La relación de hombre – cultura – sociedad dentro de la obra “La infancia de un jefe” como elemento de influencia cultural en el comportamiento de las personas hacia la intolerancia. PRAXIS, Consulting
“Leer a Sartre es una necesidad para todo aficionado a la filosofía, si concibe a esta práctica como un ejercicio del pensamiento que traza líneas de fuga en los saberes establecidos de la humanidad.” Tómas Abraham Introducción La idea principal a forma de tesis que maneja la obra “La infancia de un jefe”, de Jean Paul Sartre es el previo entendimiento sobre la influencia cultural en el comportamiento. Donde, los individuos manifiestan su conducta dentro de un medio lleno de relaciones interpersonales, pero que los mismos se deben a factores previos como la influencia familiar, educación, amistades y la parte afectiva. Además, las ideas secundarias que se pueden observar dentro de la argumentación de la obra son: la crisis existencial y la identidad sexual. Elementos que hasta hoy en día dentro del contexto ecuatoriano son parte de nuestra esencia, pero vistos desde otra perspectiva y definición como son: la xenofobia, homofobia, estrés y demás patologías sociales que en la actualidad son muy comunes sobre todo en el contexto ecuatoriano dado que siguen generando un sistema de intolerancia entre varios grupos sociales. Esta forma hegemónica de la influencia cultura sobre el comportamiento se basa en la idea de que vivimos en un universo post-ideológico, en el que aún no se supera esos viejos conflictos entre las personas, y que aún se busca reconocimiento de los diversos estilos de vida. Pero, ¿y si este multiculturalismo fuese precisamente la ideología del actual capitalismo global? Y que “La infancia de un jefe”, de Jean Paul Sartre denota un problema que hoy se podría entender como la segregación social, no es un deber de la sociedad para eliminarlo o por lo menos ser más tolerantes. Dentro de lo cual, es función
de los padres de familia no crear las limitaciones sociales de sus hijos sino más bien motivar a que se desarrollen acorde a sus gustos y preferencias. De ahí que es necesario, en nuestros días, suministrar una buena dosis de tolerancia, aunque sólo sea con el propósito de suscitar esa pasión cultural que alimenta la discordia sobre todo en Ecuador. Quizás, ha llegado el momento de criticar desde las minorías esa actitud dominante del sistema social y apostar por la defensa de una renovada sociedad de las personas y del respeto ante otros. Desarrollo La obra se mantiene desde enfoques desde la ética, la política, la comunicología u otras del campo filosófico y social que no cesan de abrir interrogantes y de procurar entendimientos porque lo que está en juego dentro de la obra de Jean Paul Sartre no se restringe a resolver cuestiones de conocimiento literario. Hay mucho más, son las propias posibilidades de vivir y convivir en libertad y respeto para construir una discusión hacia la cuestión de las actividades de Lucien el protagonista, quien manifiesta conflictos internos de su personalidad. Primero, en la etapa de la infancia, es formado por el trato afectivo que recibe en exceso y la ropa femenina usada por su madre, hasta el límite de pensar por parte del protagonista que realmente es una niña, una princesa. Estos conflictos están constantes y varían asombrosamente dentro de su personalidad dado que comienza a sentirse inconforme con su cuerpo; sumado a esto la crisis de identidad sexual y la existencialidad de su vida dentro de la sociedad que para la época mantenía varios elementos tradicionalistas y segados sobre las libertades de género y costumbre sociales. A medida que Lucien crece sus dudas existenciales son cada vez mayores; un hecho importante que marca su vida es el momento en que su padre lo lleva a la fábrica de la que es dueño y le dice “que algún día él será el jefe de todo”, lo que condiciona de una el futuro de su vida y que cualquier plan que tenga ha sido remplazo por un único futuro; manejar la empresa de su padre. Posterior a lo sucedido con su padre dentro de la fábrica, viene la época escolar, las nuevas amistades, la adolescencia y el despertar sexual inmaduro, así hasta llegar a adulto. Estos elementos uno a uno van cambiando su concepción social de la vida y comprende ya de adulto la necesidad de continuar la obra de su padre como único fin de vida; es decir dentro del análisis de la obra desde su
infancia, pubertad y trabajo de su padre, se logró condicionar la vida de Lucien, volviéndolo alguien más de la sociedad y destinado a sólo mantener los deseos de sus padres, que se podría entender como la relación que hasta hoy en día existe entre la cultura de la sociedad y promover hombres y mujeres de acuerdo a la necesidad simple de trabajar y vivir de forma limitada y no del deseo del hombre por vivir nuevas experiencias sociales, culturales, afectivas, laborales. Este trabajo intenta explorar una pequeña península de ese continente de intolerancia social y del determinismo de acción de vida por los padres de familia como se refiere en el contexto de la obra. El caso que nos interesa pone en escena es la red social que lo sigue, y genera un divorcio entre lo que hacen y desean hacer las personas. Para la época de la obra el desarrollo social es decir el diario vivir estaba influenciado a simplemente cumplir con lo netamente debido dentro del trabajo, educación o casa para la sociedad funcione y que el ideal de hacer algo distinto no sólo se veía mal, sino que era inapropiado al límite de que cualquier elemento fuera de la orden del sistema cultural se entendiera como un desacato dentro de la civilización. Los sentimientos, las ideas y los comportamientos de los seres humanos no son exclusivamente el producto "determinado" de su naturaleza biológica, es decir cómo nace; sino es el resultado de un permanente involucramiento generacional de influencia de los factores descritos anteriormente, y por el cual la sociedad se garantiza a sí misma la supervivencia como sistema cultural al crear miembros que funcionen sólo dentro de este sistema. Para que las conductas se transfieran con éxito de generación en generación, es necesario que la sociedad disponga de sistemas eficaces para la transmisión de dicha cultura, y este es el proceso de la socialización que se encarga de generalizar factores culturales como algo común. Así, los hábitos de vida, alimenticios, culturales, religiosos, tecnológicos, ambientales, sociales, económicos, políticos, etc. van creando a las personas de acuerdo la cultura preestablecida. Pero además del proceso socializador, aparecen durante la edad adulta otra serie de agentes de socialización, como es el tipo de trabajo, la conformación familiar, el acceso a la satisfacción de necesidades entre otros; que van a continuar influyendo en las decisiones y también en los comportamientos de las personas.
Estas técnicas dentro de la socialización cultural se orientan a mantener una colectividad global, es decir generar masas sociales únicas y con gustos, preferencias, actitudes, actividades y necesidades similares. Tales técnicas adquieren especial importancia dentro del mundo moderno, por la gran influencia que ejercen sobre los modelos de comportamiento de vida. Además, su función socializadora la ejercen sobre públicos de edades muy heterogéneas como son los niños para que se mantenga dicho efecto de generación en generación. La intolerancia es el marco social y mental, la raíz de donde brotan actitudes sociales, políticas, económicas o culturales, y conductas que perjudican a grupos o personas, dificultando las relaciones humanas. Se podría, en consecuencia, definir como todo comportamiento, forma de expresión o actitud que viola o denigra los derechos del prójimo, o invita a violarlos o negarlos. A menudo la intolerancia dentro del Ecuador está ligada a manifestaciones de odio racial, nacional, sexual, étnico, religioso o a otras formas de comportamiento que discriminan a ciertas personas o categorías de personas. En sus encarnaciones o manifestaciones, consagran como valor superior, no a la persona con sus propias y diversas identidades, sino a la propia identidad enfrentada a la de los demás. La intolerancia se fundamenta en el prejuicio, un juicio previo que está basado en una generalización defectuosa e inflexible, estereotipo, que puede ser sentida o expresada y puede ser dirigida al grupo como un todo o a un individuo como miembro de dicho grupo; entre sus manifestaciones destacan la heterofobia o rechazo y exclusión del diferente. Para resumir, se puede decir que las opiniones, comportamientos y hasta los sentimientos de las personas están esquematizados y hasta condicionados por múltiples de factores, entre los que se puede destacar los agentes de socialización y las técnicas de comunicación parental tal cual, como se puede referenciar en la obra “la infancia del jefe”. de Jean Paul Sartre, que su mayor efecto relacionado a nuestro país es la intolerancia.
Conclusiones “La infancia de un jefe”, dentro de su argumentación y narrativa muestra como la infancia y la sociedad dentro del aspecto cultural influyen en la existencia de cada uno como persona, y que el acciona de los padres dentro de las etapas de desarrollo personal como son la infancia y la pubertad pueden condicionar a una persona por el resto de la vida ante las decisiones que tendrá. Es decir, que la sociedad puede determinar a las personas sobre el desarrollo que tendrán dentro de la misma y otros elementos como son: gustos, preferencias, actitudes, actividades y necesidades. El racismo, la xenofobia y la intolerancia en general, formas patentes de la barbarie y sistemas sociales retrógradas. La razón estriba en que sus manifestaciones originan formas de opresión inéditas y violentas que se renuevan una y otra vez. Una fobia al otro que la argumentación de la obra muestra se mantiene por algo inculcado dentro del seno familiar o desarrollo social, no algo que cae del cielo, sino un producto histórico de un fenómeno histórico, el dominio del hombre sobre el hombre y por tanto no es de extrañar que hasta la fecha se mantenga.