19S Cuadernos de trabajo
CUADERNOS DE TRABAJO PROGRAMA DE INVESTIGACIÓN DEL DEPARTAMENTO DE ARQUITECTURA, URBANISMO E INGENIERIA CIVIL
Cuadernos de trabajo Otoño 2018 Departamento de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil Universidad Iberoamericana | Ciudad de México
Edición y compilación Jimena de Gortari Ludlow
Apoyo editorial
Carlos Delgado Castillo Luis Arturo Gutiérrez Mata Mely Adriana Morfín Ramírez A. Cecilia Valdés Íñigo
Portadas
Luis Arturo Gutiérrez Mata Mely Adriana Morfín Ramírez A. Cecilia Valdés Íñigo Con imágenes de: Israel Pastor Onnis Luque Santiago Arau
Contacto
jimena.dgortari@ibero.mx Cuadernos de Trabajo es una publicación no arbitrada del Programa de Investigación del Departamento de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil de la Universidad Iberoamericana.
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Presentación Cuadernos de Trabajo es una plataforma de difusión que el Programa de Investigación pone al servicio de la comunidad del Departamento de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México Tijuana. Esta publicación digital busca comunicar los resultados del trabajo que se realiza en el Departamento en relación a la generación de conocimiento. Es así que los Cuadernos ofrecen una muestra de la actividad de docencia, de investigación y de trabajo profesional que realizan miembros de la comunidad a través de la recopilación de contribuciones derivadas de investigaciones en curso, trabajos de divulgación, trabajos de cursos académicos y otros que ilustren las respuestas a problemáticas puntuales. El Programa de Investigación y los que contribuyen con el trabajo reunido en este número, creen en la importancia del intercambio de ideas entre pares para el avance de la investigación y de la temática que se expone, buscando despertar en los lectores un interés por los temas presentados e idealmente, una retroalimentación de los proyectos. En esta ocasión se busca difundir el trabajo realizado por alumnos y docentes que tuvieron como tema central la RECONSTRUCCIÓN después de los sismos de septiembre del 2017. Las opiniones expresadas en estos textos son responsabilidad de los autores.
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CONTENIDO
1. Introducción Reflexión sobre el sismo, a un año.
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José Luis Gutiérrez Brezmes
2. Alcance del sismo en el territorio
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3. Ubicación de los proyectos. Cuadernos de trabajo
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2. Trabajo profesional. Egresados
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COMUNAL
Jesica Amescua + Mariana Ordóñez
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3. Divulgación temática. Egresados Re-Constructo
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Luis Carbonell + Andrés Souto
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4. Trabajo académico
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Mensaje de Apertura
Dra. Gabriela Estrada Díaz
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San Mateo del Mar
Pilar Álvarez + José María Nava
47
Xoxocotla
Carmen Ramos + Jorge Salcedo + Raúl de Villafranca
55
Malinalco
Jose Vigil
61
Chimalpa
José Luis Creixell +Gerardo Velázquez
77
Jojutla
Juan Casillas
97
Hueyapan
María Bustamante + Hesner Sánchez + Guillermo Arriola + Yael Margolis
103
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1. Introducción. Reflexión sobre el sismo, a un año del acontecimiento.
“Los terremotos son inspectores de la honestidad arquitectónica”. Miedo en el espejo. Juan Villoro.
Hace poco más de un año un sismo nos sorprendió en la Ciudad de México recordándonos la fragilidad humana frente a las fuerzas de la naturaleza. El 19 de septiembre del 2017 a las 13:14 fue un déjà vu para quienes treinta y dos años antes vivimos los sismos de 1985 y lección de humildad para todos. Nuestra empatía a quienes sufrieron la pérdida de seres queridos, nuestra solidaridad con quienes tuvieron pérdidas materiales y nuestra comprensión a quienes quedaron despojados de un valioso intangible; la confianza. De la pérdida de confianza se ha hablado poco, pero no es asunto menor y junto al duelo y los trabajos de reconstrucción de las edificaciones debemos trabajar para recuperarla. Confianza de la población en los profesionales que diseñamos y construimos el entorno y de nuestra parte, confianza en que somos capaces de ofrecer una arquitectura segura y digna cuando anteponemos el bienestar social a los intereses económicos, cuando cumplimos a cabalidad con las normas y reglamentos y cuando no escatimamos esfuerzo y talento. Que no se mal entienda. No es un llamado a la confianza ciega, es a una confianza fundada en la construcción de una cada vez mayor capacidad de resiliencia social y en el número en aumento de profesionales que entendemos nuestra profesión como la oportunidad de servir y no botín para servirnos. En todas las acciones de apoyo a la población que hemos emprendido, nuestra lógica ha sido la de ofrecer ayuda sin imponerla, trabajar sin protagonizar, no renunciar a nuestra convicción por lo sustentable y por lo accesible y reconstruir sin reproducir las condiciones de marginación viéndolas como oportunidad para mejorar las condiciones previas de vida de los damnificados. A nombre de toda la comunidad del Departamento de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil hago un público reconocimiento a las y los alumnos y maestros que han hecho propios diversos proyectos de reconstrucción, muchos de los cuales continúan y continuarán.
Mtro. José Luis Gutiérrez Brezmes Director Departamento de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil.
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ALCANCE DEL SISMO EN EL TERRITORIO
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INTENSIDAD DEL SISMO
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UBICACIÓN DE LOS PROYECTOS CUADERNOS DE TRABAJO
HIDALGO
CDMX
TLAXCALA
EDOMEX VERACRUZ
MORELOS PUEBLA
GUERRERO
OAXACA
Cuajimalpa Malinalco Xoxocotla Jojutla Hueyapan
San Mateo del Mar
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TRABAJO PROFESIONAL EGRESADOS
RECONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL HÁBITAT Sierra Mixe de Oaxaca - Santa María Nativitas Coatlán Mariana Ordóñez + Jesica Amescua Comunal: Taller de Arquitectura
Imagen 1. Fotografía por Onnis Luque
El proyecto “Reconstrucción Social del Hábitat - Sierra Mixe de Oaxaca” surge en octubre de 2017, a un mes de los sismos de septiembre, a partir de dos caminos. Por un lado, el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM solicita al Arq. Enrique Ortiz Flores de Coalición Internacional del Hábitat (HIC - por sus siglas en inglés) realizar un proyecto de reconstrucción en la región Mixe de Oaxaca bajo el enfoque de “Producción Social del Hábitat”. Esto debido a que dicho instituto contaba con varios años de experiencia y trabajo de campo con los pueblos originarios de la Sierra Mixe, los cuales habían sido gravemente afectados por el sismo y no estaban
siendo atendidos por ninguna organización social debido a su aislamiento y difícil accesibilidad. A partir de lo anterior, el Arq. Enrique Ortiz Flores recomienda ante el instituto de la UNAM a Comunal: Taller de Arquitectura para llevar a cabo la coordinación del proyecto y el proceso en campo bajo nuestra metodología de trabajo, basada en la “Producción Social del Hábitat”. Adicional a dicha alianza, el instituto solicitó también el apoyo y colaboración de la Fundación Alfredo Harp Helú para iniciar un posible proyecto de reconstrucción en la Sierra Mixe de Oaxaca.
Por otro lado, y días antes, la Fundación Haciendas del Mundo Maya buscó a Comunal: Taller de Arquitectura con el objetivo de entablar una colaboración para desarrollar en conjunto, y compartiendo metodologías de trabajo, un proyecto de reconstrucción financiado por la fundación. Es a partir del interés de los distintos actores mencionados anteriormente, que se propuso la vinculación de los mismos para iniciar con un primer recorrido en la región por parte de representantes de todos los equipos (IIF-UNAM, FHMM, FAHHO y Comunal) para visitar principalmente tres comunidades.
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A nuestra llegada a Santa María Nativitas Coatlán, (Imagen 1.) una de las comunidades más afectadas por los sismos y ubicada en una de las cimas de la Sierra Mixe, las autoridades y pobladores convocaron una asamblea comunitaria en la cual nos abrieron un primer espacio para que pudiéramos escuchar las vivencias acerca de los daños que habían causado los sismos en los hogares de más de cien familias, y para que nos expresaran su visión en torno al rumbo que querían tomar hacia un proceso de reconstrucción, el cual para ese momento ya lo tenían muy claro: “La manera en la que construimos nuestras casas es la inteligencia de nuestros antepasados y nosotros queremos conservarla y defenderla”
Imagen 2.
Desde aquella primer asamblea (Imagen 2.) reconocimos el gran valor de la vida comunitaria de Coatlán, pues percibimos el orgullo que tienen sus pobladores hacia sus antepasados y su historia, el respeto que tienen de la opinión de todos sus integrantes (sin importar género o edad) para llevar a cabo la toma horizontal de decisiones en asambleas y el importante valor que le dan al manejo apropiado de sus bienes naturales como el camino más directo hacia la autonomía de su pueblo. Además, los pobladores nos expresaron que reconocían que la magnitud de los daños por el sismo se debían en gran
parte a que, por falta de recursos económicos, muchas familias habían dejado de construir los cimientos de piedra, y que parte de los grandes retos que tenían eran, por un lado, contar con recursos y asesoría para resolver las deficiencias del sistema constructivo que actualmente estaban implementando y, por otro lado, lograr aprovechar las tarjetas electrónicas que Sedatu les había entregado, las cuales estaban condicionadas para usarse en puntos específicos de venta de materiales alejados de la comunidad, estando el más cercano a cinco horas de distancia:
“Las tarjetas que nos dio el gobierno únicamente se pueden usar fuera de nuestra comunidad. ¿Por qué vamos a comprar cosas de otros lugares cuando aquí producimos materiales para construir? […] El dinero de las tarjetas no va a alcanzar para construir como queremos.[…] Los fletes se van a llevar todo el dinero”
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Lo anterior fue el punto de partida de nuestro equipo de trabajo para comenzar a definir en conjunto con las familias los posibles caminos alternativos para conformar una estrategia de reconstrucción que rescatara el uso de materiales locales y que integrara activamente a los pobladores de Coatlán en los procesos técnicos y sociales relacionados con el entendimiento territorial, censo de daños y revalorización de la vivienda tradicional con los siguientes objetivos:
• Colocar a la comunidad como actor principal para generar soluciones arquitectónicas. Es decir, volver a los pobladores sujetos de acción para la toma de decisiones acerca del rumbo de la reconstrucción de su hábitat. • Partir de las capas culturales, económicas, ambientales, arquitectónicas y territoriales existentes en la región, tomando en cuenta los saberes constructivos tradicionales del pueblo originario de Coatlán. • Reconstruir con base al “derecho humano a la vivienda digna”, entendiendo a la vivienda como espacio de refugio que permite preservar las costumbres ancestrales y la cosmovisión particular de la comunidad. (Imagen 3.)
Imagen 3.
• Reforzar el diálogo y la conexión existente entre el territorio y la comunidad a través de un proyecto que aborde de forma sistémica el empleo de los bienes naturales. • Integrar los saberes locales de la vivienda tradicional vernácula y los saberes técnicos que permitan optimizar y reforzar los sistemas constructivos, asegurar su permanencia, y disminuir su vulnerabilidad. • Recuperar la construcción colectiva presente en la historia de las comunidades a través del tequio, faena o mano vuelta. Es decir, reconstruir no solamente el entorno físico sino también el tejido social. De esta forma, en colaboración con los pobladores de Coatlán, se dio inicio a la primera fase del proyecto a través de una investigación activa participativa en la cual se abordaron diversos procesos.
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Censo de daños: diagnóstico técnico y social Durante la primera fase de la investigación se llevó a cabo un diagnóstico técnico y social con un equipo interdisciplinario conformado por arquitectos, psicólogos sociales e ingenieros, en el cual se realizó un amplio censo socioeconómico y de daños a más de 180 viviendas que presentaban daños parciales y totales. Dicho censo se realizó también con el apoyo de un equipo de seis arquitectos de JSa Arquitectura (Imagen 4.) y permitió identificar principalmente: las fallas técnicas que causaron el colapso de la tipología tradicional, la composición espacial de los solares, así
como comprender el contexto sociocultural, económico y ambiental del lugar. Con el recorrido de diagnóstico social pudimos observar que las familias de Coatlán viven principalmente del autoconsumo, pues los pocos y esporádicos recursos económicos con los que cuentan se deben únicamente al apoyo de programas gubernamentales, lo que los lleva a mantener una relación directa con sus bienes naturales. Inclusive, en algunos casos deben llevar a cabo prácticas de trueque con otras familias para poder adquirir otros productos que únicamente con capital económico pueden comprar.
Imagen 4.
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Entendimiento territorial y del habitar
Imagen 5.
El entendimiento del lugar se basó en el estudio de dos escalas: la territorial y la unidad básica del solar. El estudio del solar y la forma en la que se relaciona la comunidad de Coatlán con el territorio fue de vital importancia, ya que nos permitió comprender los usos y costumbres que rigen en la cultura Mixe en torno a la vivienda y los bienes naturales. El estudio del solar (Imagen 5.) se llevó a cabo a través de la herramienta de levantamientos arquitectónicos en los cuales se identificaron sus diferentes componentes: módulo de
habitaciones, módulo de cocina, baño al exterior, horno de pan, espacios productivos de cultivo (maíz, calabaza, frijol, chayote, entre otros) y espacios para la crianza de animales (gallinas, guajolotes, ganado). Otra de las características que se identificaron en el solar Mixe fue que la organización y relación entre los diferentes componentes no presentaba un patrón definido, como se identifica a veces en otras comunidades rurales, debido a que su disposición respondía directamente a las constantes variaciones de la topografía de los terrenos.
En cuanto al entendimiento territorial, implementamos la herramienta de mapeos participativos (Imagen 6 a 9.) a través de una dinámica comunitaria en la cual se dividió a la población en grupos de niños, mujeres, hombres y personas de la tercera edad con la finalidad de comprender el manejo territorial de los bienes naturales, así como los roles que desempeña cada grupo social desde el aspecto productivo y el conocimiento que generan de su territorio a partir de su vida cotidiana. Durante la sesión, los pobladores de Coatlán nos compartieron los cuerpos de agua relevantes en su comunidad, las tierras de cultivo para milpa, las tierras sagradas, las montañas en donde viven los dioses, las rutas de peregrinación, los límites con las tierras productivas de las comunidades aledañas, las zonas de reservas para animales y los bancos de piedra que existen actualmente en la región. Toda la información fue plasmada en tres mapas con escalas distintas para comprender los límites territoriales de la comunidad de Coatlán.
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Imagen 6.
Imagen 7.
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Imagen 8.
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Imagen 9.
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Rescate de los saberes tradicionales y mejoramiento al sistema constructivo Durante las primeras fases del proyecto, se realizaron diversas asambleas comunitarias en las cuales los pobladores nos explicaban la forma en que querían reconstruir su pueblo, rescatar el sistema constructivo tradicional (Imagen 10 y 11.), mejorar el sistema contra los fenómenos sísmicos y evitar la pérdida del patrimonio cultural que les habían dejado sus antepasados. Es a partir de estas premisas que nos dimos a la tarea de realizar, en conjunto con los pobladores, una investigación acerca de los procesos tradicionales de construcción de su vivienda de adobe, su relación sistémica y territorial
con los bienes naturales de la región y un análisis de las transformaciones del sistema constructivo con el paso de los años, lo cual había aumentado su vulnerabilidad ante los sismos. Parte de las omisiones actuales que se identificaron y que antes comprendía el sistema constructivo tradicional fueron la pérdida o reducción de los cimientos de piedra, la eliminación de elementos de fijación de la estructura de cerramientos de madera que procuraban amarrar los muros de adobe y la reducción en el tamaño de los adobes para facilitar su producción.
Sierra Mixe de Oaxaca
DORMITORIO CON CORREDOR
Techo de lámina
Cintas de madera (ocote)
02
Tijera de madera (ocote)
03
Planchón, vigas y estacas 01
Muros de adobe
Descripción Según el levantamiento de campo realizado, el 80% de los solares visitados cuentan con corredor y el promedio de habitaciones por pieza dormitorio es de 2.1. El corredor se utiliza para descansar, desgranar el maíz, tejer y para la convivencia familiar en general. En el corredor se utilizan hamacas y una silla tradicional llamada “butaca”.
Carpintería
Materialidad
adobe
bajareque
madera
78%
2%
0%
block
tabique
m. residuales
15%
5%
0%
Corredor
1. Pieza dormitorio + corredor 2. Hamaca 3. Butaca
Imagen 10.
“Por hacer las casas con prisa hemos cambiado la forma de construir. Queremos recuperar la forma en la que construían nuestros antepasados”
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Imagen 11. Fotografía por Onnis Luque
El trabajo anterior nos evidenció el gran conocimiento local y ancestral de la comunidad, el cual posteriormente fue la base para definir de manera colectiva la estrategia del proyecto de “Reconstrucción Social del Hábitat”, así como las definiciones del anteproyecto arquitectónico. Este tuvo como objetivo rescatar los elementos constructivos tradicionales que reforzaban la vivienda de adobe (Imagen 12 y 13.), así como integrar nuevas mejoras al sistema constructivo que permitirían disminuir su vulnerabilidad ante sismos. Las mejoras fueron evaluadas a través de un proceso de análisis estructural por parte de un asesor especialista en construcciones de adobe, el Ing. Gerson Huerta de Cooperación Comunitaria A.C., y estas constaron de: una cimentación de piedra o de concreto con características apropiadas a la región sísmica, definición de la composición y
dimensión apropiadas del adobe para el modelo constructivo propuesto, reforzamiento de los muros en las esquinas por medio de la extensión de contrafuertes, reforzamiento estructural en sentido horizontal en los muros con malla de gallinero cada tres hiladas, ubicación adecuada de los vanos (puertas y ventanas) para evitar fallas estructurales, integración de un rodapié que permita proteger el adobe de la humedad del suelo y, por último, el intercambio de los cerramientos de madera por cerramientos de concreto a falta de piezas grandes de madera con la dimensión requerida para reforzar los muros. En suma a lo anterior, nuestro equipo también planteó la necesidad de conservar una techumbre ligera con estructura de madera tradicional y lámina ecológica con aislamiento térmico y acústico, como elemento importante para mejorar el confort de las viviendas.
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Además de una estrategia técnica, el anteproyecto proponía una estrategia social durante los procesos constructivos a partir de la cual se buscara asegurar la transferencia de conocimientos en torno a los procesos de producción de los adobes y a las mejoras del sistema constructivo tradicional. Lo anterior se planteaba por medio de talleres de capacitación, así como de la integración de los pobladores a las cuadrillas de labores constructivas con el objetivo de dejar capacidades instaladas que fortalecieran la autonomía de la comunidad. La planteamiento propuesto para la viabilidad técnica y social de la fase constructiva del proyecto radicó en reanudar las prácticas de cooperación aún presentes en la comunidad como el tequio y la mano vuelta, así como reconocer el gran valor de la vida colectiva de Coatlán.
Adobera: recuperación de los saberes tradicionales Para poder analizar el sistema constructivo con adobe fue necesario conocer a profundidad los procesos tradicionales de producción de las piezas de adobe, así como sus capacidades y comportamientos mecánicos. Debido a que en la comunidad de Coatlán existen diversos tipos de tierra identificados por los pobladores, fue necesario evaluar los distintos sustratos para conocer cuál era el más apropiado para la producción de adobes a gran escala. De esta manera, recolectamos testimonios acerca de distintas técnicas de producción de adobes y recolectamos cinco muestras distintas para analizar los tipos de tierra, procedimientos, componentes y dimensiones del adobe; y además se realizaron pruebas de laboratorio a dichas muestras para evaluar fallas a cortante, resistencia, densidad y absorción de los adobes.
Imagen 12. Fotografía por Onnis Luque
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La pertinencia de lo anterior radicaba en el importante reto que implicaba la producción a gran escala de adobes tradicionales (mil cuatrocientos adobes por cada módulo) para la reconstrucción de más de cien módulos de dormitorio y cocina, sumado al corto periodo de secas en la región (tres meses al año). Para librar dichos retos, se analizó en conjunto con los maestros adoberos de la comunidad distintos aspectos: el sitio apropiado para la instalación de la adobera (préstamo de un gran terreno por parte de una familia de la comunidad), los posibles sitios de extracción de tierra, el plan de acción para recolectar grandes cantidades de estiércol, la eficiencia en los procesos de producción de adobes por cuadrillas de trabajo (sistema de organización tradicional), la organización espacial de las distintas actividades dentro de la adobera y la integración de las mujeres de la comunidad como parte de las cuadrillas de trabajo en la adobera con base a valores de equidad de género.
De esta manera, la definición de la estrategia de operación de la planta adobera (Imagen 14 a 16.), con sus múltiples retos y cambios de rumbo, se fue consolidando a través de un proceso natural de investigación comunitaria, llevada a cabo a través de un trabajo en conjunto entre el equipo técnico, el equipo social y los agentes locales especializados en el tema: los maestros adoberos. En este sentido, las definiciones de la estrategia para el funcionamiento de la adobera fueron resultado de un intercambio de saberes técnicos y locales y de la búsqueda por integrar a las mujeres en todos los procesos.
Imagen 13. Fotografías por Onnis Luque
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El inicio de los trabajos en la adobera, operada en su comienzo por alrededor de diez hombres y treinta mujeres de la comunidad, dio pie al arranque de la construcciรณn de los proyectos arquitectรณnicos, cuya implementaciรณn quedรณ en manos de la Fundaciรณn Haciendas del Mundo Maya a partir de mayo de 2018.
Imagen 14.
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Imagen 15.
Imagen 16.
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Reflexiones críticas en torno a las experiencias de reconstrucción A un año de los sismos de septiembre de 2017 la problemática sigue vigente. Inclusive, más allá de las problemáticas en torno a la reconstrucción de vivienda y espacios de equipamiento en las comunidades rurales y urbanas, hoy en día se logra percibir que los efectos de los sismos están trastocando aspectos relacionados con la falta de acceso a la salud y a la educación, el declive de las economías locales, el incremento de los efectos psicológicos relacionados con el miedo a los espacios cerrados y la intensificación de los conflictos sociales e intrafamiliares ocasionados por la falta de acceso a recursos que les permita a los afectados recuperarse y retomar su vida previa a los sismos. Por otro lado, los doce meses transcurridos han sido evidencia de las incongruencias detrás de las políticas públicas en torno a la reconstrucción, pues éstas le han negado a las comunidades rurales la posibilidad de reconstruir sus espacios retomando los sistemas constructivos tradicionales de su vivienda vernácula, y obligándolos a optar por la compra de materiales industrializados (no aptos para las condiciones climáticas de muchas regiones del país), ubicados en centros urbanos alejados y absorbiendo los altos costos de traslado de los materiales. Dicha situación también ha provocado que, en vez de que el apoyo económico que han recibido algunas de las familias pueda quedarse en las mismas comunidades para reactivar la economía local y hacer más eficiente el recurso, se dirija a las grandes empresas constructoras y casas de materiales que han aprovechado la dimensión de los daños para aumentar a veces hasta el doble el costo de los materiales.
Por otro lado, la falta de asesoría técnica con la que muchas familias han iniciado su proceso de reconstrucción ha aumentado significativamente la vulnerabilidad de las comunidades ante eventuales sismos. Todo lo anterior, ha provocado que, más allá de los retos que ya representaban los daños causados por los sismos, las comunidades más vulnerables estén expuestas a procesos que aumentan su dependencia a programas asistencialistas ajenos a su cultura y formas de habitar, a la iniciativas de diversos organismos y organizaciones que ponen los resultados cuantitativos y a corto plazo por encima de los procesos sociales que fortalecen la resiliencia de las comunidades y detonan su autonomía, a la desarticulación de las estructuras colectivas debido a la búsqueda de beneficios particulares por encima del bien común, a la anulación de los saberes constructivos tradicionales en los procesos de reconstrucción y a la pérdida histórico cultural de la arquitectura vernácula con todas sus propiedades cualitativas en el marco del buen vivir.
Debido a los retos e incongruencias que hemos identificado durante nuestro camino profesional por la reconstrucción, nuestro equipo se ha enfocado en trabajar bajo códigos de ética específicos que sirvan de marco para la búsqueda constante de estrategias que generen un impacto social positivo a través de un intercambio de saberes que nos permita construir, junto con las comunidades, mejores mecanismos de respuesta frente al contexto actual. Así mismo, buscamos que, a través del “hacer”, se logre incidir en las políticas públicas para que reconozcan la importancia de la inclusión de los sistemas constructivos vernáculos de nuestro país, más allá de la conservación del patrimonio arquitectónico.
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DIVULGACIÓN TEMÁTICA EGRESADOS
TRABAJO PROFESIONAL
RE-CONSTRUCTO
Luis Carbonell + Andrés Souto
“Earthquakes are a naturally destructive effect of our earth’s constantly changing surface” National Geographic, “Latest Earthquakes–and How Earthquakes Work”, Febrero 2018.
Imagen por Paul Ino
ReConstructo es una exposición colectiva curada por los arquitectos mexicanos Luis Carbonell y Andrés Souto, proyectada en Spazio Ridotto y Zuecca Project Space, paralela a la 16a Muestra Internacional de Arquitectura de la Bienal
de Venecia 2018. La exposición es una mirada multifacética hacia lecturas simultáneas y sobrepuestas de las acciones y los agentes de destrucción que ocurrieron el pasado Septiembre del 2017.
Ambos espacios de exhibición parten de los eventos devastadores ocurridos en México por los recientes terremotos y conducen a visibilizar la reacción de grupos organizados de ciudadanos, (incluidos arquitectos y artistas) en pro de una reconstrucción del entorno perdido. Los daños son materiales, las pérdidas son físicas, esto debido a que pertenecemos al mundo de lo concreto, demostrando nuestra dependencia mundana y el apego a la superficie geográfica delimitada por nuestro entorno construido. Después de la pérdida física del hábitat, la respuesta inmediata es la ReConstrucción. Recuperando lo que se perdió, reclamando nuestro territorio, conciliando nuestra existencia dentro de un lugar desafiante y dinámico. En ocasiones, el concepto de Reconstrucción puede ser engañoso o tal vez confuso, pero tras el momento de tragedia, la reacción inmediata a un evento catártico reciente que literalmente sacudió la vida de millones de personas, puede ser presentada como una oportunidad para restaurar el orden.
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Spazio Ridotto se encuentra dividido en tres capítulos:
1. Destrucción Piezas documentales informativas que presentan de manera introductoria la situación de desastre que se vivió en México. A través de una secuencia de datos y cifras presentados en dos monitores se representa la gravedad del impacto y la extensión de los daños, distanciando al espectador de la imagen sensacionalista que generalmente se transmiten por los medios de comunicación. Es una vista general sobre qué y cómo sucedió, junto con qué se está haciendo actualmente y por quién. En este capítulo se cuenta con la participación de fotógrafos amateurs y profesionales que documentaron las repercusiones en el entorno construido desde perspectivas personales.
En Destrucción, los fotógrafos Santiago Arau y Enrique Márquez Abella, nos muestran las magnitudes del caos inmediato y la reacción de la gente que se organizó de manera independiente y autónoma en pro de la ayuda al prójimo y a la ciudad. Por otro lado, en la visión de The New Normal de Pedro Hernández, se muestra el panorama cotidiano al que nos estamos acostumbrando a vivir a meses después de los eventos, una ciudad llena de cicatrices, edificios apuntalados al borde del colapso, calles cerradas, montones de cascajo y fisuras en las calles.
Fotógrafos: Santiago Arau, Pedro Hernández, Enrique Márquez Abella
Imagen por Enrique Márquez Abella
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Imagen por Santiago Arau
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Imagen por Pedro Hernรกndez
Imagen por Santiago Arau
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2. Reconstrucción A manera de exposición colectiva, se presentan 14 proyectos de reconstrucción de viviendas y 6 proyectos especiales dirigidos por arquitectos e instituciones que han buscado atender y asistir distintas comunidades tras sus pérdidas, relacionando así el entorno físico destructivo con el reconstructivo. Todos los proyectos abordan la importancia de una reconstrucción a través del territorio, la identidad local, la familia y la comunidad.
Participantes: CC Arquitectos, Gaeta-Springall Arquitectos, Comunal Taller de Arquitectura, TDPDD / MUCHO, Taller de Arquitectura | Mauricio Rocha + Gabriela Carrillo |, TO, Estudio Atemporal, Laboratorio de Arquitectura Básica, La Metropolitana, TALLER ADG, Brigada Malinalco-Reconstruir MX, Estudio MMX, Taller Paralelo, CAP, COAA.
Imagen por Camila Cossio
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Imagen por Rafael Gamo
Imagen por Estudio Atemporal
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3. Percepción Se compone del trabajo de 13 artistas que de diversas maneras han vinculado su trabajo con las múltiples capas de percepción del entorno construido, sus dinámicas y sus efectos tras los eventos ocurridos por los sismos. Percepción se enfoca sobre la manera en la que leemos y entendemos la ciudad y cómo ciertos mecanismos, episodios o experiencias pueden moldear y modificar nuestra memoria colectiva.
Artistas: Adela Goldbard, Andrés Souto, Carlos Ivan Hernandez, Fernando Ocana, Isauro Huizar, Jeronimo Reyes Retana, Julieta Gil, Karen Rodriguez, Miguel Angel Salazar, Nestor Jimenez, Sofia Garfias, Sumie Garcia, Daniel Almeida.
Imagen por Andrés Souto
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Imagen por Daniel Almeida
Imagen por Adela Goldbard
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En Zuecca Project Space, el mismo tema se aborda en un sentido más profundo, que aproxima a una experiencia íntima y sensorial. En el vestíbulo, tres instalaciones de vídeo funcionan como proyecciones simultáneas que dan introducción y presentan la identidad y la complejidad urbana de la Ciudad de México. Los trabajos de Fernando Ocaña, Jerónimo Reyes Retana y Santiago Arau nos dan la oportunidad de ver y comprender cómo es que la Ciudad de México está configurada de una manera altamente volátil, agitada y compacta. A través esta composición dinámica, vemos a la ciudad como el personaje principal y al terremoto como el evento que cambió por completo no sólo la superficie geológica o el entorno físico, sino la mentalidad de las personas. En el mismo espacio, otra pieza establece una transición de la compilación visual a otro marco colectivo construido en palabras. Los textos de Valeria Luiselli en The Earthquake Generation, reúnen varias interpretaciones, como un cadáver exquisito que construye la identidad de aquellos que vivieron la tragedia similar en 1985, 33 años antes, exactamente el mismo día de los recientes eventos sísmicos. En la sala principal, una serie de fotografías de gran formato de Santiago Arau cubre las paredes en una configuración que muestra las condiciones urbanas de una ciudad rodeada de volcanes, construida sobre un gran lago cerca de fisuras y placas tectónicas siempre en el borde de la colisión. Luego, las impactantes imágenes después del terremoto son presentadas a manera de configuración arquitectónica. Las fotografías aéreas otorgan una vista de planta, las vistas horizontales de fachadas cortadas que perdieron su piel pueden reconocerse como secciones arquitectónicas que exhiben la intimidad interior; vistas interiores de habitaciones completamente devastadas y vistas exteriores de edificios que pareciera que están a punto de derrumbarse encima de ti. Al final de esta serie, se muestra a las personas que salieron minutos después del impacto, creando literalmente una cadena para ayudar y colaborar en solidaridad, tomando las acciones de apoyo por cuenta propia. Una respuesta única de comunidad y responsabilidad colectiva que refleja lo que Reconstrucción ha significado para este país. Alrededor de todo esto, Chinampa por TO Arquitectos se cruza como una culminación de toda la historia. Los terremotos no matan personas, pero las construcciones sí. Hemos sido testigos del colapso de estructuras ejecutadas incorrectamente debido a la corrupción o la falta de capacidad técnica para imaginar sistemas dúctiles. Si la Tierra baila, ¿por qué nuestras construcciones no aprenden a bailar con ella? Por contradictorio que parezca, hemos decidido construir sobre el agua. Es por el poder del hombre si tal decisión es fantástica, sostenible o desastrosa. Las chinampas eran un sistema urbano mesoamericano de islas artificiales que permitían una simbiosis perfecta entre el hombre y la naturaleza. Se crearon al entretejer juncos con estacas debajo de la superficie del lago, creando cercas submarinas para formar una retícula de estructuras rectangulares que albergaban cultivos y viviendas. La chinampa se interpone entre la tierra y el agua, pero no cae ni se hunde. La instalación dialoga conceptual y estructuralmente con la Chinampa, es una superficie de tierra suspendida sostenida por una repetición de estacas de madera, formando un mecanismo arquitectónico que puede moverse con la activación del visitante y dejar caer la tierra.
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“Chinampa” de TO Arquitectura
Imagen por Camila Cossio
La instalación “Chinampa”, que será exhibida en la galería Zuecca, como parte de los eventos colaterales de la Bienal, se hermana primero con la exposición Re Constructo, curada por Luis Carbonell y dirigida por Alessandro Possati, quienes nos invitaron a extender la expo desde otro punto de vista. Junto con el texto de Valeria Luiselli, llamado “Earthquake Generation” y las fotos de Santiago Arau que tomó durante el sismo, nuestra pieza dialoga, desde lo tectónico y matérico, sobre temas que impactaron nuestras vidas a partir del sismo. Tanto Venecia como la Ciudad de México están construidas sobre el agua, y nos referimos al sistema constructivo de la chinampa, origen de nuestro territorio, porque su ingeniería, con sentido común, fue pensada entre otras cosas para soportar el movimiento del agua y de la tierra. Diseñamos un objeto que pusiera en evidencia la íntima y sutil relación entre una estructura y sus materiales constructivos, afectados por fuerzas externas; la gravedad y el movimiento accidental, en este caso generado por los visitantes. Como en las chinampas, una serie de postes de madera “aislan” la tierra, soportan
una superficie conformada por cernidores de malla y tierra en reposo, que se desmorona si alguien decide mover una columna. Esto dialoga con nuestro Pabellón el Eco y de alguna manera vemos a estos objetos como un bosque en el que tienes opciones de recorrido, y aunque son plantas sencillas, brindan libertad de recorrido y participación a los cinco sentidos. Vemos el Freespace como un espacio que aporta algo inesperado al visitante y esperamos que de alguna manera esta pieza lo genere. Por último, Chinampa se vuelve una crítica a la reconstrucción masiva que se ha hecho en nuestro país, mediante la planta, que mide 5x5, al igual que la mayoría de las viviendas o cuartos que se están reconstruyendo con fondos del FONDEN ¿Cómo pueden pensar que en ese espacio vivan familias de 8 personas? ¿Cómo podemos asumir que una caja de block y castillos de esas dimensiones es habitable, sin considerar el impacto del lugar, los aspectos sociales, culturales y espaciales? ¿Cómo podemos ampliar el espectro de posibilidades como arquitectos? Chinampa es por lo pronto una invitación a reflexionar sobre esos temas.
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Imagen por Camila Cossio
Nombre: Re Constructo / Reconstruyendo México Lugar: Spazio Ridotto / Zuecca Project Space, Venecia, Italia. Dirección, curaduría y diseño: Luis Carbonell y Andrés Souto Director de Zuecca Project Space: Alessandro Possati Coordinadora de Proyectos - Zuecca Project Space: Marica Denora Coordinación de contenido: Brenda Pérez Diseño de Producción y Editorial: León Villegas Dirección y Coordinación Luis Carbonell y Andrés Souto representan una práctica multidisciplinaria con base en la Ciudad de México. Su trabajo se involucra dentro del amplio espectro entre la arquitectura, el diseño y el arte. Ambos son arquitectos y profesores de la Universidad Iberoamericana, egresados con distinción y reconocimiento de maestrías en el Pratt Institute de Nueva York y The Royal College of Art en Londres. Basados en el esfuerzo de colaboración, sus perfiles individuales y distintivos se combinan para producir trabajos que van desde el diseño creativo en el ámbito arquitectónico, así como el campo conceptual de la investigación y la producción artística. También han participado activamente en los esfuerzos de reconstrucción y ayuda social después de los terremotos recientes, trabajando principalmente con comunidades en el sur de México, en Chiapas.
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TRABAJO ACADÉMICO
LICENCIATURA
Mensaje de apertura del Foro “El Departamento de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil y los sismos de 2017. La experiencia desde las aulas”. Realizado en la Universidad Iberoamericana, el 9 de octubre de 2018. Dra. Gabriela Estrada Díaz
Los desastres son eventos que se extienden durante un lapso mayor al del fenómeno natural. En el caso de los terremotos, el movimiento telúrico no dura más de unos cuantos segundos, pero recordemos que el desastre no es el terremoto, ése es un fenómeno natural que no podemos evitar, y al elegir vivir en sitios expuestos al riesgo sísmico, tenemos que hacernos cargo del riesgo. El desastre en cambio, se construye en el largo plazo, por cómo ocupamos el territorio, por lo sabios o lo necios que somos en nuestra relación con él. El desastre se construye cuando tomamos malas decisiones de localización y de edificación, cuando ignoramos los reglamentos de construcción, cuando “echamos pisos” sin verificar la capacidad de la estructura, cuando no entendemos la lógica estructural de un edificio e imponemos una forma por motivos estéticos o por buscar una mayor rentabilidad. El desastre se construye cuando cerramos los ojos ante el hecho de que alrededor del 70% de la edificación en México es ilegal y la mayor parte de ella se hace además sin asistencia técnica. Pero también se gesta un desastre cuando entregamos una obra y no volvemos nunca a ella para asegurar su adecuado mantenimiento, cuando no hacemos explícito a los propietarios y ocupantes que es necesario realizar trabajos periódicos para que se mantenga en buen estado. Tendríamos que volver a los edificios que construimos, una y otra vez, en una especie de servicio post-venta que asegure que el tiempo no merma su resistencia. Así, las condiciones para el desastre se gestan en el largo plazo, y cuando llega el terremoto, no puede haber otro resultado que el que constatamos en septiembre del 2017. Tomando esta idea de una línea de tiempo del desastre que se construye antes, durante y después del terremoto, tendríamos que pensar
también qué ocurre más tarde, cuánto nuestra actuación post-terremoto contribuye a crear, reforzar o aliviar las condiciones de un nuevo desastre. No les digo nada nuevo, en nuestras profesiones y en nuestra ciudad, somos plenamente conscientes del riesgo sísmico y en principio, sabemos lidiar con él, tenemos herramientas técnicas para ello. Pero los sismos del año pasado nos encontraron con la guardia baja, tal vez un poco confiados en lo mucho que cambiaron los reglamentos de construcción después de 1985, o bien ensimismados con nuestros proyectos individuales, pensando que lo hacemos bien y que, a fin de cuentas, habíamos ya pasado otros sismos sin mayores consecuencias. Dejamos entonces un poco en segundo plano la enorme responsabilidad que tenemos como profesionales del diseño y la construcción en materia de edificación resiliente. Que quien esté libre de pecado tire la primera piedra, pero les pregunto: antes de septiembre de 2017 ¿cuántos de nuestros cursos abordaban detenidamente el riesgo sísmico en su temario? ¿cuántos sienten que al terminar cada semestre habían dejado a sus alumnos bien preparados para que su ejercicio profesional contribuya a reducir la vulnerabilidad de los edificios antes, durante y después de un terremoto? Dimos por sentado muchas cosas, vimos el tema, en el mejor de los casos, de manera introductoria. Pero el desastre del año pasado nos reveló que lo debemos abordar con mucha mayor seriedad pues aún hay mucho por hacer, en diferentes contextos, con diferentes poblaciones, y a distintas escalas. En términos de nuestra actividad docente, planteó un cuestionamiento sobre lo que podemos y debemos hacer desde la trinchera de las aulas.
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Muchos estudiantes se volcaron a la ayuda humanitaria en la urgencia, y tan sólo unos días después, varios profesores retomaron solicitudes de intervención para evaluaciones de primera instancia. Por supuesto el desarrollo de los cursos, de los contenidos académicos, se modificaron. Una de las preocupaciones de la coordinación de la licenciatura fue que pudiéramos dar una respuesta responsable a las solicitudes que nos hacían, a la vez que nos asegurábamos que los cursos siguieran cumpliendo sus objetivos académicos. Para mí, la mejor forma de ayudar ahora y en el futuro, es que cada uno de los estudiantes esté bien preparado para ejercer responsablemente su profesión. No podíamos entonces dejar el semestre académico y correr a atender la urgencia, pues eso contribuiría poco a una solución sostenible. Las experiencias que se reseñan en este Foro muestran justo eso, la vivencia que tuvieron equipos de profesores y alumnos en responder al desastre con su conocimiento especializado, identificando posibilidades de ayuda, reconociendo limitantes, poniendo a prueba metodologías de aproximación e intervención desde las aulas hacia las comunidades. Creo que necesitábamos esta charla donde el compartir la experiencia, se vuelve un elemento de aprendizaje, y un recordatorio de que podemos y debemos internalizar en nuestros cursos el tema de resiliencia en la edificación, así como una ocasión para tener presente la necesidad de dar mantenimiento a los edificios, de cumplir la normatividad, de brindar asistencia técnica a la autoconstrucción. Éste es un espacio de reflexión colectiva para que el próximo terremoto, que sabemos va a ocurrir, no nos encuentre en una actitud complaciente y, por tanto, irresponsable.
Quiero agradecer a todos los alumnos y profesores involucrados en los proyectos de intervención que aquí se presentan, por su generosidad a dedicar tiempo y esfuerzo a estos proyectos, y en este momento, por compartir honestamente su experiencia, brindándonos una oportunidad de aprender y mejorar en nuestra tarea de formación de profesionales de la construcción.
Dra. Gabriela Estrada Díaz
Coordinadora de la Licenciatura de Arquitectura
PROPUESTAS PARA LA RECONSTRUCCIÓN TRAS LOS SISMOS DE SEPTIEMBRE 2017. San Mateo del Mar, Oaxaca.
Mtra. María del Pilar Álvarez López + Mtro José María Wilford Nava Townsend + Mtro Samuel Aguilar Posadas Taller Vertical ZUP. | Primavera 2018
Antecedentes. Tres sismos seguidos, azotaron en septiembre del 2017 parte importante del territorio nacional. El primero, de 8.2 grados, cercano a las costas de Oaxaca y Chiapas, sucedido el 07 del mes nombrado, devastó buena parte de la región conocida como el Istmo de Tehuantepec, así como varias zonas del estado Chiapas. El segundo de 7.2 grados, repitiendo la fatídica fecha del 19 de septiembre, 32 años después del sismo de 1985, afectó principalmente a los Estados de Puebla, Morelos, Ciudad de México y Estado de México. Finalmente, una réplica el 23 de septiembre, nuevamente en las costas de Oaxaca y Chiapas, de 7.3 grados, volvió a lacerar a dichos estados con daños considerables.
Ante la dimensión de la catástrofe, y la cantidad de entidades afectadas, la capacidad tanto del Gobierno Federal como de los Gobiernos Estatales y Municipales se ha visto totalmente rebasada, así sea en el levantamiento certero y preciso de daños, como en las acciones remediales para resarcirlos, incluso con el apoyo de voluntariado e iniciativa privada. A esto hay que sumar, que el ímpetu social es extraordinariamente positivo y solidario para atender la emergencia, pero inevitablemente se va mermando conforme la necesidad de volver a las actividades productivas cotidianas se hace presente.
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La intervención del grupo de profesores y alumnos, del Taller Vertical sobre Zonas Urbanas Patrimoniales (ZUP) inscrito dentro de las materias del Ciclo Proyectos del Área Mayor del Plan de Estudios SUJ para el programa de arquitectura de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México-Tijuana, nace desde la solicitud que realiza la Fundación San Ignacio de Loyola a nuestra Institución, para conformar un equipo interinstitucional y multidisciplinario, que pueda “adoptar” a una comunidad específica, en condiciones excepcionales, altamente damnificada por los sismos antes mencionados y significativamente vulnerable en otros aspectos, a partir de lo cual promueve lo que definiremos como un Proyecto de Reconstrucción Integral. El trabajo de alumnos y profesores se inscribe en el marco de un grupo Interinstitucional y multidisciplinar, que se integra por la Fundación San Ignacio de Loyola; tres instituciones de educación superior, pertenecientes al Sistema Universitario Jesuita, en este caso, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) la Universidad Iberoamericana campus Ciudad de México (IBERO) y el Instituto Superior Intercultural Ayuuk (ISIA); Una Asociación Civil como “Organismo Ejecutor de Obra”, padrón supervisado por el Consejo Nacional de Vivienda (CONAVI) en este caso, Casa y Ciudad A. C. Cada una de las instituciones está representada en un Consejo Técnico, y tiene asignada una tarea específica dentro del concepto del ya mencionado Proyecto de reconstrucción integral.
EL SITIO Una franja de arena perdida entre dos mares, habitada por un grupo étnico despreciad por etnias hermanas; una comunidad borrada del mapa desde hace siglos aparece a los ojos del mundo a partir de un movimiento de tierra. Los Huaves, palabra zapoteca que significa “La gente que se pudre en la humedad” (Millán Saul, Pueblos Indígenas del México Contemporáneo: Huaves, 2003, pág. 7. http://www.cdi.gob.mx) son una etnia que habita la región sur del Istmo de Tehuantepec. El vocablo mismo señala la percepción discriminatoria que desde tiempos prehispánicos ya aplicaban los zapotecas a este particular grupo social. Ellos desde luego, se autodenominan con un vocablo propio: Ikoots, que en su lengua ombeayiüts quiere decir “nosotros”1, autodenominación que, a su vez, denota la personalidad introvertida y la postura que la comunidad tiene, en relación a una defensa acérrima de su territorio.
La etnia se distribuye principalmente, en la barra de arena que divide el Océano Pacífico, de las Lagunas Superior e Inferior, inicio de un sistema de lagunero de poca profundidad, que se extiende a lo largo de la costa, en el Golfo de Tehuantepec, hasta el estado de Chiapas, y puntos ribereños de las ya mencionadas lagunas2. En esa barra de arena, se localiza el municipio de San Mateo del Mar, donde se asienta la comunidad del mismo nombre y en cuya cabecera municipal se desarrolla el trabajo de intervención.
Vargas Martín. Febrero 21, 2017. Ikoots celebran al ombeayiüts, la lengua del mar. Istmopress. http://www.istmopress.com.mx/istmo/ikoots-celebran-al-ombeayiuts-lalengua-del-mar/ 2. Castaneira Yee Ben, Alejandro. 2008. LA RUTA MAREÑA LOS HUAVES EN LA COSTA DEL ISTMO SUR DE TEHUANTEPEC, OAXACA (SIGLO XIII-XXI). Territorios fluidos, adaptación ecológica, división del trabajo, jerarquizaciones interétnicas y geopolítica huave-zapoteca. Tesis de Doctorado en Ciencias Antropológicas. Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa. Ciudad de México. 1.
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Imagen de Salvador Jaramillo Aguilar
LA COMUNIDAD La comunidad de San Mateo del Mar, si bien ha tenido una transformación paulatina, principalmente a partir de la década de los 70, dirigida a través de programas gubernamentales para ir preparando paulatinamente un terreno de explotación para los recursos naturales del Istmo de Tehuantepec (especialmente el viento) y la inevitable migración que dichos programas ha provocado3, mantiene aún importantemente la estructura de lo que ellos denominan Autoridades Tradicionales, con una estructura jerárquica que va desde los Alcaldes, hasta los topiles, y que conlleva una relación directa con el reconocimiento social que la comunidad otorga a aquellas personas que, dada su actividad y comportamiento, se han ganado el respeto de sus conciudadanos4. Dicha
estructura se establece por consenso de la población, y se otorgan los cargos por períodos anuales. Dicha configuración social, la defensa acérrima del territorio ante la no equivocada percepción de los pobladores locales, sobre la inequidad del manejo del producto de explotación de recursos naturales por parte de empresas trasnacionales y los tres niveles de gobierno nacionales, una fuerte percepción de corrupción en el manejo de recursos municipales, y conflictos internos entre diversos grupos ideológicos derivados de la diversidad actual de cosmovisiones dentro del municipio, pone un particular acento a la metodología de acercamiento y relación, que deben establecerse para trabajar con la comunidad.
Ídem. Álvarez López María del Pilar, Nava Townsend José María Wilford. Datos obtenidos en entrevista directa a representantes de las autoridades locales. Trabajo de Tejido Social. Mayo 2018. San Mateo del Mar, Oaxaca. 3
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EL TRABAJO ACADÉMICO Para la aportación específica que el grupo de profesores y alumnos del Taller Vertical ZUP hicieron durante el período académico Primavera 2018, se estableció una línea de trabajo inseparable, entre los alcances y objetivos de un curso tradicional de Proyecto Arquitectónico, enfocado al patrimonio en nuestro caso, y las peculiaridades específicas del caso. Así, el taller se estructuró con la misma configuración que semestre a semestre, ha adoptado desde su fundación: 1. Primera etapa: Análisis de los sistemas que configura en sitio. Esta etapa se trabaja formando equipos de 4 a 6 alumnos, su objetivo principal, es desarrollar a partir del análisis, una visión holística de tanto del territorio en el cual se va a trabajar, como de sus habitantes, ponderando los elementos de valor patrimonial, tangible e intangible que lo configuran. El gran sistema San Mateo del Mar, se subdivide para su análisis en los siguientes subsistemas: a. Físico natural. b. Económico social c. Legal d. Cultural e. Histórico. Los alumnos además de trabajar su sistema deben hacer la conexión entre todos, y generar un documento impreso que funja como la principal herramienta de apoyo para fundamentar sus propuestas. Parte esencial de esta etapa, es la visita de campo, que permite situar la experiencia en el sitio real, y en contacto con la comunidad. En este caso, la visita tuvo un ritual protocolario que la distingue: Se solicitó un permiso a las autoridades tradicionales, y se realizó una ceremonia de presentación, ya en el sitio, en el lugar sagrado que tienen asignado para sus funciones, dentro del palacio municipal.
Alumnos y profesores de la IBERO, presentando a las autoridades tradicionales en el Salón de Los Alcaldes. San Mateo del Mar, Oaxaca.
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Entrega de proyectos a la Comunidad y Autoridades de San Mateo del Mar.
2. Segunda Etapa: Definición de estrategias de intervención a escala Urbano-territorial. Los mismos equipos de entre 4 y 6 alumnos, que desarrollaron los análisis de sistemas, se avocan ahora a generar una serie de propuestas a nivel estratégico, que determinen los lineamientos y escala de su intervención, basado siempre en el concepto de reconstrucción integral, que parte del grupo interinstitucional y multidisciplinario coordinado por la Fundación San Ignacio de Loyola, y por las necesidades puntuales detectadas en la visita de campo. 3. Tercera etapa: desarrollo puntual de las estrategias: en esta ocasión, las estrategias derivaron en intervenciones que fomenten un desarrollo sustentable de la comunidad, vinculadas principalmente con el manejo del agua y desechos, regeneración del sistema de manglar, y proyectos arquitectónicos para equipamiento urbano.
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Dada la peculiaridad del caso, la distancia y las condiciones de accesibilidad y movilidad que presenta el sitio, en esta ocasión fue necesario modificar la estructura de la visita de campo, dividiéndola en tres momentos a lo largo del semestre: 1. Primera visita, al inicio del semestre: Presentación del grupo ante las Autoridades Tradicionales, solicitud de permiso para trabajar con ellos, levantamientos físicos del sitio, diálogo con habitantes, recorridos perceptuales en general. Asisten 8 alumnos y tres profesores en total: Los alumnos que asisten representan al grupo completo, y son encargados de transmitir las impresiones tanto de la experiencia con las Autoridades Tradicionales, como del sitio y sus habitantes. Se apoya al ITESO, en el trabajo de diseño participativo y levantamiento de terrenos para 12 casas. 2. Segunda visita, a la mitad del semestre: Presentación del avance de los trabajos a las Autoridades Tradicionales, retroalimentación de éstas a las propuestas expuestas, ajuste de datos recabados, levantamiento de datos físicos y perceptuales que se hayan considerado insuficientes o faltantes con respecto a la primera visita. Asisten 8 alumnos y dos profesores, responsables de ajustar las percepciones de la primera visita, y fungir como interlocutores de las inquietudes e ideas recibidas por parte de las Autoridades Locales en la retroalimentación, con sus compañeros. 3. Tercera visita, al final del semestre: Entrega y presentación de propuestas puntuales desarrolladas a nivel de anteproyecto conceptual, a escala Urbana y Arquitectónica. Asisten 2 alumnos y 2 profesores, cuya responsabilidad es explicar tanto a las Autoridades Tradicionales como a los miembros de la comunidad presentes, cada una de las propuestas y cómo se vinculan unas con otras.
Láminas de entrega final en proceso de selección y embalaje para llevar a la Comunidad.
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Mtra. María del Pilar Álvarez López, explicando las estrategias a jóvenes adolescentes de la Comunidad de San Mateo del Mar, Oaxaca.
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VIVIENDA PARA XOXOCOTLA, MORELOS Xoxocotla, Morelos Carmen Ramos + Raúl de Villafranca + Jorge Salcedo Taller Vertical | Primavera 2018
Introducción. Xoxocotla es un pueblo de origen Tlahuica, localizado al sur del estado de Morelos. Tras el sismo del 19 de septiembre del 2017, la franca pobreza y marginación en la que vive la comunidad quedó al descubierto. De las 5,400 viviendas que existen aproximadamente en la ciudad, alrededor de 500 sufrieron daños, 141 con pérdida total, 120 con daños reparables y 200 en espera de un peritaje
por parte de Protección Civil. Las siete escuelas de educación básica que atienden a la población fueron cerradas por un tiempo, varias con el riesgo aun de ser demolidas. (Techo y Vida, 2017) La organización Techo y Vida, se puso en contacto con académicos de la UIA, para invitarnos a formar parte del proceso de reconstrucción.
Antecedentes Históricos A partir del 1 de enero del 2019, Xoxocotla será considerado “Municipio autónomo indígena”, siendo Morelos el primer estado del país en crearlos. Su nombre, proveniente del náhuatl, significa “lugar de los ciruelos agrios”. Xoxocotla es un pueblo que no se sometió del todo al yugo del imperio Azteca y después de la Conquista, sobrevivió al embate de los españoles y a las grandes epidemias del siglo XVI, que arrasaron con el 70% de la población indígena. (Arnaut, 2010) Sus costumbres y tradiciones han prevalecido al pasar de los siglos, en parte gracias a la creación de un señorío, integrado por los más longevos del pueblo, quienes hacen cumplir las normas de dichos usos y costumbres. Emprendiendo un proceso de revalorización de su historia, a raíz de los movimientos sociales indígenas de mitad de la década de los noventa, Xoxocotla vivió dos eventos importantes: el movimiento de “13 Pueblos en Defensa del Agua, la Tierra y el Aire” y el “Movimiento Magisterial de Bases de Morelos”. Las disputas por el agua y la tierra son comunes para sus pobladores, al estar localizados en un punto estratégico para el turismo, la industria y el desarrollo de grandes ciudades, como Cuernavaca. (Arnaut, 2010).
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Metodología | Acercamiento a la ciudad. Primera visita.
Fuimos recibidos por el Centro Cultural Yankuik Kuikamatilistli, cuya misión es: “Ser una organización indígena que partiendo de nuestra identidad buscamos incidir en el desarrollo humano intercultural, intergeneracional y con equidad de género …” (Yankui Kamatilistli, 2012) El centro cultural, dirigido por Marco Tafolla y Alma Benítez, recibió la solicitud de las familias damnificadas, siendo ellos quienes seleccionaron un grupo de 10, para ser atendidas por los maestros y estudiantes de la Ibero. Para este primer acercamiento al sitio y a las familias afectadas, utilizamos la metodología del análisis bioregional LifePlace de Robert L Thayer, que se basa en tres preguntas fundamentales: ¿Quiénes somos?, ¿Dónde estamos? Y ¿Qué necesitamos hacer? Según Thayer una biorregión es literal y etimológicamente
un “Lugar de Vida”, definido por sus limites naturales (más que políticos) geográficos, hidrónicos, climáticos y ecológicos, capaces de resguardar seres humanos y organismos vivos y no vivos únicos. (Thayer, 2003) En base a dichos principios, cada equipo de trabajo, conformado por 2 o 3 alumnos, atendió a una familia. El primer encuentro fue un tanto difícil, ya que distintos grupos de personas se habían acercado a ellos sin saber cómo ayudar. Los damnificados estaban a la expectativa. Juegos y dinámicas abrieron paso a formar un primer vínculo entre maestros y estudiantes; y representantes del Centro Cultural y habitantes. Bajo los principios de entender y celebrar el lugar, para elevar los valores de la región se empezaron a generar propuestas e impulsar acciones. (De Villafranca, Jiménez, & Mora, 2017)
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El lugar.
En la narrativa del sitio se investigรณ sobre los aspectos indicados en la Tabla 1.
Tabla 1. Parte 1
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Tabla 1. Parte 2
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Tabla 1. Parte 3
Segunda visita. Con base en las entrevistas de la primera visita y con una narrativa del lugar en proceso, los equipos de trabajo presentaron un primer anteproyecto. Cada vivienda podía ser de hasta 54 m2, si se decidía construir en materiales convencionales (block y losa de concreto) y hasta 65 m2 si se optaba por adobe o construcción en tierra. De las 10 familias, solo 2 optaron por construcción en tierra. El grupo de familias asignado a la Ibero requería del diseño de una vivienda nueva, ya que sus casas fueron consideradas como pérdida total, y, por lo tanto, demolidas. Cada equipo presentó planos y maqueta a cada una de las familias. Se tuvo una respuesta increíble, los habitantes pudieron visualizar su nueva vivienda de manera más real y concreta. Se hizo una segunda visita a cada uno de los terrenos. Verificando medidas, colindancias, entorno urbano, etc. Nuevamente alumnos y maestros tomamos información importante, para seguir desarrollando los proyectos. En esta etapa se revisaron criterios estructurales, asoleamientos, corrientes de aire, materiales y captación de agua.
Tercera y cuarta visita. Se entregaron por familia los paquetes de los anteproyectos que consistían en: • Narrativa del Sitio • Planos arquitectónicos • Maqueta • Estudio en túnel de viento con maqueta de acrílico • Estudio económico con estimado de costo
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Conclusiones • El sismo nos dejó ver la pobreza y marginación en la que viven miles de mexicanos, pero al mismo tiempo nos mostró lo poco que hemos compartido nuestros conocimientos como arquitectos. • Un diseño estudiado y definido con base en las necesidades de cada familia, brinda calidad de vida. • El ayudar, es primero entender de una manera profunda la problemática que se atiende. Muchas veces la comunicación verbal, no dice mucho. Se debe observar con gran atención, para tener el aprendizaje requerido, antes de proponer soluciones. • El diseño fue planteado con gran cuidado. No se podía descuidar en la propuesta la optimización del espacio, su asoleamiento, su ventilación, materiales y costo. Una solución integral, ante una tragedia real.
Tercera y cuarta visita.
Bibliografía Arnaut, A. (2010). Movimientos sociales e identidad. Cultura y representaciones sociales. Revistas UNAM, 158-184. De Villafranca, R., Jiménez, E., & Mora, C. (2017). Códice Pixka. CDMX: Maliart. Techo y Vida. (19 de septiembre de 2017). techoyvida. org.mx. Obtenido de http://www.techoyvida.org.mx Thayer, R. L. (2003). LifePlace. Berkeley, Los Angeles, Londres: University of California Press. Yankui Kamatilistli. (2012). yankuikamatilistli.net. Obtenido de http//:www.yankuikamatilistli.net
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COLABORAR EN LA RECONSTRUCCIÓN Malinalco, Estado de México Jose Vigil Diseño Regenerativo | Primavera 2018
Introducción. El taller, iniciado en agosto de 2017 con un programa para el desarrollo de los proyectos diseñados a nivel de proyecto esquemático en el curso anterior, tuvo un giro a partir del sismo del 19 de septiembre.
El grupo, de manera unánime, aceptó la invitación de la Fundación Comunitaria Malinalco para colaborar en la reconstrucción de las casas afectadas por el temblor en la cabecera municipal y poblaciones alrededor del Malinalco.
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Casa preexistente
Esta colaboración inició con un viaje de tres días al lugar para levantar un censo de las casas dañadas. Se aplicó un cuestionario técnico por el daño existente y un cuestionario social para conocer la situación en la que viven las familias afectadas. El siguiente paso fue asignar cinco proyectos a cada alumno, de diferentes categorías: semáforo rojo para las casas que fueron afectadas en su totalidad, y semáforo amarillo para las que presentaron daños parciales.
El proceso de diseño comprendió un mínimo de tres sesiones con las familias como clientes directos de cada alumno. En la primera se definió el programa de diseño de acuerdo a los daños y las necesidades de cada familia. En la segunda se presentaron los proyectos para su revisión y en la tercera se entregaron los planos para su ejecución.
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Nueva casa construida
Los proyectos presentados buscaron no solamente diseñar para reconstruir los espacios afectados, sino aprovechar la oportunidad para integrar soluciones que ayuden a mejorar la habitabilidad de los mismos en función de su escala, ventilación e iluminación natural, adecuación a la topografía, orientación, aprovechamiento de la relación con los espacios exteriores, atendiendo la sustentabilidad y accesibilidad.
El resultado de este trabajo es muy alentador en varios sentidos. Por un lado, se cumplió con el reto de terminar los proyectos asignados trabajando con “clientes reales” y por otro, el aprendizaje de primera mano de la tragedia que vive el país, develada y amplificada por el sismo, será la pauta y compromiso para el trabajo profesional del grupo.
En resumen, buscar que la arquitectura sea el instrumento para lograr una identificación del habitante con su lugar, promover su arraigo, sentido de permanencia y colaborar en la regeneración del tejido social de la comunidad.
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Registro fotogrรกfico 1. Visita y reconocimiento de casa preexitente
Casa preexistente
Familia de Malinalco
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Casa preexistente Cocina
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2. Propuestas de diseĂąo
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3. Proceso de construcciรณn | cimentaciรณn
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4. Proceso de construcciรณn | muros
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5. Proceso de construcciรณn | techos
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5. Casa terminada
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RECONSTRUYENDO SAN PABLO CHIMALPA Cuajimalpa, Ciudad de México José Luis Creixell + Gerardo Velázquez Taller Vertical | Primavera 2018
La ladera de Chimalpa Imagen por Gerardo Velázquez.
Introducción. San Pablo Chimalpa es un pueblo urbano ubicado en una ladera al borde poniente de la Ciudad de México, el cual a pesar de su desorden, crecimiento desbordado y descontrolado, conserva el encan-to que tienen los pueblos de México con costumbres típicas y atmósfera cálida. San Pablo está congestionado por el crecimiento demográfico que se refleja en la ocupación arbitra-ria de las áreas verdes que lo circundan, donde incluso la plaza y kiosco de la iglesia principal se disputan el espacio público con los vecinos, al tiempo que en su urbanización carece de áreas verdes, todo es construcción, principalmente de block de cemento, con las
varillas al aire en la esperanza de un futuro mejor. Muchas de las casas de adobe construidas hace tiempo se derrumbaron en este sismo. Chimalpa es parte de la delegación Cuajimalpa, insertada en la montaña con una topografía escarpa-da haciéndola muy complicada en términos constructivos a pesar de presentar un buen terreno en términos de mecánica de suelos. Cuenta con una sola vía importante de comunicación vehicular hacia la ciudad, es testigo fehaciente de la falta de planeación urbana de nuestra ciudad y la desbor-dada autoconstrucción en nuestro país
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Vista de la iglesia y kiosco del pueblo. Imagen por Gerardo Velázquez.
El sismo. El 19 de septiembre del 2017 se registró un temblor de 7.1 grados Richter que afectó a la comuni-dad de San Pablo Chimalpa pues sufrió el colapso de 66 viviendas, llegando a un total de 177 vi-viendas totales, algunas derrumbadas y otras que requirieron de atención y apoyo inmediato. Tras estos hechos que se suscitaron en mayor o menor escala en gran parte del país, se vivió también en Chimalpa una oleada de solidaridad y apoyo hacia los afectados por parte de la sociedad civil, desde los voluntarios locales a grupos ya organizados brindando
ayuda inmediata como primeros auxilios, ayuda para remoción de escombros, rescate de víctimas, acopio de víveres y apoyo psicoló-gico, lo cual creo una sinergia donde muchos se conocieron y descubrieron que tenían una idea en común: ayudar y permanecer, para pasada la emergencia, asistir económicamente a las familias damnificadas hasta que pudieran llegar a cierta normalidad.
Panteón de Chimalpa Imagen por Gerardo Velázquez.
Iglesia de Chimalpa apuntalada tras el sismo. Imagen por Gerardo Velázquez.
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La Delegación y la repartición de ayuda. La delegación realizó un registro de familias damnificadas susceptibles de recibir apoyo, a quienes repartió un kit de materiales que incluyó 1 tonelada de cemento, 1 camión de grava, 1 camión de arena, 35 varillas de 3/8” y 1 millar de blocks de cemento (macizo o hueco). Ésta incomprensible repartición, un tanto proselitista, fue inadecuada y absurda, ya que las familias se pusieron a construir sin orientación, planos, ni capacitación, de manera desordenada como el pue-blo mismo, lo cual es el motivo original de que se vinieran abajo tantas casas. Los materiales dados por la Delegación se apilaron en los terrenos de las casas destruidas y fueron sujeto de robos y discrepancias entre quienes recibieron esta ayuda
Grupo de voluntarios de diferentes orígenes Imagen por Gerardo Velázquez.
Los participantes y su organización. Estas circunstancias plantearon la urgencia de un sistema que articulara los múltiples factores reque-ridos para actuar con el mayor orden posible y así iniciar un plan de reconstrucción en las viviendas afectadas. Fue así como surgió el Colectivo Reconstruyendo San Pablo Chimalpa, grupo interdisciplinario que no ha dejado de trabajar desde ese triste martes 19, enfrentándose a muchos retos sin dejar de buscar soluciones pertinentes. Al inicio el apoyo a la comunidad llegó de muchas organizaciones e instituciones de educación y de la sociedad civil, como TECHO, UNAM, estudiantes de la Ibero, Colegio Tomás Moro, Universidad Anáhuac y algunas organizaciones religiosas. Era necesario estructurar los esfuerzos para una acción lo más eficiente posible. Para ello se propuso: 1.Vincular grupos con la comunidad de san Pablo, y en lo posible entre los mismos participantes para reconocer el estado que guardaba cada vivienda. 2.Asesorar técnicamente a los damnificados 3.Buscar alianzas institucionales 4.Encontrar la procuración de fondos
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Por medio del Consejo del Pueblo se comenzó a vincular con la comunidad para acercarse a los habitantes de Chimalpa y entender sus necesidades. Chimalpa es un pueblo originado con base en la familia, por lo que arraigo y tradición son muy importantes. Esto dio la pauta para que con base en la forma, topografía, superficie del terreno y colindancias, comprender que las casas tipo o prefabricadas no eran viables.
Alumnos voluntarios de primera instancia. Vista hacia la iglesia. Imagen por Gerardo Velázquez.
Cada terreno y cada familia necesitaría un proyecto único e independiente que tuviera opción de crecimiento. Con eso en mente maestros, exalumnos y alumnos de Arquitectura de la IBERO iniciaron los trabajos buscando máximo aprovechamiento del espacio disponible para cada familia donando la asesoría técnica necesaria para construir las viviendas.
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Reconocimiento de la zona por el equipo. En apoyo a la Delegación y por intermediación de la Asociación de Colonos de Santa Fe, un grupo de 14 alumnos voluntarios de la Ibero junto con algunos académicos, fuera de currículo de créditos universitario, se dieron a la tarea de realizar un mapeo de alrededor de 53 inmuebles que sufrieron daños parciales o totales, haciendo un registro de los mismos y sus familias, con datos de contacto, estado de la edificación, siempre preguntando si requerían o no apoyo.
Ejemplo de mapeo e identificación de familia, datos de contacto, imagen de estado actual.
El recurso. Una vez cubiertos los primeros pasos se sabía que profesionalizar la ayuda era fundamental para garantizar transparencia y rendición de cuentas. Para eso era importante contar con aliados institucionales que apoyaran con la estructura necesaria. El Centro Comunitario Santa Fe y la Asociación de Colonos ZEDEC Santa Fe ofrecieron la plataforma para lograrlo. El Centro Comunitario Santa Fe aportando su experiencia y transparencia en el manejo de fondos, así como su conocimiento en comunidades vulnerables y la Asociación de Colonos ZEDEC Santa Fe con la gestión y vinculación con autoridades que nos asegurara que todo se haría de acuerdo a la normatividad. Esto último fue un gran logro ya que se consiguió que el Delegado, diera un Permiso escrito y sellado que fungía como licencia para construir, lo que permitía ordenar la restauración. Gracias a estas gestiones se logró que Citibanamex apoyara con doscientos mil pesos por vivienda incluyendo IVA, una cifra considerable, pero en algunos casos insuficiente por la naturaleza de la topografía, en esos casos solo alcanzó para el desplante y cimentación, en otros, se logró la construcción inicial de la vivienda con superficie de 50 m2 que cubrían estancia-comedor, cocina, patio servicio, una recámara y un baño. Home Depot donó los muebles sanitarios y otros donantes anónimos de la Sociedad Civil contribuyeron con otros insumos.
Ceremonia de firmas de acuerdo para construcción con beneficiarios. Imagen por Gerardo Velázquez.
Para poder bajar los fondos de la fundación del banco, se contó con el apoyo de Centro Comunitario Santa Fe, el cual fungió como Asociación de Primer Piso, a través del cual se contrató a la constructora Diseño y Construcción, para que se hiciera cargo de los trabajos.
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Los proyectos. El equipo de la Ibero realizó el proyecto arquitectónico de cinco viviendas que realmente necesitaban nuestro apoyo y estaban ávidos de ayuda; de los cuales se están construyendo cuatro: Unión 26, Fraternidad 3, Constancia 21 e Independencia 14; Constancia 46 es un proyecto realizado pero que no fue construido.
Reunión de trabajo de los participantes Imagen por Gerardo Velázquez.
Unión 26 1. Antecedentes La construcción original de esta vivienda constaba de 50 m2 en una planta, con esquema de un pequeño pórtico al frente, y un solo cuarto donde habitaban las 6 personas que perdieron su hogar. Dirección: Unión 26, San Pablo Chimalpa, Cuajimalpa Propietario: Sra. Tomasa Galindo Número de Beneficiarios: 6 (abuelos, padres, 2 hijos)
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2. Proyecto Descripción: El proyecto cuenta con una superficie total de construcción de 56 m2, distribuidos en esquema de pabellones con un pórtico al frente, en la fachada principal, la cual está orientada hacia el este. El primer volumen del lado izquierdo, donde se encuentra el acceso, es el de la cocina comedor. El proyecto busca obtener iluminación abriéndose en la fachada principal, con un juego de ventana, macizo y puerta, modulado en cada uno de los espacios. Además, para iluminar la parte posterior, ésta se eleva sobre el resto de la losa, por lo que esa diferencia de niveles genera una apertura vertical en su parte superior, de tal manera que entre luz tanto del este, como del oeste, con la intención también de generar una ganancia térmica al interior, y la correcta ventilación de los baños que se encuentran en esa parte de la casa. Los materiales de los muros son block de cemento de dimensiones 15cm x 20cm x 40cm y el sistema de losa es de concreto armado.
2.1 Fotos del terreno y casa demolida
Huella de casa derrumbada sobre construcción anexa
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2.2 Proyecto Arquitectรณnico
Planta arquitectรณnica
Corte transversal
Corte longitudinal
Alzado principal | Oriente
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2.3 Render del proyecto
Render alzado principal
2.3 Maqueta del proyecto
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Constancia 21 1. Antecedentes Originalmente esta vivienda constaba de 270 m2 en tres plantas. Está ubicado en una esquina formada por un quiebre en la calle de Constancia, al oriente de la iglesia de San Pablo. Dirección: Constancia 21, San Pablo Chimalpa, Cuajimalpa, Ciudad de México Propietario: Sr. Tomas Monsalvo Número de Benfeficiarios: 6, Tomás Monsalvo (Tomás, esposa e hijo), y la familia de su hermana, que vivía con su hija y su madre.
2. Proyecto Descripción: El proyecto consta de 120 m2 construidos en dos viviendas superpuestas, cuentan con sala, comedor, cocina, 2 habitaciones, 1 baño completo, patio con espacio para lavadero y zona de tendido. El sistema constructivo consiste de zapatas corridas de mampostería, muros de block de cemento de 20x40x15 cm con castillos ahogados a cada 80 cm, y losas de concreto. Existe la posibilidad de ampliar ambas viviendas hacia el oriente, contemplando una estancia y una nueva recámara para cada una. El proyecto se realizó considerando en todo momento la importancia de la luz y la ventilación, siendo estas óptimas para los dos apartamentos que viven hacia un amplio y luminoso patio.
2.1 Fotos del terreno y casa demolida
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2.2 Proyecto Arquitectรณnico
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Independencia 14 1. Antecedentes Originalmente esta vivienda constaba de aproximadamente 100 m2 en una planta. Lo único que quedó en pie después del sismo fue una habitación y un baño en la esquina suroeste del terreno. Dirección: Independencia 14, San Pablo Chimalpa, 05050 Ciudad de México, CDMX, Mexico Propietario: Guadalupe de la Rosa Número de Beneficiarios: 5 (un abuelo, dos madres hermanas con un hijo cada una) 2. Proyecto Descripción: El proyecto, formado por un área residencial y un local comercial, se encuentra en un terreno en esquina de aproximadamente diez por diez metros. Tiene una pendiente muy pro-nunciada, con 2.2 metros en su punto más alto en relación al más bajo. Por esto se propusieron muros de contención, evitando así futuros deslaves del terreno. Los materiales utilizados en los muros son block de concreto macizo y tabique rojo recocido por su identidad con el sitio. Colinda en el lado sur y el este con dos residencias distintas, en el lado norte del proyecto está el Callejón Independencia y en el lado este la Calle Independencia. Un total de 150 metros de construcción se distribuyen entre la planta baja con 87 m2 y la planta alta con 63 m2. La planta baja tiene dos accesos por la Calle Independencia, uno que lleva al área residencial y otro al área comercial. El acceso residencial lleva a unas escaleras que conducen a la planta alta, pasando por un patio con un espacio de lavado y otro para actividades recreativas al aire libre. Entrando a la casa se encuentran la sala, el comedor y la cocina. A través de la sala se puede entrar a la habitación de la planta baja, la cual tiene un baño al cual se puede entrar también por el patio. Tanto las escaleras de la entrada, como la sala tienen un domo de lámina de policarbonato sobre pérgolas para aprovechar al máximo la luz natural y reducir el uso de energía eléctrica durante el día. En la planta alta se encuentran dos habitaciones que comparten un baño, el cual se encuentra entre las mismas. Justo sobre el baño de la planta alta se encuentra un espacio para colocar el tinaco y distribuir agua a toda la casa. Además, la losa de techo de la habitación de planta baja funciona como una terraza que lleva a una bodega techada.
2.1 Fotos del terreno y casa demolida
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2.2 Proyecto Arquitectónico | Plantas y cortes
Planta alta y ´planta baja
Corte transversal
2.3 Alzados
Planta alta y ´planta baja
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2.4 Perspectiva el proyecto
2.5 Maqueta del proyecto
2.5 Proceso de obra
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Constancia 46 1. Antecedentes Originalmente esta vivienda era el hogar de una pareja de adultos mayores que rentaba el lugar. La casa era de un nivel y estaba hecha de adobe, con un techo de lámina. Tenía más de 30 años de antigüedad y no contaba con un rodapié que separara el desplante de los muros de adobe del nivel del piso. Dirección: Constancia 46, San Pablo Chimalpa, Cuajimalpa Propietario: Sr. Juan M. Pérez Galicia Número de Beneficiarios: 2 (pareja de la 3ra edad) 2. Proyecto Descripción: El proyecto cuenta con una superficie total de construcción de 84 m2, distribuidos en un esquema en L debido a que solo la mitad del predio es propiedad del cliente del proyecto, por lo cual solo se utilizó la mitad del total del solar adaptado a la superficie a modo de terrazas, ya que ésta tiene un declive hacia el fondo del terreno. Los espacios se distribuyen de acuerdo al rango de privacidad que se requiere. Al inicio se encuentra la sala, que da acceso a la cocina-comedor, todos ellos comunicados entre sí y al mismo tiempo al jardín. Al fondo se ubica el cuarto de lavado. Antes de este último espacio, está el pasillo, el cual está más elevado que el resto de las losas para poder captar la mayor cantidad de luz natural y tener una ganancia térmica. Por último, en la parte más libre del terreno, se ubica el tendedero, el cual cuenta con una celosía a base de blocks intercalados y pegados horizontalmente en sus caras más grandes, de tal forma que los huecos quedan a la vista al paño del muro, rematando así la entrada al terreno y a su vez dando privacidad para desarrollar actividades de servicio.
2.1 Proyecto Arquitectónico
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2.2 Secciones del proyecto
2.3 Render del proyecto
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Fraternidad 3 1. Antecedentes Originalmente la vivienda constaba de tres niveles planta baja, primer nivel y segundo nivel, estos dos últimos niveles surgieron tras la necesidad y numerosa familia de Leopoldo. Las partes derrumbadas tras el sismo fueron los dos últimos niveles ya que tanto la cimentación como estructura no estaban calculados para soportar tanto peso. Dirección: Fraternidad 3, San Pablo Chimalpa. CDMX Propietario: Leopoldo Galicia Número De Beneficiarios: 6 personas (el señor Leopoldo, su esposa, su hijo, su nuera y sus dos nietos). 2. Proyecto Esta casa está localizada dentro de una pequeña vecindad, donde vive toda la familia de Leopoldo, en ella se hacen varias actividades como dar clases, ya que Leopoldo es profesor de matemáticas y física, así como reuniones familiares. El proyecto consta de 120 metros cuadrados, edificados en dos plantas; en planta baja se encuentra la sala, comedor, cocina, área de lavado, un baño completo y un cuarto para el señor Leopoldo y su esposa. En planta alta se encuentran otras dos habitaciones para su hijo, esposa y dos nietos. Por la planta alta se tiene acceso a la terraza que conecta con otra edificación en la que se encuentra su oficina. Los materiales de los muros son block de cemento y ladrillos, y se usó losa de concreto armado. Tiene un tragaluz sobre la escalera para aprovechar la luz natural.
2.1 Fotos del terreno y casa demolida
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2.2 Proyecto Arquitectรณnico
Planta baja
Planta alta
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Corte longitudinal
Perspectiva
Maqueta
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CONCLUSIONES En este texto se pretende mostrar la importancia del PROCESO necesario para que una vivienda de reconstrucción vea la luz, y no se quede solo en papel. Para que un solo muro se erija, es necesario todo un proceso colaborativo, que solo con la voluntad de todos los involucrados es posible. Llama la atención que en nuestro país pocas veces se hacen las cosas de manera realmente desinteresada y con la única intención de ayudar. La corrupción y malos manejos, han vuelto desconfiado al pueblo de México, y por lo mismo, algunas familias prefirieron no aprovechar el apoyo que ofrecimos en su momento. El gobierno se vio sobrepasado, su capacidad de respuesta fue muy limitada y desubicada, los apoyos posteriores como el “Fonden”, jamás fueron aplicados. Nuestro más profundo agradecimiento a quienes desinteresadamente han sido parte de este esfuerzo.
CRÉDITOS IBERO Alumnos: Constancia: Eduardo Ochoa; Unión: Roberto Contreras, Eliseo Lucero, Independencia: Ahisa Puebla, Iván Augusto Sánchez; Fraternidad: Paulina Álvarez, Armando Herrera. Académicos: Arq. José Luis Creixell, Arq. Gerardo Velázquez, Ing. José Luis Díaz Alcántara Colectivo Reconstruyendo San Pablo Chimalpa: Lic. Carolina Suárez Fernández (Líder de Gru-po) y StephanieWagner Searles Asociación de Colonos ZEDEC Santa Fe: Lic. Itziar de Luisa (Presidente) Centro Comunitario Santa Fe: María Suárez Fernández e Ing. Juan Pablo Ballesteros Fundaciones: Fomento Social Citibanamex, Home Depot
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RECONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL HÁBITAT Hueyapan y Jojutla, Morelos Juan Casillas Taller Vertical y Diseño Regenerativo | Primavera 2018
La reconstrucción social del hábitat es un proceso participativo que se detona en el sitio con la comunidad afectada, para comprender la esencia y necesidades de atención prioritaria. Es un proceso de intercambio de saberes y empoderamiento local en donde la arquitectura tiene el potencial de ser una poderosa herramienta de cambio.
Como respuesta ante la situación de los derrumbes y las pérdidas tras el sismo del 19 de septiembre de 2017 el taller vertical de proyectos -Impacto Regenerativo- respondió de manera activa e inmediata en dos comunidades afectadas del estado de Morelos, Hueyapan y Jojutla, siendo este último el municipio más afectado del estado.
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HUEYAPAN Conservación del patrimonio Otoño 2017 Con la participación de 34 estudiantes, las Maestras Jesica Amezcua, Mariana Ordoñez, el Mtro. Juan Casillas e integrantes de organizaciones vecinales, se realizaron visitas de diagnóstico participativo en los 5 barrios del pueblo, para identificar los daños pero también los patrones de éxito en las casas de adobe construidas de manera tradicional y que resistieron a los sismos. Se realizó un mapeo de los 5 barrios y se identificaron las casas tradicionales que resistieron para ser analizadas en sus procesos constructivos y las condiciones específicas de sus emplazamientos. Los estudiantes realizaron un proceso de investigación de tipologías locales y estrategias de construcción sismo resistentes para reforzar los conocimientos técnicos de la construcción en adobe, mampostería y estructuras de madera.
Isadora Hastings compartió con el taller la experiencia de la organización Cooperación Comunitaria en temas de incidencia y reconstrucción social del hábitat en la montaña de Guerrero. Esta conversación abrió los panoramas en cuanto la importancia de un acercamiento apropiado con la comunidad, mas allá del objeto arquitectónico. Como resultado de los procesos se desarrollaron manuales constructivos en adobe que recuperan las técnicas tradicionales de la comunidad y suman estrategias sismo resistentes. También se produjeron maquetas a detalle de los elementos estructurales, las conexiones con techumbre y cimentació, etc. Ambos con el propósito de conservar y transmitir la técnica de construcción tradicional que es parte de la esencia histórica de Hueyapan. Se presentaron los productos de la investigación en la comunidad y se entregaron los manuales y quedaron las maquetas como exposición permanente en la comunidad.
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JOJUTLA 3 proyectos de reconstrucción de vivienda sismo resistente Primavera 2018 Participaron un grupo de 11 estudiantes, el Mtro Casillas y el Colectivo Hormiga, que es un grupo de voluntarios que han apoyado el proceso de respuesta humanitaria en Jojutla. Se realizó una visita de diagnóstico participativo con tres familias que perdieron su vivienda y fuentes de trabajo. Se realizaron narrativas del lugar y análisis de los sitios de los proyectos, procesos de diseño participativo con cada familia y propuestas de proyectos. Para lo anterior se realizaron procesos de investigación en técnicas de construcción sismo resistentes, con capacidades térmicas, de bajo costo, técnicas y tipologías de construcción tradicionales de la region, metodologías participativas, etc. Se entregaron los proyectos en Jojutla, una de las familias tomó la decisión de construir el proyecto de los estudiantes que consiste en un módulo de dos habitaciones y un baño.
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Verano 2018 Construcción de Módulo de Vivienda sismo resistente
Con la participación de 6 alumnos y la Brigada Hormiga, a través de un proceso de auto gestión de recursos por parte de la familia, donativos de la comunidad y de los estudiantes, se dio inicio la construcción del proyecto realizado en el semestre anterior. Un módulo de vivienda con dos habitaciones, un baño completo y un medio baño complementario a otro módulo de cocina y comedor ya existente. El módulo se compone de una estructura metálica que soporta una cubierta de vigas y duela de madera protegidas por una lámina térmica. Los muros son de bajareque
tradicional con carrizo y barro recuperado de los adobes destruidos por el temblor. La estrategia es recuperar las técnicas tradicionales con un componente de seguridad estructural y bajo impacto ambiental y económico. Además de propia Cira la regeneración del tejido social a través de la colaboración comunitaria para reconstruir. Con la participación de los estudiantes, se realizaron 3 talleres comunitarios para la construcción de los muros de bajareque. Se capacitaron a familias afectadas con el propósito de multiplicar el conocimiento e incidir en procesos de impacto regenerativo en el futuro.
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Otoño 2018 Centro cultural y módulo de vivienda Con la participación de 22 estudiantes se realizan dos proyectos de reconstrucción en Jojutla, un centro cultural con taller de serigrafía y artes gráficas y un módulo de vivienda con sanitario seco. Los proyectos son para la asociación de vecinos del centro de Jojutla. Se ha realizado la visita de diagnóstico participativo y están en proceso las primeras propuestas se revisarán en la comunidad.
El propósito del taller vertical de proyectos -ir- es incidir en proyectos de atención prioritaria a través de procesos colaborativos que vinculen a los estudiantes de arquitectura con la realidad y detonen desde la voluntad un sentido de responsabilidad social y ambiental.
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RECONSTRUCCIÓN S19 Hueyapan, Morelos María Bustamante Harfush + Hesner Sánchez Sánchez + Guillermo Arriola + Yael Margolis Proyectos 8 | Primavera 2018
Antecedentes: En el sismo del 19 de septiembre de 2017, vivimos nuevamente una fuerte destrucción en la Ciudad de México, casi 50 edificaciones colapsadas, 1500 en alerta amarilla que deberán de demolerse o reforzarse de manera importante y alrededor de 10 mil construcciones más afectadas en menor medida. Lo mismo ocurrió con más 1800 inmuebles patrimoniales, casas de adobe, conventos e iglesias colapsadas. Además, Oaxaca y Morelos fueron los estados más afectados con poblados con más de 800 casas devastadas, como Juchitán, Ocuilán o Tlayacapan.
En el semestre Primavera 2018 nos acercamos a la comunidad de Hueyapan en el Estado de Morelos, donde se levantó un censo estimado de 250 viviendas afectadas en un territorio de 75 km2, de las cuales un 30% eran casos críticos.
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La Arq. Yael Margolis por alianzas con distintas asociaciones, fundaciones y escuelas de Morelos, había estado trabajando con la comunidad de esta población y sabía la situación que prevalecía. Al inicio -las primeras 4 semanas-, vio cómo llegaron profesionales, alumnos, sociedad en general para reconstruir o construir de manera desinteresada distintas viviendas; algunas provisionales “de emergencia” con materiales de uso efímero y otras viviendas más formales, según podían conseguir materiales y apoyos, incluso internacionales. Algunos de los ejemplos que pudimos visitar eran viviendas precarias armadas con triplay y plásticos que eran poco confortables para la gente, ya que la zona tiene cambios bruscos de temperatura; por lo que la mayoría optaron por vivir acomodándose improvisadamente en la casa de familiares o vecinos. Otros proyectos, se quedaron levantados a medias o incluso en el inicio de cimientos y la ayuda nunca más volvió.
Sin embargo, también, vimos contados proyectos notables de casas con buena arquitectura y durabilidad; las cuales prueban distintos métodos constructivos locales-tradicionales y alternativos como bambú, tierra compactada, bajareque, paja, adobe y super-adobe. Casas que otorgaron nuevamente una manera digna de vivir a las personas afectadas. Fuimos con los alumnos a 4 meses de la tragedia, varias personas aún no habían recibido ningún tipo de ayuda y seguían sin tener posibilidades de reconstruir su casa. Nos acercamos a estas personas en un primer viaje a Hueyapan; alrededor de 18 personas se acercaron a pedir ayuda de muy diversa índole, algunos requerían tan sólo una asesoría constructiva, otro tenían fragmentos derrumbados -un baño, la cocina, una habitación-; y otros habían perdido por completo su vivienda.
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Cada persona afectada tenía condiciones familiares y necesidades diferentes que fueron narrando al grupo. Y después destinamos a un alumno para resolver cada caso. En el mismo viaje se hizo la visita a los predios afectados, para ver la condición y sacar medidas e información base para proyectar, platicar con las personas y conocer sus necesidades y deseos. La visita dejó claro que la tragedia de México no es sólo provocada por un desastre natural, sino que también hay un desastre social-ambiental-político que limita a las personas a poder alcanzar una mejor calidad de vida. La escuela caída, afectada o no, carecía de condiciones apropiadas; las viviendas igual, la mayoría tiene precarias condiciones para los servicios como baños, cocinas y las habitaciones carecen de iluminación y ventilación aun en predios amplios y con huertas. La calidad de los materiales y la manera de construir “moderna” ha debilitado la tradición centenaria de construir correctamente con adobe y lo nuevo no cumple con diseños o cálculos adecuados, lo cual empeora la situación de seguridad estructural y la belleza de la población, ya que Hueyapan estuvo a punto de ser considerado “pueblo mágico”, pero paulatinamente se va destruyendo lo que queda de esa arquitectura vernácula.
La tragedia está en que el gobierno no provee mecanismos de mejoramiento de vivienda –nuevamente, con tragedia o sin ella-, las personas van improvisando y resolviendo con lo que tienen, con lo que van comprando con grandes esfuerzos, sin asesorías, sin seguimiento. La experiencia acabó de sensibilizarnos con los esquemas y programas de apoyo a los afectados planteado por el gobierno federal y estatal ante los Sismos del 7 y 19 de septiembre. Los apoyos económicos se reducían a $15 mil pesos para las personas que tuvieran derrumbes parciales, dinero que no alcanzaba ni siquiera para la compra total de material; o bien, les entregaban mil o dos mil bloques de cemento a la orilla del predio sin la más mínima guía constructiva y sin considerar si la casa preexistente era de ese mismo material; en otros casos, nos enteramos de un apoyo económico mayor, pero sólo entregaban ese apoyo a una sola persona por predio, aun si en el predio vivían 5 familias como es costumbre.
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Lamentablemente, el ofrecimiento que como Universidad, maestros y alumnos podíamos ofrecer, era sólo para el proyecto arquitectónico, el cual sería la guía necesaria para que cuando obtuvieran recursos o materiales supieran cómo ir construyendo. También les ofrecimos nuestra disponibilidad e interés de asesorarlos o supervisar su construcción. Los alumnos realizaron el levantamiento de la situación actual del predio y lo que quedaba de la edificación original que pudiera recuperarse, así como instalaciones u otras condicionantes. Con los habitantes hizo el análisis de la situación previa, actual y sus necesidades específicas para considerar en el proyecto a desarrollar. Los planos arquitectónicos, láminas y maquetas se entregaron a
cada persona o familia, así como la memoria descriptiva arquitectónica y del sistema constructivo seleccionado, una cuantificación de materiales y un presupuesto. Se realizaron 14 proyectos, de los cuales sólo 4 fueron proyectos completos de una nueva vivienda. Se está a la espera de que un par de casas se puedan edificar en próximos meses. El resto eran adaptaciones, reconstrucciones, mejoras a la vivienda, lo cual significó un ejercicio poco común para el alumno, quizás en momentos fue frustrante para ellos por la escala o por la complejidad misma de entender la cultura, la tradición y los sistemas constructivos originales, o el atender casos tan reales y que en ocasiones sienten menores.
Se realizaron 14 proyectos, de los cuales sólo 4 fueron proyectos completos de una nueva vivienda. Se está a la espera de que un par de casas se puedan edificar en próximos meses. El resto eran adaptaciones, reconstrucciones, mejoras a la vivienda, lo cual significó un ejercicio poco común para el alumno, quizás en momentos fue frustrante para ellos por la escala o por la complejidad misma de entender la cultura, la tradición y los sistemas constructivos originales, o el atender casos tan reales y que en ocasiones sienten menores. Volvimos en otra ocasión a la población para sentir qué opinaban los habitantes de las propuestas que se estaban realizando, resultando comentarios favorables para mantener el proyecto o replantearlo para resolver mejor sus necesidades.
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Al final del semestre trajimos a 18 personas de la comunidad a la Universidad Iberoamericana para que conocieran el ámbito donde se desarrollaban los alumnos, las instalaciones, el heliodón donde se les explicó cómo funcionaba y cómo había servido para determinar el asoleamiento y confort que tendrá su vivienda a través de la maqueta a escala. Todas las personas que vinieron estaban verdaderamente admiradas, agradecidas y felices de la experiencia y de llevarse un buen proyecto para su casa.
Sin embargo, también tuvimos algunos casos, donde las personas simplemente no volvieron a comunicarse con los alumnos y no mostraron ningún interés por el proyecto que se les había realizado. En ocasiones nos dio la impresión de que la población estaba ya cansada de promesas; de personas que decían que volverían para ayudarles y que nunca más volvieron y los dejaron a medias en la construcción de su casa. También la gente buscaba apoyo económico o de material real, por lo que se sentía una fuerte frustración entre algunos habitantes.
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Por otra parte, en la visita a Hueyapan, se dio la oportunidad de realizar el proyecto arquitectónico de un “centro comunitario” para la población llamado Centro Educativo de Encuentros y Diálogos CEED, por lo que 6 alumnos a manera de concurso desarrollaron los anteproyectos, los cuales fueron jurados por los habitantes y Gabriel Tun y Carmen Bahena encargados del Centro, así como del Maestro Gibrán Dosal (quien amablemente nos asesoró con aspectos bioclimáticos de todos los proyectos). El ganador fue el proyecto del alumno Alberto Bou, el cual también se está viendo recientemente la posibilidad de que se lleve a cabo en próximos meses. El CEED se ubica en un terreno muy bello con leve pendiente en una zona intermedia entre distintos barrios de Hueyapan y poco a poco busca en convertirse en un importante centro para la región donde se enseñen
técnicas para mejorar cultivos, nuevos plantíos, enseñar los métodos constructivos tradiciones, apoyar actividades artesanales como las tejedoras para incentivar la producción de nuevos medios de fortalecer a la comunidad. El CEED tiene un programa administrativo, de exposición de productos, un comedor, servicios, baños, cocina abierta y cerrada, habitaciones para visitantes, zonas de cultivo, para realizar adobes, espacios para talleres y clases flexibles, un pequeño auditorio y salón de usos múltiples, y era fundamental que el proyecto considerara ecotecnias y sistemas constructivos tradicionales y alternativos; incluso su construcción también servirá para educar a la población en los sistemas constructivos viables para Hueyapan.
La experiencia fue muy enriquecedora a nivel personal, profesional, académico, pero uno se siente en deuda con las personas de no poder apoyar más de fondo; dejar sólo el proyecto arquitectónico en sus manos se siente insuficiente. Los lazos que se forman con la gente hacen que se genere una sensación de impotencia.
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Proyecto ganador. Alberto Bou
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Proyecto ganador. Alberto Bou
Proyecto ganador. Alberto Bou
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Creemos importante que la Universidad Iberoamericana genere un Departamento de Crecimiento Social y que cuente con toda una ingeniería de funcionamiento para conseguir recursos para el desarrollo de proyectos beneficiosos para las comunidades, que consiguiera materiales, maquinaria, personal, patrocinios, donativos. Además, la carga económica por viajes y trabajos en comunidades externas y más en proyectos reales, recae en el dinero que aportan maestros y alumnos, desde los viáticos para dos o tres visitas al semestre mínimo y las asesorías que podrían extenderse durante su construcción, quizás podrían conseguirse apoyos para los viáticos, conseguir la transportación gratuita, poder ofrecerles una comida institucional u otros. Sería excelente que se profesionalizara esta ayuda con convenios serios de colaboración entre ambas partes, academia-profesionales-sociedad-comunidad. Y un programa de patrocinios y apoyos empresariales, de fundaciones o personales con proyectos específicos que se quedan en una primera etapa, pero que no cuentan con recursos materiales o económicos para llevarlos a cabo. Se dice que en México hay dinero, que algunas personas sí quieren ayudar, pero que la gente no sabe dónde ponerlo. Creemos que como Universidad se pueden establecer muchos programas y alianzas para lograr que la ayuda sea más efectiva y visible. Pero también se requiere personal que dé seguimiento a la construcción de este proyecto en lo interno y en la edificación real externa, porque es difícil como maestro y/o alumno darle continuidad a un proyecto –a nivel profesional- con un compromiso con personas reales en necesidad y no contar con el apoyo suficiente para ello.
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Consideramos que intervenir en Hueyapan representó una gran oportunidad de apoyo real a una comunidad con necesidades importantes de tener vivienda y significó un paso importante en el desarrollo profesional de los alumnos, al enfrentarlos a la realidad, al trato con el cliente, a sensibilizarlos con el entorno y sentir la necesidad que existe de que los arquitectos intervengan cada vez más en construir mejores entornos para nuestro país. La Universidad Iberoamericana puede tener una injerencia social mucho mayor a la que ya de por sí viene realizando en distintas regiones del país; pero sería mucho más eficiente si se formara un organismo de personas con recursos humanos-económicos-de capacidades y competencias que lleven a la vida estos proyectos consolidados. Por otra parte, la Universidad también debería de tener un núcleo receptor de necesidades de proyectos reales convenidos previamente para el desarrollo al interior
de un semestre académico, con su debida continuidad posterior. En nuestro caso en particular, la mancuerna formada en un principio por el trío con el Arq. José María Nava Townsend y posteriormente como dupla el Arq. Hesner Sánchez y María Bustamante; experimentamos por más de cinco años de dar clases a alumnos de octavo semestre siempre con la meta de conseguir alianzas de proyectos reales que fueran de necesidad para nuestro país. El esfuerzo ha sido mayúsculo, no es fácil encontrar estos proyectos, hacer alianzas y ver que verdaderamente los proyectos logren construirse. También ha sido un esfuerzo el aportar recursos propios para ir a poblados remotos de Oaxaca, Puebla o Chiapas. Pero también ha sido muy gratificante la relación con la gente, los logros de los alumnos y en algunas ocasiones afortunadas hemos sido testigos de la construcción del proyecto ganador. Incluso algunos proyectos les dimos continuidad en su construcción con los propios alumnos en Servicio Social al exterior de la ciudad.
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Creemos fundamental que perdure esta línea de enseñanza en la carrera, porque hay una fuerte motivación de poder proyectar algo real y en el mejor de los casos verlo edificado; pero además, es un acercamiento a la realidad social que vive nuestro país y sensibiliza al alumno de lo mucho que puede aportar como arquitecto para mejorar muchas condiciones injustas del país. A lo largo de estos años, nos hubiera encantado darle el debido seguimiento a cada proyecto; saber qué pasó con plaza, el centro de salud, la administración, el quiosco, la capilla del poblado de La Paz, Chalcatongo en Oaxaca; tener conocimiento de los planes de la Ibero, para construir el proyecto de la Universidad de la Tierra en Chilón, Chiapas; saber si el INVI consideró viable alguno
de los proyectos de vivienda en cada demarcación; si las propuestas urbanas para Oaxaca 2032, tendrán alguna trascendencia en futuros planes de desarrollo; si el manglar en Boca del Río en Veracruz logrará revertir su contaminación y generar proyectos sustentables en beneficio de la ciudad. Y son justo, estos temas los que nos motivan a dar clases, a enseñar que hay formas de intervenir y transformar para bien la vida de la gente con nuestra profesión. El sismo, sí, significó quitar el velo de otras tragedias que subyacen en nuestro país y que no estamos atendiendo debidamente los profesionales, que sirvan estas intervenciones como reflexión de lo mucho que como alumnos, maestros y Universidad podemos hacer.
Bibliografía 1. MANUAL PARA LA REHABILITACIÓN DE VIVIENDAS CONSTRUIDAS EN ADOBE Y TAPIA PISADA, Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica, 2005. http://www.desenredando.org/public/libros/2005/csrvbe/mradobetapia.pdf 2.
LA CASA AUTOSUFICIENTE: para clima frío, templado, cálido y tropical, Armando Deffis Caso, Árbol Editorial, 1994.
3.
BÓVEDAS MEXICANAS DE ADOBE Y LADRILLO, Ramón Aguirre Morales, Oaxaca, 2016.
4.
Fathy, Hassan, 1970. CONSTRUIRE AVEC LE PEUPLE. Histoire d’un village d’Egypte. Gourna. Paris. Editions Sinbad.
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