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La Primera Guerra Mundial, un accidente histórico o un suceso inevitable consultaspraxis@gmail.com Introducción La Primera Guerra Mundial o también conocida como “la Gran Guerra”, es uno de los eventos bélicos más importantes de la edad moderna que afectó a toda Europa y transformó radicalmente el mapa mundial hasta la fecha establecido. Sin embargo, varios estudiosos han debatido acerca de las causas por las que inició esta guerra, llegando a preguntarse si dichas causas corresponden a un accidente histórico o era una guerra inevitable para las potencias imperialistas europeas. En cuanto a esta cuestión el presente ensayo considera que la principal premisa y argumento es que la Gran Guerra fue un acontecimiento inevitable ya que sus verdaderas causas van más allá de una crisis diplomática y como la gota que derramó el vaso referidas de forma posterior al asesinato del Archiduque Francisco Fernando de Austria- Hungría, argumentando que la Primera Guerra Mundial fue más que un acontecimiento simplista gracias a un accidente histórico, sino más bien un suceso inevitable y por esto, primero se buscará analizar las causas profundas de la guerra, es decir, aquellos motivos que en cualquier motivo podrían desencadenar un conflicto bélico. Como segundo punto a nivel argumentativo se realiza un breve relato histórico sobre el incidente de Sarajevo y como este no puede ser considerada en su totalidad como el accidente histórico que ocasionó la Gran Guerra, y que debe ser analizada el trasfondo de este incidente y de la muerte del Archiduque de Austria- Hungría. Por último, se busca recalcar cómo gracias al imaginario colectivo del pueblo de todas las potencias europeas, llegaron a ayudar a que sus países caigan en la inminente Primera Guerra Mundial.
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Desarrollo Primero, es necesario considerar que la Primera Guerra Mundial es desencadenada por varios factores de aquella época. Es así que, se pueden considerar causas profundas, es decir, “aquellos acontecimientos entre los años de 1871 y 1914 el cual coadyuvaron para la formación de una situación tensa entre los países de Europa” (Delgado, 2012, pág. 524). Y que en cualquier momento debido a estos distintos escenarios podrían catapultar a la Gran Guerra, el cual se volvió en un escenario donde las potencias imperiales de Europa no podían evitar en aquel momento. Una de estas causas y de las más importantes es la rivalidad imperialista. Esta rivalidad puso una situación tensa entre los imperios debido “(…) al constante miedo de ser arrebatados territorios estratégicos para la industria de estos países” (Barreiro, 2016, pág. 167), haciendo que estos cedan mercados competitivos a las potencias rivales. Este constante miedo a su vez, desencadenó otras dos causas profundas para que se dé el magno conflicto bélico. Una de estas es la creación de un sistema de alianzas con el propósito de la creación de ligas diplomáticas para defenderse mutuamente en caso de un ataque a los intereses particulares de cada nación. De tal modo, como expone (Grisell, 2016, pág. 182), se generaron dos tipos de alianzas: La primera alianza fue La Triple Entente, conformado por Reino Unido, Francia y Rusia; integrándose con el objetivo de aprovechar sus ventajas geográficas para bloquear a las potencias de la Triple Alianza. Y la Triple Alianza conformado por Alemania, Italia y Austria- Hungría; formado para protegerse de un posible bloqueo o invasión de las potencias de la Triple Entente.
En este marco se puso en práctica el “Sistema Bismarckiano”, es decir una política exterior ofensiva en el siglo XX por parte de Alemania que había tenido el objetivo de frenar Francia. Es así, que se llega a varios acuerdos secretos entre Alemania y AustriaHungría. Pero el tratado decisor para la creación de esta alianza fue el tratado secreto germano - austro húngaro – italiano; el cual unía a Italia a esta alianza en caso de “(…) algún ataque o declara una benévola neutralidad ante la decisión de atacar alguna otra potencia europea” (Phillis, 2016, pág. 72). Este tratado en un principio “(…) tendría la
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duración de 6 años, pero se llegó a renovar hasta 1915 cuando la Gran Guerra comenzó” (Fernandez, 2014, pág. 286) Debido a esta política ofensiva que las potencias europeas optaron durante el Siglo XX como el Sistema Bismarckiano, se desató una carrera armamentística en Europa llegando a generar en los años posteriores una guerra de paz armada, siendo esta situación una de las causas profundas para que ocurra en forma inevitable la Primera Guerra Mundial. Junto a las alianzas analizadas anteriormente y la Revolución Industrial en Europa se llegó a impulsar de una manera fuerte la industria militar. Alcanzando así a: (…) proporcionar a los gobiernos de los países industrializados la oportunidad de probar una nueva y más peligrosa competencia con sus rivales, en la que cada nación se suponía poseedora del arma secreta que la haría más invencible (Montrel, 2015, pág. 93)
Es por tal razón, que a pesar de que hubo una paz armada debido a que las potencias europeas tenían miedo a una guerra, al mismo tiempo “(…) estos países estaban preparándose para la guerra al incrementar tanto su industria armamentística como el número de refuerzos en la milicia” (Realepetini, 2015, pág. 362). Este comportamiento demuestra ser una causa importante, porque al desatar una carrera armamentística se manifiesta que el comportamiento ofensivo de las potencias europeas en cualquier momento podrían desatar un ataque dando lugar a una guerra, en este caso, la Primera Guerra Mundial. Demostrando así, que esta guerra no fue un accidente histórico, sino fue “(…) una concurrencia inevitable debido al tipo de política exterior que tomaron todos los países europeos involucrados” (Sevilla, 2016, pág. 298). Como segundo lineamiento, se puede argumentar a la Primera Guerra Mundial como un accidente histórico debido a las diversas crisis, sobre todo en la Crisis de los Balcanes, la cual se dio en 1908 cuando el imperio Austro- Húngaro se anexó los territorios de Bosnia y Herzegovina; como consecuencia se crearon organizaciones secretas nacionalistas en estos territorios. En este contexto de tensiones sucedió el “Incidente de Sarajevo”, cuando “(…) el Archiduque Austrohúngaro Francisco Fernando fue asesinado junto a su esposa en Sarajevo por un miembro de estos grupos nacionalistas pro- serbios” (Delgado, 2012, pág. 533). Esto puede decir, que catapultó la guerra ya que desde este incidente Austria
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envió un ultimátum a Serbia, al cual ellos no aceptaron debido a que vulneraba su soberanía. Es así, que Austria con el apoyo de Alemania declara la guerra a Serbia, el cual, era apoyado por Rusia empezando así la guerra; debido a este incidente se puso a prueba las dos alianzas formadas. Por ende, todas las potencias europeas se vieron inmiscuidas en una guerra; sin embargo, no se puede considerar como accidente histórico, debido a que este incidente puede ser considerado como una excusa para comenzar la guerra. Por un lado, encontramos el apoyo de Alemania hacia Austria, que se puede exponer como la oportunidad perfecta para empezar una guerra con los países de la Triple Entente. Dado, que al emitirse las hostilidades entre estos tres países, Alemania decide declarar la guerra a Rusia y posteriormente a Francia “(…) por no aceptar las condiciones de neutralidad” (Delgado, 2012, pág. 522). Entonces, se puede considerar que la Primera Guerra Mundial era un evento que en algún momento podría ocurrir, es decir, un momento inevitable de la historia ya que las potencias esperaban el momento perfecto o alguna razón o pretexto; en este caso la muerte del Archiduque para empezar una guerra por medio de las alianzas antes mencionadas. Como tercer punto, no se puede considerar a la Primera Guerra Mundial como un accidente histórico debido a que el imaginario social juega un factor importante gracias a la propaganda y el nacionalismo existente en aquel tiempo. Es decir, la idea de una guerra próxima entre las potencias europeas se mantenía incluso los mismos líderes de estas naciones quienes tenían impregnada la idea de que, en cualquier momento la paz armada llegaría a su fin. Es así que: Los líderes pensaban que esta guerra general, cuatro veces amenazadora, no tardaría en estallar. Unos la creían probable y otros, necesaria (Guillermo II empleó esta palabra en una entrevista con el rey de Bélgica en noviembre de 1913). Tenían tendencia a razonar y a obrar como si la corriente fuera invencible. La mayor preocupación de cada uno era, pues, reforzar sus alianzas en interés de su seguridad (Renouvin, 2015, pág. 9)
Por motivo de la percepción de los líderes al tener presente que la guerra iba a estallar en cualquier momento en Europa. Los líderes, quienes toman las decisiones en cuanto a llevar la política exterior, decidieron llevar una política ofensiva, un ejemplo claro de este
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tipo de política ofensiva fue la que tomo Alemania con el ya explicado Sistema Bismarckiano. Al tener en el imaginario colectivo la idea del llamamiento de armas, sobre todo en el pueblo, donde se dio gracias a la propaganda acerca del nacionalismo. Esta propaganda tiene una gran importancia porque “los conceptos de la cultura como autoridad o como conjunto de valores arraigados en la tradición popular de una nación se tendieron a mezclar en el carácter dinámico, abierto y relacional de los medios de comunicación” (Saveedra, 2016, pág. 90) Es decir, en el caso del contexto de la paz armada el valor del nacionalismo se llegó a mezclar en la propaganda sobre todo en los medios de comunicación que cada vez se volvía masivo al llegar a todas partes de Europa debido a la revolución industrial. Por lo que, la población no pensaba en las consecuencias de una guerra, pero sí tenían un compromiso especial con la causa gracias a la propaganda nacionalista de la época. Por ende, no se puede considerar a la primera Guerra Mundial como resultado de un accidente histórico, sino como una guerra que se volvería inevitable por el imaginario colectivo que predominaba en la época gracias a los medios masivos de difusión de ideas y valores como el nacionalismo. Debido a que, uno de los intereses de la población era la guerra por el nacionalismo como doctrina de masas; los Estados tuvieron que responder a ese interés, por lo menos para tener la aprobación de la población y a su vez proteger la seguridad integral del Estado. Es por tal razón, que más que un accidente histórico se vuelve en algo inevitable porque los gobiernos se ven en la obligación de responder hacia los intereses y opinión pública dentro de su país. Conclusiones Por lo tanto, a forma de conclusión el presente ensayo considera que la Primera Guerra Mundial o la Gran Guerra no es el resultado de un accidente histórico como en aquella época se sostuvo para empezar las hostilidades entre las naciones, sino como un hecho meramente planeado con anterioridad de forma directa e indirecta por los países europeos. Este acontecimiento que marcó la historia moderna a nivel mundial tuvo un proceso complejo para que la guerra se desatara. Es por tal razón, que el presente ensayo busca
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analizar los detonantes que se da más allá del asesinato del Archiduque Francisco Fernando de Austria- Hungría, siendo así un accidente histórico. Por ejemplo, el hecho de que en el contexto internacional existiera diplomacia secreta para que las Alianzas internacionales dentro de Europa se lleguen a consolidar en dos bandos que a la final fue una causa para que existiera una carrera armamentística y apoyar a los países en caso de guerra fue un detonante debido a que estas clases de alianzas generaron un tipo de incertidumbre en el Sistema Internacional Europeo. Por otro lado, hay causas económicas que llegaron a ser decisivas para que la Primera Guerra Mundial se dé, como el miedo de que los imperios perdieran sus colonias importantes para uso de las diferentes industrias nacionales existentes. No obstante, al entender la muerte del Archiduque, esta no es la única causa existente, sino que se puede entender que la Primera Guerra Mundial fue un antagonismo de intereses entre las potencias europeas que buscaban la mínima excusa para poder entrar en guerra en contra de sus adversarios y los intereses políticos sesgados por varios regímenes europeos y sus máximos representantes estatales. Y por último, entender la percepción de los líderes y como la propaganda que se dio a través de los medios de comunicación masivos llegó a expandirse el valor del nacionalismo entre la población europea haciendo que la guerra se convierta en un interés vital para los países europeos. Es así, que se denota que un acontecimiento histórico no es más que un mero “accidente histórico” sino que, para llegar a tal, es necesario entender las causas y el contexto más profundo para que se genere el mismo, en este caso la Primera Guerra Mundial.
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Bibliografía Barreiro, O. (2016). Dinámicas interpolíticas europeas. Barcelona España: Armónico punlicaciones. Delgado, G. (2012). El Mundo moderno y contemporáneo. México D.F.: Pearson ediciones. Fernandez, A. (2014). Los Sistemas Bismarckianos. Madrid - España: West ediciones. Grisell, S. (2016). Análisis de la Primera Guerra Mundial. Madrid - España: Atenea ediciones. Montrel, F. (2015). Historia de los conflictos bélicos mundiales. México D.F.: Pirámide dorada ediciones. Phillis, D. (2016). La intervención de los países europeos en la Primera Guerra Mundial. Ohio - Estados Unidos: Clock ediciones. Realepetini, T. (2015). Sistemas políticos direccionados en los eventos mundiales militares. Dallas - Estados Unidos: Clorum publicaciones. Renouvin, P. (2015). La Primera Guerra Mundial. Barcelona - España: Industrias Gráficas y Editorial Monserrat. Saveedra, M. (2016). Cultura de la guerra. Madrid - España: Decada publicaciones académicas. Sevilla, D. (2016). La Primera Guerra Mundial y su impacto en Europa. Madrid España: Guillotina ediciones.
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