en profundidad
DAVID LORENTE |
SK STYLE BARCELONA | SALON EFIMERO |
VEGERE |
Si las cartas de precios de los salones de peluquería contienen todas los mismos servicios; y la única variable es el precio, al final la tendencia del consumidor es a consumir allá donde puede comprar más barato. nuestro salón y el resto de los salones de peluquería. Significa que nuestros equipos trabajarán ante un mismo servicio con el mismo protocolo y eliminará las diferencias entre hacer el mismo servicio un lunes, cuando no hay trabajo y un sábado con una alta afluencia de público a nuestro salón, porque estaremos influenciados por el compromiso del tiempo que hemos determinado. La profesión de peluquero es rica en imaginación, creatividad, estética, pero no siempre el resultado de una buena gestión se va a concretar en disponer de dichas cualidades, sino en proponer al cliente lo que necesita enriqueciéndolo de una formación continua y con una buena estrategia de comunicación. He citado como ejemplo la restauración, una profesión y un oficio que hasta hace poco padecía los mismos errores que sufrimos nosotros. Como país cuántas veces nos hemos preguntado por qué una pizza es más famosa que un gazpacho. ¿Porqué es más conocido mundialmente el Jamón de Parma que el Jamón Serrano, cuando no hay punto de comparación? En el mundo actual, hacer bien las cosas no es garantía de éxito. A título de ejemplo citemos “el perfume”. El perfume se dice que nació en Egipto quemando maderas aromáticas para ofrendarlo a los dioses y parecerse más a ellos, pero donde realmente eclosionó fue en la Francia del siglo XIV, cuando empezaron a cultivar plantas aromáticas y nacieron los primeros laboratorios perfumistas. En aquella época hemos de pensar que la higiene o el baño se practicaba dos veces al año, por lo que el perfume más que un toque de distinción
y glamour era una forma de apagar los efluvios corporales de una clase poco amiga de mantener su higiene corporal y con pocas oportunidades para hacerlo. Hoy es una industria de internacional, reconocida que sirve para desprender un olor agradable y no para enmascarar carencias ya citadas. Un perfume hoy más que un precio tiene un valor. Lo que no se vende, no existe y vender lo mismo que los demás nos crea un bucle de precios en el que caemos todos, porque nadie se diferencia. Creo que ha llegado la hora de aprender de nuestra profesión amiga, la restauración y empezar a tener ofertas diferenciadas con nuestros clientes que agradecerán, fidelizarán y romperán la rutina de servicios iguales sea cual sea el salón donde caigamos.
Lo que no se vende, no existe En el mundo actual, hacer bien las cosas no es garantía de éxito
Gonzalo Fuster-Fabra. Abogado www.fusterfabra-abogados.com
