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Mi bebé y yo
El embarazo,
sus etapas y desarrollo Son muchas las etapas por las que atraviesa un embarazo para llegar a convertir un diminuto óvulo fecundado en un pequeño ser humano. De esto se trata esta hermosa etapa, de crear una nueva vida.
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n embarazo promedio suele durar por lo general 40 semanas contadas desde el primer día de la última menstruación y, durante este tiempo, existirán importantes cambios tanto en el desarrollo del feto, así como en cambios físicos y psicológicos experimentados por la madre. Es absolutamente normal que surjan varias preguntas durante el período de gestación, en especial si se trata de la primera vez que se vive esta experiencia. Por ello, los futuros padres necesitan estar atentos a todos los síntomas que se presenten. A continuación, se responderán algunas de las dudas más frecuentes de cada una de las etapas del embarazo que se dividen en tres trimestres, cada uno con una duración de algo más de 13 semanas.
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Primer trimestre
Esta fase comienza en el mismo momento de gestación y se extiende hasta alrededor de la semana 14. Es importante programar la primera consulta pre natal poco tiempo después de enterarse del embarazo. En esta primera visita al médico se realizarán exámenes de sangre, un examen pélvico completo, una citología vaginal y cultivos para detectar la existencia de infecciones o problemas. Además, se auscultarán los latidos cardíacos del bebé, que recién podrán ser escuchados entre la sexta y séptima semana. Además, seguramente hará preguntas acerca de salud integral de la madre, anteriores embarazos, medicamentos o vitaminas que consuma regularmente, si hace ejercicio, si fuma o consume alcohol y acerca de trastornos genéticos o hereditarios. Es posible que se presenten mareos, náuseas y cansancio en general. Estos síntomas suelen ser bastante comunes a lo largo del primer mes de embarazo y conforme vaya creciendo
Las consultas pre natales se realizan cada mes y el médico, al final de la consulta, advertirá acerca de los cambios venideros en la siguiente etapa y recomendará tomar vitaminas prenatales con hierro. el bebé, se podrían ir experimentando distintas molestias como sangrados, dolores de espalda, hinchazón de piernas, entre otros, por lo que se debe comenzar a seguir un ritmo de vida diferente y cumplir con algunos de los cuidados básicos de esta etapa. Según el Dr. René Calle, Ginecólogo de Meditrópoli, en este período es mejor no medicar a la madre. Se debe evitar las comidas crudas como mariscos que pueden tener bacterias altamente patógenas y que podrían afectar al feto. Además, se debe consumir abundante ácido fólico y vitaminas pre natales.
Segundo trimestre
Este semestre se caracteriza por la finalización de ciertos malestares que pudieran existir durante el primero y, por lo general, las futuras madres se sienten espléndidas. Sin embargo, no hay que descuidarse y hay que continuar teniendo algunos cuidados especiales para garantizar que el embarazo siga su curso normal, ya que el cuerpo y el organismo continúan cambiando. A pesar de la disminución de malestares, se evidenciará un aumento de peso y pequeñas molestias como
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Hay varios llamados de atención que deben ser tomados en consideración en esta etapa. En primer lugar hay que consultar inmediatamente, y si es necesario, visitar al médico por cualquier duda que exista acerca del estado de salud y desarrollo tanto de la madre como del embrión. En segundo lugar hay que procurar realizar ejercicios moderados a partir del segundo mes de embarazo para fortalecer la musculatura, pero evitar los deportes de riesgo y sobrecargas abdominales. Es necesario descansar durante el día y dormir ocho horas en la noche. Finalmente, hay que aumentar el consumo de fibra para prevenir estreñimientos. calambres en las piernas, dolores de espalda y estreñimientos ocasionales, por lo que hay que cuidar el cuerpo con dietas equilibradas y ejercicios moderados como caminatas. La Dra. Elena Macías, Ginecóloga del Hospital Metropolitano, comenta que se debe tener una dieta balanceada y debe haber un incremento de proteínas, frutas y verduras, además de un balance de hidratos de carbono. Esto siempre depende del peso pre concepcional de la paciente. Además, evitar el exceso de azúcares, grasas o bebidas energizantes y nutrirse con multivitamínicos pre natales, hierro y calcio.
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El equilibrio psicológico es una de las cuestiones trascendentales que hay que procurar mantener estable, manteniendo la suficiente fuerza
interior para afrontar los nuevos cambios y recibir al bebé de la mejor manera. Si bien es cierto, es casi imposible sentirse bien todo
el tiempo, hay que realizar acciones que hagan que la futura madre se sienta cómoda y feliz con su embarazo. Para sobrellevar bien esta etapa, se debe practicar ejercicios moderados como natación o yoga, darse duchas de agua fría en las piernas para evitar la hinchazón, esperar al menos una hora después de comer para acostarse, comprar ropa holgada que permita moverse bien, aumentar el consumo de fibra y proteínas, cuidar la postura, evitar sentarse con las piernas cruzadas, no fumar ni beber alcohol, no auto medicarse, evitar comidas grasas y cítricos, no usar zapatos de tacón alto, disminuir o eliminar el consumo de cafeína, evitar pasar tiempos prolongados expuesta al sol y procurar vestir prendas de algodón.
Tercer trimestre
Una vez que ha llegado esta etapa, deben prepararse para la recta final que culminará en el momento que tanto han esperado, el nacimiento del bebé. En esta etapa se podrá ver un crecimiento muy rápido de la barriga y todo lo relacionado al bienestar de la madre y del pequeño deben estar más presentes que nunca. Aumenta considerablemente el peso de la pancita, incrementan las ganas de ir al baño y se puede sentir hinchazón y retención de líquidos, ardores de estómago y pubis. Es común el aumento de la fatiga ya que mucha de la energía corporal está destinada al apoyo del crecimiento del feto, por lo que no es nada raro tener la necesidad de reducir las actividades normales de la futura madre.
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Como afirma la Dra. Camila Borrero, pediatra del Hospital Metropolitano, durante este período se debe incluir todos los grupos de alimentos, sin restringirlos ni tampoco excederlos. No existe ningún beneficio en realizar una dieta restrictiva durante el embarazo. Hay que incluir proteínas animales y vegetales, carnes o granos, cereales y leche. Es importante seguir alimentándose bien especialmente con frutas y alimentos ricos en proteína, frecuentemente y en pequeñas cantidades para asimilarlos mejor. Además, no
hay que descuidar la actividad física, procurando por lo menos dar pequeños paseos todos los días. En esta etapa final es importante tener un momento diario para que la madre se conecte con el bebé. Puede ser antes de dormir, durante unos minutos sentarse y poner las manos sobre la panza concentrándose en la respiración y pensando en el pequeño para generar un mayor apego. De igual modo, hay que pensar en hacer un presupuesto y organizarse para solventar todos los gastos que puede generar la llegada de un nuevo ser.
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Células Madre
Estas células que se encuentran en el cordón umbilical, placenta, cresta ilíaca de la pelvis y el tejido adiposo. Tienen la capacidad de formar y regenerar tejidos y órganos. Gracias a esto se han convertido en una alternativa de tratamiento para enfermedades como la leucemia, linfoma, aplasia medular, insuficiencia cardíaca, daños en la rodilla, cirrosis, diabetes, entre otros.
Foto: Cortesía CELALCÍVAR
Monitoreo fetal
Mientras más se acerca la fecha del parto es más común que se requiera realizar monitoreos fetales. Estos son pruebas prenatales que no causan ningún tipo de dolor y que sirven para controlar el bienestar del bebé. Mediante esta monitorización gráfica, se puede evidenciar el latido del corazón del feto así como la actividad uterina en general, pudiendo registrar movimientos fetales, funcionamiento placentario y oxigenación, con el fin de comprobar que todo marche bien.
Cabe recalcar que la obtención de las células madre desde el cordón umbilical es muy sencilla e indolora y además no representa riesgo alguno. Se la realiza en una clínica u hospital al momento del parto extrayendo sangre de la vena umbilical y colocándola en una bolsa estéril. Ésta es llevada a un banco de sangre en donde se realiza la separación celular por medio de una centrífuga y posteriormente se hace un congelamiento progresivo. Los especialistas en este tipo de tratamientos son Celalcívar, quienes se encuentran ubicados en Guayaquil pero tienen operatividad a nivel nacional, siendo el único banco de sangre y células madre del país con el respaldo científico y la infraestructura adecuada para brindar un servicio de primera.
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¡Bienvenido bebé!
Los primeros días en casa Desde el mismo momento en que madre e hijo salen del hospital inicia una nueva, intensa e inolvidable etapa para la vida de ambos y de toda la familia.
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n un inicio el pequeño aún esta frágil y está viviendo una etapa intensa que es la de la adaptación a un nuevo entorno y a la vez, la familia tiene que adaptarse a la presencia de un nuevo miembro y todos los cuidados que requiere. Llantos, pañales, baños, lactancia… Son tantos los nuevos retos a los que se enfrentan los padres, especialmente si son primerizos. Pero finalmente, se darán cuenta que las malas noches, el cansancio y todos los sacrificios, valen la pena simplemente con ver al pequeño sonreír.
Las primeras 24 horas en casa
Una vez recibida el alta del hospital en donde tuvieron todo el apoyo de especialistas, comienza el verdadero reto, llegar a casa con el bebé en brazos ¿y ahora qué?... Son varias las preguntas e inquietudes que existirán, pues no hay un manual que enseñe a ser padre o madre, esto es una gran prueba de acierto y error, siempre pensando en el bienestar del bebé.
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Hay situaciones elementales como alimentar, curar el ombligo, bañar, cambiar pañales, entre otras, que hay que aprender para conocer más a fondo al bebé y saber por qué llora. Si bien en un principio todo parece muy difícil, poco a poco y con el paso de los días se irá haciendo más sencillo y para que se facilite la paternidad y puedan disfrutar a plenitud del bebé, es importante seguir algunos consejos como los que da el Dr. Gonzalo Mantilla, Neonatólogo y pediatra del Hospital Metropolitano y el Hospital de los Valles, quien asegura: “Hay que alimentar al bebé cada tres horas o como lo indique el pediatra, asearlo y organizarse con la mamá para que ésta pueda proveerle de leche con facilidad. Además es recomendable haber asistido a cursos pre natales y haber leído acerca del tema”.
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Desde el inicio te darás cuenta de que el bebé no hará más que comer y dormir, así que hay que aprovechar estos momentos haciendo las tareas domésticas y adecuando la casa para su nuevo habitante. Además, hay que planificar desde el primer día las labores en pareja para apoyarse y que nadie se sienta abrumado, especialmente la madre que debe estar bien descansada y tener una buena dieta e hidratación para favorecer la lactancia.
Los primeros días
Lo más importante es adaptarse y aprender a desenvolverse cada vez mejor tras la llegada del bebé y para ello hay que establecer algunas reglas y normativas para que la convivencia y el cuidado se faciliten. En primer lugar hay que tratar de regular y ordenar las visitas de parientes y amigos. Si bien es cierto, el entusiasmo por conocer al bebé, especialmente de la gente más cercana, puede ser grande, hay que tener claro que el exceso de visitas puede perturbar y agotar tanto a bebés como a padres. Siempre hay que garantizar la intimidad de la familia y la tranquilidad del pequeño, por lo que hay que es bueno normar las visitas.
Otro punto importante es aprovechar que el bebé en sus primeros días duerme mucho y, a sabiendas de que las noches pueden ser agotadoras, especialmente si se amamanta, hay que aprovechar todos estos momentos, acomodarse a los ritmos del recién nacido y dormir cuando éste duerme. Por otro lado hay que saber que en las primeras semanas el bebé necesita toda la atención de sus padres por lo que sería ideal contar con alguien que colabore en la limpieza del hogar, la preparación de la comida y trámites que vienen con la llegada del pequeño. Un familiar cercano podría ser de gran ayuda en este momento de tanta agitación.
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El sueño en la noche
Para lograr una convivencia armónica, descansar bien, estar alerta y con toda la energía para cuidar y jugar con el bebé, es importante enseñarle desde sus primeros días a dormir por sí mismo y a no despertarse en toda la noche. Podrías tener la suerte de que tu bebé se duerma muy fácil y rápido, pero en otros casos les cuesta conciliar el sueño y mantenerse dormido o incluso volver a dormir. En este caso hay que brindarles ayuda. Hay tres métodos principales para entrenar al bebé para que aprenda a dormir. El primero se basa en
¿Cómo calmar el llanto?
En ocasiones el bebé no deja de llorar y es difícil entender el motivo por el que lo hace. Por lo general sucede como modo de comunicación o por algún hecho aislado y hay que aprender a entender lo que necesita. Los principales motivos por los que lloran los bebés son: hambre, frío, calor, necesita cambio de pañal, tiene sueño, tiene gases, algo pequeño le molesta o simplemente quiere tu atención. Hay varios modos de calmarlo, en primer lugar debes verificar y descartar los motivos mencionados anteriormente. En segundo lugar a los bebés les gustan las caras, por eso ponerlo al frente tuyo y conversar con él suele relajarle y tiene un gran efecto sobre él. Inclusive, si hace un sonido y tú le respondes con otro a modo de conversación, puede generar una muy divertida dinámica. Otra manera es abrazarlo, besar sus mejillas o moverlo en su carriola, el pequeño puede recibir muy bien estos cariños y calmarse rápidamente. De igual modo, pueden funcionar juegos como el de la bicicleta, en este caso, agarras sus tobillos y mueves suavemente sus piernas en movimientos circulares. Cada bebé es distinto y depende de ti encontrar la fórmula para que se calme, estos consejos son bastante útiles, anímate a ponerlos en práctica.
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‘dejar llorar’ al bebé hasta que se duerma, el otro es acostarlo al momento en que está tranquilo y en tercer lugar hay que ir desapareciendo o desvaneciéndose poco a poco de la habitación casi sin que el pequeño se de cuenta. El recién nacido todavía no controla el movimiento de sus extremidades y en varias ocasiones un movimiento brusco puede asustarle y despertarle. Es aconsejable envolverlo en una manta para asegurar sus brazos y piernas y que pueda dormir tranquilo.
El baño del bebé
En los primeros días el bebé sólo necesita que le limpien con pañitos suaves humedecidos en agua tibia. Es recomendable darle su primer baño cuando se haya caído el muñón umbilical, que generalmente ocurre en los primeros 10 a 15 días. Hay que cuidar los lugares donde se pueda acumular suciedad como los pliegues del cuello o la parte de atrás de las rodillas que deben ser limpiados con más cuidado. El Dr. Marco Sierra, pediatra del Hospital Metropolitano informa de algunos cuidados que hay que tener: en primer lugar hay asegurarse que el sitio en el que se le bañe tenga al menos 28 grados de temperatura. Además, el jabón debe ser exclusivamente para bebés, sin aromas ni colorantes. Asimismo hay que secarlo y vestirlo en el mismo cuarto donde se lo bañó para evitar que tenga cambios de temperatura que puedan afectar al infante. También hay que prestar especial atención a la zona del pañal y limpiarla con detenimiento, verificando que no existan salpullidos o irritaciones y en caso de haberlos, aplicar cremas especializadas para la dermatitis causada por el pañal, cuando no se realizan cambios frecuentes y la piel se mantiene húmeda por mucho tiempo.
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Consejos para padres novatos Recuerda siempre cuidar de ti y descansar bien, por ello, si puedes estar sentado, no te mantengas de pie. Si puedes acostarte, no permanezcas sentado y si puedes dormir, no lo dudes. Si el pequeño llora, recuerda atenderlo de inmediato, con esto, desde muy chiquito, le demostrarás el interés que te genera. Recuerda que él depende de ti para todo y debes estar siempre pendiente de atenderlo y también de dejarlo descansar. Muchas veces, el llanto puede alterar los nervios y no siempre se consigue calmarlo, por ello, es conveniente aprender a soportarlo sin perder la calma en nungún momento para transmitirle tu seguridad al bebé. Enséñale desde el inicio a dormir solo en su cuna, puedes estar junto a él para que sienta tu presencia o dejar una tenue luz encendida, pero no hay que acostumbrarlo a dormir en tu cama y luego trasladarlo a la cuna, desacostumbrarlo podría ser un dolor de cabeza.
Quédate tranquila. Lo más importante es perder el miedo. Ten en cuenta que la mejor arma con la que cuentan los padres para sobreponerse y salir adelante en estos críticos primeros días es su instinto. Aunque parezca inaudito, el ser humano aún conserva una base instintiva que está unida a la supervivencia y a la convivencia diaria. Además, a pesar de que el bebé parece totalmente susceptible e indefenso, la verdad es que está diseñado para sobrevivir, resistir y adaptarse a las amenazas del mundo en el que va a vivir.
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Cómo alimentar
a tu bebé en cada etapa Lactancia
La leche materna tiene todos los nutrientes que un recién nacido requiere, por lo que en la etapa inicial, deberá ser su único alimento, ya que en cada 100 mililitros de leche existen 3,5 gramos de grasa que es de suma importancia para su desarrollo neurológico. Además posee carbohidratos como la lactosa que es una importante fuente de energía y ayuda a combatir infecciones. Asimismo, contiene proteínas, vitaminas y minerales que aportan sustancialmente para el desarrollo tanto físico como cognitivo del recién nacido. Además, aporta factores anti infecciosos como las inmunoglobulinas y factores bioactivos que ayudan a la digestión y estimulan la maduración de las células del intestino para digerir y asimilar de mejor manera los nutrientes. Todo esto contribuye a la protección del bebé mientras su sistema inmunológico llega a su madurez o completo desarrollo. Sus nutrientes lo protegen de gripes, neumonías, diarreas, otitis, infecciones urinarias y ayudan a evitar males futuros como asma, diabetes o alergias. La lactancia también trae grandes beneficios para las madres ya que acelera la recuperación del parto,
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perdiendo el peso ganado durante el período de gestación y dificultando que la mujer tenga anemia luego del parto. Además disminuye el riesgo de cáncer de mama u ovario, hipertensión y depresión posparto.
Hasta los 6 meses
Como ya se dijo anteriormente, lo ideal es que en este período el único alimento sea la leche materna a no ser que se el bebé requiera de algún tipo de suplemento vitamínico recomendado por el pediatra. Ni siquiera es necesario que el recién nacido tome otro líquido, ya que la leche materna contiene 88% de agua y esto es suficiente para satisfacer las necesidades del lactante. No es indispensable establecer un horario o cronograma para amamantar, ya que el recién nacido debe ser alimentado cada vez que lo necesite, generalmente de 10 a 12 tomas al día que duran entre 10 y 20 minutos. Según la Dra. Diana Cañizares del Hospital Metropolitano, lo ideal en este período es que los neonatos solamente lacten, ya que la leche materna tiene anticuerpos que lo protegerán hasta que se suministren las primeras vacunas. En caso de que la madre no pueda darle de lactar, se puede recomendar una leche de fórmula, pero no es lo ideal.
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De 6 a 12 meses
Al pasar los seis meses el niño comenzará a requerir más alimento que el proporcionado netamente por la leche materna, sin embargo ésta sigue siendo necesaria y su aporte mínimo no debe bajar de 500 mililitros diarios en cuatro o cinco tomas diarias. A esta edad, el organismo de los niños ya está adecuado para empezar a asimilar distintos sabores. Hay que brindarles una dieta rica en proteínas, zinc, grasas, hierro, carbohidratos y vitaminas A y C. En este momento es posible dar alimentos como purés o compotas para niños, sopas ligeras como un caldo de pollo, jugos naturales o frutas no ácidas como manzana o plátano aplastado. Igual se le puede dar pedazos muy pequeños de zanahoria y verduras además de cereales como el arroz. En lo posible, para no tener complicaciones, se debe evitar los condimentos artificiales, azúcares, mariscos y alimentos crudos de origen animal, como dice la Dra. Cañizares, quien afirma que desde este momento se deben introducir en primer lugar frutas, luego vegetales y carne, pero no se recomienda ni huevo ni leche de vaca.
A los 18 meses, el bebé ya está acostumbrado a una dieta de alimentos sólidos, por lo que es el momento perfecto para incorporar poco a poco nuevos sabores.
De 12 a 24 meses
Este es un momento especial ya que el niño comienza poco a poco a comer solo y a parecerse cada vez más a los mayores. En esta etapa además, ya está acostumbrado a una dieta de alimentos sólidos, por lo que es el momento perfecto para incorporar poco a poco nuevos sabores que incluyen la mayoría de alimentos que come un adulto. En esta etapa ya tiene algunos dientes y puede comenzar a comer alimentos un poco más duros para irse adecuando a la alimentación. Una vez llegado al año y medio, ya es capaz de caminar y discernir entre los alimentos que le gustan y los que no, por lo que pueden existir protestas por comidas que no sean de su agrado o aprobación con la que le gusta. En este momento pueden comenzar a consumir leche entera y otros lácteos como queso o requesón. Inclusive se les puede dar la misma comida de la familia molida o cortada en pedazos muy pequeños. Les va muy bien además con la ingesta de cereales, pan de trigo integral y pasta. Ya pueden consumir frutas cítricas y proteínas como huevos, carne, pollo, pescado, frejol y se puede endulzar lo que se requiera con miel de abeja. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la lactancia perdure hasta los dos años, esta seguirá siendo una importante fuente alimentaria que se complementará con el resto de alimentos, teniendo en cuenta que la Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños de estas edades consuman alrededor de 40 calorías por cada pulgada que mida de altura, es decir, si el niño mide 35 pulgadas, deberá consumir 1400 calorías al día para tener un crecimiento adecuado para su edad.
Suplemento comercial
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Investigación y redacción: Roberto Pérez
Circulación: Suscriptores El Comercio Quito y Valles.