LOS NUEVOS PUEBLOS DE LA SELVA
En la década de 1830 muchos exploradores partieron hacia la selva y ceja de selva de nuestro país. A su paso fundaron nuevos pueblos. Uno de ellos fue Nauta (hoy en el departamento de Loreto). Paul Marcoy, un viajero francés que recorrió el Perú entre 1840 y 1846, Nos ha dejado esta representación del lugar en sus inicios, publicada en el libro Viajes a través de América del Sur (1869).
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PERÍODO 1
[ CAPÍTULO 30 ]
EXPLORACIONES Y FUNDACIONES EN EL TERRITORIO PERUANO.- En 1827 tuvieron lugar las exploraciones del marino inglés Enrique Lister Maw en Cajamarca, Celendín, Chachapoyas, Moyabamba, Balsapuerto y los ríos Huallaga y Amazonas, hasta llegar al Brasil. En este viaje quedaron determinadas las latitudes de Chachapoyas y Moyabamba. Hacia 1830 fue fundada, en la margen izquierda del Marañón, casi al frente de la desembocadura del Ucayali, la población de Nauta por indios cocamas que habitaban el pueblo de La Laguna en el Huallaga y eran víctimas de maltratos de las autoridades. También hacia 1830, por los esfuerzos de Sebastián Mar tins y José Mará Ruiz, se fundo el pueblecito de Juana del Río situado cerca de la confluencia del río Monzón y llamado más tarde Tingo María. Entre 1834 y 1835 el sargento mayor de ingenieros Pedro Beltrán y el teniente Ramón Azcárate, junto con el teniente británico Guillermo Smyth, realizaron un importante viaje para reconocer los ríos Pachitea y Ucayali. Empezaron su ruta de Lima a Cerro de Pasco y de allí fueron a Huánuco, Panau y Pozuzo hacia el puerto de Mayro, en cuyo lugar debían embarcarse en canoas para bajar al Ucayali por las aguas del Pachitea. Abandonaron este proyecto y, por Chinchao, pasaron al Huallaga. En estos viajes llegaron a encontrar al famoso Padre Manuel Plaza que vivía desde 1806 en las regiones alrededor de los ríos Ucayali y Tambo y que desde hacía más de diez años encontrábase segregado del mundo en Sarayaco. Exploraron Beltrán, Azcárate, Smyth y Lowe (oficial compatriota de este último que se había agregado al grupo) el Ucayali, el Marañón y el Amazonas. La aventura de los dos oficiales peruanos no dejó de causar impresión en sus contemporáneos. Felipe Pardo en El Espejo de mi Tierra de 1840, en el artículo "Un paseo a Amancaes" escribió: "Aquí me tienen ustedes con mi alforja al hombro, mi palo en la mano y mis sandalias, listo para emprender mis misiones por esas montañas de Dios, por donde el mayor Beltrán y el teniente Azcárate pasaron tantas cuitas… ". La publicación en 1840 y en el Cuzco de la obra Diario de viaje al célebre Camanti por una sociedad de aficionados a la mineralogía y la de otra monografía sobre la misma región por el señor Pacheco, llamaron la atención sobre esa zona del valle de Marcapata (llamado entonces valles o Andes de Cachoa) al oriente del Cuzco, donde estaban las haciendas y minerales de oro de Camanti, abandonados desde el derrumbe de un cerro. Más tarde, un novelesco escritor francés, bajo el seudónimo de Paul Marcoy, utilizó las publicaciones mencionadas para componer "un romance geográfico lleno de aventuras" según palabras de Antonio Raimondi bajo el nombre de Una expedición infortunada o Viaje al país de la quina. Entre 1841 y 1842 se efectuó la exploración del río Pozuzo por el R. P. Juan Crisóstomo Cimini alentado y ayudado por el padre Plaza. El padre Cimini, italiano de nacionalidad, salió de Ocopa y visitó también el río Pachitea. También en 1841 tuvo lugar el viaje de Manuel Ijurra a las montañas de Maynas, Chachapoyas y Pará. El acontecimiento oficial más importante en relación con la región del nororiente en esta época fue la creación del departamento de Amazonas por la ley de 21 de noviembre de 1832, que ya ha sido mencionada. Precedió a esa acción legislativa la exposición hecha a la junta departamental de Junín por Sebastián Martins sobre la conveniencia de promover la navegación por el río Huallaga. Martins, que ya en 1828 había solicitado la protección del Gobierno y el Congreso Constituyente, dejaba constancia de que había puesto en movimiento hasta 33 embarcaciones "sutiles" en dicho río; y mencionaba la colaboración con el proyecto prestada por Doroteo de Arévalo, subprefecto de la provincia de Maynas y por Rumaldo de Rivera, cura de Tarapoto. José Modesto de la Vega y José Braulio de Camporredondo dirigieron un oficio al presidente de la República, mariscal Gamarra, adjuntándole una encomiástica descripción de las provincias de Maynas, Pataz y Chachapoyas, base del nuevo departamento (7 de setiembre de 1832). Los vínculos entre este departamento y el Perú libre se ahondaron durante la guerra de