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Olga Malaver: Mudanza a Sentidos Nuevos

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Charles Simic

Charles Simic

Mudanza a SENTIDOS OLCA MALAVER

NUEVOS

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"No existe más historia que la del alma" Saint-John Perse

Fernando Linero Montes

La existencia únicamente tiene autenticidad o significación si se está facultado para descubrir en la línea misma de lo menudo la aparición de lo imprescindible. En otras palabras, si se es capaz de escudriñar la realidad y encontrar fronteras presentidas sólo por uno. Es esto lo que hace un auténtico poeta. Al escribir exhibe una herramienta extraordinaria que le sirve para soportar el viaje de la vida: la palabra poética. Ella le asiste -y nos asiste- a la hora en que hay que despojarse de esa saturación existencial que sentimos a menudo y que paraliza; hace de algún modo las veces de hierba curativa; ayuda a pasar de un momento a otro, de un año a otro año, estableciendo así una especie de tránsito de las preocupaciones; cómo por temporadas se extenúan y así también, cómo se superan.

Acaso aquí esté la clave para entender el significado que encierra el título de este libro: Mudanza a SENTIDOS NUEVOS; una clara alusión a la transformación de la aptitud, que puede ser una señal de que se ha encontrado algo o de que por lo menos existe al interior una re-visión de las relaciones con el mundo; un nuevo modo de enfrentarse con lo fundamental porque: Cada cosa empotrada / en un negro vacío / puede ampliar su espectro.

Todo poema es una introspección, algunas veces más refinada que otras, que siempre hace acotación a la bitácora de viaje de un hombre y que en el fondo no es otra cosa que una prueba de su existencia. Los que ahora nos competen están de pie sobre la tierra y, como un hombre, miran hacia sí mismos sin rechazar lo circunstancial, lo casual, lo otro; poseídos por la necesidad de comprender.

Como si hubiesen sido escritos para ser recitados en voz baja, tienen el recato del que se guarda de dar todas las claves. Su voluntad de moderación vibra en el seno de lo menor, donde la sensibilidad se extravía en los múltiples matices de lo imperceptible, llevada por la espléndida turbación de la lucidez.

Separándose de los seres y las cosas para mejor observarlas, les enriquece con el fino dardo de la ironía: Sin duda los poetas / tienen varios corazon es / el que tienen se lo sitúan / de diversas maneras / Yo conocí uno /

que lo llevaba en los pies; descubriendo aspectos que otros no alcanzan a ver, y mostrándonos a un tiempo, cómo a través del sarcasmo se puede llegar a intuir también lo superior, sin negación, con algo de desfacha tez pero sin llegar nunca a la acidez: Las mariposas / clavadas con alfileres / no son mariposas / sin embargo el coleccionista / se tomó el trabajo de llevarme / hasta su villa / para presentarme con orgullo / lo impresentable ...

Vueltos sobre sí, llegan sin mayor esfuerzo, a lo más parecido a una toma de conciencia, no sólo de la palabra y la idea, sino de la intensidad de lo simple, gracic.s ¿,J privilegio de la claridad. La levedad de que están dotados no busca afirmación, simplemente se posa allí donde el poeta detiene su mirada y el resultado es un discernir apacible, libre de locuacidad, lleno de agudeza y profundidad y con el tratamiento respetuoso del que sabe con certeza que la palabra es el único respaldo.

Es este un libro con una visión amable de la vida, sin lamentaciones ni censura, en el que todo lo observado se considera con dignidad, llanamente, sin accesos de lirismo; revelándonos, a veces con pesar, el fondo irracional de los actos: El absurdo es más antiguo / que la tierra ...

De tono uniforme, transparente reflexión, y aceptación sin sufrimiento, sus cuestionamientos no desmoralizan al lector, sino por el contrario le sumergen en un tipo de ejercicios de superioridad ayudándole a retomar sus propias averiguaciones, sus secretas dudas. Ésta es la gran virtud de Mudanza a SENTIDOS NUEVOS, su conciencia de que

POEMAS DE OLCA MALAVER

Las raíces no toman agua congelada quizás por eso no encuentro mi palabra inicial en la primera mañana de mi historia esa más vieja que cualquier memoria

Siempre tengo como único nivel original lo más cercano: esta hoja de papel que es puente entre un espíritu de danza y la entrega a lo divino

Quizás ahora la hoja sin olor ni voces riega mis raíces con lloviznas de arco iris porque percibo un ánimo de mi primer mañana: no de palabras pero sí de risas.

Este es mi cielo

Pescar es apacible y puede ser satisfactorio si los peces pican el anzuelo En ese instante yo me siento en el cielo y no espero otro distinto

Lo inmediato es la hoja en blanco

todas nuestras agudezas y todas nuestras baratijas reposan en el fondo del poema y derivada de ella su amplia generosidad, que nos advierte - en un tiempo en el que vemos con tristeza cómo el hombre se queda vacío sin lo mejor de sí- la obligación de estar por encima del espectáculo, y la de convertir la gravedad de lo cotidiano en liberación, merced a la distancia y al sosiego. Q

Bogotá, marzo de 2002.

Lo digo con respeto: no deseo la historia que me cuenta el catecismo que un cielo me estará esperando si abandono el furor y la impaciencia

No puedo revestirme de un aire franciscano.

¿Será la música?

Mis pies sobre las piedras traen palabras con música de tierra erosionada

No digo que las piedras tengan alma digo que me siento erosionada porque al pisar la piedra no sé si he vuelto si nunca he estado aquí o si regresando al comienzo me perdí

¿ O será que estoy frente a la música que siempre nos hará volver?

El tren de los sueños tiene estaciones fijas a él subimos con la carga invisible que nos deja el día

El aduanero extrae los objetos: unas veces los acomoda espaciados y de género indistinto otras veces los presiona sin cesar como si estuviera anestesiado por la especie y pretendiera dejarnos sin respiro

Antes de ingresar a la estación es bueno aligerar la carga no con un examen de conciencia sino con una magia de instintos livianos y capaces de hacer levitar aun el control del aduanero.

Los pies traen el olvido

Sin duda los poetas tienen varios corazones o el que tienen lo sitúan de diversas maneras

Yo conocí uno que lo llevaba en los pies porque saca ba a caminar sus versos: los llevaba silbantes por las calles a las marchas obreras de protesta y a las capillas nacientes de tierra apisonada

El corazón de sus pies tenía un marcapasos para los ritmos y la musa no disminuía sus quehaceres

Concluí que él vagaba con el fin de echarle más olvido a sus sentidos para que su mente no se enfermara de conceptos.

Mudanza a SENTIDOS NUEVOS

Contemplo ... Exploro ... espero y veo cómo una chispa luminosa se inflama ante mis ojos cual un balón de escaques anaranjados y rojizos

No me impresiono lo mismo pudo sucederle a Eva cuando le hincó el diente a la manzana

Tal vez ella quiso tener acceso a la parte sur del paraíso y no quedarse anclada como un dietista que sólo conoce vegetales

Cada cosa emprotada en un vacío negrq puede ampliar su espectro

Y cuando esta luminosidad clara y oscura pasa por la mente queda la sensación de haber mudado los sentidos a sentidos nuevos

Ahora, si esto quieres nombrarlo de otro modo llámalo la metamorfosis o transmutación -no esquizofrenia-.

Oiga Malaver. Armenia, Colombia, 1941. Reside hace 45 años en Villavicencio. Ha publicado los libros de poemas: Más poemas sobre el amor (1985), El mismo poema (1998), Esa sustancia tenue (2001) y Mudanza a SENTIDOS NUEVOS (2002).

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