La batalla de Chosin

Page 1


“La batalla de Chosin” PRAXIS CAPITAL Introducción La batalla del embalse de Chosin, fue una de las batallas más importantes de la Guerra de Corea (1950-1953). La entrada de China en el conflicto, apoyando a Corea del Norte, cambió el curso de la guerra por completo; los surcoreanos y sus aliados de la ONU se vieron privados de la victoria final, que hasta entonces parecía estar al alcance de la mano, y fueron obligados a retroceder hasta el paralelo 38, o lo que es lo mismo, a la frontera artificial que dividía Corea en dos países con sistemas políticos completamente opuestos: Corea del Norte, comunista y Corea del Sur, capitalista. Militarmente, la batalla supuso un duro golpe para el Décimo Cuerpo de Ejército Norteamericano, que de pronto se vio cercado por los ejércitos chinos y tuvo que realizar un dramático esfuerzo para romper el cerco y escapar hacia el sur evitando así el aniquilamiento. Pero lo más destacado fue que ésta batalla reinstauró el equilibrio de poder entre ambos bandos. (Jim, 2011, pág. 104) Desarrollo La batalla En la noche del 27 de noviembre de 1950, se desató el evento bélico contra las posiciones norteamericanas; dos unidades del 9º ejercito: el 20º Cuerpo de Ejército y el 27º Cuerpo lanzaron múltiples ataques a lo largo de la carretera entre la Reserva de Chosin y Koto-ri, cortando así las comunicaciones del 10º cuerpo norteamericano y aislándolo. En Yudam-ni, los regimientos: 5º, 7º y 11º de la 1ª División de Marines fueron atacados por las divisiones chinas 59ª, 79ª y 89ª, las cuales consiguieron rodear y cercar a los Marines. Del mismo modo, las divisiones chinas 80ª y 81ª aislaron a los marines del Equipo de Combate 31, que guarnecían Sinhung-ni. Por último, la 60ª división china cercó a parte del 1º Regimiento de Marines en Kotor-ri. Los ataques chinos cogieron completamente por sorpresa a los norteamericanos, los cuales a duras penas consiguieron defenderse en una noche llena de caos, confusión, asaltos masivos y emboscadas chinas. Al día siguiente, los Marines del 10º cuerpo descubrieron que habían quedado cercados en las principales localidades de la zona:


Yudam-ni, Sinhung-ni, Hagaru-ri y Kotor-ri. Su única esperanza era romper el cerco para restablecer el frente o escapar de las bolsas antes de que estas se cerraran por completo. (Chess, 2012, pág. 99) El General Smith, jefe de la 1ª División de Marines, reaccionó al ataque rápidamente. El mismo día en que éste acontecía, ordenó al 5º Regimiento de Marines, cercado en Yudamni, atacar hacia el oeste, en dirección a Mupyong-ni para romper el cerco. Sin embargo, el ataque del 5º Regimiento fue rechazado por la 89ª División china, atrincherada en las alturas circundantes a Yudam-ni. Durante la noche del día 28, cinco batallones chinos de la 79ª división atacaron Yudam-ni por el norte con el objetivo de aniquilar rápidamente a los marines que defendían la localidad. Tras un duro combate cuerpo a cuerpo, los marines del 5º y 7º Regimiento consiguieron finalmente expulsar a los soldados chinos de sus posiciones, aunque sufrieron muchas bajas en el proceso. Por otro lado, los cinco batallones chinos que atacaron Yudam-ni sufrieron tantas bajas que su capacidad de combate disminuyó a menos de la mitad. (Fotless, 2014, pág. 99) La tenaz Resistencia norteamericana y las enormes bajas sufridas hicieron que el comandante del 9º ejercito; Song Shi-Lun ordenara detener los ataques contra los regimientos de la 1ª División de Marines acantonados en Yudam-ni y concentrarse en atacar a los sitiados en Sinhung-ni y Hagaru-ri. (Barretto, 2014, pág. 36) Para romper el cerco, los Marines formaron un convoy encabezado por un tanque M4A3 Sherman y el 3º Batallón del 5º regimiento, mientras que los otros tres batallones del regimiento cubrían los flancos y la retaguardia. Al mismo tiempo, el 1ª Batallón del 7º Regimiento de Marines atacaría junto a la compañía Fox el Paso de Toktong para abrir la carretera hacía Hagaru-ri. Por otro lado, el 3º Batallón del 7º Regimiento asaltaría las colinas 1542 y 1549, (en vez de usar nombres las colinas y montañas se denominaban por su cota de altitud) para evitar que los chinos pudieran atacar desde ellas la carretera. Todos estos movimientos estarían apoyados por la 1ª ala de combate de la Fuerza Aérea de los Marines. (Grissman, 2011, pág. 99) El 1 de diciembre comenzó la operación de ruptura del cerco con el asalto a las Colinas 1542 y 1549, pero los tenaces defensores chinos: el 157º regimiento de la 59ª división, impidieron a los marines tomar las cimas y les obligaron a atrincherarse a media colina para


desde allí cubrir con su fuego al convoy que escapaba. Al darse cuenta de que la presa intentaba escapar, los chinos lanzaron furiosos ataques contra Hagaru-ri, que resistió formidablemente y contra Yudam-ni cubierta por la retaguardia de los marines, la cual pudo resistir hasta el día siguiente en que comenzó a retirarse. (Hill, 2014, pág. 56) El convoy había conseguido escapar de Yudam-ni, pero para llegar a Hagaru-ri debía atravesar el Paso de Toktong, cuya conquista emprendió el 1º Batallón del 7º de Marines (junto a la compañía “Fox”) arrasando cuantas posiciones defensivas chinas encontraba a lo largo de la carretera. Al amanecer del día 2 de diciembre la compañía “Fox” ocupaba el paso: la ruta hacía estaba abierta de nuevo. Pese a tener la carretera abierta, la marcha fue sumamente difícil para el convoy de los marines, sufriendo constantes ataques nocturnos y emboscadas, que sumadas al frío les causaron cuantiosas bajas. Esta ruta infernal acabaría cuando el convoy alcanzó Hagaru-ri al atardecer del día 4 de diciembre. (Salazar, 2014, pág. 99) La importancia de Hagaru-ri era enorme, no solo era el cuartel general de la 1ª División de Marines sino que también era el principal depósito de suministros de los marines e incluso contaba con un aeródromo a medio construir. El día del ataque, la localidad estaba defendida por dos batallones de marines y tropas de ingenieros y de apoyo logístico del ejército. Estas tropas consiguieron a duras penas resistir los ataques de dos regimientos chinos de la 58ª División. Para su suerte para ellos, el hambre que tenían los soldados chinos les hizo ganar tiempo, cuando los chinos empezaron a saquear los almacenes norteamericanos en busca de comida y ropa en vez de continuar la conquista del pueblo. Un contraataque norteamericano permitió expulsar a los saqueadores chinos y restablecer las defensas. Solo una colina al este del perímetro quedó en manos chinas. Los continuos ataques aéreos impidieron a los chinos volver a lanzar nuevos ataques al día siguiente. (Paterson, 2013, pág. 99) Al día siguiente llegaron nuevos refuerzos provenientes de Hudong-ni. Refuerzos permitieron a la base resistir los continuos ataques de la 58ª División china, la cual había perdido ya más de 1500 hombres en sus cargas suicidas contra las defensas norteamericanas. Los soldados supervivientes de la división continuaron atacando hasta que está unidad dejó de existir como unidad de combate por falta de efectivos. Los chinos enviaron al 26º cuerpo de ejército a ocupar el puesto de la 58ª División, pero ya era


demasiado tarde, las tropas que escaparon de Yudam-ni habían llegado y el aeródromo estaba abierto al tráfico aéreo, permitiendo así la llegada de refuerzos a la localidad. (Probuer, 2015, pág. 36) Retirada Tras un breve descanso, el 6 de diciembre comenzó la retirada hacia el sur, con el 7º Regimiento de marines en vanguardia de la columna de vehículos y el 5º cubriendo la retaguardia. El 26º Cuerpo de ejército chino acababa de llegar a la zona también, relevando a las duramente castigadas divisiones 58ª y 60ª, y dispuesto a no dejar escapar a los norteamericanos. Esa misma noche, mientras el 7º de marines habría la carretera hacia el sur destruyendo cuantos bloqueos chinos encontraba, las divisiones 76ª y 77ª del 26º Cuerpo atacaron Hagaru-ri defendida por el 5º de marines, sufriendo numerosas bajas y al mismo tiempo atacando a la columna central del convoy, donde tuvieron más suerte, ya que causaron un gran caos y confusión entre los norteamericanos causándoles grandes bajas en los duros combates nocturnos aunque finalmente fueron rechazados. Pese a todo, el 7º de marines había logrado su misión abriendo la carretera hacía Koto-ri a donde llegó el resto de la columna el día 7 de diciembre. Las únicas tropas chinas que se interponían entre la columna y el puerto de Hungnam eran pequeñas unidades de las castigas 58ª y 60ª División que estaban atrincheradas en el paso de Funchilin. Los chinos intentaron volar el puente que cruzaba el paso en su camino al sur, pero carentes de explosivos potentes solo consiguieron dañarlo. Cuando los marines de vanguardia expulsaron a los chinos del paso, encontraron que muchos se habían quedado congelados en sus pozos de tirador y trincheras. (Grpooer, 2015, pág. 99) El puente continuaba en pie pese a los sucesivos intentos chinos por volarlo, así que en poco tiempo los ingenieros norteamericanos lo repararon y pudieron continuas su retirada el día 9 de diciembre. Los escasos soldados chinos continuaron hostigando a las tropas norteamericanas en retirada, pero no consiguieron siquiera retrasarles. El día 11 de diciembre, el último soldado norteamericano cruzo el Paso de Funchilin. Ese mismo día, al atardecer, la vanguardia alcanzó el puerto de Hungnam. Los norteamericanos se habían salvado de ser destruidos en el cerco de la Reserva de Chosin. 193 barcos de la armada evacuarían de Hungnam a todas las tropas, 105.000 hombres, 90.000 civiles y todo el


equipo pesado, llevándolos a Pusan, al sur de Corea. Después el puerto fue destruido para impedir que los chinos pudieran usarlo. (Hato, 2011, pág. 22) Conclusiones 

La Batalla del embalse de Chosin fue la primera gran derrota norteamericana en una batalla desde la Segunda Guerra Mundial. Solo la tenacidad de los marines, muchos de ellos veteranos de la anterior guerra, impidió que las tropas norteamericanas fueran aniquiladas. El cerco chino había resultado ser una maniobra magistral, estratégicamente, los chinos habían demostrado tener un gran nivel operativo y solo sus deficiencias tácticas les impidieron obtener una victoria aún mayor.

Tácticamente, los marines habían demostrado su superioridad, causando cerca de 20.000 bajas a los chinos. A estas bajas en combate habría que sumar otros 29.800 hombres que habían sucumbido al frio y a la enfermedad. Este número de bajas tan alto es entendible si pensamos en que los chinos atacaban posiciones fortificadas sin apoyo alguno y muchas veces solo con un puñado de granadas, sufriendo ataques artilleros y bombardeos constantes de aviación que les lanzaba el mortífero “napalm”. La cantidad tenía que imponerse y era la única baza de un país superpoblado pero falto de tecnología.

La victoria del embalse de Chosin sumada a la victoria obtenida en el oeste tras la Batalla del río Ch’ongch’on permitieron a los chinos ocupar totalmente Corea del Norte, llevando de nuevo la guerra hasta el sur. En los siguientes dos años, la Guerra de Movimientos con la que había empezado la contienda se transformó en una dura guerra de trincheras a lo largo de la frontera entre ambas coreas, que perduró hasta el armisticio firmado el 27 de julio de 1953.


Bibliografía Barretto, S. (2014). La guerra y analisis en Corea. México D.F.: Jokers ediciones. Chess, K. (2012). La guerra de Corea y sus repercusiones. Estados Unidos: Amperio ediciones militares. Fotless, A. (2014). La crisis de la guerra de Corea. Estados Unidos: Star ediciones. Grissman, E. (2011). Corea y la guerra de la época. Estados Unidos: Star ediciones. Grpooer, M. (2015). La guerra de Corea. Alemania: Strokeer ediciones. Hato, A. (2011). Defensa de Corea en la guerra. Corea: K&O ediciones. Hill, A. (2014). Eventos de la guerra de Corea. Estados Unidos: Queen ediciones. Jim, A. (2011). La guerra de Corea. Estads Unidos : Atlas ediciones. Paterson, K. (2013). Sistemas modernos de conflictos bélicos. Estados Unidos: Ajax ediciones. Probuer, S. (2015). La guerra de Corea y el embalse de Chosin. Estados Unidos: Amperio ediciones. Salazar, N. (2014). Crónicas de las guerras modernas. México D.F.: Win ediciones.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.