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CARLOS D. VALCARCEL Y VIRGILIO ROEL
Reinos del Perú. Apuntes sobre la monarquía peruana ha agotado también el asunto, solo en cuanto a los aspectos jurídicos formales e iconográficos (Altuve), dejando un vacío en cuanto a la evolución histórica del pensamiento sobre estos conceptos y su relación con los cambios políticos.
CARLOS D. VALCARCEL Y VIRGILIO ROEL
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Carlos Daniel Valcárcel Esparza (1911-2007) encabeza en estos tiempos una corriente indigenista, que con oportuna visión, tiene como eje histórico al propio hombre andino, cuya obra no vamos a analizar, pero si es conveniente detallar sus títulos, como:Rebeliones Indígenas, La Rebelión de Túpac Amaru, Historia de la Educación Incaica, Túpac Amaru. Precursor de la Independencia, Rebeliones coloniales sudamericanas, Historia del Perú colonial, basta con estos rótulos para saber el uso conceptual del profesor sanmarquino, pero lo relevante es que su eje no es el Mediterráneo como postulaba Braudel, desde los Annales, sino el propio mundo andino y su historia centrada en un Perú como sujeto histórico. A diferencia de Mariátegui, no es una mirada desde la sociología o antropología, sino desde la historia misma, donde resalta su vocación más educadora que política. Y por otro lado, también diferente a la de Ricardo Levene e incluso, a la de Guillermo Lohmann, que son vistas, desde la óptica europea y esencialmente jurídica.
Como también lo veremos al analizar a Virgilio Roel, a ambos podemos atribuir el haber abierto un rumbo nuevo en el nacionalismo peruano, distinto a la visión criolla que había predominado, sino propiamente andina, no sólo en lo geográfico, sino también en lo étnico, que se traduce en la visión social y política de Valcárcel, que lo distingue de Roel en cuanto que este último parte de una visión económica del pasado
peruano.
Su obra Historia del Perú Colonial es la que mejor nos muestra al historiador bajopontino, nacido a las orillas del Río Rímac en 1911, para conceptualizar los tiempos en cuestión. El título ya nos marca un indicio razonable de su categorización,
que viene de conceptualizar un Perú como sujeto histórico, y como tal, con su temporalidad, que,para este estimado historiador, cuando segmenta su historia, coloca los tiempos virreinales como una invasión y conquista, lo que no cuestionamos, pero sin perder la pertenencia de los tiempos virreinales como parte de la historia del Perú, lo que fluye de la cita siguiente:
“Hubo en el Perú un conjunto de obstáculos de resistencia pacífica y violenta, para imponer la nueva política absolutista. Cupo, finalmente al virrey Francisco de Toledo (1569-81) organizar de modo definitivo nuestro Virreinato tanto para el gobierno de españoles, criollos y mestizos, cuanto para los indios mediante sus famosas “ordenanzas” y algunas normas para los negros vejados por la esclavitud”558 .
Es evidente que desde una perspectiva nacionalista aunque andina, pero nacionalista al fin y al cabo, se entiende su visión de invasión y conquista, por lo que todo el tiempo que ese estado se mantenga, significará para él, tiempos coloniales, pero no el sentido del núcleo del concepto, sino en las capas incorporadas para aplicarlo a esa temporalidad. Sin embargo, el marco político lo encuadra bien, al asumir que el orden en este sentido es de reino y no de simple colonia. Así lo apreciamos cuando se refiere en esa dimensión: “Afianzamiento de Virreinato”559, en cuyo texto que glosaremos apreciamos el concepto Perú que usa como sujeto histórico: “La historia del periodo colonial (Siglo XVI-XIX) corresponde al tiempo en que el Perú dejó de ser un país independiente y se transformó en una nacióndependiente. En cambio, rompió su aislamiento y se integró a la comunidad de los pueblos del mundo”.
El uso de la voz virreinato está presente en su lenguaje y peca de indiferente al uso de este o el otro:
558 Valcárcel, Carlos, Historia del Perú colonial, AFA, Lima, 1982, 1. 559 Ibíd., 26.
“Este lapso comprende un Momento de transición, caracterizado por la invasión y conquistas hispánicas, en cuyo corto plazo (1532-1542) acaecieron vertiginosos hechos que preparan la época del Virreinato (1542-1824), tiempo de reorganización del Perú colonial, perteneciente al Imperio Español”560 .
La confrontación con su pasado inmediato surge del texto que le sigue, pero nos permite distinguir en el uso conceptual de virreinato y colonia, según sea aplicable, una categoría política o una categoría social:
“Existe un característico afianzamiento institucional dentro de un sentido
social, nuevo, Constituye el paso de un estado colectivista no-dependiente, produciéndose un cambio-cultural de prosapia europea con las naturales supervivencias de un Estado precedente, que como el Tahuantinsuyo, había logrado plasmar una estructura social propia”561 .
En lo político reconoce a Perú ambas temporalidades como unidad política patrimonial: “Aunque vencida, sobrevivía la antigua dinastía de los Inkas. Toledo trajo la misión de concluir con esa dualidad política”562 . No vamos a entrar adiscutir sobre los temas planteados, ya que no es objeto de esta tesis, sino relevar el uso indistinto de los conceptos en estudio, así encontramos, incluso en el plano social, que usa la voz “Sociedad Virreinal”563, distinguiendo: “estuvo estructurada en dos planos: privilegiados: peninsulares y criollos, y no privilegiados: indios, negros y mestizos”, lo que indica una visión estructuralista.”
560 Ibíd., 26. 561 Ibíd. 562 Ibíd. 563 Ibíd., 28.
Finalmente, podemos decir que para el uso conceptual que nos ocupa, la distinción no tiene mayor sentido, desde que el concepto colonia engloba toda forma de dominio, pero siempre y cuando venga del exterior, por ello bajo el dominio inka es un Estado independiente y bajo el dominio real es dependiente, ergo, una colonia en un régimen político virreinal.
Virgilio Roel Pineda (1929-2013), en 1970 publica Historia social y económica de la Colonia564, renovando los estudios históricos desde la economía, que como vimos había empezado César Ugarte con Bosquejo de la historia económica del Perú565, que constituye la primera obra de historia lineal del Perú desde el campo económico, pero Roel le agrega lo social y la visión andina, pero bajo el concepto colonia, como fluye del propio título para significar la temporalidad virreinal.
No cabe duda de que Roel es el más significativo de los economistas marxistas que estudian el pasado peruano, pero probablemente también el más emblemático del anacronismo, ya que categoriza una sociedad del pasado con los elementos estructurales de su presente ideológico.
Desde sus primeras publicaciones, que datan de 1955 con El Sendero de un Pueblo566, siguiéndole Problemas de la Economía Peruana567 , La Economía Agraria Peruana568 , Elementos de Contabilidad Social569y La Planificación Económica en el Perú570, su visión es netamente del presente social y económico, es precisamente con la obra citada que en 1970 irrumpe en los campos de Clío, que por su formación marxista polariza entre opresores y oprimidos y no encuentra mejor voz que colonia para referirse al periodo histórico en cuestión.
564 Lima: Gráfica Labor, 1970. 565Lima: Imp. Cabieses, 1926. 566Cusco; Ed. Garcilaso, 1955 567Lima, 1959 568Lima, 1959 569Lima, 1964 570Lima, 1968
Pero lo importante está en su contenido y en cómo el concepto ha adquirido las capas semánticas. Lo que se desprende de las categorías que utilizan, tanto las universales como las locales. Nos menciona dos fases vigentes en Europa durante los tres siglos (XVI, XVII y XVIII): un capitalismo comercial y reglamentario y un capitalismo industrial571 . El análisis de Roel es perfectamente dentro y solo dentro del materialismo histórico, planteado por el surgimiento burgués o capitalista en su lucha contra el feudalismo, sin embargo, no nota que es un fenómeno universal, en el mundo occidental, que sucede a ambos lados del Atlántico:hay una acumulación concéntrica delos medios de producción, en especial de la tierra, como se desprende de la cita siguiente:
El proceso de cercado de los campos dura 200 años (Siglos XVI y XVII); en este lapso, los señores también proceden a arrebatarles sus tierras a los campesinos, sea por firma de un contrato, sea por presión o por simple y llanamente por un acto de abuso, (O ejercicio del poder). La expulsión de los campesinos de sus antiguas moradas, contribuyó a repletar las urbes con la mano de obra que los fabricantes se encargan de emplear572 .
Y por otro lado el predominio del capitalismo mercantil o burgués. Lo que queremos resaltar radica en que los mismos elementos generadores de plusvalía, por decirlo en términos marxistas, se dan en ambos continentes, tanto en Europa como en América, por lo que todos estaríamos en un mundo colonial, al que no escapa el andino como el alpino, pero el indebido uso conceptual radica en que unos fueron reinos y los otras colonias. El comercio colonial español, como lo llama Roel, era per se restrictivo, pero no sólo para América, sino también para la península, donde existían aduanas y regulaciones comerciales entre cada reino.
Pero entonces qué distingue a unos de los otros según Roel. Eso lo encontramos en otra de sus obras Ataque e invasión del Imperio Hispánico al Perú de los Incas573, cuando
571 Roel, Virgilio, Historia Social y Económica de la Colonia, Herrera Editores, Lima, 1985, 13. 572 Ibíd., 17. 573Lima: UCH, 2009
el tema lo plantea entre el Imperio Hispánico sobre el Imperio Inca, que no sería otra cosa que un cambio dinático.
A Roel hay que entenderlo en su tiempo, en su identificación con el espacio que lo vio nacer, el 04 de diciembre de 1929 en Cora Cora, Ayacucho, su planteamiento de un nacionalismo andino y en especial inca, cuyo contenido puede haber estado en mentes pretéritas, el maestro sanmarquino le da contenido conceptual, pero no está lejos de un conflicto entre el nacionalismo y el marxismo, sin embargo, a pesar de su expresa ideología marxista, profundiza en el nacionalismo, al que toma como eje espacial de su visión histórica.
El concepto Perú adquiere en él una temporalidad histórica y un punto de mirada desde lo que considera su tiempo glorioso. Así lo apreciamos en el Prefacio de la edición de enero de 1986 de su libro Historia Social y Económica del Perú en el Siglo XIX574 , donde podemos apreciar lo grandioso de Roel, que es hacer concurrir varias dimensiones para el análisis histórico:
Su visión temporal: “Es un hecho sabido que la mayor utilidad que tiene la historia ha consistido y consiste en explicar el presente por la manera y sentido en que se desarrolló el pasado…”575 .
La utilidad del análisis histórico: “… así como ofrecer un fundamento secuencial a las políticas acertadas, desacertadas, corruptas y también grandiosas que han tenido lugar en el proceso anterior”576 .
574Lima: El ALBA, 1986 575 Roel Pineda, Historia Social y Económica del Perú en el Siglo XIX,. El ALBA, Lima, 1986, 5. 576 Ibíd.
Su compromiso ideológico: “Pero si la historia nos explica el presente por obra del pasado, así como nos permite descubrir logros, grandezas, flaquezas y traiciones, ella no puede ser jamás neutral, ni aséptica, si no comprometida”577 .
Su posicionamiento político: “Al contrario, es del todo obvio que deber ser profundamente crítica y altamente comprometida con la causa y las opciones populares, y podríamos decir, además, hondamente ética y aleccionadora. Así, de esta forma y manera es que entendemos el ejercicio y el manejo de la historia”578 .
Su eje visor de la realidad peruana: “Es claro que la historia que acá presentamos ha sido elaborada desde la perspectiva popular y nacionalista, del nacionalismo que surge del Perú profundo. Esto la hace distinta de la historia que circula a partir de las fuentes oficiales del poder y del dinero”579 .
Su activismo: “En realidad, ocurre que el desarrollo, el progreso y la prosperidad sólo pueden provenir de un sólido y consciente nacionalismo, fundado en una historia popular que exalte nuestros valores y sepa criticar los hechos que en pasado han atentado contra el pueblo peruano”580 .
Bajo este conjunto de elementos, para Roel fueron tiempos coloniales, convergiendo su análisis económico y político con el nacionalismo. El Perú de los Incas como titula el libro antes mencionado, muestra algo de unidad política patrimonial, como otros que han escrito el Perú de los Austrias, El Perú de los Borbones581. En su obra póstuma El Perú al borde del abismo (1962-1975),muestra su profundo interés en el concepto Perú, pero no sólo hay en él una mirada endógena, sino en relación con el resto del mundo, como lo corroboran sus libros La crisis general de la Globalización582 , y La
577 Ibíd. 578 Ibíd. 579 Ibíd., 6. 580 Ibíd. 581 Sebastián Lorente Historia del Perú bajo la dinastía austriaca, Lima: 1863-1870 e Historia del Perú bajo los borbones, (Lima, 1871; Córdoba y Urrutia, José María, Los Ministros de la Audiencia de Lima en el reinado de los Borbones 1700-1821, EEHA, Sevilla, 1974;Scarlett O´Phelan acaba de publicar la segunda edición aumentada y corregida de El Perú en el siglo XVIII. La era Borbónica (Lima: Pucp, 2016). 582CEPEA, Lima, 2006