El Brexit en Inglaterra y su incidencia posterior a las elecciones

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El brexit en Inglaterra y su incidencia posterior a las elecciones consultaspraxis@gmail.com El Brexit dentro de su terminología representa un juego de palabras en inglés expuesto en el 2012; las primeras dos letras, “br”, son una manera de acortar la palabra British que significa británico y “exit” que significa salir, haciendo referencia a la salida de la Unión Europea por parte de la Gran Bretaña. Si bien, desde 1707 que Gran Bretaña firmó un pacto de unión entre Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda se han generado varias formas de mantener un tratado en común en Europa, no fue hasta 1999 que entró en vigor el Tratado de Ámsterdam, que establecía los principios esenciales de la unión: libertad, democracia y el respeto de los derechos humanos, lo cual dio apertura a la creación de la Eurozona, que en su avance esencial adoptó en los 28 países miembros el Euro como moneda oficial. Así, el Reino Unido quedó fuera del convenio preliminar sobre el uso único de una moneda, dado que la libra esterlina era en aquel momento la moneda más fuerte a escala global, pero aún así mantenía un claro respeto a los ideales establecidos en conjunto por todos los Estados sobre el resto de lineamientos celebrados. Pero, existía un conjunto de acciones que Gran Bretaña no estaba de acuerdo a mantener o que en cierta medida consideraba inadecuados para su futuro como Estado; entre los cuales y más allá de la moneda única suponían los siguientes: •

El Reino Unido podrá limitar las prestaciones sociales a los migrantes de la Unión Europea durante los primeros cuatro años de residencia en el país. La medida se llamó “freno de emergencia” y podría ser aplicada si se daban niveles excepcionales de migración. Lo cual, y a partir de las diferentes oleadas de refugiados y migración interna a causa de la crisis económica sobre todo europea, se convirtió un problema más que social para el Estado; dado que debía acoger a cientos de miles de personas que de una u otra forma afectaban las dinámicas económicas de Gran Bretaña.

Cualquier aporte británico para rescatar a naciones de la eurozona serían reembolsado y existirían salvaguardas para proteger a la industria financiera británica de la imposición de regulaciones de la eurozona. Cuya visión se apoyaba en las graves crisis económica emitidas en España, Portugal, Grecia e Italia a partir


del 2007. Lo cual, trajo grandes desembolsos por parte de Gran Bretaña en apoyo a la Unión Europea para que mantenga la economía general de Europa y hasta la fecha no han podido ser recuperados dichos montos después de casi 10 años de su emisión. •

El Reino Unido podría restringir la entrada de ciudadanos de países por fuera de la Unión Europea que estén casados con ciudadanos de la misma como parte de las medidas para frenar los matrimonios “arreglados”. Y también tener la capacidad de excluir a las personas que sean entendidas como un riesgo de seguridad, aun cuando no tengan antecedentes penales. Lo cual, no fue visto con agrado por el resto de países que consideraba dicha política como una clara violación a los Derechos Humanos que era parte fundamental de la generación del tratado en primera instancia.

Todos estos elementos, volvieron la mirada a entender si pertenecer a la Unión Europea seguía siendo un beneficio o a su vez se transformaba en un sistema restrictivo para el futuro de Gran Bretaña. Ante esto el plebiscito del 23 de junio de 2016 y con un 51,82% se aprobó por parte de los ciudadanos la salida de la Unión Europea. Así, la salida de Reino Unido constituye un duro golpe para el proyecto europeo, en cuyos orígenes estuvo la idea de evitar otra gran guerra en el continente tras el desangramiento que supuso la Segunda Guerra Mundial y mejorar los lazos interestatales para garantizarse como una región consolidada en niveles económicos, políticos, sociales y culturales. Pero, según las elecciones anticipadas celebradas el 8 de junio de 2017 y la apuesta fallida electoral de Theresa May (Primera ministra del Reino Unido), pone en tela de juicio su liderazgo. Si bien, ganaron las elecciones también han perdido la mayoría absoluta dentro del Parlamento; por tanto, en los próximos días entrará en negociaciones el Brexit ante la Unión Europea con relaciones políticas poco tratables y con altos desacuerdos. Así, Theresa May busca incorporar un “Brexit duro”, que supondría dar más relevancia en las negociaciones al control de la inmigración frente a la permanencia dentro del mercado único europeo, dos objetivos que son incompatibles de acuerdo a la política establecida por los líderes del continente y que al contar hoy en día con una menor representación en el Parlamento le significará que debe buscar apoyo del Partido Laborista, Partido Liberal de demócratas y del Partido Nacional Escocés que busca más allá del Brexit, un nuevo referendo de independencia en Escocia.


Por tanto, la propuesta de Theresa May de retomar un Brexit duro, entra en una clara disyuntiva al no tener la mayoría dentro del Parlamento y más allá de que no estén de acuerdo a la forma de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, podría extender aún más los tiempos establecidos dentro de los procesos a emitirse que según la política de la Unión Europea debe estar ajustada por lo menos en 2 años a partir del inicio de las negociaciones a darse en los próximos 10 días. Varios expertos en diferentes áreas, exponen que uno de los principales riesgos del Brexit esta direccionado en la economía, tanto del Reino Unido como de la Unión Europea. Dentro de lo cual, el Fondo Monetario Internacional (FMI), advirtió que la salida de la UE significaría una fuerte depreciación de la libra esterlina y un repunte inflacionario en la economía británica. Además, que las principales bolsas de valores europeas también se verán afectadas, debido a que muchas empresas y corredores de bolsa británicos mantienen estrechas relaciones con los mercados europeos y al eliminarse las relaciones comerciales por un potencial Brexit duro expuesto por Theresa May, el impacto en la caída de las acciones sería muy significativo tanto que mantendría un efecto mundial. Pero no solamente la economía cambiará en el Reino Unido. El gobierno británico en estos momentos sigue muchos de los estatutos políticos y sociales de la UE y estos podrían cambiar paulatinamente con la consolidación del Brexit. Elementos como la inmigración, diplomacia internacional, seguridad nacional, entre otros, entrarán en tela de juicio para los próximos años, hasta que el Reino Unido comience a crear de nuevo sus propios estatutos. Así, con la clara meta de salir de la Unión Europea por parte de la Gran Bretaña, pero con una disyuntiva de poderes en lo político interno y externo hace que el Brexit deba ser asumido con la importancia del caso, dado que no sólo significa un impacto para los países europeos involucrados sino para todo el mundo en diferentes aristas y que podría marcar el inicio de una potencial crisis económicas según David Cameron y otros representantes políticos de Gran Bretaña.


Bibliografía •

http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/02/160220_reino_unido_referendo_u e_importancia_decision_wbm

http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-36484790

http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-39630984

http://www.elcomercio.com/afull/brexit-reinounido-unioneuropea-referendumclaves.html

http://www.lainformacion.com/mundo/resultado-elecciones-aumenta-Brexitcaotico_0_1033998154.html


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