EL SINOCENTRISMO Donde la China de Ming y Qing siguiรณ siendo el centro del mundo hasta finales de 1700
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El sinocentrismo, donde la China de Ming y Qing siguió siendo el centro del mundo hasta finales de 1700. consultaspraxis@gmail.com INTRODUCCIÓN Para poder comprender la China de Ming y Qing como el centro del mundo hasta finales de 1700 se debe en primera instancia entender el término del sinocentrismo el cual fue constituido de forma similar al eurocentrismo; así dicha perspectiva etnocéntrica consideró a China como el centro del mundo, y pone en relación a cualquier otra zona como parte de la periferia. (Segal, 2012, pág. 68) Dentro de un antecedente histórico, antes de la Edad Contemporánea era la visión política en que China se veía a sí misma: como la única civilización en el mundo; donde también se consideraba a las naciones extranjeras u otros grupos étnicos como bárbaros. Posteriormente a 1700 al verse sometida China al imperialismo europeo y japonés, esta consideración se reduce a la búsqueda de la supremacía china frente a otras naciones haciendo pasar al sinocentrismo de una teoría geográfica a una visión económica - geopolítica que actualmente se sigue manteniendo dentro de la ideología económica expansiva de este país. Así el sinocentrismo se ha trasladado hasta la época moderna de China quien acapara la mayor atención mundial volviendo a ser el centro mundo ya no dentro de un contexto geopolítico como lo referenció en su momento las dinastías Ming y Qing, sino desde una estructura económica, política y comercial. Ello se debe tanto a la reconocida espectacularidad de la transformación que ha experimentado dicho país en las últimas décadas y los enormes impactos registrados a nivel global, como también a la opacidad y subsiguiente incertidumbre que generan algunos aspectos de su política, siempre difíciles 2
de descifrar al fundamentarse en claves de comportamiento que difieren en no pocos casos de las que habitualmente se puede apreciar en los países occidentales. Sea como fuere, China presenta un perfil cada vez más elevado actualmente, provenga este desde la ideología sinocentrista de su historia o favorecido por las dinámicas internas y por las profundas mutaciones que connotan el sistema internacional, fuese cualquier motivo no se puede dejar de lado que la tesis de que China fue el centro del mundo hasta finales de 1700 durante las dinastías Ming y Qing ha mantenido su influencia historia y relevancia en el actual modelo político internacional de China. DESARROLLO Antecedentes del sistema sinocéntrico de China El sistema sinocéntrico sobre el cual se justifica el presente ensayo surge como: (…) un sistema jerárquico de las relaciones internacionales que predominó en el extremo asiático antes de la aceptación del método westfaliano geopolítico fundado en Europa desde el siglo XVII y aplicado a todo el mundo para justificar la expansión europea dada a partir del siglo XIX”. (Glenper, 2014, pág. 90)
Dentro de dicha teoría, territorios hoy compuestos por los países cercanos como Japón, Corea y Vietnam estaban entendidos como Estados vasallos, y las relaciones de la China en sus dinastías Ming y Qing se enfocaban a relaciones tributarias, en las que éstos pueblos ofrecían pagos al emperador de China. Además, las áreas exteriores comprendidas como la periferia en las que China no ejercía influencia, se denominaban Huawaizhidi que cumplían una función de tierras sin civilizar y propia para el desarrollo de los barbaros.
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En el centro del sistema se encontraba China, gobernada por la dinastía Ming y posteriormente por la Qing que cumplían el “mandato del cielo”; dichas estructuras jerárquicas se distinguían por mantener códigos de moralidad y propiedad confucianos, dentro de lo cual a nivel religioso también se justificaba como única civilización en el mundo; y el emperador definido como huangdi era visto como el único gobernante legítimo de todo el mundo, así el resto de territorio podrían poseer gobernadores o reyes pero ninguno llevar el término de emperador, que si bien en forma posterior a 1900, Japón lo asumió dentro de su cultura a forma de subversión de dicho principio. (Botton, 2012, pág. 77) La caracterización del heartland (núcleo territorial) y la legitimidad de la sucesión dinástica se mantenían como aspectos combinados del sistema doctrinario de China. Inicialmente el heartland era sinónimo de la llanura central china, espacio que se expandió por medio de conquistas durante muchos siglos ejecutadas por las dinastías de turno. Así, la continuación dinástica quedó sujeta a cambios fundamentales de interpretación, como durante el periodo Song meridional, en que la dinastía existente disipó el núcleo territorial ante los mongoles. Afuera del centro existía múltiples círculos concéntricos, donde habitaban las minorías étnicas locales y eran gobernadas por sus propios líderes designados como mandatarios locales, quienes estaban sujetos al reconocimiento del emperador, y exentos del control del sistema burocrático chino. Conformación de los Estados Tributarios Externamente a estos círculos concéntricos y como se referenció previamente se encontraban los Estados tributarios, sobre los que China bajo el mando del emperador 4
ejercía la acción de suzeranía (una forma previa de concebir la hegemonía, cercana a la soberanía). Bajo la dinastía Ming, período en el cual el sistema tributario obtuvo su punto más alto, dichos Estados se clasificaban en un determinado número de grupos. La primera categoría estaba compuesta por bárbaros del sureste, que contenían a los territorios del extremo oriente y el sureste asiático, como: Corea, Japón, el reino Ryūkyū, Annam, Camboya, Vietnam, Siam, Champa y Java; y una segunda categorización que incluía a Sulu, Malaca y Sri Lanka. (Simons, 2014, pág. 116) La situación de los tributos hacia China se enmarañaba con el hecho de que algunos de estos Estados tributarios mantenían a su vez Estados tributarios propios, a modo de ejemplo se puede exponer: “Laos era tributario de Vietnam, y el reino de Ryūkyū mantenía al mismo tiempo tributos para China y Japón”. (Segal, 2012, pág. 66) Mientras el sinocentrismo se podría referenciar como una forma de entender a China dentro de las dinastías Ming y Qing como el centro del mundo bajo una perspectiva mayormente política este hecho poseía un importante aspecto económico. El sistema de tributo concedió al noreste y sureste de Asia de un medio comercial internacional en las fronteras terrestres y en puertos marítimos, así la zona sinocéntrica de comercio estaba basada en la plata como forma de pago y en un sistema de precios referido por las dinastías. Así, el legado cultural de entender a China como el centro del mundo es la clave esencial que ayuda a comprender el porqué de ciertos reflejos en las actitudes de dicho territorio, tanto desde el poder como en la propia sociedad; comportamientos que facilitan la autoidentificación y un amplio blindaje del régimen actual. En ese legado se debe incluir el sinocentrismo y la importancia concedida a la soberanía como expresión de grandeza y garante de la no dependencia, la superioridad civilizatoria, la capacidad de
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autosacrificio, la importancia atribuida al Estado como referente central y la virtualidad exigible al gobierno. Todo ello manifestado a través de un nacionalismo en auge que intenta combinar de forma equilibrada dos valores que, en apariencia, podrían caminar en sentido contrario, el pragmatismo y el moralismo, naturalmente ambos modelados por la noción realista e irrenunciable del interés nacional surgido del sinocentrismo de dinastías como fueron la Ming y Qing. CONCLUSIONES
El sinocentrismo dentro de términos culturales, significa la tendencia a ver la cultura china como más antigua y superior que cualquier otra y a su vez, ver a los países vecinos como simples apéndices culturales. Dado, que China tiene una historia escrita más extensa y asume que estos Estados han copiado ampliamente el modelo chino desde las raíces históricas. No obstante, el sinocentrismo va más allá de la expansión comercial de China e intenta negar a los países circundantes la singularidad sus culturas propias.
El modelo sinocéntrico de China y sus dinastías no fue resistido hasta el contacto con las potencias europeas, especialmente a partir de la Guerra del Opio. Esto se dio a que existía muy poco contacto directo entre el Imperio Chino y los otros imperios de la Edad Moderna.
A mediados del siglo XIX la China imperial dejó la cima de su poder y se encontraba al borde del colapso, lo cual necesito de un cambio político al pasar de una estructura de dinastías a un sistema más democrático y globalizado con los comercios internacionales, dando pie a lo que hoy se conoce como la potencia mundial asiática.
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BIBLIOGRAFÍA Botton, F. (2012). China: historia y cultura hasta 1800. México D.F.: El colegio de México publicaciones. Glenper, M. (2014). Sistemas geopolíticos de expansión asiática. Estados Unidos: Salvat ediciones. Segal, A. (2012). El sinocentrismo. Estados Unidos: Bluelight ediciones. Simons, A. (2014). Distribución territorial de China y sus dinastías. Estados Unidos: Automatick ediciones.
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