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La influencia de la geopolítica en las revoluciones de Estados Unidos, Francia, Haití y Latinoamérica bajo las concepciones de la Ilustración. consultaspraxis@gmail.com INTRODUCCIÓN Tanto las guerras de independencia norteamericana, latinoamericana, haitiana y la Revolución Francesa han sido hitos que han marcado el rumbo de la historia a nivel mundial, dentro de lo cual una y otra vez han sido analizadas no sólo desde el punto histórico sino a nivel político, social, cultural entre otros. Una de esas perspectivas es la geopolítica, que busca analizar todos estos procesos desde el punto de vista de la competencia entre potencias; es decir, entender la lucha por los intereses de las naciones en el cual se beneficiaron de dichos procesos países como: Inglaterra, Francia y España respectivamente. Así, el presente ensayo al buscar analizar la perspectiva de la geopolítica, dejará de lado la idea romanticista y se concentra en la Ilustración; donde todos estos procesos fueron influenciados en un verdadero ideal amparado en “la libertad del individuo y el favorecimiento del pueblo” (Hill, 2016, pág. 122). Dentro de la coyuntura histórica, el siguiente ensayo analizará tales acontecimientos por orden cronológico, es decir, independencia de Estados Unidos (1783), Revolución Francesa (1789), independencia de Haití (1790-1804), y por último la independencia Latinoamericana (1810). DESARROLLO La independencia de Estados Unidos La independencia estadounidense fue un proceso político y armado en las trece colonias que logró cambiar el paradigma colonial y absolutista de la época. Esta revuelta se da principalmente porque los comerciantes colonos de este país norteamericano sentían una gran represión política debido al “Grenville Act” o “Ley del azúcar” que incrementaba los impuestos en sobremanera, además el plan del ministro Charles Townshend que concedía varios privilegios de importar té a la Compañía de las Indias Orientales, originando así en 1773 el conocido “Boston Tea Party”.
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Para 1775 empezaron las luchas, en las cuales se enfrentaron “(…) patriotas contra leales y los soldados del rey Jorge III” (James, 2016, pág. 93). A la inminente lucha civil que se empezó a dar para estos años en las 13 colonias británicas, los patriotas buscaron apoyo internacional para derrotar a las tropas del rey, para aquel entonces se buscaría alianzas con aquellas potencias que se consideraban enemigas para Gran Bretaña, es decir, España y Francia. Se puede aducir en forma preliminar que ninguna de las potencias compartía con los valores que promulgaba la rebelión para la independencia; sin embargo, ambos países rivales económicos y coloniales de Gran Bretaña vieron esta oportunidad para debilitar a la potencia anglosajona, por lo que decidieron ayudar a las trece colonias. En cuanto a Francia, con el objetivo de promulgar en aquel tiempo el considerado “hegemon” por dominar varias regiones del mundo con sus colonias, decide por medio del aún rey Luis XVI “enviar 4000 hombres y préstamos financieros para la causa” (Segarra, 2016, pág. 90). Por otro lado, el rol de España a pesar de ser olvidado dentro del análisis histórico ha sido de gran importancia ya que ellos enviaron el doble de soldados para luchar contra los británicos (cerca de 11.000 hombres), además de préstamos económicos para la independencia. Esta última estrategia se la puede considerar con fines netamente políticos antes que mantener un ideal común por la revolución. Prueba de esto Morgenthau expone: “una política económica no puede ser justificada en términos económicos, pero debe ser tomada desde la mirada del objetivo político que se desea conseguir” (Morgenthau, 2012, pág. 277). En el caso, francés como español se buscaba incrementar el poder nacional por medio de debilitar a uno de sus rivales, es decir, dejar a Gran Bretaña sin las 13 colonias americanas. Por otro lado, en el caso español se puede entender su política exterior de aquel entonces como la ayuda a Estados Unidos en cuanto a los intereses vitales de proteger sus colonias como el territorio de Florida. Es decir, en términos del Realismo de (Morgenthau, 2012), “(…) entender que los intereses definidos son términos de poder”; ante lo cual, los Estados buscan actuar racionalmente de acuerdo a sus beneficios. En el caso de España
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era proteger las colonias amenazadas por la expansión de Gran Bretaña, que a nivel Estado se encontraba atraído por las diferentes riquezas de la colonia. La Revolución Francesa En segunda instancia, en cuanto a la Revolución Francesa esta se da debido al descontento general que se tenía por el monarca Luis XVI, el cual era el poder absoluto en Francia sin tener la necesidad de rendir cuentas a nadie. Para el año de 1788 se genera la crisis agrícola y escasez de alimentos combinado con un gran problema del déficit fiscal que enfrentaba Francia debido a las guerras gestadas por Luis XV y la ayuda económica a Estados Unidos. Ante lo cual, Luis XVI se ve obligado a subir los impuestos a la burguesía que “(…) ya estaba sobrecargada de impuestos en forma preliminar para la época” (Lamperier, 2015, pág. 217). Este descontento ampliamente generado, junto a las ideas de la Ilustración y los escándalos de la realeza, lograron para el año de 1789 empezar la revolución con la toma de la Bastilla. Logrando para 1791 encarcelar y enjuiciar a muerte al ya destituido Rey de Francia por la injerencia de Austria para ayudar a recuperar el control del Estado francés al rey Luis XVI. En cuanto a términos de intereses geopolíticos, Austria tenía una gran preocupación por Francia sobre todo por la alianza que estos tenían con la monarquía francesa cuando la princesa María Antonieta se casó con el delfín de Francia. Dado, que temían perder a un gran aliado y potencia europea. Por otro lado, las reacciones a la Revolución Francesa a nivel de toda Europa eran reacia con excepción de Inglaterra, la cual exponía lo siguiente: William Pitt, el primer ministro de Inglaterra, simpatizaba con la revolución, ya que está establecía las libertades en las que estaba fundamentado el imperio inglés y el rey de Inglaterra, Jorge III, quien veía con buenos ojos la revolución, porque así Francia se debilitaría (Murillo, 2013, pág. 194)
A pesar de esta opinión Inglaterra se mantuvo al margen para evitar repercusiones directas de la revolución debido a todos los cambios que ya habían afrontado. De igual manera, el rey de Inglaterra evitó ayudar al monarca francés debido a que el estallido de la revolución
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podría establecer un sistema capitalista que beneficiaría a Inglaterra económicamente y poder geopolítico se viera incrementado al ver a la potencia francesa en decadencia. La independencia de Haití La independencia de Haití empieza en 1789 cuando casi el 90% de la población era reprimida y sin algún derecho de decidir. En este año, ocurrió a su vez la Revolución Francesa la cual promulgaba la igualdad de todos los hombres; al llegar a Haití dicha concepción, a los blancos terratenientes no les agradó que existiera esta idea en la isla por la opresión que ellos manejaban, pero los mulatos al no tener representación y ser influidos por estas ideas buscaron en años posteriores liberarse del yugo francés, sobre todo cuando Napoleón Bonaparte mandó tropas a la isla para controlar las revueltas. Ante tal situación los revolucionarios de este territorio buscan la ayuda internacional de Estados Unidos, España e Inglaterra. Hablando en términos geoestratégicos el principal actor internacional que pudo establecer cierta ayuda fue España ya que su principal interés era de recuperar la tierra que había sido despojado por los franceses en el año de 1665. Es decir, el principal interés de España era tener el control total de las colonias americanas, sobre todo Haití al ser considerada como la colonia más rica de América. En cuanto a Estados Unidos, debido a que los Estados del sur eran esclavistas no les convenía ayudar una lucha que desde cierto ángulo podría significar el colapso de la economía de parte de las 13 colonias estadounidenses, por tal razón prefirió mantenerse al margen por el alto costo que podría tener para la economía. Sin embargo, cabe recalcar que Estados Unidos “(…) reconoce a Haití como Estado en el año de 1804 después de que internamente la esclavitud se aboliera llegando a establecerse un comercio sostenido y próspero en la isla” (Grijalva, 2013, pág. 254). No obstante, para Francia a pesar de los ideales dentro de la Ilustración que mantenía buscaba impedir la independencia de Haití, es decir, hablaban de valores como la libertad del individuo pero buscaba impedir que el 90% de la población haitiana no pueda tener la libertad que tanto anhelaban, así los franceses buscaban seguir dentro del colonialismo el cual necesitaban como un sistema desigual social pero firme a nivel económico
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manteniendo al país como uno de los mayores exportadores de tabaco y materias primas a Europa. La independencia Latinoamericana Para la independencia de Latinoamérica se buscó un apoyo extranjero debido a que las fuerzas reales españolas tenían una gran presencia en todo el continente. Así que varios líderes latinoamericanos quienes ya habían sido influenciados por la Revolución Francesa o por la independencia de Estados Unidos encontraron en los diferentes frentes de batalla la forma de independizarse “a golpes de pólvora y ríos de sangre” (Najera, 2016, pág. 255). Es por tal razón, que buscaron ayuda internacional de los potenciales rivales de España. Primero, Inglaterra aceptó ayudar a los líderes independentistas de América Latina por intereses económicos. Es decir, buscaban mejorar las relaciones comerciales entre los territorios de América y Europa. Dentro de dicha conceptualización autor (Najera, 2016, pág. 292), expone: A nombre de la “libertad de comercio” y la “libertad de los mares”, Inglaterra apoya la independencia de América Hispana a comienzos del siglo XIX. Tienen tratos con Miranda y Juan Pablo Vizcardo y Guzmán. Pero todos los acuerdos fundados no dejaban de lado el interés móvil de lo económico, dado que cualquier apoyo en lo social décadas atrás se habían perdido en las mentes hambrientas oligárquicas.
Es decir, para Inglaterra siempre existió una lógica capitalista que nunca desapareció, la cual, buscaba poder tener una mayor inserción en las economías latinoamericanas por lo que se convierte en un interés nacional de dicho Estado; la misma que al igual que lo ejecutado por Francia y España en cuanto a la independencia de Estados Unidos, Gran Bretaña otorgaba ayuda militar y préstamos financieros para la causa independentista con la finalidad de incrementar el poder de la nación y sus nuevos lazos comerciales. Lo que quiere decir que toda la ayuda que dio Inglaterra a América Latina era para derrumbar a una de las potencias hegemónicas de aquel tiempo y así incrementar el poder de esta. Al igual que Inglaterra, Estados Unidos tenía un profundo interés económico sobre el territorio de América porque Estados Unidos acentúo su comercio con los países de Latinoamérica y los veía como “eternos graneros” (Barba, 2014, pág. 144).
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Por último, Francia no dio un apoyo tan prominente a la lucha independentista de este lado del continente, a pesar de que al principio daban un gran apoyo desde diferentes grupos sociales franceses. Sin embargo, con el ascenso de Napoleón al poder quitaron el apoyo, incluso llegaron a perseguir a los independentistas. Esta actitud hacia el proceso de independencia en la América española de aquel momento se puede explicar debido a que en ese tiempo habían perdido su propia colonia latinoamericana, es decir, Haití. CONCLUSIONES Los procesos históricos que ocurrieron a lo largo del continente americano para conseguir una emancipación de los imperios coloniales y de igual manera la Revolución Francesa son procesos con una alta influencia de las hegemonías coloniales de aquella época, y que mantenían una visión sobre que los intereses individuales primen sobre todo para obtener mayor poder que las otras potencias europeas, así el interés nacional está por encima del poder social por parte de las potencias. Se puede observar que en todos estos procesos históricos prevaleció los intereses de las potencias adversarias como en el caso de la independencia de América Latina en cuanto a la ayuda internacional que recibió de Inglaterra. Pero en otro sentido, se puede observar que en la búsqueda de alcanzar estos intereses sobre todo de perjudicar a las potencias rivales utilizaron los mecanismos necesarios para apoyar aquellas causas que lograrían perder el equilibrio tanto económico como político de sus adversarios, que a su vez lograrían perder su influencia colonial que en aquella época en Europa era codiciada.
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BIBLIOGRAFÍA Barba, V. (2014). Un robo a fusil y deuda armada. México D.F.: Arcos ediciones. Grijalva, E. (2013). Antecedentes de la historia latinoamericana. México D.F.: Everest ediciones. Hill, E. (2016). Las revoluciones del hombre ilustrado. Estados Unidos: Norway ediciones. James, A. (2016). Breve historia estadounidense. Estados Unidos: King ediciones. Lamperier, T. (2015). La Revolución Francesa. Estados Unidos: Harmony ediciones. Morgenthau, H. (2012). Politics Among Nations: The Struggle f or Power and Peace. Estados Unidos: McGraw-Hill Companies. Murillo, E. (2013). Aspectos sociales y culturales de la Revolución Francesa. México D.F.: Edding ediciones académicas. Najera, A. (2016). Los dias de independencia en Latinoamérica. Lima - Perú: Resplandor ediciones. Segarra, V. (2016). Historia de las revoluciones. México D.F.: Círculo de lectores.
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