El tipo de cambio real desde la perspectiva de la dolarización contrastado con Perú y Colombia

Page 1


“El tipo de cambio real desde la perspectiva de la dolarización en el Ecuador contrastado con Perú y Colombia” PRAXIS, Consulting.

ÍNDICE DE CONTENIDOS INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 1 DESARROLLO ................................................................................................................ 3 Disyuntivas de la dolarización informal del Ecuador ................................................... 3 Comparativa de la dolarización del Ecuador a nivel internacional con Perú y Colombia ...................................................................................................................................... 4 CONCLUSIONES .......................................................................................................... 10 BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................ 12

ii


INTRODUCCIÓN A nivel de la diferentes reformas para fortalecer los sistemas financieros internacionales que existe dentro de las doctrinas de la teoría económica; múltiples docentes, tecnócratas y políticos han provenido analizar a un nivel más práctico la eficacia de diferentes regímenes cambiarios y su accionar hacia la posible transición hacia un menor número de monedas en el mundo que estabilice el tipo de cambio real y, dentro de esta directriz; la dolarización oficial se ha implementado como una elección para sustentar la estabilización sobre todo a nivel de América Latina y en casos específicos de implementación en Ecuador. Así, dentro del contexto ecuatoriano, a partir de enero de 2000, se decidió escoger de manera oficial la dolarización como base de una reforma económica que permita eludir la crisis económica que se había dado. Esta disyuntiva no sólo envuelve una modificación del régimen cambiario, sino se enfoca en tres objetivos claves en su implicación: “cambio del sistema monetario; desarrollo del equilibrio macroeconómico y práctica de reformas estructurales de todas las organizaciones financieras del Estado” (Martero & Céspedes, 2015, pág. 92). En forma preliminar, durante la década de los 90´s, el impacto de la caída en el precio del petróleo y el impacto social y económico del Fenómeno del Niño, se manifestó en un deterioro fundamental de las bases económicas del Ecuador. Estos problemas tornaron indudables las debilidades del sistema financiero nacional, así como profundizaron el déficit fiscal y fueron elementos substanciales que aportaron al mayor detrimento de las variables claves de la economía ecuatoriana. A partir de estos factores, la política monetaria dentro de sus implicaciones teóricas y prácticas no pudieron revolver la crisis

1


y desencadenó inconvenientes hacia el sistema financiero. Concluyentemente, la inestabilidad económica solicitaba una estrategia exhaustiva direccionada a reintegrar la credibilidad en la conducción macroeconómica y fomentar un mejor desempeño al futuro de la economía ecuatoriana. De las diversas alternativas propuestas para enfrentar dicha situación, las autoridades gobiernistas de turno encabezadas por el presidente Jamil Mahuad eligieron por implementar el sistema de dolarización. De esta forma se volvió a Ecuador en un Estado pioneros de la dolarización a nivel de la región. Ante lo cual, la presente investigación propone exponer los efectos de la dolarización a nivel del tipo de cambio real y su incidencia en sectores económicos de Perú y Colombia.

2


DESARROLLO Disyuntivas de la dolarización informal del Ecuador Para economistas como (Barreiro, 2016, pág. 73), “el sistema de la dolarización en Ecuador no es una política monetaria inteligente”, sino que se la puede determinar en una forma más simplista como: Una consecuencia del gobierno de Jamil Mahuad al buscar un Estado ecuatoriano más fuerte hacia la competencia, que dentro de los estándares monetarios prefirió una moneda fuerte a una débil como el sucre y evitar generar más políticas que demanden un mayor tiempo de acción y de resultados (Garrido, 2016, pág. 82).

Así, la dolarización se sustentó dentro de un medio de desarrollo ecuatoriano informal, la sociedad renunció de forma progresiva el sucre que se estaba depreciando velozmente; y de forma espontánea se estableció el dólar. Si bien, existieron intentos previos por parte del gobierno para sancionar en forma legal y frenar el cambio de moneda que era una clara violación al principio de soberanía individual sobre su propiedad privada. La libertad del mercado hacia la competencia y la ideología de una política económica pensada en el bienestar de las personas “obligó a respetar el principio de los mercados de soberanía individual” (Cifuentes, 2016, pág. 90). Ante lo expuesto, (Sevilla, 2015, pág. 173), refiere que la dolarización informal puede convertirse en “un grave problema económico, en la medida que limita el campo de acción de la política monetaria, cambiaria, fiscal, incrementa el riesgo cambiario y crediticio del sistema financiero y reduce el poder adquisitivo de los ciudadanos”. Ante su exposición, Ecuador avanzó hacia la instauración de una dolarización plena; dado que “restituir la credibilidad en el sistema discrecional anterior, se vuelve muy complejo” (Cifuentes,

3


2016, pág. 172). El proceso de dolarización informal ecuatoriano, se puede comprender en mejor forma bajo varios indicadores como son: la sustitución monetaria ante el moviente de depósitos en moneda extranjera con relación a los depósitos monetarios totales; la relación cartera en moneda extranjera con respecto a la cartera total y el tipo de cambio diferencial entre el nominal y real, a partir del cual se enfoca la presente investigación. Comparativa de la dolarización del Ecuador a nivel internacional con Perú y Colombia Dentro de un entorno comparativo en Ecuador, la inflación de un dígito de 6,1% posterior a un año de la dolarización representó un valor tres veces superior a la inflación en los EEUU. Si bien, la perspectiva era que Ecuador goce de un índice inflacionario de un solo dígito, este era de los más altos de la región; además, su inflación era superior a la de economías vecinas sin dolarización: “Perú (2,6%), Colombia (2,1%), Chile (1,3%)” (CEPAL, 2015, pág. 27). En términos de estabilización de largo plazo Ecuador acumuló más 150 puntos de inflación frente a 11 puntos acumulados en EEUU durante el mismo período (2001 – 2011), lo cual demuestra el fracaso de la dolarización en funciones macroeconómicas. La evolución de los precios de los bienes transables se redujeron, es decir mientras en este período los precios se incrementaron en 174%, en Perú fue apenas de 36% y Colombia 51%; además los bienes no transables se mantuvieron elevados en mayor medida a la reducción de competitividad del aparato productivo que se limitó a un incremento del “18% en Ecuador, frente a Perú con 85% y Colombia con 104%” (CEPAL, 2015, pág. 63).

4


Así, la calma conseguida por la ausencia de la devaluación tampoco se refleja en una caída sustantiva de las tasas de interés en dólares, que superan “para la mayoría del aparato productivo el 18%, más del 40% para los empresarios pequeños, aún el 80% en compras que se realizan en establecimientos comerciales y sobre el 100% en dólares a nivel de los prestamistas informales” (CEPAL, 2015, pág. 104). Dentro de otro indicador para la comparación refiere que la tasa de interés activa es superior a las tasas también en dólares en varios de los países vecinos: Colombia, Perú, Bolivia, Costa Rica, quienes no han dolarizado sus economías. Mientras tanto, los banqueros, principales promotores de la propaganda estabilizadora, tienen más de dos mil millones de dólares depositados fuera del país y en el interior no dejan de obtener enormes utilidades. A nivel del aspecto bancario (Fiallos, 2016), cita: Si bien aumentaron los depósitos en la banca en los últimos años, el grueso de los créditos otorgados va al comercio y a las importaciones, quedando menos del 25% para la industria y la agricultura. Además, para el 2003 las captaciones superaron a los depósitos, algo verdaderamente sui géneris, y pese a todo ello, aumentaron las utilidades y lo peor los intereses (Pág. 41).

Por otra parte, la dolarización tampoco garantizó el equilibrio fiscal; para el 2003 se registraron cinco déficits mensuales, en febrero, mayo, agosto, septiembre y noviembre; y el año habría cerrado con un monto cercano a los 500 millones de dólares de atrasos. Lo que también venía acompañado de “una estabilidad laboral y salarial mínima que no garantizaba mejores condiciones de vida de la población (fin último de la economía), algo que estaba lejos de acontecer” (Acosta, 2014, pág. 65). Todos estos aspectos estaban en contra de la teoría de estabilidad macroeconómica la cual se menciona que “no se logra

5


sólo abatiendo la inflación, sino que ésta debe reflejar la capacidad de una economía para enfrentar con eficiencia la sucesión de auges y caídas” (Puente, 2015, pág. 106). En este punto, pese a tener una economía dolarizada, el 2003 creció apenas en 3%, a pesar de tener tantos elementos externos a favor según expone (Acosta, 2014): Los precios de petróleo más altos de los 17 últimos años, el mayor monto histórico de remesas de los y las emigrantes, las bajas tasas de interés en el mercado internacional, la recuperación de la economía de los EEUU, la devaluación del dólar, entre otros (Pág. 52).

Ese magro crecimiento, apenas superior al crecimiento de la población y logrado exclusivamente por el repunte de la actividad petrolera, representa una tendencia declinante luego del 5,1% alcanzado en el 2001, que fue seguido de un crecimiento del 3,5% en el 2002. Además, debería preocupar el déficit comercial registrado en los últimos tres años: por primera vez la economía ecuatoriana presenta un déficit comercial cuando existían elevados precios del petróleo. Por tanto, según la (CEPAL, 2015), la economía ecuatoriana fue una de las seis economías regionales que menos creció posterior a la dolarización. Por tanto, a nivel comparativo con Perú y Colombia, existe una clara ilusión de estabilidad macroeconómica lograda especialmente por la sobrevaluación del tipo de cambio real y por el ahorro compulsivo para atender el servicio de la deuda pública, pero sobre todo por obra y gracia de la propaganda mediática del Estado que expone un crecimiento, pero este no se ha dado en forma real. Entonces, sólo desde el desconocimiento o incluso por la mala fe se puede hablar de la existencia de un círculo virtuoso en la economía desatado por la dolarización y referir que 6


Ecuador es competitivo en términos reales con Perú y Colombia. En este punto, hay que reconocer algo fundamental. Los problemas del país no se deben sólo a la dolarización (y tampoco exclusivamente a causas externas). No obstante, el tipo de cambio rígido es nocivo en una economía impactada por la apertura de la cuenta de capitales y la apertura comercial, que aumentan su fragilidad es decir que el cambio real no se aplica dentro de un cuadro económico nacional. Bajo estos aspectos, el esquema dolarizado ecuatoriano sólo podrá sobrevivir mientras se garantice el ingreso abundante de recursos externos provenientes de exportaciones primarias, particularmente petroleras (inestables e impredecibles), crecientes remisiones de emigrantes (que podrían comenzar a estabilizarse y aún a caer como consecuencia de las crecientes barreras para el ingreso de personas a Europa y los mismos EEUU, o cuando la migración afiance sus raíces en los países de acogida) o si se logra recibir permanentemente el financiamiento externo necesario para mantenerla en vida, a través de una mayor deuda externa como ya se da por medio del sobre endeudamiento con China. También resulta iluso pensar en un verdadero manejo económico alternativo con las ataduras de diversa índole que representa la dolarización, a cuya sombra sólo una persona ingenua puede esperar que se pueda procesar un cambio estructural profundo sin mantener un cambio real que la apalanque de verdad. Por eso se debe desnudar las debilidades del esquema de dolarización y sus componentes ortodoxos, aún con el riesgo de ser tildados como “apocalípticos” y que la dolarización es estable, prueba de esto es que varios economistas ecuatorianos promueven un medio

7


de desdolarización paulatino, dado que más allá de ser la gran solución simplemente es un medio paliativo de la economía ecuatoriana. Por ende, en tanto la crítica se sostenga sobre análisis teóricos serios o sobre la rigurosa lectura de varias experiencias similares, ésta será bienvenida para preparar el camino alternativo. Y si las críticas (que nunca serán la causa de los problemas de la dolarización) aceleran el fin del esquema vigente, cuanto mejor; recuérdese “la lección final” que “mientras más espera un país para enfrentar la disparidad entre el crecimiento de la productividad, los incrementos de costos domésticos y la consecuente sobrevaloración del tipo de cambio, más duro será romper esta relación con la dolarización” (Cifuentes, 2016, pág. 172). Por lo tanto, siguiendo con su reflexión (y recordando que de la dolarización se puede salir ordenadamente o que lo más probable es que ésta sea de golpe por medio de una crisis, tal como sucedió con la convertibilidad en Argentina, la decisión a favor del inicio de la desdolarización, que por sí sola no resolverá los problemas nacionales que van más allá de los aspectos de doctrina económica tendría que ser asumida temprano, y la coalición de apoyo debería ser establecida antes de que se deteriore más la economía. A pesar de este cuestionamiento fundamental a la dolarización, hay que mencionar que su sostenibilidad podría darse, al menos por un mayor tiempo, desde la vertiente política. Por el papel que cumple el Ecuador dentro de este aspecto al mantener un limitado o casi nulo tipo de cambio real dentro del sistema y que, ante países vecinos como Perú y Colombia, hoy en día no es un claro país para competir en producción sino un mercado alternativo a los Estados Unidos donde se consume en dólares y cuyo beneficio es netamente de dichos países.

8


Así, la meta no sólo debe estar enfocado en un cambio real dentro de la dolarización y que esta mejore la competitividad productiva sustentada en la dolarización con Perú y Colombia; sino que un sistema de desdolarización de a poco es una alternativa de largo plazo mientras la dolarización sea estable, pero a su vez dentro del corto plazo se deben generar políticas en tosas los niveles gubernamentales que solidifiquen ambos sistemas sin afectar a la ciudadanía ecuatoriana.

9


CONCLUSIONES La sociedad ecuatoriana se debe preparar y procesar una salida ordenada de la trampa cambiaria fija, sin creer que con eso se van a resolver todos los problemas. A sistemas como la dolarización hay que ofrecer nuevas respuestas, que sean viables en tanto beneficien a las mayorías, con la participación activa de dichas mayorías que deberán hacer viables los cambios necesarios. Además, ya es tiempo de proponer respuestas compartidas entre los pueblos latinoamericanos, incluida la constitución de una unión monetaria regional, que tengan en su mira inmediata la superación del modelo neoliberal que gracias a un sistema dolarizado se afianza más e impide mantener una política cambiaria real. La investigación generada desde una conceptualización y perspectiva integral del desarrollo, no se reduce, entonces, a una simple resolución del tema monetario y cambiario. Dolarización o desdolarización, no es la cuestión, sino en promover un Ecuador más competitivo versus Perú y Colombia y de esta forma reestructurar el sistema económico nacional. Así, una reconversión industrial y agrícola dirigida sustancialmente a revitalizar el mercado interno/subregional y a garantizar una creciente inserción de las actividades exportadoras en la economía nacional, permitiría generar un crecimiento endógeno de la economía ecuatoriana, evidentemente sin menospreciar las exportaciones, que necesitan ser diversificadas e integradas a otras ramas locales. Volviendo al claro ejemplo, que la dolarización no es una cura para todo, sino que el dólar debe ser el medio para invertir en los sectores estratégicos ecuatorianos y apalancarse en su estabilidad de valor monetario. Sólo de esta forma se puede hoy en día hablar del valor agregado que emite la dolarización a un Estado que la maneja. Devolviendo la idea que

10


un Estado sin una correcta polĂ­tica monetaria, simplemente sobrevive con el dĂłlar, pero no crece como economĂ­a.

11


BIBLIOGRAFÍA Acosta, A. (2014). La verdades de la dolarización. Quito - Ecuador: Flacso. Barreiro, P. (2016). La dolarización ecuatoriana. Quito - Ecuador: Flacso publicaciones. CEPAL. (2015). Indicadores económicos de América Latina. Santiago de Chile: CEPAL publicaciones. Cifuentes, A. (2016). La políticas dentro de una dolarización. Madrid - España: Palenque ediciones. Fiallos, S. (2016). El sector financiero posterior a la dolarización. Quito - Ecuador: Ciespal publicaciones. Garrido, D. (2016). La dolarización ecuatoriana y su precio monetario. Quito - Ecuador: Flacso . Martero, A., & Céspedes, D. (2015). La políticas de dolarización. México D.F.: Atlas ediciones. Puente, V. (2015). La economía ecuatoriana posterior a la dolarización. Quito - Ecuador: Miestree ediciones. Sevilla, P. (2015). Doctrina económica sobre la dolarización. México D.F.: Klore ediciones.

12


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.