Pineal #20

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#Mayo


Melanie Benyahya

Andrea Toribio

Kate Shogun

Pablo Álvarez

Directora Editorial Fragmentos

Jefa de redacción Maquetación Poesía

Director de comunicación Relato

Corrección y estilo Redacción Poesía

Artemisa Espinosa

Priscila Hernández

Andrea Frye

Saúl Ibáñez

JLR

msscacaculo

Luis Fuente Pérez

Nksulpiride

Laura Franco Jiménez

Iris Orive Martín

Carlos García Mera

Lisa Palper

Clara Harguindey

Laura Ruiz

Charles Hères

Gema Sanz

Fotografía

Fotografía

Poema roto

Poesía

Ilustración

Collage

Poesía

Ilustración

Poesía

Poesía

Poesía

Collage

Vídeo-arte

Fotografía

Fotografía

Poesía

Miguel Sáez Martín Collage

Portada y contraportada: Andrea Toribio


ESPIRITUALIDAD Mayo, 2017


αλφα


Collage: msscacaculo


Fotograma: Clara HargĂźindey



Collage: Lisa Palper


PARTÍCULAS SUSPENDIDAS DE LUZ

Poesía: Laura Franco Jiménez

Hay luz y silencio... Es tan hermoso. Si me callo puedo sentir cómo no existo, cómo se ve el mundo sin mí. Salgo de mi cuerpo y sobrevuelo la estancia, un cuarto solitario y abandonado en medio de un proceso habitabilidad. Aquí vive alguien que está en ciernes, en construcción, en plena meditación y confusión de sí mismo. Ese espejo medio roto aún sirve: uno se puede observar en el trozo que queda. Las bombillas son raquíticos capullos desprovistos de hojas con el tallo desnudo y famélico. La decoración es impersonal, apenas hay marcas de mi paso mientras el grifo gotea entre lamentos. La luz hace que cada ausencia brille con belleza como si hubiera una intención y una dolencia detrás de cada una. Antes de volver en mí, veo un mundo en el que puedo no estar, donde mi mano es invisible. Pero un mundo que no se concibe sin ti. Mi punto es sostenerte en el vacío sin que te caigas; apilar los libros sin que sea una acumulación; esos objetos que no hablan tienen sentido: sin mÍ dirían otra cosa de la persona que vive en ellos. Es en mi sombra donde cada uno me saca valor, no en la opulencia de mi protagonismo. No soy decoradora, sino donante de sentido en segundo plano. Regreso. Ya son las diez. El viaje duró más de lo esperado. Volver siempre es más duro de lo que parece.


Ilustraciรณn: JLR


3rd. cerrar los ojos y caer en morado que baila a 823 ∞ cerrar los ojos para ver

Mantra

Fragmentos: Melanie Benyahya

van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes van a pasar cosas grandes

todo va bien todo va bien todo va bien todo va bien todo va bien todo va bien todo va bien todo va bien todo va bien todo va bien todo va bien todo va bien todo va bien todo va bien va bien todo va bien todo va bien todo va bien todo va bien

_el mundo acaba de empezar_



Poesía: Andrea Frye; Fotografía: Charles Hères

Nací sin consentimiento ¿o es que acaso alguien preguntó? Ahora que quiero muero, bendito regalo el mío ¿Habrá alguien en los cielos jugando a creerse Dios?


1 Si fuese esa persona que crees que soy, todo esto sería como regar un rosal seco. Donde las espinas han olvidado su función de proteger; y solo atacasen por miedo a que, de cerca, alguien vislumbrase las flores ajadas que algún día fueron hermosas. Pero la persona que soy sabe, que la fuerza nada por mis tallos- ahora concentrada en afilar mis espinasy puede hacerme florecer como nunca antes me he visto. 2 Un día abandoné. No sabría decirte cuándo, me acostumbré a merecer lo que recibo. No a recibir lo que merezco. A morderme las uñas por ansiedad, a salir como forma de huida. A dormir sin descansar, a sentirme sola y agradecerlo. Aprendí que había olvidado cómo escribir versos sanos, tu dolor mancilla cada palabra. Aprendí que huyendo de ti huía de mi misma. Y me abandoné. Abandoné el papel, y mis refugios. La costumbre de ser feliz, de tener algo que entregar. Y dejé de crear. Y eso es lo único, que no voy a perdonarte nunca.


3 Cómo explicarte que cada lugar por el que paso tiembla ante el temor de que lo descubra y lo destruya desde dentro. Cómo despertar y funcionar sintiendo el peso de algo que rechazas como tuyo, colgando de tus brazos.

Poesía: Iris Orive Martín; Collage: msscacaculo

Cómo afirmar, con la duda permanente, que nadie no es alguna vez mentira.


MATINAL El vestirme cada día y coger el metro. Calculo que son quince los segundos que me llevan abrocharme la camisa, cuarenta los zapatos.

Poesía: Saúl Ibáñez;

Se posterga la oración que falta, que paraliza los brazos, desocupa los dedos, desoye todas las palabras a la vez.


FotografĂ­a: Artemisa Espinosa


SÍNDROME DE ESTOCOLMO Cuando estoy rodeado de gente, un ser parecido a mí, pero más crítico, entra en mi consciencia, observándonos a la vez, desde fuera. Y pese a que somos dos, me siento solo –nos siento solos. No entiendo qué le llevó a aparecer en mí, pero nació en algún momento, y siempre cogiéndome desprevenido, me invade. Y cuando él llega, un dolor seco brota de mi pecho, convirtiéndome en un mártir mecánico, víctima de mi propio pensamiento. Siempre acechante, listo para aguijonearme las costillas en cuanto me distraigo. Es un hijo de puta, un santo cabrón. Siempre recordándome que todos moriremos solos, que somos esclavos. Siempre cínico, siempre alerta. Siempre listo para cerrar las compuertas del corazón y blindarme contra la mierda que llueve de la atmósfera. Me golpea, me protege. Es malo, pero podría ser peor. Siempre puede ser peor. Además, de vez en cuando, me da un respiro. Dentro de mí llevo un dios inconstante, despiadado, frívolo,

Relato: Kate Shogun

y magnánimo.


Ilustraciรณn: Nksulpiride


Fotograma: Clara HargĂźindey



Fotografía: Priscila Hernández


Música callada la noche sosegada en par de los levantes del aurora, la música callada, la soledad sonora, la cena que recrea y enamora. Juan de Yepes

I

Poesía: Carlos García Mera

Desde arriba los jazmines se abren al aire, el balcón dónde agosto despertaba. El mantel de ésta mesa es señal de encuentro. Sobre él, el fruto maduro, el agua que lo alimenta. Tu mano se extiende en el centro para beber de ella. Allí la pureza de la llave que me obsequias.



FotografĂ­a: Laura Ruiz


II

A Santiago Castelo

Poesía: Carlos García Mera

Será dado el irlo descubriendo, acentuar el canto del jilguero en este blanco, querernos juntos como siempre nos quisimos. Y es bueno que sea así, que todo se mueva tan distinto y en el mismo lugar, que la sombra de este patio, el trigo o la azalea no hayan renunciado a la verdad de compartir. Sólo el propósito de estar a bien con todo y que nada pueda manchar este azul con que nos miras.


FotografĂ­a: Laura Ruiz


III

Poesía: Carlos García Mera

Todavía si llamas acudo a ti y en el viaje imagino que has buscado aquello de nosotros que tú guardas. Qué largo es el camino de tu nombre: abre al silencio el labio y florece cárdeno desde el agua que no hiere. Para encontrar tu voz, un espejo que nace en mí, la luz ha de ser tan adentro, tan sólida, que no olvide.


Fotografía: Charles Hères


Fotograma: Clara HargĂźindey



Ilustraciรณn: Nksulpiride


HOY hoy he mirado dentro de los ojos, de los míos, y he visto que había vida como cada semana, emprendo mi paseo y recorro calles, avenidas y me quedo observando la luz, el paso del ciudadano los ruidos que se quedan fundiéndose con otras cosas hoy he mirado dentro de los ojos, de los tuyos, y he visto que también había vida

Poesía: Andrea Toribio

como cada semana, emprendes tu paseo y recorres fotografías, textos y te quedas observando la velocidad, el ritmo de la memoria los ecos que se quedan confundiéndose con todas las cosas con todas las cosas que pueden ser verdad, que son verdad (o que tienen que serlo) para que yo para que tú puedan respirar seguir latiendo


ALMENDROS EN FLOR Para Amador Viña

Va y viene el recuerdo acunando los pedazos de la identidad o su naufragio. En las fechas en que decidieron abrirse los almendros…

March is the cruellest month cuando nuestras vidas son los ríos que quieren ser llorando el hortelano con la sangre siempre cantando y todas esas cosas. Vine porque en parte soy gracias a ti, diminuta muesca en la rueda inmemorial de alumnos y maestros: sed de vínculo que es proyección ética, mitos fundadores que sosiegan la angustia del quién soy. No solo se deja descendencia física, igual que no solo se muere alguien cuando alguien muere.

Poesía: Luis Fuente Pérez

Fotografía: Sergio Garot

Viene y va la memoria de días ya pasados, delicada como el hueso de una alondra. Te hacía un idealista un tanto cínico, pero ya te vale, Amador: mira que en las fechas en que decidieron abrirse los almendros…


FotografĂ­a: Artemisa Espinosa


Collage: Miguel SĂĄez MartĂ­n

Santo secuestro



Poesía: Gema Sanz

El movimiento y la tensión en tus músculos (tu cara, tus manos) me transporta a algo primitivo en mí. Una fuerza que sufre, se retuerce y muerde. Sólo viendo cómo lloran tus ojos, se punzan mis pulmones. Desde tu exterior abro un camino hacia mi interior. Lóbrega senda llena de espinas y niñas llorando. Herida y sonámbula me dirijo una y otra vez a ella. Lloras mis lágrimas y me haces sentir profundamente comprendida. Percibo mi odio rabioso y lo abrazo como si fuera la madre que me lo da todo. Eres creadora de historias que no conoces. Las vibraciones se irradian en tu cuerpo. Eres el espejo con el que me corto para ver qué hay debajo.


Fotografía: Charles Hères


Lo ineludible es el aliento de vida La única emisora que conecto repite Conduce Y Calla Nuestros ojos son la bandera de algún lugar en el vacío Avanzo y choco Mortalmente contra todos los edificios Lo ineludible El aliento de vida Provoco accidentes y soy el único Que no tiene la capacidad de ignorarlos Conduce Y Calla

Poesía: Pablo Álvarez

Una sombra en el espejo retrovisor Eso era


Ilustraciรณn: JLR


FotografĂ­a: Artemisa Espinosa


ὦμέγα

© Pineal Magazine, Madrid, mayo, 2017. pinealmagazine@gmail.com ISSN 2530-1519



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