Martín Lutero y la Reforma protestante

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Martin Lutero y la reforma protestante consultaspraxis@gmail.com Introducción Martin Lutero, precursor de la Reforma Protestante nació en Alemania en 1483 y desde temprana edad mostró gran interés por la orden de los Agustinos de la Iglesia Católica en función de los ideales dogmáticos que se impartían en la época. Para 1507 fue ordenado sacerdote, pero al mantener ideales contrarios que habían cambiado posterior a sus estudios religiosos fue excomulgado por la Iglesia Católica Romana que apenas años atrás defendía y respetaba con gran fervor. Así, Martín Lutero mantenía una alta criticidad a los dogmas tradicionales de dicha iglesia, proponiendo una transformación eminente sobre la institucionalidad de una religión superior (promoviendo la religión protestante). Dentro de este contexto, acorde a su filosofía personal se buscaba promover “(…) la salvación del hombre por medio de la práctica de una vida dentro de la fe” (Cooper, 2015, pág. 92). Pero, para poder expandir dicha filosofía religiosa, Martin Lutero necesito el apoyo de los reyes y príncipes alemanes, quienes también apoyaban la idea de condenar “(…) la adoración de imágenes y la práctica del celibato” (Samper, 2014, pág. 17); pero más allá estaban en desacuerdo en el alto nivel de involucramiento político y social que mantenía la Iglesia Católica Romana a la época. La obra y pensamiento de Martín Lutero dentro de la nombrada Reforma Protestante, dio fin a la preponderancia eclesiástica, religiosa y hasta política que mantenía la Iglesia Católica Romana; estableciendo iglesias protestantes de diferentes corrientes (Luterana, Calvinista, Anabaptista y Anglicana), pero sobre todo que buscaba recuperar el aspecto de la fe, que desde su perspectiva fue “secuestrada y escondida por la iglesia para enceguecer al hombre” (Nájera, 2013, pág. 38). Si bien, la Reforma fue fundamentalmente un movimiento religioso, provocó cambios relevantes tanto a nivel social, económico y político, con grandiosas consecuencias en la historia moderna del mundo occidental; dando origen a nuevas corrientes intelectuales como el Humanismo y el Renacimiento. Así, Martín Lutero fue quién sembró los orígenes actuales de rebeldía que conllevaron a la humanidad a una nueva época de conocimiento humano y de las ciencias, pero de la misma forma autores como (Portlier, 2013, pág. 91) expone que dicho autor también se encargó de 2


aperturar “varias guerras santas y revoluciones religiosas genocidas”, mantenidas hasta estos días. Desarrollo La Reforma Protestante es la cúspide de un extenso proceso ejecutado por Martín Lutero por medio del cual se armonizan un conjunto de condiciones, elementos y circunstancias; que, por parte de la Iglesia Católica Romana sobrepasaban los aspectos puramente religiosos que le competía al involucrarse en otros campos como son el social, político y económico. La Reforma Protestante en referencia de algunos investigadores como (Sambueza, 2012); no inicia con las 95 tesis de Martín Lutero, sino que es un proceso histórico preliminarmente ejecutado desde finales del siglo XII con los cátaros y albigenses. Donde ya se mantenía una “(…) lucha constante por la hegemonía del poder político terrenal entre los papas y los poderes seculares” (Verdesoto, 2015, pág. 172). La sumisión del Estado romano, más los altos impuestos direccionados al clero, las vastas posesiones de la Iglesia Católica Romana libres de tributos, la inmoralidad de los principales representantes jerárquicos del clero, el abuso social al ser juez y parte e imponer o sobreponerse a la ley según su conveniencia; ocasionaron una gran animadversión ante dicha institución. Así, la mencionada “cautividad babilónica” en el siglo XIV por parte del papado, indujeron a graves daños en la institucionalidad y jerarquía de la Iglesia Católica Romana, polarizando a sus fieles en incondicionales de uno u otro Papa. Reconociendo de forma previa la necesidad de una reforma, pero no desde una perspectiva como la manejaría Martin Lutero, sino que sólo se encargaría de gestionar los poderes religiosos de la Iglesia, pero y por encima de los diferentes y acalorados debates nunca se forjó ningún cambio en el concilio de Constanza, manteniendo a la fecha dichos inconvenientes de forma inmutable, pero sobre todo riesgosos. Dentro de un avance histórico, en el siglo XIV John Wycliff arremetió contra el Papa por las mismas cuestiones que a futuro Martín Lutero lo haría. Pero, que el mismo Lutero insistiría posteriormente que “no luchaba contra el Papa por la licenciosa vida que llevaba, sino en contra de la doctrina impartida por la Iglesia quien hace mucho tiempo perdió y hasta la fe” (Cooper, 2015, pág. 184) . Lo cual, desde una visión crítica por parte de Martín Lutero podría entenderse que respeta al Papa, pero no el funcionamiento que llevaba la iglesia que él representaba y que a su vez, está en contra de los preceptos críticos de Wycliff. Pero dicho comentario de Lutero hacia el Papa tiene la misma connotación si se comparan con la siguiente cita de Wycliff “(…) 3


han fustigado sólo su conducta (refiriéndose al Papa), pero cuando se ataca la doctrina es cuando se agarra al ganso por el pescuezo” (Wycliff, 1362). Así, dentro del caos interno y que posterior seria externo en la Iglesia Católica Romana, a nivel ideológico surgen nuevos movimientos como el Misticismo, que buscaba un encuentro directo con lo divino dejando de lado la intervención de la Iglesia y sus representantes; o el Nominalismo, que “ponderaba lo concreto de la realidad, dejando lo abstracto o particular de lado” (Chacón, 2016, pág. 90); por tanto, estas nuevas ideologías retaron sin desearlo en forma directa la estructura jerárquica y hasta un punto corporativa por parte de la Iglesia Católica Romana. No obstante, ante dichas corrientes ideológicas surge el Humanismo, que explora nuevos descubrimientos de la cultura clásica, pero desde un perfil más sutil que ya había sido abordado por los escolásticos, lo cual permitió grandes aportes como los referidos por Copérnico, y la expansión de la información por medio de la imprenta, socializando de esta forma los diferentes y variados conocimientos no asequibles a la época. Dentro del contexto político, Roma se desarrollaba en un nivel alto de tensión donde los sentimientos étnicos y nacionales se entrelazaban ante el malestar de la Iglesia Católica Romana. Direccionando un conjunto de culpas hacia los príncipes y nobles por su escaso accionar ante la problemática religiosa. Así, la Reforma Protestante proporcionó una nueva teología de la autoridad política y de la relación que debe coexistir entre “(…) el hombre cristiano y la autoridad pública” (Nájera, 2013, pág. 129). Por su parte a nivel social, el sistema tradicional feudal se mantenía en una clara amenaza por el surgimiento de la burguesía, cuyos fines más allá de los aspectos religiosos eran el intercambio comercial por medio del comercio y que veían dentro de esta directriz un nuevo nivel de independencia de los señores feudales; para lo cual, redireccionaron dicho pensamiento en los campesinos hacia una rebeldía religiosa, tal cual como se suscitó en la Reforma Protestante. Por lo expuesto, la Reforma Protestante de Martín Lutero se engendra en un período distinguido por la transición del feudalismo al capitalismo, gracias a las magnas transformaciones sociales que se resistían a ser perjudicados un momento más por Iglesia Católica Romana. Aunque está claro que Martín Lutero ayudó a formar y direccionar la mayoría de las nuevas tendencias ideológicas de la época, gran parte de los hechos futuros quedaron fuera de su dirección y dominio, llegando a determinar que más allá de buscar un cambio religioso, las masas 4


reclamaban un cambio social que iba en contra del perjuicio y explotación que eran parte hasta la fecha. Dado, que antes de Martín Lutero, ya varios cristianos discurrían sobre la Iglesia Católica Romana y cómo había degenerado sus más sensibles tradiciones espirituales y que ya sólo les interesaba en forma excesiva el poder y los beneficios que a este se atañan. Así la Reforma Protestante sustentada en forma preliminar por las interpretaciones de la Biblia según Martín Lutero, se enfocaban en una postura del cristiano en un mundo alterno al netamente religioso, dentro de lo cual surge una nueva visión sobre la autoridad política sin dejar de lado la ilustración teológica de que la autoridad derivaba su poder directamente de Dios, pero posteriormente dejaría de lado los aspectos religiosos y se concentraría en las necesidades que debe cumplir la autoridad política hacia los ciudadanos como hoy en día se practica. Conclusiones •

La Reforma Protestante se determina como un momento clave de la historia moderna, dado que dentro de su texto ratifica la actitud de libertad y dignidad de las personas. Si bien, la filosofía de Martín Lutero buscaba un acercamiento del hombre a Dios, al mismo tiempo manejó una crítica profunda hacia la teología medieval en pro de cerrar su aspecto organizacional inquisidor hacia el poder y sobre este poner sus beneficios personales antes que respetar sus valores históricos religiosos.

Está claro que Martín Lutero no fue un personaje político, sino que siempre se mantuvo en su doctrina teológica en búsqueda de la despolitización religiosa de la Iglesia Católica Romana, por medio de la recuperación de la fe, el pensamiento crítico y la renovación social y política. Pero de forma indirecta abrió el camino hacia el absolutismo político y ratificar el poder del Estado.

La relevancia de Martín Lutero radica no solo desde esa crítica fundamentada en contra de la teología política, separando la relación entre el pensamiento religioso y el político, sino que establece las conceptualizaciones modernas de autoridad y orden, dando origen a las principales escuelas del pensamiento político actual: calvinismo, luteranismo y radicalismo.

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Bibliografía Chacón, E. (2016). El nominalismo subyacente. México D.F.: Atenea ediciones. Cooper, A. (2015). Análisis de la Reforma Protestante. Dallas - Estados Unidos: Harmony ediciones. Nájera, S. (2013). La Reforma Protestante en el siglo XVI. México D.F.: Amperio ediciones & publicaciones. Portlier, M. (2013). Las Guerras Santas y sus bases en la Reforma Protestante. Estados Unidos: King publicaciones. Sambueza, A. (2012). Orígenes de la Reforma Protestante. México D.F. : Atresco editores. Samper, F. (2014). La Reforma Protestante dentro de la evolución social - religiosa. Estados Unidos: Brown ediciones. Verdesoto, S. (2015). La lucha de los poderes religiosos papales. Madrid - España: Alcalá publicaciones.

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