El campesino se compadeció de la serpiente, y le quitó la piedra, cuando le quitó la piedra le dijo la serpiente al campesino: Hoy te voy a comer. Hoy te como. Pero le dice, como me vas a comer si yo te salvado la vida que has estao muriendo y como me vas a comer. No, yo te como porque tengo varios días que no como, estao aquí presa que me ha caído la piedra y tengo hambre. No, como me vas a comer, ¡qué mala que eres!. No, yo te como, yo te como y te como. No me comas le dice, serpiente. Bueno, ya, pensó el campesino, una cosa. Si quieres comerme, para eso están las autoridades en la ciudad. Si quieres comerme vamos a lo que digan las autoridades. Si dicen las autoridades que me comas, ya pues me comes pué. La serpiente ¡ah ya!, tonces, vamos?. Vamos. Ya se ha venido pues, el hombre adelante la serpiente atrás, han llegado al pueblo. Primeramente, el campesino se dirigió pues al Buey. El buey era Teniente. Dice: señor Buey, buenos días. Buenos días. La serpiente atrás. Sabes, para acá vengo le dice, yo le salvao la vida a esta serpiente que la tenía una piedra que la estaba matando, lo he apartado la piedra y le salvado la vida y ahorita quiere comerme, ud. señor Teniente tiene la palabra. El campesino allí, la serpiente allí. Que te coma le dice. No, le dice señor mi Teniente, si yo soy bien bueno, como me va a comer. Bueno, tú eres malo, porque tú me pones el yugo, me pones el arao, me haces cultivar la chacra, la tierra y además de eso, me tiras penca, me penqueyas, ¡que te coma!. La serpiente ya estaba pa'coméselo pue. No, dice como me va a comer. Bueno, el buey que era teniente le dijo: ya ándate al Gobernador!, ya si dice él que te coma, te lo comes le dice a la serpiente. Y la serpiente ya quería coméselo, pero como el teniente que era el buey lo mandó al gobernador, se fueron al Gobernador. Ya llegaron al otro el día al Gobernador pué. Ya lo saludaron. Buenos días señor Gobernador. Buenos días. El Gobernador era el caballo. Sabe mi Gobierno, po'acá vengo porque sabe que esta serpiente yo le salvao la vida, le quitao una enorme piedra y ahorita quiere comerme y ahora yo soy bien bueno y como va a ser posible que me coma. No, dijo ¡que te coma!, porque tú eres malo, tú me ensillas, me pones la montura, me pones las espuelas y además me das rienda, me pegas; ¡que te coma!. Y la serpiente quería coméselo pues, y ahora el campesino bien asustado pue. ¡Ah no!, no me comas porque ahorita falta el Alcalde. Ahorita vamos onde el Alcalde, si el Alcalde dice que me comas, ya me comes pues. La serpiente no vía la hora de coméselo. Se fueron al Alcalde. El campesino adelante y la serpiente atrás. Llegaron y lo encuentran allí al Alcalde pues. ¿Qué necesitan?. Buenos días señor Alcalde?, sabe que po'acá vengo. Esta serpiente yo le salvado la vida, le quitado una enorme piedra que la tenía aplastada y ahorita me quiere comer. Y como me va a comer si yo soy un hombre bien bueno, yo tovía le salvado la vida, no va ser posible que me coma. ¡No, que te coma! le dice, porque tú eres malo, me ensillas, me cargas leña, me das palo, me pegas, eres malo, ¡que te coma!. El Alcalde era el burro; porque además que me cargas de leña todavía me pegas, me das patadas, me das con palo. Ya se puso triste pues el campesino, ya pué la serpiente ya quería coméselo. Le dice, a la serpiente: no me comas porque tovía falta una autoridad, ahora tenemos que ir onde el Juez de Paz. Y el Juez de Paz era el zorro, pues. Dice, serpiente tenemos que ir al Juez de Paz, ya él es la última palabra; ya, si él dice que me comas, ya pues me comes pué. La serpiente ya quería coméselo, pues. Se fueron al Juez de Paz, lo hallan allí en su consultorio pué, en su oficina. Buenos días señor Juez. Buenos días, ¿qué necesitan?. Ay, señor Juez, que po'cá venimos. Ah ya, tomen asiento. Se sientan. Sabe señor Juez que esta serpiente yo le salvado la vida, le vía caído una enorme piedra, yo iba pasando y me dijo que la salvara y yo le quitao la piedra y la he salvao y después de salvala me quiere comer. ¡Ah!, con que te quiere comer no?. No, que no te coma, porque tú crías gallinas, tú siembras la chacra, siembras sandías, melones. Ahora, si te come, de onde vo'a comer yo?. No, dice, vámonos al hecho, a'onde lo has hallao?. Ah, en ese cerro, que hay acá. ¡Ah!, vámonos pa'ver como lo has hallao, para ver, para constatar a'onde los hallao y como ha estao. Ya, dice no tengas cuidao yo te vo'ayudar le dijo el zorro al hombre. Ya pues, el hombre adelante y la serpiente atrás y el Juez de Paz allí más atrás pué. Po'allí han subido, han llegao a una quebrada, han llegao al cerro donde estaba la piedra. Mire señor Juez de Paz, aquí estaba la serpiente y aquí está la piedra que yo le quitao. ¿Si?, ¡Ah ya! a ver señora serpiente, ¿cómo estaba usted?, póngase como ha estado. A ver señor campesino, ¿cómo la encontró?, ladéale la piedra. El campesino ¡pá! le ladeó la piedra, ¡pá! le dejó caer. Ya dice, que cosa quieres, ¿que te coma?. No, que se quede ahí. Ya, que se quede ahí pues. A ver, tovía le has salvao la vida y quiere comerte, déjala ahí que muera. Ya ves como te salvé la vida le dice, y querían
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