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Un animal mítico con apéndices de serpientes

Dioses de Lambayeque veces los convierten por ello en guerreros o en protagonistas de enfrentamientos con sus predadores u otros personajes fantásticos propios del mundo mítico. Es interesante el hecho de haber sido representados dentro de espacios llenos de puntos pequeños en relieve, que podría ser interpretado como un plano celeste.

En el área sudamericana, con excepción actual de Ecuador, existen varias especies del famoso zorro cangrejero (Cerdocyom thous), una especie muy difundida que habita desde el nivel del mar hasta los 2000 m, se alimenta de ranas, huevos, aves, insectos y por supuesto, cangrejos (Wilson y Reeder, 2005).

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Alrededor del personaje se han elaborado diversas historias en la forma de cuentos que hoy forman parte de las tradiciones orales de muchos países latinoamericanos, desde los zapotecas de Méjico hasta los mapuches en Chile (Morel, 2011), que narran sobre todo las competencias entre ambos personajes. Generalmente, dado el carácter y autosuficiencia del zorro y la astucia e inteligencia del cangrejo, siempre resulta ganador este último, un concepto opuesto a las famosas fábulas de Esopo que dominaron Europa, en las que el ganador es siempre la zorra.

Un animal mítico con apéndices de serpiente

La particular representación mitológica de un mamífero con apéndices de serpiente, la hemos registrado en varias colecciones de cerámica prehispánica correspondiente con la cultura Lambayeque (Fig. 386, ML020330), personaje que aparentemente no tiene antecedentes en la cerámica moche, que puede ser descrito de la siguiente manera:

1. Es un animal de cabeza alargada, ojo ovalado, un hocico pronunciado que muestra los dientes, cortos y homogéneos entre ambas mandíbulas. 2. Tiene brazos semiflexionados levantados hasta la altura de la cabeza, uno de los brazos aparece delante de la cabeza y el otro por detrás. Las patas son normalmente cortas y muestran los dedos al final. 3. Los dedos de ambas manos están sujetando el cuerpo de una proyección serpentiforme que nace del cuerpo por la nuca, detrás de la cabeza. Esta serpiente se proyecta hacia arriba y luego se dobla hacia abajo, manteniendo la cabeza por delante del hocico del personaje. De la parte delantera, a la altura del abdomen sobresale otro cuerpo serpentiforme, con la cabeza muy parecida a la del personaje central, que se dobla hacia delante. 4. Otra proyección serpentiforme nace de la espalda y se proyecta hacia abajo. Tiene la misma cabeza que las demás. 5. Este personaje está acompañado de otro de forma zoomorfa, aparentemente sentado, con las patas y brazos hacia delante. En algunos casos este animal se encuentra sobre la cabeza y en otros casos bajo los pies.

Fig. 386

6. El personaje a veces aparece de pie horizontal. 2 , de forma vertical y en otros casos casi en posición 7. En algunos casos tiene una sola proyección serpentiforme que sale de la parte baja de la espalda, el personaje se presenta de pie, con una cabeza trofeo con círculos pequeños debajo de ella, como si se tratara de sangre que gotea y en la otra mano el arma en la forma de un cuchillo de hoja ancha semicircular. El animal acompañante, en la forma de un zorro, se ubica sobre la cabeza, tiene en un caso un cola abierta como un abanico, como si estuviera emplumada, lo que complejiza al personaje. 8. Aparece tanto en vasijas negras como del estilo tricolor. 9. A veces el fondo del personaje es un campo de piel de ganzo. En otros casos, este fondo es liso. 10. La representación aparece en ambos lados del cuerpo de vasijas globulares, con base de pedestal y picos troncocónicos unidos con asa puente (Fig. 386, ML020330). 11. Debajo de la base de los picos troncocónicos se han aplicado aves con la cabeza hacia arriba y los picos largos, robustos y horizontales. En la parte central y a los lados del pico siempre se hace un diseño ovalado, como si el pico tuviera una “bolsa”, lo que podría sugerir la figura de un pelícano (ML020458). 12. En un caso (ML023242) el asa puente tiene un mono en la parte central y no hay aves a ambos lados de la base de los picos troncocónicos.

Evidentemente se trata de un personaje mítico cuya identificación no es sencilla, sin embargo podríamos partir de la comprensión del animal auxiliar, pues tiene los mismos rasgos de su cabeza. Este animal auxiliar tiene la cola larga, frondosa y no desarrolla ninún espiral en su extremo como ocurre con los monos o los felinos, por lo tanto podría ser identificado como un zorro. Además tiene la caída característica de la cola del zorro. Sus fauces muestran los dientes y las orejas no son muy grandes, aspectos que coinciden con el personaje principal, al que le brotan serpientes contra las que parece luchar, pues coge con la mano a una de ellas. Cuando tiene una cabeza trofeo y un cuchillo, la cabeza tiene la misma forma que la suya, por lo tanto es un degollador dentro de su propio orden animal, como los dioses que cortan cabezas humanas. Su relación con las serpientes resulta importante, pues establece de este modo su genésis mítica mediante serpientes que les brotan del cuerpo, especialmente de las cabezas, manos y pies. Este misterioso y fantástico animal será uno de los personajes cuyo enigmático rol en el imaginario prehispánico de la costa norte, se constituirá en tema de investigación futura.

LOS INSECTOS

La araña

Aunque son pocas las representaciones de arañas en la iconografía lambayecana, no podemos dejar de enfocar un tema que es trascendente en la cosmovisión andina de modo general. La araña, convertida en una deidad, ha sido considerada en la cultura universal como una de las protagonistas en el desarrollo civilizatorio, pues es la tejedora por excelencia que enseñó a la humanidad el arte textil y la mitología universal está plena de relatos extraordinarios.

En nuestra región, las representaciones de este insecto tejedor, son en realidad muy pocas. Una de las más notables pertenece a la colección del Museo Brüning de Lambayeque (Fig. 387, tomada de Shimada 2009, fig. 84), en la forma de un prendedor, que la representa con una gran cabeza con ojos redondeados remarcados con un reborde, dos depresiones circulares definen la nariz y dos quelíceros a ambos lados de la boca alargada. De la cabeza le salen cuatro patas a cada lado, separadas de modo equilibrado y que terminan en punta. El abdomen es ovoide y liso, en la punta del cual se suspenden ocho esferas, en dos hileras de cuatro cada una, colocadas de modo horizontal y paralelas. Estas esferas hacen referencia a los huevos del personaje. Dado su alto

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