Apuntes del conflicto del Cenepa

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ÍNDICE DE CONTENIDOS 1.

DESCRIPCIÓN DEL TEMA ............................................................................................. 1

2.

PANORAMA ESTRATÉGICO ......................................................................................... 3

3.

LA SITUACIÓN TÁCTICA .............................................................................................. 7

4.

DESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN ................................................................................... 14

5.

SIGNIFICADO DE LA ACCIÓN .................................................................................... 17

BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................................... 21

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METODOLOGÍA DE ANÁLISIS DE BATALLAS CONFLICTO DEL CENEPA DE 1995 PRAXIS, Consulting 1. DESCRIPCIÓN DEL TEMA En diciembre de 1994, estallaron las hostilidades a lo largo del borde fronterizo del Alto Cenepa (adyacente a la Cordillera del Cóndor), una zona en litigio disputada desde tiempos históricos entre Ecuador y Perú. En el espacio de unas semanas, las hostilidades se intensifican y dan lugar a la que sería la última guerra en el continente sudamericano.

Ilustración 1: Zona sin demarcación del Alto Cenepa Fuente: (Gallardo, 1995, pág. 28) Sin embargo, el conflicto se debe a que las líneas de demarcación fueron imprecisas. Luego de que, en 1942, ambas naciones firmaran el Protocolo de Paz, Amistad y Fronteras, también conocido como el Protocolo de Río de Janeiro. Un proyecto llevado a cabo por una comisión 1


conjunta de países garantes, con el fin de calmar los desacuerdos a las hostilidades bélicas, estas naciones serían: Argentina, Brasil, Chile y los Estados Unidos. Ya para 1961, el Ecuador declara el Protocolo de Río como nulo e inaplicable y solicita su revisión. Al final, el límite está dado al 95% de su longitud. Solo una porción de 78 km. no estaba demarcada. A pesar de las protestas de Perú y las presiones de los países garantes el conflicto se desata. Desde entonces, se han producido regularmente discrepancias entre los dos países, sin que haya una escalada de la violencia. Sin embargo, en varias ocasiones, y particularmente en torno a enero, las tensiones aumentan o incluso dan lugar a confrontaciones más serios. Este fue el caso en 1981 y 1991, cuando se desató el Conflicto del Falso Paquisha. Así, durante los primeros meses de 1995, el conflicto se intensificó y provocó que ambos países emprendan la guerra a mayor escala. Finalmente, las hostilidades concluyeron cuando los esfuerzos de mediación de los garantes allanaron el camino para la apertura de conversaciones diplomáticas que llevaron a la firma de un acuerdo de paz definitivo el 26 de octubre de 1998. Dicho acuerdo de paz, fue seguido por la demarcación formal de la frontera el 13 de mayo de 1999 y el final del despliegue multinacional de tropas MOMEP (Misión de Observación Militar para Ecuador y Perú), lo que efectivamente puso fin a una de las más largas disputas territoriales mantenidas desde que estas naciones surgieron a la vida republicana.

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2. PANORAMA ESTRATÉGICO a) Causas del conflicto Entre las causales del conflicto fue determinante la adjudicación y disputa de territorio en ambos bandos beligerantes debido al desacuerdo con el Tratado limítrofe del Protocolo de Río de Janeiro de 1942, en donde Ecuador declara la nulidad del acuerdo bilateral sostenido. Por lo que evidentemente, se generó falta Ilustración 2: Obus de 105mm (Alto Cenepa)

de consensos diplomáticos o sustentos suficientes que demuestren con claridad la

Fuente: (El Comercio, 2018, pág. 23) pertenencia a una de las naciones la zona en litigio. Los desacuerdos que mantenían ambas naciones desde que se declararon soberanas, incitó las amenazas del mantenimiento de las hostilidades y avanzadas sobre territorio en disputa. Así, el ataque aéreo peruano de 1981, incitó a que el Ejército ecuatoriano realice y emprenda la instalación de tropas sobre puestos de avanzada en la línea limítrofe que bordeaba el río Cenepa. En especial, sobre la Cueva de los Tayos, Base Sur y Tiwintza. b) Comparación de los principales antagonistas 1) ¿Cuáles eran los factores políticos, económicos, religiosos, sociales y tecnológicos? Para entonces, Ecuador y Perú tenían un panorama diferente del Protocolo de Río de Janeiro. Para Perú, su resolución era aplicable tal como está. Mientras que, para Ecuador, se requería 3


renegociar durante varios años, lo que Perú siempre rechazó. Sin embargo, el período posterior al conflicto de 1991, está marcado por una cierta desinversión de Perú en la región del Cenepa, que se ilustra por la falta de respuesta al despliegue gradual del Ejército ecuatoriano. Ante esto, el presidente peruano, Fujimori, multiplica reuniones en el exterior y propone una solución pacífica a la disputa con Ecuador. De hecho, esta actitud busca aliviar al Estado del peso de algunas cuestiones externas, como la prioridad dada por el gobierno peruano en la lucha contra los grupos terroristas subversivos, principalmente Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. Aunque, para 1994, ninguno de los dos países seguía dispuesto a abandonar sus reclamos de tierras. Más que solo la oposición en un tema territorial, las sociedades de los dos Estados, en el pasado, estuvieron profundamente marcadas por la guerra de 1941. Este evento, que se considera “un triunfo militar para Perú (el primero desde la independencia), y como una humillación nacional para Ecuador” (Lebrun, 2015, pág. 42). Esto tuvo importantes repercusiones en los antagonistas. De tal manera que, estos son elementos clave en la construcción del patriotismo, en ausencia de un verdadero nacionalismo, que penetra tanto en la población como en los responsables políticos o militares, se cataloga como resultado de este legado histórico, de donde emana la desconfianza mutua entre ambas naciones. Ahora, las características internas comunes a ambos Estados han estallido en una actuación del mantenimiento de las hostilidades beligerantes en el sentido de que llegó a cuestionar la teoría de que las democracias, no necesariamente, hacen la guerra. En realidad, el carácter democrático de Ecuador y Perú es bastante relativo e incluso discutible en gran medida, especialmente en el caso del Perú. “En 1992, Fujimori hizo su compra estatal y, a pesar del establecimiento de una nueva Constitución pocos meses después, faltaba la naturaleza

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democrática de las instituciones: control de la prensa, el parlamento, la justicia, etc.” (Ejército del Perú, 2016, pág. 104). Además, dentro de estos dos Estados, el Ejército sigue siendo una institución central que conserva un peso considerable, tanto a nivel de toma de decisiones como en términos de popularidad en la opinión pública. En Ecuador, “el Ejército es la institución nacional más popular” (Espinoza, 2018, pág. 6). Y si bien se esperaba reducir la proporción del presupuesto asignado, que va de la mano con la privatización parcial, el conflicto permite bloquear estos proyectos. En cambio, en Perú, existió según Biato (2016): Una cercanía personal entre los generales y el presidente Fujimori. Incluso si los elementos son bastante vagos, parece que los militares se benefician de una creciente capacidad de iniciativa, especialmente cuando se trata de exigir la evacuación de los soldados ecuatorianos de la región de Cenepa, en detrimento de las instituciones (Biato, 2016, pág. 12).

En un contexto de Estados democráticos no completados con una multitud de problemas internos, donde hay un patriotismo que tiene un impacto significativo en las personas, el conflicto con un actor externo puede aparecer como un elemento unificador que puede permitir la legitimación del poder. “Los Estados que carecen de soberanía interna, tienden a ser demasiado débiles en su soberanía externa en un esfuerzo por compensar sus debilidades internas” (Marcella, 1995, pág. 62). Adicionalmente, existe un factor social razonable, tomado en consideración como la única excepción notable a las previamente mencionadas como la de los activistas ambientales que demandaban, entonces, la protección de la zona de combate. Lo que, se enfocó nada más para encontrar un apoyo político, en los gobiernos de turno.

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2) Objetivos estratégicos nacionales Los objetivos estratégicos nacionales radicaban a nivel político para Perú, en el intento por reafirmar la fortaleza que el país gozaba en el pasado reciente marcado por grandes crisis: económica, terrorista, etc. Por lo que su victoria, debe legitimar el poder en su lugar adecuado. De tal manera que, el deseo de mantener el territorio del Cenepa en el área de la soberanía del Perú también es un deseo de reequilibrar la "presión ciudadana" en la frontera. Este deseo se deriva directamente de la apuesta de un "honor nacional", particularmente importante en Perú debido al patriotismo latente. (Biato, 2016, pág. 18). Para Ecuador, la carga simbólica también es importante. Es necesario apoderarse del Perú, como una venganza contra el país que siempre ha estado en una posición fuerte en el pasado. El objetivo aquí, es poder ejercer la soberanía sobre el Valle de Cenepa. También es una constante en la política exterior de este país, maximizar las posibilidades que permiten el acceso a la Amazonía. Y que el Cenepa sea una buena oportunidad para lograr esto. Finalmente, Ecuador busca la maximización de su territorio con la esperanza de una frontera más favorable. (Gallardo, 1995, pág. 22). Además, a nivel militar, los objetivos son bastante similares para ambos países: cada uno busca dominar el territorio del Cenepa y aniquilar a sus respectivos enemigos. Ecuador quiere traer su frontera a lo largo del río Cenepa. Lo que implica, la destrucción de posiciones enemigas en este espacio. 3) Desempeño anterior de las fuerzas El desempeño previo de las fuerzas en conflictos armados, tuvo lugar en 1941. Cuando entonces, Perú aprovechó la debilidad de Ecuador para invadir una gran parte de su territorio y amenazó con ocuparlo si no le daba satisfacción a Lima con respecto a los territorios 6


amazónicos. Con casi 15,000 hombres frente a solo 3,000 soldados ecuatorianos mal equipados y mal preparados, Perú tiene un éxito militar y finalmente Ecuador cede a la presión de otorgar el territorio. (Biato, 2016, pág. 37).

Ilustración 3: Ejército Ecuatoriano a inicios de la Guerra del '41 Fuente: (Gallardo, 1995, pág. 54) Efectivamente, cuarenta años después, en enero de 1981, destacamentos ecuatorianos en la cordillera del Cóndor, fueron bombardeados por la poderosa aviación peruana. No sirvió de nada la intervención de la diplomacia continental para que se evitara esta absurda contienda (…) Mas tarde, en el año de 1991 se produce un incidente armado cuando tropas ecuatorianas construyen un destacamento a pocos metros del sector de Etza, que a su vez el Perú impugna, por considerar una violación de su soberanía. Provocando nuevamente la consabida tensión de los dos ejércitos. La invención de un pacto de caballeros con el propósito de solventar el difícil aprieto, no tuvo argumentos suficientes que hicieran prevalecer la cordura y la razón (Espinoza, 2018, pág. 11).

3. LA SITUACIÓN TÁCTICA a) Estudio del terreno y del tiempo atmosférico en el área de Batalla En el conflicto fronterizo entre Ecuador y Perú, pequeñas columnas de combatientes de la selva especialmente entrenados de ambos lados, se movilizaron a través del mismo terreno accidentado y boscoso donde no hay líneas de frente, ni tropas concentradas. Las unidades del

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tamaño de un pelotón de 30 a 40 soldados se enfrentaban, y cuando su emboscada terminaba, las tropas se desvanecían en el bosque escarpado. Lo que provocaba que fácilmente ambas partes beligerantes se entremezclen en la jungla. Los factores climáticos dificultaban los desplazamientos militares: “además de recibir ataques diarios y bombardeos nocturnos, también se tenía que lidiar con las condiciones climatológicas adversas como lluvias intensas” (El Tiempo, 2015, pág. 18). b) Comparación de fuerzas que se oponen en Batalla para verificar su efectividad en el combate

1) Fuerza y composición: Durante la primera emboscada, la composición de los recursos desplegados en el terreno va aumentando gradualmente, siguiendo un fenómeno de escalada que se intensifica particularmente hacia fines de enero de 1995. Inicialmente existe un desequilibrio entre las fuerzas peruanas y ecuatorianas. Si bien tradicionalmente se considera que Ecuador es el jugador más débil, goza de una posición más favorable que Perú, ya que, desde el punto de vista del posicionamiento geográfico, las fuerzas o el equilibrio de poder del Ejército peruano dificultan la movilización sobre el terreno, las montañas y la selva tropical del Amazonas, ya que no existe ninguna ruta en esta parte del bosque. También es un área periférica de Perú, relativamente aislada del resto del país. Las líneas de comunicación son largas y, por lo tanto, difíciles de mantener. Los ecuatorianos, en cambio, se beneficiaron de las fortificaciones ya establecidas en las alturas, mientras que sus líneas de comunicación son más cortas y están mejor protegidas. (Lebrun, 2015, pág. 8).

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2) Tecnología El Ejército Ecuatoriano está bien dotado con un punto de vista tecnológico, que contrasta radicalmente con conflictos previos, y domina las doctrinas que se refieren a ellos, beneficiándose de las enseñanzas estadounidenses. También tiene aviones (Kfir, 28 Sukhoi, Mirages), helicópteros (MIL-8, Pumas). Pero, sobre todo, para destruir la Fuerza Aérea Peruana, estaba equipada con armas antiaéreas automáticas y lanzadores de misiles antiaéreos portátiles. Las tropas ecuatorianas también están mejor preparadas que las del Perú: los soldados son de la región y tienen un buen conocimiento del terreno y las unidades se benefician de una buena logística con el reabastecimiento de combustible por carretera o por aire. Las cifras también son más numerosas: al comienzo del conflicto, se desplegaron 3.000 soldados ecuatorianos contra solo 2.000 peruanos.

Ilustración 4: Kfir Fuente: (El Comercio, 2018, pág. 3)

Ilustración 5: MIL-8 Fuente: (El Comercio, 2018, pág. 5) 9


3) Inteligencia El Ejército Ecuatoriano, “en la Zona de Combate del Valle del Cenepa, realizó operaciones especiales de inteligencia para localizar la ubicación de las tropas de la Brigada de Selva N° 21 Cóndor. Dos días después, se permitió a militares peruanos buscar, en conjunto las tropas antagonistas, a elementos de otra patrulla que se dispersó cuando se produjo un intercambio de disparos al ser sorprendida tratando de infiltrarse”. (Espinoza, 2018, pág. 34). Mientras que, las unidades peruanas comenzaron a convertir las bases de patrulla en destacamentos permanentes, intentando potenciar su accionar para expulsar a Ecuador de las bases de avanzada: Cueva de los Tayos, Base Sur y Tiwintza. Pero Ecuador, se mantiene en sostener que estos han sido destacamentos permanentes durante años, lo que dejaría al Ecuador sin acceso al Cenepa, un afluente del alto río Amazonas. Pero ciertamente, “la Inteligencia del Ejército ecuatoriano conocía que sus adversarios tenían planificado atacar bases nacionales con armamento pesado de tiro curvo (artillería, morteros)” (El Comercio, 2018, pág. 9), lo que facilitó evitar el ataque sorpresivo de sus rivales. 4) Liderazgo

Gral. Paco Moncayo Gallegos Comandante

del

Ejército

del

Teatro

Gral. Nicolás de Bari Hermoza Ríos de Presidente del CCFFAA y Comandante General

Operaciones, “estableció su Puesto de Mando en del Ejército, mantuvo una reunión con los Patuca, desde donde ejerció el Comando y Comandantes Generales de la Marina, Almirante Control de las Operaciones. Mientras que el Alfredo Arnáiz Ambrossiani, y de la Fuerza Gobierno Nacional puso a disposición del Aérea, General del Aire Enrique Astete Baca, a esfuerzo de guerra todos los recursos del Estado. fin de evaluar la situación e informar (como se Adicionalmente, se movilizaron y entrenaron a hizo desde el inicio de la crisis) al presidente las reservas, dotándolas del armamento y equipo Fujimori y al Consejo de Defensa Nacional. básico de acuerdo con las capacidades del país, y (Ejército del Perú, 2016). Su táctica de liderazgo con la participación de oficiales en servicio se basó en emplear helicópteros MI 8, MI 17 y

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pasivo, se organizó una correcta administración MI 25 para despojar la posibilidad de planear un de la zona del interior desde donde fluyeron los contrataque a las tropas abastecimientos. (Espinoza, 2018, pág. 24)

Tabla 1: Líderes de la guerra del Cenepa Fuente: (Gallardo, 1995, pág. 68) 5) Doctrina y entrenamiento Perú ha juzgado mal las capacidades de su oponente y se ha embarcado en una guerra por estar mal preparado. Además, como mencionamos, Perú tiene que enfrentar grupos terroristas en otras partes del país, lo que moviliza a algunas de las tropas. Como resultado, a fines de enero, las tropas que intentan infiltrarse en las posiciones ecuatorianas se ven obligadas a retirarse. La escalada continúa y los dos países intensifican la movilización con casi 100.000 hombres en el espacio de 6 semanas. Todos los componentes dentro de ambos ejércitos se están preparando para la posibilidad de un combate generalizado. Los tanques y la artillería están posicionados en el borde occidental, mientras que las diversas flotas están en alerta. En términos de medios, si consideramos todas las fuerzas de los dos países, la comparación se convierte en ventaja para Perú. El desempeño del Ejército Ecuatoriano, en la cuenca del Cenepa, apunta a la adaptación de los conceptos doctrinales de defensa activa y batalla aérea-terrestre de las fuerzas armadas de Israel y los Estados Unidos. Dicho entrenamiento sirvió como estrategia para potenciar “la sorpresa, el liderazgo, la calidad de las fuerzas oponentes, el respaldo de la población, las tropas, la prensa, la organización de las unidades en selva, la sanidad, el apoyo de combate, la movilización para la defensa en todo el territorio nacional, las reservas y la logística de las operaciones realizadas por las unidades en la Zona de Operaciones Sur-Este, provincias de: 11


Morona Santiago y Zamora Chinchipe, durante el conflicto bélico de 1995 en una zona geográfica selvática agreste.” (Espinoza, 2018, pág. 45), lo que motivó a emplear un balance táctico-logístico en cada una de las fases de emboscada. 6) Condición moral de la fuerza Con el lema: "Ecuador es un país amazónico y siempre lo será", sostenido por el entonces Ministro de Defensa, Gral. José Gallardo, se demostraba que la condición moral entre los miembros de las Fuerzas Armadas estaba vinculada al sentimiento de identidad nacional y el compromiso social de la inmensa pérdida territorial de la patria. Decisión que debía ratificarse en que jamás el Ecuador volverá a ser víctima del saqueo territorial, de la agresión contra su dignidad y su honor. Este incentivo, catapultó a las unidades de combate a que “la alta moral de las tripulaciones y personal pudiera permitir el cumplimiento de todas las obligaciones a cabalidad, optimizando el empleo del material aéreo dentro de los parámetros, procedimientos y normas de seguridad y eficiencia.” (Espinoza, 2018, pág. 105). 7) Sistemas de mando y control y comunicaciones En términos de fuerza y equipamiento, Ecuador está creando una sorpresa. De hecho, el ejército fue reequipado con equipos modernos: sistemas de comunicaciones VHF, dispositivos portátiles de localización por GPS, uso de satélites para localizar y determinar los objetivos que se derribarán. El propósito de la invasión fue terminar de una vez por todas la disputa fronteriza a través del hallazgo de los sistemas de mando. Ecuador no estaba preparado para la guerra, mientras que Perú se había estado preparando durante algún tiempo.

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c) Consideración de los posibles cursos de acción de cada antagonista Es improbable que Perú use su fuerza militar superior para ampliar el conflicto en una guerra fronteriza a gran escala, por lo que el curso de acción de las unidades peruanas desestima fácilmente la fuerte resistencia ecuatoriana en una guerra amplia que aumentaría los costos y bajas de Perú, lo que es imprescindible para poder prever un ataque sorpresivo o un contrataque preventivo. En esa coyuntura, tanques blindados, la acción de la artillería e intensos bombardeos de la aviación peruana desequilibraron las acciones. El sacrificio de oficiales y soldados de los dos ejércitos, el éxodo de ciudadanos civiles y la intervención de países americanos como garantes de un protocolo que desmembró territorio de un pueblo que confió en la equidad de un documento, constituyeron el epílogo de los intensos combates (Espinoza, 2018, pág. 11).

d) Identificación de los objetivos militares inmediatos Las fuerzas peruanas constantemente intentan determinar sorpresivamente el accionar de los objetivos militares inmediatos, afín de pretender desalojar a las unidades operacionales ecuatorianas de las bases fortificadas que rodean la cuenca del río Cenepa. Mientras tanto, las Fuerzas Armadas Ecuatorianas pretender proteger estas bases fortificadas mediante la destrucción de los intentos de infiltración peruana y la prevención de sobrevuelo de este territorio. De tal manera que, los propósitos esenciales e inmediatos se focalizaban en según Lekanda (2009): •

“Paralizar las continuas infiltraciones del Ejército Peruano, en lo que se consideraba territorio ecuatoriano, es decir el Alto Cenepa. Por este motivo, a pesar de haber tenido como propósito implementar cultivos ficticios en el terreno, se infiltrar tropas en la retaguardia de las bases de avanzada.

Mantener todos los puestos militares hasta el fin de la guerra, y después de haber desarticulado todos sus intentos tanto aéreos como terrestres, por adueñarse de los 13


mismos, causarles fuertes bajas materiales y humanas durante la guerra, que les impida tomar la iniciativa de ampliar la defensiva en la frontera, aún con su superioridad en hombres, material terrestre y aviones. •

Emplear la disposición de atacar potenciando al máximo las unidades de combate, cuestionando principalmente las habilidades en antecedentes bélicos previos.

4. DESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN

Ilustración 6: Disposiciones del conflicto Fuente: (Gallardo, 1995, pág. 68) a) Disposición de fuerzas al comienzo de la acción Las operaciones de combate se incrementaron, ingresando un escuadrón más a la zona de acción. Las necesidades de evacuación y el incremento de los requerimientos logísticos, por el aumento de personal, sumados al gran desgaste físico de los abastecedores, hicieron que se

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materialice un nuevo punto de distribución, construyendo un helipuerto denominado Rivera, desde donde se logró optimizar la entrega de abastecimientos. (Lekanda, 2009). En el sector de Base Norte, desde el comienzo de las operaciones y como consecuencia de la proximidad de ese punto con relación a las fuerzas de Agrupamiento Táctico de Selva Miguel Iturralde, se solicitó servidumbre logística a la Brigada de Selva N° 21 Cóndor, procedimiento que fue aprobado. Es necesario mencionar, que dicho procedimiento funcionó esporádicamente, obligando a la Brigada de Fuerzas Especiales Alfaro hacerse cargo de la responsabilidad de abastecer a los combatientes de ese sector (Espinoza, 2018, pág. 38).

b) Descripción de los momentos claves en Batalla Desde 1991, Ecuador decidió aumentar su presencia física en el Valle de Cenepa. Construyen tres bases fortificadas (Tiwintza, Cueva de los Tayos, Base Sur) con artillería sustancial y protegidas por minas. A pesar de esto, Perú no reaccionará hasta fines de 1994. El 12 de diciembre, un comandante del batallón peruano se reúne, como es costumbre para evitar un conflicto, con su homólogo ecuatoriano. El comandante peruano luego declara que los ecuatorianos deben abandonar el área porque será ocupada al final de la semana por las fuerzas peruanas. Lo que es un ultimátum, directamente abordado por los militares. Dos días después, se producen enfrentamientos entre las unidades de combate de los dos países. A medida que pasan los días, los eventos se suceden. Este es el primer evento serio en la frontera fue una situación que sorprendió a los dos gobiernos. El día 11, nuevamente se llevaron a cabo tiroteos. El día 12, Ecuador protesta contra la violación de su territorio. Perú aumentará el sobrevuelo de la región y construirá infraestructura, incluido un helipuerto. Al mismo tiempo, continúan los incidentes entre patrullas, incluida una nueva captura de una patrulla peruana por parte de soldados ecuatorianos. Finalmente, el 26 de enero, y sin que haya una declaración de guerra, comienza el combate: el ejército ecuatoriano ataca a los soldados peruanos ubicados en el alto Cenepa.

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Así que nos encontramos en una situación de crisis que está empeorando, con la proliferación de eventos coercitivos y violentos, mientras que, durante más de un mes, se ha caracterizado por una cierta restricción en el uso de la fuerza. Sin embargo, desde el 26 de enero, la lucha implica medios cada vez más importantes en equipos y hombres. La situación de beligerancia podría tender hacia la guerra total entre los dos países con, como lo veremos más adelante, la movilización de miles de hombres. En cualquier caso, los dos Estados, que reclaman el mismo territorio que limita con Cenepa, parecen decididos a defenderlo. También es la expresión de una rivalidad que tiene una dimensión histórica latente. Sin embargo, el conflicto seguirá siendo limitado: se limita geográficamente a la región de Cenepa y la lucha no afecta al resto de la frontera. Como recordatorio, solo el 5% de la longitud de la frontera todavía estaba en disputa. De manera similar, permanece relativamente limitado en el tiempo: transcurren dos meses y medio entre el comienzo de la crisis y el final, casi la totalidad, de los combates. Estos no son continuos como tal. Incluso están ausentes algunos días, donde solo hay movimientos de tropas. La frecuencia e intensidad de la lucha aumenta gradualmente. Paralelamente, y a partir del 30 de enero, se busca una solución diplomática apelando a los países garantes del Protocolo de Río. A mediados de febrero, el Perú pronunció un alto el fuego unilateral -al que volveremos en el análisis de los medios-, dañado casi inmediatamente después de su aplicación. Las últimas dos semanas de combates dan lugar a la mayor pérdida de vidas. Por último, después del final de las hostilidades, una misión de observación de los países garantes, el MOMEP, se ha creado con el objetivo de fuerzas separadas observar la desmovilización, y luego controlar el desminado mientras se asegura la demarcación del borde. Una operación que continuará hasta 1999.

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c) Resultado de la Batalla En nivel de pérdidas, son mucho más consecuentes en el lado peruano. Es difícil tener cifras precisas, pero es frecuente que Perú haya perdido 9 aviones, incluidos 5 helicópteros. Ecuador no registra ninguna pérdida de aeronave. Mientras que, Perú tiene el mayor número de víctimas con alrededor de 50 soldados muertos. Además de, un gran número de víctimas no combatientes, unas 300 personas. Del lado ecuatoriano, 27 personas murieron y entre 80 y 90 personas resultaron heridas. Aunque hay que tener en consideración que las fuentes más pesimistas estiman el número total de víctimas (heridas o muertas) a 1500. El registro está claramente en contra de Perú y suena como una derrota. Finalmente, es notorio el costo significativo de esta guerra relativamente corta que se estima en $ 500 millones para ambas partes. 5. SIGNIFICADO DE LA ACCIÓN a) Significado inmediato (Fue decisiva la Batalla, ¿por qué?, efectos inmediatos) La escalada no es deseada por ningún gobierno. En paralelo con las acciones armadas, los dos protagonistas buscan una solución diplomática. Ecuador informa a los países garantes del Protocolo de Río de la situación el 24 de enero. Perú hace lo mismo el día 26. Las reuniones se llevan a cabo en Brasil. Los países garantes proponen un alto el fuego que Ecuador rechaza el 5 de febrero. Finalmente, Perú decreta un cese del fuego unilateral el 13 de febrero. Esta es una forma de que este estado muestre buena voluntad, pero también es consciente de la ineficacia de la acción militar. Sin embargo, tan pronto como entró en vigencia el día 14, fue inmediatamente dañado por las fuerzas peruanas, quienes aún intentaban, sin éxito, desalojar a los ecuatorianos de sus fortificaciones.

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La Declaración de Paz de Itamaraty finalmente se firma el 17 de febrero por los dos países andinos y regula los términos del alto el fuego. El 21 de febrero, los primeros observadores de la MOMEP llegan al sitio del conflicto. La lucha continúa hasta el 28 de febrero. Perú y Ecuador acuerdan una agenda diplomática y separan las discusiones en tres partes: militar, procesal, que busca determinar los puntos de discordia, y un componente sustantivo: las negociaciones mismas. Este largo proceso condujo a una verdadera reconciliación y transformación de las relaciones entre los dos países (Espinoza, 2018, pág. 30).

Asumir la responsabilidad va más allá de la adopción de medidas inmediatas para garantizar el cese de las hostilidades; también requiere una voluntad de abordar las implicaciones a largo plazo de un acuerdo. Las partes deben, por así decirlo, asumir la propiedad del proceso, sin importar cuán distante sea la fórmula final de sus ambiciones iniciales. Con este fin, los garantes exigieron a ambas partes que explicitaran sus respectivas reclamaciones, evitando de esta manera la política arriesgada y la cobertura. Una vez que la situación militar estuvo bajo control, a partir de marzo de 1996, se intercambiaron listas que contenían los desacuerdos sobresalientes, en otras palabras, los respectivos puntos de vista sobre la mejor manera de implementar el Protocolo de 1942. A través de exposiciones técnicas cuidadosamente orquestadas, cada lado presentó sus demandas con detalles y precisión sin precedentes, y reaccionó a los de la otra parte. Por primera vez, cada lado se familiarizó con el alcance completo y la importación de las ambiciones y propuestas del otro. Ahora podían discernir más claramente lo que de hecho estaba en juego, permitiendo que ambas partes evaluaran mejor hasta qué punto estarían dispuestos a apartarse de sus demandas iniciales a cambio de poner fin a la disputa de larga data. En esta etapa, los garantes ejercieron la mediación en su forma comúnmente comprendida, oscilando entre la facilitación del diálogo.

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b) Significado a largo plazo (¿Decidió la Batalla el resultado de la guerra?) La movilización de fuerzas, los sistemas logísticos, la inteligencia, los sistemas de comando y control y los programas de información en el plano doméstico y en el extranjero de las tácticas militares, a menudo modifican las relaciones de poder entre las instituciones sociales. En Ecuador, la conducción de la guerra ha aumentado significativamente el prestigio de los militares. De hecho, el Ejército Ecuatoriano aumentó su ya alto nivel de respeto tanto por su misión profesional primaria de defensa de las fronteras y por su papel secundario como fuerza de construcción nacional. En Perú, el efecto fue radicalmente diferente. El fracaso operacional del Ejército resurgió en las críticas de los medios de comunicación sobre la politización del presidente Fujimori del cuerpo de oficiales superiores. Está claro que las tropas ecuatorianas no fueron desalojadas del lado peruano del límite no delimitado. Se marcharon de conformidad con el acuerdo de alto el fuego y separación de las fuerzas. Además, el desempeño de Ecuador sugiere que el equilibrio militar (históricamente a favor de Perú) ya había cambiado sustancialmente. En este sentido, el expresidente “Sixto Durán-Ballén declaró que la victoria se debió a 14 años de preparativos militares” (Lekanda, 2009). Es decir, desde que Perú derrotó a Ecuador en el incidente de Paquisha en 1981. Ecuador efectivamente ha reducido la disparidad de larga data en la tecnología y las capacidades operativas. Esto quedó claramente demostrado por los esfuerzos para mitigar la superioridad de los activos de aviación táctica del Perú. Pero este proceso es dinámico y es probable que Perú busque recuperar su superioridad. De hecho, ya comenzó a hacerlo a través de la creación de una nueva zona militar cerca de la frontera. Incluso se hablaba de rearme potencial. Sin embargo, la tecnología militar moderna permite que incluso una pequeña potencia como Ecuador, bajo las circunstancias correctas, como la sorpresa estratégica, logre

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una importante capacidad de disuasión y combate para objetivos políticos limitados. Tales condiciones pueden, a pesar de su tamaño, imponer costos serios a una potencia mayor. c) Lecciones militares aprendidas Ecuador entró en guerra con 14 años de preparación con una estrategia clara, medios renovados y una doctrina adaptada en consecuencia. En el frente, en cambio, Perú perdió lógicamente una guerra para la que estaba relativamente mal preparado mientras el país ya estaba experimentando una serie de dificultades internas. El Ejército Peruano intenta compensar su posición desfavorable sobre el terreno con una estrategia de pasaje en vigor que fue un fracaso. En ningún momento Perú ha podido obtener el control de las fortificaciones ecuatorianas. Por el contrario, el Ejército Peruano sufre pérdidas significativas. Al final, es el trabajo diplomático el que será decisivo en términos de resultados. Aunque el Perú puede haber perdido militarmente la guerra, las pérdidas territoriales han sido muy limitadas, mientras que Ecuador ha aceptado la aplicación de las disposiciones previstas originalmente en el Protocolo de Río de Janeiro: la visión de la frontera defendida por el Perú. Posteriormente, como compensación, Perú otorga una serie de facilidades en el acceso a la Amazonía para Ecuador. Además, los ecuatorianos integraron con éxito la estrategia, las operaciones y las tácticas militares con una campaña de información asertiva tanto a nivel nacional (diplomacia) como militar (operaciones psicológicas). Este es un logro significativo para la nación ecuatoriana. Además, la conducción de la guerra, por limitada que sea en espacio, tiempo y objetivos, tiene enormes implicaciones para América Latina y para los Estados Unidos en un futuro próximo.

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BIBLIOGRAFÍA

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