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ÍNDICE DE CONTENIDOS DESARROLLO ....................................................................................................... - 3 1. Comparación doctrinaria similitudes, diferencias con el empleo logístico en la batalla de las Ardenas......................................................................................... - 4 Ejército alemán ................................................................................................ - 4 Ejército aleado ................................................................................................. - 5 2. Fortalezas y aciertos, errores y debilidades encontrados en el empleo del apoyo logístico por parte de las fuerzas protagonistas de la batalla de las Ardenas 6Ejército alemán ................................................................................................ - 6 Ejército aleado ................................................................................................. - 6 3. Vías de abastecimiento, métodos y procedimientos utilizados para el apoyo logístico de las fuerzas protagonistas de la batalla de las Ardenas. ................... - 7 Ejército alemán ................................................................................................ - 7 Ejército aliado .................................................................................................. - 7 Conclusiones ...................................................................................................... - 8 BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................... - 9 -
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“La batalla de las Ardenas” PRAXIS CAPITAL DESARROLLO La Batalla de las Ardenas fue la última gran ofensiva de Alemania ante los Aleados en la Segunda Guerra Mundial y una de las campañas más sangrientas del Frente Occidental. La repercusión de la batalla no sólo afectó a la contienda, sino que sería decisiva para el posterior destino de la guerra. Se ejecutó del 16 de diciembre de 1944 al 25 de enero de 1945 en el Frente Occidental, ya que la coalición de los Aliados Occidentales con la Unión Soviética era más frágil cada día dentro de dicho sector militar. Una ruptura estratégica en aquel escenario cambiaría de manera irremediable los acontecimientos, siendo el lugar elegido para ello un área en torno a Bélgica y Luxemburgo. Gráfico 1: Batalla de las Ardenas
Fuente: (Martínez, 2006)
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1. Comparación doctrinaria similitudes, diferencias con el empleo logístico en la batalla de las Ardenas Ejército alemán El empleo del ejército alemán consistía en concentrar aproximadamente 45 divisiones apostadas tras la Línea Sigfrido que protegía la frontera alemana, para lanzarlas contra las líneas norteamericanas siguiendo el curso del Río Mosa y alcanzando el puerto de Amberes. Derrotado al I Ejército Estadounidense y cercar al II Ejército Británico más el norte, exactamente en la demarcación con Holanda y dentro de una bolsa de la que tendrían que escapar replegándose hacia el mar como hicieron durante la invasión de Francia en 1940. Si este plan funcionaba Alemania obligaría a los Aliados a replantearse la situación sobre su alianza con la Unión Soviética, ya que una derrota en las Ardenas, implicaría que el Ejército Rojo se abalanzase sobre Europa Occidental, algo a lo que ni Londres ni Washington estarían dispuestos. Para llevar a cabo el plan del Ejército Alemán fue necesario retirar del Frente Oriental tropas y divisiones para concentrar refuerzos en el Frente Occidental. Así, la frontera germano-belga se fue abarrotando de tropas procedentes de todas partes de la Europa ocupada, participando más de 10.000 vagones en el transporte. La acumulación de tal cantidad de hombres y material se efectuó bajo un estricto secreto, siendo el silencio sepulcral y con todas las medidas de seguridad pertinentes. El ataque en las Ardenas por parte del ejército alemán sería llevado a cabo por tres columnas en una guerra relámpago. La primera columna central contenía al V Ejército Panzer que se repartía en el XLVII Cuerpo con las 2ª y 9ª División Panzer, más la 26ª División Volksgrenadier y la Brigada Führer; el LVIII Cuerpo con las 18ª y 62ª Divisiones Volksgrenadier; y el XXXIX Cuerpo Panzer con la 176ª División Volksgrenadier. Hacia Lieja se encontraba la segunda columna con el VI Ejército Panzer que se dividía en el I Cuerpo SS Panzer con la veterana 1ª División SS Panzer, la 12ª División SS Panzer, la 3ª División Paracaidista, la 150ª Brigada Panzer Especial y las 12ª y 227ª Divisiones Volksgrenadier; el II Cuerpo SS Panzer con la 2ª División
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SS Panzer y la 9ª División SS Panzer y el LXVII Cuerpo con las 246ª, 272ª y 326ª Divisiones Volksgrenadier. Por último, hacia el flanco más meridional marcharía desde Luxemburgo dentro de la tercera columna el VII Ejército con el LIII Cuerpo integrado por las 9ª y 15ª Divisiones Volksgrenadier y la Brigada de Granaderos Führer; el LXXX Cuerpo con las 212ª, 276ª y 340ª Divisiones Volksgrenadier; y el LXXXV Cuerpo con la 5ª División Paracaidista y las 79ª y 352ª Divisiones Volskgrenadier. Así, Alemania reunió un total de 200.000 soldados, 2.000 tanques, 1.900 cañones y 3.000 aviones. Ejército aleado El ejército estadounidense se encontraba dispersado y desmoralizado, con escaso material y efectivos tras sus pérdidas militares durante la “Operación Market-Garden” de Holanda y la Batalla del Bosque de Hürtgen. Así, en las Ardenas presentaban el dispositivo defensivo más débil del Frente Occidental. La colocación consistía básicamente en puestos fortificados o trincheras adelantadas distribuidas irregularmente por todo el frente, unas muy cerca de los alemanes y otras muy alejadas, lo que elevaba el riesgo de embalsamientos. A este problema se añadía que los tanques se repartían en unidades independientes y no en grandes agrupaciones, siendo todos inferiores a los blindados alemanes. El despliegue de los Aliados en las Ardenas consistió en dos grandes fuerzas de tierra. Por un lado, estaba eI I Ejército Estadounidense que disponía del V Cuerpo entre Lammersdorf y Monschau con las 1ª, 2ª, 9ª y 78ª y 99ª Divisiones de Infantería; más atrás estaba el VII Cuerpo con las 2ª y 3ª Divisiones Blindadas y las 83ª y 84ª Divisiones de Infantería; y por el último el XVIII Cuerpo Aerotransportado con la 7ª División Blindada, las 30ª, 75ª y 106ª Divisiones de Infantería, las 82ª y 101ª Divisiones Aerotransportadas y el 14º Grupo de Caballería. La segunda fuerza estaba conformada por el III Ejército Blindado con el III Cuerpo de artillería que incluía las 4ª y 6ª Divisiones Blindadas y las 26ª, 35ª y 90ª Divisiones de Infantería; el VIII Cuerpo con las 9ª y 11ª Divisiones Blindadas, las 28 y 87ª Divisiones de Infantería y la 17ª División Aerotransportada; el XII Cuerpo con las 4ª, 5ª,10ª y 80ª Divisiones de Infantería; y el XXX Cuerpo Británico con la 6ª División Aerotransportada, la 51ª División de Infantería Escocesa, la 53ª División de -5-
Infantería, el 3º Regimiento de Cazadores Paracaidista Francés y el Comando SAS Belga. 2. Fortalezas y aciertos, errores y debilidades encontrados en el empleo del apoyo logístico por parte de las fuerzas protagonistas de la batalla de las Ardenas Ejército alemán Las fuerzas alemanas estaban compuestas por Stug, Panzer III, Panzer IV y Jagdpanzer; y complementados con Tiger, Panther y los invencibles King Tiger. La Fuerza Aérea Alemana contaba con los cazas a reacción Messerschmitt Me 262, así como con los Messerschmitt Bf 109 y Focke Wulf Fw 190; bombarderos Junkers Ju 88 y Heinkel He 111; y bombarderos Stukas. También sobre las cordilleras de las Ardenas se situaron cañones de todos los calibres, incluyendo los Flak de 88 milímetros, lanzacohetes Neberwerfer y piezas artilladas Leopold. Pero sin duda el arma más temida fueron los misiles V-1 y V-2 que tenían sus rampas de lanzamiento situadas en los bosques; además de otras novedades en los soldados como el rifle de asalto Stg-44 y gafas de visión nocturna. Además, St. Vith y sus carreteras estaban abiertas ante los alemanes y parecía inevitable la retirada de los americanos de aquel sector del saliente y la situación en el flanco meridional del saliente alemán era todavía fluida. Las unidades ocupadas en la acción retardadora frente a Bastogne habían sido prácticamente destruidas y la 101ª División Aerotransportada, equipada con armas ligeras, se encontraba cercada en la ciudad, a fin de dar todo su escaso apoyo posible a la defensa contra un Cuerpo de Ejército alemán completo. Una división acorazada alemana había atravesado el Ourthe y se encontraba a 37 km del Mosa; otra había ocupado Houffalize, y, con toda probabilidad, se prestaba a reanudar el avance hacia el oeste. Ejército aleado Contaba con tanques Sherman, M-24 Chaffee, M-10 y Priest, la Fuerza Aérea Estadounidense y la Real Fuerza Aérea Británica contaban con la superioridad aérea, aunque de nuevo la tecnología seguía siendo inferior al no disponer de -6-
aviones a reacción, por lo que los caza-carros P-51 Mustang y P-47 Thunderbolt debían desenvolverse solos sin una escolta adecuada. Tampoco el soldado de infantería estaba en su mejor momento porque era Navidad y se encontraba muy lejos de casa; mientras que las temperaturas de -28ºC grados y la mala calidad de las botas y ropa invernal del Ejército Estadounidense había generado 822 bajas por congelación antes de la batalla. Además, las unidades ocupadas en la acción retardadora frente a Bastogne habían sido prácticamente destruidas y la 101ª División Aerotransportada. Y desde el 16, primer día del ataque alemán, la niebla y las nubes bajas habían impedido casi por completo las salidas de los cazabombarderos norteamericanos. 3. Vías de abastecimiento, métodos y procedimientos utilizados para el apoyo logístico de las fuerzas protagonistas de la batalla de las Ardenas. Ejército alemán La ofensiva sobre las Ardenas, acorde al ejército alemán fijaba en un principio para el 10 de diciembre, aunque posteriormente se retrasó hasta el 16 a la espera de que mal tiempo dificultase las operaciones aéreas aliadas. Uno de los principales inconvenientes dentro del abastecimiento fue la insuficiente gasolina para llegar a Amberes. Adolf Hitler había prometido una cantidad 5 veces más elevada de la normal, de la que finalmente sólo pudo reunir el 1’5, lo que forzó a los alemanes a ser dependientes del combustible que capturasen al enemigo. Ejército aliado Dentro de la situación logística el ejecito aliado estaba complicado porque los suministros tenían que llegar desde las lejanas playas de Normandía atravesando toda Francia y Bélgica. Además, contaban con pocos medios para el ataque posterior a Batalla del Bosque de Hürtgen. Además, por el posicionamiento estratégico en forma de trincheras existía un agotamiento rápido de municiones, víveres y gasolina.
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Conclusiones
Los Aliados sufrieron un total de 102.576 bajas (98.637 estadounidenses, 3.000 belgas y 1.408 británicos) entre las que hubo 31.576 muertos (28.137 estadounidenses, 3.000 belgas y 439 británicos), 48.000 heridos (47.500 estadounidenses y 239 británicos) y 23.000 prisioneros estadounidenses. A nivel material los Aliados perdieron 1.200 tanques y 600 aviones. Y Alemania sufrió 83.000 bajas entre 12.652 muertos y 70.000 heridos. Respecto al material los alemanes perdieron 600 tanques, 6.000 camiones y 500 aviones.
En ambos ejércitos las pérdidas fueron altamente elevadas en hombres y material, algo más para los Aliados. Sin embargo, para los alemanes las bajas a aquellas alturas de la guerra eran irrecuperables, dejándoles incapacitados para proteger la orilla izquierda del Río Rin y por tanto la defensa de la frontera de su propio país. Aquella victoria de Estados Unidos, sin duda sentenciaría el Frente Occidental para siempre y por ende el encaminamiento para el final de la Segunda Guerra Mundial.
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BIBLIOGRAFÍA
Dionisio García, La Batalla de las Ardenas: Un punto de vista aliado, Revista Serga Nº42 (2006), p.49-65
Paco Martínez Canales, Fallschirmjäger: Desesperada lucha en las Ardenas, Revista Serga Nº41 (2006), p.41-42
Editores de Desperta Ferro, La Batalla de las Ardenas (I), Desperta Ferro Contemporánea Nº15 (2016), p.3-55
Editores de Desperta Ferro, La Batalla de las Ardenas (II), Desperta Ferro Contemporánea Nº19 (2017), p.3-55
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