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“Movimientos sociales previos a la aparición del internet” PRAXIS CAPITAL
Contemporáneamente, una característica notable de los compromisos públicos con Internet es su uso por parte de una amplia gama de activistas y grupos que participan en protestas sociales y políticas. No solo se dice que Internet facilita en gran medida la movilización y la participación en formas tradicionales de protesta, como las manifestaciones callejeras nacionales, sino que también otorga a estas protestas un carácter más transnacional al difundir eficaz y rápidamente los esfuerzos de comunicación y movilización. A través del Internet, una amplia gama de activistas, grupos y organizaciones de movimientos sociales pueden relacionarse entre sí y unirse en acciones coordinadas. Aunque la contribución precisa de Internet es difícil de establecer, el Internet ha dado nuevas herramientas a la sociedad civil para respaldar sus afirmaciones constantes. De tal manera que, en el presente ensayo, se abordará cómo el Internet ha moldeado y está configurando la acción colectiva de los movimientos sociales que persiguen el cambio social y político. Así, el Internet facilita y apoya la acción colectiva tradicional en términos de organización, movilización y transnacionalización y, por otro lado, crea nuevos modos de acción colectiva. De hecho, el Internet no solo ha apoyado las acciones tradicionales de movimientos sociales fuera de línea como las manifestaciones callejeras tradicionales, sino que también se usa para establecer nuevas formas de protesta en línea, para hacer presente la voz de diversos grupos sociales donde las movilizaciones se han transformado en nuevas plataformas de escucha y difusión de convicciones sociales. Antes de profundizar en el papel del Internet, es pertinente definir qué se quiere decir con los movimientos sociales y su repertorio de acción. Los movimientos sociales, se pueden definir como "redes de interacción informal entre una pluralidad de individuos, grupos y organizaciones, comprometidos en un conflicto político o cultural sobre la base de una identidad colectiva compartida" (Diani, 1992, pág. 13). Además, su "repertorio de acción
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colectiva" es, como Tilly (1984) señala originalmente, el "conjunto de medios que están efectivamente disponibles para un grupo dado de personas" y que utilizan para actuar colectivamente con el fin de hacer reclamos a individuos y grupos. De tal manera que, las acciones respaldadas por Internet se refieren a las herramientas tradicionales de los movimientos sociales que se han vuelto más fáciles de organizar y coordinar gracias a Internet. Esta función de facilitación, que reduce los umbrales relacionados con la táctica y hace que la acción de protesta tradicional sea más transnacional, se ha conseguido a través del tiempo gracias a la facilitad que significa postear en diversas redes sociales. Por tanto, Internet ha desarrollado con el pasar de los años tácticas nuevas y modificadas que amplían el conjunto de herramientas de acción de los movimientos sociales. Este aumento de tácticas disponibles en línea ha llevado a algunos estudiosos a hablar de un "repertorio adicional de contención electrónica". Estas pueden ser tácticas, por ejemplo, dirigidas a la presencia en línea o actividades de grupos particulares, gobiernos o grupos civiles que fijan sus servidores en varias plataformas. La razón por la que los movimientos sociales se enfocan en captar la atención del Internet a través de la de participación es porque el principal potencial de Internet es reducir los "costos de manifestación ciudadana" que en muchos de los casos no tiene ni el más mínimo interés en reflejarse para grupos y activistas que organizan, movilizan y participan en acciones colectivas. Técnicamente, con su arquitectura global, Internet permite la colaboración y la participación más allá de las limitaciones de tiempo y espacio. Como medio de muchos, estimula la difusión de ideas y problemas a una escala sin precedentes, reduciendo significativamente los costos de movilización de los actores del movimiento social. Además, la definición de los movimientos sociales como interacciones sostenidas es clave, lo que a su vez explica el atractivo de Internet como herramienta para que los movimientos sociales superen los recursos disponibles a menudo limitados. Aunque Internet puede resolver los umbrales de participación comunes de acción particulares, sin duda también crea otros nuevos. Especialmente con respecto a las tácticas, se pueden adquirir habilidades especiales para poder participar en programas o plataformas que ya fueron creadas parta tal objetivo.
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Para concluir, es pertinente destacar como el Internet ha cambiado el repertorio de acción de los movimientos sociales de dos maneras fundamentales. En primer lugar, al facilitar las formas de acción existentes que permiten llegar a más personas, más fácilmente, en un lapso de tiempo que antes era impensable. Mientras que, en segundo plano, crea herramientas nuevas (o adaptadas) para el activismo. Sobre la base de estas dos dimensiones, no deben verse como una división clara y estable entre las diferentes formas de activismo, sino más bien como líneas fluidas que son redefinidas permanentemente por las innovaciones tecnológicas y la creatividad de los activistas. Así contantemente, tratamos de construir un caso sólido a favor del Internet, ya que ha dado a los movimientos sociales nuevas y mejores oportunidades para participar en la acción social y política. Al mismo tiempo, evitamos un ingenuo optimismo de Internet al señalar varias limitaciones. Estas restricciones dejan en claro que incluso un amplio repertorio de acción digital no reemplazará, y probablemente nunca lo hará, las formas tradicionales de activismo y la comunicación cara a cara. Sin embargo, esas limitaciones no superan las ventajas, ya que se cree que el balance general es positivo. Esto no significa que los movimientos sociales se hayan convertido repentinamente en una fuerza más poderosa en la sociedad o que el equilibrio de poder haya cambiado en su dirección. Como se mencionó previamente, el poder político y económico se ha trasladado gradualmente al nivel internacional, puesto que Internet permite a los movimientos sociales seguir esa transición y operar de manera más global. Se podría decir que Internet ha permitido mantener el status quo, pero no cambiarlo. Lo que sí cambió fue que actores poderosos como multinacionales, gobiernos o instituciones supranacionales pueden ser considerados responsables en cualquier momento. Los grupos cívicos con pocos recursos pueden movilizar el apoyo y la atención pública contra un competidor mucho más poderoso de forma más fácil e independiente que en el pasado.
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REFERENCIAS Diani, M. (1992). El concepto del movimiento social. Londres: Sociological Review. Tilly, C. (1984). Social movements and national politics. Michigan: University of Michigan Press.
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