Presente Responsabilidad Social

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Aテ前 3 - Nツコ9 - Noviembre/Diciembre 2011

ARGENTINA $ 30




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“Es la voluntad la que hace al hombre grande o pequeño” Johann Christoph Friedrich Schiller (1759 - 1805)


CONSTRUIR RESPONSABLEMENTE La teoría de algunos pensadores contemporáneos acerca del orden en las sociedades puede ser muy útil para comprender algunos conceptos claves de la sustentabilidad. Según esta filosofía, no debemos asumir que estabilidad significa siempre que estamos haciendo las cosas bien. Nuestros hábitos, costumbres y modo de vida pueden ser dañinos para nuestro entorno sin que lo notemos.

SEBASTIÁN MAGGIO EDITOR

La propuesta de PRESENTE es concientizar a la sociedad sobre la responsabilidad que deben asumir quienes constituyen uno de los motores de nuestros hábitos y costumbres, las empresas privadas. Es por eso que hemos desarrollado una nueva sección orientada a un tema que consideramos fundamental y aún no tiene suficiente difusión en nuestro país: la sustentabilidad en la arquitectura. Las empresas especializadas en el diseño arquitectónico, así como las empresas constructoras, deben tener en cuenta algunos principios que ayuden a mantener el entorno en el cual desarrollan su actividad. Es importante considerar las condiciones climáticas, la utilización responsable de los materiales de construcción, la optimización energética en la calefacción, refrigeración e iluminación, y la salubridad de los espacios; entre otros. Muchas veces estos principios requieren de una mayor inversión en las construcciones y es justamente aquí donde peligra la posibilidad del cambio. Es necesario que lo viejo de lugar a lo nuevo, y para que esto suceda lo viejo debe perecer. Debemos dejar atrás la indiferencia y renovar la forma de hacer las cosas, especialmente en el diseño de nuestras viviendas y espacios públicos.


EMPRESAS RESPONSABLES - General Motors “Crecer de manera sustentable” Sergio Rocha

AÑO 3 - Nº9 - NOVIEMBRE/DICIEMBRE 2011

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EDITOR SEBASTIÁN MAGGIO

COORDINACIÓN EDITORIAL LESLIE B. DRABBLE l-drabble@prs.com.ar

DISEÑO GRÁFICO NICOLÁS SEGUÍ DAMIÁN ARZANI

IMPRESIÓN ARCÁNGEL MAGGIO Publicidad publicidad@editorialaccion.com.ar

AGRADECIMIENTOS ARQUITECTO CLORINDO TESTA ARQUITECTO Emanuel Baldino PRESENTE RESPONSABILIDAD SOCIAL TEL. (54 11) 4303-1158 www.prs.com.ar E-MAIL: info@prs.com.ar

PERSONAJE - Ignacio Gutiérrez Zaldívar La responsabilidad de difundir el arte argentino

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PRESENTE RSE es una publicación bimestral editada por EDITORIAL Acción S.A. El editor no se responsabiliza por el contenido, opiniones y mensajes vertidos en los artículos. Prohibida su reproducción total o parcial.

PRS se imprime en papel certificado por el FSC® (Forest Stewardship Council®). Este papel proviene de bosques gestionados responsablemente.

TURISMO RESPONSABLE La Quebrada del Cóndor ALTA EN EL CIELO


EMPRESAS RESPONSABLES - Glaxo Smith Kline Mejorar la calidad de vida Rodolfo Civale

ONG - Amartya Cambiar el paradigma

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38 CARA A CARA - LANXESS y DOW María Paula Calafiore y Soledad Echagüe

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50 EMPRESAS RESPONSABLES - IBM Valor agregado Jorge Goulu

ARQUITECTURA RESPONSABLE - Clorindo Testa “La vocación son tus padres”

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INNOVACIÓN - Tetra Pak El arte de volver a hacer

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“Crecer de manera sustentable”

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Nació en Brasil, fue jugador de fútbol y se graduó como especialista en diseño de autos. Sergio Rocha es hoy el presidente de General Motors y celebra que la planta productora de Chevrolet en Rosario recicla la totalidad de los residuos.


EMPRESAS RESPONSABLES

S

ergio Rocha sonríe. Sonríe cuando cuenta que nació hace 52 años en San Pablo. Y también, cuando recuerda que su destino como wing izquierdo del club paulista Juventus (“petiso, rápido y hábil, casi profesional”) se truncó al decidir que su mayor pasión estaba en pensar formas. Así, con un título de Ingeniero Mecánico y otro de Ingeniero Industrial, se decidió por realizar una maestría en Geometría Descriptiva. “Soy experto en el área de proyectos asociados al desarrollo de superficies de coches”, dice. Y vuelve a sonreír. Lo hace desde su oficina de presidente y director ejecutivo de General Motors, compañía insignia en el universo automotriz, con Chevrolet como marca emblemática. Rocha integra esta compañía desde hace 31 años y con ella recorrió el mundo. Una suerte de itinerante, que ama haber encontrado lo mejor de cada país en el que le tocó trabajar, ya sea Brasil o Alemania, Corea o la Argentina. “Hace 12 años que estoy fuera de mi país, soy como los gitanos”, dice este hincha fanático de Corinthians, que se lamenta porque no se concretó el regreso a ese equipo de uno de sus últimos ídolos, nuestro Carlos Tévez. “Me gusta mucho la diversidad, la gente. A mí me entusiasman las diferentes culturas. En todo lugar existe siempre gente buena y cosas buenas. Cuando voy a un

nuevo país, lo que intento hacer es ver qué hay de bueno para mí y mi familia. Y eso facilita las cosas”, señala con una filosofía muy especial. Casado y con dos hijas que lo observan desde un portarretratos que decora su oficina, en una de las grandes torres de Retiro, su familia –admite Rocha– es el principal sostén que lo ha acompañado en cada lugar de trabajo, lejos de Brasil. Vivió en Rosario hace más de una década, cuando GM instaló su planta productora en Alvear, Santa Fe. En 2008, con la terrible crisis económica que azotó a Estados Unidos y la consiguiente quiebra de la compañía, Rocha fue convocado a la sede central, en Detroit, para integrar un reducido equipo que se encargó de la reestructuración. “Tuve el honor de ser el único latino del equipo convocado para reinventar la organización, trabajando en la parte de gerenciamiento de productos. Fueron los años más difíciles, pero creo que hicimos bien la tarea y los resultados están a la vista”, dice Rocha, y destaca con gran satisfacción que en el último “Salón del Automóvil”, el stand de Chevrolet fue elegido como el mejor. Las felices consecuencias a las que se refiere tienen que ver, por lo menos a nivel local, con un momento fantástico para la industria automotriz, con un récord de venta de autos 0 km, en general, y con el Chevrolet Classic como modelo más vendido en

nuestro país. “Nos da mucho orgullo, porque el auto más vendido es producido acá, lo que genera muchas fuentes de trabajo para los argentinos. Este año vuelve a ser récord histórico, como 2010. Definitivamente, la Argentina entrará en el mapa automotriz global”, señala. De las decisiones de Rocha dependen, además de la Argentina, otros dos países: Uruguay y Paraguay. Con un tono calmo y bajo, que no alterará en toda la charla, afirma que el tema de la responsabilidad social empieza con la construcción de cada vehículo: “En cada país existen diferencias sociales y culturales. Tenemos que tener la certeza de que estamos desarrollando coches seguros, tanto activa como pasivamente, es decir, que protegen no solo a la gente que está dentro del habitáculo, sino también a la que está en las calles. General Motors incorporó estructuras en las carrocerías que protegen a las personas en caso de impacto. Antes se decía como algo positivo: ‘Choqué y mi coche no se deformó’. Pero era algo malo, porque la absorción del impacto se transfiere al ser humano, es una cuestión física. Hoy la carrocería delantera se deforma, para tratar de absorber esa energía y evitar así que se transfiera a las personas que van dentro. Y afuera del automóvil hoy, en caso de impactar a alguien, cuando se deforma el capó, la persona no se encuentra inmediatamente con un



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bloque de motor. El objeto es que la persona resulte menos lesionada”. Otro de los aspectos trascendentes es el de las emisiones. “El Classic y el Agile son los primeros ensamblados con motores hechos acá, con Euro IV, que emite menos gases de combustión (óxidos de nitrógeno, hidrocarburos, monóxido de carbono, etc.). Nos adelantamos a lo que pide la legislación y producimos motores más green... El desafío es crecer de manera sustentable”. Rocha habla de las distintas clases de motores: los convencionales (para nafta pura o gasoil puro), los flexibles (para biodiésel o alconafta, que se utiliza en Brasil), los híbridos, los eléctricos y, para él los de “gran futuro”, los de hidrógeno. Y a la hora de referirse a los combustibles y al gran conflicto mundial que genera el precio y la disponibilidad de petróleo, Rocha es enérgico y categórico:

“General Motors tiene cinco centros de diseño en todo el mundo: Australia, Corea, Alemania, Estados Unidos y Brasil. Cada uno de estos centros se especializa en el diseño de un modelo. En Australia hacen todos los coches grandes de tracción trasera; en Corea, los chicos; en Alemania, los medianos; en Estados Unidos, las pick-ups grandes; y en Brasil, las pick-ups chicas y los coches para mercados emergentes. Y sin excepción, en cada uno de esos centros se trabaja con combustibles alternativos para reemplazar o minimizar el consumo de petróleo fósil, contaminar menos y proteger el medio ambiente”. Y recuerda con una sonrisa y sin dejar de sorprenderse: “Hace casi un año lanzamos acá el Chevrolet Cruze. Los contaminantes emitidos por un Chevrolet Cruze son menores que los de una motocicleta de 50 cilindradas con carburador... Es

increíble, ¿no? El número de contaminantes de un motor ha disminuido mucho en la última década, un 280 %. La idea es tener en las calles productos cada vez más green, para garantizar la sustentabilidad del planeta”. Si bien solo los modelos Classic y Agile se ensamblan en la Argentina, Rocha prefiere ampliar el mote de autos argentinos a otros de la marca. “Es que así como el Classic y el Agile se arman aquí con componentes que llegan de otros países, también se exportan de este país partes que componen automóviles armados afuera”, explica, y reafirma que el año último, General Motors finalizó como la automotriz de mayor volumen de producción a nivel nacional. El orgullo de Rocha rebasa en sus palabras cuando anuncia que la planta productora de Alvear está reciclando la totalidad de los residuos


“Hace casi un año lanzamos acá el Chevrolet Cruze. Los contaminantes emitidos por un Chevrolet Cruze son menores que los de una motocicleta de 50 cilindradas con carburador... Es increíble, ¿no?”

(materiales orgánicos e inórgánicos, metales, plásticos, químicos). “Es una planta libre de residuos. Son pocas las plantas en el mundo que cumplen con estos estándares de protección al medio ambiente”, destaca el ejecutivo, y agrega que muchos de esos residuos vuelven a reciclarse en productos para ser reutilizados. “Hay un procedimiento mediante el cual ingresa el agua contaminada, y después de todo el proceso, que uno ve, sale el agua limpia a un estanque donde hay truchas”, se entusiasma. En la planta cercana a Rosario trabajan 3100 personas, “3100 familias, prefiero decir yo”, remarca. Rocha deja en claro los principios de la compañía con una frase tan simple como indiscutible: “Hoy no es tan importante qué se hace, sino cómo se hace”. En esta sentencia, resume lo que se espera del proceso de producción en relación con el cuidado ambiental:


EMPRESAS RESPONSABLES

Sergio Rocha Colegio: Mario Casassanta de Sao Paulo Universidad: Ingeniería Mecánica e Ingeniería Industrial en la Universidad Braz Cubas de Sao Paulo. Idiomas: Portugues, inglés y castellano Hobbies: Remo y running Lo que más disfrutás: Mi familia Lo que más te conmueve: La solidaridad Lo que más te gustó hacer en tu vida: Estudiar y trabajar con ahínco Lo que aún te resta hacer en tu vida: Descansar Lo mejor que te sucedió en la vida: Ser padre Si volvieras a nacer, que cambiarías: Nada

“Que el freno no emita gases con asbesto; que cuando se desarrolla tecnología de aire acondicionado, no exista ataque a la capa de ozono; que los airbags sean híbridos. Antes, cuando explotaban, quemaban la cara de la gente; si son híbridos, la parte que va a la cara del conductor está sellada y solo la que impacta en el parabrisas está abierta... Todo eso es apasionante. Creemos que cuando hacemos todas estas cosas, estamos protegiendo a la gente y al medio ambiente”, afirma. Estamos de acuerdo en que la enorme mayoría de los accidentes de tránsito tiene que ver con fallas humanas... Yo no tengo cifras al respecto, pero hay fallas en las máquinas, como en cualquier otro rubro. Pero creo que el noventa y tanto por ciento de los casos de accidentes de tránsito son por falla humana. Incluso, cuando hay falla de la máquina, muchas veces tiene que ver con la falta de mantenimiento, tal como se indica en los manuales.


Otro de los aspectos que denota el cuidado de General Motors por las personas es lo que en la jerga denominan recall, es decir, el llamado a revisión de los vehículos vendidos a los que la misma compañía les detecta algún tipo de falla. “¿Sabes qué hacemos en las situaciones de recall? Llamamos e invitamos a concurrir al concesionario para hacer una reparación, por ejemplo, en la manguera de dirección, en la tubería de frenos, en el reclinado de la butaca... ¿Sabes qué dice la gente? Que lo agradece mucho. Nosotros teníamos dudas en el pasado, por el posible daño de la imagen. Por el contrario, la gente dice que es una buena marca, en la que puede confiar, porque si hay un problema, es transparente. Es una responsabilidad empresarial importante”, reconoce Rocha, e inmediatamente se percata de que en el día en que estamos manteniendo esta charla, comienza la cuenta regresiva de los 100 días hasta el 3 de noviembre, fecha en la que se celebrará

el centenario de Chevrolet. “Vamos a tener muchas actividades en el mundo. Chevrolet es hoy la cuarta marca más vendida del planeta, ha crecido de tal manera que en la primera mitad de 2011 ha vendido 2 035 000 unidades. O sea que en el primer semestre de 2011 se ha logrado para esta marca, que ya lleva 100 años de existencia, un récord histórico de ventas en el mundo. ¿Estamos hablando acá desde hace una hora? Pues si se vende un Chevrolet cada siete segundos en cualquier lugar del mundo... Haga la cuenta... Estamos muy contentos. En 2010 se superó la barrera de un millón de unidades vendidas en Sudamérica, con un 20 % de participación en el mercado de la región. Chevrolet terminó primero en ventas en Venezuela, Ecuador, Colombia, Chile y Uruguay; segundo en Argentina y Paraguay, y tercero en Brasil. Sumando todo, somos la marca número uno de la región”, detalla con pasión.

Usted debe de tener un buen panorama de las diferencias en cuanto a conducción de vehículos según cada cultura. No se maneja igual en Alemania o en Corea que en Brasil o en Argentina... Si miramos unos 20 años atrás, cuando yo vivía en Alemania, la diferencia en este sentido entre los europeos y los latinos era más que considerable. Pero cada vez la brecha se achica más. Sin perder la sonrisa, antes de despedirse, cuenta de sus largos periplos frecuentes. De Buenos Aires a San Pablo, de San Pablo a Buenos Aires, los viajes semanales a Rosario para estar cerca de la producción... “Uno ya no es un chico”, bromea. Y vuelve a invitar a vivir la experiencia de su planta productora, con el orgullo en alto por el reciclamiento total de los residuos. “Solo viéndolo en persona uno tiene la dimensión de lo que significa”, insiste. Una manera de confirmar que, si bien es cierto que hay que crecer de manera sustentable, ningún crecimiento, hoy en día, se da sin tener a la responsabilidad social como prioridad.


PERSONAJE

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Ignacio Gutiérrez Zaldívar

La responsabilidad de difundir el arte argentino La vida es corta y la tarea puede convertirse en una pesadilla, pero Ignacio Gutiérrez Zaldívar comparte sus conocimientos a través de una intensa actividad para que todos tengan acceso a las pinturas y esculturas de los artistas argentinos.

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qué se ha venido dedicando Ignacio Gutiérrez Zaldívar en los últimos 35 años? “A fructificar los talentos y a demostrar que el arte no es para un seudogrupo de intelectuales”, explicó. “Todas las exposiciones que se realizaban antes que las nuestras no tenían el nombre del pintor ni de la obra. Eso era solo para los entendidos. Los museos eran mala palabra. No había libros”, contó el dueño de la galería Zurbarán, sentado detrás de su escritorio semicircular ubicado en la trastienda y rodeado por los cuadros de mujeres desnudas de Juan Lascano. La difusión del arte argentino hizo que Gutiérrez Zaldívar se forjara un currículum inabarcable: realizó más de 860 exposiciones en el país y en el exterior, editó 104 libros, 37 monografías para la editorial Perfil y 40 libros para la editorial Atlánti-

da; además participó en programas de televisión y de radio, inauguró el primer art hotel de la Argentina, es autor de innumerables artículos publicados en diarios y revistas y fue el curador de las obras de arte del despacho presidencial en la Casa Rosada, entre otras actividades y distinciones. “La responsabilidad social viene de un ranking. Primero, creo que todos tenemos que fructificar los talentos. Es la única pesadilla que puedo tener. Segundo, creo que ser feliz es hacer feliz a todos los que puedas. Después, yo no creo en la reencarnación. Creo que la vida es muy corta, que hay poco tiempo para hacer cosas y que el único recurso no renovable es el tiempo, y tengo una ansiedad mortal para hacer cosas”, explicó. Este rosarino de 60 años, gran conocedor del arte argentino y de vinos, le dedicó a Presente más de una hora de su precioso tiempo en la ga-

lería, después de un viaje de 24 horas a la provincia de Mendoza y cuando estaba por atender a un grupo de interesados en las obras de Lascano (“el mayor realista de la historia argentina”). En ese rato, a partir de un cuadro que trajo el artista, de 1987, describió su último paso por Venecia (como si viviera allí); pasó su hijo Ignacio (21), que lo saludó con un “te quiero” y lo besó en la cabeza; recibió nuevas piezas de la joven sobresaliente Sol Halabi (“está flojita esta chica”), e invitó a la gente a recorrer la exposición (“si quieren ver cuadros feos, pasen”). Todo mientras encendía una seguidilla de cigarrillos negros de la marca Davidoff. “Mi única preocupación de la vida es fructificar los talentos. Yo no trabajo, hago lo que a mí me gusta. Colaboro con la comunidad en forma solidaria. Doy mi tiempo a la difusión del arte argentino”, dijo.


PERSONAJE

Uno de sus frutos es el padrinazgo de la plazoleta Isidoro Ruiz Moreno, en las calles Cerrito y Posadas, una iniciativa del galerista, tras almorzar un día de 1992 con el Gato Dumas y el entonces intendente, Carlos Grosso, que los increpó porque los ciudadanos no cuidaban las plazas. Esa misma tarde, Gutiérrez Zaldívar (que también es abogado y escribano) le redactó un decreto que creaba “la adopción de los espacios públicos por parte de los empresarios privados”. Además de la normativa, consiguió que YPF se hiciera cargo del Rosedal y que el diario La Prensa se ocupara de la plazoleta Raúl Soldi. “Una originalidad de la plazoleta es que permanentemente se colocan esculturas. Fuimos los primeros que colocamos rejas. Además, hemos hecho un obelisco del 10 % del obelisco de Buenos Aires. En vez de hacerlo blanco, aburrido y fálico, le colocamos pinturas de los artistas que están exponiendo”, explicó. “Me sale más caro que un harén”, aclaró. Antes, en 1976, inauguró enfrente la galería de arte Zurbarán El Arte de los Argentinos. “Se llama así porque sostenemos que no hay una escultura o una pintura argentina. Somos un país muy joven, con tan solo dos siglos, y tenemos un conflicto de

identidad importantísimo. ¿Al no tener identidad, por qué va a tener identidad la pintura?”. Considera que el argentino “es un arte con una calidad extraordinaria”, pero al que “desgraciadamente le faltan grandes figuras internacionales”. Aunque aclaró que el único artista del arte argentino que tiene identidad es Molina Campos: “Yo era el único que pensaba que era un artista. Demostrarlo me costó 30 años, 41 exposiciones, 4 millones de visitantes, una película y centenares de conferencias y videos. Hoy es el más argentino de los artistas de El Arte de los Argentinos. Y el precio de sus cuadros ascendió de 150 dólares a 80 mil dólares”, dijo. “Nos propusimos difundir el arte argentino porque considerábamos que era un arte del primer mundo. Los compradores de arte no compraban arte argentino, sino europeo, porque era lo que estaba bien visto. Nos dedicamos a descolgar la pintura europea y en el mismo clavo a colocar pintura argentina”. Y logró su objetivo porque, según sus datos, la valorización del arte argentino en 35 años fue del 3500 %, en dólares. Gutiérrez Zaldívar calculó que en todos esos años hizo una exposición gratuita cada quince días, y que esas exposiciones fueron visitadas por 13

millones de personas. “Sin duda cambiamos la historia de nuestro arte imponiendo exposiciones gratuitas”, dijo, mientras en los museos, las asociaciones de amigos cobraban un bono contribución. Su objetivo era que “vaya doña Rosa y el portero con toda su familia. Por eso también tenía sponsors que daban té gratis o bebidas”. Y generó un fenómeno sociológico interesantísimo en las megaexposiciones que organizó en el Palais de Glace, como la de Quinquela, a la que fueron 500 000 personas, o la de Soldi, que tuvo 402 000 visitantes. “Él no podía caminar, entonces compré un carrito de golf: el ‘soldimóvil’. Recorríamos con él la exposición. Los dos llorábamos y nos emocionábamos mucho. Él me retaba y me decía que yo había hecho algo psicológico porque la gente le gritaba ‘no te mueras nunca’, ‘gracias maestro’. Él era muy sencillo. Me di el gusto de emocionarlo, de darle sorpresas”. En su afán por “compartir con los demás el privilegio de disfrutar el arte”, Gutiérrez Zaldívar escribió 104 libros en 21 años. “Los jesuitas me enseñaron que teníamos la mejor educación del mundo, pero eso nos generaba una obligación, que es compartir con los demás lo que aprendimos”. Como resultado,


“Los compradores de arte no compraban arte argentino, sino europeo, porque era lo que estaba bien visto. Nos dedicamos a descolgar la pintura europea y en el mismo clavo a colocar pintura argentina�.


PERSONAJE

“antes no existía una biografía del arte argentino, y ahora sí existe. En los colegios, los trabajos prácticos eran sobre Picasso, Miró y Dalí, y hoy son sobre Quinquela, Molina Campos, Fader, Quirós, Soldi. Porque hemos hecho manuales, libros, láminas”. Su primer libro, 40 maestros del arte de los argentinos, lo escribió junto con el reconocido crítico Rafael Squirru y lo presentó el día de San Ignacio de Loyola de 1990 (“San Ignacio me protege”, nos aclara). En esa ocasión expuso 240 obras y transgredió con 12 monitores que pasaban imágenes de las pinturas y de los pintores. En cuatro meses se agotaron los 4000 ejemplares que contaban la biografía de cada artista: “A la gente le daba una base. Pensá que no había Internet”. Dos décadas después, logró que Atlántida regalara, con la revista Gente, 20 monografías de pintores argentinos (2009) y 20 de sus libros 200 años de arte argentino (2010). Un total de 4 millones de ejemplares: “Un éxito atroz”, según sus propias palabras. Y Perfil ya le había encargado 37 monografías de artistas argentinos en el año 2000. “Fue tal el éxito que la imprenta de Barcelona compró la segunda edición y distribuyó en toda Europa

e Iberoamérica 4 millones de carpetas. Yo, feliz. Cuando hago libros quiero que lleguen a la mayor cantidad de gente”. Para las editoriales, es un vehículo para aumentar la tirada en un 20 %. Ahora presentará El hombre mediocre, de José Ingenieros, con las obras que los 30 mejores artistas argentinos hicieron a partir de las palabras que el marchand les dio para inspirarse. Y un libro sobre Pérez Celis: “Sus mejores pinturas fueron las de los últimos cinco años de su vida. Estoy saldando deudas porque no hay ningún libro que hable de él, sino catálogos de sus obras. Los artistas se equivocan al pensar que reproduciendo sus cuadros los van a vender. Yo pienso que es al revés, que eso se logra mostrando su corazón y su vida”. Sacó dos mamotretos con material para armar al día siguiente, doce páginas sobre el artista: “De 6000 fotografías, coloco el 10 %. En la mayoría de los casos, son libros de 300 páginas”. En la revista El Federal ya publicó 380 biografías: “Yo hablo


“Yo hablo del hombre, del ser humano. No hablo de la obra; eso se lo dejo a los críticos del arte. Porque el que hace la obra de arte es el hombre”.

del hombre, del ser humano. No hablo de la obra; eso se lo dejo a los críticos del arte. Porque el que hace la obra de arte es el hombre. Un artista siempre pinta un autorretrato”. Gutiérrez Zaldívar escribe también para El Cronista, Perfil y Vinos y Sabores. Emprendimiento Desde 2006, Gutiérrez Zaldívar además es dueño de El Casco Art Hotel, a orillas del lago Nahuel Huapi. El equilibrio entre el arte y la naturaleza se experimenta en las 33 habitaciones y en las áreas comunes decoradas con 500 obras maestras. “Es como si fuera mi casa en Bariloche. Cada suite está dedicada a un pintor diferente. Dormís con 12 obras de Quirós, Soldi, Fader. Las obras son las que no entran en mis casas, que prefiero no vender y que queden para mis hijos”. El establecimiento, reconocido como uno de los mejores ski resorts del mundo, como mejor hotel boutique del interior de la Argentina y como mejor hotel de lujo del país, entre otros premios, no pudo evadir el problema de las cenizas volcánicas que cayeron en la zona: desde junio no bajan aviones

en Bariloche ni turistas brasileños. La mayoría de los hoteles de la zona cerró y suspendió al personal. “Consulté con un psiquiatra y me dijo que no los mandara a su casa, que los iba a destruir”, contó. “Llamé a Juan Carr y me dijo: ‘haceme alimentos, muebles, frazadas’, y hace 120 días que hay 34 personas haciendo todo aquello que nos piden”. Lo que realizan los empleados luego Carr y Emaús lo reparten entre la gente de las villas. Todas las actividades que realiza el promotor, abogado y fundador presidente de la Academia Argentina de Gastronomía, entre otros cargos, se retroalimentan. “El don que me ha dado Dios es comunicar. Lo que era aburrido, creo que yo lo he hecho divertido”. La gente lo reconoce y lo para por la calle (y en los museos), después de haber conducido El arte de los argentinos en Canal 7 (1996 a 1999), en el canal de la Ciudad de Buenos Aires (2008) y en C5N (2009), y de haber participado en otros programas de TV y radio. No hace más televisión, pero sí cuelga cuadros en algunas escenografías, “porque estás dando un mensaje subliminal muy importante, que vivir con arte es algo gratificante”.

Es coleccionista desde los 13 años, cuando compró su primera pintura (de Eugenio Daneri). “El artista nace artista, es genético. El coleccionista se adquiere. En casa no había un peso, solamente para estudiar y comprar libros, pero había 2000 pesos de hoy para comprar un cuadro. Había 108 pinturas y esculturas en la casa de mis padres”. Casado con Margarita O’Farrell desde hace 36 años, ellos les enseñaron a sus hijos a ser coleccionistas: “Imaginate a ellos, a los 13 años, levantando la mano”. María (25) compró un Libero Badii; Ignacio, un Fausto Eliseo Coppini; “el delincuente” Marcos (15), el récord mundial de Molina Campos, y Macarena (14), un cuadro de Agustín Viñas. “Después de la maternidad, la mayor creación humana es el arte. Y lo más prestigioso que existe hoy es todo lo relacionado con el arte. Todas las empresas tratan de unirse al arte porque es lo más prestigioso que hay. Zurbarán tiene muchos sponsors porque es una marca similar a Tiffany”, explicó. “Las empresas han comprendido que brindar gratuitamente arte a la gente es la mejor manera de mejorar su calidad de vida”, concluyó.


TURISMO RESPONSABLE

La Quebrada del C贸ndor

ALTA EN EL CIELO Un encuentro cara a cara con el emblem谩tico c贸ndor andino en una porci贸n riojana de las Sierras Pampeanas.

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TURISMO RESPONSABLE

R

ozando las paredes del cielo, los cóndores andinos dominaron las alturas desde tiempos inmemoriales a lo largo de toda la cordillera de los Andes, desde el sur de Chile y la Argentina hasta Venezuela. Pero además de habitar en los Andes, el cóndor se distribuye en lugares de la precordillera y de las Sierras Pampeanas. Su majestuoso vuelo y su imponente tamaño inspiraron a las culturas indígenas de Sudamérica, y aún hoy los pueblos andinos lo consideran un símbolo de sabiduría y un mensajero de lo divino. La situación actual para esta especie emblemática de nuestro continente es crítica, pero la creciente toma de conciencia sobre su importancia simbólica y su rol ecológico motiva esperanzadores esfuerzos para su conservación. En un rincón del sur de la provincia argentina de La Rioja, la Sierra de los Quinteros guarda un secreto a cielo abierto. En la infinita vastedad de la serranía cercana a la localidad de Olta, un paraje único por su belleza llamado Santa Cruz de la Sierra aguarda por los aventureros. La atracción se centra en los habitantes locales que dominan los cielos:

son los cóndores andinos, que han impulsado a la provincia a declarar esta zona como Reserva Natural para proteger a esta especie maravillosa, catalogada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como “especie casi amenazada”. Una especie se considera casi amenazada cuando, tras ser evaluada por la UICN, no satisface los criterios de las categorías vulnerable, en peligro o en peligro crítico de la Lista Roja elaborada por la organización, aunque está cercana a cumplirlos o se espera que así lo haga en un futuro próximo. Esta categoría, en general, incluye especies que dependen de medidas de conservación para prevenir su entrada a alguna de las categorías que denotan amenaza. Cuando se elige este paraje en lo profundo de la sierra, un condimento especial domina el clima de la aventura. Ascender a caballo hasta donde los cóndores anidan es una experiencia cautivadora en sí misma y cuando finalmente las aves aparecen en el cielo, su majestuoso vuelo propone entender por qué son llamados los “señores del cielo”. Con más de tres metros de envergadura de punta a punta de ala, los cóndores adultos, identificados por

un collar blanco alrededor del cuello, aportan una muestra de la maestría que los ha convertido en objetos de adoración del pueblo inca. Estos animales son las aves voladoras más grandes del mundo y su habilidad para planear en busca de alimento los ha transformado en seres mitológicos y símbolos sagrados de la libertad para muchas culturas originarias de Sudamérica. La posada donde la aventura comienza es un caserón que tiene más de 200 años de construido y ha pertenecido a la misma familia desde su origen. José de la Vega, baquiano y experto conocedor de la zona donde vivieron sus tatarabuelos, sus bisabuelos, sus abuelos, sus padres y él mismo, es el guía y anfitrión de este rincón único que parece detenido en el tiempo de los arrieros y los caudillos. Otrora llamada Estancia de la Santa Cruz, hoy la posta Quebrada del Cóndor brinda todas las comodidades en un paisaje cautivante, rodeado de árboles frutales, con el arrullo del río y una temperatura propia de un microclima de serranía. Aun cuando en los llanos riojanos el calor es sofocante, los más de mil metros de altura que se ganan subiendo hasta la posada hacen del paraje un remanso primaveral.


Ascender a caballo hasta donde los cóndores anidan es una experiencia cautivadora en sí misma. Sueño de libertad El cóndor andino fue declarado Monumento Natural de Chile mediante un decreto aprobado en el país vecino en el año 2006, como medida de protección de la especie. Por su parte, en la Argentina, la Reserva Natural Quebrada de los Cóndores se erige como un santuario natural que vela por estas aves majestuosas que planean bajo el cielo riojano. En esta misma sintonía se encuentra el Proyecto de Conservación Cóndor Andino (PCCA) nacido en Pampa de Achala (provincia de Córdoba, Argentina) en agosto de 1991. El Proyecto involucra los esfuerzos mancomunados de la Fundación Bioandina Argentina, del Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires y de la Fundación Temaikén, y además cuenta con el apoyo de instituciones nacionales e internacionales. El principal objetivo del PCCA es asistir a la conservación de estas fabulosas aves y de su ecosistema, a todo lo largo de la cordillera, para asegurar su supervivencia. Para obtener mayor información sobre la magnífica labor que se lleva a cabo en el marco de este proyecto sugerimos visitar la página web de la Fundación Bioandina Argentina, www.bioandina.org.ar.


TURISMO RESPONSABLE

América unida Las Jornadas de Paz y Dignidad, que se celebran periódicamente desde hace casi dos décadas, son la realización del fortalecimiento de las tradiciones originarias del continente americano, donde el respeto a la naturaleza es el acto supremo de la conciencia. Se trata de una carrera no competitiva que convoca a personas de todas las edades en una travesía que une a los corredores que bajan desde Alaska y a los que suben desde Tierra del Fuego, y que culmina en un encuentro donde se unen los bastones sagrados que representan la sabiduría y el entendimiento de nuestros antepasados: estos bastones son portadores de plumas de cóndor, el ave sagrada de América del Sur, y de plumas de águila, el ave sagrada de América del Norte, y simbolizan la unión. Suponiendo que ninguna cultura es mejor o peor que las otras, es indiscutible que rescatar lo mejor de cada una y modificar las acciones que dañan el planeta en el cual vivimos es el desafío que compromete a todas las sociedades del mundo, y la única esperanza para nosotros y para nuestras futuras generaciones.


Aun cuando en los llanos riojanos el calor es sofocante, los más de mil metros de altura que se ganan subiendo hasta la posada hacen del paraje un remanso primaveral. Vivir la travesía La primera luz del sol me encuentra con el mate y la cámara preparada. La frescura del alba se convierte en frío a medida que el sol evapora el rocío. Todavía es muy temprano y veo algo que se mueve entre las laderas pedregosas y escarpadas del cerro más cercano. Mi sentido común me hace pensar en una cabra. Agudizo la vista y veo a José, ágil e intrépido, arreando una manada de cabras. A cada minuto que pasa, el turquesa del cielo gana intensidad. Reconozco la puerta de la habitación donde dormí, es la primera puerta a la izquierda, que da a una galería cubierta con una frondosa enredadera. La galería termina y la casona continúa en forma de “ele”, donde se encuentran la cocina y el living comedor. Está construida enteramente con materiales nobles; las gruesas paredes de adobe y piedra mantienen las habitaciones frescas al mediodía y retienen la calidez del sol para las noches frías. Ya son las ocho y me voy a encontrar con el resto del equipo para desayunar, tal como lo habíamos acordado la noche anterior mientras cenábamos cabrito asado y verduras de la huerta, acompañados de pan casero y buen vino riojano. Mientras afuera preparan los caballos, el guía nos habla del camino que vamos a recorrer hasta la “morada de los cóndores”, y recibimos atentos las indicaciones con respecto al ascenso y a los caballos. Todavía nadie habla de los cóndores. Hay otra forma de llegar y es a pie. Pero ir a caballo tiene sus ventajas. La primera es que la mochila con el agua, el protector solar, la cámara de fotos y el abrigo no pesa tanto, la segunda es que ellos conocen muy bien el camino. Montado cada uno en su caballo, enfilamos hacia la cima de los cerros. Estamos a mil metros sobre el

nivel del mar y vamos a ascender otros mil. La primera huella que se pierde sierra adentro comienza serpenteando el río Chocayos, donde en los días calientes es una bendición darse un chapuzón. Luego de un último vado, el paisaje cambia de golpe y nos adentramos en la sierra profunda. A esta altura, ya empieza a picar el sol y el río quedó atrás. No se puede evitar, de tanto en tanto, echar un vistazo por debajo del caballo, sobre todo cuando se escucha el golpe seco de sus herraduras contra

las piedras. A veces hay que desmontar porque el terreno se torna muy resbaladizo por la cantidad de piedras sueltas. Hasta ahora avanzamos entre subidas escarpadas y pampas salpicadas de rocas gigantes, quebrachos, molles y chañares, todos desperdigados sobre un colchón de coirones que brillan bajo el generoso sol. Después de más de una hora de cabalgata, dejamos atados los caballos bajo la sombra de un molle y seguimos a pie escalando entre piedras multiformes.

El hombre vs. el cóndor En Sudamérica, el cóndor andino ha comenzado a dar síntomas de extinción. En Ecuador, Perú y Bolivia la población de estas aves viene en franco declive y en Colombia y Venezuela la situación está seriamente comprometida. Si bien la Argentina y Chile –países que completan la lista de aquellos de los que estas aves son nativas– poseen las mejores poblaciones silvestres, estas no escapan al peligro. Ya se han registrado extinciones locales en la costa del Atlántico en la Patagonia argentina, donde, a mediados y fines del siglo XIX, naturalistas como Charles Darwin o Perito Moreno encontraron poblaciones abundantes de cóndores. Los desafíos a los que se enfrenta el cóndor están principalmente ligados a la actividad humana. Las muertes por consumo de cebos tóxicos, la disminución de alimento en algunas áreas, la expansión de las ciudades, la alteración de su medio y, por sobre todo, la situación de desinformación que existe sobre esta especie han llevado al cóndor andino a su situación actual. La errónea creencia de que el cóndor mata ganado para comer –cuando está sobradamente comprobado por miles de horas de observación que el cóndor es carroñero– ha hecho que se lo considere una plaga y que se desencadene una matanza injustificada. Todo esto, sumado a la baja tasa de reproducción de la especie (ponen un huevo cada dos años), explica en gran medida la situación de amenaza que pesa sobre ellos, a pesar del importante rol ecológico que cumple el cóndor andino. Como ave de carroña (se alimenta de animales muertos), evita la acumulación de cadáveres y previene la formación de focos de infección. Cumple, de esta forma, un invalorable papel como basurero natural del ecosistema andino. Asimismo, es un eslabón fundamental en la cadena alimenticia, ya que con su poderoso pico es capaz de abrir los cueros de grandes animales muertos y así permite que otros carroñeros menores también puedan alimentarse del mismo animal.


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En treinta minutos llegamos a la denominada “morada de los cóndores”, un balcón natural de paredes escarpadas, a 2000 metros de altura y desde donde se observa la vasta extensión de los llanos riojanos. Recuperamos el aliento y nos disponemos a esperar el avistaje del los primeros cóndores. Alto en el cielo

Ave sagrada Durante miles de años, los pueblos originarios de Sudamérica han venerado al cóndor al considerarlo el espíritu de los Andes y un nexo sagrado entre los hombres y la divinidad. Su carácter sagrado todavía se mantiene en muchos pueblos andinos. Es probable que la imponente imagen de esta ave planeando a grandes alturas los fascinara y representara para los indígenas la metáfora de la ascensión y de la libertad. Se dice que los incas sacrificaban animales en las ceremonias religiosas, pero nunca un cóndor o un puma, ya que estos tenían para ellos un carácter totémico. Creían también –como muchas culturas, incluso preincaicas– que el cóndor era inmortal y que traía buenos y malos presagios, que era un mensajero de los dioses y que era el responsable de que el sol saliera cada mañana, pues con su energía era capaz de tomar el astro y elevarlo hacia el cielo sobre las montañas. Sin embargo, desde la conquista de América hace 500 años y a pesar del legado de nuestros antepasados, la relación del hombre con el cóndor andino y, en general, la relación del hombre con la tierra cambió radicalmente, y las consecuencias están a la vista. La supervivencia de las especies, incluida la nuestra, está sujeta al delicado equilibrio en la interacción de todos los que habitamos el planeta. Y ese equilibrio, aunque cueste creer, puede mantenerse o romperse por razones culturales.

Estamos en un peñasco que termina abruptamente en un precipicio. Hacia adelante y a la altura de los ojos no hay horizonte, solo un cielo que parece no tener fin. Hacia abajo, las paredes agrietadas y rugosas de la montaña escoltan la mirada en una línea recta ininterrumpida que termina en la infinita llanura del valle. Es en los pliegues y grietas de estos precipicios donde anidan los cóndores. Nos sentamos, preparamos una picada y el primer mate para la espera, pero no llegamos a cebar ni uno. Un primer cóndor planea en grandes círculos y avanza hacia una saliente de piedra donde tiene su nido. Lejos, en el horizonte celeste, hay dos más. El cuarto parece surgir de las profundidades del abismo: una cabeza arrugada, con una cresta carnosa y un anillo mullido y blancuzco alrededor del cuello, se asoma desde abajo del peñasco, vira sutilmente hacia la derecha con un suave movimiento descendente y deja ver un primerísimo plano de su lomo, de plumaje negro con orlas blancas. Es un adulto, porque hasta los seis años los cóndores son todos marrones. Otro cóndor aparece casi por el mismo lugar, pero en vez de girar y descender, se eleva sobre nosotros: es una hembra, ya que no tiene cresta sobre su cabeza; las patas se encuentran perpendiculares al pecho y eso la ayuda a mantener el equilibrio cuando el viento sopla muy fuerte. Sigue su camino, se aleja cada vez más y se pierde entre los desfiladeros de las montañas. Más cóndores aparecen y desaparecen. Como hipnotizados, cada uno de nosotros sigue con la mirada al que más le gusta. De a ratos hay hasta diez volando al mismo tiempo; poco después, ya no los contamos. Desafiando la gravedad, los cóndores planean aprovechando las generosas condiciones térmicas: el sol calienta la tierra y el calor asciende provocando las corrientes de aire que convierten la atmósfera en una autopista invisible. Estos reyes de la altura se mueven sigilosos, precisos y con elegancia. Vuelan tan cerca de nosotros que su tamaño se impone frente al nuestro. Ellos pasan y nos miran, no parecen ni asustados ni curiosos, más bien es como si dijeran: “¿Ves qué fácil es?”… El silencio es absoluto. A mi lado, el guía mira hacia el cielo plomizo y casi en un suspiro dice: “Hay que bajar antes que se largue el aguacero”.


Información útil Dónde dormir

Cuándo ir

Posta Los Cóndores Este centro turístico creció en una de las terrazas de granito del piedemonte de Sierra de los Quinteros. Cuenta con una posta turística preparada para brindar alojamiento (con una oferta de 10 plazas, en habitaciones dobles provistas de baño privado), restaurante, cafetería y excursiones guiadas. Todos los servicios para atender al visitante son absolutamente personalizados y de alta calidad.

Por sus excepcionales características geográficas y climáticas (siempre hay unos seis a ocho grados menos de temperatura que en la capital riojana), el periodo recomendado se extiende por más de 9 meses y comprende desde setiembre a mayo. Los circuitos turísticos son aptos para todas las edades, se recomiendan a partir de los 8 años y hasta los 60 años. Qué hacer Además del emocionante encuentro con el cóndor de los Andes y el bellísimo camino que se recorre para llegar hasta el Mirador de los Cóndores (1800 msnm), hay otras excursiones imperdibles. Una de ellas es la visita a los vestigios indígenas y pinturas rupestres: se transita por un paisaje que pasa por saltos de agua, pequeñas cascadas y balnearios naturales, con toda la magia que conlleva el caminar por senderos prehispánicos, hasta llegar a los vestigios de los antepasados aborígenes que llenaron la zona de vida hace mucho tiempo. El tercer circuito es la pesca de truchas

Cómo llegar Desde la ciudad de La Rioja, se debe tomar la ruta 38 hasta Punta de los Llanos y doblar hacia el sur en la ruta provincial 29, hasta la localidad de Tama. Desde Tama nace un camino de tierra (transitable por autos comunes) hasta Paca Tala (20 kilómetros), y luego hay que seguir 20 kilómetros más ascendiendo el cerro hasta Santa Cruz de la Sierra. La excursión puede contratarse en la agencia Quebrada del Cóndor. Web: www.postaloscondores.com.ar. E-mail: postaloscondores@yahoo.com. Tel.: 03826-15676064.

en un balneario natural: un sitio donde el agua transparente muestra las truchas nadando tranquilamente en un ambiente casi virgen. Qué llevar Ropa cómoda (incluidos campera de abrigo liviana y pantalón largo), botas y calzado deportivo, binoculares, sombrero, protector solar, cantimplora, repelente para insectos. Dónde informarse Secretaría de Turismo de La Rioja: Calle Pelagio Luna 345. Tel.: 03822-426345.


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Cambiar el paradigma La ONG Amartya trabaja para difundir uno de los valores fundamentales de la RSE: entender no solo los problemas de los grupos de interĂŠs, sino tambiĂŠn el medio ambiente, la comunidad y la cadena de valor.


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magínese un país donde las empresas producen bienes con energías renovables, utilizan procesos de reciclado, respetan las leyes laborales, le dan la misma participación a la mujer que al hombre en su plantel de trabajadores y procuran la transparencia. Imagínese un país en el que los consumidores compran los productos elaborados teniendo en cuenta la justicia social, la ética y la protección del medio ambiente. Luego, imagínese un Estado que provee un sistema regulatorio que encuadra las conductas sustentables, una macroeconomía que favorece la cooperación y las decisiones de largo plazo y un sistema educativo que genera pensadores sistémicos. Ese es el mundo por el que trabaja Amartya. Desde 2005, esta organización no gubernamental (ONG) lucha por un cambio sistemático de la sociedad hacia la sustentabilidad económica, social y ambiental y el ejercicio de la responsabilidad social como valores esenciales para optimizar las prácticas de negocios, influenciar las políticas gubernamentales y fortalecer el compromiso de la comunidad. Sus métodos son el desarrollo de programas educativos, investigaciones en el campo social y proyectos sociales.

“La estrategia de Amartya para lograr este cambio de paradigma y este tránsito hacia la sustentabilidad es generar conciencia a través de la educación y focalizarnos en los jóvenes y en la metodología de la integración de los tres grandes actores: el sector público, el social y el privado”, explica Christian Tiscornia Biaus (39 años), fundador y director de la ONG. “Y, en una sociedad que está tan dividida y fragmentada, también hace falta generar una organización donde, independientemente de la temática, la metodología de trabajo en todos los programas sea en red. La articulación de los tres grandes actores es fundamental para cambiar el paradigma del corto plazo por uno de largo plazo, y el de la competencia hacia la complementación y complementariedad”, agregó el director de Amartya, quien dejó una carrera exitosa de abogado para vivir plenamente su vocación de servicio y quien ahora también es licenciado en Políticas Sociales y Planeamiento. Amartya está asociada a los institutos noruegos Kulturstudier y Xplore y tiene alianzas estratégicas con otras 12 instituciones locales e internacionales. “Nos interesa generar un vínculo entre Escandinavia y la Argentina para complementarnos”, dijo Tiscornia Biaus. Y esta ONG está abierta a

recibir donaciones: “Nuestro financiamiento es independiente. No viene de las empresas porque para nosotros sería muy difícil decir lo que queremos decir”, nos aclara. Los planos de acción de Amartya son, por un lado, la educación y la investigación en temas de responsabilidad social empresaria (RSE) y sustentabilidad y, por otro lado, el trabajo en organizaciones de base y el fortalecimiento de los emprendimientos que trabajan en la economía solidaria y el comercio justo. El primer plano incluye cursos, campañas de concientización, trabajos de investigación y artículos en los medios de comunicación. El curso internacional de RSE y Desarrollo Sustentable dura tres meses y se dicta dos veces al año, en cooperación con el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Universidad de Vestfold (Noruega), la Universidad de Buenos Aires y el instituto Kulturstudier. Más de 25 docentes, de trayectoria nacional e internacional, y referentes del sector empresario, gubernamental y de la ONG proporcionan una visión integral de la RSE, mediante clases teóricas y prácticas, a unos 40 alumnos por semestre, que vienen de todas partes del mundo y serán futuros líderes de negocios. “La estrategia es dar becas a los estudiantes argentinos”, dijo Tiscornia Biaus. “Y tratamos


constantemente de socializar la información”, agregó. Porque ponen los profesores a disposición de universidades, embajadas y organizaciones para dar charlas, debates y seminarios gratuitos. En sus inicios, Amartya prestó asesoramiento a empresas sobre RSE (Banco Galicia, Johnson & Johnson, Paolini, entre otras), pero eso hoy es algo excepcional. “Nos interesa formar a los nuevos líderes, más que plantarnos como consultores”, dijo Tiscornia Biaus. “Las empresas dispuestas a alinear su negocio con la estrategia de RSE son muy pocas”, explicó Tiscornia Biaus. Si bien varias compañías hoy tienen su discurso desarrollado, ya que cuentan con un

sector de RSE, una estrategia y un balance social, para Amartya, en la práctica pocas alinean sus negocios con la sustentabilidad. Por eso propone reflexionar sobre cuál es el fin último de una empresa del siglo XXI. “Uno de los valores fundamentales de la RSE es entender el mapa de los stakeholders, que no solo lo conforman la empresa, el dueño, los empleados y los consumidores, sino también el medio ambiente, la comunidad y la cadena de valor”, indicó nuestro primer entrevistado. Para que las empresas puedan ser socialmente responsables, necesitan una macroeconomía que incentive la sustentabilidad. Para lograrlo, Amartya interactúa con legisladores de todos los partidos

políticos. “Ni en la nación ni en la ciudad de Buenos Aires los temas ambientales son prioridad. Entonces no hay educación, no hay políticas de inversión, no hay bancos que presten plata para proyectos de sustentabilidad, no hay una política fiscal que ayude. No hay incentivos concretos para que las empresas hagan de la sustentabilidad el corazón de su negocio y no inversiones comunitarias aisladas”, explicó Tiscornia Biaus. Otra parte del plano educativo son los trabajos de investigación social. En el primer semestre de 2012 se publicará un estudio sobre RSE y regulación. “Nos vinculamos con las 45 empresas locales que son líderes en RSE, que tienen balance social


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y una estrategia, y así generamos conocimiento. Queremos saber qué sería una buena regulación en temas de sustentabilidad, cuál sería un vínculo importante con el sector público y cómo lograr un sistema macroeconómico que incentive la sustentabilidad”, dijo Tiscornia Biaus. Una demanda que viene desde abajo El segundo plano de acciones de Amartya está focalizado en las organizaciones de base. Se lleva adelante con los proyectos Consuma Dignidad (CD), que concientiza y promueve prácticas de consumo, producción y comercialización responsables, y BA Volunteer (BAV), una agrupación de voluntarios que aportan por unos cuatro meses su capital humano, mientras las organizaciones sociales reciben el apoyo que necesitan para poder cumplir su misión. CD es un programa educativo gratuito para incrementar la conciencia entre los jóvenes sobre la importancia del consumo responsable. Por año, más de 200 estudiantes de entre 16 y 18 años asisten a un taller de cuatro jornadas de 80 minutos, en el que se les brinda material didáctico e información sobre consumo y sustentabilidad.

En cuatro años, Amartya llegó a más de mil jóvenes con el mensaje de que el consumo responsable es una poderosa herramienta que poseen los ciudadanos para propiciar el desarrollo de prácticas de negocios sustentables, que generan mayor equidad, transparencia y dignidad en la cadena de valor. “Apoyamos a los jóvenes para que se conviertan en agentes activos de cambio”, dijo Ernesto Santamaría, coordinador de CD. Los chicos, como tarea final del programa, tienen que armar una campaña de concientización, que presentan luego en la legislatura local, y una agencia de publicidad elige la mejor para profesionalizarla pro bono. Amartya integra a ONG y productores de comercio justo en la tarea de concientizar a los jóvenes. “Este año participaron la Universidad de Belgrano, la cooperativa La Juanita (en el partido bonaerense La Matanza) y el grupo ecologista Tierra Viva (en la localidad cordobesa Capilla del Monte). Hoy la organización tiene una capacidad limitada para dar los talleres, pero si se sumaran nuevos sponsors, podría llegar a más jóvenes”, dijo nuestro segundo entrevistado. Santamaría –que vivió 14 años en EE.UU., durante los cuales investigó y trabajó en temas de desarrollo

ecológico, sustentable y sostenible– explicó que el proyecto trata “de no caer en la crítica”, sino de “aportar algo positivo y trabajar juntos”. La misión del programa es que se sancione una ley que obligue a las escuelas a dictar una materia de responsabilidad ciudadana, económica, social y medioambiental. El otro objetivo de CD es fortalecer la red de productores vinculados al comercio justo y la economía solidaria. “Promovemos el comercio justo”, confirmó Santamaría, que vivió y trabajó cinco años en una ecovilla estadounidense y hoy vive de manera sustentable en la ciudad de Buenos Aires. Para difundir dónde se pueden comprar los productos elaborados de manera socialmente responsable, en 2005 Amartya publicó la lista de organizaciones de base que trabajan con esos valores. En 2012 publicará un segundo relevamiento, que incluirá también a las pymes que producen con esa metodología. A través del BAV, Amartya acompaña y asesora a voluntarios provenientes de todo el mundo para que puedan planificar y llevar adelante un proyecto de voluntariado, mientras conocen la Argentina y aprenden español, por 800 dólares. También son invitados a los cursos abiertos de RSE y se llevan un certificado de trabajo.


CD es un programa educativo gratuito para incrementar la conciencia entre los jóvenes sobre la importancia del consumo responsable.

“Los voluntarios aprenden cómo conducir un proyecto social. Nosotros damos el contexto para que ellos puedan hacer el proyecto. Queremos que vuelvan a su país y sigan el trabajo. Estamos armando un movimiento de gente trabajando por el mismo fin”, dijo Stina Eiet Hamberg, coordinadora del área de Proyectos Sociales. Amartya es hoy el puente entre unos 40 voluntarios (principalmente, estudiantes de los países nórdicos) y unas 15 organizaciones sociales que intervienen en unos diez proyectos. En La Matanza, los voluntarios y La Juanita llevan adelante un proyecto de señalización, donde pudieron involucrar a los tres sectores para hacer mil carteles: algunas empresas donaron la chapa y el municipio pagó a los jóvenes para cortarla y escribir los nombres. La cooperativa también emprende un proyecto de reciclado de basura. Seis voluntarios y 15 jóvenes diseñaron un mapa del barrio con las estaciones de reciclaje. Estas consisten en tres tanques (para papel, vidrio y metal) pintados de colores y con sus respectivos carteles. El primer fin de semana de diciembre limpiarán una plaza e inaugurarán con una peña la primera estación de reciclaje. Involucraron

al sector privado para que donara los tanques y al público para que pagara el trabajo. En la localidad bonaerense de Berazategui, los voluntarios y la sociedad de fomento Juan José Paso se ocupan de enseñar inglés a niños dos veces a la semana. En el barrio porteño de Balvanera, cinco voluntarios y la ONG Mensajeros de la Paz ayudaron a pintar un muro a los chicos del centro comunitario La Balsa para fortalecer la integración social mediante el arte. En el Hogar San Pablo, diez voluntarios dan cursos de inglés, fotografía, cocina, pintura y baile a chicos en condición de vulnerabilidad social. En marzo de 2012, Amartya lanzará un programa de voluntariado para argentinos. “La idea es que trabajen cerca de su casa y que no necesitan hacer mucho para generar un cambio”, dijo Stina Eiet Hamberg. “Buscamos gente que tenga estos valo-

res y quiera participar. Es importante que tengan el compromiso por un tiempo”, agregó la licenciada en Ciencias Políticas de la Universidad de Oslo. Las organizaciones necesitan reforzar su estructura, el área de comunicación y la búsqueda de donaciones. Finalmente, Tiscornia Biaus está en el camino de cumplir su sueño: la construcción del primer ecocampus universitario en la Argentina. A 340 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, se aplicará lo que Amartya enseña y pregona, ya que 40 estudiantes y 6 profesores podrán experimentar los edificios construidos según los principios de la “bioarquitectura”, las energías renovables, la alimentación sana, el respeto por la naturaleza y el cuidado de la biodiversidad. Y habrá espacio para organizar congresos para cien personas. Es “el decir y el hacer” en un mismo lugar.


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Mejorar la calidad de vida Rodolfo Civale, Gerente General de GlaxoSmithKline Pharmaceuticals, asegura que la misiรณn de la multinacional es que la gente pueda hacer mรกs, sentirse mejor y vivir mรกs tiempo.


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e trata una compañía farmacéutica líder en investigación y desarrollo de nuevos productos, cuyo objetivo primordial, a escala mundial, es mejorar la calidad de vida de las personas. Con más de 85 años en la Argentina, los orígenes de GSK se remontan a 1715, cuando el negocio boticario familiar Allen & Hanburys abrió por primera vez sus puertas en Londres. Desde entonces tuvo una gran historia, marcada por hitos sobresalientes en el área de la ciencia, como la introducción de la vacuna de virus muertos contra la poliomielitis, de la primera vacuna contra la varicela y de la primera vacuna contra la hepatitis A. También la amoxicilina y el primer antirretroviral en la lucha contra el VIH fueron introducidos por esta empresa. “El tema farmacéutico siempre me pareció fascinante por lo que es la investigación y su impacto. Sin desmerecer a ninguna otra actividad, de pronto, esto es mejorarle o salvarle la vida a una persona. Es trascendente”, expresa Civale, que en 2011 cumplió 20 años en la compañía. El actual gerente general inició su camino en la empresa en 1991, en el área de finanzas. Luego fue director financiero en Chile; en 2000 tomó una función regional, con el manejo de seis países, cuando se dio la fusión de Glaxo Wellcome y SmithKline Beecham. En 2003 se trasladó a Venezuela como gerente general y, después de 13 años, en 2009, regresó a la Argentina como gerente general y vicepresidente de la empresa en el país y para el Cono Sur. Antes de ingresar a GSK, Civale había auditado empresas farmacéuticas, una industria que siempre le llamó la atención. Así fue que ante una búsqueda de personal, ingresó en la compañía. “Me entrevistaron y empecé en la parte contable,

con bastante desafío. Era un área que había que reorganizar”, dice. “Es una industria particular, que requiere una mentalidad a largo plazo. Reúne el manejo del tema de finanzas y también de investigación. La posibilidad de descubrir cosas nuevas me pareció importante; se trata de un negocio con varias facetas, que exige una especialización”, sostiene. Civale tenía 32 años cuando empezó en Glaxo. “De arranque tenía una vocación para tener la posición que tengo hoy, una gerencia general. Era mi visión, mi objetivo a largo plazo, y sabía que estaba comenzando un nuevo camino. La idea era posicionarme en una buena empresa. Siempre con un horizonte, que quizá era un sueño a esa altura. No llegué por casualidad, tenía una disposición a hacerlo. Después, si se iba a dar o no, era otro tema… Los vaivenes de muchos años te llevan a que podés llegar o no”, asegura. A los 22 años se recibió de contador en la Universidad de Buenos Aires. “Siempre me orienté a lo que podía ser el área de negocios, manteniendo la intención de aprender de los otros y tratando de ver un poco más allá, un par de jugadas más adelante. Ya entonces pensaba que algún día sería gerente general. Y con el tiempo se dio en Venezuela, en 2003”, precisa. “Un poco lo que te marca esto es que uno se tiene que preparar para lo que quiere, y después hay que esperar a que se dé la oportunidad. Si no estás listo, te llega el momento, pero no lo podés aprovechar”, explica. Para Civale, una gerencia general es un puesto bastante complejo. “Normalmente uno accede desde una función, en mi caso era el sector finanzas.

Pero una vez ahí, tenés que tratar de ensamblar todas las áreas, no solo pensar como financiero, sino tener una visión más amplia”, dice. Para aprender, siempre miró a su alrededor y buscó tomar buenos ejemplos de jefes o colegas. “Cuando a uno le interesa algo, la atención va en dirección a absorber ese tipo de cosas, para el día que te toque ponerlas en práctica”, dice. Cuando empezó en Glaxo estaba haciendo un posgrado en el CEMA, estaba casado y ya había nacido su primera hija. Pero vivió experiencias que lo marcaron. Su padre tenía una panadería en el barrio porteño de Congreso, en la que empezó a ayudar con las tareas diarias a los 14 años. Ya comenzaba a tener contacto con clientes, amasaba el pan, y otras veces se ocupaba de las compras y las ventas. “Hacía de todo. Ahí aprendés lo que no aprendés en la universidad. Fue muy lindo”, expresa. Antes de Glaxo, también fue profesor de Contabilidad en la Universidad del Salvador. “Una etapa linda porque podés transmitir lo que sabés y formar gente. Algo de eso siempre tuve desde temprana época”, revela Civale, a quien le encantan los deportes. Le gusta salir a correr, en lo posible al aire libre, escuchar música y mirar las carreras de automovilismo. “Los fierros son mi pasión, lo que me aumenta los latidos”, dice, y comenta que tuvo alguna experiencia en karting. “Es muy interesante el automovilismo y tiene mucha conexión con lo que hago día a día. Requiere preparación, manejo de riesgo, velocidad, reflejos, estrategia, soporte económico y armar el equipo, porque nadie puede hacer nada por sí solo. Un detalle te puede dejar afuera de la carrera”, dice.


“El tema farmacéutico siempre me pareció fascinante por lo que es la investigación y su impacto. Sin desmerecer a ninguna otra actividad, de pronto, esto es mejorarle o salvarle la vida a una persona. Es trascendente”


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Rodolfo Civale Universidad: Contador Público por la Universidad de Buenos Aires Posgrado: CEMA Idiomas: inglés Hobbies: automovilismo y deportes Lo que te conmueve: mejorar la calidad de vida de las personas.

Otro aspecto que Civale destaca del automovilismo es que para ir rápido siempre hay que mirar un par de curvas más adelante y no solo la siguiente. “En lo mío es lo mismo. En la medida que uno tiene la estrategia trazada a largo plazo, las decisiones del día a día se te hacen un poquito más previsibles. Es la manera en que me siento más cómodo para trabajar”, dice. Civale explica que su trabajo consiste en tratar de que el conocimiento colectivo funcione en pos de una buena decisión, sabiendo que cada especialista sabe más que él de cada tema específico. Apoyo a la investigación y llegada a la gente GlaxoSmithKline, que surge en 2000 de la fusión de Glaxo Wellcome y SmithKline Beecham, emplea a 96 500 personas en el mundo y cuenta con una participación en el mercado farmacéutico mundial del cinco por ciento. En 2010 registró ventas a escala global por 44 000 millones de dólares, y en Latinoamérica, por 1728 millones de dólares. En la Argentina las ventas fueron de 894 millones de pesos, con exportaciones por 15 millones de dólares. En 2010 GlaxoSmithKline invirtió, a nivel global, 6300 millones de dólares en investigación y desarrollo, e involucró a 15 000 personas que

realizan tareas de investigación básica y clínica en todo el mundo. La inversión asociada a los estudios clínicos que se llevaron a cabo en la Argentina durante el año pasado, tanto para el área de productos farmacéuticos como biológicos (vacunas), fue de unos 60 millones de pesos. Varios centros de investigación del país y más de 13 000 personas trabajaron en estos estudios. Las áreas terapéuticas cubiertas fueron asma, EPOC, rinitis, diabetes, osteoporosis, ateroesclerosis, riesgo cardiovascular, síndrome coronario agudo, cáncer, leucemia, VIH, Alzheimer, epilepsia, enfermedades raras (como la distrofia muscular de Duchenne), Parkinson, alopecia y artritis reumatoidea. En biológicos, las áreas cubiertas fueron melanoma y enfermedad invasiva por neumococo (incluyendo meningitis, sepsis –septicemia-, bacteriemia, neumonía invasiva y neumonía de etiología probablemente bacteriana). “En los últimos años, Glaxo desarrolló un portfolio de productos más amplio, mediante el que llega a mayor cantidad de gente. En este mismo sentido, también trabaja para que los medicamentos sean accesibles, en la medida de lo posible”, afirma Civale. “Trust in Science” (“Confianza en la ciencia”) es uno de los proyectos más importantes de la compañía. GSK y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Argentina firmaron un acuerdo

de colaboración para identificar y dar soporte a investigaciones de elevada calidad para el tratamiento de enfermedades consideradas de alta prioridad social. Así, el objetivo es trabajar conjuntamente para solicitar propuestas de instituciones de investigación (públicas y privadas) en las áreas de enfermedades metabólicas, respiratorias e infecciosas y tropicales (incluyendo enfermedades como el Chagas). “Es un programa inédito. No es una cuestión comercial porque no tiene que ver con investigaciones relacionadas con nuestros productos. Son investigadores que tienen un proyecto y un jurado independiente los califica”, cuenta. Así, a los mejores trabajos se los apoya, ya sea económicamente, con información, con becas o como sea necesario, para que puedan desarrollar medicamentos y conocimiento que alguien pueda utilizar a futuro. “GSK está dispuesta a ayudar y me parece muy natural que apoyemos estos proyectos”, dice. GSK también impulsa su misión por medio de una amplia variedad de programas de ayuda. Sin duda 2010 fue un año significativo, ya que se realizó un amplio trabajo en diversas áreas de responsabilidad social, para las cuales se invirtieron 355 millones de dólares a nivel global en acciones para la comunidad y donaciones de productos, mediante los que se brindó apoyo a programas que se realizan en más de 100 países,


GSK y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Argentina firmaron un acuerdo de colaboración para identificar y dar soporte a investigaciones de elevada calidad para el tratamiento de la enfermedades consideradas de alta prioridad social.

tanto desarrollados como en vías de desarrollo, considerando a los que más lo necesitan. La estrategia de GSK en RSE se focaliza en mejorar la salud y la educación. Para la empresa es clave trabajar en conjunto con organizaciones que poseen el conocimiento y la experiencia necesarios para cada programa, para asegurar la sustentabilidad de los proyectos. “Buscamos hacer algo que perdure en el tiempo. A veces se confunde responsabilidad con caridad, que no tiene nada que ver”, enfatiza Civale, quien indica que GSK participa constantemente en diversos programas de educación y medicina preventiva, apoyando a jóvenes profesionales del interior del país con la entrega de becas para estudios de perfeccionamiento. “No veo a la RSE como una actividad de la compañía, tiene que ver más con cómo somos como personas y como empleados respecto de la comunidad. Nos preocupamos por pagar nuestros impuestos, tener productos de calidad en el mercado, ver qué más se puede hacer para ayudar a más gente o brindar más trabajo a más personas. Todo esto nos lleva a pensar que estamos cumpliendo responsablemente nuestro rol social”, sostiene el gerente general. En coherencia con este pensamiento, Civale dice que es importante el bienestar del personal, lo que da lugar a que en la planta de la empresa haya un jardín –al que van unos 20 chicos–, que

funciona para todas las madres que trabajan en GSK. “La industria farmacéutica –explica– tiene una dotación de mujeres bastante alta. Y de esto nace la necesidad de que las mujeres puedan hacer su trabajo tranquilas, sabiendo que sus hijos están cerca y bien cuidados”. GSK también apoya a otras entidades, como el caso de Pro Mujer, una organización internacional sin fines de lucro que proporciona a las mujeres de escasos recursos los medios para generarse el sustento y labrar un futuro para sus familias a través de las microfinanzas (microcréditos), la capacitación en negocios y el apoyo en salud. “Hacemos que nuestros empleados interactúen con Pro Mujer a través de distintos apoyos, como el área de comunicación o médica. Es una interacción bien linda. Sentimos que alguien puede utilizar el conocimiento que tenemos”, se enorgullece Civale, con el mismo entusiasmo que cada día desarrolla su trabajo. Antes de terminar la charla, recuerda la misión de GSK, que asume como propia: mejorar la calidad de vida de la gente, para que las personas puedan hacer más, sentirse mejor y vivir más tiempo. Sabe que ya se hizo mucho, pero también que hay mucho por hacer. Pero no teme, prefiere la acción. “Si uno está bien organizado, el día rinde para todo”, dice, y se despide con un apretón de manos.


ARQUITECTURA RESPONSABLE

“La vocación son tus padres” Existe en Argentina un arquitecto que concursa y gana, un artista plástico que dibuja y apasiona, un profesional premiado y querido por sus pares. Un pope llamado Clorindo Testa, al que los estudiantes llaman cariñosamente Clorindo.

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xisten arquitectos noveles, consagrados, mediáticos, multipremiados, excéntricos, millonarios, respetados y criticados por sus colegas. Están aquellos que caminan por los aeropuertos y los hoteles con el halo místico de una estrella de rock, y también los que nadie conoce, e igualmente caminan gustosos por todos lados. En el mundo de la arquitectura, como en el de todas las profesiones, existen personalidades, personas y personajes. Y cada tanto, un iluminado que rompe el molde y deja huella. En la Argentina, ese tipo tiene nombre y apellido: Clorindo Testa. Por su talento, en el barrio dirían que es el Maradona de la arquitectura local. Pero llamativamente, mientras Diego Armando recurre a la tercera persona del singular para referirse a su propia persona, Clorindo profesa la segunda persona del singular, provocando una agradable inclusión del alter en sus oraciones. Así, en cada declaración (“si pintás

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tal cosa, si pensás tal otra, si a vos te gusta esto o aquello”) pone en boca de quien lo escucha sus afirmaciones y causa en el receptor de su mensaje una agradable sensación de haber llegado motu propio al mismo pensamiento al que él llegó. El próximo 10 de diciembre, el hombre cumplirá 87 años. Nació en Nápoles por un capricho de su padre, quien decidió emprender un viaje desde la Argentina con su mujer, solo para que el bebe naciera en tierras italianas, las que había abandonado en 1911 para radicarse en el Río de la Plata. Desde muy pequeño, Clorindo tuvo facilidad para el dibujo, en su casa atesoraban todas sus obras mínimas. “Cuando yo tenía quince años, el viejo –despierta cierta dulzura que una persona de la edad de Testa se refiera a su padre de esta manera− me preguntó qué iba a estudiar. Le contesté que quizás me decidía por Medicina. Pese a que él era médico, me dio una respuesta rotunda: ´De ninguna manera´. A veces no te das cuenta de tu propia

vocación. La vocación no existe. La vocación son tus padres”, cuenta Testa. Luego de coquetear con la Ingeniería Naval (le fascinaba armar barcos a escala), finalmente se decidió por Arquitectura, carrera en la que brilló como estudiante y alrededor de la cual forjó una filosofía de vida. Siendo joven se codeó con varios intelectuales del momento, incluidos los del grupo de la revista Sur. Fue amigo de Manuel Mujica Láinez; Ernesto Sábato lo cita en Sobre héroes y tumbas y, en la novela Rayuela, Julio Cortázar pone en boca de uno de sus personajes la destacada faceta de pintor de Testa. En 1950, fue becado por la Universidad de Buenos Aires para realizar un viaje de estudios a Italia. Junto a un grupo de estudiantes y un profesor, estuvo conociendo la obra arquitectónica del viejo mundo durante varios meses. Al regresar, la personalidad de Clorindo había crecido. Se estaba terminando de moldear el arquitecto que hoy todos admiran.


“Luego de coquetear con la Ingeniería Naval (le fascinaba armar barcos a escala), finalmente se decidió por Arquitectura, carrera en la que brilló como estudiante y alrededor de la cual forjó una filosofía de vida”


ARQUITECTURA RESPONSABLE

“Hay arquitectos desde la época de los romanos y de los egipcios. Incluso te diría que en las cuevas prehistóricas debería de existir un tipo, seguramente muy ágil, al que todos llamaban para preguntarle dónde tenían que poner las piedras para sentarse”

Hombre de costumbres No usa teléfonos celulares y la única computadora que enciende ocasionalmente es la de su estudio. Se levanta a las 7 de la mañana y desayuna en su casa. Se toma un taxi hasta la esquina de Santa Fe y Callao. Paga, baja y se mete en La Farola para apurar un segundo cafecito antes de subir a su estudio, donde se presenta religiosamente a las 9 para afrontar sus obligaciones diarias. Tiene una agenda tupida, poblada de círculos de colores que, en lugar de reflejar las citas de uno de los más célebres arquitectos argentinos, parece dar cuenta de las travesuras de un terrible infante adepto a los marcadores. Por consejo de su padre, quien le enseñó que en las grandes ciudades se debe vivir en el centro porque es la zona de mayor actividad, siempre habitó casas ubicadas en un área delimitada por un cuadrado imaginario que se cierra entre las avenidas del Libertador, Córdoba, Callao y Scalabrini Ortiz. ¿Le atrae la lectura? Creo que la lectura es una especie de aprendizaje. Empezás a tener libros porque curioseás, porque te atraen diversas cosas. Te acercás a ellos en la facultad. Antes leía mucho, pero ahora bastante poco. ¿Y la música? No escucho música. ¿Habla de fútbol o de política con sus amigos? El fútbol me interesaba cuando tenía siete u ocho años. Recuerdo que en aquella época yo era simpatizante de Racing. Pero no soy un seguidor de fútbol. Aunque me divierte ver un pedacito por tele-

visión, luego de un rato me aburre. La arquitectura tampoco es un tema recurrente. No hablamos de literatura ni de pintura. Me intereso por la política de una manera baja, pues al ser ciudadano italiano tampoco voto en la Argentina. Del resto, hablamos de cualquier cosa. ¿De dónde surgen sus musas? No te das cuenta en qué te inspirás. El procedimiento en el arte y en la arquitectura es el mismo. Empezás a pensar las cosas antes de dibujarlas. La pintura es así: pensás el cuadro y luego lo pintás, aunque quizás finalmente te salga distinto. En la arquitectura ocurre lo mismo. Arrancás con un concurso y te surgen las ideas, más tarde dibujás ese pensamiento y todo va cambiando. ¿Existe alguna pintura u obra de arquitectura que, al mirarla, usted diga: “esta idea pudo haber salido de mi propia cabeza”? Eso no lo pensás, como tampoco pensás “yo lo podría haber hecho”. Simplemente mirás la obra y te gusta. Hay algunos edificios que te agradan más que otros. ¿Todavía le apasionan los barcos? Siempre me han gustado. En el Hospital Naval pusimos ventanas redondas porque se encontraba delante del Parque Centenario. Cuando vos mirás un paisaje a través de una ventana redonda es como una perforación. La ventana cuadrada te da otro sentido. Es como cuando hacés un agujero en un papel y mirás. ¿Le hubiese gustado dedicarse a la docencia? Nunca me interesó demasiado. Estuve en la Facultad de Arquitectura dando clases durante un par de años. Me gustaba trabajar con los mejores porque

era más fácil la conversación. Pero finalmente, eso no tenía sentido, porque como profesor uno se tiene que interesar por todos y no solo por los mejores. Usted siempre fue considerado un vanguardista, un adelantado a su tiempo. ¿Cómo ve el devenir de la profesión y de los arquitectos? Las costumbres cambian. No son las mismas las del año 2000 que las que regían en 1900. Son el día y la noche. Son 100 años y tres generaciones las que las separan. Hay arquitectos desde la época de los romanos y de los egipcios. Incluso te diría que en las cuevas prehistóricas debería de existir un tipo, seguramente muy ágil, al que todos llamaban para preguntarle dónde tenían que poner las piedras para sentarse. Y el tipo probablemente opinaba sobre el paisaje, o les decía: “coman acá, pongan aquella piedra aquí”. Y todos le dirían: “muy lindo, muy lindo”. Arquitectos hubo siempre. Lo importante es desarrollar la profesión con entusiasmo y no estar cincuenta años atrasados. Vivir el día y el cambio constante de la arquitectura. ¿Es de los que analizan el pasado para pronosticar el futuro? Probablemente yo no volvería a hacer el Banco de Londres de la misma manera en que lo hice, porque ahora los tiempos son otros y las reglamentaciones también son otras. No me imagino la arquitectura dentro de cuarenta años y tampoco me interesa. No soy de los que dicen: “va a ser así o asá, porque lo más probable es que no sea así ni asá. Va a ser como deba ser. Hace cuarenta años atrás, tampoco me imaginaba qué iba a ocurrir con la arquitectura de hoy. No pienso lo que voy a hacer el año que viene, nunca lo supe.


El esbozo de Corita Luego de haber participado de una infinidad de concursos −públicos y privados−, el arquitecto Testa y su estudio son considerados especialistas en la materia. Desde muy joven, Clorindo vislumbró en estas pruebas un camino interesante para dar rienda suelta a sus proyectos. Mientras cursaba el segundo año de la carrera en la facultad, se presentó por primera vez en un concurso. “En esa época se hacían todos los meses unos esquicios, que eran encierros que duraban doce horas. Los estudiantes entrábamos a las ocho de la mañana y salíamos a las ocho de la noche. Nos daban un tema que formaba parte de los exámenes. Uno de esos esquicios se organizaba a fin de año, era considerado como un concurso y se premiaba al ganador”, recuerda. “Aquel fue el primer concurso en el que participé. Antes de entrar, mantuvimos una discusión con un compañero. Él afirmaba que al disponer de doce horas, el trabajo podía hacerse con regla T, tiralíneas y todo perfecto. Por mi parte, yo intentaba explicarle que, en realidad, “esquicio” era una traducción de la palabra italiana schizzo, que significa esbozo o croquis, por ende, el trabajo debía hacerse bien, pero a mano alzada. Cada uno de nosotros lo hizo como creía conveniente. Cuando dieron los resultados, él sacó el primer premio y yo el cuarto. ´Indudablemente tenía razón’ fue lo que pensé. Pero entonces, cuando repartían las hojas con los resultados, pude ver que de un lado estaba el número 4 y del otro el número 1. Y para mi sorpresa, junto al 1 había un pequeño circulito. Entonces, llamé al profesor y le dije: ‘Maestro, acá el 1 tiene un redondel´. Cuestión que yo era el concursante número 4 y había sacado el primer premio”, rememora con orgullo Testa. Luego de esa hazaña estudiantil, el joven Clorindo esperó ansioso la publicación del diario La Nación, pues solían editar unas rúbricas con las noticias de algunos concursos que organizaba la Facultad de Arquitectura. “Yo quería ver mi nombre impreso en el diario, mi padre también porque se lo iba a enviar a mi abuela. Finalmente salió la publicación y decía lo siguiente: ´Se realizaron los concursos… bla bla bla… primer premio para la señorita Corita Testa´. La gracia duró mucho tiempo, tanto es así que la hermana de mi amigo y compañero de carrera Enrique Capdevila (hijo del poeta Arturo Capdevila) me llamó siempre Cora”, cuenta Clorindo.


ARQUITECTURA RESPONSABLE

Arquitectos bajo la lupa Sobre el escritorio de Clorindo Testa reposa un objeto extraño de una belleza particular: una gran lupa. Esculpida en un metal añejo, una suerte de ninfa se arrodilla desde el mango hacia la lente de aumento, que emula las aguas de un estanque. La joven parece fisgonear en silencio el reflejo de historias fantásticas prontas a develarse. Acompaña con calma la vista aletargada del observador, guiándola hacia un mundo aumentado. El objeto más apreciado por Clorindo Testa, el elegido por sobre todos sus lápices y marcadores de colores. Una lupa que atesora una anécdota en la que están implicados tres amigos. Hace años, de visita en la casa del arquitecto Carlos Libedinsky, Clorindo vio por primera vez una lupa igual a la que hoy descansa sobre sus dibujos. “Libedinsky tenía una casa linda, muy grande, en la que coleccionaba muchas cosas. Cierto día, un amigo muy particular que teníamos en común se presentó en mi estudio y me trajo de regalo una lupa como la de Carlos. Él sabía que me había gustado. Se la agradecí y la puse donde está hoy. La historia quedó ahí, hasta que en una oportunidad Libedinsky vino a verme a mi escritorio por un motivo que ya no recuerdo. Descubrí, por la perplejidad que mostró su mirada, que aquella que tenía frente a sus ojos era su propia lupa. Ninguno de nosotros se atrevió a tocar el tema, y ya ven, la lupa sigue aquí”. Consultado por Presente, el arquitecto Carlos Libedinsky confirmó la anécdota con las siguientes palabras: “Seguramente aquella lupa fuese la mía. El personaje del que habla Clorindo era mi cuñado, Horacio Grosso, un tipo fantástico que había estudiado Arquitectura en Inglaterra y era adepto a esa clase de bromas. Tanto él como yo cultivamos una gran amistad con Clorindo”.


OBRAS Entre las obras más destacadas del arquitecto Clorindo Testa se encuentran: • Cámara Argentina de la Construcción

¿Cuál ha sido su mayor alegría como arquitecto? Los concursos… hacer concursos. Y cuando los ganás, después te olvidás, no estás detrás de ello. Todas mis obras son mis preferidas, aunque no vuelvo a los lugares. Ir al Banco de Londres para mirarlo de nuevo no tiene sentido.

eso es muy positivo. Deberán inventar mecanismos nuevos de captación de energía solar y otros aparatos similares.

(Buenos Aires); 1951/60.

¿Alguna vez inventó algo? Nunca inventé un artefacto.

• Instituto Di Tella (Buenos Aires); 1963/64.

¿Qué siente al ver cuando alguna de sus obras cae en estado de abandono, por ejemplo, La Tumbona (Ostende, 1986)? Las cosas suceden así. Yo no soy el dueño de La Tumbona.

Termina de contestar y se ríe. Clorindo esboza una risita chiquitita, sincera, agradable. A Testa le causa gracia que le preguntemos si inventó algo. Claro, el hombre no es un inventor de artefactos, se dedica a otras artes. El arquitecto Clorindo Testa estira la comisura de sus labios delicadamente, dejando ver su espíritu joven y campechano. Nos contagia su sonrisa y caemos en la cuenta de que la pregunta correcta hubiese sido esta: “Además de haber ‘inventado´ gran parte de la arquitectura argentina, ¿alguna vez se le ocurrió hacer algún artefacto?”.

¿La sustentabilidad pertenece al campo de la futurología? La sustentabilidad forma parte de este período, aunque no es una moda. Seguramente en el futuro, los edificios van a hacer un uso más eficiente de las energías. Habrá una economía de recursos y

• Biblioteca Nacional de la República Argentina (Buenos Aires); 1962/92. • Hospital Naval Central (Buenos Aires); 1970/82. • Centro Cultural de la Ciudad de Buenos Aires (hoy Centro Cultural Recoleta) (modificado); 1979. • Balneario La Perla (Mar del Plata, Buenos Aires); 1985. • Auditorio Templo S.G.I.A.R. (Auditorio de la Paz- Templo Sõka Gakkai Internacional) (Buenos Aires); 1992/93.


CARA A CARA

1. Tres palabras que definan responsabilidad social empresaria. Sustentabilidad, involucramiento y compromiso. 2. ¿Con qué personaje o suceso histórico/social identificás una buena gestión de RSE? Con Muhammad Yunus y la creación del Banco Grameen. 3. ¿Qué libro le recomendarías a un gerente de RSE? Más allá. Empresas y sociedad en un mundo en transformación, de S. Dolan y M. Raich. 4. RSE, ¿moda o realidad? Una realidad que espero no pase de moda. 5. No puede faltar en la oficina de un gerente de RSE… Una foto o algún elemento que nos recuerde para quién diseñamos los programas de RSE. 6. ¿Qué obstáculos debe superar un nuevo gerente de RSE? Un nuevo gerente de RSE se enfrenta hoy a un nuevo paradigma en el que la RSE es más abarcativa y transversal a la compañía, y logra impactos totalmente medibles. Las empresas deben trabajar tanto en el desempeño social como en el económico y ambiental. Y deben incluir en sus acciones a sus diferentes públicos clave, tanto a los empleados, clientes, distribuidores, proveedores y/o contratistas como a

la comunidad, ONG, cámaras, gobierno, medios de comunicación y/o instituciones académicas, dependiendo de la relevancia de estos sectores para cada compañía. Es por eso que un nuevo gerente de RSE debe saber plantarse bien en la compañía, para lograr que la sustentabilidad esté incluida no solo en la misión, visión y valores de la empresa, sino también en la estrategia corporativa. 7. Comunicación de RSE, ¿marketing o replicabilidad? Es necesaria una comunicación efectiva de las acciones de RSE para servir como ejemplo a seguir por parte de otros actores de la sociedad, pero tiene que ser una comunicación con sustancia. 8. ¿Cómo podemos contribuir los ciudadanos y consumidores con la RSE? Colaborando con iniciativas socialmente responsables a partir del expertise que cada uno tiene. Y con hábitos de consumo responsables. 9. ¿Cuál es la empresa socialmente más responsable del mundo? No me arriesgaría en elegir una, ya que para hacerlo debería conocer en detalle a todas. Sin duda hay muchas empresas que están haciendo cosas muy interesantes en materia de responsabilidad social. 10. ¿Somos un país socialmente responsable? Creo que hay una tendencia en la gente a ser socialmente responsable, aunque aún falta camino por recorrer.

Soledad Echagüe

Directora de Asuntos Públicos Dow Argentina

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1. Tres palabras que definan responsabilidad social empresaria. Gestión, sustentabilidad y compromiso. 2. ¿Con qué personaje o suceso histórico/social identificás una buena gestión de RSE? Podemos destacar un grupo de trabajo. Con un grupo de compañías de primer nivel creamos AcercaRSE, que es un programa de inversión social privada para el fortalecimiento de ONG de Zárate. 3. ¿Qué libro le recomendarías a un gerente de RSE? Con la Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana desarrollamos una guía para la responsabilidad social corporativa (RSC) compuesta de tres tomos titulados Guía de Primeros Pasos en RSC, Guía de Indicadores de RSC y Guía de Reportes de RSC. 4. RSE, ¿moda o realidad? Realidad. Tanto en LANXESS como en muchas otras empresas, la RSE es parte integral de la estrategia corporativa. Ser responsable es imprescindible para continuar operando. 5. No puede faltar en la oficina de un gerente de RSE… Un mapa de la comunidad con la que su empresa interactúa es necesario para guiar el accionar de RSE.

MARÍA PAULA CALAFIORE

RESPONSABLE DE COMUNICACIONES CORPORATIVAS LANXESS

6. ¿Qué obstáculos debe superar un nuevo gerente de RSE? El primer desafío es el involucramiento interno para contar con el compromiso y el apoyo de toda la organización. Es imprescindible lograr una visión compartida para poder desarrollar RSE de forma sustentable. 7. Comunicación de RSE, ¿marketing o replicabilidad? La comunicación es un elemento clave para que nuestros públicos adopten la iniciativa como propia y replicar así el concepto. La comunicación de RSE es una forma de tender nuevos puentes. 8. ¿Cómo podemos contribuir los ciudadanos y consumidores con la RSE? Podemos contribuir siendo más responsables en nuestras acciones y elecciones, siendo parte activa de iniciativas, programas y voluntariados. 9. ¿Cuál es la empresa socialmente más responsable del mundo? Hay en el país y en el mundo grupos de trabajo que potencian los esfuerzos individuales a través de la acción conjunta. Por ejemplo, el grupo de trabajo de RSC de la Cámara Argentino-Alemana, del que LANXESS es parte activa. 10. ¿Somos un país socialmente responsable? La Argentina es un país muy solidario, que está adoptando los principios de la RSE paso a paso. Este crecimiento lleva tiempo, son muchos los cambios de visión empresarial involucrados en el proceso.


Innovaci贸n

El arte de volver a hacer Tetra Pak, empresa l铆der en el mercado de envases de alimentos, confiere a sus productos un pre y un posprocesamiento sustentables, con el objetivo de minimizar el impacto medioambiental y aumentar la reciclabilidad.

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Esteban Casares Director de Medio Ambiente y Comunicaciones de Tetra Pak


Innovación

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eche larga vida, jugos de diferentes marcas y sabores, vinos en cartón y salsas de tomate son todos productos no perecederos que forman parte del consumo diario y la canasta familiar. Pero ser alimento no es su única función; gracias a su packaging también colaboran con el medio ambiente y la cadena sustentable, aun cuando muchos de sus compradores desconocen esta segunda faceta. “Los pilares sobre los cuales se erige la empresa son minimizar el impacto que nuestras operaciones y las de nuestros clientes puedan tener en el medio ambiente y aumentar el reciclado efectivo de los envases”, explica Esteban Casares, director de Medio Ambiente y Comunicaciones de Tetra Pak SRL. “Por eso, el cartón del envase de los productos que trabajamos (75 % de la composición total) proviene de fuentes naturales de origen sustentable”, asegura.

En suba Tetra Pak es una empresa de fabricación de envases que llegó a la Argentina en la década de los 60. Casi veinte años después estableció su planta local (que cuenta con las certificaciones ISO 9001 e ISO 14001) en la provincia de La Rioja, pero también asiste a los mercados uruguayo y chileno. Sus centros técnicos se encuentran en San Fernando, Mendoza, Buenos Aires y Santiago de Chile. Desde 2009 cuenta con la certificación Forest Stewardship Council (FSC), la cual garantiza que el papel que se utiliza para la fabricación de envases proviene de bosques cuidados, mantenidos y desarrollados de manera sustentable. Además, desde esa fecha, todos los cartones de leche, jugos y salsas poseen el logo de la entidad internacional, sin excepción. Para desarrollar el proceso sustentable, Tetra Pak importa desde Brasil el material necesario. Allí, la empresa Klabin, fundada en 1989

y principal productora, exportadora y recicladora del país vecino, posee más de 200 000 hectáreas de bosques implantados y alrededor de 175 000 hectáreas de bosques nativos preservados, que no se utilizan para la producción. “En esa región se plantan pinos y eucaliptos y también se preservan formas de bosques nativos y corredores que permiten asegurar la biodiversidad vegetal y animal”, aclara Casares. De esta manera, la empresa se rige bajo la convicción de que la silvicultura sostenible conserva las capacidades de los bosques y protege la diversidad biológica y la vida silvestre. Reciclado Los envases Tetra Pak son 100 % reciclables y se manufacturan en la Argentina. Para eso, la empresa desarrolla tecnologías que permiten el reciclado, promueve su instalación en el mercado y asiste a los emprendedores nacionales e internacionales


en la parte técnica. Así lo resume Casares: “Nuestro objetivo es fomentar el flujo de material posconsumo dentro de la cadena. Es decir, facilitar los medios para que los envases que se desechan puedan llegar a la planta de reciclado y tratar de que el consumidor se involucre”. Los ejemplos más comunes que permiten que este proceso se lleve a cabo son los centros de recepción o drop-off. Estos centros se encuentran en varios hipermercados y supermercados de la cadena Carrefour y cuentan con una ventana en la cual se puede depositar el cartón ya utilizado. “En junio de 2009 inauguramos nuestra primera ‘tienda ecoamiga’, una sucursal equipada y diseñada con criterios de sustentabilidad”, recuerda Carlos Velasco, director de comunicaciones de Carrefour. “Allí montamos góndolas informativas realizadas con productos reciclados, con el fin de concientizar sobre la importancia del uso de materiales provenientes de bosques certificados. A

partir de allí comenzamos un camino de expansión y llevamos estos elementos a otras sucursales que, en la actualidad, son más de veinte”. De acuerdo con el director, el nombre de Carrefour influye de forma positiva en el mensaje que quieren transmitir. “Millones de personas pasan por nuestras más de 200 tiendas distribuidas a lo largo del país; la multiplicidad del mensaje es enorme y a través de estos espacios podemos generar conciencia en nuestros clientes acerca de la problemática ambiental e invitarlos a colaborar”. La respuesta a estas acciones fue muy positiva en vistas a los resultados obtenidos. Así lo describe Velasco: “Nuestros clientes se entusiasman y traen sus envases de Tetra Brik limpios de forma continua. Durante 2011 cuadriplicamos la cantidad de centros de recepción de envases, tanto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como en la Provincia de Buenos Aires. Además, recibimos el pedido constante de colaboradores y directivos

para instalar centros de recepción en sus tiendas”. Casares destaca la respuesta favorable del consumidor y agrega: “Las personas quieren colaborar, pero no tienen en claro en qué y cómo. Poner a disposición estas herramientas de cómo cuidar el planeta es muy apreciado por ellas. También existe un feedback con correos electrónicos y mensajes. En muchas ocasiones, si la urna de depósito se cambia de lugar los consumidores llaman para saber qué paso”. Otros circuitos Luego del drop-off, la recolección de residuos para reciclar tiene diferentes alternativas. Una de ellas la lleva a cabo la cooperativa El Ceibo, cuya actividad principal es la de segregar los residuos en seco, separar los materiales y vendérselos a diferentes compradores. La entidad existe desde 1989, pero comenzó con sus actividades de “revolver basura”


Innovación

en el año 2000. “Somos cirujas individuales”, sintetiza Cristina Lescano, presidente de la cooperativa. Según detalla, cuando comenzaron con la recolección de basura lo hicieron por cuestiones económicas, pero en la actualidad, son concientes de que su actividad colabora con el cuidado del medio ambiente. Luego de la recolección, los residuos se reparten entre los vecinos de diferentes barrios. Ellos separan todos los materiales reciclables, como los cartones de Tetra Brik, las latas y el vidrio, y luego miembros de la cooperativa

pasan a retirarlos. “Recuperamos todo”, subraya Lescano. Los materiales que quedan son distribuidos entre diferentes actores de la cadena para el reciclado correspondiente. En tanto, la directora de la cooperativa señala que si bien El Ceibo tuvo sus inicios de la mano de los vecinos del barrio de Palermo, en la Capital Federal, la actividad creció y se desarrolla “por todos lados”. Además, la cooperativa colabora de manera activa con Tetra Pak en la búsqueda de clientes y la educación al consumidor. También les enseña a los vecinos

a separar los materiales y realiza campañas en escuelas. “Somos reconocidos y llevamos a cabo muchas actividades –se enorgullece Lescano–. Nuestras funciones abarcan las cuestiones económicas, sociales y ambientales; somos cuidadores del ambiente y generamos trabajo”, concluye. Otra forma de reciclado es la que emplea la industria papelera. En este caso, empleados de la fábrica que se dedica al procesamiento de los materiales los retiran del hipermercado y los llevan a sus instalaciones. Allí, la forma de reciclar


es similar a la del cartón corrugado. El envase ingresa en una máquina denominada “hidropulper”, que es una especie de licuadora gigante. Luego se llena el recipiente con agua y se lo agita. Esto provoca que la fibra de celulosa se separe del polietileno y el aluminio presentes en el envase original, y el material que se obtiene se destina a la producción de cartulina para nuevos envases. Gracias a que la fibra original proviene de bosques sustentables, su calidad es muy buena y eso permite su reutilización.

“Las personas quieren colaborar, pero no tienen en claro en qué y cómo. Poner a disposición estas herramientas de cómo cuidar el planeta es muy apreciado por ellas”.


“Al recuperar la fibra, se evita que esta sea arrojada al cinturón ecológico para pasar a un proceso de descomposición que lleva muchos años”.

“Este proceso es relativamente novedoso –indica el ingeniero Julio González, gerente de la división recortes de Interpack/Papelera del Sur–. En su momento, la recuperación y el reciclado no se llevaban a cabo porque el material estaba blindado con polietileno por fuera y con aluminio y polietileno por dentro, lo cual hacía que todo el proceso fuera largo y complicado. Finalmente, Papelera del Sur desarrolló el sistema actual que inyecta agua a las máquinas de manera lateral”. De acuerdo con el experto, la fibra de celulosa extraída de forma mecánica se utiliza para la fabricación de cartulinas estucadas para envases de comestibles, fármacos, cosméticos y alimentos secos, y el aluminio y el polietileno se vuelven a compactar y se envían a diferentes destinos, como la empresa Recypack, en La Rioja. Allí se le da pigmento al material, se lo muele y se lo somete a altas temperaturas con el fin de moldear la masa para tejas doble romanas, que se utilizan en la construcción de techos. “En cuanto a la parte técnica, la fibra que se recupera del material original es de mejor calidad, más larga y de mayor consistencia que la del cartón corrugado. Y en materia sustentable, al recuperar la fibra se evita que esta sea arrojada al cinturón ecológico para pasar a un proceso de descomposición que lleva muchos años. En la actualidad, la empresa garantiza la recuperación total del envase sin contaminar”. Otra de las alternativas de reciclado es el picado del material. “Los envases son triturados y luego se los coloca en prensas a altas temperaturas. Esto permite que se formen planchas de material (el T-Plak) con muy buena aislación térmica, que se

usan para construir comederos de animales, cestos y muebles”, detalla Casares. Cabe destacar que el proceso general de reciclado no vuelve a los envases originales debido a que los productos son alimentos. Es decir que los materiales que se extraen son reubicados en nuevos productos. “Nuestros envases originales provienen de material virgen; al ser destinados al mercado de alimentos, la fibra tiene que tener trazabilidad completa para evitar migraciones, por eso la reutilización de un material reciclado no es una opción viable en estos productos”, aclara el director medioambiental. Compromiso con la comunidad Tetra Pak también participa en actividades de concientización, promoción y educación sustentable. Entre ellas se encuentran la construcción anual de un parque navideño con material reciclado en la Plaza de la Flor, la distribución de un kit de recursos didácticos en escuelas de nivel primario, visitas al Bioparque Temaikén, donaciones a Cáritas, obras de teatro itinerantes para los más chicos, la participación en congresos y mesas redondas a nivel nacional e internacional y el desarrollo de diferentes talleres y actividades que fomentan buenos hábitos de alimentación y el cuidado del medio ambiente. Entre fines de 2011 y principios de 2012, la empresa lanzará una página web (www.rutadelreciclado.com) donde el consumidor podrá informarse sobre los sitios más cercanos para el depósito de los envases y sobre novedades de la empresa y sus programas.


Carlos Velasco Director de Comunicaciones de Carrefour


EMPRESAS RESPONSABLES

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Valor agregado En el año del centenario de IBM, Jorge Goulu, gerente general de la firma en la Argentina, asegura que desde los inicios se le dio importancia a la gente: “Es una compañía que cuida mucho a las personas”.

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esde este piso 21, en uno de los rascacielos que asoman su espigada figura en el bajo porteño, Buenos Aires muestra su mejor sonrisa en un día soleado. Dentro de esta imponente oficina vestida con amplios ventanales que permiten el asombro de la vista, un objeto se destaca entre la sobriedad de todos aquellos que integran la decoración del lugar: una balanza dorada. Es la oficina del máximo ejecutivo de IBM en la Argentina. Jorge Goulu, traje impecable, sonrisa franca, devela la incógnita de entrada: “IBM comenzó hace 100 años fabricando balanzas, relojes, cortadoras de fiambre. En esa época no había computadoras ni Internet, no existían las calculadoras... Esa era la tecnología que se usaba en las empresas; la forma de auto-

matizar la venta era a través de relojes, balanzas. Esta balanza que está aquí es una de las primeras que fabricamos”. En febrero de este año, Goulu (46 años, casado, tres hijos, fanático de los deportes) llegó a la responsabilidad más alta en la empresa a la que había ingresado en 1987: la gerencia general. Este hombre recibe a Presente en un día muy particular, el de la confirmación de una mujer –por primera vez en la historia– como CEO de IBM a nivel mundial, Virginia Rometty. “Es una persona muy interesante, con muchos años de trabajo en el área de servicio de consultoría y con una visión comercial muy agresiva. Entiende muy bien el tema de clientes, de negocios, los movimientos de las industrias. Creo que será una muy buena etapa para IBM en cuanto a expansión y a la parte estratégica”, dice Goulu como prólogo

a la charla. Este no es un año más para la compañía: en 2011, IBM cumplió 100 años de vida. “La industria informática es muy joven y sufrió muchísimos cambios a lo largo de su historia. Si uno ve la historia de IBM desde sus comienzos, es una historia de mucha transformación. En 1981 se inventó la PC... Estamos hablando de hace muy poquito. Durante los primeros años, Internet era dial-up, con ruiditos horribles... La industria cambió muchísimo. La transformación es muy muy grande. IBM tuvo muchos puntos de inflexión, uno de los más importantes fue en 1964, cuando inventamos el sistema 360, la primera computadora empresarial accesible, que implicó una inversión de 5 billones de dólares... Era a todo o nada. Una computadora que no entraba en este cuarto, y que nos permitió posicionarnos en todo el mundo”, grafica Goulu.


EMPRESAS RESPONSABLES


“IBM es una compañía que cuida mucho a las personas, tanto adentro como afuera de la organización. Siempre nuestros productos agregan tecnología y calidad de vida a los mercados”.

La actualidad también fija, según este gerente general, pautas que pueden torcer el rumbo de la historia. “Lo que está pasando ahora también es muy interesante: la compañía decide volcarse fuertemente a servicios. IBM es una compañía de hardware, software y servicios, y lo seguirá siendo. Pero hemos volcado nuestro foco al valor agregado. Por eso es que hace unos años vendimos la división de PC y la división de impresoras; porque de esa manera salimos del commodity y nos enfocamos en el valor agregado. Si uno mira la estrategia de la compañía, los pilares de transformación son business analytics (tiene mucho que ver con soluciones y servicios), cloud (servicios), smart cities, smart planet (aplicación de toda la tecnología a soluciones y servicios) y la expansión geográfica, algo en lo que nos embarcamos hace cinco o seis años y en lo que nos está yendo muy bien. Esto implicó crear una división que se focaliza en los países emergentes, como los del BRIC (Brasil, Rusia, India y China) y también los de América Latina”, describe el ejecutivo.

En cuanto a lo estrictamente ligado a la responsabilidad social, Goulu sitúa a África como punto estratégico y una oportunidad de negocios para el futuro. “Es un sitio que requiere mucho, por la cantidad de gente de bajos niveles sociales que va a tener que moverse hacia arriba –explica–. Son lugares donde todo el aporte que puedan llegar a dar empresas como IBM para ayudarlos a salir mejorando su forma de vida, su educación, pasa a ser fundamental. En los próximos cinco o diez años, África se tiene que transformar en un área de mucha inversión”. Hace 88 años que IBM opera en nuestro país,

donde Goulu también fija un punto de inflexión importante. “Nosotros fabricábamos acá impresoras de impacto y decidimos transformar ese negocio en exportación de servicios. Creamos el campus tecnológico en Martínez, una maravilla. Son seis hectáreas, un campus de primer nivel, con tecnología, infraestructura y data centers que responden a los máximos estándares, desde donde damos servicios de outsourcing a muchos países”, señala orgulloso. Un proyecto para el que la compañía invirtió nada menos que unos 50 millones de dólares. “Hoy la Argentina es muy grande exportando servicios para alrededor de 120 países”, refuerza. –¿Qué cosas lo sorprenden al mirar en retrospectiva? –Siempre me sorprendieron las decisiones estratégicas que la compañía fue tomando. Muchas veces las compañías toman decisiones y uno es informado, no participa en la decisión. Si uno mira la acción de IBM, se dará cuenta de que las decisiones estratégicas que fueron tomando en esta corporación siempre fueron acertadas. Y el mercado después te copia. IBM decidió hace diez años salir de los commodities y volcarse al valor agregado, en una movida muy agresiva. Hoy lo miro y digo: ‘qué buena movida’. Y nuestros competidores, diez años después, toman las mismas decisiones. Otro aspecto que me llama la atención es cómo la compañía, desde los inicios, le da mucho valor a la gente. Es una compañía que cuida mucho a las personas, tanto adentro como afuera de la organización. Siempre nuestros productos agregan tecnología y calidad de vida a los mercados. IBM inventó el código de barras y uno piensa la importancia que esto tuvo... evidentemente, es una compañía en la que hay que estar.


EMPRESAS RESPONSABLES

Jorge Goulu Colegio: San Juan El Precursor. Universidad: Ingeniería Industrial en el ITBA (Instituto Tecnológico de Buenos Aires). Idiomas: inglés y portugués. Hobbies: navegación, golf, tenis y fútbol. Lo que más disfrutás: las vacaciones con mi familia. Lo que te conmueve: la creatividad, la innovación y la capacidad de superación.

“Tenemos lo que se llama el programa Corporate Service Corps (CSC). Se arma un grupo con gente de todas partes del mundo, que va a un país a trabajar en algún problema social grave”.

Hoy está trabajando en el entendimiento y desarrollo del genoma. Hace un par de semanas escuchaba el caso de una compañía de chocolates. El cacao es un fruto que existe en algunos países muy amenazados política y socialmente. Toda la industria del cacao se puede caer si hay problemas en esos países (si hay una peste, una bacteria). IBM ha trabajado con esas empresas para entender el código genético del cacao, de manera que se está estudiando cómo proteger ese fruto. Fijate que no estoy hablando de computadoras, es mucho más profundo. Agregar valor a una sociedad que requiere de esos productos. Seguridad, control ambiental y salud son otros de los temas en los que la compañía está trabajando, en acuerdo con muchos gobiernos. Y llega el turno del voluntariado y la responsabilidad social, temas en los que Goulu se zambulle con entusiasmo. “Tenemos lo que se llama el programa Corporate Service Corps (CSC). Se arma un grupo con gente de todas partes del mundo, que va a un país a trabajar en algún problema social grave. Por ejemplo, el año pasado estuvimos en Antofagasta, Chile, una ciudad minera con grandes problemas con el

agua. Estuvimos un mes trabajando con ejecutivos de alto nivel, dedicados a entender la problemática y dar una solución. Eso fue totalmente gratuito y los resultados se los entregamos a las autoridades de la ciudad. Así hay distintos casos en todo el mundo. Estamos proponiendo algunas ciudades de la Argentina. Eso está en el alma de la compañía. Si uno trabaja bien, es proactivo y le pone garra, se ve y a uno le va bien. Tengo infinidad de ejemplos. Esta es una compañía que tiene mucho sentido común”, cuenta Goulu, que reconoce que en cualquier momento del año puede ser llamado para alguna de estas misiones y uno debe de estar siempre listo. –¿Qué otras necesidades observa en la comunidad, en las que IBM puede colaborar? –Te cuento una cosa más que estamos haciendo, que para mí es interesante y sirve para ver cómo se mueve el país. Tenemos un programa donde cualquier empleado puede elegir un área de interés personal y ofrecerse a dar servicios, ya sea un colegio, una institución, una ONG... Cualquier lugar que agregue un granito de arena a la comunidad.


“La idea es procesar más información con menor consumo y generar un menor impacto ecológico”. El programa de voluntariado está oficializado. Tenemos 1300 voluntarios en la Argentina. Y nosotros apoyamos con equipo y dinero a la institución en la cual el voluntario realiza el trabajo. Además, en la zona de Olivos, donde tenemos oficinas, la gente también quiso agregar valor allí. Entonces, hacemos trabajos donde incorporamos gente de menores recursos, para trabajar con los colegios de la zona... Y así IBM se inserta en las comunidades donde opera. Allí en Olivos, además, realizan la gestión y el reciclado de los residuos sólidos orgánicos e inorgánicos producidos por sus edificios, en acuerdo con la cooperativa de cartoneros El Álamo y Biociclo. Es que el cuidado del medio ambiente es otro de los puntos en los que IBM hace hincapié. Desde 2008 lleva adelante una estrategia denominada “Construyendo un mundo más inteligente”, a partir de la cual se busca diseñar productos que minimicen el impacto ambiental durante su ciclo de vida. Con esto, se profundiza en aspectos como el reciclaje, la eficiencia energética y la reutilización para contribuir a la sustentabilidad. La idea es procesar más información con menor consumo y generar un menor impacto ecológico. “El fin de semana para mí es sagrado”, se relaja Goulu, que define a sus tres hijos varones y a su esposa como “hiperdeportistas”. Nos cuenta que el tenis, el rugby, el golf y la navegación son sus pasiones, y admite que los fines de semana son ideales para cargar baterías para afrontar las responsabilidades de la semana. Goulu es un apasionado de la compañía que preside, tanto que recuerda como si fuera hoy su primer día: “Tuve una entrevista con una persona muy querida, que ya no está más en IBM. Me dio una ficha de café para que fuera a buscar uno. Y yo no sabía lo que era una máquina de café. Mi preocupación era si iba a poder sacar un café de la máquina. Estaba nervioso por eso y me preguntaba: ¿será una prueba? Empecé como becario, en una época en la que no había tecnología en las casas”. Muchos años después, no solo superó con éxito aquella primera prueba, sino que a fuerza de capacidad, pasión y confianza en sí mismo, Goulu llegó a lo más alto a lo que podía aspirar en la compañía. Lo más alto en todo sentido: la gerencia general en nuestro país y este piso 21, desde donde observa la ciudad y su vorágine, y donde puede pensar en nuevas iniciativas para lo que más le gusta: brindar servicio y aportar valor agregado.


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Ojos sanos

Premios sustentables

Essilor, empresa líder en fabricación de lentes, sigue con su programa “Ver bien para aprender mejor”, cuyo fin es colaborar con la salud visual de los niños. Para llevar a cabo el proyecto, la empresa recorre

PepsiCo Argentina puso en marcha el concurso Eco-Reto 2012 por tercer año consecutivo, con el fin de promover proyectos y soluciones en beneficio del medio ambiente. El espíritu del concurso es crear conciencia en las nuevas generaciones acerca de la importancia de la conservación ambiental y el cuidado de los recursos naturales. Los “retos” de este año son dos: 1) generar cultura ambiental por medio de una idea de negocio, y 2) resolver un problema ambiental a partir de una idea de negocio. El concurso está dirigido a jóvenes de entre 13 y 36 años de América Latina y el Caribe, que podrán participar en grupos de 3 a 10 integrantes. Una vez inscriptos, los participantes deberán presentar su proyecto por escrito, el cual será evaluado por un jurado. La final será entre el 11 y 12 de abril de 2012 en Cartagena (Colombia), donde se premiará a los dos mejores equipos con 5000 dólares. La inscripción cierra el 15 de diciembre de 2011. Para más información: www.pepsimundo.com o www.ticamericas.net

distintos lugares del país junto a un equipo de médicos oftalmólogos con el objetivo de efectuar una revisación ocular a la comunidad, principalmente a niños y adolescentes que no tienen acceso a este tipo de exámenes y que podrían necesitar lentes parra corregir un problema visual (miopía, hipermetropía y astigmatismo). En total se revisaron más de 7561 personas y se entregaron 1428 lentes de policarbonato Essilor, caracterizados por su ligereza, resistencia al impacto y protección contra la radiación UV. Algunas de las últimas acciones de la empresa tuvieron lugar en Uspallata (Mendoza) y Rosario (Santa Fe), y hacia fin de año se prevén más visitas a distintas localidades del interior del país. Essilor también lleva a cabo la campaña “Para verte mejor Argentina”, junto a la Fundación Oftalmológica Argentina Jorge Malbrán. El objetivo de esta iniciativa, que se realizó en la región de “el Impenetrable” chaqueño, fue trasladar a médicos de la fundación con los equipos necesarios para realizar evaluaciones oftalmológicas a los habitantes de la zona. Para mayor información: www.verbienparaaprender.com.ar

Fuente: Open Group

Fuente: Personally Inside, PR

CITI argentina presenta su primer reporte de sustentabilidad Buenos Aires, Argentina, noviembre de 2011 – Citi Argentina presentó su primer reporte de sustentabilidad, una herramienta de comunicación de gestión que brinda información acerca del desempeño económico y el compromiso de la entidad por realizar negocios con prácticas éticas, transparentes y socialmente responsables. El documento incluye una amplia reseña de la inversión realizada por Citi en programas de responsabilidad social a través del apoyo a diversas organizaciones de la sociedad civil que llevan adelante proyectos relacionados con la educación, la inclusión financiera y las microfinanzas como una oportunidad para el desarrollo económico y social de poblaciones carenciadas. “En este primer reporte hemos plasmado nuestro esfuerzo por ofrecer las mejores opciones del mercado para nuestros clientes, a la vez que generamos valor para la comunidad con la que interactuamos. A través de este documento, queremos expresar nuestro compromiso de brindar nuestros servicios con los más altos estándares de calidad y transparencia, a partir de estrategias y procesos responsables”, señaló Juan Bruchou, Presidente de Citi Argentina.


Lapiceras contra el cáncer de mama

En favor de la naturaleza

En diciembre, Parker continuará con la campaña que llevó a cabo en octubre y noviembre junto a la Fundación para la Investigación y Prevención del Cáncer (FUCA). El objetivo de este programa es donar el 20 % de las ventas de cada lapicera rosa para colaborar en la lucha contra el cáncer de mama. Estas lapiceras son modelos femeninos que fueron pensados especialmente para las mujeres, con el fin de destacar su estilo y personalidad. Los modelos que forman parte del programa son: Parker IM Premium Rosada (Pluma, Roller Ball y Bolígrafo), Parker Urban Premium Rosada (Pluma, Roller Ball y Bolígrafo) y Parker Urban Cool Magenta (Roller Ball y Bolígrafo). A través del programa, Parker colabora con la FUCA en la concientización para la detección temprana del cáncer de mama que, en la actualidad, afecta a una de cada ocho mujeres en la Argentina.

Masisa Argentina (diseños melamínicos) presentó a fines de octubre Reservas naturales, un libro que trata sobre las acciones voluntarias de conservación de nueve reservas naturales y que fue realizado en conjunto con Forestal Argentina y la Fundación Hábitat & Desarrollo. Esta novedosa edición refleja el resultado de un trabajo de 12 años en pos del desarrollo y la conservación de nueve reservas naturales ubicadas a lo largo de 4000 hectáreas en las provincias de Corrientes y Entre Ríos. “Nuestra misión responde a una política de gestión de negocios que busca obtener los índices de calidad más altos en un desempeño financiero, social y ambiental”, comentó Alfredo Gili, Gerente General de Masisa Argentina. Las imágenes e información del libro buscan generar conciencia sobre la importancia de la conservación y el respeto por el paisaje. Las nueve áreas relevadas son Arroyo Ayuí Grande, El Talar, Yuquerí, Buena Vista II, La Florida II, Tres Cerros, Santo Domingo, La Yunta y Linconia.

Fuente: Ver y Comunicar

Fuente: Open Group


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ALEMANIA

ESTADOS UNIDOS

Por un futuro con más energía

Bolsas biodegradables

Premio a la energía

El Contenedor de Innovación de Vida de Panasonic fue presentado durante la feria más importante de productos electrónicos para consumidores, la Internationale Funkausstellung (IFA, por sus siglas en alemán), que se llevó a cabo en Berlín en septiembre. Dicho contenedor consiste de paneles solares que permiten producir y almacenar energía, la que puede destinarse a regiones que carecen de este recurso o que fueron afectadas por catástrofes. Asimismo, se exhibieron actividades relacionadas con los planes de RSE que Panasonic lleva a cabo de forma individual y junto con la UNESCO. Durante la feria, la empresa también organizó concursos de preguntas y respuestas basados en sus programas de educación medioambiental para niños, de los que participaron alrededor de 400 personas.

El proyecto piloto de bolsas de deshechos biodegradables se completó con éxito en Bad Dürkheim (Alemania). Dicha ciudad aprobó el uso permanente de bolsas para deshechos orgánicas fabricadas con el material plástico Ecovio, elaborado por la empresa

KPMG y Home Depot son dos de las empresas que recibieron el premio de Energía y Calor Combinado. Además, fueron nombradas “Socios del Año” por la Agencia de Protección Medioambiental de los Estados Unidos (EPA) debido a su preocupación por los recursos naturales de agua. El establecimiento elegido de KPMG fue la sucursal de Montvale, New Jersey, por haber logrado eficiencias operativas de entre 68 % y 73 %, cifras mucho más altas que las tradicionales para los sistemas de calor y energía. El premio se vincula con las grandes contribuciones realizadas respecto de la eficiencia en el uso de los recursos de agua. Otras de las empresas elegidas para recibir la distinción fueron Delta Faucet y KB Home.

BASF. Durante tres meses, las bolsas fueron evaluadas y probadas por residentes locales y por empresas dedicadas a la disposición de deshechos. Como respuesta, tanto los residentes de Bad Dürkheim como la planta orgánica Grünstadt se mostraron satisfechos por los resultados de las nuevas bolsas. Estos productos, hechos de plástico Ecovio, se degradan por completo y no interfieren con los recursos naturales, incluido el suelo. “El factor decisivo para nosotros fue la calidad del producto y el hecho de que las bolsas son fáciles de separar, recolectar y deshechar. Por eso las aprobamos para su uso permanente”, reconoció Erhard Freunscht, primer consejero de distrito de Bad Dürkheim. Gracias a estas bolsas, el deshecho de basura biodegradable es más limpio, higiénico y menos complicado de eliminar que con las bolsas de papel comunes. Estas bolsas no solo evitan los malos olores, sino que también alejan insectos y hacen que no sea necesario limpiar el contenedor donde se recolecta la basura. La bolsa plástica biodegradable es un nuevo producto de BASF. La composición de sus materiales contiene más de un 50 % de materias primas renovables.


BRASIL

JAPÓN

Apuesta a un futuro sostenible

Hacia un futuro natural

El pasado 3 de octubre, durante los festejos del Día de la Unidad Alemana en la ciudad de San Pablo (Brasil), David McAllister, ministro de Baja Sajonia, y el profesor Martín Winterkorn, CEO de Volkswagen, presentaron una serie de vehículos seleccionados de la marca germana. Allí, los representantes europeos destacaron a Brasil como país emergente y como uno de los más importantes para el crecimiento de la marca debido a su compromiso sostenible, el apoyo a la educación pública y su desarrollo social. También se destacó el objetivo de que este país vecino comience a desarrollar proyectos de ayuda para jóvenes y niños, tanto educativos como deportivos.

A fines de 2011 el Grupo Bridgestone publicó su memoria de RSE con el fin de mejorar la conciencia ambiental de sus 140 000 empleados. El informe incluye los progresos en materia sustentable que la empresa llevó a cabo entre 2010 y 2011, donde se destaca una amplia gama de iniciativas que se dividen entre lo que es importante para la sociedad y lo que es importante para la empresa. Shoshi Arakawa, CEO de Bridgestone Americas, indicó que “la empresa emitió la Declaración sobre su Misión Medioambiental con el fin de asegurar un entorno sostenible y saludable para las generaciones actuales y para las que vendrán en un futuro”. De esta manera, la Declaración se redefinió durante el transcurso de 2011 y se estableció la dirección de sus aspiraciones medioambientales a largo plazo con tres perspectivas medioambientales en mente: la conservación ecológica, la conservación de los recursos y la reducción de las emisiones de carbono. Para sus futuras acciones, Bridgestone desarrollará y utilizará tecnologías que tengan en cuenta los recursos naturales, el calentamiento global y la reducción de las emisiones de CO2.


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