AGOSTO 1829 [ perú ]
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EL COnGRESO SE REÚnE En LIMA A PEDIDO DEL GEnERAL AnTOnIO GuTIéRREz DE LA fuEnTE. En DICHA REunIÓn, DE LA fuEnTE REnunCIÓ AL CARGO DE PRESIDEnTE quE HABíA ASuMIDO DESDE EL GOLPE DE ESTADO A LA MAR. EL COnGRESO, POR Su PARTE, nOMBRÓ A GAMARRA PRESIDEnTE PROVISORIO.
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PERÍODO 1
[ CAPÍTULO 17 ]
guerra, organizar nuevos cuerpos y contener algunas dispersas partidas realistas. Por ese motivo no concurrió a la batalla de Ayacucho. Nombrado gran mariscal, fue también designado presidente o prefecto del departamento de La Plata o Chuquisaca. En junio de 1826 lo llamó Bolívar para presidir el Consejo de Gobierno del Perú, y su labor allí y lo ocurrido después ha sido narrado ya. Los manejos de Luna Pizarro y de los demás liberales del Congreso de 1827 primero, como más tarde la ambición de Gamarra, pospusieron a Santa Cruz en el Perú, arrinconándolo. Cuando se produjo la sublevación que depuso y asesinó a Blanco, Santa Cruz estaba en Arequipa. La Fuente, prefecto de ese departamento, quiso darle el mando de su división y el vicepresidente Salazar y Baquíjano lo nombró jefe político y militar de los departamentos del sur, cargo que él aceptó pero que el llamamiento que le hizo Velasco desde Bolivia volvió improcedente. Al ir a al Presidencia de esa República no olvidó, sin embargo, lo vinculado que estaba su nombre a la historia militar y política peruana. De Bolivia quiso hacer la Macedonia de América del Sur, según una de las cartas que ese mismo año escribió a amigos de Arequipa, y que, descubiertas, fueron publicadas como cuerpo de un verdadero delito. Pero, ¿por qué creer que tan solo una mísera ambición bullía en sus planes que resultaron tan tenaces? Acaso, al lado de ella, aleteaba el ensueño que, en leyenda de edades lejanas, representa Manco Cápac, el inca taumaturgo que emergió de las aguas del lago Titicaca para traer la unidad y la civilización a las tribus dispersas en las tinieblas de la ignorancia y de la discordia.
LA PRESIDENCIA DE SANTA CRUZ EN BOLIVIA.- Actas populares, espontáneas o dirigidas, reforzaron la decisión de Velasco en favor de Santa Cruz. Una lucida delegación fue a buscarle. Santa Cruz hizo entonces una declaración de afecto al Perú, donde tenía sus "mejores amigos", donde se sentía ligado "por la gratitud y también por la sangre", donde sus esfuerzos "protegidos por la fortuna han sido consagrados por el afecto". Pero tan hondos eran los males de Bolivia y con tan cordiales instancias se le llamaba de allá, que allá iba, si bien quería a Bolivia "siempre amiga del Perú". Madura estaba ya en su mente sigilosa la ambición de unir a ambos Estados, pero bajo la égida suya, que venía a ser ya, desde aquel momento, la égida boliviana. La logia masónica, fundada entonces en Puno para actuar en los dos países, evidencia cual era el juego de Santa Cruz. "Cuatro reales" había en el tesoro de La Paz cuando Santa Cruz se hizo cargo del poder. El país entero estaba en análoga falencia. Administración descuidada o empantanada, facciones en ebullición, ejército desorganizado y ensoberbecido, completaban el cuadro. El mismo día en que juró la Presidencia provisional (24 de mayo de 1829), promulgó Santa Cruz una ley de amnistía y derogó la Constitución de 1826 o vitalicia. A poco hizo pender la amenaza de la pena de muerte sobre la cabeza de los conspiradores con llamada "Ley del Conato". Efectuó algunos destierros. Reorganizó y depuró el ejército. En la Asamblea de 1831 renunció al mando que provisionalmente le había sido conferido en 1829, pero el poder le fue entregado otra vez, con el grado de mariscal y capitán general del ejército boliviano (hasta entonces era gran mariscal del ejército peruano y general del de Colombia, pero no figuraba en el escalafón del país cuya suprema magistratura ejercía). Aquí no paró la obsequiosidad de la Asamblea, manejada, como no podía ser menos, por Casimiro Olañeta. Le fue concedido además el título de "gran ciudadano restaurador de la patria". En lo que atañe al régimen interior de la República, puede mencionarse en la obra administrativa de Santa Cruz el establecimiento de escuelas lancasterianas; la creación de las universidades de La Paz y Cochambaba, del Colegio de Medicina de La Paz, del Colegio Nacional de Ciencias y del Colegio Militar; los planes para que jóvenes instruidos de los departamentos fueran a Europa; la fijación de las atribuciones de los prefectos, gobernadores, corregidores y alcaldes de campo; el arreglo de la hacienda, en la que resultaron ahorros considerables; la traducción y adaptación del Código Civil de Napoleón y del proyecto del Código Penal del diputado español Calatrava, y la formación del Código de Enjuiciamientos y de los códigos Mercantil y Minero, por comisiones especiales a