Apuntes-Homosexualidad 1 Corintios 6. 9-10

Page 1

Herm 1 Cor 6.9-10Final.docx

En el debate sobre la homosexualidad, ¿cómo se interpreta 1 Corintios 6.9-10? Irene Foulkes Varias maneras de interpretar 1 Cor. 6.9-10 1. Algunos grupos consideran que este versículo es un pronunciamiento de tipo ley; no admite ninguna alteración en lo que ellos interpretan como una clara referencia a personas homosexuales: Dios condena a estas personas porque la atracción sexual a personas del mismo sexo, así como los actos sexuales entre ellas, son pecaminosos. El resultado es que talas personas están excluidas del Reino de Dios. Por lo general estos grupos entienden la expresión "no heredarán el Reino de los cielos" como "no irán al cielo". Por lo general esta enseñanza anti-homosexual es respaldada por una interpretación del relato de la creación de hombre y mujer en Gn. 2, como ley divina que justifica únicamente la pareja heterosexual. Ilustran esta interpretación apelando a unos pocos textos del A.T. que condenan actos sexuales entre hombres. Las personas homosexuales (que tengan o no relaciones sexuales con personas del mismo sexo) pueden experimentar algún grado de exclusión de una iglesia local que interpreta 1 Cor. 6.9-10 de esta manera, exclusión que va desde expresiones homofóbicas hasta una condena enfática de su persona y una insistencia en que tienen que cambiar su orientación sexual. 2. Otros grupos encuentran un factor en el contexto de 1 Cor. 6.9 que indica que lo "injusto" del acto sexual entre hombres se refiere más bien a los actos sexuales impuestos a hombres en situación vulnerable por otro hombre de situación más fuerte - sea este un hombre de la élite socio-económica frente a un hombre de rango inferior, o simplemente la de cualquier hombre libre frente a un esclavo suyo -. Estas situaciones eran comunes en la sociedad greco-romana, como la de un hombre adulto y un muchacho pobre, o la situación extrema de un traficante de esclavos frente a hombres capturados para ser vendidos (como se insinúa en 1 Ti. 1.10), o la de los militares vencedores frente a los sobrevivientes de un ejército derrotado. Estas serían las relaciones definidas como injustas. En el caso que Pablo pone antes de los vv. 9-10 en 1 Cor. 6.1-8, unos creyentes de clase élite demandan ante la ley a unas personas de rango social inferior, por algo "insignificante" que han hecho contra ellos. Pablo, en vez de culpar a esos "ladroncillos", denuncia más bien a los hermanos de la élite, porque en realidad ellos han cometido una injusticia mayor: han defraudado a esos hombres de clase inferior, sus servidores, esclavos suyos. Como dueños de esas personas, los amos les han quitado el derecho a su propia persona y el derecho a su integridad sexual. Se concluye, entonces, que la idea fundamental, tanto del caso de 1 Cor. 6.1-8, como también de la lista de los vv.9-10, tiene que ver con injusticias cometidas contra personas vulnerables, algo que les quita algo suyo. Esto se ve en cada una de las conductas condenadas en los vv. 9-10, médula de toda la sección de 1 Corintios que va del 5.1 al 6.20. Esta interpretación estima que la prohibición del v. 9 no se aplica a personas involucradas en una relación consensuada con otro adulto del mismo sexo, una relación de amor y apoyo mutuo, donde el acto sexual no representa una injusticia ni un aprovechamiento de la vulnerabilidad de ninguno de los


dos. Donde sí se aplica apropiadamente la condena es en casos de relaciones homosexuales abusivas, en que una persona más fuerte explota a una persona vulnerable. 3. Algunas otras personas o grupos consideran que la condenación de v. 9 no debe entrar en la discusión actual de relaciones entre personas homosexuales por el hecho de que el concepto moderno de la homosexualidad, que data apenas del siglo 19, no se puede atribuir a un documento de siglos atrás. De esta manera se elimina toda relevancia del v. 9 para el debate actual sobre la homosexualidad. Posibles consecuencias pastorales de estas interpretaciones 1. 1 Cor 6.9 prohíbe toda relación homosexual. Muchos grupos creen que, con esta interpretación, satisfacen el requisito de la fe, de obedecer lo que Dios ordena en las Escrituras. Enseñan que la persona que siente atracción sexual hacia personas del mismo sexo debe vivir en castidad porque solo así puede agradar a Dios. Algunos insisten en que estas personas pueden, y deben, cambiar su orientación sexual y vivir como heterosexuales. Algunos creen que "el homosexualismo" es un vicio, una conducta elegida y por eso corregible. Entre estos grupos el trato pastoral puede ser muy duro. En algunas de estas iglesias se predica que hay que amar y aceptar a la persona homosexual y al mismo tiempo odiar su pecado, tarea confusa, difícil de poner en práctica. Este mensaje hace que muchas personas homosexuales, especialmente jóvenes criados/as en la iglesia, sienten que el mensaje cristiano niega, y condena, a ellos como seres humanos que nacieron con esta orientación sexual, que la han tratado de negar, de suprimir o de superar durante toda su vida, sin lograrlo. Muchos de ellos se sienten desesperanzados y deprimidos hasta el punto de que algunos se suicidan. Algunos que quieren ser cristianos, reciben la impresión de de que no hay cabida en la comunidad cristiana para ellos y abandonan las iglesias y muchos de estos rechazan la fe cristiana. En cuanto a la población en general, este mensaje puede reforzar la hostilidad cultural hacia las personas homosexuales. Es difícil que la mayoría acepte las pocas exhortaciones a amarlas y darles la bienvenida a la iglesia. Muchos ciudadanos "cristianos" emprenden esfuerzos por limitar sus derechos civiles porque consideran que representan una amenaza a "la familia" y la sociedad. Esta actitud encierra una idealización de la familia nuclear que no se ve reflejada en los datos respecto a la sociedad costarricense y representa en sí, un desafío a una pastoral más realista en este aspecto. 2. El v. 9 es una prohibición limitada a actos homosexuales impuestos, y representa abusos del poder. En algunos casos puede ser difícil discernir cómo es la calidad de la relación entre dos personas homosexuales que aparezca en una iglesia, es decir, determinar si es en realidad una relación de apoyo mutuo o si es de aprovechamiento. Sin embargo, esto no difiere mucho del caso de cualquier pareja heterosexual que llegue a una iglesia. En ambos casos, se necesita una consejería pastoral adecuada. Un problema pastoral de otra índole podría surgir desde personas de la iglesia que mantienen una interpretación de tipo #1 y pueden fomentar una reacción hostil a personas homosexuales que lleguen. Estas personas, junto con las demás, carecen de razones por cambiar sus conceptos, y esto indica que la pastoral debe incluir esfuerzos educativos que orienten a la congregación sobre los datos biológicos y sicológicos que respaldan el concepto actual de orientación sexual y las razones porque no hay que considerar la orientación homosexual como un vicio, ni hay que creer en la posibilidad de cambiarla.


3. El v. 9 es no es relevante para la discusión de la homosexualidad hoy; no condena a los homosexuales. Como en la interpretación #2, algunos miembros de una iglesia donde se propone esta interpretación pueden rechazarla, diciendo que los dos términos usados en el v. 9 son claros y se refieren a actos sexuales entre hombres homosexuales. Pueden acusar al grupo pastoral de "no creer en lo que la Biblia revela como la voluntad de Dios". El desafío pastoral incluiría lo indicado en la #2. Además, habría necesidad, tanto aquí como en el caso #2, de una orientación pastoral sobre el carácter histórico de los documentos de la Biblia y su interpretación, que se hace de acuerdo con las condiciones históricas de la época en que fueron escritos.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.