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Motivos y elementos arquitectónicos

mampostería le debe mucho a la de Chavín. Richard Burger notó que «hay cada vez más evidencia de que durante el Horizonte Temprano un proceso independiente de transformación sociocultural ocurrió entre los grupos que vivían alrededor del lago Titicaca» y que «fue la tradición religiosa Yaya-Mama, y no la civilización Chavín», la que «proporcionó el matriz cultural a partir del que se desarrollaron estas culturas altiplánicas posteriores (Pucará y Tiahuanaco)» (Burger, 1992, p. 220).

Motivos y elementos arquitectónicos

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La chambrana escalonada, uno de los sellos de la arquitectura tiahuanaco, tiene un antecedente en Chiripa y posiblemente también en Pucará. La estructuración de las fachadas en campos estratificados y el registro de los frisos iconográficos pueden tener un paralelo en la decoración de cerámicas y en los patrones textiles. Algunos de los motivos geométricos arquitectónicos, como los círculos y «flechas», se encuentran en Pucará y en la cerámica tiahuanaco, así como su organización en paneles. Muchos textiles en Pucará y Tiahuanaco revelan un espíritu similar de disposición de los motivos geométricos o representaciones iconográficas en bandas similares a las capas de motivos abstractos y frisos en la arquitectura.

La matriz de «formas de hacer» generales a las que nos referimos antes, que incluye también las formas de Tiahuanaco, se convierte en el telón de fondo de la arquitectura incaica, a pesar de que los constructores incas escogieron seguir una ruta distinta, es decir, tomaron distintas elecciones. No estaban, pues, habituados a construir cortes semisubterráneas. Las plataformas de gran tamaño, como el ‘usnu en Vilcashuaman o en Huánuco Pampa, son la excepción y no la norma en la arquitectura incaica. Los incas no tallaron estelas ni esculpieron estatuas independientes; con algunas excepciones, tampoco decoraron sus construcciones con figuras iconográficas o geométricas, ni estructuraron sus fachadas en campos estratificados6. Como notó Tom Cummins, los incas no […] integraron su arquitectura con una historia mítica pictórica de la escultura y la pintura, creando así etapas de un teatro político/religioso. Las pocas esculturas arquitectónicas en sitios como Huánuco Pampa solo sirven con su presencia para resaltar su ausencia general en los centros inca (2007, p. 267).

En un muro inca, el patrón de junta o aparejo se convierte en su propia ornamentación.

6 Las excepciones a la decoración de las fachadas incas son las supuestas láminas de oro que colgaban del Qorikancha, la banda negra que corría por los muros y a través de los nichos en una de las estructuras en el Qorikancha, y la pintura de los muros y nichos que se encuentran en, por ejemplo, Tambo Colorado. Otra excepción son el par de pumas en bajorrelieve en una puerta en Huánuco Pampa.

Figura C.3. Muro miniatura en Cuper Bajo, cerca de Chinchero.

Si bien los incas construyeron muros miniatura —ver, por ejemplo, las piedras de Sahuite o el muro de diminutas piedras talladas de Cuper Bajo (Nair, 2003) cerca de Chinchero (figura C.3)— y tallaron pequeñas efigies de animales en distintos altares, estas miniaturas, a diferencia de los elementos de escala media en Tiahuanaco, no fueron una parte integral de la arquitectura en sí misma.

Uno de los hilos comunes entre la arquitectura inca y la tiahuanaco es la mampostería de engaste ajustado, una práctica cuyo origen atribuimos a los tiahuanaco. Pero, como vimos antes, las técnicas de tallado de piedras y la expresión, o tectónicas, de la mampostería respectiva, difieren radicalmente. ¿Por qué se toman algunas decisiones y no otras? ¿Por qué prevalecen algunas innovaciones, mientras que otras no generan mayor consecuencia? ¿Por qué es que distintas eras y personas desarrollaron arquitecturas distintas y formas tan diferentes de construirlas?7 La matriz de una «forma de hacer» general puede proveer un trasfondo para las elecciones hechas por los constructores, pero no puede predecirlas ni explicarlas.

7 Esta pregunta es paralela a la que Gombrich formuló en Art and Illusion (2000, p. 3): «¿Por qué es que las distintas épocas y naciones han representado el mundo visible de formas tan diferentes?».

En el epígrafe a este capítulo, Cobo habla sobre las dificultades de intentar de comprender una cultura antigua que no tenía lenguaje escrito. Estos retos se intensifican cuando tratamos de entender una cultura exclusivamente a través de las manifestaciones físicas que, por casualidad, han resistido los estragos del tiempo. Todo lo que podamos aprender acerca de dicha cultura será extraído de estos restos. Hemos intentado que las piedras de Pumapunku nos «hablen». Y nos han contado una historia sobre los constructores de Tiahuanaco, su concepción de la arquitectura, su conocimiento y preferencias, y sus prácticas de construcción. Si bien la historia todavía es fragmentaria, creemos que ha abierto nuevas ventanas sobre la cultura material de Tiahuanaco y su producción. Esperamos que otros se animen a continuar y expandir nuestra investigación.

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