Europa, jóv enes y medios de transporte Alicia Giménez-Bartlett
Tengo 65 años, nací en 1951, un año frío y gris según me dijeron más tarde. En España aún imperaba una larga posguerra que parecía no acabar nunca. Yo no me enteraba de eso, pero no tardé demasiado en tomar conciencia, una conciencia que me vino dada por mis padres. Mi padre era socialista, un perdedor de la guerra civil que había pasado por la cárcel. Él me enseñó muchas cosas, entre ellas: a ser crítica evitando el odio. Es cierto que las menciones al general Franco no eran alegres ni laudatorias en mi casa, pero ya en aquella época parecía prioritario vivir el presente con cierta confianza y abrirse hacia el futuro. La etapa más dura de la posguerra había pasado ya. Sin embargo, ese futuro prometido tardaría en llegar, quizá demasiado. La etapa de infancia tiene para mí recuerdos ambiguos que no voy a comentarles hoy. De todos modos, la plena consciencia de pertenecer a la sociedad empieza con mis años de estudiante de bachillerato. Para los jóvenes estudian203