Asombro, afinidad, aprecio
El testimonio de Escámez y Venturelli
Sala Julio Escámez y Sala 3, Casa del Arte UdeC 21 de octubre 2021
ORGANIZAN
COLABORAN
Artistas y amigos trabajando juntos. En el taller de José Venturelli en Beijing, China, en 1958.
Asombro, afinidad, aprecio. El testimonio de Escámez y Venturelli
M
uchas veces el estudio del arte deja en segundo plano tipos de relaciones sociales o personales que ayudan a una mejor comprensión de la vida y obra de artistas y grupos, como son las del afecto y la amistad. Así, queremos valorar el testimonio de Julio Escámez y José Venturelli, dos grandes amigos creadores que se escogieron afines en lo humanístico, artístico y personal. Valorar también su ejemplo para el actual contexto sociohistórico, en que las vindicaciones por las que ambos artistas lucharon renacen en los movimientos de hoy, buscando el afecto y sentido de una vida en comunidad. En lo humanístico, destacamos sus similares creencias acerca de las corrientes artísticas y su papel en la sociedad. Cuando se conocieron en la Universidad de Chile formaron parte de un grupo, contemporáneo a la Generación de 1940, que proponía hacerse cargo de la urgente y problemática situación latinoamericana, influidos por los grandes maestros de nuestro continente, especialmente por los muralistas mexicanos, además de otras tendencias del mundo. En la pintura, el mural y el grabado, su “realismo”, a veces más “expresivo”, otras más “clásico”, fue incorporando por ejemplo también lo “simbólico”, pero sin abandonar el arraigo en la experiencia vital del ser humano, la sociedad y la naturaleza, y en la que el viaje por Chile y el extranjero fue también gran influencia para ambos. Estas creencias estuvieron marcadas por la cada vez más impor-
tante “cuestión social”, por tanto, por las grandes luchas políticas y culturales a las que ambos artistas adhirieron. En cuanto a sus actividades y experiencias en el arte, destacamos su encuentro como estudiantes a inicios de los años ’40, de los mismos cursos de grabado, con Marco Bontá, y de muralismo, con Laureano Guevara. También, paralelismos interesantes, como el hecho de que ambos fueran ayudantes de importantes muralistas: Julio, del chileno Gregorio de la Fuente para el mural de la Estación de Ferrocarriles de Concepción, y José, de David Alfaro Siqueiros, para el de la Escuela México de Chillán. La invitación que recibieron para colaborar en ese país, de grandes muralistas mexicanos: Escámez, de Diego Rivera, para trabajar en su taller, Venturelli, de Siqueiros, quien patrocinó su primera exposición en dicha nación. El trabajo de escenografía que cada uno hiciera para teatro y ballet. Las ilustraciones que hicieran para libros de Neruda, entre otros, Arte de Pájaros, Escámez, y Alturas de Macchu Picchu, Venturelli. Ambos fueron destacados profesores de arte en el extranjero: Escámez, en la Universidad Nacional de Costa Rica, Venturelli, en la Academia Central de Bellas Artes de Beijing, China, dejando los dos un legado de innovaciones educativas y en el desarrollo artístico de esos países, los que además otorgaron importantes reconocimientos a ambos con nombramientos oficiales y gruesas publicaciones sobre su obra. Ambos legaron también importantes murales, los dos de Escámez en
Costa Rica y los dos de Venturelli en Cuba, más el que este realizó en Suiza y otro en China, y que se suman a aquellos emblemáticos que realizaron en nuestro país, por ejemplo, el de la Farmacia Maluje en Concepción, de Escámez, y el de la Unctad III en Santiago, de Venturelli; o en la Región del Biobío, el mural de la Escuela México de Lota, del primero y el del Liceo Industrial de Tomé, del segundo. Asimismo, entre ellos pudieron realizar valiosas colaboraciones. Ambos compartieron el taller de Venturelli en Beijing, quien también invitó a Escámez a conocer al gran pintor chino Qi Baishi, amigo de José. Participaron en la proyección de murales para el primer edificio más significativo del Movimiento Moderno en el Biobío, el “Teatro de los mineros de Lota”: Escámez se haría cargo de la fachada principal, Venturelli y otros artistas, de los interiores. Muy productivo sería el viaje que hicieron a la cordillera de Nahuelbuta: mientras Escámez produjo los bocetos y dibujos para el futuro libro La fronda florida, con Pablo Neruda, Venturelli inició las imágenes que plasmaría en varias de sus pinturas de fines de los ’60 y ’70. Intercambiaron, incluso por correo, materiales de trabajo, libros, obras, opiniones e invitaciones a exponer juntos en sus países de exilio, y se citaron en artículos sobre teoría del arte, siendo los más queridos interlocutores en el tema. En el plano más personal, es señero el intercambio de cartas y postales, que a veces incluían dibujos realizados por ellos mismos. En todo el periodo post
1973, Julio exiliado en Costa Rica y José en Suiza, se puede apreciar en ellas sus análisis sobre Chile y las sociedades de estos países, sus prácticas y ambientes artísticos, constatar sus envíos de libros y materiales, invitaciones mutuas, elogiosos comentarios analíticos a sus trabajos, remembranzas sobre sus encuentros en Chile y por el mundo, saludos de año nuevo, su puesta al día sobre las vicisitudes personales y la de amistades en común, los deseos de verse para reanudar sus largas conversaciones, reproches y disculpas por desaparecerse más tiempo del tolerable, el trato cariñoso y fraterno – “querido Julio”, “querido José”, los amorosos saludos y preocupación por sus familias. Albergaron el preciado sueño de regresar juntos, una vez más, al sur de Chile para ver el mar de Arauco, los bosques y cordillera de Nahuelbuta, lo que se vio frustrado por la muerte de Venturelli en 1988 en Beijing. José le había pedido a Julio que diseñara la imagen de su lápida mortuoria. Esa bella y delicada estampa sigue existiendo en el lugar. Julio expresó a la familia de su amigo su profunda tristeza, su dolor por no haber podido verlo, el sentimiento de que, para él, se había muerto un hermano. Bienvenidos entonces a esta conversación, a este reencuentro de dos amigos que caminaron por el tiempo en mutuo asombro, afinidad y aprecio.
Christian Leyssen Silva, Curador
Pu Pao. José Venturelli 1957. Óleo sobre tela. 115 x 90 cm.
Niños y girasoles. Julio Escámez Sin fecha. Óleo sobre tela. 152 x 110 cm. Colección Pinacoteca Universidad de Concepción
Venus de circo. Julio Escámez. 2005. Dibujo. 62 x 47 cm. Colección Escámez
El ángel del vino. José Venturelli 1960. Litografía. 46 x 39 cm.
Sin título José Venturelli Periodo 1942-1950. Xilografía. 52 x 40 cm.
¿Quién es el enemigo? Julio Escámez 1995. Aguatinta. 29 x 26 cm. Colección Escámez
Sin título Julio Escámez 1997. Óleo. 29 x 26 cm. Colección Escámez
Hombre y caballo. Julio Escámez Sin fecha. Óleo y acrílico sobre tela. 204 x 169 cm. Colección Pinacoteca Universidad de Concepción
Al galope la tierra José Venturelli 1972. Acrílico. 152 x 190 cm.
Cielo vespertino José Venturelli 1977. Acrílico. 38 x 46 cm.
Lo que cuenta el río. Julio Escámez Sin fecha. Óleo y acrílico sobre tela. 245 x 350 cm. Colección Pinacoteca Universidad de Concepción
Recuerdo de un recuerdo José Venturelli 1983. Acrílico. 146 x 161 cm.
Rector Universidad de Concepción Carlos Saavedra Rubilar
Documentación y Registro Fotográfico Rosario Arias Garrido
Vicerrectora de Vinculación con el Medio Claudia Muñoz Tobar
Comunicaciones Ignacio Basualto Morales
Director de Extensión y Pinacoteca Rodrigo Piracés González
Diseño Gráfico Natalia Ormeño Uslar
Curadora Pinacoteca Sandra Santander Montero
Audiovisual Alejandro Malet Carvajal
Coordinación de Exposiciones Temporales Valentina Molina Alarcón
Operador de Sistema de Audio Víctor Osorio Ormeño
Jefatura Administrativa Ximena Monsalve Cisternas
Maestro Especialista José Ortiz Becerra
Secretaria de Extensión y Pinacoteca María Eugenia Bachman Pino
Encargado de Edificio Juan Carlos Valenzuela Barrientos
Educación y Mediación Andrea Pérez Quiroga
Auxiliar Encargado de Edificio Benigno López Escobar
Atención de Público y Tienda Pinacoteca Gabriela Astete Parra
Auxiliar Irma Garrido Rebolledo
Conservación y Restauración María Pavés Carvajal
Auxiliar Carlos Forcael Carrasco