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Capítulo IX: Novena regla Estudió profundamente la psicología del adversario

Alan García Perez

Los grupos humanos

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Pero Pizarro no solo identificó psicológicamente a las personas, sino también a los grupos sociales. Fue inteligente al comprender algo que, en muchas oportunidades definió los encuentros. Los indios, por su religiosidad, no peleaban de noche por no tener entonces la protección de su dios, y eso le permitió reconstruir las fuerzas, reorganizarlas y lanzar ataques nocturnos. Además intuyó que el espíritu anónimo y colectivo de la fuerza indígena le impedía pelear sin jefe y por ello, su plan principal fue tomar prisionero a Atahualpa. Luego envió a su hermano Hernando con una orden de Atahualpa para que Chalcuchímac, presente en Jauja, se trasladara a Cajamarca, donde fue apresado, dejando al ejército del centro sin líder. Durante el sitio de Lima por las fuerzas de Titu Cusi Yupanqui, jefe militar de Manco Inca, señaló en persona y con su espada al jefe indio al que de inmediato se dirigió Pedro Martin de Sicilia, para ultimarlo de un lanzazo, con lo que acabó automáticamente el sitio de Lima.

Y lo más importante que comprendió fue el enorme desconcierto del pueblo indígena, su diversidad, su tendencia a la interpretación mitológica y por tanto su ineficacia como instrumento de guerra, pues en la mayor parte, sus ejércitos eran formados por campesinos armados con porras y hondas guardadas en los tambos, pero sujetos al calendario agrario. En el conflicto semiótico, entendió mejor a los otros que lo que los otros entendieron de él.

Alan García Perez

X DÉCIMA REGLA

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