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Habilidades Impulsadoras
by PMI-México
Se habla de un Liderazgo Colaborativo y tal vez se pierde de vista la figura del líder, si bien, en este concepto de formar equipos colaborativos, se piensa en decisiones bajo un consenso, también habría que tomar en cuenta un voto de calidad, liderar un equipo lleva implícito que alguien debe dar línea a seguir, esa línea a veces se torna muy delgada, tan delgada que pondría en riesgo el rumbo que sigue el equipo. El líder tiene la responsabilidad, compartida o no, de llegar a “puerto seguro” con el equipo y el proyecto.
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Bajo los pilares que caracterizan el liderazgo colaborativo como son: confianza, empatía, adaptación y comunicación, se debiera incluir entre líneas que, en cada uno de ellos, si se pierde la guía de un líder, podría este equipo, lejos de visualizar la participación de todos como un conjunto, llegar a la percepción de “navegar” sin rumbo. Hay una figura encargada de alinear, ya sea a la ideología de una organización o al valor de un proyecto, delimitar estos puntos de vista.
La confianza que genera un líder y que lleva a la empatía de todos los miembros del equipo, estableciendo la comunicación activa y configuración de la misma, logrando una adaptación de todo el equipo, incluso cultural, puede estar basada en el conocimiento. Este último, pareciera quedarse de lado en este concepto de colaborativo. Nuevamente la frontera entre jefe y líder, bajo un entorno colaborativo se vuelve o muy delgada o muy borrosa. Bien un jefe dentro de cualquier entorno se caracteriza por actuar de manera operativa, más allá de un conocimiento, su función está relacionada con la figura de un proyecto en beneficio de la organización, incluso con poca visibilidad del cómo y enfocado en el resultado final. Mientras que el líder, debe encontrar la manera de unir esfuerzos para, si bien lograr el fin último, caminar en el cómo con todo su equipo. Esto, se logra sin duda, en un ambiente de colaboración, en donde se conserve la inspiración de lograr el éxito de un proyecto o bien, un proyecto exitoso.
De tal manera que hay un conocimiento general que colocó al líder como esa figura, que habrá de coordinar esfuerzos, habilidades y conocimientos, de todo el equipo de trabajo, en una colaboración constante entre ellos, en un intercambio de conocimiento. La pregunta sería, si en ese liderazgo colaborativo, en el que todas las opiniones se escuchan, ¿se ejecutan todas las opciones? Si la respuesta es un no, es porque hay un conocimiento del tema o de la organización que está en el líder y se guía hacia el objetivo final.
Durante esas “votaciones” colaborativas, cada miembro del equipo aporta su conocimiento del tema o del proceso para lograr un objetivo común. Justo es en este punto, donde en efecto, valorando el conocimiento grupal, podríamos decir: “Conocimiento adquirido y no compartido, no tiene sentido”.
En un liderazgo colaborativo, es importante unir los elementos de empatía, de adaptación y comunicación, basados en la confianza, esta última, se vuelve el hilo con el que se entrelazan todos los puntos que llevan a desarrollar equipos capaces de compartir un conocimiento, junto con ello lograr un crecimiento que, sin lugar a dudas, llevará a la formación de más líderes.
¿Un líder nace o se hace?, tal vez se desarrolla, con un punto de partida, el conocimiento y la capacidad de “compartirlo” con el equipo. De tal manera, que un día el líder, simplemente como todo buen director de orquesta, al recibir el aplauso, da un paso atrás y presenta a la orquesta, donde cada uno aportó su conocimiento y logrando la confianza de cada uno -entre ellos mismos y su líder-, ninguno tiene que voltear a ver el momento correcto para su participación, el equipo entero -orquesta- saben que tienen un líder, que desde el conocimiento, -compartido y colaborativo-, indicará el momento exacto de participación de cada uno. Es entonces, que se tiene así un sólo conocimiento, el de equipo y colaboración.
Conjuntar entonces las características de un líder, como podrían ser: motivación, creatividad, orientación, capacidad para resolver problemas; con la empatía, capacidad de adaptación y comunicación -incluso guiada-, es a través de la confianza, misma que se da desde el conocimiento y la capacidad de transmitirlo a un equipo y ser receptivo del conocimiento del equipo y de la misma manera de transferirlo entre todos y adoptarlo como propio, cada uno de ellos, aporta, aprende y crece.
No perder de vista que un Liderazgo Colaborativo, es capaz de fomentar y aprovechar el talento de diferentes actores en su equipo, con características calificadas muy distintas, con la capacidad de tomar decisiones de equipo, desde la consciencia de no afectación, ni al proyecto ni al equipo. Con la finalidad de tener lo mejor para el proyecto y la organización, en la aportación de más ideas, más conocimiento y es entonces, que el líder colaborativo es capaz de orientar cada propuesta hacia la etapa adecuada del proyecto. Cuando el conocimiento logra un balance y el equipo completo, se enfoca en el mismo objetivo. Desde el conocimiento compartido en un ámbito colaborativo.
Lograr un Liderazgo Colaborativo será un trabajo de toda la organización, en donde a través de una jerarquía reconocida y basada en el conocimiento, se incremente la comunicación entre los equipos de trabajo, alineando desde los elementos culturales hasta los medios y frecuencia de esta comunicación, las escalas métricas para generar la importancia de las aportaciones de ideas entre los miembros del equipo. Esta transición deberá ser lo más suave posible, para que sea adoptada por la organización y no sólo por un equipo de trabajo y mucho menos una imposición.
Compartir conocimiento, para que tenga sentido, haberlo adquirido.