![](https://static.isu.pub/fe/default-story-images/news.jpg?width=720&quality=85%2C50)
5 minute read
2. Carta del oidor Alvaro de Caravajal a Felipe II (1586
todo quedase con ambre y miseria y aber V.m. de boluer a doctar todo de nuebo siendo servido de que fuese adelante. Dios guarde la catholica persona de vuestra Alteza Exelentisima, de la provincia de los Andages y de março 13. 1589. El Arçobispo de los Reyes
Documento 2
Advertisement
Carta del oidor Alvaro de Caravajal a Felipe II (1586) (AGI, Lima: 127;
publicado por Egaña [IV: 99-103])
Sacra Catolica Real Magestad En estos galeones que este año de 1586 vinieron al Reino de Tierra Firme, vinieron para esta Real audiencia Vuestras reales cédulas siguientes de que yo tengo noticia: una para que Vuestro Visorrey e Audiencia informen con su parescer sobre la necesidad que ay de que aya en esta tierra un colexio de niños nacturales della, que en ávito de colegiales el virrey don Martín Enrríquez fundo, y si doctandole en los mill pesos que paresce tenia otro colegio que antes avia començado a hazer el virrey don Francisco de Toledo para los hijos de los caciques, tendria renta suficiente. Lo que en esto ay es que por cédulas que de Vuestra Magestad. dixo tenia don Francisco de Toledo trató de hazer un colexio en esta ciudad para meter el él hijos de caciques e indios principales donde fuesen criados y enseñados en letras y pulicía, y conforme a la comision que tuvo o dixo tener, de Vuestra Magestad., le señaló y situó mil pesos de plata ensaiada en un repartimiento de indios en términos del Cuzco llamado Livitaca, y otros mill pesos en el repartimiento de Totora de la provincia de los Charcas, y doszientos pesos en el repartimiento de Luringuanca; y porque determinó de hazer un colegio en el Cuzco, señaló para él otros ochocientos pesos en el dicho repartimiento de Livitaca, y mandó que en el entretanto que no se començava la obra del del Cuzco, se gastasen estos ochocientos pesos en el desta ciudad, y mandó traçar y començar la obra del desta ciudad junto con la universidad della, y así se començó a hazer; cometiéndola al doctor frey Pedro Gutiérrez, el cual la puso en buenos términos la obra; y al tiempo que se fue deste Reino, le tomó cuenta al doctor Arteaga, Vuestro oidor, por mandado del virrey don Martín Enrríquez y por ser Rector a la sazón de la Universidad, y cobró el alcance; de el qual y de lo que más cobró de la renta del colexio, estavan en su poder cinco mill y cientoy sesenta y un pesos, siete tomines y seis granos de plata enssayada y ochocientos y diez e seis pesos, siete tomines y cinco granos de buen oro y
La educación de las elites indígenas en el Perú colonial
seis mill pesos de a nueve reales el peso, los quales entregó a los oficiales por mandado de Vuestro virrey Conde de Villar, como podra Vuestra Magestad. por dos testimonios que con ésta van. 2 - Don Martín Enrríquez no prosiguió esta obra, antes con parecer de los religiosos de la Compañía del nombre de Jesus, acordó que se hiziese un colexio para hijos despañoles, y Josephe de Acosta, religioso de aquella Compañía pidio limosna y juntó cierta cantidad de pesos con que se comproó un sitio y solar donde se comenzó a hedificar, y en el entretanto los muchachos que quisieron entrar en él, estuvieron en una casa del colexio de la Compañía del nombre de Jesús, donde estava un clérigo que tenía cargo dellos y sus padres les davan cierta cantidad, que creo son ciento y quarenta pesos, de a nueve reales el peso, cada año para su comida, y andan con ávitos de buriel y becas coloradas y acuden al colexio de la Compañía a oir las liciones que allí se leen y a otros buenos exercicios. Después que se hizo aposento donde puedan estar en el solar que para ello se compró, se an pasado allí en la misma forma. Parece muy buena obra, que Vuestra Magestad. le deve hazer merced para que vaya adelante, señalandole renta con que se sustenten los colexiales, porque como agora está, más es pupilax que colegio. 3 - Esto en quanto al colexio de muchachos españoles. Quanto al de los indios, se quedó en la dispusición que lo dexó don Francisco de Toledo, porque don Martín Enrríquez, como digo, no trato dél; y asi ora ay cantidad de dinero que digo llegada que queda en poder de Vuestros oficiales reales, procedida de la situación que por Vuestra real comisión le hizo don Francisco de Toledo, y de los pesos que algunos caciques avían depositado en el arçobispo don Gerónimo de Loaysa para enviar persona a ese Reino a suplicar a Vuestra Magestad. que mandase no se les pusiesen corregidores, los quales por no aver efecto, estavan en poder del dicho Arçobispo hasta que murió, e se entregaron al visorrey don Francisco de Toledo, y con voluntad de los caciques a quien pertenecían, los convirtió para la obra deste colegio como parece por el testimonio de la comision y e provision suya que va con ésta; y el virrey conde del Villar a mandado que se vaya labrando y acavando la obra. No sé el intento que tiene; él dara noticia dello a Vuestra Magestad.. A mi parecer cosa muy necesaria y conviniente es hazer colexio para los hijos de caciques e indios principales para que se vaya esta gente poniendo en pulicia espiritual y temporal, y a mi parecer sujeto tienen para ello, porque no es tan bárbara, especialmente la deste Reino, como por allá se dize; y dezir que indios de los llanos ay pocos y serranos se morirán, no me parece que es raçón suficiente para se dexar de hazer, porque de los llanos ay hartos para este efeto y los de la sierra tanbién se podrían traer, porque los de la Sierra que mueren y enferman en los llanos son los que vienen a travajar y andan al sol travajando; que los que