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Pedro Zulen

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Javier Prado

Javier Prado

en que las generaciones ascienden y se abisman y la fluctuación que acompasa la melodía interior del alma"(1) .

Aparte de su producción estrictamente filosófica, Iberico ha escrito trabajos de índole social y jurídica, muchos de los cuales están dispersos en revistas y diarios. Los de carácter jurídico comprenden informes y estudios de Derecho realizados como vocal de la Corte Superior de Lima, como delegado del Perú ante el Comité Jurídico Interamericano de Río de Janeiro y como catedrático de lógica jurídica en la Facultad de Derecho de la Universidad de San Marcos. Las lecciones dictadas sobre esta materia han sido recogidas en el folleto Principios de lógica jurídica (1943)

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En colaboración con Honorio Delgado ha publicado el Curso de psicología, que ha aparecido en España (1961). Hay además ediciones de Lima en 1933, 1936, 1941, 1945, 1953, 1958, 1961 y 1964. En este tratado, que recoge con sentido crítico las aportaciones de las disciplinas psicológicas, se sostienen, como principios rectores, los de la totalidad y de la forma.

Recientes escritos de Iberico son unos ensayos sobre la poesía de Vallejo y otro sobre la metáfora (1965).

Iberico profesó un amplio humanismo fundado en lo que él consideraba como la estructura de la vocación humana, a saber: la aspiración a realizar en el tiempo, o sea en la historia, las formas arquetípicas de la perfección espiritual. Aunque reconoció la importancia de lo social, se opuso a su predominio irrestricto, al animismo colectivo, y sostuvo que es la individualidad genial el resorte más efectivo de la renovación colectiva. La individualidad genial no implica necesariamente negación de lo existente, y al contrario, expresó Iberico, que la tradición viviente es el mejor alimento para la originalidad personal.

[ IV ]

pedRo Zulen.- La circunstancia de que Pedro Zulen muriera a los 30 años, en enero de 1925, la de que su obra quedó trunca y la de que no llegó a escribir un libro perdurable, pudieran hacer aparecer como injusta su presencia en esta lista circunscrita de figuras y aspectos del Perú. Sin embargo, Zulen tiene claros títulos para ser recordado. Simboliza, en primer lugar, el éxito del mestizaje chino-peruano. Su padre era un comerciante asiático al por menor y su madre una criolla. Por sus propios esfuerzos realizó estudios en la Universidad de San Marcos, y, no contento con ellos, los prosiguió en Estados Unidos, en la de Harvard, pues sintió, como Julio C. Tello, el atractivo de la más antigua institución de cultura superior en Norteamérica. Deberá recordársele, además, por su insistente, valerosa y límpida campaña a favor del aborigen en la Asociación Pro-Indígena. Aquí se perfiló como un apóstol y como un precursor de la renovación agraria. Pero en Zulen había, al mismo tiempo, finos quilates de catador artístico y de estudioso de la filosofía. Fue uno de los primeros en proclamar con arrogancia y júbilo el genio de José María Eguren. Y si al graduarse en la Facultad de Letras se atrevió a hacer la crítica de las teorías de Bergson, al ingresar en la docencia, entre 1923 y 1925, presentó un vasto cuadro de las corrientes filosóficas contemporáneas y allí demostró, en especial, su versación sobre el movimiento inglés y norteamericano. Fue acaso el primero que en el Perú habló de Bertrand Russell, con quien sostenía correspondencia personal. En su curso de lógica dio noticia (ha recordado Augusto Salazar Bondy) de las corrientes de la moderna lógica simbólica y la epistemología matemática y de la obra de Pierce, Schroeder, Peano, Russell y Whitehead. También es importante su contribución al conocimiento de autores y tendencias psicológicas (agrega Salazar Bondy) como la Gestalpsychologie, con Koffka, Koeler y Wertheimer y la psicología personalista de Stern, los

(1) Perspectivas sobre el tema del tiempo, pp. 97-98 (Mariano) iberico proFesó un aMplio HuManisMo Fundado en lo Que Él consideraba coMo la estructura de la vocación HuMana, a saber: la aspiración a realiZar en el tieMpo, o sea en la Historia, las ForMas arQuetípicas de la perFección espiritual.

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