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INTRODUCCIÓN: LAS TENDENCIAS Y ESCUELAS HISTORIOGRÁFICAS EN LA FORMACIÓN DE LA HISTORIA PERUANA DESDE EL SESQUICENTENARIO HASTA NUESTROS DÍAS
CAPÍTULO III
LOS CONCEPTOS VIRREINATO Y COLONIA EN LA SEGMENTACIÓN TEMPORAL DEL SUJETO HISTÓRICO PERÚ. LA HISTORIOGRAFÍA DE TIEMPOS REPUBLICANOS DESDE EL SESQUICENTENARIO HASTA NUESTROS DÍAS (1996-2015). TENDENCIAS Y ESCUELAS. LAS CONFRONTACIONES
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INTRODUCCIÓN: LAS TENDENCIAS Y ESCUELAS HISTORIOGRÁFICAS EN LA FORMACIÓN DE LA HISTORIA PERUANA DESDE EL SESQUICENTENARIO HASTA NUESTROS DÍAS
La conmemoración de estos 150 años de vida republicana remeció y removió el tema sobre la identidad y conciencia histórica del sujeto Perú, al punto que genera una nueva historia basada en una crítica a la historia tradicional, a la que veía como poco más que un inconducente catálogo de gobernantes y obras públicas, de batallas y fechas y actos heroicos, cuyos autores estaban influenciados por “una mezcla de ecléctica de perspectivas teóricas importadas, como eran la nueva historia social inglesa, el marxismo althusseriano, la escuela de los Annales y la teoría de la dependencia” 596 . En este contexto historiográfico es que los conceptos en estudio se aplicarán para la segmentación del periodo histórico en referencia, generando por cierto posiciones distantes que serán materia de debate hasta nuestros días.
Abre este periodo la publicación de Heraclio Bonilla y Karen Spalding, en 1972: La Independencia en el Perú: las palabras y los hechos597, que desde una mirada política, social y económica analiza el proceso histórico desde una ideología materialista, cuya conclusión básica es la sobrevivencia intacta de las relaciones internas sociales y económicas existentes y el pase de una dominación imperialista de España a Inglaterra, con lo que las relaciones coloniales, según los autores, internas y externas mantuvieron
596 Drinot, PauloHistoriografía, identidad historiográfica y conciencia histórica en el Perú, Universidad
Ricardo Palma Editorial Universitaria. Publicado originalmente, en inglés, en la revistaEstudios
Interdisciplinarios de América Latina y el Caribe15:1 (2004), pp. 65-88. PDF, p. 2 https://es.scribd.com/doc/60167041/Historiografia-Peruana-Paulo-Drinot. Consultado 10.07.2017. 597En La Independencia en el Perú, IEP, Lima, 1972
su vigencia, aunque políticamente se instituyó un gobierno autónomo, pero sujeto financiera y económicamente al imperialismo superior en ese entonces, nuevos tiempos, y al fin de cuentas, la independencia se debió a contradicciones internas de Hispanoamérica y no a una voluntad nacional y peruana de lograrla.
Estos años setenta del siglo XX están marcados por un proceso político, bajo un régimen dictatorial de las fuerzas armadas, cuyo líder fue el General Juan Velasco Alvarado, Presidente del Perú entre 1968-1975 y luego, -el de igual grado, Francisco Morales Bermúdez (1975-1980), que a diferencia de otros golpes militares, trajo un programa de mucho sesgo socialista, que tuvo su correlato en la historiografía, dominada no sólo desde las visiones sociológicas y económicas, sino materialistas, y así tendremos varios interesados en el pasado peruano para legitimar sus ideas del presente, y tendremos antropólogos, sociólogos, arqueólogos y economistas haciendo historia, y viceversa, derivando incluso en lo que conocemos como etnohistoria. Todo ello cruzado, por decirlo de una manera, por la fuerte presencia de la ideología marxista, especialmente su método de análisis, el materialismo histórico, que domina la vida intelectual y académica, sin que ello haya sido absoluto.
En otras palabras esas visiones precursoras de Valcárcel y Roel, con su vertiente de nacionalismo andino también conocido como indigenismo, y porque no de Mariátegui, acompañadas incluso desde la antropología, arqueología, verbigracia Julio C. Tello y desde la literatura, por José María Arguedas, tienen como eje histórico espacial al Perú, como lo apreciaremos en Waldemar Espinoza y Alberto Flores Galindo, en una tendencia propiamente andinista; y otra más universal en el citado Heraclio Bonilla, Julio Cotler y Manuel Burga, lo que lleva en muchos casos a anacronismos, que no cuestionamos sino que indicamos, que no se liberan totalmente de ese nacionalismo, ya que les sirve para resaltar los tiempos anteriores al Virreinato, como patrón objetivo de sociedad.
Por otro lado, el estudio del periodo virreinal se consolida también. No puede negarse que José Antonio del Busto muestra a un Pizarro diferente y otros revaloran los tiempos, sin dejar de mencionar a Scarlett O´Phelan Godoy “El Mito de la Independencia
"Concedida": Los programas políticos del siglo XVIII y del temprano XIX en el Perú y el Alto Perú, 1730-1814”598 , que refrescan la interpretación del proceso independentista, la primera manteniendo el concepto colonia, pero el segundo, el concepto virreinato, para periodizar el segmento histórico.
Pero, aquellos a los que podemos ubicar en la vereda del concepto virreinato fueron encasillados bajo el apartado y crítica de hispanistas, franquistas, conservadores, hasta reaccionarios y otros prejuicios, que no estuvieron dispuestos a enfrentar y superar. Sin embargo, esta significativa confrontación es relativamente silenciosa, no muestra signos de beligerancia, académicamente hablando, cada uno con su tema, y la razón radica en que los conceptos virreinato y colonia están semánticamente homologados en gran parte, y hay cierto convencionalismo metodológico, como también una observable tendencia de quienes provienen de países como Francia, Inglaterra y USA y de historiadores nativos, que hacen sus estudios en esos países, de homologar los conceptos, dado que la academia de esos Estados consideran a los dominios que tuvieron antaño, de quienes se sienten herederos históricos, como colonias, que indudablemente lo fueron, como Haití, Canadá, la parte en USA de las colonias inglesas, Jamaica y el resto del Caribe, pero que evidentemente no tienen el mismo carácter ni político, ni social, ni económico y menos cultural que los reinos de Indias.
Casi coincidente con el fin del siglo XX y comienzos del actual, notamos una liberación no sólo respecto al tema del nacionalismo, del estructuralismo e incluso del marxismo, sino de los perjuicios que endilgaban como ya mencionamos en las líneas anteriores, y pasando por encima de ello, aparecen voces debidamente estructuradas dando cuenta de que no puede seguirse con ese criterio de llamar colonias, a los virreinatos americanos, que fluye del contacto de la historia con otras ciencias sociales como la sociología y la antropología, como bien lo señaló Annick Lempérière, que más adelante detallamos, sin dejar de mencionar a Fernán Altuve aunque desde el ángulo
598En Revista Histórica Vol. IX No. 2 1985 y a José de la Puente Candamo La Independencia en el Perú,:
Fundación Mapfre América, Madrid, Colección Independencia de Iberoamérica, 1992
jurídico-político, pero con la misma finalidad, hasta que en nuestros días John Elliott fulmina al recusar a quienes llaman colonias a los reinos americanos599 .
Hace muy poco tiempo Pablo Macera que les quita el piso al expresar en una entrevista que lo adecuado sería llamar Virreinato colonial. Magister dix:
“Yo diría que para diferenciar al Perú, Argentina o Chile de otros reinos como el de los Países Bajos o el de Castilla, habría que decir simplemente que eran virreinatos coloniales, No negamos que el Perú fue un virreinato, por lo menos en términos nominales, y por las estructuras administrativas lo fue, pero también era de una categoría colonial”600 .
Con lo cual reconoce sustantivamente al virreinato y adjetivamente colonial. Y destacar finalmente los expresos reconocimientode quienes usan el concepto colonia de manera radical y sin contemplaciones de alguna clase, como Garavaglia, que considera los títulos del segmento histórico en cuestión como “periodo colonial” o “época colonial” que su significado equivale a cero, o el caso de Pablo Macera que afirma debe llamarse Virreinato Colonial que reiteramos. Lo que podríamos situar como un giro conceptual o semántico respecto de la identificación del segmento histórico en referencia, ya que en igual término se refirió Francisco Quiroz en el debate que sostuvimos.
599Ver: Reseña El gran y desconocido levantamiento en los Andes de John Elliott sobre el libro de Charles
Walker The Tupac Amaru Rebelion. (Harvard, 2014).Publicada originalmente en John Elliott The Huge,
Ignored Uprising in the Andes. (The New York Review of Books October 23, 2014).Posteada por Chuck
Walker http://charlesfwalker.com/elliott-en-castellano/#comment-2547 (Disponible 31 de octubre de 2014). 600 Macera, Pablo,”Reflexiones sobre la Historiografía de los Annales, la cultura peruana y el país de los incas” entrevista, en Revista Síntesis Social Nos 6-7. Lima: UNMSM/IFEA, Mayo 2015, 147.