada era estaba fuera de contexto, sin embargo, al avanzar la noche, los parroquianos, de lengua y apariencia particular, comenzaron a bajar de sus lugares de vivienda. Los dueños del local, sin mediar conversación les recibían con los brazos abiertos y de a poco las mesas fueron llenándose de pequeñas cocottes con caldo de cordero, trozos generosos de carne cocida y verduras, a un lado platos con couscous y dátiles. Todos por igual cenamos bien esa noche.

“Solamente en Francia se estima que hay más de cinco millones de practicantes.

Cuando algo se te hace obsesión, cuando traes el gusano dentro, pues… la búsqueda obsesiva se convierte en el pretexto para caminar, caminar y seguir caminando. Paris es una ciudad para salir a caminar. Así, una jornada me llevó a buscar moscas. Sí. Moscas para pescar. Existen muchas formas de pescar. Dinamita es la más absurda, pero debajo de esta pésima opción, esta pescar con moca. La mecánica, en apariencia, es simple: confeccionas con plumas, pelo de conejo, hilo o fibras brillantes, algo que tu crees que se parece a una mosca; y se lo arrojas a un pez, pensando que el pensará algo así como – Mira, un insecto… ¡que delicia! – Suena muy raro. Pero eso salí a buscar en Paris. Moscas hechas con cul-de-canard. En la Île Saint-Louis, a orillas de Sena, hay un lugar hermoso, frente al Square Barye:

La Maison de la Mouche, que desde 1934 vende artículos para pesca. Para los enganchados en el tema, el lugar es una locura, como la manufactura de sus moscas. Pero ¿se puede pescar en Paris? Por extraño que parezca se puede. Se paga el permiso, se tienden las líneas y listo. Con la salvedad de que, lo que del río sale, al río regresa.

III

Visitar La Ópera Garnier es, al menos en mi caso, un dolor permanente de cuello. Literalmente. Por alguna causa que desconozco no puedo visitarlo sin pasarme el 90% del tiempo viendo las techumbres, los candiles imposibles y las cosas que se esconden en los techos. Debe ser algo psicológico. Les aseguro que lo he intentado varias veces sin éxito alguno. Nunca he visto el piso del lugar. Ni siquiera sé si tiene alfombra o no, pisos de madera, escaleras, o alguna otra marca. De lo que estoy seguro es que Chagall tiene la culpa. Tiro por viaje, acabo sentado a escondidas, en las butacas, contemplando esa techumbre y su explosión de colores.

Y en cada visita, me imagino como deben lucir, debajo de esos tremendos paneles Les muses et les heures du jour et de la nuit de Jules-Eugène Lenepveu. Me enloquece pensar que, por más que intento, no logro verlos.

el R Áng

ome

Entre Muros... Arquitectura Parisina

“La obra inmersiva que Monet donó a París” En los últimos años las experiencias inmersivas han tomado por asalto al mundo del arte y de los museos. Pagamos boletos de sumas bastante considerables para que a través de la última tecnología tengamos la sensación de adentrarnos en una obra de arte. ¿Qué pensarían si les dijera que Monet hizo un museo inmersivo hace cien años y que aún pueden visitarlo? El Museo de la Orangerie se encuentra en una de las zonas imperdibles para cualquier viajero que se esté en París: se ubica a unos pasos de la Plaza de la Concordia, entre el Museo del Louvre y el Petit Palais. Por si esto fuera poco, al otro lado del río está el Museo de Orsay, que exhibe lo mejor del arte del siglo XIX, momento germinal para la escena artística parisina. Es, de hecho, en este museo en el que podemos entender el contexto del que venía Monet cuando propuso la creación de la Orangerie.

Siena

Cathedral

Claude Monet fue uno de los artistas más destacados del impresionismo, movimiento artístico de la segunda mitad del siglo XIX que buscaba renovar la plástica después de años de rígida educación académica. Los impresionistas se rebelaron contra la enseñanza en estudio y salieron a pintar al aire libre. Esto les llevó a rechazar también temas como los religiosos y bélicos para enfocarse en algo que podría resultar muy sencillo pero fue revolucionario: la observación de la Lorem ipsum dolor sit amet, id vix libris eruditi naturaleza. Lo que les interesaba, tibique. Pro tincidunt interesset persequeris te. Ei sobre todo, era Aperiam representar sussed pri doming definiebas. quaerendum impresiones deintellegam, los paisajes, de ad. Eu vis alii noster ut eam qualisque temporibus concludaturque, eos laoreet dispuahí el nombre del movimiento. tationiabrió ea. Perfecto mediocritatem cu. Pro Esto la puerta a una has mirada magna delenit no, verterem sadipscing ei vis. Est subjetiva que, a su vez, dio pie a ad dicam adipisci, eu pri nihil explicari, sed mucius una experimentación de formas y democritum an. Quo facer singulis ad, an discere colores nosoleat se había visto vituperataque sea, iusto persecuti ei duo.hasSolum ta entonces. En el caso de Monet, su interés principal se fue encaminando hacia la representación de las flores y el agua, a través de la cual buscó entender fenómenos naturales como la luz.

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reque nonumy eos et. Ea ferri ap. Eu vis alii noster intellegam, ut eam qualisque temporibus concludaturque, eos laoreet disputationi ea. Perfecto mediocritatem has cu. Pro magna delenit no, verterem sadipscing ei vis. Est ad dicam adipisci, eu pri nihil explicari, sed mucius democritum an.

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Esto llevó a Monet a plantearse también la posibilidad de jugar con los formatos y soportes sobre los que pintaba. Para 1897 comenzó a explorar la posibilidad de crear una pieza monumental de forma circular, pero no sería hasta 1914 que se decidiría finalmente a crearla. Ese año fue, por supuesto, crucial para la historia de Europa y la humanidad pues marcó el inicio de la Primera Guerra Mundial. Fue un momento de desasosiego para la sociedad francesa en conjunto, pero particularmente para Monet pues recibía la noticia tras el fallecimiento de su hijo. Sumido en un periodo de oscuridad, decidió que emprender un proyecto a gran escala como el que llevaba años tramando sería la mejor manera de traer un poco de alegría al mundo. Monet creó primero un par de paneles continuando con el motivo de los nenúfares que había trabajado desde la década de 1890, inspirado en un pequeño lago que construyó en su casa de Giverny, Normandía. El jardín de esta casa sería inspiración para 300 pinturas y tres tapices. Para 1918, el pintor decidió contactar a Georges Clemenceau para donarle esas dos primeras piezas para crear un monumento a la paz y firmarlos el día de la Victoria. El presidente francés le pidió que complementara esos paneles con otros más para hacer del monumento uno mucho más grande e importante.

Siena

Cathedral

En ese momento no lo sabía, pero esta sería la obra con la que culminaría su carrera. El resultado fueron 19 paneles de los que hoy se exhiben 8 como pieza principal del Museo de la Orangerie. Monet los terminó hasta abril de 1922, sin embargo, no serían colocados hasta 1927, un año después de la muerte del impresionista, pues él no había quedado satisfecho con su obra y se rehusó a entregarlos. Sin embargo, la pieza fue montada exactamente como él la había planeado. Monet diseñó el museo junto con el arquitecto Camille Lefevre para lograr una perfecta armonía entre las pinturas y el espacio. El resultado es una obra de arte envolvente en el que se pierde cualquier noción de horizonte y límite; Monet quería representar con esto la continuidad del tiempo. Además, nuestra percepción de la obra cambia según la temporada en que la visitemos, pues para su colocación el pintor tomó en consideración los cambios de luz de cada estación del año. Hoy el Museo de la Orangeria es una parada obligada en cualquier tour artístico por París y también para quienes quieren una selfie

Veka

can

Dun

photo

S T L

alir de paseo en el verano y ver la hermosa naturaleza que presenta Francia en la avenida de los campos elíseos, es sin duda, algo que debes hacer si visitas París. iene un grosor de 60 metros y de largo casi dos kilómetros con 1910 metros, empezando desde la plaza de la concordia hasta el Arco del triunfo.

Campos Eliseos

os Campos Elíseos recogen su nombre de la lejana mitología griega, en ella se designaba así al lugar reservado a hombres y mujeres de poderosa valía cuando estos hallaban la muerte. Así mismo, tenían que pasar por el inframundo para pasar una vida de paz en el otro mundo.

o que hoy conocemos como “La avenida más hermosa del mundo” comenzó por ser hacia el año 1640 una alineación de árboles, alineación

acias

iM ohem

Esta avenida tiene un significado notable para el ciclismo, pues es ahí es donde se sitúa la meta del Tour de Francia.

que había ideado unos años antes la reina María de Médicis. Y fue hasta casi 100 años después que se haría un trazado de estos árboles por un paisajista reconocido.

or otra parte el arco del triunfo representa las victorias del ejército francés, con una duración de 30 años de construcción Napoleón mandó que se realizara al finalizar la batalla de Austerlitz.

odemos destacar en él, las marchas de las dos guerras mundiales y la muerte de Napoleón, por lo cual la avenida ha sido testigo no sólo de este acontecimiento, de esto, sino de muchos hechos más.

no hay vista más esplendorosa de los Campos Elíseos, que desde el mirador del Arco del Triunfo que aunque este no

sea muy alto durante el veranó podremos ver los arboles verdes y hermosos, y durante las fechas importantes también pueden verse las banderas a lo largo de la avenida, y al final, una enorme y bella bandera francesa con sus colores azul blanco y rojo; las luces de navidad durante la temporada, o las fiestas del 14 de julio.

in duda es una de las experiencias más esperadas de los viajeros al visitar esta ciudad, y creemos que ya sea que vayas en cualquier temporada, una buena bebida y una banca pueden darte una tarde inolvidable. Por mi parte, puedo recomendarles un riquísimo croasant y un café en alguna de las cafeterías de alrededor, seguido de dar el recorrido de casi 2 kilómetros y subir al mirador ya antes mencionado.

Versalles y sus Diez Secretos 1.- Originariamente, el palacio era un pabellón de caza. Los orígenes del Palacio de Versalles son bastante humildes. Luis XIII (1601– 1643) adquirió los dominios porque era un gran aficionado a la caza, y construyó un palacete en el que le encantaba pernoctar si no tenía tiempo de regresar a París o Saint-Germain-enLaye antes del anochecer. Este rey amplió el palacete y compró más tierras, lo cual permitió a su sucesor Luis XIV convertir Versalles en un palacio en los años 60 y 70 del siglo XVII, al que llegó a trasladar el gobierno francés y toda la corte en 1682. En ocasiones, podía haber más de 5000 personas alojadas en las enormes dependencias de palacio. 2.- Los jardines de Versalles se cuentan entre algunos de los más grandes y espectaculares del mundo, con 372 estatuas, 55 elementos decorativos acuáticos, 600 fuentes y más de 32 kilómetros de canalizaciones. A lo largo de los años, los jardines se han ido

poblando con cientos de miles de árboles y plantas. Aunque esta exuberancia es lo que hace que estos jardines sean tan impresionantes, en el siglo XVII la fragancia de las flores del Trianon era tan intensa que indisponía a los huéspedes, quienes rehuían visitarlos. 3.- La Galería de los Espejos se empezó a construir en 1678 bajo la supervisión del arquitecto Jules Hardouin Mansart y se convirtió en uno de los atractivos del palacio. Cuenta con 357 espejos, uno de los elementos decorativos más caros de la época. Aunque Venecia tenía el monopolio de fa-bricación de espejos, Francia supo atraer a artesanos de esa ciudad para que se instalaran en el país y crearan algunas piezas exclusivas para el palacio. 4.- La Galería de los Espejos, que originariamente iluminaban con hasta 20.000 velas para convertirla en un “pasillo de luz” en las ocasiones especiales, ha sido testigo de muchos

acontecimientos de gran esplendor, pero también de algunos de los momentos más importantes de la historia, como la firma del Tratado de Versalles. Fue el tratado de paz más importante de todos los que se acordaron durante la Primera Guerra Mundial, puesto que con él se ponía fin a la guerra entre Alemania y las potencias aliadas. Se firmó el 28 de junio de 1919 en Versalles, justo 5 años después del asesinato del archiduque Francisco Fernando que precipitó el inicio de la guerra. 5.- La cocina estaba tan lejos del salón comedor que los platos del rey se enfriaban por el camino. Para desgracia del monarca, la distancia entre su asiento y la cocina era tal, que a menudo los platos que le servían llegaban fríos. Por eso, en el siglo XVIII, Luis XV terminó por hacerse construir unas cocinas privadas en sus aposentos. 6.- El recinto también albergaba el llamado “Templo del Amor”, un cenador con una estatua de Cupido en el centro. Cerca de este templo, María Antonieta hizo construir una gruta privada, un espacio parecido a una cueva con abundante vegetación, donde supuestamente había un lecho de musgo y dos entradas, es decir, que reunía todas las condiciones del escondite perfecto para un encuentro secreto, aunque claro está,

esta finalidad nunca ha sido confirmada. 7.- ¿Sabías que el palacio había albergado una Real Casa de Fieras en la que habitaban todo tipo de animales salvajes y aves de todo el mundo? Uno de los edificios originales del palacio era una ornamentada casa de las fieras, obra del arquitecto Louis le Vau. Fue el primer lugar en el que distintas especies animales se colocaron por separado en recintos adaptados que se podían ver desde el balcón del pabellón central de La Ménagerie. 8.- La real verja fue destruida durante la Revolución francesa. Con todo el lujo y la opulencia de las dependencias de palacio y la mayor parte de la población empobrecida y muriéndose de hambre a sus puertas, no sorprende que el pueblo francés acabara detestando Versalles. El fastuoso estilo de vida de María Antonieta era especialmente odiado por su extravagancia. Durante la Revolución francesa, que empezó en 1789, el gobierno revolucionario francés ordenó desmontar la real verja, que estaba bañada en oro. En el 2008, se recreó y decoró esta verja con 100.000 láminas de oro. 9.- El chocolate a la taza era la bebida de moda. A pesar de la enorme variedad de comida y bebida que se ofrecía a todas horas en Ver-

PALACIO DE VERSALLES

“La construcción de un tesoro de la arquitectura francesa” salles, la bebida preferida del rey Luis XV era el chocolate a la taza, de modo que la bebida favorita del rey se convirtió en la favorita de todo el mundo. En aquel entonces, la bebida de cacao era una exquisitez y se consideraba una preferencia exótica de la realeza. Corría el rumor de que el chocolate tenía efectos afrodisíacos. En efecto, el rey obsequiaba esta bebida a las amantes que lo visitaban y, a veces, la preparaba incluso él mismo. En esa época, un monarca que se ocupara de una tarea tan mundana era algo inaudito. Incluso María Antonieta tenía debilidad por esta bebida. En 1770, al casarse con Luis XVI, se llevó a la corte a su propio maestro chocolatero, a quien distinguió con el título específico de “Maestro chocolatero de la Reina”. 10.- Los orinales eran de plata. Los miembros de la familia real eran bastante afortunados de que en sus aposentos hubiera un cubículo que albergaba una especie de silla-retrete con un agujero debajo del cual se colocaba un orinal que los sirvientes retiraban cuando les parecía opor-

tuno. Aunque los demás moradores de palacio también disponían de orinales, no siempre contaban con la dignidad de tener un cuarto aparte para estos menesteres, de modo que muchos de estos receptáculos terminaban arrinconados en las esquinas de las estancias de palacio. En Versalles, para no desaprovechar ninguna oportunidad de alardear de opulencia, incluso los orinales eran de plata. Un toque lujoso que no podía ocultar el hecho de que, a menudo, la escasez de retretes entre tantos invitados y personal de servicio hacía que el aire de palacio resultara algo maloliente. Por eso, durante el reinado de Luis XV, terminaron instalando un retrete “à l’anglaise” en los aposentos del monarca.

drígu

Ro mara

i alguna parada puede considerarse obligatoria al visitar Francia para la foto de rigor, es “Notre Dame”, La Catedral de Nuestra Señora, símbolo de los parisinos, inspiración de Víctor Hugo para el romance de Esmeralda y Quasimodo, testigo de coronaciones de reyes y

Nuestra Señora de París reinas, entre ellos el Emperador Napoleón o la beatificación de Juana de Arco, sobreviviente de la revolución francesa y la segunda guerra mundial, patrimonio de la humanidad y próximamente: el ave fénix de París. Después del incendio de 2019 se perdió gran parte de su estructura construida entre 1163 y 1345 en la Isla de la Cité, una verdadera tragedia cultural para el mundo, católicos o no, es un monumento histórico invaluable, de lo más antiguo de la ciudad, que deleita los sentidos con su estilo arquitectónico gótico de hermosa fachada y espectaculares interiores distribuidos en 130 metros de largo por 48 metros de ancho, una altura de 69 metros en sus torres y 96 metros en la aguja con una superficie total de 5500 m².

ctualmente La Catedral se encuentra cerrada por obras de restauración pero podemos apreciar su exterior desde la explanada Juan Pablo II, sin ningún

costo y esa es la parte monumental con una rica decoración bien diferenciada. En la fachada occidental o principal están el rosetón, las dos torres que albergan los campanarios y desde donde se podrían observar mejor las llamativas gárgolas., la Puerta del Juicio Final (al centro), la Puerta de la Virgen y la Puerta de Santa Ana. Sobre estos portales, destaca la Galería de los Reyes, con esculturas que representan a los 28 reyes de Judea que fueron decapitados durante la Revolución Francesa, porque se pensaba que representaban a reyes franceses. Sus cabezas originales, y decapitadas, pueden verse hoy en el Museo de la Edad Media. En las fachadas norte y sur, también sobresalen gabletes dedicados a pasajes bíblicos y personajes como el monje Teófilo o San Esteban. Mirando las alturas, tenemos que parte de su techo fue construido originalmente con 1300 árboles de roble, que forman una cruz latina, por eso recibe el nombre del bosque de Notre Dame” . En el piso de la aguja se enlistan las esculturas en bronce de los doce apóstoles.

l interior de este techo se resuelve con bóvedas y pilares que abren paso a numerosos ventanales creando espacios celestiales aunados a tres vitrales medievales gigantes con formas de rosa, uno de ellos el del Oeste, dedicado a la Virgen con el Niño, el cual corona al órgano más grande de Francia que data de 1733. El rosetón Norte está dedicado al Antiguo Testamento y el rosetón Sur es el del Nuevo Testamento por eso en el medallón central, se representa a el Cristo del Apocalipsis.

Notre Dame

El arte litúrgico y decorativo del estilo gótico destaca en una especie de muros retablo llamados: jubé, que contienen tallas de madera policromadas, que relatan diferentes ciclos de la vida de Jesús, desde la infancia hasta su pasión y muerte., en otra sección, la resurrección. Entre la pandemia por el covid 19 y su cierre para la restauración, lamentablemente el ambiente alegre pero pacífico que se respiraba a sus alrededores tomando una taza de café o comiendo de la rica cocina francesa tradicional, no lo podrás saborear próximamente, sin embargo se calcula que en el 2024 se terminará, o ya estará por culminar su restauración y volveremos a disfrutar en todo su esplendor de esta oración materializada llamada Catedral de Notre Dame.

cía a Gar

Juliet

Torre Eiffel El símbolo de París.

Construida con motivo de la Exposición Universal, la Torre Eiffel sería desmontada unos veinte años después de su apertura, sin embargo, se instaló una estación de radio por parte de la armada francesa, además de una estación meteorológica, dándole una utilidad científica y así evitando su destrucción. La torre tiene cerca de 2.5 millones de remaches y

pesa casi 7400 toneladas, de las cuales alrededor de 60, corresponden únicamente a la pintura. Cuenta con 8 elevadores y 1665 escalones. Su constructor, Gustave Eiffel, desarrollo una empresa de carpintería metálica, que participó también en la creación de la Estatua de la Libertad, el Observatorio de Niza y el Puente de Hierro de Burdeos.

La creatividad de Eiffel llegó también a México con tres estructuras; El Palacio de Hierro en Orizaba, la iglesia de Santa Bárbara en Baja California Sur y el Puente de Fierro en Ecatepec. La Torre Eiffel ha resistido dos Guerras Mundiales, particularmente resguardada por órdenes de Hitler durante la invasión alemana de 1940.

“Todas las noches, la Torre Eiffel destella por 5 minutos durante cada hora mientras su faro recorre el cielo parisino”

“Apareció en el cine por primera vez en 1897, bajo la lente de Louis Lumiere”.

“Actualmente cuenta con tres restaurantes, un bar de champagne y una tienda de macarons”.

Inaugurada el 31 de marzo de 1889, se convirtió en el edificio más alto del mundo con sus 300 metros de altura, dominando hasta hoy en día el horizonte de la Ciudad Luz.

Cada año, la estructura recibe más de 7 millones de turistas, siendo el monumento más visitado en el mundo. La Torre Eiffel ha sido replicada en muchos lugares del planeta, siendo las más famosas las situadas en Tokio y en el Hotel Bellagio de Las Vegas.

El icono parisino fue vendido de manera apócrifa en dos ocasiones por Victor Lustig, convirtiéndose en una de las mayores estafas de la historia.

Desde hace 132 años, la Torre Eiffel se viste de luces en la capital Gala.

En 2003, 25 alpinistas trabajaron alrededor de 6 meses para reemplazar las 25,000 bombillas que iluminan noche a noche a la Torre Eiffel. ando Fern

Carp

Punto fijo

”

Yo era una de esas personas que, a fuerza, de tanto escucharla nombrar tenía pocas ganas de conocerla, pero bastó una tarde de perderme de entre sus calles para entender por que está urbe evoca al amor y te hace sentir que estás caminando entre una obra de arte.

No se tr es fácil tos al en concreto hay un dable, t encontr irrepetib

Perspectiva en París.

rata de romantizar: encontrarle defecnorme mounstro de o, pero ahí donde n detalle desagratambién es posible rar alguna cualidad ble.

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Si durante siglos nadie ha logrado retratar ni describir con absoluta certeza a la capital francesa, está no será la excepción, pero dejo aquí un poco de lo que viví entre sus calles llenas de prisa, arte, rumores, emociones y sabores.

Luces de París

Hablar de París es hablar de una ciudad llena de historia, cultura y de lugares emblemáticos. París la ciudad del romance o también conocida como “la Ciudad de la Luz” con sus bellas calles y grandes palacios, ofrece al visitante una gran variedad de museos con exposiciones de grandes artistas. El recorrer las calles de París es ya de por sí, un deleite para todo aquel que la visita, hablando de sus principales lugares turísticos como lo son su famosa Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, su hermoso Palacio de Versalles, La Basílica del Sagrado Corazón, La Catedral de Notre Dame o sus famosos museos como lo son El Museo de Louvre, o el Museo de Orsay, o sus bellos jardines de Luxem-

burgo y el jardín de Las Tullerías. Pero esta ciudad proporciona de igual manera una actividad ilimitada así de día como de noche.; bares, pubs, discotecas, club nocturnos, de jazz y demás sitios para salir de fiesta en la ciudad. Podrás disfrutar desde una romántica velada con sólo una escapada en barco, así como de la ópera y de diferentes puestas en escena de teatro para todos los gustos. En los distintos distritos de París se esfuerzan por ofrecer actividades a fin de atraer a personas que busquen de la diversión y pasar un muy buen rato.

En sus diferentes bares, discotecas y club nocturnos podrás disfrutar de diferentes géneros de música, entre los más buscados son el techno, house y ritmos latinos que son los más populares en los clubs parisinos del momento. La zonas más frecuentadas en París para disfrutar de lo mejor de la vida nocturna son: el Barrio Latino, la Bastilla y el Barrio de Montmartre. En estas tres áreas es donde se concentran el mayor numero de bares y clubs nocturno en los que podrás disfrutar de diferentes ambientes y encontrar el ideal para ti. La Avenida de los Campos Elíseos cuenta también con un gran ambiente, pero es conocido que algunos de sus lugares son considerados

exclusivos y habrá que tener suerte para que el portero nos deje entrar. Tanto el Barrio Latino, como la Bastilla cuentan con lugares considerados más para jóvenes de entre los 20 y 30 años, en lo general estudiantes universitarios; ya que en el Barrio Latino se ubican diferentes instituciones académicas y de investigacion como lo son la Universidad Sorbona, el Collége de France, Université PSL, la Escuela Normal Superior, la Escuela Superior de Física y de Química industriales por nombrar algunas. Para gente un poco mayor como un servidor, está el barrio Montmartre, es un sitio bastante concurrido y cuenta con una gran variedad de cafés, bares, pubs y una que otra discoteca.

En Montmatre también se encuentran diferentes salas de espectáculos, entre los que podemos encontrar el archiconocido Moulin Rouge, el popular cabaret de gran tradición en la vida nocturna parisina.

Dentro de sus diferentes variedades, se combinaban el canto, baile y magia con un importante presencia de contenido erótico, esta variedad de revista proviene del Music Hall Británico y se consolidó como género en París.

El famoso cabaret Moulin Rouge, fue construido en el año de 1889 por Josep Oller y Charles Zidler. Este emblemático lugar está situado en el barrio rojo de Pigalle, al pie de Montmartre.

Uno de los grandes artistas ligado al Moulin Rouge es Henri de Touluse-Lautrec exponente de diferentes técnica pictóricas y que se convirtió en uno de los más grandes cartelistas de su era.

El Molin Rouge fue inaugurado durante lo que fue conocido como la Belle Époque, su periodo histórico esta comprendido entre el siglo XIX y la primera Guerra Mundial.

Él inmortalizó en su obra al Moulin Rouge y este lo inmortalizó a él creando la simbiosis perfecta entre el artista y el tema.

Moulin Rouge

Sobreviviendo a dos Guerras mundiales y a los largo de sus mas de 129 años, por este icónico escenario han desfilado grandes artistas de la talla de Édith Piaf, Yves Montand, Charles Aznavour, Mistinguett, Frank Sinatra, Liza Minnelli y Dean Martin, entre otros. Si próximamente tienes la fortuna de visitar París, tienes que ir a conocerlo.

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Con sabor a... Si hay en el mundo un lugar en donde se tiene que hablar de comida es Francia, es una de las cocinas más famosas y diversas del planeta. Además de ser el origen de muchas técnicas culinarias que son práctica común alrededor del orbe. Una de las preparaciones más famosas que existen y tiene su raíz francesa es el croissant, que es una preparación con una masa danesa que se dobla en diversas vueltas para ir formando capas de mantequilla y masa que al hornearse se evapora la grasa y forma una textura crujiente por fuera y suave por dentro. Muchos platillos franceses clásicos fueron creados en las épocas de carencia del pueblo galo. Entre estos platillos se encuentran por ejemplo el

blanquete de ternera, que es un estofado que permite suavizar la carne por más dura que parezca y se acompaña con una salsa blanca. Muchas veces estas preparaciones han pasado a formar parte del menú de los restaurantes más famosos, por ejemplo, el Chartier que es un establecimiento que cobró mucha fama entre los turistas. Sin embargo, como muchas veces pasa en las grandes metrópolis del mundo es en la calle, en los lugares de circulación continua, en los que a partir de los miles de pasos que damos se va mejorando la comida y se va perfeccionando el gusto. Además, de que la calle siempre es el mejor lugar para encontrarse con la diversidad.

Gastronomía Francesa

Marché Enfants Rouges Es así que recorriendo las calles de París encontramos el Marché Enfants Rouges, que es un mercado en el que se puede consumir comida de todos los grupos que han migrado a la capital francesa. Es el mercado más antiguo cubierto de París, pues se fundó en 1615. Recibe su nombre de los infantes que se vestían de rojo y que pertenecían al orfanato que por ahí se encontraba, en el barrio Haut Marais, muy cerca de a Rue de Bretagne. Pero este mercado no sólo ofrece comida, también se puede ir a comprar los insumos para hacer preparaciones caseras. Los franceses son un pueblo que gusta de comer y beber, tan es así que sus prácticas

de alimentación están registradas en la lista del patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO. Todo el mundo tiene que alimentarse para sobrevivir, pero son pocos los pueblos en los que la práctica alimentaria se ha convertido en una manera de convivir y de formar parte de la cotidianeidad festiva. En eso el pueblos francés es como el mexicano.

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Por cielo, mar y tierra...

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Los lectores

Autor: Josepha Saint-André (Francia)

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“Un buen viajero no tiene planes fijos ni la intención de llegar”. Lao Tzu

Autor: Lesslie Terán (México)

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Colaboradores Veka Duncan Sally Márquez Sergio Pérez Grovas Julieta Martínez Rafael Almazán Daniela del Río Editorial Angel Romero Ramírez Juan Carlos Barajas Julieta García Director General JorgeRoldán Tamara Rodríguez Ivette Rosas Aranda Alejandro Villegas Mariana Ballesteros Jorge Ramos Diseño editorial Ericka Garibay Eduardo Sánchez Ivette Rosas Aranda Leticia Rosas Luis Quintero Iván Ampudia Octavio Delgado Jorge Roldán Noemí Macías Horacio Acosta Fernando Carpio Rafael Ayala Ayarit Castillo Johener Díaz

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Hay momentos que quedan grabados para siempre en nuestra mente, con seguridad los más intensos son difíciles de olvidar, porque se vivieron de forma especial, vivencias a las cuales nos ha costado llegar y que el resultado de disfrutarlas han valido la pena, personalmente tengo un sin número de estos recuerdos, uno de tantos el Maratón de París 2019. Domingo 14 de abril, 7:00 am, se comienza a sentir la emoción de recorrer la maravillosa Ciudad de La Luz, al llegar a la estación del metro Charles de Gaulle, mi corazón comenzó a latir muy rápido, pasan por mi mente miles de pensamientos, entre ellos la bendición que me dio mi Creador para vivir esta experiencia, pedía a Papá que está en el cielo

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París

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que mantuviera hidratado mi corazón. Cuando entré a la estación del metro decidí observar cada detalle de Paris. La estación Charles de Gaulle está diseñada en bóveda elíptica, aunque se alejó del estilo clásico del metro parisino al verse afectada por el estilo Mouton-Duvernet en los años 60, en el año 2010 le devolvieron su clásico diseño con un absoluto predominio de azulejos blanco biselados en todo el recinto. Al esperar el vagón que me llevaría a la aventura más hermosa también pensaba en mis porristas mamá, hermana, tía Mayor, Karina Y Tony, ojalá que no tu-

vieran confusión en las líneas del metro para llegar a vernos en diferentes puntos, venía a mi cabeza la frase “Voluntad de Hierro” de Coach Pao, atleta profesional pero sobre todo extraordinaria persona y amiga. ¿Se imaginan tener El Arco del Triunfo como testigo de una salida espectacular parisina? Me encontraba muy nerviosa, el motivo es que los días previos nos dedicamos a hacer turismo por París y tenía las piernas muy cargadas. Sabía que el maratón me iba a pasar factura. Pero ya que estaba en la línea de salida me dispuse de nuevo a disfrutar de la capital francesa durante 42.195 kilómetros.

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Con la vista al frente aparece la Plaza de la Concordia con su gran obelisco, ubicada junto a la avenida de los Campos Elíseos, un rincón parisino que todo turista debe visitar, para entender un poco más la historia de la ciudad y disfrutar de uno de los lugares más relevantes para el desarrollo de la independencia francesa. Lugar de reunión de grupos revolucionarios donde también ejecutaron a Luis XVI y María Antonieta, junto a unas dos mil personas que luchaban a favor de la monarquía, contra los cambios sociales. Mientras espero impaciente la salida a mis espaldas el Emblemático Arco del Triunfo, monumento que, junto a la eterna e inmortal Torre Eiffel representan la perfección el ser y el sentir francés: historia, orgullo y eternidad. Es uno de los monumentos más visitados de la ciudad, el día anterior tuve la oportunidad de ver la ciudad a mis pies desde su terraza, es una sensación única sentirse ¡En la cima de París! Tras el arranque de la élite van saliendo los demás corrales de manera escalonada y ordenada. Gracias a esto podemos decir que en París, pese a correr junto a 50.000 personas más, no hay agobios ni hay problemas para moverse sobre el terreno. En un instante estoy arrancando el maratón, estamos metidos en la carrera sin sentirlo, es hora de relajarse, de pensar en lo espectacular que será. El tiempo de sufrir y de pensar en lo que queda ya llegará. Impresionante ver que a escasos 3 kilómetros de iniciada la carrera, la gente alentaba en las calles, escuchaba Vamos Errrika, Viva Mecicooooo. Jamás vi huecos ni vacíos entre los espectadores que tenían pancartas, globos y banderas. Aproximadamente era kilómetro 5 una inolvidable experiencia me esperaba, La Plaza de la Bastilla, es un lugar cargado de historia. Aquí se encontraba la gran fortaleza de París, que los últimos borbones utilizaron casi exclusivamente como prisión de estado. Era el edificio que mejor simbolizaba la arbitrariedad del poder absoluto, el oscurantismo, y todos los defectos del Antiguo Régimen Francés. Me encantó rodearla, la gente en ese punto está replegada por vallas, mi mente comenzaba a disfrutar, sentía que mi cuerpo respondía bien, aunque el frío no paraba, quemaba.

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Una vez que dejas la Bastilla, el recorrido no ofrece nada de lo más famoso de París. Pero tiene mucho encanto correr por zonas que seguramente los turistas nunca conocen. Edificios antiguos e imponentes son en ese momento testigos de nuestros pasos, y el maravilloso público congregado en las calles.

Comienzo a poner mi atención en la Torre Eiffel, aunque se ve casi desde que sales de Vincennes, pero esta vez se ve muy cerca. Sé que ya casi veo a mis hermosas porristas en el 29 o el 30 gracias a ellas aguanté vara en El Paso por los túneles ya quería verlas.

En el kilómetro 9 llegué al primero de los dos bosques por los que voy a tener que pasar para completar la carrera. Es el Bois de Vincennes, es espectacular. Maravilloso bosque con senderos por donde va corriendo la gente, es el mayor espacio verde del centenar de parques y jardines de París, fue originalmente el área de caza privada de los reyes, con casi mil hectáreas de superficie. Y aquí, el nivel de la prueba comienza a subir. Tras unos primeros kilómetros por Vincennes, comienzan las cuestas y mi mente comienza a cuestionarme, me habían dicho que era plano, que no había cuestas, no me gustan, eso y la falta de gente animando comienzan a pasar factura. Deseas volver a ver la ciudad cuanto antes.

A la izquierda voy dejando la joya de la arquitectura gótica, la catedral de Notre Damme, Dios medio la oportunidad de verla de pie, unos días antes la visité y tuve la oportunidad de subir al campanario. A esa altura del maratón volverla a encontrar es hermoso, volverla a admirar, sin saber que dos días después se incendiaría. La vista es espectacular. Más adelante queda Orsay, no tuve posibilidad de ir por falta de tiempo pero la siguiente seguro estoy, solo lo vi durante la ruta. La salida de los puentes es especial. Tras momentos de casi total oscuridad, a la salida encuentras una cuesta y un montón de gente. El público que sabe que son momentos duros te anima con muchas ganas.

En el kilómetro 19 salgo del bosque y comienzo a prestar atención a los hermosos grupos musicales que animan la ruta, muchos con música desde clásica hasta rock en inglés. El desnivel comienza a bajar un poco y el frío no cede, ha sido una mañana totalmente helada, con mucho aire que congela. El primer punto psicológico próximo, una meta que se ve a lo lejos, estoy a punto de completar la mitad del maratón y pasar por el 21. Las piernas, contra todo pronóstico, van bien. No siento la fatiga de los recorridos turísticos de Paris. Casi en el kilómetro 23 volvemos a pasar por la zona de la Bastilla pero por el lado contrario. El recorrido va dejando la vía principal, entramos en un camino que nos va a llevar a recorrer durante unos cinco kilómetros los túneles del río Sena, de los momentos más complicados del maratón. Primero porque las piernas se empiezan a quejar, y segundo porque el paso por los túneles es un sube y baja constante, uno de ellos tiene un kilómetro de distancia o poquito más, me desesperaba quería verles el final, además, las cuestas que esperan al final de cada túnel tienen mucho desnivel. La gente se junta en los puentes que cruzan el río y animan junto a los que están en los costados. Es momento de apretar los dientes y ser conscientes de que queda lo más duro, pero también lo más bonito.

Estoy llegando al kilómetro 29 y abro los ojos más que nunca, ya casi, ya casi las veo. A la izquierda está la torre Eiffel, que no puedo dejar de mirarla asombrada porque correr a su lado es muy especial es indescriptible, soñé toda mi infancia con conocerla y en ese momento corriendo la admiraba, la Dama de Hierro, es cierto que tiene una arquitectura maravillosa, visitarla, pisarla, subir, disfrutarla tiene un encanto especial, mi sueño estaba cumplido. En el kilómetro 30 un puesto de hidratación, tomó una botella de agua y al voltear a la izquierda, me gritan Kikiz, Kikiz, me emociono, me acerco a chocarles la mano, darles un beso me da igual el tiempo que pierda, no he venido a hacer marca y se merecen que me pare con ellas aunque sea 20 segundos. Me animan. Es un momento especial porque sé que son partícipes de mi carrera, me acompañan y me hacen falta. Me suben la energía, mi adrenalina se acelera. Los que dicen que el maratón es una carrera de 12 kilómetros que empieza en el kilómetro 30 tienen razón. Intento pensar solamente en llegar al siguiente. Las piernas pesan, pesan mucho, se sienten entumidas por el frío y me pregunto ¿no deberían venir calientitas después de 30 kilómetros?.

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No, se sienten entumidas, a decir verdad, en ese punto esperaba ir peor de lo que iba y empiezo a descontar kilómetros en vez de contarlos.

ojos para disfrutar de esa maravillosa ciudad, físicamente no fuimos juntos pero este maratón lo corrió conmigo sin duda, Alfred te amoooo.

En el kilómetro 33 entro en el Bois de Boulogne. Son los últimos nueve kilómetros de carrera. Sé que de Vincennes acabé un poco cansada y harta pero también sé que este bosque me acerca mucho a la meta. Ahí se han establecido algunas “Fan Zones” y hay gente repartida por casi todo el trayecto. Definitivo, bajé el ritmo, mi mente comenzó a decirme no más, quería acelerar y no podía, esta cabeza comenzaba a traicionarme, me encontré a un compañero mexicano y me dio aliento hasta el final y yo a él, en momentos parecía que el ya no continuaría y lo animaba, y al revés, siempre Dios te manda personas que te ayudan, siempre.

Faltando 400 metros para llegar a mi izquierda mis hermosas porristas acompañadas de una manta maravillosa con una foto de papá, sentí que el llanto me inundó pero traté de controlarlo pues tenía que pisar la meta. Mamá y hermana incondicionales compañeras, tía mayor y Kari hermosas siempre en todo momento desde que partió papá y en esta ocasión acompañándome. Antonia gran persona y amiga se ha hecho parte de mi familia al igual que Crueeee.

Ya soy consciente de que voy a llegar, aunque en los días previos, mientras me dolían las piernas de tanto andar, me preguntaba si conseguiría llegar. Ahora, en este momento sabía que iba a llegar. Dentro de Boulogne sólo quería que llegara el 36, el 42 o terminar, con esa idea en la cabeza voy avanzando. Veo el cartel que a anuncia el kilómetro 36, el frío permanecía, me hidrato y comienzo a orar a agradecer el hecho de estar ahí, concentrada en mi oración y con las piernas más pesadas consigo ver el cartel del 40 y ya sólo quedan 2.195 metros. Esos comienzan a hacerse sin dolor, sabiendo que espera la recompensa de los meses de preparación. En ese momento recuerdo los entrenos con mi equipo, los entrenos en la pista, las distancias, los amigos. También las distancias donde no hay medalla y que cuestan pero que son importantes para que mi cuerpo esté aquí. Salgo del Bois de Boulogne. Encaro la avenida Foch, paralela a los Campos Elíseos. Al fondo, el Arco del Triunfo vuelve a ser testigo de nuestras zancadas. Pero esta vez estamos de vuelta. Esta vez le estamos dando la cara y no la espalda. A los lados la gente anima. Allez, allez!! Las emociones brotan y no sé si reírme, llorar o no hacer nada. Al final creo que hago un poco de todo. Pero lo que no se me olvida es señalar y mirar al cielo para dedicarle a Papito esta llegada, sé que todo el trayecto estuvo conmigo, que cada viento helado que pegaba en mi cara era él, que cada grito de ánimo él estaba y que hoy llevaba mis ojos que son sus

Lo conseguí, pisé la meta, con emoción, con orgullo, pese a los miedos, desconfianza o lo que pueda deparar una carrera tan larga, tomo mi medalla, mi playera de finisher y me acerco a la salida justo hacia el arco del triunfo. Viví una de las mejores experiencias de vida y esa ruta sin duda volvería a hacerla es una delicia recorrer Paris.

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Editorial Si intentamos trazar una ruta de puntos que unan a Nueva York con Paris, veremos que nos encontramos con dos conjuntos en apariencia irreconciliables. Ambas son bastiones de su propia hegemonía cultural; paradigmas puros de una visión del mundo. De inmediato surgirán los fans acérrimos de una y de la otra. Ciudades en continentes, lenguas, modos y gente ajenas. Sin embargo, como polos opuestos, son tremendamente atrayentes. Para sus fieles creyentes, aparecen como los lugares santos que llaman a un peregrinar obligado. Y son, para sus detractores acérrimos, el epítome de la globalización. En lo cotidiano, para los viajeros que las hemos habitado por ciclos, son los lugares a los que volver es fácil. Son las grandes urbes que lo tienen todo y que, al mismo tiempo, no te darán nada sino les ofrendas tus pasos.

Este número de Aniversario de Photogram Magazine, se ve en la necesidad de dividir su alma entre esos dos extremos.

“Si estás perdiendo la humana, sal y mi

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Lo hace, como ya es costumbre, recorriendo ambos sitios a través de sus platillos, de sus lugares emblemáticos, y de las cosas pequeñas que le componen.

a fe en la naturaleza ira un maratón”. Kathrine Switzer

Pero ahora, nos impone una mirada de tremendo detalle y bordado fino, como solo lo pueden ver y contar los pies de quienes la han re-corrido. Este periplo intercontinental buscará recorrer en los pasos de dos maratonistas ambas capitales. Al igual que todo viaje, un maratón no consta únicamente de 42 kilómetros. Hay un antes y un después. Jornadas de preparación y entrenamiento. Montones de detalles que alistar, alimentación al punto, ropa, calzado adecuado y muchas ideas en la cabeza. Con el sonido de arranque, al dar el primer paso, al desplazarte por las calles, se pasa por diferentes etapas, hasta que, corredores y viajeros, cruzan el punto en el que el cansancio se convierte en pura emoción. Cruzando esa línea, ambos especímenes, comenzamos a percibir los colores, a sentir el viento, el piso bajo nuestros pies. En ese momento la experiencia no tiene punto de retorno. Nada vuelve a verse igual. Ángel Romero Ramírez @anromeror

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Este número de Aniversario de Photogram Magazine, se ve en la necesidad de dividir su alma entre esos dos extremos.

“Si estás perdiendo la humana, sal y mir

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a fe en la naturaleza ra un maratón”. Kathrine Switzer

Lo hace, como ya es costumbre, recorriendo ambos sitios a través de sus platillos, de sus lugares emblemáticos, y de las cosas pequeñas que le componen. Pero ahora, nos impone una mirada de tremendo detalle y bordado fino, como solo lo pueden ver y contar los pies de quienes la han re-corrido. Este periplo intercontinental buscará recorrer en los pasos de dos maratonistas ambas capitales. Al igual que todo viaje, un maratón no consta únicamente de 42 kilómetros. Hay un antes y un después. Jornadas de preparación y entrenamiento. Montones de detalles que alistar, alimentación al punto, ropa, calzado adecuado y muchas ideas en la cabeza. Con el sonido de arranque, al dar el primer paso, al desplazarte por las calles, se pasa por diferentes etapas, hasta que, corredores y viajeros, cruzan el punto en el que el cansancio se convierte en pura emoción. Cruzando esa línea, ambos especímenes, comenzamos a percibir los colores, a sentir el viento, el piso bajo nuestros pies. En ese momento la experiencia no tiene punto de retorno. Nada vuelve a verse igual. Ángel Romero Ramírez @anromeror

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De Mar Recorrí Manhattan, Brooklyn, Queens, Bronx y Staten Island.

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Danie

Río

Comencé a correr hace 6 años con el sueño de hacer un maratón, no lo logré hasta el 2017 en la Ciudad de México, mi ciudad natal. Para entonces me había dado cuenta de que me encantaba recorrer los lugares especiales de mi ciudad y algunos de mi país. Me resulta fascinante cambiar el contexto de los lugares y poder decir que corrí por calles y senderos que regularmente no son aptos para cualquier persona. Quizás por eso comencé a correr fuera de mi país las veces que me fuera posible. Quien me conoce sabe que en cada viaje, aunque sea laboral, llevo conmigo mis inseparables tenis y mi ropa deportiva. Fue justo en un viaje laboral que alguien me contaba

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ratón

Nueva York

de los Major Marathons hasta ahora los 6 mejores maratones a nivel mundial. Boston, Chicago, Nueva York, Londres, Berlín y Tokio clasificados así, por la calidad en su organización y el número de competidores que logran terminar la carrera. Fue entonces que me propuse ser una de las poseedoras de la famosa “Six star medal”, la tan esperada medalla que se obtiene al concluir los 6 Majors, obteniendo así una estrella cuando concluyes cada uno. Mi primer “Star” la obtendría en Chicago. Sería la primera vez que correría los 42 kilómetros fuera de mi país, por lo tanto pensé en la ciudad de los vientos haciendo un comparativo con la de altimetría y rutas de los 6 Majors y así decidí que fuera el pri-

mero. El segundo maratón debía sin duda alguna ser Nueva York, hasta ahora el maratón más emotivo que he vivido gracias a la perfecta organización de los New York Road Runners (NYRR), una empresa dedicada al running desde 1958, y que ha tomado la organización del maratón desde su primera edición en 1970. Sin duda alguna, Nueva York es hasta ahora mi lugar favorito en el mundo, sin embargo, la ruta de su maratón aunque es bastante atractiva turísticamente hablando, es una de las más complicadas a en comparación de las otras rutas. Debido a que se recorren los cinco barrios de Nueva York a través de los puentes que los conectan entre sí.

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Eso justamente hace complicada la altimetría. Aún así, es una aventura que estaba dispuesta a vivir. Llegó el día del viaje, regularmente me voy dos o tres días antes al destino, para aclimatarme y por supuesto recoger mi número de competidor, en esta ocasión quería vivir los eventos que NYRR organiza previo a la carrera, el maratón es una fiesta de toda la ciudad y se celebra con pláticas, entrenamientos previos, y una ceremonia de apertura que no me podía perder. El ambiente de maratón lo viví desde el momento en que entré al país, recuerdo que el personal de la aduana se alegró por mi cuando al preguntar el motivo del viaje le respondí: “voy a correr el maratón” el oficial me deseó mucha suerte para ese día, y me dejó pasar en medio de bromas. Mientras caminaba rumbo al tren que me llevaría a Manhattan podía ver el maratón anunciado en todos lados en las paredes del aeropuerto y después en las del metro, mi corazón no dejaba de palpitar pensando que en tres días sería parte de esa fiesta, después de muchos meses de entrenamiento. Lo primero fue registrarme en el hotel Riu Plaza cerca de Times Square, donde muchas agencias de varias partes del mundo estaban en el lobby guiando a sus corredores a sus habitaciones o hacia el transporte que los llevaría a la entrega de números, en mi caso no lo incluía así que me dirigí al Javits Center, a recoger el mío en metro. Llegando al lugar, vi un contador enorme que marcaba los tres días faltantes para el evento, lo cual hizo que sintiera mariposas en el estómago, la entrega fue muy rápida y organizada, desde la aplicación del maratón nos habían proporcionado un código QR y junto con un ID podríamos recoger tanto el número de competidor como la playera conmemorativa. Inmediatamente entré a la expo de los patrocinadores, como en toda carrera los stands son muchos, terminé comprando “merchandise” del maratón, pero lo emocionante fue cuando llegué a la caja, me preguntaron “¿Es tu primer Nueva York?” a lo que respondí que si, entonces tocaron campanas y la gente me comenzó a aplaudir en tremenda fiesta, como si hubiera sido el cliente numero mil o algo similar. Así pasaba con todos los corredores que

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respondían de la misma forma que yo, es por eso que digo, que correr el maratón de Nueva York es vivir una fiesta previa, durante y después del evento.

Dunkin Donuts, fruta, médicos, perros de terapia y hasta una capilla para las personas que necesitaran de algún tipo de oración para calmar sus nervios.

A la mañana siguiente hice un pequeño trote en Central Park como parte de mis últimos kilómetros previos a la carrera. Terminé justo en la meta, era emocionante ver como ya estaban puestas las gradas y el arco en su lugar por el cual atravesaría primero el keniano Geoffrey Kipsang Kamworor seguido de muchos competidores más, entre ellos yo.

Mi carrera comenzó cerca de las once de la mañana, para entonces ya llevaba 6 horas despierta. El frío comenzaba a causarme estragos mentales “¿Y si me contracturo?”, “¿Y si no puedo comenzar bien?” eran muchos los pensamientos que me invadían, tenía la boca seca, fui por agua y a los pocos minutos al baño. No quería que nada interrumpiera el inicio. En ningún entrenamiento había pensado qué hacer durante esa larga espera, el frío lo solucioné de una manera muy rústica, para los ya experimentados corredores del maratón de Nueva York no es extraño llegar en pijama, pants o con algún tipo de cobertura extra, una de esas prendas que sabes que no llevarás de regreso a casa. Cuando les toca ir a su corral depositan sus prendas en contenedores gigantes, para después ser donadas a personas de escasos recursos. Así que me armé de valor, me quité la vergüenza y tomé un cobertor prestado de uno de los contenedores. Tomen esto como un buen tip si van a correr el maratón de Nueva York alguna vez en su vida, aunque de preferencia, es mejor llevar tus propias prendas.

Por la tarde volví a Central Park para la ceremonia de apertura, se realiza un gran desfile donde participan algunos de los corredores que representan a cada una de las naciones presentes. Sin duda una tarde llena de emociones, que culminó con fuegos artificiales y una fiesta. Todo estaba listo solo quedaba descansar y concentrarse en la competencia del domingo. Eran las cinco de la mañana del tres de noviembre. Con una temperatura de 5 grados, comencé a vestirme, no podía llevar más que lo que usaría durante el maratón. En mi canguro llevaba mi ID, cuatro geles de glucosa, la llave del hotel, unos audífonos y mi celular. Sobre mi atuendo, únicamente una chamarra desechable que adquirí en la expo para no morir de frío, aunque créanme, no funcionó como yo esperaba. Tomé el metro para llegar a la estación que lleva al Staten Island Ferry, ese día estaba destinado para los corredores del maratón, al menos unas horas previas al arranque, ya había elegido el horario de mi transbordador, así que no fue complicado, veinticinco minutos después, habíamos llegado a Staten Island, no sin antes ver a lo lejos la Estatua de la Libertad, que no me pareció tan impresionante, después de todo. Bajamos del ferry y debíamos tomar un autobús que nos llevaría a las villas, un lugar donde puedes esperar tu disparo de salida, ese viaje duró cerca de 40 minutos. Al llegar a las villas quedé realmente impactada y agradecida de la experiencia, en cada número de corredor había un color correspondiente a la villa que te tocaba, y en el centro de todas, estaban las áreas comunes, carpas de cosas muy interesantes, desde café, donas patrocinadas por

Finalmente escuché que llamaron a mi grupo a la línea de salida, dejé el cobertor en uno de los contenedores y me alisté. El frio seguía siendo inmenso, pero tal cual, a la hora marcada se dió el disparo y comenzamos a correr, no había vuelta atrás. El camino inmediatamente se dividió en dos, yo permanecí en donde estaba y no entendía que podía pasar si tomaba la otra ruta, pero pasados unos cuantos metros entendí que uno llevaba a cruzar el puente Verrazzano por arriba y otro por un nivel plano. Yo iba en el que lo cruzaba por arriba sin duda una vista espectacular. El puente medía dos kilómetros, uno de subida y uno de bajada. Comenzar en cuesta te hace pensar qué es lo que viene más adelante, ahí estaba el imponente maratón, desde el kilometro uno. Al bajar el puente nos encontrábamos ya en el segundo barrio de la jornada, Brooklyn. Dimos vuelta en la calle 94 para adentrarnos por la cuarta avenida durante nueve kilómetros más, el frío poco a poco iba desapareciendo o más bien nuestro calor

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corporal era tal que ignorábamos ya la ausencia de calor en el ambiente a pesar de que era una mañana soleada. Para este punto estábamos llegando al medio día, las porras en las orillas de las calles sin duda hacían esta parte más fácil, el inicio del maratón siempre es emotivo, la energía es mucha y la determinación de terminarlo está intacta. Continuamos por las calles de Brooklyn hasta cumplir medio maratón, y seguido de eso entramos hacia Queens cruzando Pulaski Bridge. Una cuesta de cerca de trescientos metros de largo que mermaba la condición de muchos que comenzaban a bajar su ritmo. Sin duda los puentes que conectan cada barrio son el obstáculo a vencer durante la carrera. “Welcome to Queens, runners” se leía en un cartel de los tantos hechos por las personas que gustan de echar porras y apoyar a los maratonistas en su camino, algunos lo hacen porque están acompañando a un familiar, otros, porque les nace y particularmente en Queens porque muchas personas viven a la orilla de la ruta, y salen a inyectarnos energía de buena fe. Recuerdo las calles de Queens áridas y con mucho viento helado que se colaba entre ellas, había muy poca sombra en la ruta a comparación de Brooklyn, donde los árboles sembrados afuera de los “Brownstones” nos regalan una parte de la ruta sin que nos lastime el sol. En el kilómetro veinticinco correríamos a través de uno de los puentes más complicados por su inclinación y por la parte de la ruta en la cual se encontraba, el Queensboro Bridge. Cerca del kilómetro veinticinco al treinta, comienza ese cansancio mental que nos invade a muchos, no es el famoso “muro”, es solo que para ese momento ya se lleva la más de la mitad de la distancia recorrida y mentalmente falta un esfuerzo similar para culminar el maratón. Mi cansancio aminoró cuando vi que habíamos entrado a Manhattan, el ambiente era completamente distinto, sus calles anchas, y entonces reconocí donde estaba, en First Avenue. Una noche antes, me había hecho una foto ahí en medio de la lluvia, hoy la corría con la incertidumbre de saber en qué momento recorreríamos el barrio que nos faltaba. En medio del cansancio no pude recordar la ruta que había estudiado a la perfección semanas antes y pensaba “¡No puede ser, aún faltan más de 10 kilómetros!”.

Un puente más, muchos corredores para entonces habían perdido el ánimo, Willis Avenue Bridge era corto, pero con su respectiva cuesta, muchos ya iban caminando, porque era el kilómetro treinta y uno. Es ahí donde la mente juega un papel fundamental, sientes fatiga y a tu al rededor hay fatiga de los demás corredores, no hay más que seguir adelante, evitar ver a lo que yo llamo “los caídos”. Y seguir; seguir mirando solo hacia el frente. Después de toda dificultad viene la recompensa, llegamos al Bronx. Un lugar donde la gente hace el ambiente, recuerdo perfectamente que había en cada cuadra un grupo musical diferente animándonos. Lo cual a todos nos vino muy bien porque las calles estaban repletas de personas, más que en los otros barrios. Era una multitud tras otra, apoyando, escuchando la música, era un ambiente cálido y diferente a lo que ya habíamos vivido, mi energía se elevó y estaba dispuesta a continuar por los siguientes diez kilómetros, tenía un encuentro pendiente en Central Park y ahora, estaba emocionada nuevamente. Entramos animados al último puente del recorrido, Madison Avenue Bridge, la adrenalina que nos inyectaron en el Bronx hizo que nadie parara, al menos mis compañeros de los lados no lo hicieron y finalmente regresamos a Manhattan esta vez por la famosa Fifth Avenue, la que hemos visto en series y películas. Siempre nos regala ese glamur y un toque de romanticismo a la imagen de Nueva York. En el kilómetro treinta y siete comenzó a complicarse la ruta, seguimos por la Quinta Avenida hasta la entrada de Central Park a la altura de la calle ochenta y nueve, a unos metros de haber iniciado el kilome-tro treinta y ocho, la calle tenía una inclinación con la que no muchos contábamos, mi preocupación era entrar a Central Park caminando, eso no se hace, no estando a pocos kilómetros de aquel bello arco de meta. Tuve que bajar el ritmo. Esa cuesta, más el cansancio acumulado me hacia pensar que pronto llegaría “el muro” a mi carrera. Pero cuando menos lo esperé estaba ingresando a la última parte en el majestuoso Central Park y corrimos durante tres kilómetros más, la temperatura comenzaba a bajar, y era una sensación de frío mucho mayor.

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Salimos del Central Park por un momento en Columbus Circle, justo en el kilómetro cuarenta y dos, restaban únicamente 0.195 metros de carrera. Regresamos a los caminos del Central Park nuevamente por West Drive y mi corazón comenzó a palpitar con más fuerza, reconocí el camino lleno de banderas que había visto dos tardes antes, mi zancada comenzó a abrirse automáticamente, escuché que uno de los voluntarios me gritó “vas muy bien, no te detengas”, no vi mi reloj, no supe a que ritmo iba, pero sentía que era el mejor cierre de mi vida, y entonces llegó, hubo un pequeño silencio en mi ser, había terminado, había cruzado la meta del Maratón que en aquel momento Germán Silva, uno de los mejores maratonistas mexicanos, ganó por partida doble, en 1993 y 1994 respectivamente. El ambiente del parque retumbó en mis oídos nuevamente. Una voz me hizo volver en si “¿es tu primer maratón?” me preguntó al ver que las lagrimas salían de mis ojos mientras me colgaba la medalla; yo respondí “no, es mi tercero. Pero si, “es mi primer

Nueva York”.

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Los lectores

Autor: Eduardo Sánchez

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“Viajar te deja sin palabras y después te convierte en un narrador de historias”. Ibn Battuta

AuAutor: Leticia Rosas, Daniel Medina

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mar y tierra Nueva York”

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Viviendo de noche Nueva York, la ciudad que nunca duerme, es uno de los mejores lugares del mundo para experimentar la vida nocturna. Iindependientemente del clima bueno o malo nunca hay una noche triste en Nueva York. La vida nocturna es el otro nombre para la diversión, la diversión y el entretenimiento en la ciudad. No importa quién sea usted ni de dónde venga, porque la ciudad que nunca duerme lo recibirá con los brazos abiertos y se asegurará de entretenerlo hasta el final. La ciudad tiene algunas opciones increíbles en forma de bares, bares deportivos, bares antiguos, bares en la terraza, bares en la playa, pubs, clubes, para que la salida nocturna esté llena de diversión. La ciudad también tiene muchos bares de música en vivo donde uno puede degustar una cerveza o un coctel sofisticado de mixología y disfrutar de la música en vivo. East Village Conocido por su animada vida nocturna, los bares de la vieja escuela, los locales de música y los espacios para espectáculos comparten las calles con elegantes salones de cócteles y restaurantes de moda. Durante el día, una multitud más relajada visita boutiques, tiendas vintage y salones de tatuajes y cenas en cafés informales. Alguna el que fue el epicentro de la escena punk de la ciudad, St. Mark’s Place ahora cuenta con restaurantes de comida rápida y tiendas vintage de moda.

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Greenwich Village El epicentro del movimiento contra cultural de la ciudad de los años 60, las calles arboladas de Greenwich Village son ahora un centro de cafés de moda, bares y restaurantes. También se pueden encontrar clubes de jazz y teatros de los llamados Off Broadway entre las casas de piedra rojiza y los edificios de la Universidad de Nueva York. En su corazón está Washington Square Park, donde la gente se mezcla alrededor de la plaza central, las banderas del arco iris dan fe del ambiente LGBT del barrio. Lower East Side El ecléctico Lower East Side es donde los callejones arenosos y los edificios de estilo residencial se mezclan con apartamentos de lujo y boutiques elegantes. La noche atrae a multitudes jóvenes a los bares, locales de música y restaurantes trendy de la zona.

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La herencia judía del barrio perdura a través del Museo del Barrio del Lower East Side de Orchard Street y de las tiendas de telas del viejo mundo, así como de las tiendas de delicatessen tradicionales como Katz’s y Russ & Daughters. Meatpacking District Es una zona comercial de moda en el extremo oeste. Es el hogar del Museo Whitney de Arte Americano, tiendas de ropa de diseñadores de alta gama y un tramo de High Line, un parque elevado construido sobre antiguas vías del tren. A nivel del suelo, las calles adoquinadas están llenas de restaurantes y clubes de moda que se han apoderado de los espacios cavernosos que alguna vez ocuparon las plantas empacadoras de carne del mismo nombre.

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Midtown Manhattan Es la parte central del distrito de Manhattan en la ciudad de Nueva York. Midtown alberga algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad, como el Empire State, el edificio Chrysler, el Hudson Yards Redevelopment Project, la sede de las Naciones Unidas, la estación de trenes Grand Central y el Rockefeller Center, así como Broadway y Times Square. Midtown es el centro comercial, de entretenimiento y de medios más grande del país, y un centro financiero en constante crecimiento. Nueva York tiene excelentes bares y restaurantes de diferentes temas en casi todos los distritos y aquí están solo algunas de sus mejores opciones: The Penrose Ubicado en el Upper East Side te gustaría sentarte y disfrutar de cocteles clásicos, bien preparados? No busques más en ningún lugar más allá de The Penrose, un bar refinado pero afable cubierto con una decoración antigua, obligatoria. Los asistentes también pueden disfrutar de una cena completa con sabores conocidos y asequibles. Pepinillos fritos, pescado con papas fritas y sándwich de pollo frito son opciones. La música en vivo suena todos los domingos a las 8 p.m.

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Valhalla NYC Ubicado en la famosa zona de Hell’s Kitchen, este lugar ofrece excelente comida y bebidas. Se puede ver algunos juegos en vivo en la televisión y también probar una de sus 48 cervezas artesanales mientras nos alimentamos con algo de comida para chuparse los dedos. También cuenta con un menú estilo bar deportivo, que incluye nachos, crujientes alitas de búfalo y una salchicha estofada en cerveza con papas fritas cortadas a mano impresionantemente calientes y frescas. Hay que llegar temprano, ya que Valhalla se llena por la noche. The Pool Lounge El entresuelo rediseñado, anteriormente en el antiguo restaurante Four Reasons, tiene un ambiente relativamente relajado, con una vista de los comensales y la famosa piscina debajo. Los cócteles de Thomas Waugh llevan el nombre de sus ingredientes, lo que atrae a comensales a probar sabores atrevidos y originales de clásicos como la margarita jalapeño. Los platillos del chef Rich Torrisi, que incluyen cintas de foie gras y tostadas de erizo de mar, son casi tan bonitos pero mucho más decadentes, y por nada olvidar los postres de la pastelera Stephanie Prida. Sin duda Nueva York es de las ciudades que al menos una vez debemos visitar, caminar por sus calles flanqueadas por grandes rascacielos, comer un pretzel o kebab de un carrito ambulante sobre la famosa calle Wall Street, retratarnos en el toro, dar una larga caminata por Central Park hasta encontrar el Strawberry Fields, solo son algunas de las cosas que esta gran ciudad nos puede regalar.

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Con letra “El amor no es capaz de ver los lados malos de un ser;

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as de oro El odio no es capaz de ver los lados buenos. Giovanni Papini.

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Gog es un libro que se publicó en 1931 por el italiano Giovanni Papini. Muchos teóricos no lo consideran una obra auténtica como tal ya que carece de capítulos, y al contrario de los libros modernos o lo que nos venden las grandes editoras de nuestros días, está formado por 70 relatos que poco tiene que ver una con otra. El narrador describe el encuentro en un manicomio con un supuesto millonario gringo que relata sus experiencias al viajar por el mundo, es una fuerte crítica a la religión, al sistema político- económico y las costumbres prevalecientes, a Gog su supuesta fortuna le permitió encontrarse entre otros con personajes como Henry Ford, Gandhi, Einstein, Freud, Lenin H.G Well. Que les hace entrevistas a golpe de la chequera, y además en uno de sus relatos compra todo Central Park en Nueva York, en realidad muestra lo peor de nuestra convivencia con la sociedad y con nuestro entorno, de como las mentiras, las traiciones, el odio y la venganza. Pero es capaz de llegar al lector, pueden cada una de sus entrevistas ofrece un punto de vista tan racional y bien plantado en la tierra, que lo que dice o hace, resulta cuestionable. Nueva York es la ciudad Estadounidense que cumple a la perfección que algunas de las ideas planteadas por este escritor italiano, ya que en la isla se encuentra lo mejor y lo peor de todo el mundo, ahí confluyen grandes arquitecturas y pobreza extrema, o las comidas más sofisticadas, hasta un carrito de hoy dogs ( Que por cierto a mí juicio son los mejores) sin olvidar los

grandes pintores como Piet Mondrian que ahí murió, o el icónico museo Guggenheim donde por cierto destruyen por completo en “Agente internacional”, película con Clive Owen, o bien caminar por central Park, o visitar los museos como el MoMa, o el del museo de Historia Natural, en fin una ciudad de contrastes que vale la pena conocer, las referencias cinematográficas pueden ir desde “Los Guerreros” de 1979 película con las mejores peleas de pandillas, o bien una comedia como “Manhattan” también del mismo año del Woddy Allen que por cierto todos los lunes toca en un pequeño lugar llamado Mikel le´ Pub, hasta “mi pobre angelito” en 1990 perdido en New York. La ciudad más contrastante y rica en expresiones, me atrevo a decir de todo Estados Unidos hoy es muy fácil conocerla por la cantidad de referencia que tenemos de ella. Yo les recomiendo un restaurante que lleva por nombre “Giovanni” en honor a nuestro escritor (Papini), es comida Italiana, caro pero vale la pena conocerlo, está en la 25 E 3er Street New York NY10028. Bon Appetit.

Sergio

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Con sabor a... La urbe del fast food

l hacer referencia a Nueva York, inmediatamente vienen a nuestra mente sus enormes edificios, su caos perfectamente estructurado, su mezcla interminable de nacionalidades, idiomas y costumbres, pero sin duda algo de lo que más nos llama la atención a los tragones profesionales es su comida, su vasta y rica variedad de alimentos.

l ser una urbe tan cosmopolita, Nueva York cuenta con tantos platillos y tipos de comida como nacionalidades en la ONU, organismo internacional que por cierto tiene su sede en la Gran Manzana. Alimentos de formas diversas, ingredientes surtidos y preparaciones increíbles lucen por montones en las calles de esta gran metrópoli.

a base de la pirámide alimenticia neoyorquina se sustenta en 4 grandes pilares, siendo todos ellos comida callejera o fast food, de quien me atrevería a decir que nuestros anfitriones son los

creadores. Los Bagels, la pizza y los hot dogs, conforman lo que a mi entender es la santísima trinidad de la comida citadina.

l ser una ciudad de vértigo, con un tráfico desquiciado y donde todo mundo llega tarde a una reunión, clase o evento, los neoyorquinos han tenido que adaptar su alimentación al ritmo de vida. Por lo que prefieren invertir el poco ti empo que podrían tardarse en disfrutar un alimento en su transportación, optando por satisfacer su hambre mientras se desplazan.

o hay nada más importante, y sagrado, para cualquier ser humano que el desayuno. Pero mientras la mayoría de los habitantes del mundo se pueden dar el lujo de sentarse a la mesa al lado de sus seres queridos, mientras disfrutan de unos huevos o algo más sustancioso, el neoyorquino promedio recurre a uno de los consentidos de la ciudad, el bagel.

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raído a estas tierras por inmigrante judíos, este pan de trigo redondo, con un hoyo al centro se puede rellenar de diversos ingredientes, aunque uno de los favoritos por los locales es el de queso crema con salmón. Esto y un café americano te darán la energía necesaria para enfrentar tu jornada.

hora que, si lo tuyo es lo dulce, podrías optar por el primo holandés del bagel, la dona, cuya variedad es tan amplia como tu imaginación lo decida. Las donas con café también son especialidad de la casa.

na vez que el reloj ha dejado atrás el mediodía es momento de cambiar la envoltura y el relleno, aunque el principio sigue siendo el mismo; un pan con interior de carne. Con ustedes, el todopoderoso hot dog neoyorquino.

ste platillo, a quienes muchos expertos se siguen negando a reconocer como sándwich, es simple pero casi perfecto y en la gran manzana lo puedes encontrar en prácticamente cualquier esquina. Tienen un estilo perfectamente definido para ofrecerlo, donde los únicos protagonistas son el pan,

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la salchicha, mostaza, cebolla, pepinillos y un poco de chucrut (col agria de origen alemán).

claro, no podíamos dejar de mencionar a uno de los consentidos para los nativos, la pizza de masa delgada. A pesar de ser una invención italiana, en Nueva York han perfeccionado la pizza a tal grado de que casi la encuentras en toda la ciudad, incluso por un dólar la rebanada. Eso la convierte en el objeto del deseo de los hambrientos parroquianos, quienes devoran toneladas de esta masa redonda al año. Queso, pepperoni y salsa de tomate, es quizá la combinación preferida, aunque difícilmente encontrarás más de tres ingredientes en su preparación.

omida simple, que se puede comer al paso, muy económica y sobre todo sabrosa. Así es la manera de alimentarse en la Gran Manzana, una ciudad diseñada por y para la comida rápida, un lugar donde claro que existen los grandes restaurantes y cadenas de comida rápida, pero donde es preferible invertir el tiempo en llegar al destino en lugar de gastar tres tiempos en un restaurante.

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os mil millones de dólares, ¿cómo se verán dos mil millones de dólares juntos? Esa fue mi primer pregunta mientras me desplazaba en metro hacia la casa que Babe Ruth construyó; el Yankee Stadium, aunque ciertamente la que el considerado mejor

NY, La meca del deporte beisbolista de todos los tiempos fincó, fue la anterior, que albergó al equipo desde 1923 hasta 2008.

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naugurado en 2009, al lado del Yankee Stadium original, la nueva casa del equipo más ganador del beisbol de las grandes ligas tuvo un costo de 2 millones 300 mil dólares y cuenta con una capacidad para 50 mil 291 aficionados cómodamente instalados. En su momento, fue uno de los estadios deportivos más caros de todo el planeta. Entres sus principales atracciones se encuentra el Monumental Park, recinto donde se encuentran las placas con los nombres y rostro de los mejores jugadores en la historia del equipo, así como el museo de los Yankees. Esto hace que la visita sea obligada, incluso los días que no hay partido.

na vez superado el asombro al conocer la casa del equipo más odiado, o más amado, del beisbol continúo mi viaje en metro hasta Penn Station. Desafortunadamente mi asombro no fue por la majestuosidad de la llamada “Arena más famosa del mundo”, sino por la manera de llegar a ella. Y es que cuando uno hace su arribo en el subterráneo, el ingreso es por abajo del recinto, vía escaleras eléctricas. Por esta razón, pareciera que llega uno a un centro comercial, nada espectacular. Tuve que salir a la calle para poder admirar la grandeza del Madison, misma que tampoco se percibe, ya que la estructura se pierde entre los edificios que la rodean. Lo único que nos hace saber que ya estamos ahí, es su espectacular marquesina. Esa si, de dimensiones cuasi bíblicas.

a adentro, es otro boleto, la historia se percibe desde el ingreso. Parece que fue ayer cuando Alí subía al cuadrilátero en la entonces llamada Meca del boxeo. O que decir de la vieja duela que vio jugar figuras de los Knicks como Walt Frazier o Willis Reed, o más recientemente Patrick Ewing y John Starks. Boxeo, NBA, Hockey de la NHL y conciertos, son sólo algunos de los eventos que puede albergar este estadio, con capacidad para 20 mil aficionados.

unque si hablamos de tamaño, ninguno de estos recintos se compara con la casa de los Jets y los Gigantes de Nueva York, el estadio Metlife.

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bicado en New Jersey, es el de más difícil acceso, ya que no cuenta con estación de metro cerca. Tiene una capacidad para 82 mil aficionados y fue inaugurado en el 2007. Esta maravilla de la ingeniería ha sido además la sede de un Super Bowl y una edición de Wrestlemania.

i tiempo en la gran manzana se agota y aun me falta conocer el Citi Field, casa de los Mets de la MLB; el Barclays Center, casa de los Nets en la NBA; y

el complejo de Flushing Meadows, que alberga el US Open de Tenis. Una oferta de escenarios deportivos bastante amplia, sumamente cómodos y modernos.

o cabe duda de que con tantos recintos de primer nivel, el turismo deportivo en Nueva York, se puede realizar en cualquier época del año, es capaz de satisfacer cualquier gusto, adaptarse a cualquier presupuesto y, sobre todo es una parada obligada en la ciudad que nunca duerme.

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Central Pa rk 158

Central Park nace de la necesidad de los neoyorkinos de disponer de una zona al aire libre en la que desconectar del ruido y caos de la ciudad, debido al aumento de población. Declarado lugar histórico Nacional de los Estados Unidos en 1963, central Park fue construido a petición de la elite de Manhattan en 1862. Diseñado por arquitectos y paisajistas. Hoy en día, es un parque muy usado tanto para pasear, como hacer deporte, celebrar eventos musicales y culturales, y es una visita obligada para los turistas que van a Nueva York. A continuación una probadita de lo que puedes encontrar en este gran pulmón de la gran manzana:

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Tiene 45 kilómetros de caminos para peatones y nueve para carrozas, una serie de puentes para separar los diferentes flujos de tráfico y más de cuatro millones de árboles, arbustos y plantas de 1500 especies.

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En la parte sur se encuentra la Pulitzer Fountain, una fuente de estilo italiano construida en 1916 por Karl Bitter en honor al periodista Albert Pulitzer Es la entrada principal de Central Park y el lugar donde podremos alquilar un carro de caballos para pasear por el parque.

La Wollman Rink es una pista de patinaje construida en 1949 a la que se accede desde Central Park South. De Octubre a Abril el patinaje se hace sobre hielo y el resto del año sobre el cemento de la pista. En funcionamiento todos los días del año, durante el día y la noche, el precio oscila entre siete en invierno y cuatro dólares en verano.

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Wildlife Center and Children’s Zoo se ubica entre las calle 63 y 66 se encuentra el zoológico en el que conviven especies animales, separados por zonas climáticas, que van desde los tropicales hasta los polares. Además, cada media hora unas figuras de animales músicos giran al ritmo y alrededor del reloj musical donado por George Delacorte.

Tavern on the Green El restaurante situado el extremo oeste del parque a la altura de la calle 66, es uno de los más visitados por neoyorquinos y turistas. Para poder degustar de sus platillos. es necesario hacer resevacion con mucha antelación.

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Strawberry Fields era el lugar preferido de John Lennon y su esposa Yoko Ono para pasear por el parque, situado justamente en frente del Dakota, su residencia. Tras el asesinato de Lennon la ciudad dedicó este terreno a su memoria y lo llamó Strawberry Fields (Campo de Fresas) por su canción “Strawberry Fields Forever”. Yoko Ono se encarga de mantenerlo a través de donaciones. En el centro, un mosaico blanco y negro con la palabra IMAGINE, donado por la ciudad de Nápoles, es el lugar en el que rinden tributo los fieles del cantante. En los jardines se encuentran especies de 161 plantas traídas de todas partes del mundo.

The Lake, anteriormente utilizado para patinaje, cerró al patinaje en 1951. Actualmente puede disfrutar de este lago a remos de un bote o caminando por los senderos que lo bordean. Para alquilar una barca debe dirigirse a Loeb Boathouse en el extremo Este del lago.

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Bow Bridge es el puente más famoso y elegante del parque. Fue construido en 1862 por los arquitectos de Central Park, Calvert Vaux y Frederick Law Olmsted, utilizando el hierro por primera vez en sus construcciones debido al alto coste que suponía realizarlo en piedra. Atraviesa The Lake uniendo Cherry Hill y The Ramble.

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pequeño estanque ubicado en el extremo este del parque donde encuentra una escultura que representa a “Alicia en el país de las maravillas”.

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Jacqueline Kennedy Onassis Reservoir, este lago es el más grande de Central Park.

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Conservatory Garden. El origen este lugar fue un invernadero que por falta de medios para mantenerlo, fue sustituido en 1937 por este espléndido jardín de estilo europeo, que por su belleza es muy usado como decorado para reportajes fotográficos de bodas. Está dividido en tres zonas cada una de ellas con estilo propio. Central Park escenario de cientos de películas es un lugar de ensueño, simplemente inolvidable…

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Times Square E

s un lugar cosmopolita en la ciudad de Nueva York, que reúne todo el año a cerca de 50 millones de peatones por la diversidad de actividades que se pueden realizar. Sus visitantes disfrutan caminar por las calles iluminadas y degustar algún alimento en restaurantes aledaños. Para algunos, la belleza, magnitud del lugar y la cantidad de espectaculares luminosos hacen que la caminata se disfrute más de noche.

ecorrer Times Square es una experiencia única. Es un sitio donde se podrá ver a gente de todas partes del mundo. Aquí no importa la raza o la posición económica a la que pertenezcas. Muchos van de compras, otros acuden a ver espectáculos urbanos, a ver teatro en Broadway o simplemente a tomarse la fotografía del recuerdo. Si estás de viaje en Nueva York, no dejes de visitarlo.

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xisten registros de que en un día típico en sus cruces y aceras se ve desfilar a más de 340 mil personas. Un dato que hay que resaltar es que la multitud más grande de su historia fue de 2 millones, reunida al término de la Segunda Guerra Mundial.

imes Square es un lugar histórico porque fue el escenario que tomó un soldado de la Segunda Guerra Mundial para besar a una enfermera cuando se celebró la victoria de Estados Unidos en el conflicto bélico. Dicho momento fue fotografiado por Alfred Eisenstaedt, fotógrafo de Life Magazine.

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ada rincón presume interesantes atractivos con su desenfrenada vida nocturna, sus anuncios publicitarios, tiendas comerciales, restaurantes e impresionantes zonas artísticas conocidas a nivel mundial como los teatros de Broadway. Asimismo, ha sido escenario de películas y series famosas como: El Hombre Araña, Birdman, Sex and the City, Otoño en Nueva York y El Diablo Viste a la Moda, entre otras.

ste lugar se ubica en la esquina de la avenida Broadway y la avenida Siete. Antes de 1904, la plaza era conocida como Longacre Square pero el nombre actual cambió debido a la mudanza del periódico The New York Times a su edificio principal One Times Square.

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Celebración d

Es común que a lo largo del año millones de turistas acudan a Times Square, pero pasar Año Nuevo les resulta una experiencia mágica. Cada año, a medida que el reloj se acerca a la medianoche del 31 de diciembre, los ojos del mundo se vuelven una vez más hacia las luces deslumbrantes y la bulliciosa energía que ahí se congrega. La víspera de Año Nuevo en el centro simbólico de la ciudad de Nueva York se ha convertido

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del Año Nuevo

en algo más que una celebración, es una tradición global. Así que si planeas visitar Times Square en Año Nuevo, considera adquirir tus boletos de avión y reservar tu hospedaje con un año de anticipación porque debido a la cantidad de visitantes que recibe, es difícil encontrar vuelos y hoteles en esas fechas o cercana la fecha a un precio excesivo.

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Gastronomía Existen diversos restaurantes y cafeterías que se pueden visitar mientras se camina por Times Square y sus alrededores.

A continuación les presentamos algunas opciones:

•The Ribbon: El menú es americano exclusivo de Bromberg Brothers, uti-

lizando su versión ecléctica de platos tradicionales hechos con ingredientes frescos de temporada. Los aspectos más destacados incluyen carnes asadas con

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dad al distrito de los teatros hace que el restaurante sea el destino perfecto para cenar. Ubicado en 6 Times Square.

•Bareburguer: Si cuidas tu alimentación este lugar puede ser una opción para ti. Aquí se sirven hamburguesas están hechas de carnes orgánicas o totalmente naturales e incluyen opciones como alces, avestruz y jabalíes para ser acompañadas. Las empanadas de carne de res y bisontes provienen de animales alimentados con pasto; y el pollo, pavo y los huevos están libres de jaulas. Ubicado en 366 W 46th Street.

•BurgerBox (TSQ MKT): Este lugar ofrece hamburguesas 100 por ciento de carne de res y están servidas con tomate, lechuga y papás como guarnición y cuenta con 8 especialidades de hamburguesas. Ubicado en Broadway & 43rd Street.

escupitajos y la barra cruda con ostras, almejas, cangrejo real, langosta y caviar. Ubicado en 220 W 44th Street.

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Palmer: Los

menús americanos se basan en la generosidad local del Valle del Hudson y el Atlántico Norte. La proximi-

Julieta

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Martí

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Estatua de la Libertad

Datos Curiosos •Miles de Ciudadanos Franceses realizaron donaciones para su construcción. •La estatua fue usada como faro hasta el año 1902. •Representa la libertad en forma de mujer, pisando las cadenas rotas de la opresión. •Daba la bienvenida a los inmigrantes europeos, ya que era la primer vista que tenían de los Estados Unidos de América. •Las sandalias de la Estatua de la Libertad tienen metros y medio de longitud, y su cintura mide 11 metros. •Tiene 377 escalones para llegar a las 25 ventanas de su corona. •Sus siete puntas representan los siete continentes y siete mares.

Jorge

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Caminando en el extremo sur de Manhattan encontrarás Battery Park, en donde podrás iniciar un viaje en ferri, para conocer una de las estatuas más representativas de Estados Unidos en el mundo. Después de navegar aproximadamente 25 minutos, arribarás a la isla antes conocida como Bedloe, ubicada a 2.6 kilómetros de Manhattan, en la cual se encontraba el fuerte Wood, que cambió su nombre en el año de 1886 a la isla de la Libertad y convertirse en el hogar de la estatua de “La libertad iluminando al mundo”, mejor conocida como “La Estatua de la Libertad”, la cual está orientada en dirección a Francia. En 1875 el escultor Francés Alexandre

Gystave inicio la construcción de esta obra en cobre de 93 metros de altura y un peso de 225 toneladas, apoyado por Gustave Eiffel, el cual diseñó la estructura interna de la obra, la cual sería el regalo del pueblo de Francés, como símbolo de hermandad entre ambos países para conmemorar el centenario de la Independencia de los Estados Unidos de América. Ya en la isla podrás observar desde diferentes ángulos la estatua y si tienes la fortuna de conseguir el acceso a la corona, tendrás la posibilidad de maravillarte con espectaculares vistas de Manhattan., además de poder visitar el museo de la historia de la construcción de esta obra de arte.

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Puente de Broklyn “En esta maravilla de la ingeniería del siglo XIX, transitan diariamente más de 100,000 vehículos, 2,500 ciclistas y casi 5,000 peatones”

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Su construcción demoró alrededor de 14 años y sus costos se elevaron a los 15 millones de dólares, una cifra muy importante para 1883. Más de 600 trabajadores participaron en la obra para conectar Manhattan con Brooklyn. Con un peso de 6,700 toneladas y una longitud de 1825 metros, se convirtió en el puente colgante más largo del mundo, desplazado en 1903 por el puente de Williamsburg.

De estilo neogótico, las columnas se integraron con caliza, granito y cemento, formando los característicos arcos al centro de la estructura. Poco después de la apertura del puente, una mujer se enganchó en una de las tablas del paso peatonal, gritando ante la situación, las personas a su alrededor pensaron que el viaducto elevado colapsaría y provocaron una estampida humana que terminó con la vida de 12 personas.

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Desde que fue habilitado, hasta hasta 1911, se cobraba una cuota, por cruzarlo, no importaba que fuera en carruaje, caballo, o peatonalmente.

Para que los usuarios retomaran la confianza en el Puente de Brooklyn, hacia 1884, el famoso elefante Jumbo cuyo peso superaba las siete toneladas y otros 20 paquidermos, desfilaron en la estructura colgante maravillando a los espectadores. En el diseño original, se planteó utilizar los cimientos del puente como centro comercial pero el proyecto no prosperó. Años después, el espacio fue acondicionado para las artes y exposiciones En 2006, un grupo de trabajadores descubrió en el puente un refugio nuclear adaptado durante la Guerra Fría , en su interior había cerca de 300,000 paquetes de galletas evidentemente caducas.

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Las Maravillas del Arte, en la Ciudad más Cosmopolita

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Visité New York por primera vez en hace más de 20 años. Llegué con altísimas expectativas por conocer una de las ciudades más cosmopolitas del mundo, con gente de todo el mundo, espectáculos para todos los gustos, restaurantes internacionales, desayunos gigantescos con montañas panqueques, comercio abrumador, lujo indescriptible, espectaculares bares de Jazz y un mundo de cosas por hacer. Descubrí que no es una ciudad barata; en aquel entonces cualquier dejada de taxis costaba 50 dólares, así

que entendí que la mejor forma de conocer La Gran Manzana es a pie, hasta donde sea posible. Hay sitios imperdibles como la Estatua de la Libertad, el Rockefeller Center, la Catedral de San Patricio; por supuesto Times Square, Brodway pero sobre todo los museos.

Estos recintos albergan una buena parte de la historia de la humanidad, recorren todas las épocas, todas las culturas y prácticamente todas las formas de arte. New York cuenta con 213 museos, algunos son de los más importantes del mundo y la variedad es inmensa.

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Lo mismo hay recintos dedicados al arte que a la numismática, a los medios de comunicación, a las culturas y religiones, a la escultura; por mencionar sólo algunos de manera que es difícil saber por donde empezar lo cierto es que si un viaje a aquella ciudad se dedicara únicamente a conocer sus museos valdría la pena. Cualquier clasificación o ranking que se haga de los muesos neoyorkinos siempre será cuestionable sin embargo, como dicen los clásicos, es bueno empezar por el principio. En el número 1071 de la Quinta Avenida esquina con la calle 89 de Upper East Side de Manhattan se encuentra el Museo Salomon R. Guggenheim, comúnmente conocido como El Guggenheim,

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fue construido e inaugurado en 1937 y fue llamado “Museo de Pintura Abstracta”, el museo tomó su nombre actual en 1949 a la muerte del fundador de la Fundación Salomon R. Guggenheim.

nistas y post-impresionistas así como arte moderno y arte contemporáneo. Hasta antes de la pandemia se realizaban exposiciones temporales y eventos especiales que seguramente regresarán dentro de poco.

Al principio ocupaba un espacio alquilado y desde 1959 fue trasladado a su ubicación actual, un peculiar edificio cilíndrico y su inconfundible rampa exterior, representativo de la arquitectura del S. XX que fue diseñado por Frank Lloyd Wright. El Guggenheim es sede permanente de una importante colección de arte en continua expansión con obras impresio-

El museo ha sido expandido y renovado en más de una ocasión primero en 1992 y más recientemente en 2005 con la construcción de una torre adicional que se concluyó tres años después. La colección del museo abarca más de 8 décadas y es uno de los más populares. En 2013 se contabilizaron 1.2 millones de visitantes así que anótelo

como punto obligado en su siguiente visita. Otro recinto imperdible en la ciudad de New York es el MoMA, el Museo de Arte Moderno, fue inaugurado en 1929 y se ha convertido en el museo de arte moderno más importante del mundo. Actulmente tiene dos sedes, la principal en Midtown Manhattan y otra en Queens. Un 24 horas no serían suficientes para recorrer las distintas salas del museo por lo que es conveniente que antes de visitarlo se planee muy bien el recorrido o, de plano, le dedique más de un día.

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El MoMA conserva obras de Pablo Picasso como ¨Las Señoritas de Avignon”; “La Persistencia de la Memoria” de Salvador Dalí o “La Noche Estrellada” de Van Gogh. También hay obras de Chagall, Kandinsky, Matisse, Augusto Rodin, Alexander Calder y muchísimos más. Tiene seis plantas que albergan mas de 200.000 obras de arte, 22.000 películas de más de 70.000 artistas, y 300.000 libros y periódicos. Las obras abarcan desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la actualidad. Una de las remodelaciones más importantes de este

museo concluyó en el año 2004 y en ese entonces consiguió casi el doble de su espacio original. En 2012 fue el primer museo del mundo en adquirir el código fuente de videojuegos al considerarlos arte, entre ellos PacMan y Tetris El siguiente en la lista es el Museo Americano de Historia Natural. Fue inaugurado en 1869 y se encuentra ubicado en el corazón de Manhattan frente a Central Park. Es un espacio inmenso conformado por 27 edificios que albergan 46 salas de exposiciones permanentes, laboratorio de investigación y, por supuesto, su famosísima biblioteca.

Para darnos una idea del tamaño e importancia del acervo de este recinto es necesario considerar que tiene 32 millones de especímenes y patrocina unas 120 expediciones al año. Cinco millones de personas visitan este museo cada año donde se encuentran edificios enteros dedicados a la antropología, astrofísica, ciencias planetarias, informática, genoma, paleontología, ciencias físicas y, en general, todas las ramas del saber humano. El Museo Americano de Historia Natural es uno de los recintos dedicados al conocimiento más importantes del mundo.

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En 1872, en el distrito de Manhattan, abrió sus puertas el Museo Metropolitano de Arte, mejor conocido como El Met. La colección del museo incluye más de dos millones de obras de arte de todo el mundo. Destaca una impresionante colección de arte egipcio aunque también destacan salas dedicadas a la cultura africana, asiática y de oriente medio pasando por los bizantinos y el Islam. También se exponen obras de Tiziano, el Greco, Rembrandt, Picasso, Velázquez, entre muchos otros. Igual que otros recintos dedicados a la cultura, el Met recorrió varias sedes del bajo Manhattan antes de llegar a su ubicación actual en 1880, exactamente en el número 1000 de la Quinta Avenida. El edificio es una obra de arte en sí misma. Es un edificio de estilo llamado Renacimiento Gótico. Poco a poco se le han ido añadiendo diferentes estructuras pero el crecmiento se ha dado de manera orgánica . Lo mismo que en MoMA, intentar recorrerrer el Met en una sola visita es casi imposible por lo que una breve investigación por internet nos puede dar una idea de cómo planificar el mejor recorrido según nuestros gustos y preferencias pero, eso si, una parada obligada es la azotea de museo donde se encuentra el Roof Garden Café que ofrece una vista espectacular de la zona. A la inmensa oferta de museos en ca ciudad de New York se suman catedrales, bibliotecas, parques y plazas públicas de modo que si lo tuyo es la cultura, La Grán Manzana tiene ago especial para ti.

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Diaro de un viajero en NY Se acercaba la fecha de mi cumpleaños número 34, quería poder tomar unos días de descanso luego de haber pasado por tiempo complicado tras la pandemia, que a todos nos cambió la forma de vivir. Una noche pensando a donde podría ir, contemple la opción de visitar New York por segunda ocasión, era 24 de Diciembre del 2020, comencé a ver algunas opciones de vuelos, hoteles y lugares que aquella primera vez no me dio tiempo de conocer. Buscando las mejores opciones para mi viaje de cumpleaños encontré grandes promociones para ese 17 de febrero

del 2021, sin pensarlo compré boletos de avión y reservé en un hotel que se encontraba muy cerca de Times Square, los días pasaban y esperaba el momento en que llegara el día, cuando de pronto para principios de febrero las noticias informaban que caería una de las nevadas mas grandes en la historia de New York, yo no sabía si lo mejor era posponer mi viaje o cancelarlo puesto que no había información de cuando esa nevada mejoraría, hubo cancelación de vuelos , entre ellos el mío. Estaba muy emocionado de celebrar mi cumpleaños pero al decidir

posponerlo la emoción ya no era la misma pero llegó el día dos meses después, iba decidido a disfrutar ese viaje de una manera diferente a la primer vez, todo comenzó a fluir, al llegar recordé porque quería regresar, ese día era una tarde fría y algo lluviosa, aun recuerdo ese aroma que inunda las calles, los ruidos de la enorme ciudad en un día normal de trabajo, gente pasar bien abrigada, la mayoría caminando sola bebiendo un café, de inmediato entre a ese mundo neoyorkino del que todo el mundo hablan.

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Bryant Park

Isla de Bedloe

Times Square

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En camino al hotel desde el aeropuerto podía contemplar los enormes edificios que llenan la ciudad, me hospedé en un pequeño hotel llamado Moxy NYC, no tenia expectativas de nada, iba decidido a fluir y no quererme comer a la ciudad en los días que estaría de viaje, al llegar al hotel noté que por fuera lucía como un edificio mas sobre las calles pero al entrar todo cambió, un lugar perfecto al estilo New York lleno de diseño, colores y aromas que llegaban a mí completando mi gran aventura en mi día de llegada. No podía dejar de salir esa primera noche para poder ver lo impresionante que es la iluminación de Times Square, caminar por los callejones y ver gente pasar como si fueran horas mas temprano, ver las calles llenos de ambulantes incluso vagabundos que ya son parte de la famosa ciudad, parecía que la noche no tenía fin pero así, sorprendido como si fuera mi primera vez fue como acabó mi primera noche en New York. En mi anterior vista a NY decidí observar la estatua de la libertad desde el ferry que me llevó a Brooklyn, sentí que prefería ocupar ese tiempo en otras amenidades, pero esta vez decidí ir y darme el tiempo de conocer lo impresionante de su historia y construcción, la vista desde la isla me dejó sin aliento, la dimensión de la estatua te hace ver la importancia de lo que representa, luego de pasar un rato tomando un café sentado en los jardines a sus pies decidí dirigirme a Brooklyn uno de los barrios mas emblemáticos de New York, al llegar sus calles y colores parecen transportarte a otra ciudad incluso a otro época, la famosa calle Dumbo y el icónico puente de Brooklyn hacen ver al pequeño barrio como una gran postal desde cualquier ángulo que lo mires. Sin duda el dejar de lado los tours con tiempo limitado, una lista de lugares por visitar o itinerario de viaje me hizo disfrutar la ciudad desde un punto completamente diferente, el caminar por las calles, pararme en el lugar que a simple vista me causaba interés, hizo de mi viaje un paseo lleno de sorpresas, diversión y aprendizaje.

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Diario de un

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viajero en NY

Uno de mis días a la ciudad decidí caminar sobre otro barrio llamada West Village, fue una tarde lluviosa pero eso no le quitaba nada de interés al día que me esperaba por recorrer, todo parecía una escena de película, calles pintorescas, pequeñas boutiques de diseñadores locales, restaurantes en donde se podía escuchar el sonido del Jazz, pequeños cafés en los que sin duda debía pararte a tomar un café y simplemente contemplar la ciudad, sin duda uno de los mejores días en los que pude conocer otra parte de New York. Reconozco que fue un viaje sin expectativas pero con grandes sorpresas, tampoco podía dejar de lado los lugares turísticos como el Central Park, Manhattan, la 5ta. Avenida, el Toro de Wall Street o la impresionante vista desde el nuevo mirado The Edge en donde puedes ver lo impresionante que es la ciudad a 345 metros de altura, se encuentra ubicado en el barrio neoyorkino de Hudson Yards en donde también pude conocer de la gran arquitectura de The Vessel que lamentablemente se encontraba cerrado pero no perdí la oportunidad de tomar algunas fotos de la gran estructura. Me parece que hay varias formas de conocer New York, lo importante es saber que es lo que quieres conocer o si quieres un viaje de aventura, cultura o simplemente de descanso, desde mi ultima experiencia creo que se pueden mezclar un poco de todas y lograr conseguir una gran experiencia para el viajero, no me cabe dudad que podría regresar una y mil veces y siempre encontraría algo nuevo como gente, lugares, barrios y nuevas experiencias que seguirán haciendo hasta el día de hoy una de mis ciudades favoritas para visitar y conocer.

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NY en Cinco Imágenes

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Ángel Romero Editorial/Toluca

Ivette Rosas Directora General/CDMX Comunicóloga sión.

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Fanática de la imagen y los viajes. Compartir con la gente, todo lo que mi lente captura, produce una felicidad infinita en mi alma y corazón.

Julieta Martínez Krauss Colaboradora/ Toluca Estudié la Licenciatura en Periodismo. Mi trabajo me permitió viajar y conocer otras culturas para tener una opinión más allá de los libros. He tenido la fortuna de conocer alrededor de 35 países de todos los continentes del mundo. Tengo 21 años ejerciendo mi profesión.

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uipo ogram Iván Ampudia

Colaborador/ CDMX

Apasionado por los viajes, la fotografía y la edición, comunicólogo de vocación. La vida está llena de momentos

inolvidables

solo

hay que saber reconocerlos y vivir cada día como si fuese el último.

Sergio Pérez Grovas Colaborador/CDMX Nacido en la Ciudad de México. Tengo dos carreras: Comunicación Social en la UAM Xochimilco, y Lic. en Periodismo por prácticas profesionales de la SEP. Soy Articulista regular de la Revista Vértigo. Escritor de dos libros y gozo de buena salud física y emocional.

Juan Carlos Barajas Colaborador/CDMX

Periodista con mas de 30 años de experiencia. Coberturas especiales en México y el extranjero. Durante casi diez años condujo diferentes noticieros para televisión. Actualmente Director de Información de Azteca Noticias.

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Ayarit Castillo Colaboradora/Guadalajara

Financiera de profesión Amante de los viajes y culturas de corazón. Mi pasión es compartir grandes experiencias y vivir la vida de forma increíble.

Rafael Ayala Colaborador/CDMX LCC por la Universidad Vasco de Quiroga Amante de los deportes de contacto

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Lucha

Fernando Carpio Colaborador /CDMX

libre,

Basquetbol y Beisbol) Actualmente narrador de BOX AZTECA Y LUCHA AZTECA AAA Conductor de Los Protagonistas. Co fundador de la Liga Gurmet y tragón profesional. Como

Juan

Colorado,

mi-

choacano orgulloso de sus raíces.

“Divulgador histórico, ciclista urbano y nacido en la Ciudad de México cuando todavía era Distrito Federal”

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uipo ogram Daniela del Río Colaboradora/CDMX

Productora de televisión, locutora, amante de los medios audiovisuales desde hace más de 17 años. Tres veces maratonista (Ciudad de México 2017, Chicago 2018 y NYC 2019), corriendo por la vida desde 2015. Alex Arcia Jorge Roldán

Colaborador/Edo. Mex

Colaborador/Querétaro

DJ Mexicano, con mas de 15

La creatividad y la producción, son parte fundamental de mi vida.

en varios de los mejores clubes

años de experiencia, ha tocado europeos como: “The Bomb” en Nottingham UK, “Back 2 Basics” Uk,

“Dance

Valley”

Holanda,

“Exit” Serbia, “Percania” Polo-

Aventurero, viajero y apasionado por la gastronomía.

nia y en varias ciudades de la unión americana como Los Angeles, San Francisco, San Diego, Detroit, Washington y Nueva York.

Contenido NY

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Diario de un Viajero

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Las Maravillas del Arte, en la Ciudad más Cosmopolita

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Puente de Broklyn

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Estatua de la Libertad

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Times Square

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Contenido NY

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NY, la meca del deporte

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Con sabor a... La urbe del fast food

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Con letras de oro

138 Viviendo de noche en NY

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Por Cielo, Mar y Tierra

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Mi Primer Nueva York

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Séptima edición 1er Aniversario "París y Nueva York"

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Séptima edición 1er Aniversario "París y Nueva York"