LOS ACUERDOS DE GUAYAQUIL
En 1829 los plenipotenciarios, José de Larrea y Pedro Gual, acordaron en la ciudad de Guayaquil (Ecuador) los términos del tratado que firmarían para definir los límites de ambas naciones. En 1836, un viajero francés registró la ciudad en esta imagen titulada “Calle Nueva” y publicada en el libro Voyage autour du monde exécuté pendant les années 1836 et 1837 sur la corvette La Bonite (1852).
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PERÍODO 1
[ CAPÍTULO 16 ]
Las instrucciones dadas por Bolívar a las comisiones han sido publicadas como anexo a la memoria del ministro de Relaciones Exteriores del Ecuador al Congreso de 1905. Decían ellas, en parte: "3ª El Gobierno de Colombia, lejos de ceder cosa alguna a la provincia de Loja, desea conservarla íntegra, así como la provincia de Jaén, de las que apenas había de ceder unas pequeñas porciones de los confines que, aunque le pertenecen, Colombia cede al Perú porque no quiere reconocer por aquella parte otros límites que los naturales que forman las aguas de Marañón. 10ª Debe tenerse presente que el río Chinchipe está dentro del territorio de Colombia: forma una ramada cuyas riberas, cultivadas y pobladas por ciudadanos de las provincias de Loja y Jaén, están comprendidas, por lo menos, en el territorio de esta última, lo cual es constante a los habitantes de la misma provincia". Como Gual había convenido en Guayaquil con Larrea la línea de Chinchipe, estas instrucciones así como el proyecto de línea revelado por Tamariz echaban por tierra dicho compromiso y se ponían al margen del espíritu y de la letra del tratado, para pretender transformar su aplicación en una sucesión de cesiones incondicionales hechas por el Perú. En todo caso, no hubo lugar ni siquiera a un cambio de ideas entre los comisionados. Cuando los colombianos llegaron a Tumbes en diciembre de 1829 no hallaron a los peruanos. Debido al rigor de la estación de aguas, entonces iniciada, decidieron postergar sus trabajos. En abril de 1830 fueron nombrados los delegados peruanos José Félix Castro y Modesto de la Vega. Al llegar ellos a Tumbes, ya se habían retirado los colombianos.
[ II ] LA MISIÓN TOMÁS MOSQUERA EN LIMA.- Al mismo tiempo que nombró a los comisionados para la demarcación, Bolívar designó como ministro en Lima a Tomás C. de Mosquera, hermano de Joaquín Mosquera que había desempeñado años antes el mismo cargo. En las instrucciones que recibió en nuevo diplomático del Consejo de Ministros residente en Bogotá (y que han sido publicadas por Enrique Olaya Herrera en el libro Cuestiones territoriales, Bogotá, 1905) se le ordenó insistir, sobre todo, en el reclamo del territorio comprendido dentro de los límites de las provincias de Jaén y de Loja. Entre los papeles que le fueron entregados a Mosquera estaba una copia de la cédula de 1802. Con fecha 25 de octubre de 1829 escribió a Bolívar desde Guayaquil consultándole qué es lo que replicaría a los peruanos si le presentaban documentos fehacientes en relación con la citada cédula y exigían la ribera izquierda del Marañón. No se conoce la respuesta de Bolívar. Mosquera comenzó sus gestiones a principios de diciembre. Propuso al ministro de Relaciones Exteriores José de Armas hacer un convenio sobre límites que sir viera de base para los comisionados "porque el artículo del tratado está indefinido" (palabras de Mosquera en carta a Bolívar el 8 de diciembre, publicada en el tomo IX de las Memorias de O’Leary). De otra car ta del mismo se deduce que hubo acuerdo sobre algunos puntos, si bien, en cambio, el río Chinchipe fue tema de la mayor divergencia. Los peruanos querían que la línea pasara por este río y Mosquera por el Huancabamba. El coronel Althaus había sido encargado de formar un mapa de la zona en litigio y el nuevo canciller José María de Pando expresó en enero de 1830 que era preciso esperar tan importante documento. Una vez que lo obtuvo, dirigió Pando en febrero de 1830 un oficio al negociador colombiano con un proyecto de delimitación desde el Chinchipe hasta la costa y allí puso como último límite el río Zarumilla y no el Tumbes que, según Mosquera, había sido señalado de común acuerdo a fines de diciembre. "Si conviniéramos en las bases propuestas por el ministro de Relaciones Exteriores no habríamos ganado otra cosa que unas selvas de Jaén y Maynas porque todos los pueblos de aquellas provincias quedarán en la parte que pretende conser var el Perú", escribió Mosquera entonces. La difícil situación política que acompañó a la disolución de la Gran Colombia impidió que el Gobierno