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1. Los primeros chinos de Palto

La hacienda Palto fue propiedad de la familia Aspíllaga desde 1867 hasta 1959, se hallaba en el valle de Pisco en la parte que se denomina valle del Cóndor. Durante los primeros años estuvo dirigida por uno de los hermanos (ellos fueron Ramón, Antero, Ismael y Baldomero) y en los años siguientes esta unidad agrícola algodonera tuvo varios administradores que fueron sucediéndose, y en ocasiones uno de los hermanos pasaba unos días inspeccionando y controlando la conducción. La frecuente correspondencia entre estos administradores y la casa-oficina de esta familia en Lima, calle Beytía, nos ha facilitado información muy precisa sobre todo tipo de ocurrencias y también acerca de la presencia de los chinos culíes que les sirvieron para producir algodón. Solo una parte de una obra más completa y de mayor volumen, que se publicará alguna vez, es el que presentamos en este capítulo y en el capítulo 12.

1. Los primeros chinos de Palto

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Cuando en agosto de 1867 los Aspíllaga se hicieron con la hacienda Palto, tuvieron que pagar por el casco de ella la cantidad de 81 500 pesos más el 12% de interés sobre el capital, 11 410 pesos, lo que hacía un total de 92 910 pesos1. De inmediato debieron conseguir mano de obra y animales para trabajar los terrenos agrícolas y en las demás actividades del latifundio. Se decidieron por los chinos culíes antes que por trabajadores negros libres —mano de obra relativamente abundante por esos años en todo el valle de Pisco— pues los chinos no eran ni ociosos ni indóciles como los negros, según creencia y opinión de los Aspíllaga. De todas maneras, además de chinos durante varios años siempre hubo peones libres que cumplían las labores y actividades por realizar.

En el mismo mes de agosto que compraron Palto, esta familia logró que el traficante de chinos Roco Pratolongo les traspasara el contrato de 26 culíes al precio unitario de 325 pesos2; además consiguieron de Canevaro y Cía., otra compañía dedicada a la trata amarilla, 17 chinos al mismo precio que los primeros. En el mismo mes, José Manuel Pérez, pariente pisqueño de los Aspíllaga, les vendió el contrato de un chino por la cantidad de 180 pesos; y en el mes de noviembre fueron trasladados 3 culíes de Cayaltí a Palto pagándose por ellos, según quedó anotado en los libros de contabilidad, un total de 370 pesos. Así, los Aspíllaga en pocas semanas lograron 47 trabajadores chinos pagando por todos ellos, incluyendo el 6% de intereses, un total de 15 363 pesos. Además de este pago inicial

1 Mucho de la información de este capítulo se ha tomado del fondo documental de la hacienda Palto, y en el caso del Capítulo 12 tanto de Palto como a veces de Cayaltí, ambas de una misma familia. Todos los conjuntos antes estuvieron en el Archivo del Fuero Agrario y en la actualidad en el Archivo General de la Nación. En este capítulo y en el Capítulo 12 usaremos las siguientes siglas: FHP, Fondo hacienda Palto; FHCy, Fondo hacienda Cayaltí; LM, Libro Mayor; Pll o Lp, Libro de planilla; Pa-L, Palto a Lima; L a Pa, Lima a Palto. 2 Todas las referencias a las compras de chinos se han obtenido de FHP, LM.

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