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Chelsy Lerma
Una mujer que brilla con luz propia
Chelsy, la señora chihuahuense que se convirtió en tendencia.
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Madre de Geo y Brisa, esposa, altruista, empresaria y ahora influencer, Isela Rodríguez de Lerma, mejor conocida como Chelsy, está decidida a seguir alcanzando lo que se propone.
Con una gran cantidad de historias por contar, Chelsy comparte algunos de los puntos clave en su vida que la guiaron hacia su nueva faceta en redes sociales.
La autenticidad, la chispa y la picardía con la que comparte sus experiencias con los Chelsylovers en Instagram es lo que posicionó a esta mujer como una de las influencers más sobresalientes de la región.
El llamado lasallista
Durante el paso de sus hijas por el Instituto La Salle de Chihuahua, Chelsy laboró con la comunidad y fue elegida presidenta del Comité de Damas, tras ser propuesta por el hermano lasallista Elio Infante -director general del Instituto de 1994 al 2001-.
"Entré con la mentalidad de dar y fue más lo que recibí, aprendí a trabajar y de ahí obtuve
las tablas para iniciar un negocio”, comentó.
En su presidencia se gestó el Centro Comunitario San Miguel Febres Cordero, destinado para evangelizar y preparar académicamente a habitantes del norte de la ciudad gratuitamente, el cual sigue vigente.
De 2001 al 2003 trabajó con el comité en pro de la sociedad y asevera que recibió muchas enseñanzas, así como las bases para iniciar un proyecto empresarial.
Vistiendo a las novias chihuahuenses
Georgina, su hija y mánager, tenía el sueño de tener el mejor aparador de vestidos de novia en Chihuahua, con Chelsy esto se convirtió en un plan y con ayuda de su esposo nació Casa Blanca en 2007.
La tienda destacó por la calidad y variedad de productos, además contó con relaciones internacionales, entre ellas Pronovias. Sin embargo, en el 2020, ante la pandemia, tomaron la estrategia de cerrar.
“Nos llenó de experiencias únicas, tuvimos la fortuna de viajar por el mundo para traer lo mejor de la moda a Chihuahua y de conocer a personalidades que marcan tendencias”, explica Chelsy.
Entre las satisfacciones más grandes que dejó la experiencia empresarial activa por más de una década está el ver crecer a las clientas: graduarlas, vestirlas de novia y conocer a sus hijos.
Curiosa necesidad
En 2019, en Casa Blanca necesitaban modelos para ropa de damas mayores, como las influencers no encajaban por su edad, Chelsy despertó un día con la solución: ser influencer.
En la tarde subió a Instagram contenido que rompió redes y paradigmas establecidos; a la mañana siguiente ya tenía más de mil seguidores y un día después recibió sus primeras ofertas para promocionar marcas locales.
“Subí mi primera historia presentándome como señora influencer, lo cual le gustó a los
ahora Chelsylovers”, contó con alegría.
Asegura que fue una idea loca, mas se encuentra contenta de ser tan querida y reconocida. Su faceta como influencer ha sido muy satisfactoria y terapéutica, ya que, ante el confinamiento por la pandemia, se ha mantenido ocupada ofreciendo contenido para su público.
Además, su vocación de ayudar no duerme, con la pandemia solicitó que la apoyaran con insumos y armó despensas para evitar contagios, luego las entregó al personal de recolección de basura.
Chelsy es un ejemplo para todas las generaciones, enseña que no existen límites para empezar algo nuevo, todo se puede probar, sólo se debe tener decisión, respeto y ganas de aportar a la comunidad.
En su cuenta de Instagram @chelsyla comparte su día a día, da tips de vida, recetas, consejos… pero más que nada momentos alegres.