Las operaciones de inteligencia militar entre Fuerzas Armadas y Policía Nacional luego del 30´S.

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RELACIÓN EN LAS OPERACIONES DE INTELIGENCIA MILITAR ENTRE FUERZAS ARMADAS Y POLICÍA NACIONAL LUEGO DEL 30´S.


Relación en las operaciones de inteligencia militar entre Fuerzas Armadas y Policía Nacional luego del 30´s. PRAXIS, Consulting consultaspraxis@gmail.com Introducción Los múltiples rompimientos del orden democrático y el poder político en una clara asignación y sumisión generado a partir del 30´s tanto en las Fuerzas Armadas como en la Policía Nacional. Así, durante este periodo histórico en Ecuador se cuestionó el acatamiento a la Constitución Nacional y a las leyes correspondientes, deponiendo al libre albedrío de las máximas autoridades militares y policiales, pero sobre todo políticas al ordenamiento institucional las operaciones militares. (Albarado, 2014, pág. 47) A partir del presente evento político, se fueron naturalizando prácticas arbitrarias y se fue disipando el objeto primario de la existencia de un cuerpo civil armado que es la protección del Estado de Derecho y sus ciudadanos. En Ecuador, el cuerpo militar tanto como el policial no escaparon al análisis de las operaciones de inteligencia, y así años de prácticas impulsadas desde los sectores de poder en los cuales se fue distorsionando no solo el fin mismo de la existencia de la inteligencia sino también las prácticas cotidianas de sus integrantes, denotaron una crisis burocrática y jerárquica por los altos mandos. Para lo cual, la policía dentro de un contexto paradigmático de relación de poder político-institución fue estructurando a sus conveniencias la institución de inteligencia, conllevándola a niveles de manipulación institucional y personal, dando un giro total al Estado moderno que hoy conocemos.


La Policía Nacional del Ecuador, si bien maneja una estructura jerarquizada, normante y organizada, con un reglamento interno de disciplina, lo cual debería ser una ventaja al momento del funcionamiento de la inteligencia en la institución. Esta estructura ha hecho que los trámites y asignaciones a nivel institucional no tengan un seguimiento o una secuencia lógica e ideal dentro de su talento humano. Degenerando a nivel interno en diferencias jerárquicas, asignación del personal a otras funciones fuera de sus cánones de cumplimiento, designaciones a otros territorios operativos fuera de su orden geográfico, etc., de esta forma, desperdiciando la experiencia y habilidades adquiridas de sus miembros para un mejor funcionamiento profesional e institucional ante la operatividad de inteligencia. Por tanto, el gobierno central reformuló el concepto de la inteligencia militar y la encargo casi en su totalidad a las Fuerzas Armadas. (Valencia, 2012, pág. 98) Lo más grave dentro de este contexto de análisis es que el cuerpo policial conformado por personal de servicio público, no están regidos por la LOSEP (Leo Orgánica de Servicio Público), quedando legal y administrativamente en el limbo sobre sus directrices de manejo y ordenamiento de la inteligencia operacional con la que trabajan. En el presente ensayo busca analizar la incidencia de la organización policial y militar en la utilización discrecional burocrática de la inteligencia militar a partir del 30´s, el cual al estar basado en un sistema burocrático irracional y complementado con relaciones jerárquicas inoperantes, incorrecta especialización profesional, mal uso de normas y procedimientos, la carente identidad institucional del talento humano y la mala aplicación de las competencias y asignaciones zonales – geográficas de su equipo profesional. A desencadenado un malestar entre los miembros militares, quienes consideran que el entorno institucional – burocrático de la policía nacional contiene demasiadas falencias y que afecta directamente al personal que allí labora y de forma directa a los


ciudadanos quienes son los adquirientes de servicios que genera la policía nacional. (Villa, 2014, pág. 67) Para lo cual se estudiará los aspectos formalizados de la organización policial determinados hoy en día como ‘irracionales’, dentro del contexto político- institucional – burocrático - intelectual. Además, las relaciones personales coercitivas y la estigmatización de las funciones de inteligencia dentro de los niveles jerárquicos. Donde, a partir de lo anteriormente expuesto, el presente ensayo busca poner en cuestión si la organización racional-legal de la policía nacional de Ecuador es una instancia sólida y moderna, o se encuentra en un proceso de construcción y transformación permanente que genera más conflicto que soluciones instituciones ante su trabajo de inteligencia y el mismo sólo debería depender de las Fuerzas Armadas. Desarrollo Para comprender la reforma burocrática generada al interior de la policía nacional sobre el manejo de la inteligencia a partir del 30´s, es pertinente conocer la concepción de seguridad. La cual, desde la perspectiva de (Rhea, 2013) se define como: La seguridad policial o pública es un derecho que el Estado garantiza a sus habitantes, ciudadanos y extranjeros para poder gozar de una vida tranquila en función del goce de sus derechos sin sufrir el avasallamiento de ellos por parte de terceros, y en caso de darse, tener la convicción que el Estado por medio de sus fuerzas de seguridad; quienes ejercen el ejercicio de la fuerza en un uso razonable, resguarden a las víctimas. (Pág. 78)


La seguridad anteriormente, estaba vinculada al resguardo del “status quo”1 de los poderes fácticos, y a las prácticas de “mano dura” como forma de garantizarlos. Comúnmente se daban casos de detención de personas con carácter ilegal y poco fundamentado en evidencias y la idea de que la policía estaba para satisfacer las demandas de los políticos, y miembros ligados al poder político o económico del país no era nada descabellada. Así, el concepto de la seguridad estatal estaba vinculada a la discrecionalidad de la acción policial en su accionar cotidiano y a la subordinación que emita el poder político de turno. Dejando de lado la idea de una policía autónoma y de juicio propio, que no respondiese a las autoridades políticas, pero sí constitucionales (Cevallos, 2015, pág. 94). Las reformas a la policía nacional hoy en día están implementadas bajo las categorías de la estructura burocrática racional o racional-legal, dicha teoría fue generada por el autor (Webber, 2010), quien en su esencia conceptual manifiesta: (…) la estructura se comprende como el ensamblaje de una construcción la cual mantiene una ordenación relativamente duradera de las partes de un todo, es decir, la estructura asiente que las instituciones permanezcan a pesar de sufrir algunos cambios en sus partes. (Pág. 172)

Dentro de esta concepción, (Webber, 2010, pág. 189) marca de forma bien definida una “(…) jerarquía de autoridad como elemento fundamental para el desarrollo de una estructura racional burocrática sobre la inteligencia operacional”. Donde esta concepción establece una categoría constitutiva de las fuerzas de seguridad, pero que a nivel ecuatoriano está absolutamente

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Statu quo es un término que se usa a nivel política y diplomático para expresar que una realidad se mantiene estable.


quebrantada en su estructura, haciendo que la pirámide jerárquica que forma los ascensos del talento humano esté deformada y produzca una desjerarquización de las estructuras policiales. Sin embargo, la causa primordial de tergiversación de las jerarquías institucionales es la cultura organizacional, donde en los últimos años la autoridad interna no corresponde al de mayor escalafón por logros personales de los altos mandos sino al apoyo político efectivo por fuera de la estructura institucional. Lo cual está dado por mantener mayor control interno de la policía nacional al mantener personal de confianza en la cúpula, que dé garantías y proteccionismos a ciertos grupos económicos y políticos. Además, se debe tomar en cuenta que el poder coercitivo y de autoridad trastocado sólo pudo solucionarse mediante el poder centralizado y democrático asignado por logros, sobre todo cuanto se trata de una institución como la policía nacional, la cual necesita de un líder legal, lo cual constituye la primera categoría burocrática. Así y en respaldo de esta concepción (Webber, 2010), cita: El líder legal es aquel que asciende al poder por métodos democráticos o elegidos por su calidad de experto en la materia que le compete. Esta figura es comúnmente vista en el campo de la política y de las empresas privadas en las que se implementa el modelo burocrático, en el cual las decisiones están establecidas por un sistema de reglas precisas o un protocolo a seguir. (Pág. 194)

Además, para garantizar la inteligencia militar se debe reestructurar el funcionamiento del departamento de personal de la policía nacional, para facilitar la administración del talento humano y su control posterior, el cual está relegado y sin funciones específicas establecidas ya que los datos del personal están incompletos y desactualizados y los policías cumplen funciones que no les corresponden. (Sevilla, 2014, pág. 199)


Ahora bien, en sentido a la tercera y cuarta categoría de la estructura operativa de inteligencia manifestada por (Mintzberg, 2013, pág. 59), que trata sobre el sistema de normas internas, y el sistema de procedimientos, tampoco existe una intervención eficaz en los últimos años sobre un conjunto normante que rija al sistema policial nacional y que busque un accionar más participativo con la sociedad civil y en el cual participen organizaciones de derechos humanos, cuerpos colegiados y profesionales, etc. Donde el autor (Saa, 2011), dentro de su análisis manifiesta lo siguiente: La seguridad estatal o policial tiene el compromiso de contribuir al mejoramiento de las condiciones de seguridad y convivencia ciudadana, donde al componer una institución confiable, competente y sólida, sustentada en el profesionalismo, la motivación y el comportamiento ético de sus integrantes; se posicionará como una entidad integrada a la comunidad, así se debe construir una convivencia pacífica y segura, desde la corresponsabilidad social y la legitimidad organizacional. (Pág. 155)

Para lo cual es pertinente por parte de la policía nacional y de las autoridades correspondientes revisar los lineamientos generales de la política interna en base de los pilares tradicionales de filosofía y profesionalismo, con la visión de generar una nueva alineación de políticas estratégicas institucionales que abarque con mayor importancia el fortalecimiento de la fuerza pública y el direccionamiento policial basado en humanidades y veedurías sociales hacia una inteligencia militar más creíble y menos sesgada políticamente hablando. Pero sobre todo se debe mejorar la orientación operativa de inteligencia dentro de la institución para evitar mayores conflictos del personal. Esto no refiere a que se deben ejecutar todas las comodidades posibles para el talento humano, sino que exista una planificación macro que permite a los diferentes elementos acomodarse de mejor forma a sus actividades diarias de cumplimiento civil y profesional, pero con horarios previamente establecidos, espacios geográficos de trabajo


cercanos a sus jurisdicciones o lugares de procedencia pero lo más importante es tener una nueva identidad vinculativa tanto con la institución como con los mandos altos hacia donde se busca direccionar la inteligencia institucional. Conclusiones •

Las reformas de la policía nacional de Ecuador deben tener un sentido burocrático racionallegal e inteligente con base en la teoría weberiana, en donde se incorporen características propias de las organizaciones modernas actuales, orientadas hacia el rendimiento óptimo y cumplimiento con la sociedad como base de su institucionalidad y no en favor del cuidado político y de ciertos grupos económicos tradicionales.

Con la existencia de un cuerpo normante actualizado sobre el uso de la inteligencia institucional, las manipulaciones discrecionales dentro de la policía, se tornarían más difíciles de llevarlas adelante por parte de ciertos elementos jerárquicos y dejaría un marco de mayor transparencia entre el personal y la ciudadanía que requiere ser informada.

La formalización de la institución policial no pudo sobreponerse a los fuertes y graves aspectos sociales simbólicos que durante años, impidieron que la policía se organizara en forma racional-legal y que no dependa de los poderes del Estado. Es decir, por más que se establecieron las bases para crear una organización acorde a las necesidades de la sociedad moderna. Una carente reforma hace que se mantengan los problemas de fondo y forma que afectan en mayor nivel y en primera instancia al talento humano, seguido por los ciudadanos.

Las resistencias internas y presiones sociales dentro de la policía nacional, dieron lugar a un umbral de tolerancia hacia el sufrido desplazamiento del entendimiento del


conglomerado, sobreponiéndose un sistema de jerarquía y orden direccionado no representativo del grupo humano de la institución, lo cual a quebrantando el sentido de unión, respeto e identidad con la institución.

Bibliografía Albarado, V. (2014). Antecedentes del 30´s. Quito - Ecuador: Flacso.


Cevallos, A. (2015). La seguridad nacional. Madrid - España: Faro ediciones. Mintzberg, H. (2013). La trasnformación de la organización. Estados Unidos: Mk Hill ediciones. Rhea, N. (2013). La seguridad nacional. México D.F.: Atlas ediciones académicas. Saa, V. (2011). Ssitemas de manejo policial. Buenos Aires - Argentina: Blue ediciones. Sevilla, M. (2014). La crisis de la policia nacional ecuatoriana. Quito - Ecuador: Amparo ediciones. Valencia, C. (2012). Implicaciones de las instituciones militares durante el 30´s. Quito - Ecuador: Atlas ediciones. Villa, N. (2014). Sistemas de seguridad nacional. Quito - Ecuador: Espe ediciones. Webber, M. (2010). Los tipos de dominación. Estados Unidos: Amperio ediciones.


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