Una invitación al diálogo y al compromiso misionero desde América Latina y El Caribe

Page 1

Encuentro de Jóvenes Líderes YLG

Yakarta, Indonesa 2016 Región Latinoamérica y El Caribe

Una invitación al diálogo y al compromiso misionero desde Latinoamérica y el Caribe


Presentación Durante el Encuentro de Jóvenes Líderes realizado por el Movimiento Lausana Joven en Yakarta, Indonesia del 3 al 10 de agosto, gran parte de las y los jóvenes participantes de Latinoamérica y El Caribe, generamos y sostuvimos provechosos diálogos en torno a los paradigmas que rodean el concepto de “misión”. Aprovechamos tiempos de café, paseos, comidas, y convivencia para intercambiar inquietudes y opiniones sobre las realidades y contribuciones desde nuestra región. Destacamos que las conversaciones y reflexiones surgidas de estos espacios fueron enriquecedoras, estimulantes y oportunas. El documento que presentamos a continuación, es el resultado de estos compartires diversos que fueron tejiéndose de una manera respetuosa, amorosa, orgánica y comunitaria. Asimismo, puntualizamos que la historia se sigue escribiendo, sintiendo, construyendo y que, por lo tanto, este texto está incompleto pues como su nombre lo indica, es una invitación al diálogo, el cual, seguiremos propiciando desde nuestras comunidades de fe, organizaciones, ministerios, familias y espacios de incidencia. Agradecemos a todas las personas que directa o indirectamente, acompañaron y participaron en este proceso con sus aportes, ideas, oraciones, respaldo, y motivación. Agradecemos, también, al Movimiento Lausana por brindar este espacio de conexión e intercambio internacional. Finalmente, agradecemos al Dios de la vida por caminar con nosotras y nosotros en esta parte de la gran historia. El escrito está en tres idiomas: español, portugués e inglés, y es de libre acceso para todas aquellas personas que deseen circularlo, compartirlo y reflexionarlo. ¡Que el Espíritu de amor y sabiduría afiance la obra de nuestras manos! Atentamente, Jóvenes de América Latina y El Caribe *

Terima kasih! ¡Gracias!


1

Español Una invitación al diálogo y al compromiso misionero desde Latinoamérica y el Caribe En nuestra historia como evangélicos latinoamericanos, Lausana 1974 representó un hito en la comprensión de la misión global desde América Latina (Abya Yala). Queremos seguir escribiendo esta historia de reflexión y transformación en la búsqueda del Reino de Dios. Reconocemos y agradecemos el camino recorrido de hombres y mujeres quienes nos precedieron haciendo misión proclamando y viviendo las buenas noticias de reconciliación y justicia para toda la creación. En nuestro hermoso continente el número de evangélicos sigue a la alza y las iglesias se siguen llenando, pero también la pobreza se extiende, la violencia cobra vidas, y la corrupción erosiona el tejido social. Por eso, nuestra comprensión de misión desde América Latina implica el compromiso con la transformación de estas realidades como resultado del crecimiento del Reino de Dios. Contamos la historia de un Mesías que, siendo Señor, se identifica con las víctimas de la explotación y el sufrimiento ante los abusos de poder tan presentes en nuestro continente. Creemos que esta historia tiene el poder para cambiar la nuestra. Así como la historia de la misión de Dios comienza con la creación, nuestra respuesta al llamado misionero surge de estar creados a su imagen y semejanza. En esta respuesta, afirmamos la centralidad del evangelio como la historia de Dios reconciliando a todo el mundo consigo mismo por medio de la vida, muerte y resurrección de Cristo. Esto enriquece nuestra comprensión de la gran comisión y del gran mandamiento expresados en nuestra responsabilidad ante el cuidado de la vida en todas sus formas, la valoración y el reconocimiento de nuestras culturas afro-indio-latinas y caribeñas, y el acompañamiento y la lucha en favor de las personas en condiciones de mayor vulnerabilidad en nuestras sociedades. Lo anterior enuncia concretamente la resurrección de Jesucristo, el triunfo de la vida en contextos de muerte, injusticia y maldad. Consideramos que la misión de Dios es integral y afecta todas las áreas de la vida. Creemos que las Buenas Noticias, el evangelio encarnado y proclamado por Jesucristo, se manifiestan en formas concretas de liberación, amor, justicia, y reconciliación para todas las naciones y para la creación. Por lo cual no podemos dejar de anunciar estas Buenas Noticias y de traer todo bajo el Señorío de Jesucristo. En una sociedad latina en que las relaciones familiares y comunitarias son características vitales para el entretejido social, adoptar prácticas, liturgia y enfoques individualistas de la misión afecta el testimonio colectivo de la iglesia local ante el mundo. Confesamos que las manifestaciones del pecado en América Latina también están presentes en la Iglesia, pero, tú, Señor, nos llamas a cultivar relaciones auténticas y a actuar como tu cuerpo, valorando el llamado de cada persona; por lo tanto, líbranos de reducir tu evangelio a un escape del mundo. Líbranos de edificar torres de rebelión y seguir modelos de liderazgo que se imponen y se sirven a sí mismos. Líbranos de querer triunfar sobre el prójimo y socavar la unidad de tu Espíritu.


2 Líbranos de una proclamación y práctica excluyente y uniforme que no atesora la diversidad presente en nuestra tierra. Líbranos de eludir la cruz a costa de ignorar el sufrimiento de otros. Refrendamos nuestro amor a Dios cuando reconocemos la belleza de la creación y nos comprometemos con su cuidado. Asimismo, cuando combatimos la indiferencia contra el pecado estructural que permea todas las esferas de la sociedad y cuando nos interesarnos por la persona en su totalidad. Sostenemos que la unidad en amor es la marca y evidencia de los seguidores de Jesús, por lo tanto, asumimos el ministerio de la reconciliación no solo como una tarea sino también como un misterio promocionado por el accionar del Espíritu en nuestras comunidades de fe. En consecuencia y en reconocimiento de la esperanza cristiana nos unimos a la oración por la consumación del Reino de Dios pidiendo: Que nos reconciliemos eliminando todas las formas de dominación y discriminación existentes y reflejadas en relaciones de poder contrarias al modelo de Jesús. En unidad decimos, ¡ven Señor Jesús! Que prime el amor y el respeto entre las diversas iglesias, sin que el denominacionalismo impida la unión de esfuerzos para la transformación. En unidad decimos, ¡ven Señor Jesús! Que en medio de la convulsión política de nuestros países fomentemos espacios de escucha y diálogo reconociendo la pluralidad de ideas y sentires. En unidad decimos, ¡ven Señor Jesús! Que construyamos puentes de amor hacia la sociedad y destruyamos los muros que nos dividen. En unidad decimos, ¡ven Señor Jesús! Que pidamos perdón a quienes hemos lastimado, excluyéndoles o discriminándoles por causa de credo, edad, sexo, etnia/raza y clase social. En unidad decimos, ¡ven Señor Jesús! Que la iglesia en nuestro continente manifieste la diversidad de las culturas originarias, valorando el colorido y riqueza del pueblo de Dios. En unidad decimos, ¡ven Señor Jesús, guíanos Santo Espíritu en tu reino de vida!


3

Português Um convite ao díalogo e ao compromisso missionário a partir da América Latina e Caribe Em nossa história como evangélicos latino americanos, Lausanne 1974 representou um marco na compreensão da missão global a partir da América Latina (Abya Yala). Queremos seguir escrevendo esta história de reflexão e transformação na busca do Reino de Deus. Reconhecemos e agradecemos o camino percorrido de homens e mulheres que nos precederam fazendo missão, proclamando e vivendo as boas noticias de reconciliação e justiça para toda a criação. Em nosso bonito continente o número de evangélicos continua aumentando e as igrejas enchendo, e também a pobreza cresce, a violência cobra vidas e a corrupção destrói o entorno social. Por isso, nossa compreensão de missão a partir da américa latina implica no compromisso com a transformação destas realidades como resultado do crescimento do Reino de Deus. Contamos a história de um Messias, que sendo Senhor, identifica-se com as vítimas da exploração e o sofrimento diante dos abusos de poder tão presentes em nosso continente. Cremos que sua história tem o poder de mudar a nossa. Assim como a história da Missão de Deus começa na criação, nossa resposta ao chamado missionário surge de sermos criados à sua imagem e semelhança. Nesta resposta, afirmamos a centralidade do Evangelho como a história de Deus reconciliando a todo o mundo consigo mesmo por meio da vida, morte e ressurreição de Cristo. Isso enriquece nossa compreensão da grande comissão e do grande mandamento expressos na nossa responsabilidade com o cuidado da vida em todas as suas formas, a valorização e o reconhecimento de nossas culturas afro/indígena/latina e caribenhas, e o acompanhamento da luta em favor das pessoas em condições de maior vulnerabilidade em nossas sociedades. O anterior enuncia concretamente a ressurreição de Jesus Cristo, o triunfo da vida em contextos de morte, injustiça e maldade. Consideramos que a Missão de Deus é integral e afeta todas as áreas da vida. Cremos que as Boas Notícias, o Evangelho encarnado e proclamado por Jesus Cristo, manifestam-se em formas concretas de libertação, amor, justiça e reconciliação para todas as nações e para a criação. No qual não podemos deixar de anunciar estas Boas Notícias e de trazer todas as coisas sob o senhorio de Jesus Cristo. Em uma sociedade latina em que as relações familiares e comunitárias são características vitais para um entrelaçar social, adotar práticas, liturgia e enfoques individualistas da missão afeta o testemunho coletivo da igreja local perante o mundo. Confessamos que as manifestações do pecado na américa latina também estão presentes na Igreja, mas, Tu, Senhor, nos chamas a cultivar relações autênticas e à atuar como o teu corpo, valorizando o chamado de cada pessoa; portanto, livra-nos de reduzir o teu evangelho a um escape do mundo. Livra-nos de edificar torres de rebelião e seguir modelos de liderança que se impõem e servem a si mesmos. Livra-nos de querer triunfar sobre o próximo e de minar a unidade do teu Espírito.


4 Livra-nos de uma proclamação e prática excludente e uniforme que não valoriza a diversidade presente em nossa terra. Livra-nos de evitar a cruz ao custo de ignorar o sofrimento dos outros. Refrendamos nuestro amor a Dios cuando reconocemos la belleza de la creación y nos Endossamos nosso amor a Deus quando reconhecemos a beleza da criação e nos comprometemos com o seu cuidado. Do mesmo modo, quando combatemos a indiferença contra o pecado estrutural que permeia todas as esferas da sociedade e quando nos interessamos pela pessoa em sua totalidade. Confirmamos que a unidade em amor é a marca e evidência dos seguidores de Jesus, portanto, assumimos o ministério da reconciliação não apenas, como uma tarefa, mas também como um mistério promovido pelo agir do Espírito em nossas comunidades fé. Em consequência e em reconhecimento da esperança cristã nos unimos a oração pela consumação do Reino de Deus pedindo: Que nos reconciliemos eliminado todas as formas de dominação e discriminação existentes e refletidas nas relações de poder contrárias ao modelo de Jesus. Em unidade dizemos: Vem, Senhor Jesus! Primordialmente o amor e o respeito entre as diversas igrejas, sem que o denominacionalismo impeça a união de esforços para a transformação. Em unidade dizemos: Vem, Senhor Jesus! Que no meio da convulsão política de nossos países fomentemos espaços de escuta e díalogo reconhecendo a pluralidade de ideias e sentimentos. Em unidade dizemos: Vem, Senhor Jesus! Que construamos pontes de amor para a sociedade e destruamos os muros que nos dividem. Em unidade dizemos: Vem, Senhor Jesus! Que peçamos perdão a quem temos ferido, excluindo-os ou discriminando-os por causa de credo, idade, sexo, etnia/raça e classe social. Em unidade dizemos: Vem, Senhor Jesus! Que a Igreja em nosso continente manifeste a diversidade das culturas originais, valorizando o colorido e riqueza do povo de Deus. En unidad decimos, ¡ven Señor Jesús, guíanos Santo Espíritu en tu reino de vida! Em unidade dizemos: Vem, Senhor Jesus, guia-nos Santo Espírito em teu reino de vida!


5

English An Invitation to a dialogue and missionary commitment from Latin America and the Caribbean In our story as evangelicals of Latin America, Lausanne 1974 represents a landmark in the understanding of global mission from the Latin American context. We want to continue writing this story of reflection and transformation in seeking God’s kingdom. We acknowledge and are grateful for those men and women who have walked before us doing mission by proclaiming and living the good news of reconciliation and justice for all of creation. In our beautiful continent the number of evangelicals keeps rising, and people keep flocking to church, while at the same time, poverty continues to spread, violence claims more and more lives, and corruption erodes the social fabric. As a result, our understanding of God’s mission from the Latin American context means the growth of the kingdom requires the commitment to the transformation of these realities. We tell the story of a Messiah, who being Lord, identifies himself with the victims of exploitations and the suffering caused by the abuse of power prevalent in our continent. We believe this story has the power to change our history. In the same way the story of God’s mission begins with creation, our response to the missionary calling emerges out of being created in His image and likeness. In this response we affirm the centrality of the gospel as the story of God reconciling the world to himself through the life, death and resurrection of Jesus Christ. This enriches our understanding of the great commission and the great commandment expressed in our responsibility towards the care of life in all its forms, the valuing of our African-Indigenous-Latin and Caribbean cultures and the commitment to walk with and fight on behalf of the most vulnerable in our societies. This specifically affirms the resurrection of Jesus Christ, the triumph of life in contexts of death, injustice and evil. We believe that God's mission is holistic and affects all areas of life. We believe that the Good News, the incarnated Gospel proclaimed by Jesus Christ, manifest itself in concrete forms of liberation, love, justice, and reconciliation for all nations and creation. Therefore we cannot fail to proclaim this Good News and to bring everything under the Lordship of Jesus Christ. In a Latin American society in which community and familial relationships are vital to its social fabric, to adopt praxis, liturgy and individualistic approaches of mission affects the collective witness of the local church to the world. We confess that the expressions of sin in Latin America are also present within the church, but you Lord, invite us to cultivate authentic relationships and to act as your body valuing each person. Therefore, deliver us from reducing the gospel to a formula to escape from the world. Deliver us from erecting towers of rebellion and to follow models of leadership that are self-imposing and self-serving. Deliver us from our desire to triumph over others and undermine the unity of your Spirit.


6 Deliver us from a uniform and exclusive proclamation and praxis of the Good News which undermines the existent diversity in our land. We affirm our love for God when we acknowledge the beauty of creation and commit ourselves to its care. In the same way, when we fight against the indifference against structural sin which permeates all social spheres and when we show interest and care in the whole person. We affirm that unity in love is the mark and evidence of the followers of Jesus, therefore, we take on the ministry of reconciliation not only as a job but as a mystery promoted by the actions of the Spirit in our communities of faith. Consequently and in recognition of the Christian hope we join the prayer for the consummation of the Kingdom of God asking that: We reconcile to one another, eliminating all existing forms of domination and discrimination evident in relationships of power contrary to the model of Jesus. In unity we say, “Come Lord Jesus!” May love and respect abide among the various churches, without letting denominational affiliation prevent us from joining efforts for transformation. In unity we say, “Come Lord Jesus!” That amid the political upheaval of our countries, may we promote spaces for listening and dialogue recognizing the plurality of ideas and feelings. In unity we say, “Come Lord Jesus!” May we build bridges of love towards society and destroy walls that separate us. In unity we say, “Come Lord Jesus!” May we ask for forgiveness to those we have wronged, by excluding or discriminating them because of their beliefs, age, gender, ethnic/race and social class. In unity we say, “Come Lord Jesus!” May the la iglesia en nuestro continente manifieste la diversidad de las culturas originarias, valorando el colorido y riqueza del pueblo de Dios. May the church in our continent reflect the diversity of originating cultures, valuing the colorfulness and richness of the people of God. In unity we say, “Come Lord Jesus!”, guide us Holy Spirit in your kingdom of life!



8 Firmas de participantes del Encuentro de Jóvenes Líderes que respaldan el contenido del documento elaborado en Yakarta, Indonesia: “Invitación al diálogo y al compromiso misionero desde América Latina y El Caribe”.


Fotografía tomada el 8 de agosto de 2016, después de nuestra primera reunión conjunta con la región de Brasil. En esta reunión trabajamos por equipos y a partir de los diálogos y refexiones en torno al primer borrador del documento se realizaron importantes y pertinentes contribuciones. No todas las personas que participaron en esta hermosa y relevante iniciativa están en la fotografía.


Comisión de redacción: Alejandra Ortiz Jocabed Solano Priscila Barredo David Nacho Guillermo Flores Traducción: Danely Ureña Wellington Barbosa Diseño y diagramación: Priscila Barredo Con insumos gráficos de: www.freepik.com

Publicado: 29 de octubre de 2016. San José, Costa Rica


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.