Prensa obrera diciembre 2017

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SI VOTAS POR GUILLIER

TE SALE UN PIÑERA Y VICEVERSA

LOS TRABAJADORES NO DEBEN VOTAR POR ELLOS En la primera vuelta de la elección presidencial, Piñera superó a Guillier por un margen de votos mucho menor al esperado, lo que indica la debilidad de la candidatura derechista. Para la segunda vuelta, ni Guillier, ni Piñera presentan programas que den solución a los problemas de fondo de los trabajadores, sino todo lo contrario: van por defender a los privatizadores de la educación, las AFP y todo el régimen político-institucional heredado de la dictadura. No hay un mal menor que apoyar: la corrupción, las políticas privatizadoras y en contra de los trabajadores están presente en las dos candidaturas. No hay un choque de principios entre ellos, son variables del mismo polo: el de la clase capitalista. Por esto los trabajadores NO DEBEN VOTAR POR ELLOS.

El Frente Amplio hoy llama a votar por Guillier, traicionando el mandato de los trabajadores y la juventud que los votó con la expectativa de romper con la política privatizadora de la Nueva Mayoría, tratando de meterlos detrás de uno de sus enemigos. Hacemos un llamado a los trabajadores a luchar por construir una alternativa política propia e independiente de las variables capitalistas y a votar en segunda vuelta blanco, nulo o abstenerse. Frente a la etapa política que abre, es urgente que una alternativa obrera y socialista se presente con un programa que enlace las aspiraciones populares con un gobierno de los trabajadores y saque adelante todas las luchas planteadas en las fábricas y en las calles contra el gobierno que venga.


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EDITORIAL

PRENSA OBRERA DICIEMBRE 2017

La trampa de la segunda vuelta presidencial para los trabajadores

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a derrota electoral de la Nueva Mayoría (NM), con Alejandro Guillier a la cabeza (22,7%) frente al derechista Sebastián Piñera (36,6%), en la primera vuelta presidencial, plantea una nueva transición política en el país en el marco de una aguda fractura económica, social y política. El régimen político que buscó darle una salida pactada a la dictadura y planteó una política de protección de la herencia pinochetista (asentada en el uso de planes de asistencia social en un cuadro de confiscación extrema del salario)se está viniendo abajo en medio de un cuadro económico marcado por la caída de los precios de cobre, de las inversiones y del crecimiento económico. Políticamente el derrumbe de NM quedó a la vista con la participación de dos candidatos de esta coalición en la primera vuelta: Guillier levantado principalmente por el PC y el PS, y la demócrata cristiana Carolina Goic.

Derrumbe de la Nueva Mayoría La descomposición de la Concertación-Nueva Mayoría ha dado como resultado la emergencia tanto de variantes derechistas como izquierdistas. Piñera aparece como la primera opción para relevar a la actual mandataria Michelle Bachelet, con una orientación económica y política que se asemeja crecientemente a la que venía desarrollando NM. Pero, contrariando las encuestas, el resultado electoral que logró la derecha fue menor a lo pronosticado. La gran sorpresa fue la elección del Frente Amplio (FA). Beatriz Sánchez, cosechó el 20,3% de los votos, quedó tercera, casi segunda pisándole los talones a NM. El retroceso electoral de NM fue capitalizado por FA, indicando la debilidad de la candidatura derechista.

Piñera no cumple con las expectativas Mientras el gran capital esperaba un triunfo holgado de Piñera en primera vuelta-que reforzara las tendencias derechistas en América Latina (golpe que desplazo a Dilma y asunción de Temer en Brasil, triunfos electorales de Macri en Argentina)- el margen de votos entre este y Guillier fue menor al esperado, abriendo la posibilidad que sea derrotado en segunda vuelta por un alineamiento de fuerzas en su contra. Al apoyo de la DC, se suma el reciente anuncio de Beatriz Sánchez: “mi voto es contra Piñera y por eso voy a votar por Alejandro Guillier”.Una derrota de Piñera significaría un balde agua fría para la derecha continental. Los planteos de Piñera post primera vuelta han desarrollado aún más los vasos comunicantes con el programa de Guillier bajo el discurso de profundizar una “agenda para la clase media” con el objetivo de disputar al electorado de “centro de la NM”. En materia de AFP declaró que es necesario “reformar el sistema”. Mientras Guillier plantea el continuismo de la propuesta de Bachelet introduciendo un aporte patronal del 5%, donde el 3% iría al aumento de las bajas pensiones y el otro 2% a un ‘fondo solidario’ para subsidiar las jubilaciones de sectores más postergados; Piñera propone que ese mismo 5% vaya solo a reforzar las Jubilaciones

pero que no sea financiado por la patronales, sino por un subsidio estatal. Ambos mantienen el sistema privado de las AFP. Piñera también planteó subsidiar parte de la deuda educativa de los créditos CAE a los sectores en mora imposibilitados de seguir pagando, asemejándose a la propuesta ‘reformista’ de Guillier. Las dos candidaturas burguesas plantean “reformas” en las cuales el Estado es el que sale a rescatar los grupos capitalistas en crisis, las AFP, la educación privada y los bancos. Rechazan la perspectiva de la expropiación de los capitalistas que esquilman el estado y la gratuidad de los servicios.

Las dos candidaturas burguesas plantean “reformas” en las cuales el Estado es el que sale a rescatar los grupos capitalistas en crisis, las AFP, la educación privada.

El Frente Amplio

Con nueve meses de existencia, este frente electoral democratizante logró canalizar parte importante de los votos históricos de la concertación, con el discurso de “representantes de los movimientos sociales”, “con manos limpias” contra los casos de corrupción y contrarios a la “vieja política”. El Frente Amplio (FA) ha ensanchado su representación parlamentaria a veinte diputados. Estamos frente a un viraje a la izquierda en la elección parlamentaria. El FA ha hecho pública su adhesión a las “reformas” del gobierno catalogándolas de “progresistas”, así lo hizo con la “beca de gratuidad”, la reforma laboral antihuelgas y hasta con aspectos de la reforma que busca rescatar a las AFP. Al mismo tiempo se llamaron a silencio frente a políticas antiobreras como el salario mínimo de miseria que el gobierno negoció con la burocracia del PC en la CUT, la criminalización de las huelgas y el incremento de la deuda pública. Los parlamentarios del FA no han presentado ni una moción en contra de estas medidas. El fuerte carácter populista y democratizante de este frente policlasista ha marcado que su programa se presente como un “rejunte” de reivindicaciones “ecologistas”, “feministas”, “laborales”, “estudiantiles”, “animalistas”, “regionalistas”, con una metodología que apunta a sustituir el antagonismo de clase y la lucha por un gobierno de los trabajadores por la lucha “contra el neoliberalismo” y por la “democracia”. Se pronuncian contra la “casta política” y plantean su sustitución por sus candidatos que vienen “con las manos limpias” y están dispuestos a cobrar “como un docente universitario” -o sea, una depuración del personal político dentro del marco del social vigente. En momentos donde la descomposición capitalista se profundiza, proponen convertir en “bienes públicos” a la salud, la vivienda y la educación sin tocar al capitalismo. Se han preocupado de sostener que todas sus medidas programáticas se ajusten a la legalidad vigente. El FA, como furgón de cola del concertacionismo, ha demostrado en su corta vida, tener en su ADN la misma tendencia a tomar reclamos populares de forma testimonial, vaciándolos de un contenido clasista y


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de combate, como ha sucedido con el programa de la Coordinadora NO+AFP, donde no han movido un dedo para garantizar la continuidad de la movilización. Han hecho lo mismo con el apoyo a la “beca de gratuidad” y la condonación de los créditos CAE (de Aval Estudiantil) donde han llegado, más lejos que los dos candidatos capitalistas, a plantearsudisposición a salvar los bancos con el pago íntegro de los créditos en mora de los deudores educativos (casi la mitad de la cartera).

La tarea estratégica

El Frente Amplio se perfila como una adaptación de las formas de contención de las masas y acuerdos con los privatizadores en el marco de la nueva realidad. Afirmaron la confluencia del FA con el ala “progresista” de la Concertación. Invocan hoy el “fantasma de la derecha” como extorsión contra los trabajadores y argumento para apoyar en segunda vuelta a Guillier. A semanas de la segunda vuelta vemos como avanza la cooptación política de la Nueva Mayoría al FA en un camino de colaboración de clases.Esto no ha pasado inadvertido para un sector importante de adherentes del FA que han sido protagonistas de las últimas luchas sociales, que se resisten y se oponen a este apoyo al candidato oficialista y reivindican y defienden la existencia de una fuerza política independiente de la Concertación. El FA canalizó el descontento con la NM,de quienes buscaron una salida independiente. El FA con su llamado de apoyo a Guillier, no solo deja en claro su adaptación al concertacionismo sino que, además, dividen a los trabajadores y la juventud que salió a luchar metiéndola nuevamente detrás de uno de sus enemigos. Entre los dos candidatos que van a la segunda vuelta no hay un choque de principios, los dos se juegan a rescatar a los capitalistas

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y que la crisis la paguen los trabajadores. Son dos variables de la política privatizadora y llevarán adelante planes de guerra social contra las masas. Por esto los trabajadores NO DEBEN VOTAR POR ELLOS.

...en la ausencia de una candidatura obrera que se presente como una oportunidad de agitar un programa socialista en la perspectiva de desarrollar un reagrupamiento revolucionario, nuestro llamado es a votar en blanco, nulo o abstenerse. La segunda vuelta ha desarrollado un importante proceso de deliberación política entre los trabajadores que fueron a votar y también en los que no lo hicieron. En esta perspectiva, y en la ausencia de una candidatura

obrera que se presente como una oportunidad de agitar un programa socialista en la perspectiva de desarrollar un reagrupamiento revolucionario, nuestro llamado es a votar en blanco, nulo o abstenerse. El 17 de diciembre veremos el recuento de fuerzas entre dos variantes capitalistas. Cualquiera sea el ganador, va a tener que pasar por la prueba de pilotear la crisis, cuyo alcance y magnitud excederá holgadamente las posibilidades de los dos contendientes. El desarrollo de la izquierda revolucionaria dependerá decisivamente de la comprensión de fondo de la etapa política que se abre, donde es necesario que se presente con un programa que enlace las aspiraciones populares con la lucha por un gobierno de los trabajadores y desarrollando frente al gobierno que venga las iniciativas de lucha política con una delimitación implacable respecto del concertacionismo en descomposición y las variantes patronales. Después de cuatro décadas, estamos frente a una nueva etapa política que reclama desde sus entrañas una transformación social de fondo con un programa y un plan de lucha parido en las fábricas y las calles al calor de la crisis con una alternativa obrera y socialista. Esto solo será producto de la irrupción de los trabajadores en la escena política, retomando sus métodos históricos de lucha y forjando una expresión política propia, un Partido Obrero.

Comité Editorial Prensa Obrera Diciembre 2017


Mujer

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No es la respuesta al movimiento de mujeres

Elecciones y Paridad de género L

a coyuntura electoral ha dado cuenta que el conjunto de los candidatos, tanto de la derecha, como la Nueva Mayoría (NM) y el Frente Amplio (FA), han tenido que enfrentar reclamos que las y los trabajadores han puesto en la calle: masivas movilizaciones contra las AFP, por una educación gratuita y de las mujeres liderando el Ni Una Menos, que marcaron un antes y después del movimiento de mujeres en Chile. Las elecciones recientes estuvieron marcadas por nuevas normativas impulsadas por Bachelet y NM. Una fue la aplicación de la paridad de género en la conformación de las listas de candidaturas al congreso, propagandizada como una herramienta para “equilibrar la representación de las mujeres en el campo de la política”. Los programas que encabezaron Piñera, Guillier y Sánchez, estuvieron marcados por la instalación de la “paridad de género” como una respuesta a las reivindicaciones del movimiento de mujeres, señalando que los orígenes de los problemas de las mujeres se centran en la desigualdad institucional y la participación general de las mujeres en los distintos ámbitos. Según su planteamiento, llevar adelante políticas de paridad de género, sería un primer paso hacia la conquista de las reivindicaciones de las mujeres.

No es problema de género, es de clase

La paridad de género, es una política de encubrimiento y lavada de cara al régimen opresor. El criterio de paridad de género establece que en las listas de candidaturas al Congreso, el porcentaje total de un género no puede ser menor al 40% ni superior al 60% lo que obliga a los partidos políticos a reforzar la presencia de mujeres como candidatas. Además, establece un incentivo económico para los votos obtenidos por representantes femeninas. El contexto electoral que se caracterizó por una constante agitación de políticas género, encubre que ninguna de las tres fuerzas políticas busca una verdadera salida a la crítica situación que cruza al conjunto de las mujeres trabajadoras, donde las cifras de violencia de género y femicidios se acrecientan cada día más. Este ajuste que se realiza para la conformación de listas parlamentarias y por promover la equidad de género en el congreso no es más que políticas de reglamentación oportunista para los partidos políticos, los cuales no buscan una salida a las reivindicaciones de las mujeres. La paridad de género no da respuesta al aborto legal, a la ausencia de derechos laborales, a los femicidios y a ningún tipo de expresión de violencia sistemática hacia el conjunto de las mujeres trabajadoras. Sino una “respuesta” subordinada al régimen social que encubre y profundiza la violencia.

...el de la mujer no es un problema entre géneros sino un problema de clases, que solo encontrará salida cuando se ataquen los pilares que sostienen el régimen social que explota a las mujeres trabajadoras.

La igualdad de género no toca un ápice de los pilares del régimen social que explota, precariza y mata a las mujeres trabajadoras. Hemos tenidos dos gobiernos encabezados por una presidenta mujer y la violencia hacia las mujeres aumentó, las cifras de femicidios se acrecientan cada año y los derechos no aparecen. El gobierno incluso creó un Ministerio de la Mujer. Más y más maquillaje, pero el contexto no ha cambiado, sigue profundizándose cada día más. En palabras sencillas: el de la mujer no es un problema entre géneros sino un problema de clases, que solo encontrará salida cuando se ataquen los pilares que sostienen el régimen social que explota a las mujeres trabajadoras. La paridad de género es un voladero de luces, en donde el conjunto del movimiento de mujeres no puede caer: hay que defender el plan de lucha que la calle ha inscrito.

Organización y lucha independiente de las mujeres trabajadoras Las políticas de igualdad de género y/o de paridad responden a una concepción de corrientes liberales del feminismo que niegan con ello los orígenes obreros y clasistas que tiene la lucha de la mujer, que va de la mano de la lucha por la conquista de un gobierno obrero. Estas concepciones que amparan las principales fuerzas políticas del país, son la herramienta cooptadora que necesita el

régimen para sacar a las mujeres de las calles. El movimiento de mujeres debe develar las verdaderas intenciones que encubren este tipo de políticas que se muestran como un avance. Las conquistas de las reivindicaciones de las mujeres no serán concedidas por los gobiernos capitalistas que defienden el régimen que explota y oprime a las mujeres trabajadoras. Serán arrancados por la lucha. Defendamos un movimiento de mujeres trabajadoras independiente que luche por un programa obrero y socialista de las mujeres, delimitándose de los partidos patronales, la iglesia y el Estado. Luego de la masiva movilización el 24N en conmemoración del día “Contra la violencia de la mujer”, comencemos a preparar el 8 de marzo que además de dar cuenta de la fuerza del movimiento de mujeres y que la lucha sigue más vigente de nunca, tendrá que enfrentar el siguiente gobierno, ya sea Guillier o Piñera. Ambos ampararán el régimen social opresor: el único camino que encuentra la victoria del movimiento de mujeres será en la lucha por la transformación social dirigida por el conjunto de la clase obrera.

Camila Millaray


Políticas

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Esta es la elección que vale para los trabajadores

¡Un millón de votos contra las AFP! Plan de lucha para imponerlo E

l 1 de octubre se realizó el plebiscito “autoconvocado” por la Coordinadora de Trabajadores “NO + AFP”. Los votantes debían escoger entre un “sistema de reparto solidario” que ponga fin a las AFP o un “sistema de capitalización individual” que mantenga el modelo actual. De 1 millón 70 mil votantes, el 1,74% lo hizo por las AFP y el 96,76% manifestó su rechazo. ¡Abrumador! La agitación contra las AFP y el despliegue de miles de activistas para realizar el plebiscito representó una importante movilización popular. Aunque es necesario señalar que esta no tiene comparación con las masivas marchas: el 26 de marzo más de 2 millones marcharon en todo el país en rechazo a la propuesta de reforma gatopardista de Bachelet al sistema de pensiones.

medida concreta de lucha. Sánchez llama de forma abierta a votar por Guillier. ¿Coincide con la propuesta jubilatoria de NM? El principal objetivo tanto del gobierno como de la derecha en medio de la crisis jubilatoria, donde el 90% son menores a $150.000 mientras que solo 6 de las AFP ganaron $116.000.000.000 solo entre enero y marzo de este año, es mantener este sistema de ‘capitalización’ en pie. La finalidad de las AFP no es entregar pensiones, sino mantener un fondo de capitalización de la industria financiera y el gran empresariado a costillas del ahorro forzoso de los trabajadores, en medio de la bancarrota capitalista en curso.

Nueva Mayoría y derecha unidos por la defensa de las AFP

Mesina y el Ejecutivo nacional de la CNT NO+AFP

Desde hace un año, millares se han manifestado para exigir el fin de las AFP, obligando a que el Gobierno anunciara una reforma “responsable”planteando un aumento del 5% del aporte a cargo de los patrones, y formar un fondo solidario para subsidiar las jubilaciones más bajas. El gobierno frentepopulista de la NM no pretende revertir la contrarrevolución social pinochetista que significó la instalación de las AFP. Se esfuerza por salvar esta estafa contra los trabajadores. Guillier se presenta a la segunda vuelta como el continuismo de Bachelet en defensa de las AFP. Plantea que los privados “tienen que seguir jugando un rol” y la idea de una AFP estatal para competir con el “monopolio de las AFP”. Esto último para cooptar a quienes votaron por el Frente Amplio. El Ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre,tuvo que salir rápido a decir que la propuesta de la CNT NO+AFP es inviable. Piñera desconoció el rechazo del plebiscito a las AFP-no le cree “nada, ni una palabra”. Plantea Esta es la elección que vale para los trabajadores una ‘reforma’ calcada a la de la Concertación en cuanto al aumento de cotización,pero no sobre las patronales, sino como subsidio estatal. Ambos preparan también un aumento de la edad jubilatoria. La CUT dirigida por la burocracia del Partido Comunista en alianza con la Democracia Cristiana, está alineada con la reforma de Bachelet y ha mantenido completa distancia de las movilizaciones. Beatriz Sánchez, del FA después de “plegarse” a la lucha contras las AFP, no ha propuesto ni una

El vocero de la CNT NO+AFP y dirigente sindical de la Confederación Bancaria, Luis Mesina, manifestó por los medios terminado el plebiscito que “fuimos superados por las expectativas que teníamos”. Pero… con el correr de los días, no se realizó ningún llamado la movilización. Se ha entrado en una situación de desmovilización dejando que el centro lo ocupen las promesas falsas de los candidatos patronales. Messina se limitó a sostener que es necesario que los trabajadores “sigan cambiándose al fondo de pensiones E”. Ante las elecciones se dedicó a negociar con los bloques burgueses, alternativa que puede incluir una AFP estatal. Mientras asumió una posición formalmente “apolítica” frente a la segunda vuelta sin fijar posición, posó el 30 de noviembre con los diputados electos del Frente Amplio, los mismos que han llamado a votar por Guillier, llamando a levantar una “jornada de protesta”. La jornada fue totalmente testimonial y un retroceso en la movilización contra las AFP.

Plan de lucha de los trabajadores El programa de la Coordinadora NO + AFP, que plantea un aporte patronal del 9% y busca reducir el aporte de los trabajadores del 13% actual al 9% y coloca el reclamo del reemplazo de las AFP por un nuevo sistema público de “reparto solidario”, se presenta en este cuadro como una reforma progresiva, significaría un paso adelante. Es por esto, que desde el Partido Obrero Revolucionario apoyamos el plebiscito, pero lo hicimos conscientes de que es

necesario que esta lucha sea tomada como un eje de unidad del movimiento obrero, donde sean sus organizaciones las que se pongan a la cabeza retomando el camino de la acción directa para que pueda triunfar. La lucha por la jubilación es una lucha por el salario, donde el aporte jubilatorio es un salario diferido y debería ser pagado íntegramente por el capitalista. Desde el POR intervenimos agitando este programa colocando el eje que las AFP sean expropiadas sin pagar un peso de indemnización a los parásitos capitalistas especuladores, por la restitución de los aportes patronales y eliminación de la contribución a cargo de los trabajadores, porque los fondos en poder de las AFP sean transferidos a un nuevo organismo estatal de pensiones, bajo gestión directa y control de los trabajadores activos y jubilados, y que la pensión suba al 83% del salario del trabajador en actividad para cada jubilado. Para que triunfe la lucha por NO+AFP es necesario que sea tomada como un eje central por el movimiento obrero, sus organizaciones sindicales, en estrecha unión con las asambleas comunales. Las direcciones burocráticas enfeudadas con el gobierno de NM no apoyan la lucha por la derogación de las AFP. El PC enquistado en la CUT se coloca como principal bloqueo burocrático en esta lucha. Todas estas cuestiones deben ser discutidas de cara al Tercer Congreso de la CNT NO+AFP, que se realizara en la cuidad de Copiapó el viernes 12 y sábado 13 de enero. Este proceso deliberativo ya comenzó: decenas de sindicatos y comunales están desarrollando sus procesos pre-congresales, discutiendo sobre la proyección de la situación política nacional, el balance de la actividad de la Coordinadora y sobre los problemas de organización. Es urgente que en los sindicatos, confederaciones y centrales obreras del país se conformen comités de fábrica y empresa para adherir a la lucha por el fin a las AFP y para que, junto a los representantes de las asambleas comunales, puedan participar de forma activa en el Congreso de la CNT, para avanzar en la perspectiva por un plan de lucha con métodos de acción directa, hacia la huelga general para derogar definitivamente las AFP de la estafa.

Vitoco La Rosa


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Furgón de cola del concertacionismo

La capitulación del Frente Amplio

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osterior al derrumbe de Nueva Mayoría (NM) y la incapacidad de la Derecha de ganar en primera vuelta, la emergencia del Frente Amplio (FA) capitalizando un inesperado 20% del balotaje, ha generado un debate pintando como progresiva la candidatura de Guillier frente a Piñera, para apoyar al primero. Candidatos como MEO y Goic, ya lo han hecho, y ahora se ha sumado el FA. Analicemos que hay detrás de esta campaña ‘’Anti Piñera’’ y que consecuencias trae.

El FA en las elecciones El FA se presentó como nueva alternativa política al ‘’Duopolio’’ de la Nueva Mayoría y Chile Vamos, poniendo énfasis en la renovación de los políticos corruptos. A pesar que el FA apoyó las reformas de Bachelet tildándolas como ‘’progresistas’’, desde el congreso o los movimientos sociales. Se plantean como una nueva forma de hacer política, a través de ‘’procesos participativos’’ que ya estaban pauteados por el FA y que por cierto, pueden cambiar la ‘’forma’’ de elaborar un programa. El ‘’fondo’’ consiste en hacer de la asistencia social del Estado (‘’derechos sociales’’, bonos, becas, subsidios) su centro, tal cual la Concertación en estos años. Una fórmula que propone el FA para financiar ‘’los derechos sociales’’, es a través de un impuesto del 2% a ‘’los super ricos’’ (más de 5 millones de dólares en ganancias por año). El FA no plantea terminar con la explotación capitalista, sino redistribuir mínimamente su riqueza: un viejo planteo impotente. Se han proclamado adherentes a las luchas sociales -derechos de la mujer, inmigrantes, laborales, estudiantiles, regionales, ambientales- apuntando al equilibrio entre distintas clases sociales, sustituyendo intencionalmente la lucha de clases. Lo han hecho con una intención populista de canalizar el descontento social con la crisis del régimen y ponerlos nuevamente dentro de los márgenes del mismo. Su objetivo declarado ha sido conformar una bancada parlamentaria amplia que conquiste estos derechos, de manera ‘’responsable’’ y ‘’respetuosa’’ según sus dirigentes y buscan un camino de cooptación de los movimientos sociales subordinándolos al congreso,

llevando al pueblo a un camino de derrota ya transitado años atrás. Se autoproclamaron como una alternativa diferente a NM, y además de repetir su programa respetuoso de la institucionalidad heredada de la dictadura y de la política económica concertacionista, terminan llamando a votar a Guillier en segunda vuelta sin la menor de las vergüenzas, volviendo a caer en el precipicio del cual proclamaron pretender salir, llamando a sus votantes a tomar ese mismo camino, que solo significaría una nueva derrota para los trabajadores.

El FA pretende volver a poner como furgón de cola de la concertación a miles de luchadores sociales descontentos con el actual gobierno, el régimen político y sus partidos, que vieron en ellos la posibilidad de una alternativa independiente.

Colaboración de clases y Centrismo Con todos los colores del arcoiris y mucha demagogia, el FA consiguió 20 diputados y 1 senador. Casi todas las expresiones políticas de ‘’tercera vía al duopolio’’ que se han presentado en el país en los últimos años (Juntos Podemos, Marcel Claude, etc.) no habían conseguido superar el 10% y menos conseguir una bancada de este calibre. El éxito electoral obliga a los frenteamplistas a tomar posición con respecto a la segunda vuelta y un próximo gobierno (o cogobierno), ya no de manera testimonial sino influenciando a la población.

FA: Tanque de Oxígeno para la concertación en su decadencia

El MDP de Mayol, el Partido Poder, Partido Humanista, Pirata, Liberal y Revolución Democrática dieron ‘’libertad de acción a los votantes’’ señalando que no son dueños de los votos: aunque señalan su rechazo a Piñera, ‘’se niegan a hacer un apoyo explícito a Guillier’’. Lo hacen por la negativa. Los primeros en expresar esta posición de extorsionar al pueblo para que vote por Guillier (para que no salga Piñera), fueron los diputados electos Claudia Mix (PODER), Miguel Crispi (RD) y Giogrio Jackson (RD). Esta última señala: ‘’Nos hubiese encantado a nosotros tener ese papel en este balotaje —nos faltaron apenas 2,43%—, pero evidentemente la responsabilidad de que no haya un Gobierno de retroceso la tiene Guillier y el oficialismo. Ojalá —ojalá—, ellos sean capaces de seducir al electorado del Frente Amplio’’. La UNE, IL e IA han optado por ‘’dialogar con Guillier’’. IA ha tomado la iniciativa: Francisco Figueroa señala que elaborarán una propuesta que tensione a Guillier a

compromisos de reformas como terminar con las AFP y el CAE. Facilitando aún más - en palabras de G. Jackson el diálogo entre el candidato y la población. Maquillan al oficialismo. RD y MA señalan estar ‘’en período de deliberación’’ aún cuando han expresado abiertamente que un gobierno de Piñera sería un retroceso y uno de Guiliier una posibilidad de profundizar reformas. Otro maquillaje. El Partido Igualdad y Ecologista Verde se han declarado oposición al próximo gobierno y restaron su apoyo a cualquiera de los dos candidatos. En vista de todas estas expresiones de apoyo de los líderes y dirigentes del FA a la candidatura de Guillier, la autonomía política del FA frente a la NM no aguanta los hechos ni antes ni después de la elección. El FA pretende volver a poner como furgón de cola de la concertación a miles de luchadores sociales descontentos con el actual gobierno, el régimen político y sus partidos, que vieron en ellos la posibilidad de una alternativa independiente.

Levantemos una alternativa obrera y socialista Si Piñera tiene opción de llegar a La Moneda es por responsabilidad de la NM, ya que estos últimos llegando al gobierno aplicaron todas las medidas políticas y económicas que les impusieron. Cogobernaron con la derecha votando junto con ellos decenas de proyectos de ley en contra del interés popular. En estas elecciones estuvo ausente una representación política de los trabajadores en términos de sus intereses inmediatos e históricos: terminar con la explotación capitalista a través de un gobierno de los trabajadores. El POR denuncia a las candidaturas de Guillier y Piñera en esta segunda vuelta como dos variantes capitalistas, en donde votar por alguna de ellas solo significará un engaño a los trabajadores de mejorar sus condiciones de vida. Llamamos además de abstenerse, votar nulo o blanco, a la defensa de la independencia política de los trabajadores frente a las fuerzas burguesa. Lucharemos por levantar una alternativa política de los trabajadores desde todos los puestos de trabajo y estudio, ya que Guillier y Piñera pretenden que los trabajadores paguemos la crisis del país. Invitamos a todos aquellos que vieron en el FA una alternativa independiente, a organizarla realmente en una oposición estratégica a la burguesía y sus variantes de colaboración.

Ernesto Gajardo


Políticas

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Fin de año: Ganancias para el capital en educación, pérdidas para los docentes

Centenario de la Revolución Rusa

La toma del poder E

l II Congreso de los Soviets inició sus sesiones el 25 de octubre (7 de noviembre) y sancionó la toma del poder. Pocas horas después, la Guardia Roja tomó el Palacio de Invierno y detuvo a los miembros del Gobierno Provisorio. La insurrección había culminado: el gobierno de los Soviets y del partido bolchevique eran un hecho. La conjunción entre las operaciones militares y la proclamación soviética constituyó el nudo de la estrategia que siguió el partido bolchevique en estos días decisivos. Las operaciones militares se desarrollaron a partir del lunes 23, a cargo del Comité Militar Revolucionario del Soviet de Petrogrado (CMR). Tuvieron un protagonista predeterminado: la fuerza política de la insurrección era el proletariado, en primer lugar, el proletariado de San Petersburgo y su vanguardia, el barrio de Viborg. Fue el punto de partida de la ofensiva. Esta ofensiva se organizó a partir de tres puntos de apoyo: una influencia y un control creciente de los soldados de la guarnición; la Guardia roja y los marinos del Báltico. A partir del Soviet, los bolcheviques lograron quebrar la antigua estructura militar de comando y ganaron la adhesión de la mayoría de la tropa, con una red de comisarios políticos. La Guardia Roja se extendió a partir de Viborg a todos los barrios. El día 22, una conferencia centralizó 20.000 miembros armados; otros estimaron el número en 40.000. Los marinos del Báltico contaban con su propio poder de fuego. El día 24, el gobierno lanzó una ofensiva represiva y clausuró los diarios bolcheviques. El CMR respondió de inmediato: reabrió los diarios, ocupó los puentes, las estaciones, las centrales eléctricas y de comunicaciones y dispersó el Preparlamento. El cerebro político de este desenvolvimiento fue León Trotsky, con la autoridad del Soviet de San Petersburgo y la adhesión de la población trabajadora y la guarnición.

A las 14:35 del 25 de octubre, Trotsky abrió la sesión del Soviet y anunció desde la tribuna: “En nombre del CMR, declaro que el gobierno provisorio no existe más!”. En medio de su discurso, Lenin hizo su aparición; la sala se levantó y lo aplaudió estruendosamente. Los dos líderes bolcheviques estaban en la tribuna y Trotsky le cedió la palabra a Lenin, quien afirmó: “El Gobierno Provisional ha sido depuesto. El poder del Estado ha pasado a manos del Comité Militar Revolucionario, que es un órgano del Soviet de diputados obreros y soldados de Petrogrado y se encuentra al frente del proletariado y de la guarnición de la capital. Los objetivos por los que ha luchado el pueblo -la propuesta inmediata de una paz democrática, la supresión de la propiedad agraria de los terratenientes, el control obrero de la producción y la constitución de un Gobierno Soviético- están asegurados. ¡Viva la revolución de los obreros, soldados y campesinos!”.

El II Congreso de los Soviets En el II Congreso de los Soviets, de acuerdo a la Comisión de Control, se acreditaron 670 delegados, de ellos 300 bolcheviques, 193 socialistas revolucionarios (más de la mitad eran de su ala izquierda), 68 mencheviques, 14 mencheviques internacionalistas y otros agrupamientos menores. Los bolcheviques requirieron de los socialistas revolucionarios de izquierda para constituir una mayoría. Las deliberaciones del congreso duraron hasta el día 27. Fueron 30 horas de un congreso llamado a alumbrar un nuevo poder. ¿Qué poder y qué programa? La alternativa era: gobierno “socialista” del conjunto de las organizaciones soviéticas para ejecutar un programa democrático o gobierno revolucionario de los bolcheviques y sus aliados para un programa de paz, pan y tierra. Martov, en nombre de los mencheviques internacionalistas, hizo moción por un gobierno democrático unificado. Fue bien recibida y aprobada por unanimidad. La

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derecha menchevique lanzó una ofensiva, atacó a los bolcheviques y pidió la negociación con el gobierno. La izquierda reaccionó vigorosamente y la unanimidad se esfumó. Los mencheviques y los socialistas revolucionarios de derecha decidieron retirarse del congreso. Martov insistió. Trotsky defendió la insurrección. El debate se polarizó entre estas posiciones y la sesión se suspendió a la madrugada. Poco después cayó el Palacio de Invierno. El congreso se reanudó con un Gobierno Provisorio que había dejado de existir. Nadie defendió a Kerensky. Los mencheviques internacionalistas, a su vez, abandonaron la sala. Lounatcharsky subió a la tribuna y leyó el manifiesto de Lenin “A los obreros, a los soldados, a los campesinos”, que fue finalmente aprobado por una mayoría abrumadora, con 2 votos en contra y 12 abstenciones. Era el programa del nuevo poder soviético. El congreso aprobó luego los decretos de Lenin sobre la paz y la tierra, abolió la pena de muerte, constituyó un gobierno exclusivamente bolchevique, nominado como Consejo de Comisarios del Pueblo: Lenin era su presidente; Trotsky quedó a cargo de las Relaciones Exteriores; Lounatcharsky, de Educación. Convocó a elecciones de Asamblea Constituyente para el 12 de noviembre. El nuevo gobierno fue luego objeto de negociaciones con los conciliadores y los sindicatos ferroviarios y de correos, además de un fiero debate interno en el partido. Con extrema dureza se replanteó el enfrentamiento con Kamenev y Zinoviev, a los que Lenin amenazó con la exclusión. Una fórmula final fue alcanzada en las primeras semanas de noviembre, con un gobierno que contó con la participación de ministros socialistas revolucionarios.

Roberto Gramar

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ada noviembre, cada diciembre, la gran mayoría de los docentes del país comenzamos una etapa caracterizada por el miedo, la angustia y la incertidumbre de no saber si van a tener trabajo al año siguiente. Sabido es para los docentes de todo el país que los despidos y los ceses de contrato no tienen relación con una evaluación del desempeño; muchas veces el despido y el cese es totalmente injustificado, sin argumentos, lo que – obviamente – se presta para toda clase de arbitrariedades y persecuciones de la patronal municipal y privada, escondiendo desde razones laborales, políticas hasta incluso desacuerdos técnicos pedagógicos entre docentes y directivos, por lo que la más simple disidencia se convierte en peligro para la patronal educacional. Las decisiones de los despidos están principalmente en los propietarios de las escuelas, colegios y liceos, sin obedecer a criterio alguno de orden pedagógico evidenciando la precariedad y la hiperexplotación en el rubro. Todo esto ocurre en el marco de un Código del Trabajo que precariza y desprotege con el contrato fijo y el despido por necesidades de la empresa y por la existencia de un gremio atomizado y desorganizado, principalmente por las mismas razones antes señaladas, es decir la persecución laboral permanente a los docentes. Esta condición es agravada por la existencia de una burocracia sindical que no está dispuesta a poner en la palestra estos temas, como el aspecto estratégico de la propiedad de los establecimientos educacionales. Al cierre de esta edición, el Colegio de Profesores de Maipú denuncia un despido masivo de docentes de las escuelas municipales de la comuna, afectando a las escuelas más vulnerables, bajo el pretexto de bajos recursos, con la política de fusionar cursos y así disminuir al personal docente de las escuelas. Maipú es solo una muestra de lo que ocurre todos los fines de año en todo Chile. La situación de los docentes de escuela se hace extendida también a los docentes de preuniversitario y a los docentes a honorario de las universidades, todos – hoy en día – bajo un régimen de precarización, que incluye el contrato a plazo fijo y el subcontrato. Ante ello hacemos un llamado a estar alertas, a organizarse, a organizar comités docentes en defensa del trabajo. En ese sentido, urge el levantamiento de una organización central y única que defienda el derecho al trabajo y al salario y empuje la lucha contra la propiedad privada y la explotación, causa basal de la precariedad y la desigualdad. Urge el levantamiento de una organización sin faccionalismos, organizada desde la base, siguiendo las lecciones de la lucha de 2014 y 2016. Sabemos que un nuevo gobierno, sea del signo que sea, no va a cambiar esta condición, ni la desmunicipalización ni la carrera docente plantean un cambio sustancial a favor de los docentes. Todas estas condiciones son una herencia de la dictadura y de 27 años de régimen de cogobierno concertacionista y derechista. Por eso no representan solución alguna, sino solo la profundización del problema. Por eso hacemos un llamado a la lucha a poner fin al régimen privado en educación, traspasando todas las escuelas y liceos bajo la tutela del Estado, a través del Ministerio de Educación y bajo el control de los trabajadores, y régimen de cogobierno con apoderados, estudiantes y comunidad escolar.

Rodrigo


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Internacional

PRENSA OBRERA DICIEMBRE 2017

A ocho años del golpe, elecciones fraudulentas y una multitudinaria movilización popular

Honduras: crisis de los golpistas e impotencia (crónica) del nacionalismo burgués

L

as elecciones del 26 de noviembre en Honduras pusieron de manifiesto que el gobierno derechista surgido del golpe parlamentario del 2009 sigue siendo incapaz de lograr una victoria por medio del voto popular. Los comicios tuvieron lugar en un contexto de censura y persecución política a la oposición y el proceso electoral se desarrolló mediante un fraude desembozado. A pesar de la fuerte regimentación del proceso electoral por parte del oficialista Partido Nacional –que incluyó la compra de votos y la manipulación de los resultados en regiones enteras–, con el 60% de las urnas ya escrutadas el candidato opositor Salvador Nasralla le estaba ganando al actual presidente y candidato a la reelección Juan Orlando Hernández por casi 5 puntos de diferencia. A partir de ese momento, un corte de luz y “un problema en el sistema de cómputos” hizo caer la información del escrutinio, para volver 12 horas después con un resultado dado vuelta en favor de Hernández. Semejante estafa desató movilizaciones multitudinarias y frenó el escrutinio por más de una semana. El gobierno llamó al toque de queda y la represión ya se cobró 11 muertos, además de cientos de heridos y detenidos.

Economía de guerra y régimen de excepción Tras el golpe que destituyó a Manuel Zelaya la derecha emprendió no una, sino ocho ofensivas de ajuste contra el pueblo trabajador. Las medidas se popularizaron con el nombre de “paquetazos” –una combinación de tarifazos, privatizaciones y endeudamiento–, que fueron aplicados a expensas de una enorme resistencia popular. La constante suba de tarifas e impuestos que implicaron los paquetazos, con el consecuente traslado a toda la cadena de precios, representó una gran pérdida de poder adquisitivo para el conjunto de los trabajadores. El alcance de las privatizaciones incluyó decenas de empresas estatales, la educación, la salud y los recursos naturales. Tras nueve años de gobierno, el resultado de este plan económico “al servicio de la inversión” -macrismo extremo- está bien en las antípodas del “hambre cero” y el pleno empleo. Por el contrario en Honduras hay un déficit fiscal y comercial estructural, una pobreza del 66% (la segunda más alta en América después de Haití) y la mitad de la población está desocupada o subempleada. Un panorama desolador que contrasta con los beneficios que se embolsaron los bancos gracias a la fortuna puesta por el Estado en el pago de intereses y refinanciamiento de deuda (para el 2018 se proyectó el 14% del presupuesto para este rubro). Pero el ítem del presupuesto público con un mayor aumento en estos años fue el gasto militar: entre 2010 y 2016 el presupuesto en Defensa aumentó 160% y el de Seguridad 102%. Es y que los “paquetazos” no vinieron solos sino que fueron implementados por medio de un régimen de excepción, fuertemente represivo e incapaz de respetar las garantías democráticas más básicas. Según Amnistía Internacional “la situación de los derechos humanos en Honduras se deteriora a un ritmo escalofriante”. Human Right Watch advierte que “el país presenta una de las tasas de homicidios más altas del mundo” y que “entre los más vulnerables a actos de violencia se incluyen periodistas, activistas campesinos y defensores de derechos LGTBI”. Entre 2014 y 2015, 21 periodistas fueron asesinados por sicarios y muchos otros

perseguidos por la justicia y censurados (Ariel D´Vicente fue condenado a tres años de prisión por “difamación”). El año pasado el asesinato de Berta Cáceres, una destacada militante indígenacampesina, generó una gran conmoción y puso sobre el tapete la lucha que se libra en el campo contra las “Zonas Especiales de Desarrollo” –un eufemismo que refiere a la entrega lisa y llana de tierras y recursos naturales que afectan a comunidades enteras, fundamentalmente indígenas. Las tasas de criminalidad en Honduras son entre 6 y 10 veces más altas que el promedio mundial. Las denuncias contra la policía y el ejército por abusos –incluidos asesinatos, secuestros, tortura y violaciones– no pueden ser disociadas de su estrecho vínculo con el narcotráfico, que en general se encuentra entrelazado con todas las instituciones del Estado. En octubre de 2016 capitanes del ejército, alcaldes, jueces, empresarios y funcionarios fueron incluidos en una lista de la justicia norteamericana como sospechosos de estar asociados al cártel del Atlántico. La investigación envolvió al propio hermano del presidente “Tony” Hernández. Meses antes de las elecciones el FMI dio sus congratulaciones a la marcha de la economía hondureña. Claramente los bancos y el gran capital internacional, junto a los narcos y la oligarquía, son la principal base de sustentación del régimen.

¿Tropezar tres veces con la misma piedra? Igual que en el 2009, la Organización de los Estados Americanos (OEA) oficia de mediadora entre ambos bandos y puso a la cabeza de su misión diplomática al ex-presidente boliviano “Tuto” Quiroga, un tipo con la versatilidad suficiente como para denunciar la reelección de Evo Morales en Bolivia como un acto tiránico y defender en simultáneo una reelección fraudulenta de Hernández en Honduras en aras de la “pacificación nacional”. La OEA –definida por el Che Guevara como el “ministerio de colonias del imperio yanqui”– jugó un rol crucial en la estabilización del golpe en 2009. Haciendo supuestas gestiones para reponer a Zelaya en el gobierno, fue el medio fundamental para imponer la victoria política de sus adversarios golpistas. El líder nacionalista accedió en 2010 a bajarse de las aspiraciones presidenciales gracias a un “acuerdo de reconciliación democrática”, dándole la espalda a las grandes luchas populares de resistencia contra el golpe. Repitió esta misma conducta en 2013, cuando aceptó el fraude que dio como ganador al actual presidente Hernández. Para las elecciones de este año, Zelaya conformó la Alianza de Oposición Contra la Dictadura, cuyo candidato a presidente, Nasralla, es un outsider conocido como “el señor de la televisión” (muy popular como periodista deportivo y como maestro de ceremonias de concursos de belleza) que antes de las elecciones se definía “como una persona de centro que tomo todo lo mejor de la ideología socialista, pero no los extremos. Y tomo todo lo mejor de la derecha, por ejemplo la libre empresa, el libre mercado”. Las declaraciones de este Scioli hondureño van en la línea estratégica que trazó Zelaya en el manifiesto de convocatoria a la Alianza, cuyo principal énfasis está puesto en que “los empresarios deben ser parte de esta cruzada democratizadora (...) donde pueden encontrar un ambiente para ver crecer su iniciativa creadora”. ¡Pero esos mismos empresarios fueron los que actuaron como promotores directos del golpe!

En este contexto no es de sorprender que el zelayismo y sus aliados por tercera vez consecutiva le den la espalda al enorme estallido social generado contra el fraude y el gobierno, y opten nuevamente por una salida “pacífica”, negociada con la OEA, que allana el camino para una nueva capitulación. Esta semana el Tribunal Superior Electoral ya anunció el final del conteo de votos a favor de Hernández, aunque aceptó demorar la proclamación presidencial en aras de un acuerdo político con la Alianza de Oposición. El balance de la experiencia hondureña es fundamental para los trabajadores de todo el continente, ya que se trató de un laboratorio para la implementación de los golpes de Estado por la vía parlamentaria para desplazar los gobiernos nac & pop latinoamericanos y sustituirlos por regímenes derechistas. Analizado en detalle, el proceso hondureño pone de manifiesto las miserias de unos y de otros. Más que nunca la derrota de la derecha y los golpistas depende de la capacidad de las masas de desarrollar una movilización independiente. “La ‘gobernabilidad’, en América Latina, se asienta, en lo fundamental, en la crisis de dirección de los explotados” (Jorge Altamira, Contribución a la 4° Conferencia Euro-Mediterránea, 21/05). ¡Abajo el fraude! ¡Fuera Hernández! Anulación de todas las contra-reformas y paquetazos impuestos por los golpistas.

Martín Sánchez

Más que nunca la derrota de la derecha y los golpistas depende de la capacidad de las masas de desarrollar una movilización independiente.


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