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Pareceres

ALICIA ANDREU:

“CASwaterLAB BUSCA GARANTIZAR EL SUMINISTRO DE AGUA A LA INDUSTRIA CERÁMICA”

Martín Plaza

En esta entrevista, Alicia Andreu, investigadora sénior de la Unidad de Medio Ambiente, Área de Sostenibilidad en el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC-AICE), desgrana el proyecto CASwaterLAB, una iniciativa puntera encaminada a mejorar la reutilización del agua y garantizar su suministro en la industria azulejera. La sostenibilidad siempre ha sido una prioridad para el clúster, pero en los últimos años el esfuerzo colectivo para minimizar el impacto en el entorno de la industria abarca ya todos los procesos.

A grandes rasgos, ¿en qué consiste el proyecto CASwaterLAB?

El objetivo es diseñar, crear, estructurar e implementar un LivingLab de agua orientado a promover la reutilización de aguas residuales y la recuperación de recursos de valor en la provincia de Castellón y de este modo, generar recursos hídricos alternativos para mitigar los impactos del cambio climático. El proyecto facilitará la transición desde el concepto clásico de Estación de Depuración de Aguas Residuales hacia el concepto de Estaciones de Recuperación de Recursos, potenciando a su vez, nuevos modelos de negocio para el sector empresarial.

¿Cuál es el trabajo desarrollado hasta el momento por el ITC-AICE?

A lo largo del último ejercicio, entre ITC-AICE, el Instituto Universitario de Investigación de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA) y el Grupo de Economía del Agua de la Universidad de Valencia hemos organizado diferentes tareas y principalmente hemos propiciado reuniones con todos los agentes y participantes que han colaborado en la propuesta.Todas las entidades, administraciones públicas y empresas gestoras del ciclo integral del agua con las que contactamos para lanzar la idea de CASwaterLAB vieron en ello una gran oportunidad y se volcaron en apoyarla. Por tanto, es con todo este conjunto de entidades a las que hemos contactado en primer lugar con las que hemos empezado a organizar una serie de reuniones o encuentros bilaterales. También hemos elaborado y enviado cuestionarios para obtener un feedback en vistas a crear un LivingLab realmente con garantías de éxito y con proyección de futuro.

¿Cuáles son las principales reticencias que pueden impedir la creación de un LivingLab en agua?

Realmente este proyecto nace de estudios previos que se llevaron a cabo en 2019 para conocer y analizar las bases: qué es un LivingLab, cuál era la situación de los LivingLabs a escala europea, cuántos existen en Europa, en qué consisten, qué grado de madurez tenían en ese momento… Entonces nos dimos cuenta de que suponía un reto involucrar a aquellas administraciones públicas a quienes les atañe el ciclo integral del agua o a este tipo de iniciativas relacionadas.

La principal dificultad estriba en cómo organizar a diversos agentes, con diferentes necesidades, inquietudes y objetivos, para trabajar conjuntamente hacia un objetivo común. Este es el principal hándicap para conseguir el objetivo propuesto.

Por parte de potenciales usuarios, ¿han encontrado reticencias a la reutilización de recursos hídricos?

Nuestro objetivo fundamental es fomentar la reutilización de agua regenerada. Para ello, lo que pretendemos es introducir en el balance hídrico de la provincia de Castellón un recurso alternativo como son las aguas recicladas o regeneradas.

Cuando planteas esto, obviamente todo el mundo dice que sí “con la boca grande”, pero a la hora de la acción, también todos esos agentes piden ciertas garantías o saber realmente cómo les va a repercutir en su día a día el uso de agua regenerada.

Es cierto que el sector cerámico, como principal motor económico de la provincia, a priori sí que está por la labor de utilizar esta fuente alternativa de agua, siempre con ciertas condiciones.

Por otro lado, hay que destacar que, a nivel urbano, el Ayuntamiento de Castellón ya está proporcionando en algunos barrios agua regenerada para el riego de jardines y parques, por lo que entendemos que ya hay una aceptación social en consumos urbanos.

¿Cómo han reaccionado tanto el clúster cerámico como otros sectores económicos?

El sector industrial ya está reutilizando sus propias aguas residuales industriales, por lo que podemos decir que ya existe una reutilización de agua en el municipio a ciertos niveles. Quizás el sector agrícola es el más reticente, porque en determinadas zonas tienen más o menos necesidades y la reticencia a utilizar esta fuente de agua alternativa va a centrarse mucho en el precio, pero no solo eso, es decir, piden saber qué servicios vamos a dar y a qué coste.

¿Cuál debe ser el papel de la administración en el LivingLab?

Desde nuestro punto de vista las administraciones deberían tener el rol de coordinación en el LivingLab. Aunque desde las universidades y centros tecnológicos ejerzamos la coordinación del proyecto en el ámbito de la investigación y estemos aportando nuestro conocimiento, nuestra labor también se enfoca de manera intensa a intentar acercarnos mucho hacia la administración, haciéndola partícipe desde el momento cero, en todo lo posible. Nuestro objetivo es que la administración coordine y sea quien nos dirija a nosotros, los equipos de investigación, hacia dónde orientar estas investigaciones y acciones y cómo implementarlas de forma exitosa.

No queremos solo llevar a cabo un proyecto de una determinada duración y que después se quede ahí, sino que buscamos que permanezca en el tiempo, que sea útil y se pueda incluso ampliarse en un futuro. La administración pública es clave y es fundamental en este tipo de proyectos porque necesitamos que la administración apoye este tipo de iniciativas, que entrañan gestión y política de aguas, así como que nos guíe al personal técnico hacia la viabilidad e implantación de éstas, dado que nos encontramos con que tenemos el conocimiento y las tecnologías, pero no tenemos potestad para decidir según qué políticas ni marcar el camino hacia dónde ir sin su apoyo.

Y ello ¿qué implica?

Que investigamos, pero no legislamos. El concepto de LivingLab, al final, supone generar un espacio. Se debe definir dónde, en qué área, cuándo y de qué manera, para poder, una vez establecido, testear diferentes tecnologías o analizar diferentes servicios, de los que al final, empresas y usuarios finales sean los beneficiarios.

Queremos conseguir poder poner a disposición de los usuarios fuentes alternativas de agua “aguas regeneradas” en la provincia de Castellón; siendo esta donde menos agua residual se reutiliza de la Comunidad Valenciana, y donde, según pronósticos de cambio climático y de previsión de recursos hídricos en los próximos años, es donde más afectados nos vamos a ver. Ahora mismo nos encontramos con que no tenemos necesidades apremiantes, como las que existen en el sur de Alicante o en zonas de Murcia, pero todo apunta a que podamos llegar a esa situación.

Entonces, aunque ahora mismo no tenemos la problemática acuciante que ocurre en otras zonas geográficas, todas las iniciativas en este sentido que podamos organizar previamente de forma consensuada y bien planificada, todo lo que se haga se hará mejor, por supuesto de la mano de la administración que, como hemos dicho es clave, insisto, en que por mucho que podamos aportar las universidades y centros de investigación, que tenemos los conocimientos, la tecnología, sin un apoyo firme de la administración, todo lo que hagamos se disipará en el aire.

¿Cree que este proyecto puede servir de referencia para el desarrollo de otras propuestas similares?

Por descontado, nuestro objetivo sería que este LivingLab sirva de lanzamiento para establecer más actividades e iniciativas relacionadas con la regeneración y reutilización de aguas, que sea una hoja de ruta y que la estrategia que se defina sirva para que aquí mismo se puedan llevar a cabo proyectos de innovación regionales. También para que la administración pública tenga reconocido este entorno para validar el desarrollo de futuros proyectos.

¿Cuáles son las siguientes acciones a realizar?

En este primer año, como he comentado, se han establecido encuentros, se han llevado a cabo reuniones, se han elaborado cuestionarios, se ha “cartografiado” de alguna manera todos los agentes que intervienen y otras entidades que no conocíamos y hemos encontrado por el camino. Además, hemos identificado cuáles son realmente las barreras que impiden la reutilización del agua o por qué no se ha profundizado en ese sentido. Una vez identificado y recopilado todo esto, hemos empezado a abordar las tecnologías más punteras que podrían acometerse para llegar a este objetivo que es regenerar el agua.

Ya tenemos ese mapa, esa situación de inicio… Ahora lo más importante es sentar a estos agentes clave y ponernos a trabajar, buscando la manera de involucrar a la administración pública pero también a las empresas que van a gestionar y a usuarios finales, todos tienen algo que decir. Los próximos pasos se dirigirán a trabajar de forma conjunta y organizada. Ahora se deberá definir dónde se va a establecer el espacio y organizarlo para definir el marco de actuación y su pervivencia en el futuro.

Finalmente, ¿qué impacto tendrá el proyecto en la provincia de Castellón?

Aquí creemos que el impacto será muy relevante y el trampolín definitivo para materializar todo lo que se está proyectando, cuestionando, y, en suma, de todo lo que llevamos trabajando y hablando en materia de agua regenerada, economía circular del agua, etc., en los últimos años desde el ITC-AICE, con visos de garantizar el suministro de agua para el sector industrial cerámico, y que a su vez sirva de base para incrementar el 3% del agua que actualmente se está reutilizando en la provincia.

De hecho, el mayor impacto que tendría en la provincia es un paso decisivo hacia la adaptación al cambio climático en vistas a las previsiones de los recursos hídricos disponibles previstos para los próximos años. Para el 2030 ya existen estudios en los que se predice que habrá un déficit de agua de un 10-12% en la provincia de Castellón.

Por eso, con este proyecto nos anticipamos para intentar poner en los balances hídricos de la provincia posibles fuentes de agua alternativas como pueda ser disponer de agua regenerada, y, por tanto, poder contrarrestar los posibles efectos negativos del cambio climático y una disminución de recursos hídricos, y a su vez, poder garantizar la demanda que tenemos de agua en el sector industrial cerámico, dado que el pronóstico es de un aumento de su demanda.

Este último aspecto va ligado a la producción industrial, es decir, cuanto mayor es la producción, mayor es la demanda de agua; por tanto, la idea es buscar una alternativa que nos ayude a la adaptación del sector al cambio climático.

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