Antesala

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Familia, Educación y Sociedad

DIVORCIO

Año XIV Nº 6 - Septiembre 2010


Editorial

ANTESALA Familia, Educación y Sociedad

El valor de conocerse

Índice: Pág 3. La disciplina escolar vista desde la Dirección Pág. 4 El estrés en los niños Pág. 5 Liderazgo desde la paternidad y la docencia

Por Edistio Cámere

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iguelito pregunta: “Decime, Mafalda, ¿Antes de nacer nosotros, existía realmente el mundo?”. “¡Mirá que sos tonto, Miguelito! ¡Claro que existía!”. Luego de pensar un momento, Miguelito repregunta: “¿Y para qué?”.

Pág. 6 Rompimiento del matrimonio, mas no de la familia

Dejando el lado egocéntrico de la intervención de Miguelito, el ser humano tiene que hacerse cargo de la realidad que le circunda. Gracias a su inteligencia es capaz de conocer y comprender el mundo que le rodea.

Pág. 8 La libertad religiosa del menor

Al conocer, nombra las cosas a través del lenguaje, las humaniza dándoles un sentido personal que, hasta ese entonces, no lo tenía.

Pág. 9 Quiero ser un Open mind

El niño, con respecto al mundo, es un descubridor y un conquistador. Sin duda, las cosas existían, estaban… mas al entrar en contacto, aquellas -en cierto modopierden su condición de universales: se hacen parte, se dejan apropiar, y sólo en este sentido se establece una relación que opera de ida y vuelta.

Pág. 10 Amor sin barreras Pág. 11 Cine y Literatura Pág. 12 Eso que llamamos… amistad

Es decir, las cosas que rodean al sujeto le modifican de alguna manera y, al hacerse cargo, su propio ser se enriquece. Por eso se puede afirmar que una forma pacífica de dominio es el conocer, “que es un cierto hacerse 'con' lo conocido”. El acto de conocer -la relación entre quien conoce y lo conocido- es inédito, es novedad y es estreno que no sería posible si el hombre no fuera racional ni originario. La vida de un hombre o una mujer no comienza de cero, de alguna forma se 'monta' sobre la herencia constituida por la vida vivida por sus congéneres que le han precedido en la tarea de vivir.

ProFamilia

El patrimonio cultural y la lengua, expresión del vínculo social con otros hombres, se reciben y se transmiten

directa, dosificada y exclusivamente por la propia familia. “A través de la educación familiar participáis en una cultura concreta, participáis en la historia de vuestro pueblo o nación. El vínculo familiar significa la pertenencia común a una comunidad más amplia que la familia, y a la vez otra base de identidad de la persona (…) El concepto de “patria” se desarrolla mediante una inmediata contigüidad con el concepto de “familia” y, en cierto sentido, se desarrolla el uno dentro del ámbito del otro” [Juan Pablo II, Carta Apostólica a los Jóvenes, 1985]. La familia, como institución, juega un papel preponderante en la memoria e identidad de las personas y, por tanto, de los pueblos. La historia, compuesta por las gestas biográficas de los antepasados, las costumbres, las tradiciones y creencias se atesoran de generación en generación y desde ese mismo modo se van trasmitiendo. El hombre supera el paso del tiempo al retenerlo a través de la memoria. El tiempo lo vive sucesivamente pero lo recuerda de modo simultáneo. La memoria familiar soporta el presente del hijo en su camino hacia el futuro, no sólo porque lo entronca con la cultura sino porque en ella fundamenta y descubre su identidad. Las raíces, la memoria, la cultura… transmitida por la familia, activan el conocimiento del entorno, definen la personalidad y forma 'hijos' de la patria. La familia no es solamente 'una relación' entre dos personas que deciden formarla, ellas crean una institución que los trasciende -tiene una dinámica propia- y se integra dentro del gran plexo social, cultural e histórico que es un pueblo o una nación.

http://entreeducadores.wordpress.com

Director General: Edistio Cámere Edición y Redacción General: Tatiana Coello Pohl Diagramación: Adler Villafranca Colaboraron en esta edición: Tulio Guevara Poma, Luis Cortez, Rolando Liendo, Akemi Watanabe y Renzo Chávez. Revista producida por PROFORHUM-PROFAMILIA Dirigir toda la correspondencia y solicitar suscripciones a: Av. Manuel Olguín 961, Monterrico, Surco. Lima-Perú Telefax: 437-3099 Email: antesala@proforhum.org.pe Web:http://www.proforhum.org.pe Se prohíbe la reproducción total o parcial del contenido de ANTESALA si no se cuenta con el permiso expreso del editor.

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Educación

La disciplina escolar vista desde la Dirección En el tiempo que tengo, poco más de dos décadas de labor docente y cuatro años al frente de la Dirección General del Colegio San Antonio Marianistas, deseo compartir algunas reflexiones sobre la disciplina escolar y el rol que deben desempeñar los directores y responsables de la gestión de instituciones educativas.

Por Tulio Guevara Poma

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omenzaré por citar algunas definiciones que, según el tiempo y contexto, se han formulado sobre la disciplina:

w “Su forma arcaica era 'discipulina', que significa el esfuerzo que hace el discipulus para aprender.”

w “La

capacidad de actuar de manera ordenada y perseverante para conseguir un bien.”

w “Conjunto

de reglas para mantener el orden y la subordinación entre los miembros de un grupo.”

w “Es enseñar -no implementar, ni castigar- para así eliminar la mala conducta. La meta debe de ser el autocontrol del niño.”

w ”Hay varias formas de disciplina, pero por lo general es un comportamiento humano, el cual es como una cierta libertad que se rige a algunas leyes o reglas en determinada forma.” Desde la escuela, hasta no hace mucho tiempo, hablar de disciplina significaba referirse a obediencia y orden. Se la relacionaba con hábitos y actitudes que reflejaban la aceptación de normas establecidas, cuyo incumplimiento ameritaba una sanción. Con el tiempo y el devenir de nuevas posturas sicológicas y pedagógicas se suscitaron una serie de cuestionamientos por su carácter autoritario y la arbitrariedad que daba lugar. La caída de los viejos modelos disciplinarios provocó una crisis aún no resuelta que se agudiza cada vez más e interpela a las instituciones educativas para buscar alternativas de convivencia armónica, indispensables para el desarrollo de aprendizajes de los alumnos y alumnas. Para comprender y formular alternativas novedosas de

convivencia escolar es importante concebir a la disciplina como un valor en sí, que tiene su génesis en la familia mediante la promoción de hábitos, costumbres y las buenas prácticas del hogar. Otra mirada importante es la organización del ámbito escolar en lo que respecta a las normas de convivencia o al reglamento interno, los cuales deben ser coherentes con la misión y visión del proyecto educativo, y además respetar las normas legales vigentes. Un análisis no menos importante es el contexto socio ambiental que rodea al educando. Y es que muchos de los códigos o mensajes propalados por los medios de información influyen en los sanos hábitos y costumbres de nuestros alumnos indisciplinándolos, hasta el punto que llegan a romper sus propias normas de convivencia. Revertir entonces los casos de indisciplina en el ámbito escolar, conlleva a establecer lineamientos de política educativa claras, concretas y operativas que cada una de las estructuras de la organización escolar deberá concretarla a través de la reformulación de los planes tutoriales, plan de formación y consejería familiar, establecimiento consensuado de normas de convivencia dentro y fuera del aula, circuito de atención a casos de indisciplina, entre otros. Es importante revisar nuestras prácticas y códigos disciplinarios, acompañar a los responsables de normas o disciplina escolar, a tutores y maestros en general en la promoción de hábitos, virtudes y valores. Finalmente, dejo a consideración lo que el profesor Mariano Arnal expresó en una oportunidad: “Desde el momento en que la escuela ha sustituido la disciplina, por un sistema disciplinario cuyo objetivo no son ya las condiciones de aprendizaje, sino puro y simplemente las de convivencia en la escuela, es que hemos desnaturalizado seriamente las cosas”.

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Psicología Grandes problemas para los más pequeños En sus primeros años, los chicos a veces se muestran temerosos, lloran con facilidad, los vemos tristes, distraídos. Pueden bajar su rendimiento escolar, presentarse rebeldes, irascibles, o tal vez manifestar trastornos en su régimen de alimentación, de sueño, mojar la cama, sudar más que de costumbre o quejarse de dolores de cabeza o estómago. Los padres deberíamos estar preparados para poder identificar que cualquiera de estos puede ser un signo de estrés en nuestros pequeños.

El estrés en los niños L

a alteración de su equilibrio emocional y físico deviene, advierten los especialistas, de situaciones que el niño no puede controlar y que debe enfrentar en casa y en la escuela a diario. La excesiva competencia relacionada con los logros académicos y deportivos demanda del niño de hoy mucho esfuerzo y dedicación que al fin de cuentas son una fuente de estrés. El psiquiatra argentino y presidente de la Fundación para la Investigación del Déficit Atencional e Hiperquinesia de Argentina, Tito Antonio Rosan, afirma que los excesivos estímulos “sobre todo las tendencias centrífugas que acechan al núcleo familiar actual y también los excesivos estímulos relacionados al aprendizaje en las escuelas y colegios, constituyen factores de riesgo que pueden provocar estrés infantil”. “El estrés es una respuesta a cualquier situación o factor que crea un cambio emocional o físico negativo o ambos y lo pueden experimentar personas de todas las edades. En pequeñas cantidades, el estrés es bueno, ya que puede motivar y ayudar a la gente a ser más productiva; sin embargo, el exceso de estrés puede interferir con la vida, las actividades y la salud del individuo. El estrés puede afectar la forma como las personas piensan, actúan y sienten”, publica la página web de Medline Plus como parte del trabajo 'Stress and Health'. Según los especialistas responsables de este artículo, “el dolor, las lesiones y la enfermedad son las principales fuentes de estrés para los niños. Los tratamientos médicos son aún más estresantes. El hecho de reconocer la existencia de estrés en los padres (como el que se ve durante el divorcio o las crisis financieras) puede ser muy estresante para un niño, al igual que la muerte o la pérdida de un ser querido”. Pero para poder definir qué es el estrés, el Dr. Eduardo Hernández, pediatra y terapeuta de la conducta infantil, recomienda abordar este tema desde tres perspectivas: el estrés como estímulo o acontecimiento, como la visita al dentista, la muerte de uno de los padres, los exámenes o el abuso; el estrés como respuesta adoptada por el organismo, donde cada ser reacciona de distinto modo a nivel perceptivo, motivacional,

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conductual, etc.; y el estrés como la interacción del organismo y su entorno, cuando se produce una desproporción o desequilibrio entre las demandas ambientales al niño y las respuestas del mismo. “Los factores de los que va a depender la reacción de estrés del niño incluyen: las características del estresor, las características del niño estresado y las características del entorno social en el que se halla el niño”, explica.

A tener en cuenta:

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Los padres y maestros pueden hacer mucho bien a los niños si es que trabajan el aspecto afectivo reforzando las demostraciones de cariño, motivándolos y abriendo espacios para la comunicación y el juego; promoviendo el ejercicio físico como medio de liberación de tensiones e implementando una dieta balanceada. Además, aconsejan los terapeutas, resulta muy positivo que les enseñemos a nuestros niños a reconocer los síntomas del estrés para que puedan pedir ayuda. Al identificar el estrés en un hijo, lo que debe hacerse es demostrarle que tiene todo el cariño y apoyo de sus padres, para luego acudir al especialista por ayuda. La Asociación Estadounidense de Psiquiatría demuestra que el estrés padecido en la infancia determina las enfermedades de adulto, predisponiendo a los niños a enfermedades de larga duración o a una muerte más temprana. También se ha confirmado que el estrés puede conllevar a enfermedades del corazón, mayor riesgo de inflamaciones y un aceleramiento del envejecimiento de las células. Los investigadores de la Universidad de Málaga han creado el 'Inventario Infantil de Estresores Cotidianos (IIEC)' cuyo objeto es evaluar los estresares cotidianos (referidos en 25 puntos) presentes en el medio donde el niño se desarrolla (escuela, amigos, familia, salud). La puntuación del inventario se obtiene mediante la suma de las respuestas afirmativas a los ítems y es indicativa del nivel de estrés cotidiano autopercibido, con un rango de 0 a 25 puntos.


Liderazgo Las personas que tenemos responsabilidades educativas, ya sea por nuestro rol de padres o por nuestra responsabilidad como docentes o facilitadores, tendemos a ser creativos y buscamos ejercer un liderazgo positivo para que los resultados que esperamos, y que nuestros hijos o alumnos se merecen, sean tales. Por Luis Cortez Giraldo*

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e hizo mucho sentido estudiar acerca de los estados emocionales durante mi formación como coach profesional. Durante ese tiempo fue muy iluminador distinguir el mundo fáctico (mundo de los hechos ya ocurridos) y el mundo de las posibilidades (mundo inmediato o que está por llegar), y entender que, dependiendo del estado emocional desde donde vivimos estas dos realidades, logramos ser o no la persona que queremos ser. Los especialistas nos enseñan que podemos vivir el mundo fáctico desde de dos estados emocionales: desde el resentimiento o desde la aceptación de los hechos ocurridos; que el mundo de las posibilidades podemos vivirlo desde la resignación o desde el entusiasmo. Y es desde donde nos encontremos emocionalmente en que haremos las cosas, y serán estas acciones las que determinarán los resultados que obtengamos. La pregunta que conviene hacernos es: ¿Desde dónde ejercemos nuestra labor de padres o educadores; es desde el resentimiento y la resignación o es desde la aceptación y el entusiasmo? En otras palabras, ¿educamos y nos relacionamos con nuestros hijos o alumnos con lo mejor de nuestro ser, o desde dónde lo hacemos? Cada vez que pienso en esto o me encuentro compartiéndolo con padres de familia o profesores en algunas de las reuniones o conferencias a las que me invitan, no hago otra cosa que mirarme al espejo y hacerme, en primera persona, las mismas preguntas que en el párrafo anterior les planteo. Y luego de mis reflexiones llego a la conclusión que la única manera de impactar positivamente en las personas que pretendemos formar es vivir desde la aceptación y el entusiasmo, estados de ánimo que me permiten hacer las cosas con paz e ilusión.

Cuando me detengo para hacerme estas preguntas me doy cuenta que algunas veces no estoy en la mejor posición (léase estado de ánimo) para darle a mis hijos y alumnos lo que por justicia se merecen, y es en ese momento que me digo a mí mismo: “Conéctate con lo mejor de ti para que hagas mejor tu labor”... “Conéctate con lo mejor de ti para que los inspires a dar lo mejor de sí mismos”... “Conéctate con lo mejor de ti para que estén orgullosos con lo mejor de sí mismos”.

Posición privilegiada Como padres o como educadores estamos en una posición privilegiada y a la vez de mucha responsabilidad, ya que el objeto de nuestro trabajo no es 'algo' sino 'alguien', no es una cosa sino el espíritu de aquellas personas que ponen su confianza en nosotros, y por lo tanto no podemos dar menos de lo que esperan. Por otro lado, siendo conscientes de que en ocasiones las condiciones que nos rodean y los recursos que tenemos disponibles condicionan los resultados que esperamos, debemos estar dispuestos a superar esos obstáculos y a disponernos a crear las mejores condiciones para el logro de nuestros objetivos. Y para ello es necesario recurrir a nuestra iniciativa y creatividad, y a la capacidad natural que tenemos los seres humanos de relacionarnos eficazmente y trabajar juntos en el logro de un objetivo en común.

Sepamos aprovechar las condiciones que nos brinda la institución educativa a la que pertenecemos. Me refiero, además de los recursos materiales que nos ofrece, al clima y cultura organizacional que los promotores y directivos han sabido delinear y que todos los miembros de la comunidad educativa sabemos sostener para la consecución de los objetivos que buscamos.

La comunidad educativa Cuánto ayuda en nuestra labor que la institución haya desarrollado sus “formas de hacer” basadas en los valores que ella misma desea transmitir a sus alumnos. Y qué importante resulta también que todos estemos involucrados con la labor educativa: promotores, directores, coordinadores, profesores, alumnos, padres de familia, personal administrativo y personal de servicio. Alimenta mucho nuestro entusiasmo el constatar que al interior de la institución la comunicación es efectiva, oportuna, transparente y horizontal; y que el estilo de dirección, más que sancionar los errores que haya que enmendar, observa, reconoce y celebra los aciertos de todos y permite también la participación de todos los miembros de la comunidad educativa, acogiendo los aportes de cada uno para la resolución de problemas y toma de decisiones. Y asimismo, nos alegra que el estilo de llevar las cosas facilite canalizar las iniciativas de todos los colaboradores, permitiendo que la propuesta educativa sea cada vez mejor y con resultados más próximos a los objetivos del ideario y de la línea axiológica; es decir, un estilo de dirección que permite poner de manifiesto el liderazgo de los docentes en el ejercicio de la labor educativa, entre otros aspectos. Es buena práctica detenerse y evaluar no solamente el proyecto curricular y el plan formativo, sino también los “modos de hacer” y los “modos de ser” de la institución para medir cuánto de su estilo de dirección impacta en los miembros de la comunidad educativa y contribuye al logro de los objetivos educativos, y cuánto aporta al buen clima organizacional y al sostenimiento de la cultura institucional. Termino este artículo haciendo referencia a Ramiro Marques (portugués) que habla de la importancia “de entender la escuela como una organización que enseña y aprende” y “ver la escuela como un espacio multidimensional, en que todo lo que ocurre tiene consecuencias en el proceso de desarrollo y de aprendizaje de los alumnos”. *Coach ontológico, asesor familiar y consultor en Formación y Desarrollo.

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Central

Rompimiento del matrimonio, mas no de la familia Si bien una pareja se casa pensando que la unión será para toda la vida, a veces surgen circunstancias que las llevan a divorciarse. Sin embargo, los hijos que nacieron de esta relación no tienen por qué pagar los platos rotos. Lo que queremos decir es que estos niños son hijos de ambos y por tanto tienen derecho a conservar a sus padres, juntos o no, como parte de sus vidas. Por Tatiana Coello

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ada pareja busca cómo justificar su separación y rompimiento. Señalan que dejaron de amarse, que nos son compatibles, que no se soportan, que uno le falló al otro, etc. Tengan razón o no en dar por terminada la lucha por sacar adelante su matrimonio, esta situación siempre se torna muy angustiante y agotadora y cuando hay hijos de por medio la cifra de víctimas aumenta. Muchas veces los hijos de padres que se divorcian buscan el motivo de tal desgarrador evento en su propio comportamiento, y es allí donde los problemas de la familia aumentan. Hablamos de familia porque a pesar de que los esposos hagan todo posible por romper el vínculo matrimonial, esta unión originó descendencia y con ella sobreviene un compromiso que ninguna sentencia de divorcio o acta de acuerdo de separación convencional pueden borrar.

maltrato psicológico, el engaño y la falta de moral, el uso de drogas, el alcoholismo, etc., pueden llevar a cualquiera a decidir divorciarse y ni siquiera en ese caso resultará una situación satisfactoria.

Antecedentes del divorcio “El divorcio es tan viejo como el matrimonio. Aunque yo creo que el matrimonio es un par de semanas más antiguo”, parafraseaba Voltaire. Se conoce que en tiempo de los babilonios, los hebreos, los aztecas, los griegos, etc., los varones -generalmente- podían repudiar a sus esposas o simplemente pedir la separación formal. En algunas culturas la existencia de un hijo era lo que convertía en imposible divorciarse. El antiguo cristianismo aceptó el divorcio hasta que el Concilio de Trento (1563) determinó la indisolubilidad del vínculo matrimonial a pesar que sí se aceptaba la separación de cuerpos.

El quiebre de la pareja Para enfocar mejor el momento más difícil para la pareja antes del divorcio, cito al presbítero y doctor Alejandro Cortez, quien -como resultado de su experiencia en terapia matrimonial- escribió un artículo titulado 'Antes de divorciarte' donde pone en evidencia que es terrible para un esposo o esposa “cuando le echan abajo las ilusiones que durante años los habían mantenido luchando por el motivo que le daba sentido a sus vidas”. Refiere que muchas separaciones derivan de crisis de pareja que”suelen coincidir, o ser el resultado, de crisis personales: crisis de identidad, de inmadurez, crisis profesionales, económicas, ante la falta de cariño, atención y comprensión. Crisis ante la falta de reconocimiento al descubrir la desilusión provocada por las elevadas expectativas de la pareja, y que no se pueden satisfacer, ya que no se es tan inteligente, bonita, educado, trabajador, cariñoso, tan solvente económicamente hablando, tan delgada… y es entonces cuando llegan a plantearse -según ellos- 'la ruptura total', es decir: el divorcio”. Asimismo, confiesa: “Cuando tengo que atender casos en los que la solución parece inevitable, suelo cuestionar: “Pero vamos a ver, ¿en este momento hay prisa para decidir sobre el divorcio?” y casi siempre la respuesta es: “¿Prisa? No, pero es que él, o ella, ya no quiere esperar más”. De acuerdo pero, insisto, ¿Hay prisa? Si la respuesta sigue siendo: “No”, entonces sugiero aplazar más la decisión acordándome de una sabia premisa que dice que las cosas importantes 'pueden' esperar, y las muy importantes 'deben' esperar”. Claro está que también existen casos en que no se trata de circunstancias tan fáciles de superar. La violencia familiar, el

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Precisamente fue la negativa de la Iglesia Católica y la conveniencia de Enrique VIII lo que llevó a este monarca a abrazar la reforma de Lutero, que sí admitía el divorcio, para poder romper con su esposa Catalina y casarse otra vez. En Europa, el primer país que reglamentó la disolución del vínculo matrimonial fue Francia a raíz de los cambios que trajo la Revolución Francesa; mientras que Italia (1970) y España (1981) habrían sido algunos de los últimos de los países europeos en aprobarlo definitivamente. En América Latina observamos que en muchos casos se aprobaron leyes que implantaban la figura del divorcio pero luego fueron derogadas debido a los profundos debates y matices de ideas que determinaban avances y contramarchas. En algunos casos se aprobaron normas que permitían divorciarse pero no volver a casarse. Algunos estudiosos del tema anotan que en los países de Centro América se logró legislar al respecto (en el siglo XIX) merced al debilitamiento que sufrió la Iglesia Católica por las persecuciones y a la influencia de las revoluciones liberales de ese tiempo. Costa Rica fue el primer país hispano en decretar una ley de divorcio en 1886 sin derogarla, mas no se trataba del divorcio pleno (conseguido recién en 1976 mediante una enmienda), como sí lo dispuso por primera vez en Sudamérica la ley uruguaya en 1907. En el Perú, fue el gobierno del general Sánchez Cerro el que promulgó, un 8 de octubre de 1930, la ley que formalizó la figura del divorcio. Nuestro vecino del sur, Chile, fue el último país de nuestra región en normarlo (2004), sin embargo desde 1894 se contemplaba la separación.


Tras el divorcio ¿qué? Divorciados ante un juez, en una notaría o municipio (ley 29227), sea por mutuo acuerdo o por alguna de las más de diez causales que la ley peruana tipifica (adulterio, violencia física y psicológica, atentado contra la vida del esposo(a), injuria grave, abandono injustificado del hogar por más de dos años, conducta deshonrosa, uso de drogas, enfermedad grave de transmisión sexual, homosexualidad, imposibilidad de hacer vida en común o separación de hecho), cada uno de los ex esposos busca alejarse del otro y prepararse para una nueva vida. Sin embargo, las cosas no son así de simples puesto que si hay hijos, tanto el progenitor que ganó la custodia como el progenitor visitante tendrán que seguir viéndose y eso, a más de uno, le disgusta después de tanta discusión y jaloneo. Los niños, mientras tanto, como advierten Xabier Moñux y Maribel Elustondo, psicólogos y terapeutas de la Federación de Euskadi de Madres y Padres Separados, experimentan las consecuencias negativas de esta ruptura conyugal dependiendo de su edad. Es así que si el hijo tiene entre uno y tres años se mostrará más tímido y puede tener pesadillas nocturnas; los pequeños de 3 a 6 años pueden pensar que los padres se separan por su culpa, así que se tornan muy obedientes o muy rebeldes, la tristeza los embarga y quizás sufran alteraciones del sueño, de la alimentación y conductas regresivas. Los más grandecitos, entre 9 y 12 años, intentan reconciliar a sus progenitores o sienten rechazo por el causante de la separación. Los adolescentes experimentan fuertes conflictos entre el cariño a los padres y su malestar por el divorcio o el alejamiento de uno de los dos; frente a los hechos puede ser que maduren asumiendo un rol protector ante la madre y los hermanos, si los hay, o pueden convertirse en seres antisociales que prefieren desobedecer y experimentar conductas extremas (drogas, alcohol, etc.).

Consejos para los padres Es cierto que no es fácil para los ex esposos sacar adelante sus vidas luego del divorcio, tras tanto conflicto de emociones e intereses, pero es más difícil aún saber qué hacer para afectar lo menos posible a los hijos luego de la separación 'oficial'. En países como Estados Unidos donde, según informa el libro 'Step Parenting', de Jeannette Lofas, uno de cada dos matrimonios termina en divorcio, gran porcentaje de sus tribunales exigen que las partes asistan a programas que los ayuden a manejar sus emociones y a mejorar su relación para seguir adelante con la tarea de ser padres.

La terapeuta mexicana Martha Alicia Chávez, autora del libro 'Consejos para padres divorciados', manifiesta la importancia de prepararse para saber afrontar la situación y de que exista mayor información al alcance de estos padres que deben ser apoyados para evitar que busquen dañar a la pareja manipulando a los hijos, como sucede cuando piden a los hijos testificar en contra del otro. Con buena voluntad, conocimientos y mucho amor los padres divorciados pueden conseguir de sus hijos “personas honestas, productivas, felices, trabajadoras, sanas, con capacidad para atender, amar y llevar una familia y de comprometerse y tener un trabajo digno”, expresa. Entre los consejos claves para los padres, la mayoría de terapeutas coinciden en que deben evitar sobreproteger al hijo por pena, pues así no lo ayudan a terminar de crecer, abordar los comentarios sobre el otro progenitor haciendo hincapié en que como humanos tenemos virtudes y defectos, no saturar a los hijos cuando se trate de las salidas con mil y un actividades para dar un tiempo al diálogo y resolver los problemas de dinero entre padres sin inmiscuir a los hijos, pues los polariza. Los padres pueden mejorar la autoestima y seguridad del hijo reiterándole que la separación de sus padres no devino por su culpa sino que fue una decisión de ambos, fortalecer su sentido de pertenencia al recordarle que ambos padres lo aman y que hay otras personas que están pendientes de su felicidad, diciéndole que el hecho que no viva con ambos padres no significa que uno de ellos esté ausente de su vida, lo que le hará sentir que puede seguir confiando en ellos porque el amor que sienten por él no ha variado nada y que quieren demostrárselo estando pendientes de él. Es preciso compartir vivencias, brindándole sus consejos y ayuda cuando los necesite. También hay que tener en cuenta otros aspectos. Uno de ellos se refiere a las visitas del niño a casa del progenitor ausente. En primer término, no se le hará sentir culpable por querer estar más tiempo con cualquiera de los dos padres; cumplirán los compromisos y ambos deberán estar atentos a los comentarios del niño sobre vivir en dos casas. Habrá que resaltar los aspectos positivos de esta nueva forma de compartir su tiempo con sus padres. El otro será demostrarle que el matrimonio no tiene por qué terminar en divorcio (existen estudios que afirman que los hijos de divorciados evaden el matrimonio) y que los errores que sus padres cometieron pueden servirle a él o ella para que en un futuro labre un matrimonio fuerte y duradero.

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Derecho

Se presentó el mes pasado en el Congreso de la República de nuestro país un interesante libro titulado “El Derecho Constitucional de Libertad Religiosa del Menor: Familia, Escuela y Tratamientos Médicos”, que enfoca el tema de la libertad religiosa del menor desde la perspectiva de la normativa peruana.

El doctor Ferrer, la congresista Fabiola Morales y el doctor Óscar Díaz

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e trata de la obra del reconocido constitucionalista Dr. Óscar Díaz Muñoz, quien desarrolló esta investigación como argumento de la tesis que presentó ante la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza (España), en noviembre del año 2008, para conseguir el grado de doctorado, trabajo que mereció la máxima calificación: Sobresaliente cum laude de parte del Tribunal de Tesis Doctoral de esa casa de estudios. Participó del evento la congresista Fabiola Morales y el Dr. Javier Ferrer Ortiz, catedrático de Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado en la Universidad de Navarra, quien está profundamente relacionado con este trabajo no solo porque es el responsable de prologarlo, sino porque fue escogido por el autor para que dirigiera su investigación. Para el doctor Ferrer el libro aborda un tema muy importante porque, como señala en el prólogo del mismo: “Conviene recordar que la libertad religiosa es en cierto modo la primera de las libertades (praesul libertatis, en expresión de Jemolo) o, como más recientemente se ha hecho notar, el derecho con el que todos los demás se relacionan, siendo como un test de la observancia de los demás derechos fundamentales (Juan Pablo II). Y si a esto añadimos la relativa novedad que supone reconocer este derecho a los menores (art. 14 de la Convención sobre los Derechos del Niño), junto a la necesidad de estudiar sus consecuencias, se comprende la actualidad y relevancia de un estudio como el que ahora se publica”. Sobre la publicación resalta dos hechos importantes: el acierto del autor al analizar el tema desde una perspectiva interdisciplinaria, que le ha permitido “sin renunciar a su condición de constitucionalista, abrir su estudio a otras disciplinas, como el Derecho Eclesiástico del Estado (para profundizar en el derecho de libertad religiosa y sus límites) y el Derecho Civil (para analizar la capacidad de obrar del menor, ejercicio de la patria potestad, etc.)”. Asimismo, la forma en que “ha sabido integrar la legislación y la jurisprudencia, con el estudio doctrinal, y cómo ha combinado el planteamiento dogmático con el análisis y la solución de los principales conflictos prácticos”. El autor, resalta Ferrer, no se conforma con un tratamiento descriptivo del asunto, sino que formula propuestas concretas. “Por eso no se conforma con afirmar que el menor maduro podrá ejercer por sí mismo su derecho de libertad religiosa, sino que va más allá y se plantea si es posible determinar una edad a partir de la cual pueda presumirse que el menor goza de la madurez necesaria para ejercer ese derecho. A este propósito, parte de que la salida progresiva de la menor edad y la entrada en la edad

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adulta es una realidad advertida y reconocida por el Derecho; de tal manera que el menor puede ejercer por sí mismo determinados derechos a partir de determinada edad (por ejemplo, contraer matrimonio con dispensa, ser emancipado, etc.)”. El Dr. Ferrer culmina su comentario sintetizando los dos grandes grupos de conclusiones a las que llega el Dr. Díaz. Por un lado están las relacionadas con el ámbito de la familia y la escuela, “donde debería reconocerse al menor no emancipado el ejercicio de su derecho de libertad religiosa a partir de los catorce años, con presunción iuris tantum de capacidad natural, que en dicho ejercicio el menor contaría con la guía de sus padres, que en caso de conflicto entre el menor y sus padres, el juez deberá resolver en función del grado de madurez del menor; y que en el ámbito escolar, a partir de los catorce años el menor podrá decidir si recibe o no enseñanza religiosa, formular objeción de conciencia a determinadas materias contrarias a su religión, ser dispensado de asistir a clase o de realizar exámenes en sus días de descanso religioso y recibir alimentación conforme a sus observancias religiosas y portar signos distintivos de su religión (como el velo islámico) si lo desea”. Y por el otro lado, las que corresponden al ámbito sanitario, donde debido a que la libertad religiosa puede colisionar con el derecho a la vida y/o a la integridad, el autor con cautela eleva a los dieciséis años la presunción iuris tantum, mas reconoce esa capacidad a los menores emancipados, por debajo de esa edad. Concluye entonces que el menor emancipado o de dieciséis años deberá otorgar su consentimiento para ser sometido a una intervención o tratamiento médico en casos no urgentes y se reconocerá en estas situaciones la objeción de conciencia sanitaria por razones religiosas; que en el caso de actuaciones de grave riesgo para el menor de dieciséis años o el emancipado (una transfusión de sangre, por ejemplo) los padres deberán ser informados y su opinión será tomada en cuenta en estos términos: Si coincide con la decisión del menor, los médicos procederán; mas si el menor no consiente y sus padres sí, los médicos deberán acudir al juez, lo mismo cuando paciente y padres rechacen el tratamiento. Por último, en caso de urgencia para la vida y/o integridad del menor los galenos podrán intervenir clínicamente sin necesidad de su consentimiento. Cabe señalar que el autor de la publicación, Dr. Óscar Díaz Muñoz, es profesor de Derecho Constitucional y de Derechos Humanos en la Pontificia Universidad Católica del Perú, en la Academia de la Magistratura y en la Universidad de San Martín de Porres.


Formación

¡Quiero ser un 'open mind'! Dícese que ser un 'open mind' es aquel que tiene la mentalidad abierta para experimentar nuevas cosas. Es un término muy asociado al tema sexual, frecuentemente adoptado para sustentar un supuesto ejercicio de la libertad. Por Rolando Liendo

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l “sexo casual” pertenece a esta corriente de 'open mind'; es decir, una pareja se acaba de conocer y le provoca tener relaciones sexuales, sabiendo que al día siguiente podrían o no saludarse o reconocerse, dado que no existe ningún vínculo ni compromiso entre las partes. La aceptación sin reparos de la promiscuidad y la creación de los antivalores, también son la bandera de aquellos que mantienen esta forma de ser y pensar. Durante mucho tiempo se pensó que estas corrientes eran típicas de países europeos escandinavos y en algunos casos de corte americano. Latinoamérica, por sus profundas raíces católicas y tradición en la formación familiar, parecía estar exenta de esta realidad. Sin embargo, la globalización y la adopción de modelos externos que nos llegan a través de la TV y el Internet, permite que hoy, en el caso peruano, se aprecien expresiones de esta corriente. Por ejemplo, cuando periodistas radiales defienden a una funcionaria pública, porque consideran que no es pecado ser la enamorada de un hombre casado, y exhortan a los radioescuchas a ser 'open mind' y aceptar esta situación como normal porque, a su criterio, estamos en el siglo XXI. Con sorpresa contemplamos la trasgresión de los valores básicos, que nos dicen que un hombre casado es un hombre que tiene un compromiso previo. En consecuencia, no puede tener otro compromiso; ergo, ningún hombre casado puede ser enamorado de nadie. Se lee en los periódicos que una mujer, quien es protagonista de uno de los realities de moda en la televisión peruana, ha terminado su relación de siete años con otra mujer y que ahora está de p a r e j a c o n u n h o m b r e ; e s d e c i r, l a homosexualidad enarbolada por esta corriente en

la década de los 80s y 90s ahora muta al desafío de la bisexualidad. Ser bisexual ahora es 'cool' (moda, lindo, agradable) para los 'open mind'. Otra muestra de la involución humana.

Ciertamente, consideramos que todas las personas deberían ser de mente abierta; pero no se puede ser 'open mind' para un tema de valores. La línea es clara entre lo bueno y lo malo para la persona. Hay que ser abiertos, pero para desarrollar ciencia y tecnología en el Perú, un país donde solo se invierte el 0,04% del PBI, cuando todos los países desarrollados invierten entre 2 y 4%; hay que ser 'open mind' para producir servicios y productos nuevos, innovadores, de calidad y dejar de ser un país primario exportador. Hay que ser 'open mind' para elevar el nivel de comprensión de lectura de los niños peruanos, ubicados penúltimos en ranking mundial. Hay que ser 'open mind' para combatir la mortalidad infantil en el Perú, donde casi 12 niños de cada 100 mueren antes de cumplir un año. Hay que ser 'open mind' para generar mayor empleo de calidad para todos nuestros compatriotas. Para eso hay que ser un 'open mind', para temas que enaltezcan a la persona, para temas que nos hagan crecer como tales; no para temas de degradación personal. Si todas las personas fuesen 'open mind', tendrían la mentalidad abierta para evaluar nuevos modelos, nuevas formas, nuevos estilos, para experimentar nuevos enfoques y, con ello, la mayoría de los problemas estructurales del país serían resueltos. Además, porque la innovación y la creatividad están basadas en la generación de nuevas ideas: nuevas ideas positivas producen más ideas positivas; es un círculo virtuoso. Si es para esto... pues quiero ser un 'open mind'.

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Personajes

Amor sin barreras Con una sonrisa en los labios me despiden William y su mami, Hilda Cutida Cuchuyrumi, de tan solo 26 años, al terminar la entrevista que le hiciera a nombre de Antesala para enterarme de su caso, aprovechando su estadía en Lima. La cita me sirvió para conocer el por qué una joven madre cuzqueña, trabajadora y de gran fortaleza espiritual, ha iniciado un largo camino desde su tierra natal para buscar ayuda para su pequeño. Sucede que su niño sufre de una enfermedad llamada de Von Gierke, que se traduce en una insuficiencia hepática y requiere de un tratamiento especializado y de un transplante de hígado. Por Tatiana Coello

L

os problemas de salud de William han mermado su calidad de vida y están limitando su crecimiento. Las fiebres intermitentes, las mialgias, los vómitos y diarreas que sufre, además del evidente crecimiento de su abdomen a causa del agrandamiento de su hígado, van acompañados de episodios convulsivos que tienen a Hilda con el corazón en la boca. Por eso, debido a que su escasez de recursos económicos, no le permite ayudarlo del modo que quisiera como madre y no ha cesado de tocar todas las puertas que encuentra para ayudar a su hijo a superar esta terrible situación. A pesar de no contar con mayores estudios que haber culminado el 4to de Secundaria, Hilda hace uso de todas las herramientas que le ha dado la vida y que comenzó a recibir de la mano de sus padres en su natal pueblo de Ocongate (Quispicanchi-Cusco) y de sus siete hermanos en medio del trabajo del campo. Tres fueron las principales lecciones que logró aprender: el amor, la constancia y la esperanza. Por eso, desde que le detectaron a su hijo este problema, no ha cesado de luchar para conseguir ayuda y salvarle la vida. William e Hilda, cargando con su drama y ante la ausencia del padre del niño, se trasladaron del Hospital Nacional del Cusco, donde hicieron el diagnóstico, hasta Arequipa, en donde, a la par de trabajar, ella encontró personas solidarias en el Club de Leones de esa ciudad, el Hospital Honorio Delgado y medios de comunicación como Radio La Exitosa y un canal de televisión local, que le ayudaron a trasladar a su hijo hasta el Hospital del Niño, en Lima. Esta abnegada madre pensó que sería intervenido quirúrgicamente, mas los doctores le dijeron que estaba muy pequeño y que se podía ayudar pero a “casos peores”. De vuelta en Arequipa, Hilda volvió a trabajar para poder afrontar el fuerte gasto que le significaba la dieta balanceada que su niño debía recibir. Este año recibió nuevas demostraciones de solidaridad y consiguió una beca de estudios para William, gracias al apoyo de la directora de la institución privada Carlos Baca Flor. Pero eso no es todo, la educadora también animó a Hilda a iniciar una campaña de recolección de donaciones a favor de la salud del niño y a crear una cuenta de ahorros que recibe el aporte voluntario de los padres de familia de ese centro que conocen esta realidad. Otra de las iniciativas fue difundir los alcances de este caso humano a través de volantes que llegaron a más personas que querían colaborar, como el caso de sacerdotes de la zona que sensibilizaron a sus parroquianos, del gerente y los trabajadores de los Laboratorios Portugal, del diario Correo, el Diario Noticias, la Clínica San Juan de Dios y el Hospital Honorio Delgado de Arequipa, del comité de damas del Ala Aérea Nº3 de Arequipa y otras señoras -a las que conoce hoy como 'tías'- que al conocer

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La fuerza del amor de una madre y la esperanza de un niño de su caso se han entregado a darles ayuda y demostrarles su cariño. Todos ellos colaboraron de una y otra manera para hacer realidad que William vuelva a Lima para que lo examinen y puedan encontrar una respuesta a sus ganas de vivir. Aquí, en la capital, tuvo la oportunidad de ser revisado en el Hospital del Niño, en el Hospital de la Solidaridad y por un transplantólogo del Hospital Almenara. En este último lugar se le ha recomendado mejorar su alimentación para desinflamar el hígado con una dieta rica en almidones, pollo, frutas, leche y complemento nutricional (Pediasure), lo que ayudará a retomar su normal desarrollo corporal, ya que actualmente luce como un niño de tres años teniendo cinco. Luego de estas indicaciones, Hilda y su hijo fueron trasladados nuevamente a Arequipa. En mérito a esta hermosa cadena de favores y de esperanza es que tuvimos entre nosotros a este niño de sonrisa contagiante, que a pesar del dolor que experimenta su pequeño cuerpo a causa del crecimiento descontrolado de su hígado y del malestar que sufre, nos recibe con los ojitos brillantes llenos de una palpable alegría de vivir. Y es que sigue adelante gracias a la inmensa fe que su madre demuestra y al inconmensurable amor que siente por él. “Yo quiero mucho a mi hijito, si él me llega a faltar yo me muero… él es mi compañía, es mi todo, sin él para mí no hay vida. En mi tristeza y en mi alegría él esta presente. Por eso por mi hijito estoy luchando, porque guardo la esperanza de verlo sanito. He tocado puertas, algunas se han cerrado y otras se han abierto. Siempre pido al Señor y aunque no sé mucho rezar le pido por mi hijo y por todas las personas que son tan buenas y nos apoyan”, nos confiesa Hilda, con voz entrecortada. Frente a tan profundo sentimiento, y como madre al fin, comparto los mismos sentimientos con Hilda y le digo que la admiro muchísimo y que le agradezco a Dios por esta oportunidad que tenemos de ser tocados por este angelito que nos proporciona una oportunidad para servir. Por último, también comparto con ustedes la posibilidad de colaborar con ella y con William en la cuenta del Banco de Crédito Nº 194-19910807-0-25 cuyo código interbancario es el 00219411991080702590. Esperamos la colaboración de todos.


Cine y Literatura

En junio pasado se estrenó una gran película en Argentina, se trata de Treeless Mountain (en inglés) o Na-moo-eobs-neun San (coreano); el título en castellano es 'Los senderos de la vida'. Esta cinta ha merecido el Premio Muhr a la mejor película del Festival Internacional de Dubai (2008) y su directora, la coreana So Yong Kim, recibió ese año el Premio Netpac del Festival Internacional de Pusán. En el año 2009 obtuvo el Premio del 'Jurado Ecuménico' del Festival Internacional de Berlín.

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abe resaltar que la cineasta So Yong Kim no solo se ha encargado de la dirección de este drama sino que es la responsable del guión y de la producción, que la realizó en sociedad con el estadounidense Lars Knudsen, en el año 2008. La reconocida directora de cine, que nació en Corea del Sur y migró a los Estados Unidos cuando tenía 12 años, presenta una interesante trama que se muestra en todo su esplendor gracias a las protagonistas principales de la película: dos pequeñas coreanas escogidas tras varios castings que se hicieron en Corea del Sur. La mayor de ellas, que encarna a Jin, de nombre Hee Yeon Kim, fue descubierta en una escuela primaria, mientras que a la menor Song Hee, que hace de Bin, la encontraron en un orfanato. La película gira en torno a dos niñas, de 7 y 5 años, que viven con su madre tras el abandono de su progenitor. Un buen día, esta decide ir en busca del esposo y les cambia la vida a las niñas al trasladarlas al hogar de una tía alcohólica, dejando atrás la escuela y los amigos. Las deja allí pidiéndole a la pariente política que las cuide hasta que ella vuelva y recomienda a las niñas que ayuden y se porten bien. A Jin le confía el cuidado de su hermana menor.

Libro: Carlos Baza, “Calabaza”

Antes de partir, la madre les obsequia a las niñas una alcancía de plástico en forma de cerdito con unas monedas dentro, y les promete que cuando ellas llenen esa alcancía con las propinas que la tía les daría por ayudarla en su negocio, ella estará de regreso. La tristeza se evidencia en sus rostros, que son captados casi en todo momento en primeros planos, mostrándonos una interpretación y actuación espectacular. El tiempo pasa y la tía no las trata como a niñas, a veces las utiliza para ganar dinero fácil para la bebida, pero a pesar de eso la necesidad de cariño de las pequeñas es más fuerte y la llegan a apreciar. Cuando llenan la alcancía, tras ingeniarse cómo ganar dinero, corren a esperar a la madre al paradero del bus, pero ella nunca vuelve. Gran decepción. Un buen día la tía también decide abandonarlas dejándolas en la granja de sus abuelos maternos, a los que no conocen, lo que refresca en sus corazoncitos el dolor de no pertenecer a nadie. Sin embargo, el cariño y atención de la abuelita les robará el corazón y las hará conocer el calor de una verdadera familia. Ellas se entregarán a ese sentimiento hambrientas de amor y generosas con lo poco que tienen: ellas mismas y lo que lograron atesorar, las monedas guardadas en esa alcancía que habiendo significado tanto con relación a su madre pasan a ser un medio para hacer feliz a la anciana abuela que necesita comprarse unos zapatos nuevos porque los suyos están maltrechos.

Emilio Sanjuán

El libro nos relata la vida de un niño llamado Carlos Basa. Este niño es muy feliz e imaginativo; sin embargo, no es tan buen alumno, de ahí el apodo de “Calabaza”. Un día, mientras Carlos está castigado, encerrado en su cuarto y muy aburrido, se le aparece Alu-Bía, un simpático genio verde de tercera categoría. Se conocen y se convierten en los mejores amigos. Alu-Bía ayuda a Carlos a ser una mejor persona, le enseña lo que él es en verdad y el valor que tiene. Si Carlos se molesta con Alu-Bía por ser muy flojo y maleducado, este le responde que lo único que hacen los genios es imitar a sus amos. Es de esta manera que Carlos va aprendiendo a conocerse. Carlos y Alu-Bía viven las más inigualables aventuras, siempre tratando de que el genio cumpla con un deseo. Situación un poco difícil, pues según el libro de genios, los genios verdes solo cumplen deseos cuando el amo lo desea de corazón y ambos, en este caso, genio y amo, son algo torpes y bastante ingenuos, por lo que se meten en un montón de líos. Akemi Watanabe 5to Grado del Colegio Santa Margarita.

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Jóvenes Jóvenes Derivada del latín 'amicus' o de la unión de los vocablos griegos 'a' y 'ego', la palabra amistad hace referencia a una relación fundada en el amor y en el desprendimiento generoso e intencionado del yo. Sin embargo, dado que en estos tiempos se ha trastocado, lamentablemente, su concepto real y sus características, parece ser que el mismo término busca también denunciar una realidad que está en declive.

Por Renzo Chávez Pulgar*

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oy se puede decir que casi nadie busca compartir su intimidad con una persona preocupada, generosa, fiel, amable, comprensiva; en fin, pocos buscan amigos virtuosos o bondadosos, porque estos 'amenazan' con arruinar las expectativas de entretenimiento que invaden al hombre del siglo XXI. En nuestro suelo patrio, el uso de la jerga ha sido difundido con inédita velocidad. Así, términos como 'pata', haciendo referencia al amigo, han quedado plasmados en nuestro vocabulario coloquial. Empero, es clave saber entender la visión sesgada que palabras como la mencionada nos ofrecen. Pues el joven posmoderno habla de un 'pata' cuando quiere describir a una persona 'leal' (que nunca traiciona a su compañero, a pesar de que este haya cometido alguna barbaridad), con quien meramente pasa un buen rato y se divierte, o con quien se siente cómplice al momento de hacer alguna travesura o palomillada. Sin embargo, si se le pregunta a un adolescente cualquiera: ¿Qué es la amistad?, un sinnúmero de respuestas superficiales probablemente broten de las bocas de los entrevistados. Si se diese el caso de que una chica que cuenta con 5 mil contactos en Facebook (que solo se comunica con diez, que conoce o dice conocer bien a tres y evidentemente ni se conoce a sí misma) se dé cuenta que todas las amistades que creía poseer eran falsas, su futuro y existencia se harían trizas. Sería como quitarle la piedra angular a la torre de Babel que ella misma había edificado para 'alcanzar el cielo'.

Para la juventud contemporánea, la amistad es el centro de la vida; no obstante, si bien es el punto principal de su existir, el enfoque epidérmico que se le atribuye hace que este se reduzca a la búsqueda desenfrenada de éxtasis y risas. Ya que el carpe diem dice ser ahora la regla de oro de la amistad actual, frases como “vivir la vida sin que la vida te viva” parecen haberse convertido en el lema de aquellos que, amparados bajo la sombra de una amistad falaz, buscan la plenitud solamente en lo pasajero de la vida.

Como consecuencia de que actualmente la mayoría carece de ideales, teme establecer compromisos a largo plazo y solo le interesa su propio beneficio, están contados con los dedos quiénes aún se ofrecen como auténticos amigos. En las amistades de nuestra época, la era de lo light y lo material, los 'patas' parecen ser pertenencias desechables de sus supuestos amigos: son usados para su beneficio y luego dejados de lado cuando el aburrimiento predomina, pues es monótona la relación, que solo implica hablar y hacer de todo, a la vez que se habla y se hace nada. Desde tiempos remotos se ha pronosticado los síntomas que caracterizan a una amistad egoísta. Ya el erudito Esopo los denunciaba en una de sus conocidas fábulas, sobre dos amigos y un oso. En ella, se narra la historia de dos hombres que andaban juntos por el bosque y se dan cuenta que son seguidos por un furioso oso negro; uno de ellos, joven y atleta, sube a un árbol para refugiarse y esconderse, dejando al otro frente a los peligros que representaba la presencia de la bestia. Este, indefenso pero astuto, se echa al suelo y finge estar muerto; el oso, tras examinarlo con su hocico y cerciorarse de que no valía la pena atacarlo, se marcha. El que estaba en el árbol desciende y, curioso, le pregunta a su amigo en tono de broma: “¿Qué secreto te murmuró el oso al oído?”. Y este le contesta: “Me advirtió que me cuidara de hacer amistad con un hombre que lo deja a uno en la estacada a la hora del peligro y no trata de ayudarlo.” Ingenuo es quien cree que es posible alcanzar la felicidad viviendo en soledad. Y quien cree que posee todas las riquezas del planeta no tiene aún asegurada necesariamente la felicidad, porque necesitan de algo: amor. Pues, ¿de qué sirve al hombre ganar el mundo entero si se pierde a sí mismo? Si la felicidad se consigue con amor y el amor con amistad, no habrá persona alguna que llegue a alcanzar la plenitud si no sale de sí misma y se entrega hacia los demás. Porque, aunque suene paradójico, aquel que lo tendrá todo será quien lo deje todo, e incluso será quien escoja dar lo que más aprecia por los demás: Nadie ama más que quien da la vida por sus amigos. *Alumno del 5to de Secundaria del Colegio Santa Margarita.

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