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CONTRABANDO DE ARMAS EN MÉXICO PRAXIS, Consulting. RESUMEN El tráfico de armas y municiones de contrabando constituye el comercio ilegal con mayor impacto entre la frontera de Estados Unidos y México después de las drogas y migrantes. El presente ensayo analiza diferentes investigaciones realizadas y publicadas originalmente por instituciones gubernamentales y periodistas como es el caso de (Llerena, 2017), que le llevo a pagar con su vida la información recopilada y publicada que se adjunta en este ensayo. Las diferentes instituciones en forma general refieren que más allá de la lucha incansable entre ambos Estados por limitar el contrabando de armas, los actos de corrupción en México limitan en gran medida un correcto trabajo, y por más que cada año se detiene un mayor número de cargamentos con armas los narcotraficantes encuentran nuevas opciones para ingresar armamento dentro del territorio mexicano, como son partes de armas para un ensamblaje dentro del país. Volviendo a este tema una lucha incansable entre dos países y los grupos delincuenciales. Palabras claves: Análisis, contrabando, tráfico, armas, México. ABSTRACT The smuggling of arms and ammunition is the illegal trade with the greatest impact between the US-Mexico border after drugs and migrants. This essay analyzes some researches carried out and published in public institutions and journalists as in the case of (Llerena, 2017), which took a payment with its life to the information compiled and published that is attached in this essay. The different institutions in general that have problems with the fight against the fire in Mexico and in the border with Mexico shipments with arms the drug traffickers are new options to enter inside the Mexican territory, like parts of arms for an assembly inside the country. Returning to this theme a tireless struggle between two countries and criminal groups Keywords: Analysis, contraband, trafficking, weapons, México.
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INTRODUCCIÓN De 2009 a 2017, más de 152,000 armas de fuego que fueron incautadas en México con procedencia de los EE. UU., de acuerdo con una nueva actualización sobre el esfuerzo para combatir el tráfico de armas a lo largo de la frontera entre México y EE. UU. De acuerdo a las instituciones gubernamentales de ambos países. La cifra, basada en datos de la GAO (Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos), representa alrededor del 40 % del actual movimiento armamentista en la frontera de ambos Estados, “remarcando que aún hay un alto porcentaje de armas que quedan en manos de los narcotraficantes y grupos similares” (Morales, 2016, pág. 82). Dichos datos fueron analizados por la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (ORG), que señala en su informe que “las agencias policiales de los Estados Unidos han reconocido que el contrabando de armas de fuego está alimentando el crimen violento en México, volviéndose en un medio altamente rentable para todas las partes involucradas” (Uvilla, 2017, pág. 72). Dentro de este contexto el autor (Guevara, 2017) expone: La mayoría de las armas de fuego incautadas en México que se encontraron y se descubrieron eran de origen estadounidense entre 2009 y 2017, y vinieron de los estados fronterizos del suroeste de Estados Unidos, como refiere el informe de la GAO. Si bien las armas incautadas en México de origen estadounidense fueron rastreadas en todos los 50 Estados, la mayoría provenían de Texas, California y Arizona (Pág. 26).
Muchas de esas armas fueron compradas legalmente en los EE. UU. Y luego pasadas de contrabando a través de la frontera, según la GAO. Tal como los referencia (Guevara, 2017) a continuación: Aproximadamente la mitad eran armas largas, como el AR-15 de alto calibre, preferido por los pistoleros del cártel. Los narcotraficantes mexicanos siguen dependiendo de los compradores de “paja” que legalmente compran las armas en los EE. UU., y luego las transfieren a bandas criminales por costos por encima de doble y triple de su precio volviéndolo un mercado muy atractivo y que pocas veces deja personas detenidas (Pág. 31).
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El informe de la GAO, presenta una imagen de los desafíos que enfrentan los funcionarios a medida que tratan de detener el flujo de armas desde los EE. UU. a México, donde las leyes buscan limitar estrictamente la disponibilidad de armas de fuego para el público, pero sobre todo hacia los grupos narcotraficantes. El informe identifica una nueva opción en el comercio ilegal de armas; citando a funcionarios de ambos lados de la frontera como (Valles, 2017, pág. 72), expresan que: “están viendo casos de partes de armas sin terminar que se transportan a México, donde se usan para ensamblar armas terminadas allá, para facilitar su tráfico y contrabando”. Ninguna de esas partes sin terminar como son: barriles y receptores; pines y disparadores; agarres y demás objetos están cubiertos por la Ley de control de armas de EE. UU. Y tampoco están sujetos a las reglas que requieren números de serie. Expuestas por la GAO. Así, la facilidad del tráfico es más amplia y su control se ha vuelto más limitado. Así, el presente ensayo de acuerdo al alto impacto y las nuevas modalidades de tráfico de armas entre EE. UU. y México y sus implicaciones en la seguridad interna de México desde el año 2009, busca hacer un estudio generar sobre las repercusiones por dichas acciones que están por encima de la ley y que sirven para armas a los grupos narcotraficantes que cada día encuentran nuevas formas para poder armar a sus grupos o fuerzas de choque. DESARROLLO Antecedentes Un informe emitido por (Garrido, 2017, pág. 119) dice que “la ATF ha podido rastrear a los compradores originales de menos de la mitad de las 73.684 armas que fueron confiscadas y enviadas para su localización”. Por su parte, la (GAO, 2017), dice que la agencia no pudo determinar quién compró el 53 por ciento de las armas al por menor: Debido a factores como datos de identificación incompletos en formularios de solicitud de seguimiento, números de serie alterados, falta de respuesta del licenciatario federal de armas de fuego a la solicitud de ATF de rastreo de información o registros incompletos que nunca fueron licenciatarios fuera de la empresa (Pág. 52).
Además, la (GAO, 2017, pág. 59), expresa que “la agencia incautó 5.951 armas de fuego que estaban destinadas a México en los últimos 6 años”. Pero el nuevo informe de la -4-
GAO es una simple proyección actualizada de un estudio de 2009 en el que se encontró que la ATF y el ICE estaban duplicando esfuerzos y encontrando problemas jurisdiccionales mientras trataban de luchar contra el tráfico de armas, pero “que dichos datos no son reales y el contrabando de armas puede ser por cerca del doble de unidades” (Higuera, 2017, pág. 17). Así, una de las recomendaciones de la (GAO, 2017, pág. 82) es “un llamamiento a la Fiscal General Loretta Lynch y al Secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, para garantizar que haya una forma de supervisar y respaldar el intercambio de información entre sus agencias”. También solicitó a la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas que establezca indicadores para reflejar el progreso realizado por la ATF y el ICE que se apegue con la verdad al 2017. Actualidad del contrabando de armas en México La (GAO, 2017, pág. 107) a manifestado que “el gobierno de Peña Nieto restringió el acceso de los agentes de la ley al software de seguimiento de armas eTrace de la ATF luego de asumir el cargo en 2012”. Además de esto, algunos funcionarios de EE. UU. con base en México “notaron que el acceso limitado al eTrace en español disminuyó el rastreo del total de armas de fuego incautadas por las autoridades mexicanas” (Pérez, 2017, pág. 23). Legando a interpretar en forma personal por (Pérez, 2017), como un convenio de corrupción entre los grupos narcotraficantes y el gobierno de turno. El informe también dice que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de los EE. UU. y la ATF no se han asegurado de que sus agentes cooperen efectivamente en las investigaciones de tráfico de armas. Ante esto, la (GAO, 2017, pág. 72) dijo que “encontró lagunas persistentes en el intercambio de información entre ATF e ICE, y la confusión sobre sus funciones, incluso después de que el informe GAO 2009 los empujó a mejorar el trabajo en equipo”. Por lo expuesto, los legisladores y expertos mexicanos afirman que el control de armas de los EE. UU. Se ha limitado por claros casos de corrupción entre los agentes de aduanas mexicanos. Haciendo que “la lucha contra el tráfico de armas ha sido un fracaso”, (Norelio, 2017), experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México.
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CONCLUSIONES El 12 de julio, el presidente Obama anunció nuevas regulaciones para traficantes de armas en Estados a lo largo de la frontera con México. A partir de dicha emisión, los traficantes de armas tendrán que presentarse en la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) de los Estados Unidos cuando vendan varios rifles de asalto a una sola persona en un período de cinco días. Esto fue un paso positivo hacia el objetivo de evitar que estas armas terminen en México en manos del crimen organizado, “que no solo amenaza a la población mexicana, sino que también amenaza a miles de migrantes y sus familiares en los Estados Unidos y América Latina” (Llerena, 2017, pág. 71). En la actualidad, México tiene la obligación de hacer un mejor trabajo para evitar que estas armas ingresen al país, sin embargo, los Estados Unidos también tienen que hacer su parte para controlar mejor quién tiene acceso a estas armas, no solo para la solidaridad con México, sino también para las familias en el país de Estados Unidos que tiene enlaces a México. La violencia con armas también es un problema en este lado de la frontera. En los Estados Unidos, la violencia con armas de fuego es la culpable de 20 muertes al día, lo que hace que los grupos estadounidenses soliciten reiteradamente al gobierno controles más estrictos. Además del paso importante que el presidente Obama tomó en julio de 2012 para pedir más informes a los traficantes de armas en la frontera, la Casa Blanca puede y debe tomar medidas adicionales para lograr un mayor control con el nuevo gobierno de Donald Trump. Una campaña que solicita firmas que comenzó en México con la ayuda de WOLA ha enumerado dos acciones más importantes que el presidente Trump puede tomar, sin la aprobación del Congreso, para restringir el tráfico ilegal de armas a México. El primero es prohibir inmediatamente la importación de armas de asalto de los Estados Unidos que no sean para uso deportivo. La segunda acción es ampliar la capacidad reguladora de la ATF en regiones donde prevalece el contrabando de armas a México, especialmente en los estados fronterizos. Con estas medidas adicionales, Estados Unidos podría demostrar la alianza con México que profesa tanto y podría mostrar su solidaridad con las miles de familias que han sido víctimas de la violencia brutal con armas de fuego en México y Estados Unidos. Además de limitar la expansión de los grupos narcotraficantes que son su mayor consumidor.
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